En la base del Amanecer Dorado...
- ¡Yu-yuno-san! - decía una hermosa joven pelinaranja.
- ¿Hum? (Volteando) oh, ¿Qué deseas Mimosa? - respondió un chico alto y apuesto.
- ¿A dónde vas?
- Solo estaba dando una vuelta por la base, ¿Y tú?
- Ho ho, hacía lo mismo, que gran coincidencia ¿No? - dijo la chica con una sonrisa pícara.
- Ya veo... ¿Y bien? ¿Qué quieres pedirme? - interrogó el joven.
- ¿Eh? ¿Pedirte? ¿Qué te hace pensar eso? - decía la chica aparentemente confundida.
- Vamos Mimosa, eres muy predecible, se que viniste para pedirme algo.
- ¿Oh? ¿Así es? Hehe, creo que me atrapaste, bueno entonces iré directo al grano...
- Mejor.
- El cumpleaños de Asta-san... Es dentro de unos cuantos días ¿Verdad?
- Oh, tienes razón, ya solo falta poco, ¿Pero como supiste eso? ¿Eres un tipo de acosadora o algo así?
- Por supuesto que no Yuno-san, es normal que una persona sepa los cumpleaños de sus amigos, siempre fue así - dijo con una sonrisa.
- Supongo que tienes razón - dijo con un tono frío.
- Así es, entonces...
- ¿Y cuándo es mi cumpleaños?
...
...
- Hummmm... El... ¿Mismo día que Asta? Supongo...
- Oh, acertaste, así que es normal.
- Pues claro que sí, ambos somos amigos, obviamente sé el día de tu cumpleaños - dijo Mimosa con una sonrisa de alivio.
- Si, ¿Y cuándo es el de Klau...
- Bueno, a lo que hiba, quiero darle un regalo a Asta-san.
- ¿Un regalo a Asta? El no está acostumbrado a eso, de seguro no se molesta si no le dan nada - dijo con su típico tono frío.
- Eso era antes Yuno-san, ahora es diferente, quiero que sepa el aprecio que le tengo con este regalo.
- El aprecio eh... ¿Amor?
El rostro de la pelinaranja se enrojeció en un instante al escuchar las palabras del joven.
- ¡¿A-a-a-amor?! C-claro que no... Bueno si... Pero un amor de amigos... - dijo volteando la cara.
- Oh... Ya veo... Y bueno... A todo esto... ¿Por qué me lo dices a mí?
- Porque eres el que mejor conoce a Asta, ya sabes, eres su hermano, creciste con él.
- ¿Y...?
- ¡Y por esa razón necesito que me ayudes a escojer el mejor de los presentes para él! - dijo Mimosa energética.
- Oh... Vaya... ¿Y cuándo quieres ir a escojerlos?
- Cuanto antes mejor (sonriendo)
- Entiendo... Bueno voy por Klaus-senpai para que vayamos juntos, estoy seguro de que a él también le gustaría... (Volteando y llendo a buscar a Klaus)
- ¡A-alto Yuno-san! Esa es la razón por la que te lo dije solo a tí, estoy segura de que Klaus-san exajeraría mucho al comprar, sabes cuánto aprecia a Asta.
- ¿Y eso que problema tiene?
- Quiero que mi regalo sea único entre todos, si Klaus-san va, comprará lo mismo...
- Entiendo... Bueno, partimos mañana.
- ¿Eh? ¿Tienes que hacer algo?
- No pero...
- Cuanto antes mejor - dijo la joven sonriendo.
- Bien... Entiendo...
...
...
En la base de los toros negros, faltando poco para el mediodía Yami esperaba a Asta con las compras que supuestamente hiba a hacer...
- ¡Diablos! ¡¿Dónde está ese mocoso?! Ya va a ser mediodía y él aún no pone su sucio trasero en la base.
- No puedo creer que Asta pasara la noche fuera otra vez... - decía Noelle preocupada.
- Tranquila Noelle, de seguro no le alcanzó el tiempo de comprar y tuvo que quedarse ahí - decía Vanessa intentando calmar a Noelle.
- Si Noelle-chan, no le tomes mucha importancia, de seguro llega pront... ¿Eh? - decia Finral hasta darse cuenta de la mirada asesina que le clavaba Vanessa.
Se escuchó el sonido de la puerta abriéndose y por el entrando un joven cenizo con una gran bolsa cargada en sus espaldas, ah, y con un pájaro en su cabeza...
- ¡Fuaaa! ¡Chicos, llegué!
- Tardaste mucho mocoso - dijo Yami agarrando a Asta de su cabeza y con un aura asesina.
- ¡Auu! ¡Perdón Yami-dancho! Pero llegué antes del mediodía, no hize nada malo.
- Tch, tienes razón, aún así ¿Dónde estabas? No creo que esa lista de compras sea el causante de que te quedaras a dormir fuera de la base.
- Así es Bakasta ¿Por qué no viniste rápido? - agregó Noelle.
- Yami-dancho, Noelle... Perdón, es que estaba muy cansado, me senté un rato en unas gradas y me quedé dormido, al despertar ya era el día siguiente, fuí a desayunar a un comedor y el tiempo restante lo usé para llegar aquí, jeje.
- Vamos, eso no puede ser ciert... - decía Noelle hasta ser interrumpida.
- Bueno, eso lo explica todo, en fin, baja toda las compras y distribuyelas, Vanessa, Finral, llamen a los demás.
- ¡Si capitán! - dijeron ambos al unísono.
...
- ¿Cuándo aprendiste a mentir Señor Lujurioso? - decía Nero en un tono bajo.
- Shh Nero, no me llames así al estar frente a todos, además ¿Querías que diga lo que realmente paso?
- Ese no sería mi problema...
- Pero para mí si lo es, vaya lío que se armaría.
- Oigan, ¿Qué se están susurrando? - decía Noelle acercándose a Asta.
- ¿Eh? Nada, solo hablabamos de lo cansado que fue ir de compras - dijo Asta intentando disimular.
- Enserio... ¿Y por qué tienes esa marca en tu frente? ¿Algo te picó? - decía interrogante Noelle.
- Oh, esto... Si, supongo que mientras dormía en el cuarto de Re... ¡En las gradas!
- Espera, ¿Qué estabas a punto de de...
- ¡Asta-kun! Ya traje a todos, abre esa bolsa y saca todas las compras que las distribuiremos - decía Finral levantando el brazo.
- ¡Voy Finral-senpai!
Toda la sala de la base de llenó de las voces de los enérgicos toros negros discutiendo y agarrando toda las cosas que había comprado Asta en la capital.
...
- Oye Señor lujurioso - susurraba Nero.
- Shhh, que soy Asta...
- Noelle... Me pregunto como reaccionaría si supiera las cosas que hiciste a noche.
- ¡No lo hagas! Finral me dijo que ese tipo de cosas no se deben hablar con alguien de la realeza... - susurraba el cenizo.
- Jeje, solo decía, tranquilo.
