Hola! He aquí la continuación de este fic. Espero que les haya gustado a todos como va ¡muchas gracias por los reviews! y ya saben... como siempre las advertencias...

1. Esto es Yaoi, por ahora no es mucho pero mas adelante ya veremos.

2. Shaman King no me pertenece... no soy tan hábil para hacer algo como eso.

Y Las aclaraciones: pensamientos entre "" , cambio de escena aparece -/-/-/-/-/-/-/-/-/ y si han leído los anteriores capítulos sabrán que Horo se queda por unos días en casa de Yoh, así que pondré en que día nos ubicamos cuando empiece a escribir OK?

Y ahora...

EL Fic!

Capitulo 4:

Días de Gloria

Día 1...

6: 55 a.m.

Paz, paz y tranquilidad se podía respirar ese día en la pensión, teniendo en cuanta que era un lindo sábado... día en que todos acostumbraban quedarse en la cama hasta tarde y ese día no querían que fuese la excepción...

7:00 a.m.

Se escucha el fuerte sonido de un llavín casi romperse en la habitación de un muchacho de cabello azul y segundos después un grito aterrado que estremece toda la pensión... seguido de un...

- ¡BUENOS DÍAS!

- ¡Qué demonios? – se escuchó la maldición y acto seguido como el chico que la profirió se levantaba.

El chico de cabellos azules mira a la muchacha que muy sonriente le veía...

- Lo siento – percibió la disculpa de Naomi – pero quería verte...

- Naomi! – reprochó susurrándole - ¿cómo se te ocurrió gritar? Si Anna se despertó podemos darnos por muertos – volvió a mirar a la muchacha que tenía levemente los ojos llorosos y hacia un puchero – bien, no pasa nada... me alegra tener tan bella visión al despertar. – comentó de modo adulador a lo que la chica retomó la sonrisa... – y ¿a que se de...?

- Quieres callarte, hay gente que aun quiere dormir! – se había olvidado por completo que compartía la habitación con Ren y este, 'algo' enfadado por el repentino despertar que tuvo y cansado de la conversación que escuchaba decidió tomar cartas en el asunto.

- Si claro! Y ¿por capricho del señorito no puedo hablar con mi novia? Estas loco si crees que te haré caso.

- Porque no dejas de quejarte y te callas?

- Porque no te callas tu!

- Porque no fui yo quien comenzó gritando, fue tu 'novia'!

- Ya basta 'señorito' – habló de forma cortante levantándose y debido a que solo dormía en ese momento con un bóxer azul oscuro la chica de cabello negro quedó como embobada.

Pero se dio cuenta de algo... nuevamente la atención de su prometido estaba en el chico de cabello violáceo...

Y esta atención parecía DEMASIADA comparada con la que ella siempre llegaba a conseguir, era como si para su prometido solo estuviera el otro chico y lo miraba de una manera que no lograba entender...

Ren se levantó también encarando al ojinegro ante la discusión que hasta ahora no los había llevado a nada bueno, solo a que se enfadaran...

- ...¡Ya cállate!

- Eres tu quien comenzó la pelea, así que cállate tu!

- No lo haré ¡fuiste tu quien me provocó!

- Entonces, si tanto te molesto, espero que no veas en toda la mañana! – y dicho esto, un molesto peli-azul, salió de la habitación dejando a Ren y Naomi solos en la pieza, mirando el lugar por donde salió al dejar a Ren con la palabra en la boca...

De alguna forma Naomi pudo notar algo entre toda esa discusión... algo que iba mas allá de ella y mas allá de lo que se decían... algo que su prometido no podía controlar con ese otro muchacho...

Y no lo iba a permitir...

La chica lo miró fijamente y este le devolvió la mirada de forma firme.

- No quiero un guerra contigo – dijo la chica poniéndose junto a Ren y este, algo disperso le respondió de forma fría.

- ¿Por qué habríamos de tenerla?

- No te acerques a Horo, no quiero verte con él – y dicho esto salió de la habitación.

Ren se quedó mirando el lugar por el que había salido la muchacha y tardó en procesar algo la información en clave que le dio Naomi... pero después de unos momentos entendió perfectamente a lo que se refería...

- ¡Bien! – soltó con sarcasmo para si mismo – otra vez lo hiciste y ahora lo empeoraste.

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- Oye Yoh... crees que es correcto no detener la discusión. – preguntó Anna escuchando el portazo que Horo profirió al salir.

- Ves, ya terminó, Anna, lo mejor es dejar que se entiendan ellos solos, si no los dejamos discutir nunca serán sinceros entre ellos.

- Talvez deberíamos ayudarlos un poco... nosotros también la tuvimos.

- Si las cosas no mejoran, lo mas probable es que tengas razón Anna, después de todo nunca te equivocas, por eso te amo.

- Ya no puedo dormir mas – respondió esta levantándose – supongo que Ren estará en la sala, iré a hablar con él.

Dio un beso a su esposo y salió de la habitación; luego Yoh miró al techo... las cosas estarían más difíciles de lo que él pensaba...

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Ren se encontraba (como Anna había predicho) en la pequeña sala de estar y sin pedir permiso, había encendido el televisor, parecía bastante preocupado y no era para menos... después de lo que Naomi le había dicho.

- Supuse que estarías aquí. – habló sentándose junto a él la rubia con su mismo porte frío de siempre.

- Que deseas? – respondió tratando de evitar el posible tema que traía la muchacha como conversación y no era que le incomodara que ella le dijera algo, después de tantos años se habían hecho algo que podría catalogarse de amigos, pero tampoco era cuestión de aceptar que Horo y su comportamiento lo estaban volviendo loco.

- Conversar, ya que no quiero otra escenita como la que protagonizaste con Horo esta mañana; ¿sabes que me despertaron sus gritos? Y no me agrada despertar así.

- Lo siento Anna, no fue mi intención. – dijo como disculpa, en verdad eso no parecía conversación de amigos, que debería ser muy amena, pero con dos caracteres como los de ellos no se podía esperar menos.

- Se que no, pero no tratas de evitarlo, por eso quiero que lo vayas a buscar.

- ¿Qué? No voy a hacer eso.

- Claro que lo harás Ren Tao, tu lo provocaste y tu...

- No, fue el quien me provocó a mi... él y su noviecita hablando a las siete de la mañana en la maldita habitación. – dejó escapar y Anna pudo percibir lo que fue un leve punto de celos cuando habló de Naomi.

- No importa quien la iniciara, lo traes de vuelta y se acabó. Te tomará algún tiempo ya que salió de la casa.

- Salió como estaba vestido?

- Claro que no, tardó un poco para salir pero al final lo hizo, tampoco es tan tonto... así que ahora ve y no vuelves si no es con él.

- Pero...

- Ahora.

Ren se levantó y fue a cambiarse de ropa... a pesar de tantos años Anna seguía teniendo esa maldita cualidad de niña mandona a la que todos obedecían y además... le preocupaba como estaba Horo con él... esperaba no estuviese tan enojado como creía...

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- Maldición! – dijo el joven peli-azul mientras pateaba un árbol del parque al que había ido a parar después de caminar lo que podrían catalogarse como horas, pero...

¿Por qué diablos se ponía así¿Por qué¿Por qué simplemente no podía olvidarlo todo¿Por qué no podía dejar que Ren hablase sin ponerle atención?

... ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?...

¡Pero que pensaba¡claro que no pensaba tanto en él! Todo era solo porque se encontraba enfadado... por eso estaba renegando tanto de... Ren...

Y es que no podía enojarse completamente con él pero tampoco dejar de hacerlo... simplemente lo tenía tan presente que no había una sola acción suya que no viese... y una sola con la que no se metiera en caso de intentar molestarle... tampoco era como si le acosara temporalmente pero no lo perdía totalmente de vista... y era extraño como sus mejores momentos los pasaba junto a él... aunque no hicieran nada...

- Demonios – susurró al tiempo que recostaba su cabeza en ese mismo árbol - ¿qué me esta pasando?

- La estupidez te llegó al límite – escuchó la voz del oji-dorado contestar y se volteo enfadado... ¿qué simplemente no podía dejarlo tranquilo?

- ¿Porque si tanto te molesta mi presencia no te vas de aquí? – dijo luego de lo que pudieron ser 5 minutos mirando fijamente al otro que solo levanto una ceja de manera retadora al tiempo que sonreía con sarcasmo.

- No tengo porque irme, vete tu si lo deseas.

- Ya basta¿qué diablos sucede contigo? – preguntó tratando de encontrar algún motivo por el cual estuviese ahí.

- Nada¿y contigo?

- Entonces ¿por qué te comportas así? – y lo peor era que le desesperaba sentir que le cambiaba el tema de forma deliberada sin preocuparse porque no se notara ese cambio.

- ¿Sabes? Creo que sigues siendo el mismo inmaduro de siempre... por mas estatura que hayas adquirido no maduras. – comentó con la misma sonrisa en su rostro.

- Eso no te importa, además mira quien lo dice; no puedes vivir ni tener una conversación de cinco minutos sin ocasionar una pelea.

- No soy yo quien esta ocasionando una ahora y, si no te enteras en este instante tenemos una conversación sin discutir exactamente como anoche y tu eres quien ha sacado el tema de la pelea, como si te hiciese falta pelear. – su rostro se puso serio, como esperando un posible contraataque, pero este no llegó y cedió su paso a una pregunta que le carcomía bastante la cabeza al ojinegro.

- Porque simplemente no me dejas tranquilo.

- No siempre estar solo es lo mejor – dijo evitando la verdadera razón y percibió un leve murmullo del peli-azul que sonaba a "mira quien lo dice" – realmente puede confundirte estar solo... experiencia propia. – muy bien, allí estaba pasando algo bastante raro porque desde cuando se podía apreciar que el chico de china aceptara cualquier clase de debilidad o confusión...

- Quizás, pero es mejor que encontrarte junto a la persona que te confunde ¿no?

- Entonces es eso lo que te pasa... – afirmó – talvez te pueda ayudar. – la seriedad con la que dijo estas palabras ocasionaron una leve risita en el otro chico que pareció sinceramente divertido con ello.

- Oye ¿te sientes bien¿no tienes fiebre? – dijo soltando una risita que llevaba cierto aire de burla - ¿tu queriendo ayudar a alguien?

- Bastaba con un "no". – soltó molesto cortando la burla del peli-azul.

- Vamos, no me dirás que no es gracioso.

- No lo es.

- Bien, ya que estas esforzándote por no pelear yo también lo haré... – y dicho esto dejo la molesta risita que había comenzado a soltar desde que el otro dijo que talvez podría ayudarlo.

- Deberíamos regresar, ya va a ser casi mediodía – dijo el peli-violáceo consultando su reloj.

- Tanto ha pasado?

- Caminaste toda la mañana, me costó bastante dar contigo.

- Entonces ¿me buscabas?

- Tu 'novia' me obligó – mintió – me dijo que no te dijera nada pero es preferible a que te hagas una mala idea del porque vine. – sin embargo no pudo evitar que un leve sonrojo cubriera sus mejillas.

- Lo suponía, bien, volvamos, tengo hambre.

- Duraríamos mucho, ya no quedará nada para cuando lleguemos.

- Y tu que te crees tan inteligente ¿qué propones?

- Vamos a comer algo por ahí... yo invito – lo miró y luego preguntó- ¿hace cuanto no comes comida china?

- Desde que terminó el torneo... creo que me creaste un trauma... un delicioso trauma, porque la comida era buena.

- Si... ¿entonces soy algo así como la representación de tu trauma?

- Si, pero no me importaría volver a repetir la experiencia.

- Entonces vamos – dijo emprendiendo el camino... Ren lo confundía, pero le encantaba esa confusión.

Bueno, he aquí la continuación de mi fic... espero que les haya gustado bastante... y si les gusta solo dejen un review, así sabré que les esta gustando aunque no sea muy exacta manejando el carácter de los personajes...

Y ahora, a contestar los reviews!

Thami: gracias por tu review y por decir que te esta gustando; tengo que pensar un poco lo del YohXAnna, porque la verdad no soy muy buena escribiendo de esta pareja, sin embargo haré lo posible pues desde que empecé el fic pensé que su relación podría ayudar mucho a los otros dos, pero tengo que ver...

Horitazoldick: Hola, que bueno que te agrade y como puedes ver aquí esta el cuarto, bastante pronto diría yo, actualizo mas o menos cada semana o antes, solo que tenía ganas de actualizar... Bien, ahí nos vemos!

Hitomy wa akimoto: a ti también te agradezco mucho el review y gracias por tus felicitaciones, espero que este capitulo te guste también, Chao!

Bueno, espero que les haya gustado y si les agradó dejen un review porfis!

Hasta la próxima

Leo.