- Ahhh... Ya va siendo de día... - decía un cenizo cubierto por sábanas blancas - Será mejor que me levante y comienze con mis deberes diar...
El jóven parpadeo por un rato, para luego darse cuenta que se encontraba justo como vino al mundo y al lado de una chica.
- ¡¿Re-rebeca?! - murmuró.
Asta levanto un poco las sábanas que cubrían a su compañera para asegurar lo que él pensaba, y era cierto, la chica estubo recostada desnuda junto a él en el lapso de la noche.
- ¡¿Ehhhhhhh?! Pero que pasó ayer... Yo vine a cenar aquí, luego Rebeca me invitó a quedarme en su casa y... Ya... Veo...
El cenizo recordó poco a poco el acontecimiento placentero que vivió anoche.
- Rebeca... ¿Lo hicimos... Verdad? - Dijo en su mente.
- ¿Por lo menos usé protección? - dijo mientras giraba la cabeza hacia los lados buscando algún indicio que confirmara su duda - ¡Oh! Vaya, aquí hay un condón, ahhh... Qué bueno que lo use... No querría meterme en problemas...
- Debería salir lo antes posible de aquí, estoy seguro de que Rebeca y sus hermanos no tardarán en despertar y no quiero que seamos el centro de atención, ademas Yami-dancho debe estar esperando las compras...
El joven Caballero rápidamente se levanto de la cama, cubrió a su compañera y buscó sus ropas para luego ponérselas y salir del cuarto, abrió la puerta y aún se encontraba arreglando su cinturón cuando pudo ver a una linda chica sentada a lado de ésta.
- ¿Ne-nero? - dijo Asta dirigiendo su mirada a la chica.
La joven pelinegra se encontraba sentada, cuando vió al chico salir del cuarto se dispuso a ponerse de pie y caminar poco a poco hasta llegar a su frente.
- Vaya, hasta que el Señor Lujurioso decidió despertar - dijo la joven con su usual tono de voz apagado y sus ojos profundos.
- ¿Se-señor lujurioso? - respondió el cenizo mostrando una ligera cara de incomodidad
- Si, señor lujurioso.
- Entiendo... Pero... Agradecería que no me dijeras eso frente a los demas...
- No te preocupes Señor Lujurioso, solo lo dire frente a tí Señor Lujurioso.
- Hehe... - dijo el joven, esta vez su cara de incomodidad era mas notoria - ¿Te quedaste sentada ahí toda la noche?
- Lo hice.
- ¿To-toda la noche?
- Lo hice.
- Entonces...
- Si, escuché todo.
Asta tragó saliva.
- La verdad estaba preparada para escuchar algunos besuqueos o toqueteos entre ustedes, pero la verdad que superaste mis espectativas Señor Lujurioso - dijo la chica con un tono de molestia.
- ¿Ehh? ¿De que hablas? Yo no me recuerdo de na...
- Gemidos, jadeos, los sonidos de la cama, sonidos de las sábanas, el ligero olor, "Asta, Asta... ahhh...", "Rebeca eres hermosa... Ahhh..." El sonido de sus cuerpos chocando entre sí, el sonido sus partes haciendo contacto, "Rebeca... Me veng..."
- ¡Ahhhh! ¡Para! ¡Para! - dijo el cenizo poniendo ambas manos en la boca de la chica.
- Diría muchas mas cosas pero... - dijo la pelinegra quitándose las manos y un poco ruborizada.
- ¡Entiendo! ¡Entiendo! ¡Ya lo recorde! ¡No debes repetirme lo otra vez!
- Pero tu querías que pasara eso ¿No? Por eso compraste el paquete de condones que supuestamente era un pedido para Finral.
- Yo... Eh... Eran para Finral... Te lo juro... Hehe.
- Señor Lujurioso - dijo con ojos penetrantes - todo esto se hubiera evitado si no te hubieras emborrachado anoche.
- Lo sé, pero no se pudo evitar, no se que tenía esa bebida...
- Bueno si, te entiendo... Era muy fuerte...
- Bueno... Deberíamos salir de aquí y dirigirnos a la Base, debemos caminar ya que Finral no podrá teletransportarnos y Yami-dancho se enojaría conmigo si no llego para antes del mediodía.
- ¿Quieres cambiar el tema?
- ¡¿Eh?! Por supuesto que no, simplemente digo que deberíamos apresurarnos.
- Bueno, tienes razón es un largo camino, Vayamos.
El joven buscó todas las bolsas de compras que tenía para dirigirse a la puerta y salir, la chica le seguía detrás.
- Asta.
- ¡Bien! Me llamara por mi nombre - pensaba el cenizo - ¡Dime Nero!
- Eres un lujurioso.
- Mejor vallamos.
Ambos salieron del local para dirigirse a casa, era un camino un tanto largo el que recorrerían por lo que no debían perder tiempo, por otro lado minutos después una chica pelirroja acababa de despertar...
- ¿Ehh? Ya es de mañana... Bueno, debería preparar el desayuno y...
Rebeca bajó la cabeza y se dió cuenta de que se encontraba sin ninguna prenda encima, solo cubierta por una delgada manta.
- ¡¿Ehhhhh?! P-pero que pasó aquí... ¿P-porqué estoy desnuda?
- Y me duele un poco mis partes íntimas... ¿Una...mancha de sangre? ¿Yo hice esto? Pero como pas...
Poco a poco la chica recordaba su placentera noche junto al muchacho del cual estaba enamorada, sus mejillas se enrojecían
- ¡¿A-a-asta?! ¿Lo-lo-lo-lo hice con Asta? Ayer yo... - decía mientras se cubría el rostro con las sábanas.
- ¡Ahhh! No puedo creerlo... Enserio... Le hice caso a Luca... Yo...
- ¡Hermana despierta!
-¡Despierta One-chan!
- ¡¿Ma-marco?! ¡¿Luca?! ¡No entren! Saldré dentro de poco, esperenme en la cocina.
- ¡Ésta bien! - dijeron ambos niños.
- Debo ponerme mi ropa... Oh, aquí esta... Esto... Huele... A Asta... ¡Ahh Rebeca! ¡Deja de pensar en eso! - dijo enrojecida, se vistió y salió del cuarto.
...
...
- Oye, señor lujurioso.
- Asta...
- No, señor lujurioso.
- ¿Ehhh...?
- Tu amiga... ¿S-se sintió bien?
- Bu-bueno... Por lo que ví si... - dijo enrojecido el cenizo.
- Hummm... Ella gemía bastante... Supongo que asi fue... - dijo la pelinegra.
- Pues si... Lo hacía... Hehe...
- ¿Se sintió bien cuando chocaban sus cuerpos? - preguntó nuevamente el antipájaro.
- P-pued si... Fue una experiencia única...
- Hummmm... Ya veo...
- S-si...
- ¿Y cuántas poses hicieron y cuál te pareció la mejor?
- ¡Vamos Nero! Esas preguntas son demasiado vergonzosas ¿Acaso jamás tuviste sex...? ¡Hayy!
El antipájaro picoteó a Asta antes de que pudiera terminar la frase.
- ¡Silencio Señor Lujurioso! No me hagas contarle todo esto a Noelle y al resto de chicas a las que conoces.
- ¿El príncipe Lumiel jamás lo hizo conti...?
- ¡Jamás lo hizo! ¡¿Tienes algún problema con eso?!
- N-no... Perdón.
Ambos discutían en su camino a la base.
