Bueno, este es el primer fic que hago, así que porfis, sean buenitos conmigo, talvez no sea muy buena escribiendo, pero me encanta y se hace lo posible...
Las advertencias serían que va a contener yaoi (HoroXRen)... y talvez mas adelante se me salga lo romantica, así que... ahora el fic
Capitulo 1:
Pensando
Ya hacía cinco años que el torneo de shamanes había acabado y si se debía decir algo claro acerca de sus amigos... poco los había visto.
Su casa había sido un hervidero en los últimos años, debido a que pasaban buscándole esposa por todos los lugares posibles, según ellos porque ya había cumplido la edad necesaria para comprometerse, pero en realidad eso poco le importaba.
cinco años, cinco años desde que su contacto con quienes fueron sus mejores amigos estaba casi desecho, y no porque quisiera sino porque sus deberes con la tribu se lo impedían...
Si, así se había vuelto la vida de Horokeu Usui en esos años... no le agradaba la persona en la que se estaba convirtiendo, había perdido esa chispa que antes solía tener debido a la soledad en la que ahora se veía atrapado y lo poco que sabía de las cosas que recientemente pasaban con sus amigos.
Empezando por Yoh, a quien vio por ultima vez hace 1 año... tanto tiempo y fue solo para asistir a la boda de Anna y él... desde ese entonces había estado en su casa, sabía por sus cartas que aun no habían tenido niños, y por el momento no pensaban tenerlos, primero porque eran muy jóvenes y luego, por sus estudios que aun estaban en proceso.
Tamao vivía en casa de ellos, junto con Ryu y Manta que vivía en la misma ciudad les visitaba constantemente. Anna trabajaba como maestra de kinder para seguir estudiando (todo un milagro y hasta desconcertante para él, porque con la cara de ogro que se gastaba Anna...) e Yoh, era actualmente economista en la empresa de Manta (otra cosa que no entendía... si a Yoh nunca le gustaron las matemáticas). Fausto también estaba en esa casa "de locos" como él solía llamarla (aunque le encantaba estar en ella) y trabajaba como doctor en un hospital en Tokio (y había perdido ese toque tétrico que siempre se le veía).
Lyserg estaba en Inglaterra... había regresado allí y estudiaba como detective o criminalista (siguiendo la profesión de su padre), como prefiriesen llamarlo, además de estar estudiando leyes... (para apoyar sus casos, según él le dijo en la boda de Yoh) siempre pensó que ese chico se exigía demasiado a si mismo.
Chocolove estaba en Norteamérica... por lo que había oído comentar a Yoh este trabajaba ahora en un show en las vegas... pobre de la gente que le tocara verlo...
Y así de apartado había estado de todos, además estaba Ren... y Jun, por supuesto, ese par eran únicos, hermanos tan diferentes como se pudiese pensar, y luego de que este resolvió los problemas con su dinastía decidieron tener residencia permanente en Tokio.
Y aunque no le gustase reconocerlo abiertamente extrañaba burlarse de ese chino petulante y orgulloso, y provocar peleas con él y todo lo demás...
Era al que menos veía... o había visto de todos; aunque Yoh le decía que casi siempre les visitaba a Anna y a él en la semana que estuvo allá para la boda brilló por su ausencia el chico y solo se presentó para la boda.
Y aun así solo estuvo un poco y conversaron de cosas nada relevantes... '¿cómo estas?' 'que tal te va' 'que has hecho' 'en donde trabajas'
Y no podía negar que eso lo ponía mal, de todas maneras Ren y él nunca habían sido los mejores amigos del mundo, aunque talvez en algún momento sintió que había algo de química entre ellos... ¿química? No... quizás era química pero no ese modo...
- Horo... te llama papá – y ahí estaba su hermana... Pilika tenía dieciséis años... pero seguía siendo la misma linda muchachita que hacía tanto...
- Si, supongo que debe ser algo importante – y dicho esto de dirigió a su casa.
El paisaje había cambiado mucho también, más desde que él propuso que para que la gente cambiara esa manera de pensar deberían empezar ellos y ahora el bosque estaba mucho mejor que antes... al menos la parte que habían recuperado que era bastante amplia.
- Horo – escuchó la voz de su padre, que estaba muy serio – después de tanto buscar creo que te tengo una buena noticia... – el muchacho solo lo miró ante la expectativa, como tantas veces lo había hecho desde que estaba en su casa, sin embargo no oía nada de lo que su padre le decía, solo le dejaba hablar mientras que su mente divagaba en el recuerdo de sus amigos... pero aquello fue imposible no escucharlo... – te he encontrado una prometida.
- ... – tardó un poco en procesar la información - ¡QQQUUUUEEEE?
Bueno, agradesco a todos los que se tomaron un poco de su tiempo para leer estas cosas. se que no esta my bueno, pero espero que aunque sea les guste un poquito.
Muchas gracias
Leo
