Antes que nada indicar que como dice el título este es un capítulo Lemon, si crees que puede dañar tu sensibilidad te recomiendo que lo ignores o que lo saltes, dicho esto espero disfruten la lectura.

- Por aquí Asta - decía Rebeca mientras llevaba a Asta sujeto de la mano a la habitación donde pasaría la noche.

- Yo... Invité a un chico a pasar la noche en mi casa, que atrevida me he de haber visto... (Sonrojada) no lo pensé en el momento pero no tenemos habitaciones extras, solo estan las de mis hermanos y la mía... Lo que dijo Luca... Quizá deba hacerlo... No creo que se me presente otra oportunidad... - murmuraba Rebeca en su mente.

- ¿Rebeca? ¿Estás bien? Tu cara está mucho mas roja que antes.

- ¡¿Ehh?! N-no no es nada Asta, simplemente no soy buena con las bebidas...

- Oh te entiendo, incluso yo no pude soportar del todo jeje.

...

- ¡Aquí! Asta... - dijo Rebeca frente a la puerta de su habitación.

- Aqui... Espera esta no es tu...

- Ehhh... Solo entra ¡Solo entra! - dijo Rebeca, acto seguido empujó a Asta dentro.

- Es una habitación muy bonita Rebeca... Es... Tuya ¿verdad?

- Emmm.. (juntando las puntas de sus índices) l-lo es... ¡Pe-pero no pienses nada malo! Yo... No tengo otra habitación, y ne sentiría mal si te marcharas luego de haberte invitado (apartando la mirada con el rostro ruborizado)

- Rebeca...

- Asta, sentémonos aquí...

- B-bien...

Ambos jóvenes tomaron asiento en la cama, la joven no podía aguantar la vergüenza, por otro lado el joven también mostraba indicios de pena algo comprensible pues para ambos era la primera vez viviendo una situación como esta.

- Luca... ¿Que debo hacer ahora? Asta está al lado mío, y el ambiente es perfecto... ¿D-debo a-a-a-atacarlo ya? - pensaba Rebeca.

- Rebeca...

- ¡Eh! Oh.. ¿Si?

- Uhmm... Creo que ya puedes dejar de sujetarme las manos, digo, claro si aún quieres no me negare.

- ¡Eh! Oh... Cierto (desenlazando sus manos) pe-perdón, no me había dado cuenta...

- No te preocupes, pero debo decir que me sentí bien, ser agarrado por las hermosas manos suaves de una chica...

- ¿T-te parecen hermosas?

- Tu me pareces hermosa.

Rebeca no pudo evitar sonrojarse, nunca nadie le había dicho eso antes, y de alguna manera ese cumplido motivó a la chica a seguir con su ya trazado plan.

- ¡A-asta! - dijo mientras agarraba las manos del cenizo y las ponía en uno de sus pechos.

- ¡Re-rebeca! ¡¿Qué estás haciendo?!

- Yo-yo... Qui-quiero... H-h-hacerlo contigo... - dijo entre murmullos mientras cerraba los ojos esperando la respuesta a tan atrevida propuesta.

- Tu... ¿Estás segura de esto?

- ¿Eh? - dijo sorprendida la pelirroja pues no esperaba tal respuesta, por un lado estaba bastante feliz pero por el otro asustada pues sabía que sería una experiencia única que viviría en su vida.

- Si... Yo... Quiero hacerlo... ¡Kyaaa!

El joven se abalanzó sobre la chica dejándola pegada a la cama y encerrada entre sus brazos, la chica por otro lado tenía ambas manos en la boca tratando de ocultar un poco su avergonzado rostro.

- A-asta... No pensé que serias tan rapido...

- Yo... Será mi manera de agradecerte por la comida y el alojamiento... No puedo quedarme sin hacer nada - decía el joven, aunque el anhelaba también esta situación en lo profundo de sus deseos.

El joven procedió a acariciar los senos de la chica con ambas manos, la pelirroja soltó un pequeño gemido de placer pero luego solo aguantó.

Asta cada vez incrementaba el área de sus caricias, esta vez cubriendo con sus manos completamente los pechos de Rebeca.

- ¡Kya! Asta... No tan fuerte... ¡Kyaa!

- Pe-perdón, creo que me dejé llevar...

- Asta... P-puedes quitarme mis prendas si así lo deseas... - dijo con el rostro ruborizado y una mano cubriendo su rostro.

Asta tragó saliva, mostrando un poco de felicidad, seguidamente hizo lo que la pelirroja sugirió, primeramente sacó su delantal, abajo la joven llevaba un pequeño polo azul marino de mangas largas, no dudó en levantarlo con delicadeza para luego encontrarla con la última prenda que cubría su torso, un sostén de tela que cubría los pechos de la joven.

- Oye... No mires tanto... Quítalo de una vez por favor - dijo desviando su mirada a otro lado.

- Lo siento de nuevo... Aya voy...

El cenizo levantó un poco la espalda de su compañera para quitar el broche que sujetaba el brasier de la chica, una vez hecho esto su corazón latía bastante pues sabía que con solo jalar se encontraría con los desnudos pechos de Rebeca.

- Ha-hazlo de u-una vez... Asta...

Las palabras de su compañera motivaron al chico, este sin esperar mas quitó el brasier de la joven para encontrarse con todo el torso de ella tal y como vino al mundo, eran normales, un poco menos que la media, pero eran hermosos, logró ver su suave y brillante piel un poco húmeda por los nervios que tenía la chica. Inmediatamente procedió a acariciarlos amablemente pues no quería lastimarla, la chica esta vez no pudo evitar gemir de placer pero aún se contenía un poco ya que al lado se encontraba el cuarto donde dormían sus hermanos.

El cenizo procedió a acariciar los pezones con sus dedos, eran rosados y estaban un poco duros, la chica intensificó un poco los gemidos que hacía, Asta probó poner uno en su boca y a juguetear con su lengua por un momento, Rebeca tuvo que cubrir su boca con su mano pues ya no aguantaba el placer.

- Asta... No es justo...

- ¿Eh? ¿Qué sucede? ¿Te hice daño?

- No... Es que... Estoy frente a tí con la mitad de mi cuerpo desnudo y tu aún sigues con tu ropa... (Desviando la mirada y enrojecida)

- Pe-perdón... Me lo sacaré enseguida... - dijo el joven, sacando su delgada casaca azulina y su desgastado polo blanco.

Rebeca aunque estaba avergonzada no pudo apartar su vista de el cuerpo de Asta, un cuerpo bien trabajado y fornido que toda mujer desearía que su hombre tuviese.

- Asta... Creo que d-deberíamos pasar a la siguiente fase... - sugirió Rebeca.

Al oír esto el jóven desabrochó el cinturón y quito la falda de la joven de repente, la pelirroja se encontraba desnuda en la cama solo con sus bragas cubriendo sus partes más íntimas, él también procedió a desabrocharse el cinturon que sujetaba su grimorio y a quitarse los pantalones y zapatos, al final ambos quedaron solamente con su ropa interior inferior cubriéndoles, esto intensificó la lujuria que ambos comenzaron a sentir en ese momento.

Rebeca moría de vergüenza y excitación pues el chico que amaba estaba por convertirla en mujer esta misma noche, Asta procedió a manosear un poco su partes íntima, produciendo gemido de placer por parte de la chica.

- !Kyaa! Asta... Espera... Por favor, no tan deprisa.

- Perdón Rebeca... Eres tan hermosa... No pude contenerme..

Al escuchar estas palabras la chica le dio permiso al cenizo de proseguir, en el fondo quería que esto durara para siempre.

El jóven puso sus dedos en las partes de ls chica solo para darse con la sorpresa de que ya se encontraban bastante húmedas.

- Rebeca tu...

- ¡No me mires! (Tapándose el rostro) no pienses que soy una pervertida... Esto pasó por tu culpa... Toma la responsabilidad...

- Yo... Lo haré.

Asta desprendió a Rebeca de sus bragas, dejándola completamente desnuda, el también sintió la necesidad de quitarse sus bóxers para no dejar a su compañera avergonzada mas de lo normal.

- Wa...wa... Es... Grande... - dijo Rebeca observando el miembro erecto del chico apunto de penetrarla.

- Esto... ¿Está bién? - interrogó Asta.

- S-si, hazlo por favor...

El chico sacó un condón de su pantalón que estaba a su costado, uno que había comprado en la tarde por si se presentaba esta situación, se lo puso rápidamente y seguido de esto abrió las suaves piernas de su compañera y acomodó su miembro poco a poco en la vagina de Rebeca, al llegar a un punto exacto notó que ella sangraba.

- ¡Rebeca! ¡¿T-te lastime?! ¡Perdóname!

- Hm ( gimiendo de dolor) no te preocupes Asta, esta... Es mi primera vez, es algo normal en las chicas, continúa por favor.

El cenizo siguió introduciendo su miembro a la vagina de su compañera hasta llegar al punto final.

- ¡Ahh! Ahhh... Ah... Ahhh... Asta... Espera... Ahh... Ahh... - dijo Rebeca gimiendo de dolor.

- Perdona Rebeca...

- Tonto... No pidas perdón por todo... Esto... Se me pasará... Ahh... Ahh... B-bien, intenta moverte por favor.

El joven procedió a moverse iniciando con un ritmo moderado para luego aumentar la velocidad, la chica no podía dejar de gemir, cada vez mas fuerte.

- AHHH... AHHH... ASTA... ESPERA... UN... ¡KYA! MOMENTO... MIS HERMANOS SE PODRÁN DESPERTAR... ESTÁN AL LADO DE AQUÍ... Ahh...

- Yo... No puedo parar... Se siente.. tan bien Rebeca...

La pelirroja puso una de sus manos para cubrir sus gemidos y jadeos, ella lo disfrutaba mucho pero sabía el peligro que corría si hacía mucho ruido.

Asta continuaba con sus arremetidas, Rebeca no dejaba de gemir, ambos eran presos de la lujuria y de los deseos carnales que tenían en esos momentos.

- Rebeca... Eres hermosa...

- Ahh..ahhh... Mas despacio Asta, se gentil por favor...

- Yo... No puedo parar ahora... No puedo...

Su miembro salía e ingresaba incontables veces la vagina de su compañera lo que le generaba el mejor de los placeres a ambos, el cenizo continuaba penetrando, la pelirroja se retorcía de placer, el cenizo prodeció a agarrar los senos de la chica, esto aumentó el placer experimentado por ambos.

- Ahhh... Ahhh... Ahhh... Asta... Asta... Hum...Ahh... Ah... Un poco... Mas despacio...

- Rebeca... Ah... Rebeca...

Lentamente el cenizo se acercó al rostro de su compañera para verlo por completo, estaba rojo, con los ojos cerrados, su boca diciendo toda clase de sonidos obcenos, él quizo juntar sus labios con los de su compañera.

- Ahh.. no.. Asta... (Empujando el rostro del chico) Esto... Solo... Ah... Se debe hacer... Ahh... Ahh... Con la persona que amas... Nosotros... Esto... Estamos borrachos... Quiero que ni primer beso... Ahh... Sea cuando esté completamente cuerda...

- Rebeca... Ah... Entiendo...

Asta levanto a Rebeca para pegarla a su cuerpo y abrazarla, sus pechos estaba pegados a los pectorales del chico mientras que él manoseaba las nalgas de la pelirroja, la chica también sujetaba a Asta sintiendo su espalda dura y formada.

Esa posición aumentaba el impacto de las arremetidas del chico contra la joven, haciéndola sentirse mucho mas exitada, ambos estaban con los cuerpos sudados producto de minutos de sexo.

- Rebeca... Yo... Estoy a punto de...

- Ahh... Yo... También... Asta... Vengámonos juntos... Por favor...

- Si... Hagámoslo...

Rebeca movía las caderas mucho mas para estimular el miembro del cenizo, mientras que el mismo sujetaba e impactaba mas fuerte su trasero contra su pene hasta que ambos llegaron al punto máximo de placer.

- ¡Kyaaaa! - dijo la chica no pudiendo evitar lo bién que se sentía.

- Rebeca... - dijo el chico también lleno de placer...

Asta llevaba condón por lo tanto no corrían riesgo, Rebeca aún estaba encima de Asta pegado a su cuerpo, abrazándolo lo mas fuerte que podía y respirando rápidamente, el cenizo tenía el cuerpo un poco inclinado hacia atras apoyándose con sus brazos el peso de él y la pelirroja.

Pegaron sus rostros para darse caricias y luego cansados se echaron en la cama a dormir sin darse cuenta de que aún estaban completamente desnudos, se cubrieron con una manta y se quedaron dormidos al instante.

Esa noche Rebeca se convirtió en mujer por el hombre al que ella amaba y Asta pudo experimentar nuevamente la sensación que vivió en el burdel de aquella vez.