muy bien. Vamos por el principio. Los personajes no le pertenecen, solo juego con ellos un poco, la historia si es completamente de mi autoría.
Tiene lenguaje y escenas subidas de tono así que si tu madre está cerca y no deja leer este tipo de historias mejor abstente o esconderte en tu habitación antes de leer.
Me disculpo te antemano por aparecer así de repente meses después con una historia sin concluir pero he estado escribiendo esto por un tiempo y no he podido escribir nada más, tuve que sacarlo de mi sistema para poder continuar con mi vida. Ustedes saben de qué hablo.
En fin, sin más que agregar, espero les guste y me den su opinión haciéndome saber en los comentarios si les gusta y si me apoyan.
No les quitó las tiempo, A LEER!
CAPITULO 1
-Carajo - gruño cansado y me aparto de la mierda que veo en sus manos - hasta ahora me lo dices? - pregunto excesivamente molesto.
-lo siento señor pero las tarjetas de crédito se revisan a final del mes y la noticia salió hace unos minutos - asiento y aprieto la mandíbula.
-afuera - ordeno y Rosalie sale de la oficina dejándome a solas con Kate - tienes algo que decir? - pregunto sin observarla, solo tengo la vista fija en la computadora, mucho dinero gastado.
-solo es ropa mi amor - dice en voz baja al algo nerviosa - una chica necesita verse bien.
-Un millón de malditas libras Kate! - grito poniéndome de pie y resoplo - sabes que? Solo vete - siseo pero sus ojos están fijos en mi mientras se cruza de brazos - acaso no entendiste? Vete, lárgate. Solo eres una maldita pérdida de tiempo - vuelvo a mi silla y pongo atención a la noticia que me ha enviado mi publicista.
-no puedes tratarme así. - exige pisando con su tacón de mil dólares, lo sé, el estado de la tarjeta de crédito está frente a mi todavia - soy tu novia! - me río casi resoplando con burla y vuelvo la vista a la hermosa rubia frente a mi.
-correcion, Kate. Solo eras mi puta de turno. Además yo no tengo novias, solo amantes. - aprieto los dientes molesto - nunca debí llevarte a las Bahamas conmigo - giro la pantalla del computador a ella - ves esto? - pregunto con rabia señalando la pantalla, la noticia está ahí, en primera plana, burlándose de mi - tu hiciste esta mierda. Yo estoy remediandolo, ahora apartate de mi maldita vista y lárgate. No quiero verte jamás.
-cariño, fue un error - esta vez baja la guardia, se cual es su estrategia, es la misma estrategia de todas - lo siento, de acuerdo? Pensé que tú…
-ese fue tu problema - gruño interrumpiendola - pensaste… por que demonios ibas a pensar? Eres solo una cara bonita, deja el trabajo duro a los que si tenemos cerebro. Ahora por mi paz mental y tu bien, aléjate de mi.
-mi amor, por favor. - suelto el aire cansado y saco mi arma de la cinturilla de mi pantalón, le apunto apenas cambiando mi semblante. Ella suelta el aire asustada y da un paso atrás.
-no lo volveré a repetir, Kate. Vete a la puta mierda. - levanta un poco las manos, está nerviosa y temblando. La veo tragar grueso y con pasos descuidados se aleja y sale de mi oficina. Suelto el aire y dejo la pistola sobre mi escritorio, con suerte no volverá jamás.
Me dejo caer hacia atrás descansando la espalda, estoy tan cansado de esta mierda, mujeres empalagosa, jodidamente abrumantes y molestas, por eso no puedo tener una más de dos días, se creen mis dueñas, vuelvo a leer la noticia y frunzo los labios, por qué cuando una mujer pasa más de una semana conmigo cree que ya está en una relación? Vuelvo a leer el titular con rabia "última hora en el mundo de los magnates: Kate Palachev está comprometida con el célebre magnate Edward Cullen" de donde mierda sacó esa conclusión? tres días en las Bahamas haciendo negocios y ya cree que tenemos algo serio? ni siquiera sigo leyendo, debajo hay comentarios de ella sobre una magnífica boda ficticia y los anillos espectaculares que ya vio, también hay una compra millonaria en ropa y joyas, que se lo quede, no necesito esa mierda.
Decido que es hora de hacer un cambio, le respondo el correo a mi publicista pidiéndole que escriba una declaración ahora desmintiendo todo, incluso cualquier relación con esa mujer y que me busque una coartada para esta noche, si es alguna gala mucho mejor, los eventos filantrópicos son los mejores para mí imagen a pesar de que odio la filantropía, odio donar mi maldito dinero y odio a los bastardos que creen que pueden estrechar mi mano solo porque creen conseguir influencias con eso.
-señor Cullen - miro el intercomunicador y pulso el botón.
-que ocurre, Rosalie? Te dije que no quería que me molestaran - gruño bajo sintiéndome cansado.
-lo sé, señor. Pero he conseguido comunicarme con el señor Gorky Movrich. Lo tengo en linea ahora mismo.
-estas jodiendo conmigo? - pregunto con asombro. No pensé que ella pudiera conseguirme esa llamada tan rápido. Es la maldita mejor asistente del mundo.
-nunca lo haría, señor. Lo comunico ahora.
-gracias, Rosalie - ella cuelga y sonrío, por fin una maldita buena noticia, Rosalie en serio merece unas vacaciones. Tomo el teléfono y sonrío. - Gorky, eres un tipo díficil de encontrar - es mi saludo mientras giro mi silla para ver por el ventanal hacia el jardín boscoso.
-al parecer no tan díficil, Cullen. - su acento ruso muy rudo y marcado me hace sonreír. - que es lo que quieres?
-siempre al grano, me agrada - alabo - quiero que te hagas a un lado.
-estas jodiendome. - gruñe molesto - cómo te atreves a pedirme algo así?
-porque simplemente esta no es tu batalla. Voy a acabar con los malditos americanos, voy a acabar con los malditos árabes y los indios, voy a acabar con los hijos de puta de los africanos, aguas internacionales quedará en mi poder y no te quiero como enemigo. Apartate y no sufrirás las consecuencias. - lo escucho reír con esa risa grave y rasposa de fumador compulsivo.
-eres un tipo ambicioso pero aún eres un muchacho. He invertido mucho en el sur, así que no me apartaré.
-estas advertido, viejo. - él vuelve a reír.
-suerte y que gane el mejor. - cuelga la llamada y resoplo. Bastardo hijo de puta. Cree que no puedo acabar con él también? Es que no me conoce. Veo la hora en mi teléfono, ya son las cinco de la tarde, podría seguir trabajando un poco más pero necesito un descanso con urgencia. Salgo de mi despacho y veo a Rosalie sentada tras su escritorio.
Ella es rubia, alta, hermosa, tienes unos ojos azules tan claros y unos labios gruesos, una jodida tentación, tetas grandes, culo respingón y piernas de infarto, siempre viste elegante con tacones finos, una obra de arte en mi propia casa, la contraté por eso, porque es hermosa, jodidamente inteligente, es sexy, astuta, es jodidamente sensual, también muy eficiente en lo que hace y sorprendentemente no me tiene miedo.
Y es rubia, amo a las rubias
-Lorant no te ha escrito? - pregunto recargandome en su escritorio, ella mira dónde me he sentado por un segundo y frunce el ceño mientras revisa su computadora. Ella odia que toquen o muevan sus cosas, es una maniática del control y la limpieza.
-acaba de hacerlo. - murmura mientras lee - acaba de enviar una invitación para un evento de caridad organizado por la familia Black de Harlington para la recaudación de fondos del la fundación "una mano a una mujer" asistirá gente importante, incluso algunos miembros de la realeza estarán ahí. Comienza a las ocho, necesita acompañante?
-si.
-bien, ya imprimo la invitación y busco a la nueva rubia de turno.
-excelente - sonrío, amo las rubias, adoro a las rubias, tengo un fetiche por ellas. Rosalie lo sabe y se aprovecha de ello.
-de acuerdo. Ahora saque su trasero de mi escritorio. - sonrío y me levanto. Es la única mujer a la que dejo que me hable así y de frente, la admiro por ello, sabe ponerme en mi lugar cuando debe y es una excelente mano derecha. Por algo tiene cinco años conmigo, nadie ha durado tanto, a excepción de mi fiel guardaespaldas Emmett pero es más mi amigo, conciencia y confidente que guardaespaldas.
-estaré listo a las siete treinta. Dile a Emmett que tenga el auto para entonces.
-si, señor. Por cierto… -me detengo cuando comienza a hablar - Eliah Clark llamó hace unos minutos.
-quien? - pregunto confundido, no creo conocer a nadie con ese nombre, ella rueda los ojos.
-el director de empresas Cullen? El nuevo director general que usted mismo contrató para manejar las farmacéuticas?
-oh! Ese hombre - suelto acordándome. En realidad ni siquiera recuerdo su cara, solo necesitaba un excelente currículo y un bastardo que no se atreviera a robarme. - que queria? - es extraño que un empleado me llame.
-hubo un problema en la aduana de España, el cargamento está retenido, muchos medicamentos que necesitan un cambio de refrigeración están retenidos, no podemos dejar que se dañen. Son millones los que se perderían y Pedro Galán no está ahí ahora. Fue despedido.
-entiendo - suspiro cansado - llama a Mario Casillas, es el segundo contacto, sabra que hacer, su contacto está en mi directorio personal en mi computador, que lo resuelvan para antes de media noche
-si, señor.
Me alejo enseguida caminando por la amplia sala de estar con vista a mis invernaderos de flores exóticas, me gusta el estilo campestre y natural que tengo dentro de la casa, me relaja y me mantiene concentrado, salgo por el pasillo que va hacia el recibidor y subo las escaleras hasta el siguiente piso. Me voy directo a mi habitación, necesito tomar un baño, relajarme e ir a una fiesta donde no quiero estar por el bien de mi compañía.
De ambas compañías.
A las siete treinta estoy listo, llevo un traje de cuatro piezas en color negro. En vez de corbata llevo pajarita y he peinado un poco mi cabello, cosa que odio enormemente. Al salir de la casa veo a Emmett esperándome junto al auto, es enorme, más alto que yo, el triple de músculos, nunca sonríe frente a la gente, viste siempre de traje y su semblante serio asusta, por eso está conmigo, él destila rudeza y fuerza, intimida a la gente cuando lo necesito, del resto puede ser amigable y buena persona.
-Emmett - saludo serio, él me abre la puerta del auto.
-señor - asiente hacia mi antes de cerrar la puerta. Esa es otra cosa que me agrada de él, no habla demás, es conciso y preciso, pocas palabras y más acción. A menos que le pida que hable. Dentro del auto se encuentra una hermosa rubia vestida de manera elegante, la conozco, lo sé, he follado con ella antes pero por alguna razón no doy con su nombre.
-Edward - musita de manera coqueta mientras me sonríe. Tiene los labios llenos y el escote pronunciado, fácil podría asfixiarme en esas tetas, sonríe con descaro y cruza las piernas mostrándome la abertura de su vestido rojo sangre.
-hermosa - susurro y ella sonríe.
-soy Irina, cariño. Recuérdalo. - asiento acaricio su pierna suave y trabajada. Se nota que hace mucho ejercicio.
-Irina, de acuerdo, no lo olvidaré - miento y dejo que ella juegue con mi libido un poco mientras Emmett conduce.
La mansión Black es un poco digna de admiración, y digo sólo un poco digna porque es sólo una buena imitacion de una fortaleza barroco, es hermosa pero no tiene carácter, saludo a un par de personas aquí y allá mientras camino lento llevando el paso de la rubia a mi lado, es más baja que yo y eso me desespera, odio caminar lento, odio tener que mirar hacia abajo para tener un poco de diversión visual. debo ser más específico con Rosalie a la hora de llamar a una puta de turno.
-señor Cullen, no creí verlo aquí está noche - sonrío falsamente de manera amistosa y estrecho la mano de Billy Black, dejo que los fotógrafos hagan lo suyo mientras hablo con el hombre.
-no pensaba asistir, he estado tan ocupado últimamente, pero necesitaba darme un respiro y que mejor respiro que contribuir a la causa. - él asiente emocionado.
-es un halago, Señor Cullen. No sabe cuánto hemos trabajado para que está fundación de ayuda a las mujeres necesitadas, muchas chicas indefensas que necesitan de apoyo emocional y psicológico. Intentamos darles una segunda oportunidad, incluso mi ahijada es parte de ella.
-eso es admirable, señor Black - sonrío forzadamente intentando no rodar los ojos, yo sé bien que podría hacer con esas mujeres. - que modales los míos - me reprendo y miro a la rubia a mi lado. - Señor Black ella es Irma Denali mi acompañante de esta noche.
-en realidad es Irina - susurra ella sonriendo. Musito un falso "lo siento" mientras ella estrecha su mano con Black.
-es un placer, señorita. - luego me mira - por favor, siéntanse libres de tomar algo, las subastas comenzarán en una hora, las donaciones serán después.
-gracias, señor Black.
Tomo dos copas de champaña y le entrego una a Irina, caminamos por el amplio salón mientras saludo a otras personas. Esto es lo que mas odio, estrechar manos, prometer reuniones que nunca voy a otorgar, hablar de proyectos filantrópicos y ayudar al prójimo. A la mierda el prójimo. Nadie me ayudó a mi, no tengo por qué hacerlo yo.
La hora siguiente pasa volando, gracias al cielo. Irina está algo achispada, hemos bailado un poco y toqueteado un poco más, he bailado también con la duquesa de Harlem y con un hermosa empresaria dispuesta a invertir en mi empresa, si abre las piernas para mí quizás lo considere. Escucho un pequeño golpeteo y dejo de tocar el culo de Irina para mirar a la pequeña tarima al final del salón donde se encuentra Billy Black.
-buenas noches, querido amigos - es su saludo - me alegra que hayan venido esta noche para apoyar a nuestra fundación, estas mujeres no tienen ayuda ni apoyo familiar, han sido maltratadas de una u otra forma y nosotros queremos darles una oportunidad de volver al mundo como mujeres independientes y dispuestas a luchar por ellas y su independencia. Así que está noche empezaremos con algunas subastas para recaudar suficiente dinero para este año y tener suficiente apoyo para ellas.
La gente comienza a aplaudir y un ministro de subastas sube al escenario, explica un poco sobre la metodología y expone que la oferta mínima de cada producto son mil libras. Me sorprendo al notar la generosidad de las personas, empiezan subastado un bolso de la princesa Kate que ha sido comprado por ocho mil libras, le siguieron unos zapatos negros de tacón muy alto y luego un par de vestidos de edición limitada o algo así, también una pintura famosa, un viaje a París y una cirugía plástica.
-bien, eso ha sido increíble - sonríe Billy mientras toma el micrófono. - ahora pasaremos a la última subasta. Estas hermosas señoritas han decidido subastarse por la caridad - algunos jadeos y palabras de asombro se escuchan al rededor - ellas están aquí para subastar una cena, algúnos caballeros aquí presentes serán los afortunados de tener a estas hermosas señoritas para una velada especial.
Los aplausos comienzan de nuevo. Nunca había presenciado algo así, que una mujer británica se dispusiera a hacerlo me asombraba, incluso más si son de la alta sociedad. El ministro vuelve a tomar el control de la subasta y explica que el monto mínimo por señorita son cinco mil libras. Una sube y enseguida la reconozco, es la hija de un senador, es hermosa pero nunca pagaría por ella y menos si puedo meter a una mujer de gratis en mi cama, es decir, pagar por una cena y no asegurar la follada? Es patetico.
Irina será mi follada de esta noche y no creo haber pagado por ella más de dos mil.
-diez mil a la una? A las dos? Vendida al señor Lewis. - los aplausos vuelven y sube la segunda chica. También es hermosa, pero no sé quién es, el ministro la presenta como Samantha Larsson, modelo. Es comprada por veinticinco mil libras, así mismo pasan cuatro chicas más una heredera hotelera, una bailarina clásica, una actriz de teatro y otra modelo hasta que llegan a la última, estoy tan aburrido de esta mierda, necesito ora copa y largarme de aqui. - bien. Ella es la señorita Isabella Swan - levanto la mirada solo para echarle un vistazo a ella y me quedo impresionado, es hermosa, no, no es hermosa, es jodidamente preciosa - tiene veintisiete años, es chef y ama la música clásica.
-mierda - susurro cuando la veo sonreír y sonrojarse un poco, ni siquiera sé cómo es que me gusta. De acuerdo, es hermosa pero no es rubia. Es una hermosa castaña de ojos verdes, su cabello es largo y sedoso, cae por su espalda hasta casi llegar a su culo. Lleva un vestido blanco que la hace ver más hermosa de lo que ya es. Incluso angelical al ver sus mejillas rosas por la vergüenza.
-diez mil libras! - giro la cabeza para ver a un tipo gordo y viejo hacer la primera oferta.
-quince mil - dice otro un poco más joven.
-veinte mil - vuelve a decir el viejo.
-veinticinco mil - veo a otro ofertar, un calvo que debe triplicarle la edad.
-treinta mil - está vez es Jacob Black, el hijo de Billy. Lo veo sonreírle a la chica y ella le sonríe de vuelta. Oh no, amigo. Mala idea. Ella es mucha mujer para ti.
-cincuenta mil - digo alto y con seriedad, escucho jadeos y veo que todos me miran. Incluso el bastardo de Jacob Black me mira queriendo matarme con la mirada.
-sesenta mil - gruñe el viejo gordo.
-setenta mil - esta vez es Black. Miro al calvo que ya se ha sentado. Solo quedamos el viejo gordo, Black y yo en esto. Bien, hagamos callar alguna malditas bocas.
Cien mil libras - gruño y oigo que Irina jadea a mi lado. El viejo gordo se sienta con molestia e Irina se aparta de mi pisando fuerte con sus tacones. Vete a la puta mierda Irina.
-ciento cincuenta mil libras - gruñe Jacob mirándome casi a punto de explotar. Sonrío hacia él con petulancia y luego a la belleza sobre la tarima que me mira con asombro.
-quinientas mil libras - murmuro sin inmutarme y miro a Jacob que resopla con rabia, lo veo mirar a su padre y este niega casi imperceptiblemente. Veo al pequeño muchacho resoplar y sentarse como el buen perro que es. Eso chico, hazle caso a papi.
-vendida al señor Cullen por quinientas mil libras. - los aplausos se escuchan con fuerza y sonrío a la multitud, luego miro a la chica en la tarima y le sonrío como sé que le gusta a las chicas antes de guiñarle el ojo. Ella frunce un poco los labios y se sonroja apartando la mirada. Camino hacia ella sin poder evitarlo y tomo su mano cuando estoy frente a ella para ayudarla a bajar de la pequeña tarima, es baja, mucho más baja que Irina pero es preciosa y cautivadora.
-señorita Swan - susurro besando el dorso de su mano.
-señor Cullen. - sonríe nerviosa, me conoce, claro que me conoce - no cree que ha sido demasiado dinero por una cena? - pregunta con esa dulce y suave voz, acaso he oído alguna voz así antes? No lo creo, estoy cautivado y eso es decir demasiado.
-patrañas, podría gastar millones por usted justo ahora. - ella frunce un poco el ceño, se ve malditamente adorable.
-sabes que eso no incluye mi cuerpo, verdad? - sus palabras son certeras, eso me gusta.
-me ofende, señorita. Claro que lo sé, aún así vale la pena. - mi semblante es serio pero no parece intimidada, no del todo. Tampoco intenta ser seductora y eso la hace incluso más sensual.
-bien. Solo quería que lo supiera.
-y lo sé. Aún así le corroboro que podría gastar millones solo por cenar con usted.
-por que? Ni siquiera me conoce. - comenta restándose algo de importancia. Una mujer puede hacer eso? No creerse perfecta no es algo usual en las que conozco.
-pero vamos a remediarlo. Mañana le parece bien?
-tan pronto? - pregunta asombrada, acarició el dorso de su mano con mi pulgar sin apartar mi vista de sus preciosos ojos.
-no soy un hombre realmente paciente, señorita Swan. Cuando quiero algo lo quiero ya. Y eso incluye la cena con usted. Mañana a las ocho le parece bien?
-no veo ningún inconveniente, pero cree que a su novia le moleste?
-mi novia? - pregunto confundido, ella señala detrás de mí, veo a Irina mirándome con molestia y resoplo antes de volver a ella
-no es mi novia - ella enarca una ceja - ni siquiera es mi amante o algo parecido.
-los titulares de esta tarde decían lo contrario - riñe un poco y enarco una ceja, ella vio las noticias sobre mi, me gusta.
-eso fue unal entendido, una chica que no ha soportado la decepción de no tenerme, todo fue desmentido hace poco. - suelto su mano con reticencia y le muestro ambas manos - No tengo compromiso alguno no espero tenerlo en un largo tiempo.
-es usted un poco arrogante, no cree? - musita con picardía, es sensual, es sexy, es graciosa. Única.
-solo un poco? - pregunto confundido - pensé que era muy arrogante. Debo trabajar en ello - ella ríe más fuerte mientras sus ojos brillan y creo que es el sonido más hermoso que he escuchado jamás. No, estoy seguro de ello, sonrío solo un poco.
-Isabella! - alguien la llama con voz sería. Miro detrás de mí y veo al bastardo de Jacob cruzado de brazos. Isabella frunce los labios y me mira con pena.
-lo siento, debo dejarlo ahora. - beso el dorso de su mano por más tiempo de lo usual y asiento.
-de acuerdo. Mañana pasaré por usted.
-no necesita mi dirección? -pregunta enarcando una ceja. Sonrío y niego.
-ya lo averiguaré, no dejes esperando a Black. - ella asiente sonriéndome y se aleja. La miro marcharse, es como un maldito ángel, su cabello suelto acaricia su espalda semi descubierta, el vestido cae sobre su culo respingón y redondo, es cautivadora, hipnotizante y sexy y me doy cuenta que no sabe que lo es, no se da cuenta como los hombres en el salón la devoran con la mirada, todos quieren un pedazo de ella, incluso el pequeño bastardo de Black pero él tampoco va a tenerla, claro que no, ella va a ser mía. Por un rato.
-Edward - giro la cabeza para ver a una ofuscada Irina mirarme.
-que quieres? - gruño un poco molesto.
-me has dejado en ridiculo, sabes? - enarco una ceja a ella sin entender - has comprado una cena por quinientas mil libras con una mujer teniéndome a mi aquí a tu lado? Eso es bajo hasta para ti. La sujetó fuerte del brazo y la miró fijamente con molestia.
-entiende una cosa, tú, insolente de mierda - siseo bajo apretando con más fuerza, ella jadea haciendo una mueca de dolor, me acerco un poco a su rostro para que nadie se de cuenta de esto - con mi puta vida hago lo que me dé la puta gana. Si quiero follarme a esa chica en medio de este salón contigo a mi lado solo observando, lo haré.
-Me lastimas - susurra nerviosa, la aprieto con más fuerza.
-escuchame bien, Denali. Tu maldito trabajo aquí es verte bonita frente a este montón de hipócritas y abrir las piernas si es lo que quiero, simple y sencillo.
-bien - susurra y la suelto. Ella masajea su brazo y me mira molesta - quiero irme - pide un poco molesta, resoplo y la miro sin evitar molestarme más.
-aun no es hora de irse. Sonríe, bebe una maldita copa y baila con quien quieras, nos vamos cuando yo lo diga. - me acerco a su oído recordando su informe y susurro - que no se te olvide que se dónde está tu pequeña hija. - ella me mira con miedo y baja la mirada - bien. Ahora aleja tu maldita presencia de mi. - se aleja enseguida y la veo entrar al baño de damas, tomo una copa y camino al rededor buscando a la señorita Swan con la mirada, no la encuentro en ninguna parte y eso me molesta
-señor Cullen - miro a Billy Black frente a mi tan sonriente y complacido - quería darle las gracias personalmente por la enorme donación en la subasta.
-cual donación? - pregunto confundido.
-la compra de la cena con la señorita Swan? - enarco un poco ambas cejas y asiento - quinientas mil libras es mucho dinero.
-en realidad no es nada - me encojo de hombros y bebo un trago, ganó esa cantidad en una noche, derrocarlo en esa mujer o sobre ella puede ser divertido - solo es por la causa, no? - él sonríe complacido.
-exactamente. Igual me disculpo por la actitud de mi hijo. Está un poco celoso por la compra. - ríe bajo y niega - pensó que podría obtener la cena.
-es novio de la señorita Swan? - pregunto muy curioso, si lo es, entonces mi trabajo es más díficil, tampoco es que sea complicado meter a una chica con novio en mi cama.
-oh, no. Ya quisiera él que ella lo fuera. La señorita Swan es una muchacha dedicada a su trabajo y a su padre, apenas si se dedica tiempo a ella misma. Trabaja duro para mantener su vida a flote.
-no es una niña rica? - pregunto con asombro, él sonríe con pesar.
-en algún momento su familia fue muy adinerada pero por malas circunstancias se quedaron sin nada, ella es una chica decente y centrada. Vino aquí porque se lo pedí, necesitaba distraerse un rato y salir de su agotadora rutina.
-ya veo. Una mujer admirable - le comento y él asiente.
-exactamente así. Tratela bien en la cena, señor Cullen. Es una muchacha respetable. - frunzo el ceño molesto y lo miro con algo de rabia.
-Que está intentando decir, señor Black. - éxijo saber y él con excesivo abuso palmea mi hombro. Por qué carajos está tocandome?
-usted sabe lo que intento decirle - y sin más se aleja de mi hablando con otras personas en su camino. Aprieto la mandíbula y lo miro con rabia mientras se marcha, quien demonios se cree que es para advertirme de cómo debo tratar a una mujer. Bastardo hijo de puta
Se que me he ganado mi fama de gigoló por tener a una mujer solo dos o tres dias. En realidad me aburro muy rápido de ellas, son tan simples y aburridas, solo me han servido para una cosa y definitivamente no pienso tener a una más de unos días si puedo disfrutar de muchas. Se lo dejo pasar porque es su evento y no quiero problemas, y en cierta forma me intriga esa mujer. Es una chica joven y tímida, tan dulce y hermosa como un ángel y creo que puedo comportarme, por ahora, en la primera cena pero le aseguraré de tener otro encuentro con ella.
