Las cosas no parecían estar bien, muchas personas habían estado confinadas en sus casas, con cientos de soldados recorriendo las calles mientras que había una familia muy preocupada por lo que había estado sucediendo estos días. No para más, el recibir una noticia de que criaturas extrañas estaban siendo avistadas por todo globo terráqueo fue una sorpresa, además, tampoco es que las casas fueran una zona segura. Pues se había demostrado que los digimon eran criaturas extraordinariamente fuertes. Casi parecía una pésima idea mantener a los civiles en sus hogares. Pero para poder mantener el orden en la medida de lo posible, era necesario.

–¿A qué se refiere con que no lo encuentran? – Fue una mujer esbelta acompañada de un anciano quien fungía como su padre. La mujer estaba preocupada más de lo que alguien podría considerar posible, pues había estado estos días con el sentimiento de impotencia tras desaparición de su hijo.

Frente a ella, se encontraba un militar, quien por el rango parecía ser un oficial, al lado de él se encontraban otros dos soldados, quienes, le habían explicado la situación a la mujer.

–Se ha peinado toda la zona, y me temo que no ha habido rastro de su hijo, señora. –Dijo el oficial mirando el reporte escrito de los dos soldados que lo acompañaban.

–P-Pero, debe hacerse algo… Mi hijo lleva casi un mes desaparecido, y fueron sus soldados quienes lo divisaron por última vez. –La voz de la madre estaba quebrada, al punto del llanto, incluso su padre, aquel anciano se acercó a ella para intentar calmarla.

–Lo siento mucho, pero no puedo permitir que otros de mis soldados busquen a una sola persona cuando tengo a todo un poblado que cuidar por ley del presidente. Hasta que esto no se calme, todas las ciudades y municipios estarán en ley marcial hasta nuevo a viso. –

–¡Por el amor de dios es mi hijo del que estamos hablando! No me importa si ustedes no quieren buscarlo, solo quiero que me dejen ir a buscarlo yo misma de ser necesario. –

Uno de los soldados se acercó al oficial y le susurro algo al oído. Tras asentir un par de veces, el oficial miro a la mujer y dijo.

–Mire, habrá grupos de patrullaje por el poblado en cada momento, si tiene una foto del chico, puedo correr la voz al resto de mis unidades para que estén al pendientes del chico y se me informe de inmediato. Pero mientras tanto, me temo que no puedo dejar que usted o alguien más del poblado salga–

–Está bien, oficial. –Dijo el padre de la mujer, dándole un par de palmadas en la espalda. –Yo tengo una foto de mi nieto. –

Luego de que el anciano sacara su billetera y de entre los pequeños bolsillos sacara una fotografía, se la entregó al oficial, quien miro la fotografía con curiosidad y dijo.

–Descuide, veré que le saquen copias y se las repartan a todas las unidades. –

Cuando el oficial paso la fotografía a su subordinado de la derecha, este miro la fotografía y casi como si hubiera visto un fantasma dijo.

–Este chico estaba en la zona verde del barrio de los Arcos cuando fuimos a detener a una de esas criaturas. – Luego de esa expresión, la madre miro al soldado.

–¿C-Como que estaba ahí? –

Luego de mirar a su oficial, el soldado recibió un asentimiento de parte de su jefe y dijo. –Luego de que fuéramos a revisar el sector de Maravillas, encontramos a una de esas criaturas, lo perseguimos y nos encontramos con este chico a las afueras del barrio, ya saliendo por la carretera, pero… Desapareció junto a otras dos criaturas–

–¿Desapareció? –El anciano miro al soldado. –¿Solo asi? –

–En efecto, peinamos toda la zona en 3 km a la redonda, pero no encontramos nada. No quisiera ser portador de malas noticias, pero, no estoy seguro de que un chico de su edad sobreviva a lo que podría ser un monstruo como esos. –

La madre casi caía de rodillas, de no ser porque su padre la tomo antes de que eso ocurriera. Antes de que si quiera pudieran continuar con la conversación, el oficial habia recibido una llamada.

"Comando 3, diríjase al sector dos-cinco-dos-uno-siete-uno. Goliat los esperara en el sector, mantengan rumbo fijo, tienen quince minutos para llegar"

–Copiado Overlord, iremos en camino. –

Luego de eso, el oficial hizo un además para que se retiraran, cosa que hicieron los soldados. Dejando a ambos civiles, no sin antes recibir la orden de que regresaran a sus hogares.

–Venga, no te preocupes, veremos cómo encontrarlo. Con algo de suerte, quizás se habrá topado con alguien que pueda ayudarlo. – La voz del anciano intentaba apaciguar un poco el estrés y la preocupación de la mujer, quien ya había estado derramando lágrimas.

–Por dios papá… Con cada día que pasa… Siendo que no hay nada más que hacer…–

Su padre había sido un hombre que participo en su debido momento en actividades de seguridad publica, y una cosa le quedaba claro. Hasta no encontrar el cuerpo, no puede considerarse homicidio, o suicidio. Dependiendo de la situación, claramente, hasta entonces, solo se considera desaparecido. Pero recordarle esa frase a su hija, seria simplemente molestarla, especialmente cuando le ha estado diciendo lo mismo por estos últimos días.

Lo mejor que pudo hacer fue consolarla y ayudarla a regresar a casa. Lo único que podrían hacer, seria esperar a que los militares, policías o quizás alguien cercano a la familia lo divisara.

–Ven, vamos a casa, ya veremos que hacer mañana. –

La mujer, a regañadientes y con cierta impotencia solo acepto. La abuela, o en este caso la esposa del padre, de esa mujer, se encontraban en peor estado. Si bien su nieto habia decidido vivir con sus abuelos, tanto por la comodidad del pueblo, como por estar más cercas con toda la familia. La abuela se sentía mucho más responsable por la desaparición de su nieto. Especialmente luego de que cuando supo del incidente en la escuela sobre el "ataque" que hubo, ella no llego a recogerlo como se había acordado.

La familia no estaba pasando precisamente un buen momento. Y lo único que podían hacer era esperar. Un sin mucho que pudieran hacer, las cosas solo parecían ponerse mas tensas con las constantes apariciones de los digimon´s en el mundo humano.


Mi primera reacción cuando llegamos a la realidad. O al menos el mundo real. Fue respirar profundamente y inhalar una buena bocanada de aire. Fue completamente satisfactorio sentir como mis pulmones se llenaban de aire nuevamente. Todo era real, desde la tierra, el aire, la humedad en él, y el hielo… ¿Hielo?

Luego de que mi vista se aclaró un poco, todo a mí alrededor estaba cubierto de nieve, y naturalmente, el aire helado golpeo mi cuerpo y la escasa ropa que llevaba conmigo, lo cual no era nada, tomando en cuenta que llevaba ropa de verano. Donde quiera que estuviera, el clima era demasiado helado. Mire a mi alrededor en busca de Tao, pero no la divisaba por ningún lado. ¿Cómo es que alguien de color amarillo de dos metros de altura se pierde en un lugar de color blanco? Mi lógica me llevo a pensar en mi zona de aterrizaje, estaba de rodillas, y la nieve me llegaba a la cintura. Rápidamente cave un poco a mí alrededor en busca de Tao, quien posiblemente estaría sepultada en la nieve.

–¡Tao! – Grite con fuerza mientras seguía cavando a mí alrededor, en busca de algo, pero no había nada. Metí mi mano a mi bolsillo y saque el Digivice, sin embargo había un problema.

"Sin conexión a una red segura"
"Conectando"

"Espere"

Maldije para mi mismo, trate de acortar la búsqueda simplemente poniéndome de pie y pisando cuidadosamente a mi alrededor, caminando en espiral hacia afuera. Sabía que si algo me hacía tropezar, o si por accidente pisaba a Tao, sabría que ahí estaría.

Sin embargo con el frio del lugar comencé a temblar. La única buena noticia fue que no tuve que buscar por mucho tiempo. Pues luego de haber hecho tres espirales, encontré su pierna izquierda.

Preocupado, comencé a cavar donde, a mi parecer debía estar su cabeza. Teniendo cuidado de no golpear fuerte la nieve, pues tenía miedo de lastimarla por un accidente mío, ya que necesitaba golpear un poco la nieve para ablandarla y así me permitiera moverla.

Cuando por fin logre sacar su cabeza de la nieve, note que aún conservaba su forma evolutiva de Kiubymon. Intente sacar su cuerpo de la nieve, lo cual fue una tarea demasiado difícil. Su cuerpo era pesado, y no soy precisamente un chico que sea fuerte físicamente. Correr se me da bastante bien.

–Tao, despierta por favor….– Intente hacerla reaccionar, moviéndola un poco, pero no tuve mucho éxito. Mire a mi alrededor, pero no había algo que me pudiera servir. Tan solo un rio congelado y ni siquiera podía adivinar para dónde ir, si rio arriba o abajo. –Tao…– La abrace con fuerza comenzando a temblar por el frio.

Pero cuando pudo darme cuenta, había alguien que nos estaba observando desde el otro lado del rio. Era una figura humana, llevando consigo ropas hechas para el frio. Pero su altura era baja, y pude identificar que era una niña. Por alguna razón, yo sonreí, intente saludar para pedir ayuda, pero apenas levante la mano, la niña comenzó a correr para alejarse.

–¡Espera! ¡Por favor, ayúdame! –Mi petición cayó a oídos sordos. La niña no se detuvo, aunque también era posible que ni siquiera me haya podido escuchar debido a la distancia considerable que nos separaba y el sonido del viento cortante en medio de nosotros.

Tuve que tomar una decisión, y era dejar aquí a Tao para buscar ayuda, o quedarme aquí… Sé que ella estaba viva, aun tenia pulso, pero me preocupaba que quizás el impacto de nuestro regreso, haya sido el causante del que este asi.

–Intentare buscar ayuda Tao…– Me fue difícil dejarla, intente acercarla al rio, para que así al menos tener un punto de referencia y su pelaje sobre saliera si algo ocurría.

Fue más difícil moverla, pero esto al menos me permitió que mi cuerpo entrara parcialmente en calor. Sin embargo, ahora que estaba frente al rio… Resultaba ser más grande de lo que pensé. Había una gran capa de hielo. Podría pasar por él, pero el problema era que en medio del rio, el hielo se miraba muy delgado, incluso veía como el agua aun corría por debajo de la capa de hielo en esa zona.

Había perdido a la niña de vista, pero había dejado un rastro de huellas por la nieve, así que no sería difícil seguirla. Luego de que dejara un mensaje en la nieve frente a Tao en caso de que despertara, pidiéndole que siguiera las huellas de la nieve. Me encamine hacia el rio.

Me daba un poco de miedo cruzarlo, a decir verdad, tenía un sabor de boca bastante malo. Pero no podría cargar el cuerpo de Tao todo el lugar. Al menos no en su actual forma.

Me trague el miedo y comencé a caminar sobre el hielo, teniendo el más mínimo de los cuidados, pero no ayudaba el frio del ambiente. Lo malo de todo esto, era que, cada vez que ponía un pie frente al otro, el hielo no parecía tolerar mi peso. Trague saliva, caminando a un poso algo apresurado pero teniendo el mayor de los cuidados posibles. Pero al llegar a la zona central del rio. Fue cuando me di cuenta que cuando puse un pie al frente, que el hielo se agrieto por toda esa zona.

Yo me detuve, sabiendo que algo hice mal. Me retire lentamente, camine por los costados, buscando una zona de hielo más grueso, y pude encontrar uno. Fue más tranquilo para mi cruzar a partir de ahí.

*Crack*

–Dios, por favor…–

*Crack* *Crack*

–Estar en el digimundo no era tan difícil…–

Dije para mí luego de dar otros pasos más. Tuve quizás la buena suerte de que no paso a mayor todo esto. Al menos el cruzar al rio. Todo pasó como un susto.

Apenas toque tierra, trate de seguir las pisadas de aquella niña. Me fue difícil debido al constante frio, el cual para este punto comenzó a ser demasiado para mí. La vista se me comenzó a hacer borrosa, y ya no podía sentir si quiera las manos y parte de mi cara. Era un sentimiento como de ser quemado por hielo.

Incluso con la vista casi nublada, podía a penas mirar el rastro de la niña. Lo cual fue un alivio, pero por más que intentara seguir el camino, me era cada vez más y más difícil. Llegue a un punto donde, por lo borroso de mi visión, no me di cuenta que había una bajada bastante abrupta, era quizás una pendiente o quizás un montículo alto, no lo sé. Pero la nieve se encargó de amortiguar mi caída por todo el trayecto. Rodee entre la nieve y ese fue realmente mi limite. Todo el cuerpo me temblaba y por alguna extraña razón, comencé a sentir que mi cuerpo se calentaba.

Solo podía recordar que cuando alguien sufría de hipotermia, uno de los últimos síntomas era sentir calor en medio del frio. Trate de ponerme de pie, pero ya mis pies no me respondían.

Alce la mirada una última vez y grite con todas mis fuerzas.

–¡Ayuda! ¡Por favor! –

Con toda la nieve encima de mí y con mi cuerpo temblando, trate de mirar a mí alrededor en busca de alguien. Y solo pude ver a esa niña corriendo hacia a mí. Ella poco después me apunto con su dedo y pude ver que se acercó un chico que quizás aparentaba mi edad. Este al verme, se sorprendió y se acercó a mí. Este chico miro a su alrededor y pude ver una especie de reno… que se acercó por un costado de la niña. Parecía demasiado domesticado, puesto que este se acercó a mí y bajo su cabeza y como si intentara ayudarme a ponerme de pie, pero no podía.

El chico capto esto y se acercó a ayudarme, la niña hizo lo mismo luego de que aquel chico le dijera que le ayudara. Entre ambos me subieron al lomo del reno y la niña me coloco una chamarra extra que traía consigo, quería agradecer, pero no me salían las palabras. Solo acurruque mi cabeza en el pelaje del reno y fue ahí donde perdí él conocimiento.


Ahora entiendo porque en ese portal tendían a ir solamente los digimon´s voladores… Tal parece que teletransportan a todos a una altura significativamente alta. Fue un verdadero problema aterrizar sin que saliéramos lastimados. Lo único que nos ayudó a amortiguar parte del abrupto aterrizaje fue la nieve y algunos árboles que utilice para parar parcialmente nuestro aterrizaje. Aun asi, nuestro aterrizaje no fue el mejor, por muy bueno que haya sido mi intento. Solo recuerdo que golpee algo, y posiblemente habría sido alguna rama o quizás el suelo. Pues solo sé que intente proteger a Alex de cualquier daño, tanto de la caída como de ser golpeado por las ramas de los arboles… Caímos, de eso me acuerdo bien.

Recuerdo… Haber corrido con él en brazos, en busca de algún lugar para cubrirnos del frio. Utilice mis colas y mis brazos para calentarnos con el fuego que podía crear. Pero conforme seguía caminando y Alex no despertaba. Comencé a cansarme. Sé que fueron varias horas de estar corriendo por esta tundra helada. Y no encontré siquiera algún punto de referencia para saber por dónde ir, o algún lugar alto.

Había mirado un rio luego de haber caminado por demasiado tiempo. Sabía que los digimon que hacían comunidades, tendían a construir sus hogares cercas de un rio. Lo mismo ocurría con los humanos, así que no sería difícil. Pero tras todo lo que hice en el Digimundo, como las horas tratando de encontrar un lugar seguro para Alex. Me fue imposible para mí dar un paso más. Caí en la nieve, procurando cubrir a Alex lo mejor que podía para protegerlo del frio.

Luego de que recupere la consciencia, mire a mi alrededor, En primer lugar no estaba donde debería. No sé qué había pasado y que me había separado de Alex. Solo sabía que el ya no estaba conmigo.

Mire a mí alrededor y observe aquel mismo rio que había visto antes de caer. Justo del otro lado del rio, había unas huellas profundas en la nieve. Justo al lado de donde me encontraba, había un mensaje escrito en la nieve. Por lo cual era lógico que él se dirigiera en busca de alguna señal humana. Pero debido al frio, sabia que ni siquiera él podría durar mucho tiempo.

Apresure el paso siguiendo las huellas. Me di cuenta además de que eran dos huellas diferentes, unas eran más pequeñas que otras. Asi que supuse que Alex estaba siguiendo a alguien o se había encontrado con alguien. Lo cual ya era una buena señal, Pues se encontraría con otros humanos.

Pero… Algo me detuvo, fue un rugido demasiado fuerte que me hizo taparme las orejas rápidamente debido al fuerte estruendo. Para este punto era fácil deducir que se trataba de un Digimon. No muy lejos de donde se encontraban las pisadas. Era una bestia cuadrúpeda. Moosemon, para ser exacto.

Luego de que su rugido se detuvo, el movió su cabeza de forma abrupta, ahí note que un fuerte viento se comenzó a arremolinar creando un ciclón, el cual se hizo cada vez mas grande. Vi además que el hielo se elevo y se mesclo con el ciclón, el cual por extraño pero muy interesante que fuera, el hielo se mesclo y se crearon fragmentos de hielo. Al ver esto, uno de esos fragmentos roso mi rostro, y claramente se sentía filoso.

Sera bueno o malo. No quería esperar a averiguarlo.

Me puse a la ofensiva, y al parecer Moosemon hizo lo mismo, luego de un movimiento de su cabeza, observe que el ciclón se movió hacia a mí. Sonrei levemente, pues la verdad no parecía ser realmente la gran cosa, salvo por los fragmentos de hielo filoso que podía crear. El resto sería cosa fácil.

-Onibidama-

Lo único bueno de todo esto fue que al menos seria fácil defenderme del hielo, con fuego. Moverme hacia Moosemon, fue fácil… Agradecí nuevamente a esta extraña pero versátil forma. Como dije antes, me sentía mucho mas rápida y fuerte que una Kyubimon normal. Al llegar hasta Moosemon, lo tome de las astas y lo estampe contra el suelo. Comenzó a forcejear, tratando de golpearme con sus patas delanteras. Lo detuve con una de mis manos, y justo cuando estaba a punto de encajarle una de mis manos con flama azul. Escuche la voz de un humano detrás de nosotros.

¡Alto!

Note que Moosemon también detuvo su batalla, y al igual que yo, miro de quien era la voz, y era un humano. Pero no era Alex, tenía prendas extrañas, lo cubrían mas. No pude ver su rostro debido a que llevaba una… ¿Bufanda? Creo que así es como se llama.

Por favor, no lastimes a Moosemon. –El me lo pidió casi suplicándomelo. El rápidamente saco algo de su bolsillo, ahí abrí los ojos con sorpresa y solté a Moosemon rápidamente. –Estas buscando a tu compañero ¿no? Ven, te llevare con él, s-solo, no lastimes a Moosemon. –El me habia mostrado el Digipoder de Alex. Ahí solte a Moosemon cuando ese chico mostro un digipoder, pero… Era muy diferente al de Alex, un poco mas pequeño.

Si algo había aprendido a lo largo de la convivencia con Alex, fue a identificar los tonos de voz y la amenaza que puede representar un humano. Si miente, o no. Los humanos pueden ser muy expresivos, incluso cuando lo tratan de ocultar. Quizás es por esto que mis hermanas no querían que pasara tanto tiempo con ellas. Incluso podía enterarme de sus intenciones si eran muy obvias con su comportamiento.

Mire a Moosemon, quien se puso de pie, cojeando un poco de la pata con la que yo había bloqueado uno de sus intentos por golpearme.

–¿Se encuentra bien? –

El chico asintió con la cabeza un par de veces y solo hizo un ademan con su mano para pedirme que lo siguiera. Respire un poco mas tranquila. Intercambie mirada con Moosemon, quien parecía decírmelo todo con la mirada. Para el, yo era un digimon salvaje y viceversa. Al menos, sabia que Alex estaría en un lugar seguro.

–Solo procura, por favor ocultarte de las personas ¿De acuerdo?

–Asi lo hare…–

Fin del cap.

N/A: Okey, no habrá especial. Solo me centrare en el fic al chile XD. No sé, creo que simplemente ya tengo la idea mas formada en mi cabeza para esta historia. Asi que. Por favor, díganme que les parece la historia, quisiera leerlos.