Hola! Bueno, despues de un laaargo tiempo aquí vamos de nuevo, esta vez con las entregas 4 y 5 de este desajuste neuronal XDDDD

Espero que les agrade n.n

Nota #1: El capítulo 4 aparentemente está "de relleno" pero es introducción para lo que sucederá unos chaps más adelante :)

Nota #2¡Gracias a los que siguen esta historia! Ya, la he hecho muy larga pero bueno... u.uU

Nota #3: TMNT y sus personajes no me pertenecen (aún), son propiedad de sus creadores y de Mirage Studios.

CAMBIO DE IMAGEN

Por: Naoko Daidouji

Capítulo 4.- ¿Dónde piensa meter eso, doctor?

.-

Las cosas se retardaron mucho más de lo que ellos habían imaginado.

Porque no sólo era cuestión de papeleo.

El lunes, muy temprano, los cuatro se presentaron en la dirección general del instituto. Abril también fue con ellos. Tenía que arreglar todo el relajo de la inscripción.

Pero si bien los papeles no fueron problema, sí lo fue la asignación de grupos. "Se les asigna con lo que saquen en el examen diagnóstico. Tendrán que resolver uno, muchachos…"

Los tres soltaron un suspiro mientras eran separados y asignados cada uno a un cubículo diferente.

Para Leonardo fue pan comido. Era muy sencillo. Quizá sólo se le dificultó la parte de ciencias biológico químicas, para las cuales nunca había tenido demasiado interés… pero por lo demás, Splinter había demostrado una vez más ser un buen maestro en más de un sentido…

Raphael se las vio más negras. Le dolía la cabeza, tenía sueño y el examen parecía complicado. Resolvió bien la primera parte, la segunda algo al descuido y la tercera sólo llenó los círculos de respuesta al azar. Salió de ahí harto. Y sólo habían pasado cuarenta y cinco minutos…

Donatello no podría haberse reído más de una prueba. Todo parecía… tan obvio. Sólo llenó todos los espacios uno tras otro y salió de ahí con una sonrisa de satisfacción. "Si todo es como esto, la vida va a ser muy fácil de ahora en delante…". Iluso.

Miguel Ángel, en cambio, no tuvo que llenar ningún examen. En cuanto revisaron sus documentos le dieron la noticia.

-¿Secundaria?

-Según tus papeles, no has cursado el tercer año, Mike…

-Pero, Abril…

-Lo siento, Mike, si pedimos que se haga algo podrían caerles en la movida y no podemos arriesgarnos a eso…

-Ya… entendí. Gracias, Don ¬¬U

-¡Hey!.¡Les pregunté si querían hacer cambios!

-Y eso no es todo… para aceptarlos oficialmente hay un documento en el que nunca pensamos…

-¿Cuál?

-Una constancia médica. La escuela no quiere arriesgarse a recibir gente delicada de salud sin estar preparada para ello, así que…

-Don, también puedes falsificar eso¿No?

- Chicos, no se puede. La escuela insiste en que la revisión sea hecha por alguno de los médicos del mismo colegio así que… Tienen consulta mañana a las ocho de la mañana.

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-Genial… ¡Genial!

-Raph, deja de mascullar…

-¡.¿Ahora resulta que un perfecto extraño me va a meter mano?.!

Un hombre joven y de aspecto agradable se asomó de la sala de consultas a la de espera, donde llevaban más de veinte minutos esperando, y al verlos les sonrió.

-¡Hola!.¿Son los de nuevo ingreso?

-Ajá…

-¡Perfecto! Verán, el doctor Carlson tardará algo más en llegar, pero mientras¿Podrían adelantar algunas cosas de la revisión?

-¿Como qué?

El enfermero o lo que fuese les tendió unas batas de hospital color verdeazul.

-Pónganselas y pasen al área de laboratorios. Necesitamos una muestra general de sangre y… ¡Ah! Y… tienen que llenar esto. -Les tendió unos sospechosos frasquitos traslúcidos con etiquetas numeradas.

-¿Y con qué?- preguntó Mike.

El asistente se limitó a mirarlo muy expresivamente…

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-¡NO, NO Y NO!

-Mike, es necesario…

-¡NO!.¡No voy a dejarme agujerear por ese lunático!

-Sólo es una muestra de sangre.

-¿VISTE EL TAMAÑO DE ESA AGUJA¡NO ES NO Y SE ACABÓ!

-¡Mike, deja de portarte como bebito!

-¡NO ME VAN A PICAR CON ESO!

-¡MIKE!

Mientras Leonardo intentaba pacientemente -o no tanto- convencer a su hermanito menor de que se dejase analizar, el médico se hacía cargo de Raphael en su consultorio.

-Veamos… Tienes buenos reflejos, eso es seguro. Y pareces alguien saludable… Veamos.

Colocó el estetoscopio helado en la espalda del chico y se quedó atento a lo que escuchaba.

Un minuto, dos minutos, un siglo…

Raph empezaba a sentir sueño cuando el doctor se despegó de ahí.

-Tu corazón se oye perfectamente normal, pero…

-¿Pero?

-Hay algo raro en tu respiración… Contéstame unas preguntas. ¿Haces ejercicio con regularidad?

-¡Claro! Estos músculos no son de a gratis¿Sabe?

-Bueno, bueno… ¿Y te agotas con facilidad?

-No, tengo gran resistencia- respondió muy orgulloso.

-¿Sufres de dolor de cabeza, pecho o espalda sin causa aparente?

-Eh… ¿Para qué es esto, doc?

-Para saber si algo anda mal ahí dentro. Responde por favor…

-Pues… a ratos me duele mucho la cabeza, pero eso es desde qué…- se interrumpió justo a tiempo. El médico habría encontrado muy raro que le dijese sin más "desde que soy un ser humano"

-Desde… ¿Qué?

-¡Desde que nos mudamos a New York!- aclaró atropelladamente.

-Entiendo… bueno, puede ser el cambio de altitud…- murmuró más para sí mismo que para Raphael, examinando los documentos que le habían entregado desde los archivos del instituto. -¿Algo más?

-Eh… no, que yo sepa.

-Bueno. Eso es todo, Hamato. Puedes irte y que pase el siguiente. Mañana vendrás por los resultados de tu examen médico¿Está bien?

-Está bien. Adiós.

Y salió. El cuadro con el que se topó era raro en verdad. Su hermano mayor, al borde de la histeria, tratando de forzar a su hermanito menor de dejar que lo inyectasen, mientras que Donatello sólo desviaba la vista como diciendo "no vengo con ellos".

-Tu turno, Donnie.

Él sólo lo miró, giró los ojos y se perdió en el interior del consultorio.

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-Bien, veamos. Oídos sanos, dientes perfectos. Sólo necesito revisar tu vista. Cúbrete el ojo izquierdo con la mano y dime las letras que veas en la pancarta.

Don obedeció.

-A, S, G, R… T… Y… U… Eh… Espere, no, es una V¿Cierto…? X… C…

-Es una "E" muchacho… Has fallado más de una… Prueba con el otro ojo.

Donatello lo miró confundido. ¿Cómo pretendía que viera letras tan pequeñas?

-A, S, G, R, T… V… ¿V otra vez…? Z… F…

El médico hizo una mueca.

-Prueba acercarte más. ¿Las ves mejor?

-Algo… pero…

-Vas a tener que ir a una óptica. Casi puedo jurarte que necesitas…

-¡NO!- interrumpió Don adelantándose con una mueca de desagrado. -¡Eso no!.¡Lentes no!

-Temo que los necesitas, hijo…

-¡Ah, no!.¡Nunca los he necesitado y no voy a empezar ahora!

-¡Si no lo haces puedes hacerle mucho más daño a tus ojos!

Don lo sabía. Vaya si lo sabía. Pero eso no era lo que le preocupaba.

Se miró al espejo del consultorio. "Y ahora con lentes…" murmuró sintiendo una súbito ataque de pánico.

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Cuando por fin salió de la revisión se topó con una escena más rara que la que había dejado al entrar. Un par de asistentes iban y venían en el cuarto, mientras que Raph y Leo discutían en un rincón de la sala. Mike no se veía por ningún lado.

-¿Qué pasó?

-Le sacamos sangre a Mike a la fuerza y él…

-Gritó, vomitó y salió corriendo a encerrarse en el baño y nadie logra hacerlo salir ¬¬U

Don suspiró. "Debí imaginarlo…"

Se acercó a la puerta del baño y tocó quedamente.

-¿Mike?

-Vete…

-Mickey, ábreme…

-¡Vete!

-Mike, escucha-

-¡Déjame en paz, vete de aquí!

-Tienes que salir de ahí.

-¡No!.¡No hasta que Raph, Leo y esos lunáticos se vayan!

-No creo que vayan a irse, es su lugar de trabajo… Pero escucha, no te puedes quedar ahí dentro. Ven aquí y hablaremos…

Finalmente, Mike salió de su voluntaria prisión. Parecía asustado.

-Valiente ninja que se asusta con una agujita ¬¬U ¿Te dolió, nenita?

Mike decidió ignorar a Raphael -quien siguió imitando sus gritos aterrados-.

-Leo, Don… no quiero que…

-Mike, ya pasó. No hay más agujas. Era todo… ¿Ya estás mejor?

-No. Quiero irme a casa. Odio, ODIO las agujas…

-No teníamos idea…

-Nunca había estado cerca de una antes… Leo, quiero irme a casa, con Sensei Splinter, donde no haya agujas, ni doctores, ni escuela, ni…

-Ni fiestas, ni chicas¿Recuerdas Mike?

-¿A quien le importa?.¡Teníamos nuestras propias fiestas!

-Nunca será lo mismo, Mike. Ahora somos seres humanos, y podemos tomar una alternativa de vida con muchas más posibilidades. Muchísimas más.

-Pero, Leo…

-Mike, te estás ahogando en un vaso con agua. Sólo es un doctor. Miles de personas van a un doctor. Leatherhead también era médico, entre otras cosas, por si ya lo olvidaste.

-Es que… no sé, todo es tan extraño…

-Te entiendo… Yo tampoco entiendo mucho pero podríamos sacarle partido al asunto. ¿No crees?

Mike se quedó en silencio, meditando unos minutos.

-Cielos… Me porté como un tonto ·-·U

-Bueno, eso ya no es novedad.- se burló Raph lanzándole una mirada muy expresiva. Leo se limitó a fulminar a su molesto hermano con la mirada.

-Veremos quien llora después, Raph.

-¿Uh?

-Antes de salir eché una ojeada a tu examen de colocación y creo que vas a sufrir muuucho aquí :)

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-¿Y?

-Nada, dice que todo normal pero que tengo que comer menos comida chatarra¡.¿Pues quién se cree al decirle "basura" a la pizza?.!

-Me temo que es la verdad… Si antes no nos hacía bien el exceso de ella, ahora menos…

-Bueno, alguna desventaja tendría que tener el asunto ¬¬U

-Bueno, Leo, entra ya. Eres el último.

Leonardo soltó un suspiro. ¿En qué se estaba convirtiendo todo el asunto?

"Cuerpo sano y mente sana"

Su lema y su diagnóstico también. Sólo le aconsejaron que disminuyese el ejercicio físico cuando confesó que entrenaba ¡8 horas diarias!

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Al día siguiente se despertaron temprano otra vez, pero esta vez iban menos nerviosos. Ya sabían, Abril les había hablado muy claro. "Recogen sus papeles, los entregan en Administración y se van." Tan sencillo como eso.

Cada uno tomó su carpeta del escritorio de la Coordinación de la Enfermería y lo abrieron ansiosamente.

-¡.¿Qué?.!- Gritó Raphael azotando el puño en la mesa.

-¿Qué dice, Raph?- replicó Mike, asustado por el súbito arranque.

-Er… Nada. No dice nada.

-¿Raph?

-¡Nada! Y se acabó.

Los otros tres se miraron entre sí, pero misteriosamente nadie más dijo nada.

-Demonios… Aquí dice que necesito…

-¿Qué cosa, Don?

Sólo hasta entonces se dio cuenta de que había estado pensando en voz alta.

-Er… Nada.

-¡ah, no, otro misterioso no!.¡Presta ese papel!

-¡Déjame, Leo!

Leonardo se lo arrebató y leyó en voz baja.

-¡.¿Lentes?.!.¡No!

-Eso fue lo que yo le dije al médico ¬¬U

-¿Y de donde espera que los saques?

-Pues… Habrá que pedirle de nuevo dinero prestado a Abril n.nU

-Tendrás que conseguir un empleo para pagar eso ¬¬

-¿Y crees que no lo sé? Su paciencia debe tener un límite…

-Y creo que estamos a punto de comprobarlo…

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