Capítulo 46.
La Juventus se enfrentaría al Inter del Milán. Kojiro Hyuga y Aoi Singo se enfrentarían el uno al otro por su pase a la siguiente ronda. Maki Akamine leía con interés las noticias que aparecían en la revista de sóccer que se publicaba en Japón.
Mira, Maki.- le dijo Yukbie, con una sonrisa, a través del hombro de ella.- Tu novio quiere ganar la Champions League.
Ojalá lo logre.- comentó Maki, muy colorada.
¡Entonces sí son novios!.- exclamó Yukibe.
Bah. Eso ya lo sabíamos.- protestó Motoko.- Apareció en todos los periódicos del planeta.
Y eso era parcialmente cierto. Maki aun conservaba la fotografía que apareció en un famoso y reconocido periódico japonés en donde aparecían Maki y Hyuga muy felices en el aeropuerto de Japón, junto con el reportaje que se titulaba: "FAMOSO JUGADOR JAPONÉS MIENTE A SUS ADMIRADORAS PARA PODER VER A SU NOVIA".
¿Irás a verlo jugar?.- preguntó Yukibe.
No lo sé.- Maki suspiró.- No tengo más dinero para regresar a Europa...
Pues ahorra.- aconsejó Motoko.- Quizás pasen a la final y podrías ahorrar dinero para entonces.
Sí, quizás.- Maki asintió.
Aunque con el simple hecho de que Hyuga le llamara casi a diario era feliz... Aunque por supuesto que él deseaba que ella fuese a verlo jugar... Después de cada entrenamiento, Hyuga abría su casillero y miraba la fotografía de Maki que había colgado ahí y los dos llaveros que ella le había regalado.
"Algún día haré que estés conmigo, por siempre", pensó Hyuga.
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Emirett miraba con cierto espanto al muchacho que la miraba fijamente.
Vine por ti.- respondió él.- ¿Qué no es obvio?
Te pedí que me dejaras en paz.- dijo Emirett, levantándose a toda prisa y echando a andar, más bien a correr.
No debiste irte, Jules.- Daniel la tomó del brazo.- Cometiste un grave error al irte...
Ya déjame en paz.- pidió Emirett, procurando no llorar.- ¿Qué no entiendes que no te quiero?
Sé que sí me quieres.- Daniel la jaló con brusquedad.- Cometí un error, debes perdonarme...
¡No! Ya me cansé de todo esto...
¡Te dije que fue un error!.- Daniel se puso violento, lastimando a Emirett.
Ésta comenzó a llorar. Daniel se puso como un loco frenético... Justo en ese entonces Lasse vio la escena y no estaba dispuesto a permitir que continuara.
Déjala tranquila.- ordenó Lasse, muy serio.
¿Quién eres tú para meterte en lo que no te importa?.- gritó Daniel, enojado.
Alguien a quien le importa Emirett y que no va a permitir que la sigas lastimando.- replicó Lasse, muy serio.
Daniel soltó a Emirett. Ella miró a Lasse con sorpresa.
Ella no se llama Emirett.- dijo Daniel.- Y es mi novia, así que no te metas.
¿Eso es cierto?.- Lasse no pudo evitar preguntarle eso a la chica.
Parcialmente.- respondió ella, en un susurro.- No soy su novia, pero es cierto que no me llamo Emirett...
Sí eres mi novia.- insistió Daniel.- ¡Y nunca debiste haberme dejado!
Alerta roja. Lasse notó el tono de voz de Daniel y no le pareció el asunto. Lasse era muy serio, cortés, todo un caballero y jamás iniciaría una pelea o aceptaría el formar parte de una, pero cuando alguien amenazaba a una persona a quien él quería... Cuidado...
Si no te vas y la dejas en paz.- el tono de Lasse era tan frío que Daniel y Emirett pensaron que podría congelar el infierno.- Te juro que me aseguraré de que te arrepientas de haberle hablado a Emirett de esa manera.
Dicen por ahí que las palabras se las lleva el viento... No, creo que ésa no es la frase que buscaba, el caso es que una imagen vale más que mil palabras y... No, tampoco. Como sea. El chiste es que Daniel se dio cuenta de que Lasse hablaba en serio y optó por soltar a Emirett.
Te arrepentirás de no haberte quedado conmigo, Jules.- gruñó Daniel.
Adiós.- respondió ella.
Daniel se marchó. Lasse miraba fijamente a Emirett.
¿No crees que me debes una explicación?.- exigió él.- ¿Quién era él y por qué dijo que tu nombre no es Emirett?
Sí.- suspiró Emirett.- Lo siento... Es solo que estaba huyendo... De él... Daniel y yo fuimos novios en México, pero agresivo y cruel conmigo y me golpeó muchas veces.
¿Por eso tienes esos verdugones en la espalda?.- preguntó Lasse, sorprendido y más enojado que antes.
Sí.- Emirett comenzó a llorar.- Así que por eso me fui de México y vine a buscar a Lily. Ella es en realidad mi sobrina. Y por el temor de que Daniel me encontrara usé para todo un nombre falso con el pasaporte que me consiguió una conocida...
Ahora entiendo.- Lasse abrazó a Emirett para que dejara de llorar...
Ella se abrazó a Lasse y se dejó abrazar por él. Conforme fue pasando el tiempo, Emirett dejó de llorar y se dejó querer... Ella levantó la cabeza y Lasse la besó... Después de un rato, se separaron.
Solo tengo una pregunta qué hacer.- murmuró Lasse.
¿Cuál?.- Emirett aun tenía los ojos cerrados.
¿Cuál es tu verdadero nombre?.- preguntó él.
Ella sonrió.
Julieta.- dijo la muchacha.- Julieta Del Valle...
Ey, les dije que era la tía de Lily. O bueno, ella dijo que Lily era su sobrina, da lo mismo.
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Tsubasa tenía sueños cada vez más incómodos... Soñaba que entraba a su casa, después de un arduo entrenamiento y la encontraba aparentemente vacía... Las cortinas se movían con el viento y solo se veían sombras...
¿Sanae?.- preguntó Tsubasa, pero su voz fue recibida y reproducida por el eco.
Él siguió caminando y llegó a un cuarto que estaba seguro que nunca antes había visto. La puerta estaba entreabierta... Tsubasa entró y vio que Sanae estaba de espaldas a una cuna...
¿Sanae?.- repitió él.- ¿Qué pasa?
El bebé se durmió.- sonrió ella, girando la cabeza de una manera muy extraña.- Ven a verlo.
Tsubasa se acercó a la cuna, lentamente y vio al bebé más grande que él hubiese visto en su vida... No era un bebé, ¡era algo monstruosamente enorme! Tsubasa no supo cómo rayos era que él cabía en la cuna...
Pa-pá.- dijo el niño, quien se levantó de la cuna y Tsubasa se dio cuenta de que medía como mínimo unos tres metros...
Tsubasa salió corriendo, aterrorizado. Y entonces, el sueño cambió. Tsubasa se dio cuenta de que estaba rodeado de miles de niños que correteaban por ahí, y todos tenían su mismo peinado al estilo "me estalló el bóiler en la cara y pretendo fingir que así me peino todos los días". Sanae apareció de entre ese montón de niños, caminando y sonriendo como si nada.
Tsubasa.- dijo ella.- Nuestros hijos tienen hambre...
El montón de chiquillos se acercó a Tsubasa y comenzaron a cercarlo. A él poco le faltó para comenzar a gritar... Y de pronto, él despertó. Tsubasa se encontró acostado en su cama, con Sanae dormida a su lado. Tsubasa suspiró y dio gracias de que al final no hubiese soltado el alarido que estuvo a punto de soltar...
"Necesito un psiquiatra", pensó Tsubasa, angustiado. "Me está dando pánico de padre primerizo...".
Por su parte, Sanae soñaba, feliz, con dos pequeños niños que eran idénticos en todo a su padre...
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Bere había seguido saliendo con Erick, aunque ella seguía pensando en Izawa. E Izawa seguía pensando en Bere... Pero él estaba aturdido, confundido y dolido, pero más que nada estaba enojado consigo mismo. Había sido un cobarde por no haberle dicho a Bere cuánto la quería...
Deberías de decirle que la quieres.- le aconsejó Genzo a Izawa en una conversación que tuvieron en el messenger.
¿Pero cómo?.- preguntó Izawa.- Está tan lejos... A más de un continente de distancia... Todo un océano de separación...
Pues regresa a España por ella.- replicó Genzo.- Si tanto la quieres es porque vale la pena que luches por su amor... Además, si ella siente o sintió en algún momento algo especial por ti, de seguro te ha de estar esperando...
Izawa pensó por mucho tiempo la idea de Genzo. Y un buen día se decidió...
Bere estaba terminando su turno en el sitio en donde trabajaba cuando su secretaria le informó que un hombre había ido a buscarla... Bere pensó que se trataba de Erick, así que su sorpresa fue mucha cuando se dio cuenta de que quien la esperaba no era el español, sino Izawa...
¿Qué haces aquí?.- preguntó ella, sorprendida.
Regresé por ti.- confesó Izawa.- Nunca debí de haberme ido así, es solo que fui muy tonto como para decirte que estaba celoso de Erick porque yo te quiero... Y quiero que estés conmigo, que seas mi novia...
Ya no digas más.- pidió Bere, arrojándose a sus brazos.
Paola había ido a buscar a Bere para pedirle ayuda con su computadora portátil, y al ver la escena, se deprimió un poco... Todas eran felices con sus amores, menos ella...
Porque Paola se había enamorado de un tonto.
(Ay, Dios, mejor corro. Tsuki me va a matar por esto XD).
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Hyuga y Aoi se enfrentaron en el campo de juego. El Príncipe del Sol luchó con todo, pero aun así no pudo detener la fuerza invencible del Tigre Hyuga. Aun así, la Juventus le ganó por una diferencia de tan solo un gol al Inter de Milán.
Cuando Hyuga salió del estadio, se topó con Ken, Sawada y Sorimachi, quienes habían ido a verlo jugar.
Buen juego.- dijo Ken.- Excelente, capitán.
Gracias.- Hyuga sonrió.- ¿Qué hacen aquí?
Vinimos a verte jugar.- respondió Sawada.- ¿Qué no es obvio?
Bueno, al menos Takeshi y yo vinimos a verte jugar.- rió Kazuki.- Porque parece ser que Ken dejó un Paolesco asunto pendiente...
Ken le lanzó una profunda mirada de odio a Kazuki.
Bueno, pues si no te das prisa.- dijo Hyuga, dándole una palmada en el hombro a Ken.- Puede que Joel Andersen te la quite...
¿Qué no él ya andaba con otra mujer?.- estalló Ken.- ¿Por qué rayos habría de andar tras de Paola otra vez?
Sawada, Kazuki y Hyuga soltaron una carcajada.
Ah, lo que son los celos.- rió Sorimachi.- Afortunadamente, yo ya no tengo que preocuparme por ellos...
Ken frunció el entrecejo. No le había dado oportunidad a Paola de decirle que lo odiaba. Mínimo le debía eso, al menos.
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Tsubasa y Sanae recibieron una carta de Kanda e Isabel. Los dos jóvenes habían decidido ir a Brasil y después a Japón para realizar un viaje de conocimiento mutuo. Kanda e Isa aun se querían y trataban de rescatar ese amor de los escombros que había dejado el huracán de su relación.
Me da gusto por ellos.- sonrió Sanae.- Solo espero que sean felices.
Yo también lo espero.- sonrió Tsubasa.
De pronto, Sanae tuvo una contracción, no muy fuerte, no muy dolorosa, pero una contracción al fin y al cabo.
¿Qué pasa?.- Tsubasa notó la mueca de dolor que hizo Sanae.
Me dio un dolor.- respondió ella.
¿El bebé?.- preguntó él.- Pero aun faltan dos semanas...
No lo sé.- dijo Sanae.
Vamos al hospital.- ordenó Tsubasa.
Sanae y Tsubasa fueron a buscar a Deb. Ésta, milagrosamente, se encontraba desocupada y los atendió al instante. Después de una minuciosa revisión, Deb les dio noticias al matrimonio Ozhora.
No se preocupen.- les dijo Deb a los preocupados jóvenes.- Estas contracciones que Sanae siente ahora son normales. Las mujeres embarazadas pueden presentar pequeños dolores antes del final del embarazo, que son contracciones normales pero inofensivas, o sea que no van a desencadenar un trabajo de parto. No se preocupen, aun no es hora de que nazca el bebé. Se llaman contracciones de Braxton-Hicks.
Ya veo.- dijo Sanae, un tanto aliviada, un tanto decepcionada.- Entonces el bebé aun no viene en camino...
No, pero no tardará.- sonrió Deb.- No desesperen.
Tsubasa suspiró. Se estaba poniendo cada vez más nervioso...
Notas:
Las contracciones son lo que permite que un bebé nazca, y las mujeres las perciben como endurecimiento del útero y dolor.
Ahí está. Julieta Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.
Por cierto, Erick Castañeda NO es hermano de Kro. Nomás lo dije porque el verdadero apellido de Krito es Castañeda, fue un comentario de broma XD.
