Se podía ver a 2 jovenes del Amanecer Dorado caminando por la capital.
- Y bien... ¿Cómo quieres que sea tu regalo? - decía el chico alto pelinegro con voz apagada.
- Hummm... Bueno... Ya sabes, algo que nadie mas le pueda dar, algo único, algo que tenga mi nombre plasmado ahí - dijo la pelinaranja energética.
- Entonces solo busca cualquier regalo y escribe tu nombre en él.
- ¿No entiendes lo que digo verdad Yuno-san? - dijo con un tono decepcionado.
- Si te soy sincero no.
- Bueno, solo tienes que ayudarme a elegir un regalo, nada del otro mundo.
- Supongo que tienes razón, acabemos rápido... Me pregunto que estara haciendo Klaus-san ya que no estamos en la Base.
- Ojala que nos esté buscando dentro y no sepa que salimos sino vendrá a buscarnos rapido y hechará todo a perder.
- Si tu lo dices... Bueno ya llegamos a la zona comercial ¿A cuál tienda deberíamos entrar?
- Hum... ¿Que tipo de regalo le puede gustar a Asta-san?
- A él le gustan las Nomobatatas - comentó Yuno.
- Nomo... ¿Qué?
- Nomobatatas, una comida que se produce en Hage.
- ¡Ohhh! ¡¿Y eso lo venden aquí?! - dijo emocionada Mimosa.
- No.
- ... Me estoy preguntando por qué solicite tu ayuda Yuno-san - dijo la chica con una leve molestia.
- Mejor entremos a una tienda de regalos, debe de haber uno que por lo menos le guste a Asta.
- ¡Bien, vamos!
Ambos jóvenes entraron a una tienda que vendía gran variedad de cosas, entre ellos libros, estatuas pequeñas, herramientas útiles y accesorios.
- Oye... Mimosa... - dijo Yuno algo inquieto - Esta tienda tiene pinta de vender cosas bastante caras, quizá deberiamos salir.
- ¿Eh? ¿Desde cuándo el precio fue un problema?
- ¿Eh? - dijo el pelinegro.
- ¿Eh? - dijo la pelinaranja.
- Oh, entiendo, el dinero no es problema para los nobles... - dijo Yuno.
- Nunca me pareció un problema ¿A tí si?
Ambos jóvenes se miraron con ojos que claramente daba a entender la diferencia de estatus que tenían.
- E...entiendo... Hehe, perdón, aveces puedo ser un poco burlona. - dijo Mimosa disculpándose.
- Mejor elije un regalo rápido - dijo Yuno volteando los ojos.
...
1 hora después.
...
- ¡Ahhhh! ¡Yuno-san! ¡No encuentro nada que pueda servir de regalooooooo! - dijo mimosa colgándose de la capa de Yuno.
- ¡Ehh! ¡Tranquila! ¡Te ayudaré! ¡Pero primero suelta mi capa! ¡Ahorré 3 meses para comprarmela!
- ¡Yuno-saaaaaan! (Lloriqueando)
- ¡Lo tengo! ¡¿Sabes?! Asta no tiene en donde guardar su dinero, siempre lo guarda en una bolsa vieja que trajo de Hage, deberías regalarle una cartera o algo así.
- ¡Eso es Yuno-san! - dijo la chica calmándose de repente - Un lugar donde guardar su dinero ¡Pero qué inteligente que eres Mimosa! - esto último lo dijo pasando su índice debajo de su nariz y poniendo cara de orgullosa.
Lo único que pudo hacer Yuno fue entrecerrar los ojos acompañado de una cara completamente inexpresiva.
- ¡Mira! ¿Que tal éste? - dijo la pelinaranja mostrándole una cartera rosa.
- Muy femenino.
- ¿Y éste? - esta vez mostraba un maletín negro.
- Tampoco hay que exagerar...
- ¡No ayudas en nada Yuno-san! - dijo la chica para volver a buscar.
- Oye Mimosa...
- ¿Si Yuno-san?
- Sabes, hay otra persona incluso mas cercana a Asta que yo.
- ¿Eh? ¿A quién te refieres? - dijo Mimosa volteando confundida.
- A la chica ruidosa y de coletas que siempre anda tras él, la que repite "Bakasta, Bakasta" a cada rato.
- Ahh.. te refieres a mi prima Noelle-san.
- Oh, si ella ¿Por qué no les haces una visita y le preguntas sobre el tema? Quizá encuentres una idea para darle un mejor regalo.
- Hummm... Tienes razón... ¡Ahhh... Pero si lo hago Noelle también se dará cuentaaa.
- ¿Dijiste algo?
- No, nada... Ah, y Yuno-san.
- ¿Si?
- No digas que son cercanos, solo son compañeros de orden - dijo con una sonrisa falsa.
- Entiendo.
- Bueno, supongo que acabamos aquí, pero primero toma - dijo Mimosa entregando el estuche verde que traía en sus manos - veo que tú tampoco tienes donde guardar tu dinero, este es un regalo por adelantado.
- Eh... Gracias supongo... - dijo Yuno - Es el primer regalo que recibo fuera de Hage... - esto último lo dijo en su mente.
- Bien Yuno-san, vámonos.
- Voy...
Ambos salieron de la tienda.
...
...
En la base de los Toro negros.
...
...
- El cumpleaños de Asta... El cumpleaños de Asta... - decía una joven de coletas plateadas mientras caminaba de un lado a otro.
- ¡Ahhh! ¡Por casi lo olvido! ¡Si no escuchaba a Finral Magna hablar de eso me lo hubiera pasado por alto!
- Un regalo... Un presente... Algo que pueda darle a Asta...
- ¡Algo que quede grabado en su memoria por siempre! - dijo la chica girando su cuerpo 180 grados.
- ¡Oh! ¡Hola Noelle! - dijo el cenizo que de encontraba justo detrás de la chica antes que girara.
- ¡¿Ba-Bakasta?! ¿De-desde cuanto estás aquí? - dijo ruborizada la chica.
- Apenas llegué recién.
- Ahh.. que alivio... - dijo la peliplateada en su mente.
- Magna, Finral, Luck y yo iremos a entrenar al bosque, ¿Quieres venir? - interrogó Asta.
- Entrenar contigo... ¿A-a-a-a solas?
- No, con Magna, Finral y Luck.
- ¿A-a-a-a-a solas?
- Que no, iremos con Magna, Finral y Luck
- Arruinas el momento Bakasta - dijo con un tono serio - pero no, ahora tengo algo mas importante que hacer.
- Oh, entiendo, entonces nos vemos - dijo el chico marchándose.
- Regalo... Regalo...
- ¿Regalo? - dijo el antiave.
- ¡Ahhh! ¡Nero! ¡No me asustes así!
- No fue mi intención - dijo transformándose en su forma humana - ¿Regalo? Oh cierto, el cumpleaños de Asta se acerca...
- ¿Eh? ¿Tu también lo sabías? ¡No puede ser que yo sea la única que se lo haya olvidado!
- Tranquila, recién me enteré al escucharte decir "regalo".
- ¿Con una palabra te enteraste de todo?
- ¿Hay alguien más a la que la señorita Silva de la nobleza le daría un regalo?
- Ehh.. No-no se de que hablas.
- Claro, y suerte, seguro se te ocurrirá algo, recuerda que es dentro de unos días.
- Lo sé, no tienes que repetírmelo - dijo Noelle pensativa.
