Arle estaba en su primer duelo puyo, enfrentando a Seriri, la sirena.
Recordó la lección aprendida en clase, indicaba con sus dedos a los puyos que caían y los hacia rotar.
- ¡Yey! – gritó Arle al juntar los primeros 4 puyos de su vida.
- ¡Vamos Arle! – animaba Draco.
- ¡Guuuuu! – gritaba el tierno Carbuncle, que también quería animar como podía.
Con el alboroto de la sala, el chico de pelo blanco se asomó por la puerta.
Seriri, que fue quien desafió agresivamente. No sabia muy bien como juntar los puyos, se le estaban acumulando peligrosamente, mientras su rival iba eliminando puyos de manera efectiva, juntando simplemente de a 4.
La profesora y el resto de los alumnos volvieron a la sala y se pillaron el espectáculo. Draco explico todo a la maestra, y esta ultima habló: - Un hombre mitad pez trajo a Seriri hasta acá, y él me dijo que iba a ser el primer contacto de esa niña con seres no acuáticos. Creo que tuvo miedo y reaccionó en defensa propia – reflexionó la profesora.
- Puede tener razón – afirmó Draco.
Por mientras, Arle parecía tener todo controlado hasta que Seriri eliminó 4, y en un efecto en cadena, luego elimino más puyos y muchos más. Formó una especie de avalancha.
- ¡Splashu! – dijo una asustada chica sirena, que apunto nuevamente su mano hacia Arle, mojándola con un chorro de agua que se materializo de la nada. Y eso no fue todo, además cayeron muchos puyos transparentes e inservibles en el área de magia sobre Arle. Parecía que el campo de fuerza no resistiría más.
- No puedo hacerlo – pensó Arle – Esto es difícil, y Seriri sabia como usar la magia desde antes. No debo preocuparme si pierdo.
Carbuncle vio la cara de desazón de su dueña, y se puso a saltar y gritar con mas ganas.
- ¿Por qué aun confias en mi Cakun? – Siguió pensando la niña, que luego tocó con su mano la cúpula azul de su pecho, donde estaba el puyo de ataque que le regaló su "abuela" – Ella me regaló esto para darme suerte, y yo le responderé. ¡No me daré por vencida, no le fallaré a ella, ni a Cakun, seré una gran maga! – el rostro de Arle cambió por completo y siguió uniendo de a 4.
Y de alguna manera, sin que ella se lo propusiera, también produjo una cadena de puyos que desaparecían, al momento sintió algo extraño en su mano. La levantó y una llama nació de su palma.
- Lo siento Seriri – dijo Arle mirando a quien la desafío - ¡Fire! – gritó y tiró la llama hacia la sirena, este fuego no quemaba, pero la hizo transpirar mucho e incomodarla.
- El elemento de Arle es el fuego, interesante – murmuró el chico de pelo blanco
- Y ahora siento algo en mi otra mano – pensaba Arle al mismo tiempo, una bola de nieve apareció entre sus dedos y volvió apuntar hacia la sirena.
- ¡Ice stormu! – volvió a gritar y la nieve congeló a Seriri por un momento. Además cayeron puyos que estorbaban su juego.
Aun así, Seriri seguía ganando, y con un contragolpe volvió a empapar de agua a Arle, quien distraída no vio los puyos que colmaron la resistencia del campo de fuerza. Este se rompió y cayeron todas las gelatinosas sustancias sobre ella, quien quedó aturdida además de mojada entera.
Arle perdió ante Seriri su primera batalla puyo. Pero todos los que fueron testigos descubrieron algo extraordinario.
- A…a…a…Arle domina dos elementos, el fuego y la nieve – balbuceó Draco.
El chico de pelo blanco levantó una ceja en señal de sorpresa.
- Aun le queda mucho por aprender, no sirve de nada – dijo una voz nueva. Era de una joven de unos 16 años que estaba cerca de la profesora. Su pelo era azul ondulado y usaba un atuendo similar a las diosas griegas.
La perdedora del reciente duelo fue llevada a su casa por Draco, quien la cargó en su espalda. Cuando salían de la sala, la chica de pelo azul quedó mirando a la inconsciente Arle y se dijo para sí misma: - Esta chica realmente no es una cualquiera, me sorprendió… quizás en unos años….".
La profesora continuó con su clase, donde presentó a esta niña mayor. Ella era Rulue, la "Reina del puyo", apodo que se ganó sobre la base de sus increíbles poderes mágicos y habilidades para puyo. Ella era la visita especial que iban a tener ese día.
- ¿Qué me pasó? – preguntó al despertar Arle.
- Perdiste contra Seriri un duelo puyo y luego te desmayaste. No sé como te paso esto, casi nadie queda inconsciente, a lo mas una se marea. Aun así, estuviste muy bien para ser tu primera vez – respondió Draco, con una sonrisa tan sincera que la hizo parecer muy hermosa, y totalmente femenina.
Continuará…