- Nunca pensé... Que el chico con el que permanecí a lado únicamente por el grimorio de 5 hojas llegara a parecerme tan... Atrayente... - pensaba la pelinegra sin despegar los ojos del cenizo - tampoco pensé que el mismo chico se haya convertido en un completo... En un completo... - decía con una pizca de furia en su voz.
- En un completo... ¿En un completo que? - preguntó la de coletas quien se encontraba a su lado.
- ¿Ah? - dijo ella algo asustada pero camuflándolo a la perfección - ¿Lo dije en voz alta? - preguntó refiriéndose a lo último.
- Eh... Si... Creo que hablabas de Asta - intuyó ella pues Nero había pronunciado esas leves palabras mientras miraba al muchacho.
- Ah, nada... Nada en especial - respondió la ojiroja.
La pregunta había sido evadida perfectamente por Nero quien gracias a su voz serena había respondido sin dar la sensación de esconder algo. Noelle la miraba sonrojada, el aspecto sereno de la pelinegra junto a sus ojos apagados y profundos sin duda hacían de ella una chica hermosa, "¿Acaso...?" Pensaba la peliplateada haciéndose como siempre un mundo en su cabeza producto de los celos que le provocaban cualquier chica que se interesara en el cenizo.
- Te... ¿Te gusta Asta? - atacó defrente.
Nero quien tenía la mejilla siendo soportada por su palma giró sus ojos para conectarlos con Noelle, vio como esa simple pregunta quien se suponía que debía causarle vergüenza a ella era solo causa de la pena de Noelle reflejándose en sus mejillas rojas.
- No, para nada - dijo desviando la mirada - Y a tí, ¿Te gusta Asta? - contraatacó ella.
- ¡¿Gu-gu-gu-gus-ta-tar...?! - intentaba hablar ella.
Las típicas palabras salían de la Silva indicando la positiva respuesta inútilmente camuflada como negativa.
- Lo sabía... - dijo voltenado sus ojos nuevamente para seguir viendo el entrenamiento del cenizo, se sorprendió cuando vio que él ya no estaba.
- Hey, ¿Qué estan haciendo? - dijo el cenizo sorprendiendo a ambas chicas quienes se encontraban ahí.
- ¡Ba-bakasta! - sobresaltaba Noelle pues aún se encontraba diciendo los adjetivos calificativos usuales que repetía cada que negaba sus sentimientos hacia el cenizo.
Nero también cayó sorprendida pero lo ocultaba a la perfección, ya era una habilidad en ella.
- Nada en particular, ¿Y tú? Veo que ya terminaste de entrenar - dijo con su típico tono la gótica.
- Ja, si, justo acabo de hacer mis flexiones diarias - respondió Asta.
Noelle alcanzó un vaso y con su varita lo llenó de agua, "Ten" dijo algo ruborizada extendiendo y arrastrando el vaso por la mesa para dársela al cenizo.
- Gracias Noelle - dijo con su tono vivo sujetándo el vaso y bebiéndolo - Enserio estaba sediento - dijo una vez terminado.
- Oh, aquí se encuentran - dijo una voz gruesa entrando al salón.
- ¡Yami-dancho! - exclamó Asta.
- Hola - dijo saludando - seré directo, Noelle, Nero y tu mocoso tienen una misión.
- ¿De que se trata? - interrogó Nero.
- Nada difícil la verdad, solo es dar una pasada de vigilancia por los campos reales y recolectar información de la situación por ahí.
- ¿Campos reales? - preguntó Asta.
- Es el sector hubicado al Norte del castillo, muchos comerciantes son dueños de esas tierras y practicamente de ahí sacan todos los productos, por ende es un lugar en el que los ladrones primerizos comienzan robando - explicaba Noelle.
- Bueno ya lo saben, esta vez le tocó a los Toros Negros mandar un grupo ahí asi que los elejí a ustedes, los demás vagos no tienen ganas de ir, luego me encargaré de hacerlos pagar - dijo con su voz serena.
- ¡Hai, Yami-dancho! - Dijo Asta con su típica expresión cada que se le encomendaba una misión.
El trío salió de la base rumbo a su destino para cumplir la misión lo antes posible, la plateada sacó su escoba.
- Ah.
- ¿Ah? - preguntaba Noelle.
- Yo... Creo que será mejor ir caminando hehe - dijo Asta rascándose la cabeza.
- ¿Que insinúas? - decía la de coletas entrecerrando sus ojos, frunciendo un poco el ceño y enrojeciendo sus mejillas.
- Ya sabes lo que pasó la vez que te ofreciste a llevarme a Hage ¿Lo recuerdas?
- ¡E-esa vez era de las primeras veces que montaba en una escoba!, Después de eso practiqué mucho - dijo apegando la escoba en su mejilla.
- Deberíamos llamar a Finral - comentó Nero.
- Creo que no se encuentra en la base - respondió Asta.
- Entonces ¿I-iremos o no? - dijo Noelle ansiosa por llevarlos.
- Eh... - redundaba el cenizo.
- ¿Por qué no recorremos medio camino a pie? Una vez lleguemos a la ciudad más cercana tendremos el resto del camino libre para que puedas usar tu escoba - decía ella refiriendose a la trayectoria que tomarían, la primera mitad estaría llena de pueblos, chacras y árboles mientras que la segunda conformaría solo un claro del bosque.
- Buena idea - dijo el ojiverde aliviado.
- Bu-bueno, esta bien... - dijo la plateada orgullosa.
...
...
Los 3 caminaban a paso consecutivo por la ciudad a la que llegaron, después de eso serian llevados por Noelle asi que primero debían atravesar por completo el lugar para que éste y ellos no sufran daño alguno.
- ¡E-espera! ¡No te puedes llevar eso! ¡Ahhh! - se escuchaba un grito por uno de los senderos de la ciudad.
Al final del camino pudieron ver como un ladrón corria llevando una bolsa en los hombros.
- ¡Un ratero, debemos de...! - dijo Asta sacando su grimorio mientras que Noelle a su lado preparaba su varita.
Era extraño, a pesar de ser solo uno se escuchaban mas pisadas golpeando las piedras del suelo, definitivamente el ladrón no estaba solo.
En efecto, detrás de él venían persiguiéndolo 3 caballeros mágicos del Amanecer Dorado, 2 chicos y una chica.
El maná sensorial de la chica de naranjos cabellos detectó uno familiar, se detuvo para voltear mientras sus compañeros varones seguían corriendo, "¡Mimosa! ¿Que te sucede? ¡Se escapará!" Decía el líder de ellos aún corriendo.
- Noelle-san, así que de ella era este mana - dijo ella para después fijarse en el chico a su costado, era Asta.
- ¡Heyyy! ¡Mimosaaaaa! - saludaba Noelle levantando la voz y moviendo el brazo.
La Vermillion la ignoró para solo fijarse en el cenizo quien estaba con el grimorio abierto y con una cara de extrema sorpesa.
- Asta-san... - susurró ella dando una pequeña expresión de molestia y con las ganas de correr hacia él para pedirle una explicación de aquella noche hace días - Ahhh... - decía volteándo su cabeza hacia sus compañeros quienes ya se encontraban algo lejos y Asta.
- ¡Ahh! - chilló mientras se tocaba la cabeza - Ya hablaremos de esto luego - dijo para si misma y marchó para perseguir a du grupo quien ya los tenía perdidos de vista.
- Deberíamos ir a ayudarlo - dijo Noelle.
- Yo creo que estarán bien, digo son del Amanecer Dorado ¿No? - dijo Asta librandose del tema.
- Parece que alguien aquí esta nervioso - seducía Nero de manera discreta.
- N-no se de que hablas - decía con una sonrisa tonta.
Noelle solo miraba con pizcas de incomodidad por la interacción de estos 2. Los 3 salieron de la pequeña ciudad en la que se encontraban, era hora de tomar el método rápido, rapido pero peligroso.
- Bien, ¿Preparados? Dijo ella ansiosa montándose en su escoba.
- Es impresionante como la trajiste a mano en todo el camino justo para este momento haha - bromeaba Asta - Ojala lo maneje bien... - pensó.
Asta se subio detrás de Noelle sujetándola de la cintura y causando su sonrojo, ella solo reaccionó soltando un chillido, no quería repetir el golpe de la otra vez.
Nero observaba, queria hacer lo mismo, la escoba era lo suficientemente larga como para que entre uno mas.
Se negó a convertirse en Antiave y viajar volando o posar en la cabeza del cenizo, por alguna razón deseaba volar como una persona normal.
- Estoy lista - dijo ella una vez subida detras de Asta, tenía el rostro apegado a su espalda y brazos entrelazados en su cintura para poder sujetarse.
- ¡¿Ne-ne-ne-nero?! - exclamó Noelle.
- Dime.
- Po-porque... ¿Por qué estás sentada ahí?
- Para llegar mas rápido a nuestro destino.
- Me refiero a que ¿Por qué estás en forma humana? Puedes convertirte en antiave ¿N-no? - dijo mostrando claramente celos.
- Me apetece ir así hoy - dijo apagada.
La plateada giró para ver a Asta, a él no le molestaba mucho al parecer así que lo aceptó "Bien... Aquí vamos" dijo ella otorgando poder mágico a la escoba para así volar.
Sorprendentemente esta despegó de inmediato y al parecer estable lo que sorprendió a Asta, enorgullecía a Noelle pero no le causaba nada a la chica de atrás, ella estaba perdida en sus pensamientos.
- Se siente bien - dijo apegando el rostro a las espaldas del cenizo mientras sus palpitaciones por alguna razón que ella desconocía aumentaban cada vez mas.
El cenizo por su parte sentía el apretón de la pelinegra por detrás y no podía sentir mas que incomodidad pues para el estaba siendo tratado como un peluche o juguete, aún así no hizo nada para detenerla.
Nero olfateó 2 veces y se sujetó mas fuerte del cenizo como si asegurara alguna pertenencia, "huele nuy bien" - dijo entre susurros para ella misma.
Se encontraba agusta cuando de la nada vinieron a su mente aquellos recuerdos cuando esperó a Asta mientras el hacía esa clase de cosas que no quería mencionar, recordó cuando rumbo a la base pudo oler en él el aroma de una persona ajena, en ese momento se dio cuenta que se había sentido amenazada pues al estar siempre ella posada en su cabeza ya estaba acostumbrada al olor de él, se le hacía... Agradable... Y eso cambió a desagradable cuando lo vio esa vez salir saltando por la ventana.
- Ni se te ocurra hacerlo de nuevo - susurró.
- ¿Eh?
Ella frunció sus ceños y le dió un golpe en el estómago causando el quejar de Asta.
- ¿Eh, que pasa? ¿Están bien? - preguntaba Noelle volteando.
- S-si - respondió Asta - todo bien mas bien... DEBERÍAS FIJARTE A DÓNDE VAS - levantó su voz al ver como Noelle descendía y estaba a punto de estrellarse contra un gran arbusto.
- ¿Eh? ¿De que me estás..? ¡¿EHHHHH?! ¡NO, NO! ¡SUBEEE! SUBEEEEEEEEEEEEEEEE - exclamaba la plateada jalando la escoba para que esta cambie de rumbo.
Ya a punto de estrellarse los 3 abrieron sus ojos a mas no poder pero sujetándose aún mas fuerte.
"¡AHHHHHHHH!" fue lo ultimo que dijeron una vez chocar.
