Capítulo 49.
El Bayern Munich se enfrentaría al Barcelona por el título de Campeones de Europa. Casi todos los conocidos de Tsubasa Ozhora se dejaron ver en Barcelona para la gran final: el EPFUM con sus respectivos novios, Kojiro y Maki, Ken y Paola, Kazuki y Samael, Lasse y Julieta (quienes se podría decir que ya eran pareja), Bere e Izawa, Caro y Carlos (quien ya se había ido a España para empezar a instalarse), Alisse y Taro e incluso Dafne estaba ahí en compañía del doctor Jean Lacoste.
¿Qué?.- dijo Dafne a las chicas.- Ustedes no son las únicas que pueden salir con un hombre guapo.
Deb, Lily y Sanae estaban en las tribunas apoyando con todo a sus respectivos amores. Claro que está que las mexicanas traían estandartes del Bayern mientras que la japonesa traía un banderín del Barcelona. Fue ahí cuando todos conocieron a Elieth Schneider, la esposa del capitán alemán, quien estaba ahí para apoyar a su amado Karl, como era de esperarse. ¡Ah, claro! También se encontraba ahí el resto de la Selección Japonesa. Esperen, me faltan otros dos... Kanda e Isabel dieron la sorpresa al aparecerse en el estadio para apoyar a Tsubasa.
Pero antes de eso... ¿Qué pasó? Bueno, pues Alisse y Taro viajaron a España, en compañía de Lily y Genzo, para la final de la Champions. Carlos De Sousa había llegado a España al día siguiente, para festejar con Carolina su contrato con el Villarreal. Lily y Genzo casi se vomitan al escuchar que Paola y Ken ya eran pareja, pero no les quedó más remedio que desearles la mejor suerte del mundo a ambos. Julieta aprovechó para decirles a todos su verdadera identidad y el motivo de la farsa y de paso ella y Lasse le comunicaron a Lily que ellos se habían enamorado.
Me da muchísimo gusto por los dos.- sonrió Lily, con sinceridad.- July, te encontraste a un muchacho excelente. Lasse, tienes suerte de haberte encontrado a mi tía.
Eso lo sé.- sonrió Lasse.
Pero creo que Julieta tiene más suerte por haberse encontrado a Lasse.- replicó Samael.
En eso tiene mucha razón.- rió Julieta.
Los padres de Tsubasa, los de Sanae, Daichi Ozhora y Atsushi Nakazawa (el hermano de Sanae) también habían ido a España a presenciar el encuentro. Como ven, ahora sí que se podía organizar una reunión de la ONU XD.
El día del partido, Sanae despertó muy temprano, pero no por los nervios sino porque los dolores eran cada vez más frecuentes. Sin embargo, Sanae no les prestó importancia, ya que ese era el gran día de Tsubasa y no podía haber ninguna otra distracción. Poco antes del partido, Deb recibió visita de Levin. Más que nada, él quería saber el por qué nunca recibió respuesta a su petición de irse a Munich.
Ya pasó el tiempo para esperar respuesta.- murmuró Levin.- Estuve esperando a que me respondieras para poder ir al hospital a decirles que aceptabas la oferta... Pero ahora ya es demasiado tarde... Ya aceptaron a otra doctora.
Es que fuiste muy tarde.- rió Deb.- Además de que te confiaste en que yo te daría mi respuesta...
Como que eso era de esperarse, ¿no?.- Levin estaba algo molesto.- Se supone que si yo te di razón, lo menos era esperar que tú me comunicaras tu decisión.
Pues fíjate que no.- Deb no dejaba de sonreír.- Éstas son la clase de cosas que una tiene que hacer por sí misma, así que yo misma hablé al hospital.
¿Hablaste al hospital de Munich?.- se sorprendió Levin.- ¿Y qué les dijiste?
Pregunté que cuando deseaban que me presentara a trabajar ahí.- la sonrisa de Deb se hizo mucho más dulce.- Y me dijeron que esperan que la siguiente semana esté ahí.
Lo que quiere decir... .- Levin comenzó a sonreír.
Que tendrás que hospedarme en tu casa mientras consigo un lugar en donde vivir.- completó Deb.
Levin abrazó a la chica y la besó con intensidad.
El partido estaba por comenzar. Genzo estaba parado en la portería, con un nuevo conjunto de pantalón y sudadera color negro que lo hacían verse muuuuuy guapo. Por supuesto, no podía faltar su inseparable gorra, también negra. Schneider y Levin estaban al frente. Por parte del Barcelona, Tsubasa y Ronaldinho los encaraban. El estadio estaba a la expectativa. En las tribunas,. Lily, Deb y Sanae contenían el aliento...
El árbitro pitó el comienzo del partido. Schneider hizo saque a Levin y se lanzaron al ataque. Tsubasa y Ronadinho inmediatamente quisieron cortar el avance, pero los otros dos estaban en la mejor forma y los burlaron hábilmente. Levin se enfrentó entonces a Rafa Márquez, quien consiguió arrebatarle el balón.
¡Bien hecho, Rafita!.- gritaron Deb y Lily, emocionadas.
¿A quién se supone que están apoyando ustedes?.- Ishizaki las miró con cara de "hello con tu hello".
Es que Rafa es mexicano.- rió Lily.- Por eso lo apoyamos.
Así es.- rió Deb.
Oh, vaya...
Rafa se lanzó al ataque, apoyado por sus compañeros. Él le pasó el balón a Ronaldinho, quien hizo un potente disparo, pero el balón fue fácilmente detenido por el increíble Wakabayashi.
¡BIEN HECHO, GEN!.- gritó Lily, agitando la bandera del Bayern, la cual traía grabadas las letras " .K". en ella.- ¡Soy toda tuya!
Los demás no pudieron evitar reírse. Genzo hizo saque de meta, el balón cayó a los pies del chino Sho, quien se combinó con Levin y Schneider para volver a lanzarse al ataque. Los jugadores del Bayern estaban tan bien acoplados entre sí que los jugadores del Barcelona estaban comenzando a vérselas negras. Mientras tanto, en las tribunas, Sanae comenzó a tener más y más dolores. Durante una contracción particularmente dolorosa, Deb notó que Sanae hizo una mueca de dolor.
¿Te pasa algo?.- preguntó Deb.
Estoy bien.- negó Sanae, tratando de sonreír.
El Bayern estaba atacando tan intensamente la portería del Barcelona que éstos no tenían la oportunidad de atacar. En las muy pocas ocasiones en que los jugadores del equipo catalán intentó marcar un gol, Genzo Wakabayashi detenía todos los tiros sin ninguna dificultad. Ni siquiera el propio Ronaldinho podía vencer al Hombre de Acero del Bayern.
¡Wakabayashi está imparable!.- gritaban las porristas del Bayern.- ¡Ése es nuestro hombre!
¿Su hombre?.- gritó Lily, escandalizada.- ¡Genzo es mi hombre! ¡Mío y solo mío! ¡Que eso les quede bien en claro!
Las chicas miraron a Lily con desdén. Ella, sin dejarse intimidar, volteó a ver a Genzo y le dedicó un enorme beso. Él sonrió y le devolvió el gesto. Las porristas se quedaron atónitas y miraron a Lily con odio.
¿Ven?.- Lily sonrió, satisfecha.- Les dije que Genzo es mío.
Tsubasa tomó el control del balón y se lanzó al ataque.
Vamos Tsubasa.- murmuró Genzo.- Ven aquí, te estoy esperando.
Al fin nos enfrentamos.- murmuró Tsubasa.
Tsubasa hizo un potente disparo con efecto, el famoso "tiro con chanfle", el infalible, el que siempre se convertía en gol... Pero Genzo saltó y, no sin cierta dificultad, atrapó el balón.
No puede ser.- Tsubasa y el Barcelona completo, con todo y porra, se quedaron atónitos.
¡Vamos, al ataque!.- gritó Genzo, arrojándole el balón a Schneider.
El alemán tomó el balón, esquivó a los defensas del Barcelona y anotó un soberbio gol. La porra del Bayern se vino abajo, Deb y Lily gritaron como histéricas y Elieth comenzó a gritarle a Schneider, en español, que era el mejor y que ese gol se lo recompensaría en la noche. Deb y Lily no pudieron evitar reírse.
¿Cómo es que hablas español?.- preguntó Lily.
Es que soy mitad mexicana.- sonrió Elieth.- Karl y yo nos conocimos en una ocasión en que él fue a México de vacaciones mientras yo hacía lo mismo con mi familia.
El primer tiempo llegó a su fin. El Bayern estaba eufórico, con todo y porra incluida. El Barcelona estaba algo decaído, aunque aun quedaba el segundo tiempo. Sin embargo, Sanae no pudo más y comenzó a quejarse.
¿Qué pasa?.- preguntaron Deb y Lily, muy preocupadas.
Creo que es el bebé.- gimió Sanae.- Está por nacer.
Tómenla. No se podía esperar otra cosa. ¡El hijo de Tsubasa iba a nacer a pleno partido final de la Champions League!
Debemos irnos al hospital cuanto antes.- dijo Deb, después de comprobar que, efectivamente, las contracciones de Sanae eran cada vez más fuertes.
Vamos contigo.- dijeron el EPFUM y la UVA.
También yo debo ir.- sonrió Lily.- Yo debo recibir a ese bebé.
Las llevaremos.- ofrecieron Misugi y Matsuyama.
Sanae irá con nosotros.- ordenó Deb.- Debemos llegar cuanto antes y me parece que llamaremos menos la atención si ella no va con jugadores famosos. Ustedes pueden llevarse a las demás.
Pero no llegarán a tiempo.- opinó Matsuyama.
Es que no saben lo rápido que maneja Lily.- rió Deb.
Todos se dieron prisa. Kumi, Yukari, Jean y Deb ayudaron a Sanae a caminar, al tiempo que Lily y Paola iban abriendo paso con el grito de "¡Mujer embarazada dando a luz!". Pronto, acomodaron a Sanae en el automóvil y Deb, Dafne, Jean y Paola subieron y Lily arrancó el auto. Sanae, a pesar del mucho dolor que sentía, se dio cuenta de que Deb tenía razón al decir que llegarían más rápido si iban con Lily... La chica era una verdadera cafre y esquivaba a todos los automóviles cual piloto de Indianápolis. Pronto llegaron al hospital y Deb corrió por una camilla y les anunció a todos que estaba por llegar a tococirugía una mujer primigesta en periodo expulsivo (dicho en lenguaje cristiano, que Sanae estaba a punto de dar a luz).
¿Cuánto tiene de dilatación?.- preguntó Dafne, quien corrió junto con Deb y Lily a cambiarse para entrar al quirófano a atender a Sanae.
Está completa.- dijo Deb.- Pero es primigesta, así que nos dará tiempo de prepararlo todo.
¿Alguien le avisó a Tsubasa?.- preguntó Kumi, al tiempo que las enfermeras del área de urgencias preparaban a Sanae para pasar al área de labor.
No.- negó Yayoi.- No hubo tiempo.
Ya se enterará después.- replicó Paola.
Deb y Dafne entraron primero al quirófano, la primera para hacerse cargo de Sanae y la segunda para preparar las cosas para recibir al bebé. Sanae ya estaba lista, sintiendo que los dolores nunca se le quitarían en toda su vida.
¡Si solo va a ser un bebé!.- gritó Sanae, llorando.- ¿Por qué me duele como si fuera a parir un elefante?
Tranquila, así es esto.- la calmó Deb.- Todo acabará pronto. ¿En dónde rayos está Lily?
Aquí estoy.- dijo Lily, entrando al quirófano con su uniforme y con el largo cabello recogido debajo de un turbante.- Trata de acomodarte casi un metro de cabello en un gorrito que mide 15 centímetros.
Tu cabello no mide un metro de largo.- replicó Deb, inyectándole a Sanae oxitocina en el suero, una sustancia que la ayudaría con el parto.
¿Quieren dejar de hablar de cabello y comenzar a ayudarme?.- gritó Sanae, desesperada.- ¡No puedo más!
Ánimo, querida.- dijo Deb.- Coopera con nosotras y todo saldrá bien.
Está todo listo.- anunció Natalie.
¿Pediatría está lista?.- preguntó Deb.
Listas y más puestas que un calcetín.- respondieron Lily y Dafne.
Pues bien.- Deb se dirigió a Sanae.- Es el momento querida. ¡A pujar!
Sanae sintió que iba a partirse en dos por el dolor. Mientras tanto, el segundo tiempo había comenzado. El portero del Barcelona había detenido los magníficos tiros de Sho y Levin, y parecía ser que el Barcelona se había puesto las pilas y ahora atacaba cada vez más.
¡Por la victoria!.- gritó Ronaldinho a Tsubasa, lanzándose al ataque.
Hazlo por tu bebé.- le dijo Deb a Sanae en la sala de parto.
¡Tengo que anotar un gol!.- gritó Tsubasa.
¡Tengo que sacar a este bebé!.- gritó Sanae.
Tsubasa tomó el balón que Ronaldinho le lanzó y con una fuerza sorprendente, disparó con potencia el balón, el cual fue a estamparse en el fondo de la cabaña custodiada por Wakabayashi, quien por más que se esforzó no pudo detener el disparo.
¡GOL!.- gritó Tsubasa.
¡Tsubasaaaaaaa!.- gritó Sanae.- ¡Por tu culpa estoy metida en esto!
¡Un gol más y ganaremos!.- gritó Rafa Márquez.
¡Un pujido más y este niño saldrá!.- gritó Deb.
El tiempo pasaba. Tsubasa desconocía que en ese preciso momento su esposa estaba dando a luz. Quedaban tan solo quince minutos de partido. El Bayern se lanzó con todo al ataque. Schneider tiró a gol y el balón entró, pero el árbitro anuló el gol por tratarse de un fuera de lugar. El partido estaba al máximo, ambas porras se estaban quedando afónicas y los jugadores lo estaban dejando todo en la cancha (menos la ropa).
¡Tengo que ganar!.- gritó Tsubasa.- ¡Debo ganar!
¡No te lo permitiré!.- gritó Genzo.- ¡Éste también es mi sueño!
Vamos, Deb, saca ya a ese bebé.- Lily estaba preocupada porque Sanae ya se había tardado mucho dando a luz.- Ya sabes que mientras más tiempo pase, el bebé se quedará más tiempo sin oxígeno.
Estoy haciendo lo que puedo.- replicó Deb.- Sanae, debes pujar con más fuerza.
¡Ya no puedo más!.- Sanae ya lloraba a gritos del dolor.- ¡No puedo, ese bebé se quiere quedar ahí por siempre!
Tsubasa disparó a gol. Genzo desvió el tiro y el balón rebotó contra el poste. Levin tomó el balón y lo desvió, pero Rafa Márquez alcanzó a llegar antes de que la pelota saliera de la cancha y se lanzó al ataque.
¡Cuidado, Wakabayashi!.- gritó Schneider.
Genzo se preparó para el disparo de Rafa Márquez, y arriesgándose, se echó a correr par tratar de quitarle el balón, pero Rafa le envió en el último minuto el esférico a Tsubasa.
¡Por la victoria!.- gritó Tsubasa.
¡Por mi bebé!.- gritó Sanae.
Tsubasa disparó desde una muy mala posición y anotó un gol que estuvo a punto de salirse de la portería por algunos centímetros...
¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!.- se escuchó un potente grito que retumbó por todo el estadio.
Y justo al mismo tiempo, en el Hospital General de Barcelona se escuchó el potente llanto de un bebé.
¡Ganamos!.- gritó Tsubasa, rodeado por sus compañeros, cuando el árbitro pitó el final del encuentro.
¡Es un niño!.- anunció Lily, quien había recibido el bebé para atenderlo.
Sanae lloraba ahora del alivio y la emoción.
Aquí tienes a tu chiquitín.- anunció Lily, dándole el pequeño bultito a Sanae.- Tu bebé.
Mi bebé.- sollozó Sanae, abrazando al niño.- Hayate...
¡Felicidades!.- exclamaron Deb, Lily, Dafne y Natalie al mismo tiempo.
Mientras tanto, en el estadio, en medio de la algarabía, Genzo, después de felicitar a Tsubasa por el estupendo juego, le avisó a éste que Sanae había sido llevada de urgencia al hospital para dar a luz. Ni tardo ni perezoso, Tsubasa, Genzo, Levin, Schneider, Taro y los demás agregados culturales de la ONU se dirigieron a toda prisa al hospital.
Fue un buen juego.- dijo Schneider, en el camino.- Lo hicieron muy bien, tu equipo y tú, Tsubasa.
Muchas gracias.- sonrió Tsubasa.- Me costó mucho trabajo, debo reconocerlo, son unos rivales increíbles.
Gracias, Tsubasa.- comentó Genzo.- Por hacerme recordar lo hermoso que puede ser el fútbol. Me alegra el haber perdido ante un rival como tú.
Y para mí fue un gran honor el haber jugado contra ti.- sonrió Tsubasa.
Elieth Schneider los miró a todos con cara de "hello con tu hello". Ni siquiera porque Sanae estaba dando a luz Tsubasa podía dejar de hablar de sóccer... Ya en el hospital, a Tsubasa le anunciaron que su hijo ya había nacido.
Fue un hombre.- anunciaron Lily y Deb, quienes habían salido del quirófano para darles la buenas nuevas a Tsubasa.- Y está precioso.
¿Un hombre?.- Tsubasa estaba feliz.- ¿Tengo un hijo? ¡Soy padre!
Tsubasa estaba entre confundido, asustado y feliz. El miedo comenzó a invadirlo otra vez, pero cuando Dafne salió del quirófano para llevar a Tsubasa al área de recuperación para que pudiera ver a su esposa, algo pasó... Sanae saludó a Tsubasa, muy feliz y radiante.
Tenemos un hermoso hijo, mi amor.- dijo Sanae.- Es idéntico a ti...
Sanae le entregó el bebé a Dafne para que ella se lo diera a Tsubasa. Y cuando Tsubasa tomó entre sus brazos a su heredero, su primer hijo, el cual bostezó con mucha ternura, él pensó que había sido un idiota por tener miedo de ser padre... Algo tan pequeño y hermoso como el bebé que sostenía en sus brazos no podía causar otra cosa que no fuese felicidad.
Tsubasa había ganado la Champions League, pero lo más importante de todo es que la vida le había concedido la prueba más grande que podía dar el amor que se tenían Sanae y él.
Su hijo.
Fin.
(En serio, es el fin).
Notas:
Bueno, pues al fin esto se acabó. Antes que nada quiero decirles que me dolió hacer que Genzo perdiera la Champions League, pero pues al final lo decidí así porque después de todo, el fic originalmente era de Tsubasa y Sanae, así que lo lógico era que Tsubasa ganara el partido.
Lo del parto a plena final de la Champions se me ocurrió así desde que comencé a escribir el fic.
Y también quiero agradecerles a todos los que leyeron el fic y soportaron 49 largos capítulos y también a las personas que me prestaron sus personajes.
Pero esperen, que falta el epílogo.
