CAPÍTULO 6

RESOLVIENDO UN PROBLEMA

Sus amigos seguían con él. Ninguno se había movido de la casa del Valle Godric. Todos estaban muy sorprendidos, pero fue Ginny la primera en hacer la pregunta para la que todos querían una respuesta.

-¿Qué pasó?

-No lo sé

-Supongo que rebotamos. Yo sentí una sensación extraña, como si cambiase bruscamente de dirección al chocar con un resorte o algo por el estilo.

-Sí... tal vez. Yo también sentí algo raro, pero no pude reconocer qué era- dijo Ron, como respuesta a Hermione. Harry y Ginny admitieron que les pasó lo mismo que a Ron.

-Podemos aparecernos frente a la casa.

-No. Es un vecindario muggle. Podrían vernos.

Nadie sabía qué hacer. No sabían como comunicarse con McGonagall ya que no querían enviar lechuzas. De hecho, aún no sabían como comunicarse con los Weasley. En ese momento Fawkes emitió un leve silbido y comenzó a volar sobre ellos.

-¿Y si vamos con Fawkes? A los fénix no los afectan los encantamientos antiaparición.

-No. Si realmente están estos encantamientos y sienten que nos aparecemos se llevarán un gran susto.

-Entonces estamos en lo mis...

-¡No! Fawkes intenta decirnos algo- aseguró Harry –pero no sé que puede ser.

-Ni yo- dijo Ginny, pero enseguida se retractó –o sí. Tal vez nos este diciendo que vallamos volando. Podemos ir en escobas.

-Yo no tengo- dijo Hermione –y a parte nos verían

-Puedes venir con migo- se apresuró a ofrecer Ron. Hermione se sonrojó. –y me habías dicho que habías aprendido a hacer un encantamiento desilusionador del libro que le regalaste a Harry. Si lo usamos...

-De acuerdo.

-Entonces iremos en escobas. Pongámonos los uniformes, por las dudas.

Todos hicieron caso a la orden de Harry. Nadie necesitaba nombrarlo capitán, director, jefe ni nada por el estilo. No era necesario hablarlo entre ellos, todos veían a Harry como su líder, y los sabían que si hacían una votación, de los cuatro votos, tres serían para Harry.

El viaje duró unas 2 horas. Aterrizaron en un oscuro callejón a unas 5 cuadras de la mansión Black. Se volvieron a hacer visibles, guardaron sus escobas en sus bolsillos y con paso firme, disimulando los nervios, caminaron hasta estar entre el número 11 y 13 de Grimmauld Place. El Cuartel General de la Orden del Fénix se Encuentra en el Número 12 de Grimmauld Place.

Sin embargo, la casa no apareció.

Se miraron nerviosos. Algo andaba mal. Estuvieron intentando hacer aparecer la casa durante un rato pero nada ocurría.

De pronto sintieron pasos. Necesito la varita pensó Harry, y al instante tenía la varita en la mano. Sus compañeros habían hecho lo mismo, y Hermione también tenía una bolsa de polvo de oscuridad. Buena idea, pensó, pero con uno era suficiente. No había pasado ni un segundo cuando se dieron la vuelta a ver quién venía, mientras le apuntaban con la varita. Sin embargo, en seguida la bajaron. A dos metros se hallaba la profesora McGonagall, que también bajó la varita al reconocerlos.

Para su sorpresa, al saludarla esta los abrazó.

-Supongo que no encontraban la casa. Albus se sentía débil, y decía que podría morir en cualquier momento, por lo que cuando él salía, yo pasaba a ser el guardián secreto de la casa... así que les tendré que decir algo que ya saben- sonrió y se le escapó una lágrima – El cuartel general de la Orden del Fénix se encuentra en el número 12 de Grimmauld Place.

Pensaron en las últimas palabras de la profesora y esta vez la casa sí apareció, desplazando a las casas número 11 y 13, mucho más bonitas que la "Noble y Ancestral Casa de los Black." Seguía tan lúgubre y tenebrosa como la última vez.

La profesora abrió la puerta y entraron tras ella.

A los pocos segundos Remus Lupin se asomaba al vestíbulo a ver quién había llegado.

-Hola Miner... ¡CHICOS¿Qué...¿Cómo están¿Qué hacen aquí?

-Estamos bien, no te preocupes.

Los cuatro lo saludaron y se abrazaron.

-Vinimos a hacer algo muy importante... a continuar el trabajo de Dumbledore.

-Nunca nos dirán en qué consiste¿verdad?

-No, no lo haremos. Dumbledore no quería que se entere mucha gente, y la Orden consta de mucha gente.

Remus les sonrió y los invitó a pasar.

-Si necesitan algo solo díganlo

-Si... profesora... si no le importa, luego nos gustaría hacerle unas preguntas. ¿Hasta cuando se quedará?

-Supongo que hasta la cena. En dos horas hay una reunión que durará por lo menos 3 o 4 horas.- meditó un rato sus siguientes palabras y luego continuó hablando –Si quieren pueden participar. Luego cenaré aquí.

-Bueno, muchas gracias. Nosotros iremos a hacer nuestro trabajo y luego si nos da el tiempo tal vez vallamos a la reunión. Y si no les molesta nos quedaremos a cenar. ¿Están de acuerdo chicos?

-Claro- contestó Ginny. Hermione y Ron la apoyaron.

Dividieron la casa en cuatro. Ginny, Ron y Hermione se fueron a buscar mientras Harry, antes, iba a mirar el árbol genealógico. Debía comprobar las iniciales de Regulus Black.

Corrió hasta la habitación en que estaba el árbol, pero una vez allí demoró en entrar. Se acerco al árbol, con paso lento pero firme. Estaba nervioso. Ese momento podía ser decisivo.

Leyó los nombres de Orion y Walburga unidos por una línea doble de la que salía otra que luego se dividía en dos. Había un nombre que parecía quemado con un cigarrillo, donde anteriormente se podía leer "Sirius Black." A la derecha, se leía el nombre Regulus Arcturus.

Un grito triunfante se oyó en toda la casa. Harry fue corriendo a darles la noticia a sus amigos y preguntarles si habían encontrado algo, pero no.

Luego de una hora y media, ya habían registrado toda la casa pero nada. Incluso habían intentado detectar la magia del horocrux para ir hacia él, pero nada. Tampoco estaba en la habitación de Kreacher, ni lo habían conseguido con un encantamiento convocador. Decidieron que le preguntarían a McGonagall y a Lupin antes de la reunión (a la que decidieron quedarse,) y que luego de esta tendrían su "entrevista" con McGonagall.

-No se nada. ¿tú Minerva?

-Tampoco

-¿Porqué era tan importante ese medallón?

-Es necesario para vencer a Voldemort. Sin él, todo está perdido.

-Tal vez se lo llevó Snape, para que no lo pudiéramos usar.

-No. Snape no sabía del medallón. O al menos eso creo, pero tengo una ligera idea de quién se lo pudo haber llevado.- dijo Harry

-¿Quién?

-Era obvio que el objeto era muy valioso. Y pienso que fue Fletcher.

-¿Mundungus?

-Sí. Hoy hablaré con él. ¿Vendrá?

-Sí. Seremos solo nosotros dos y los encargados de conseguir información. En resumen, Mundungus y los aurors. Ahora contamos con bastantes de ellos. Tal vez casi la mitad del cuartel general de aurors, me atrevería a decir.

-Valla- soltó Ron –muchos.

Al poco rato comenzaron a llegar los participantes de la reunión, quienes saludaron con mucha efusividad a los chicos (exceptuando a Mundungus que había eludido a Harry olímpicamente.)

En la reunión no se dijo mucha cosa. Todos los mortífagos (exceptuando a Malfoy) habían sido liberados, no se tenía idea del paradero de su hijo ni de Snape y mencionaron un par de posibles ataques en las siguientes semanas (a los que decidieron ir.) No se hablo de ninguna otra cosa que a los chicos les interesase, sin embargo, la reunión se prolongó bastante.

Todos se quedarían a cenar, pero nuevamente Fletcher era la excepción. A pesar de todo, Harry lo alcanzó antes de que se fuese.

-Oye Dung...- decidió que lo mejor sería ser amable –mira, no te voy a reprochar nada, pero te voy a pedir un favor.

-Dime...- su voz sonaba temblorosa.

-Cuando te llevaste algunos artículos de esta casa para vender- los nervios del pelirrojo aumentaron –de casualidad¿te habrás llevado un medallón de oro?

-¿Es importante decirlo?

-Si, muy

-Está bien, sí, lo hice

-¿A quién se lo vendiste?

-Lo siento, pero mi trabajo se basa en la confidencialidad y...

-Es necesario para vencer a Voldemort.

-¿Pretendes que me lo crea?

-Es cierto

-Sí te lo dijese dejarían de confiar en mí y no me comprarían nada. Es parte del negocio.

-Entonces hagamos negocios. ¿Cuánto te dieron por él?

-¿Qué?

-¿Cuánto te dieron por él?

-50.000 galeones.

-Te ofrezco 100.000 galeones por la información.

-Está bien, está bien. Quédate con tu dinero. Se lo vendí a Borgin, el propietario de Borgin y Burkes.

-Gracias Dung, de verdad que era una información importante

La cena fue muy amena, charlaron de todo un poco y, aunque Lupin no cocinaba como la Señora Weasley, se le daba bastante bien. Los miembros de la orden le preguntaron a los chicos por sus ropas blancas y la inscripción O.D. en la capa.

-Los mortífagos- comenzó Hermione con lo que sería un largo monólogo -se visten de negro. Nosotros somos todo lo contrario a ellos. Tanto los sombreros como las capas y los guantes son de la tienda de los gemelos Weasley, los que usan los aurors. Les cambié el color y uní las capas con los sombreros, de forma que parecen una capucha. Las siglas O.D. significan Orden de Dumbledore, que es como queremos hacernos llamar. Después de todo, tal como dijo Scrimgeour , Harry es el hombre por y para Dumbledore.- todos sonrieron –Y finalmente las túnicas están encantadas de forma que se puede guardar cualquier cosa en los bolsillos sin que peso u ocupe lugar, y te lo da cuando lo necesites. A parte, como decía, no se puede sacar nada con la mano, ni con el deseo de alguien que no sea el dueño de la túnica, y tampoco funcionan los hechizos convocadores.

-Valla. Es magia muy avanzada. Y muy útil. Estoy seguro que al ministerio le encantaría comprar unas cuantas de esas túnicas- dijo Kingsley Shaklebolt, viendo como Hermione se sonrojaba

-Y también a la Orden. ¿Están dispuestos a hacernos unas... 50 túnicas?

-Claro. Sería un honor.

-¿Cuanto cobrarías?

-Oh, no se preocupe profesora, lo hago como una donación, pero probablemente me demore por lo menos un mes.

-Claro, no te preocupes. Y muchas gracias.

-En cuanto a lo del ministerio¿te importaría que se lo comunique a mi superior a ver si le interesa?

-No, claro que no. Pero no le des nuestro nombre. Dile que sabes de alguien que podría hacerlo. Y creo que al ministerio si le cobraré.

-Claro, claro. Nos serán muy útiles- esta vez era Tonks quién hablaba.

Quedaron en que el día 31 de octubre se reunirían en el cuartel de la Orden del Fénix para celebrar Halloween y que allí les darían las túnicas para encantarlas.

Antes de irse, Harry le pidió a Lupin para hablar un momento a solas. Le dijo que le gustaría saber como enterarse de los ataques en el momento, para poder acudir, y Lupin le dijo que él le avisaría, de la misma forma que se comunican los miembros de la Orden, con un patronus. Luego le enseñó como comunicarse de esta forma. No hacía falta más que convocar al patronus pensando en un mensaje para una determinada persona y en cuestión de segundos esta recibiría el mensaje.

-Fue un grandioso invento de Dumbledore. Tiene grandes ventajas, no puede ser interceptado y tampoco se puede enviar una nota falsa. Cada patronus es único y por lo tanto siempre sabes quién te lo envió.

Por otro lado, Ron y Ginny le habían pedido a Lupin para dejarle un mensaje a su madre diciéndole que estaban bien y que no se preocupen.

Cuando llegaron, Harry se dispuso a regañar a Hermione por haber aceptado un trabajo que le llevaría tanto tiempo con todas las cosas que tenían que hacer.

-Tranquilo Harry, dije que me llevaría 1 mes y medio porque no pienso dedicarle más que unos minutos por día. Hacer nuestras cuatro túnicas, sin contar el tiempo de investigación, me llevó apenas 10 minutos. Imagina cuando le empiece a agarrar la mano. Creo que podría hacerlas en un solo día si me dedicase enteramente a ello.

Harry sonrió, más tranquilo.

-Entonces tal vez sea mejor que nos enseñes a nosotros y, en medio día, las tendremos listas. Y luego para las del ministerio, hacemos lo mismo.- dijo Ron.

-Bien, ahora que estamos de acuerdo, que tal si nos vamos a dormir.

-No, esperen. Quiero decirles algo.

Harry les contó lo que le había dicho Lupin y les enseñó a comunicarse con el patronus. Luego, ya muy cansados, se fueron a dormir. Todos menos Harry, que se quedó a intentar descifrar la carta de Dumbledore. Había tenido una idea. Tal vez, solo tal vez, los espacios no significaban palabras. Podían significar letras. Y Harry supuso que, en las primeras líneas, estaría su nombre, y en las últimas el de Dumbledore. Después de todo, cuando uno escribe una carta, habitualmente escribe el nombre del destinatario en las primeras líneas, y el del remitente en las últimas.

Pero tuvo un problema. No encontraba la carta, no estaba por ningún lado. Había buscado en toda la casa. Debajo de los sillones, en su baúl, en su cuarto, no había dejado ningún rincón de la casa sin recorrer, pero la carta no aparecía. No. No podía haberla perdido. No podía haber sido tan idiota como para perderla. Inclusive probó con un hechizo convocador, pero no funcionó. Finalmente, se fue a dormir, aún enojado consigo mismo. Luego continuaría con la búsqueda

Hasta aca el cap...

jajaja... ¿se esperaban q iba a haber accion¿q iban a aparecer en la guardia de voldemort o algo x el estilo? Xq xa q se eenfrenten todavia faltan unos cuantos caps (excepto q se me ocurra uno estilo el primer capitulo)

y en relación a la carta... sigan las pistas (las ideas de harry) tal vez lleguen a algo

De nuevo gracias x los rr, sigan leyendo (y enviando rr)

En relacion a lo de RAB, Rowling ya lo confirmo, dijo q RAB era Regulus

lo de los capitulos, intento hacerlos largos, xo cuesta! de todas formas, no van a ser de menos de 3 carillas de word

y actualizare siempre q pueda!

SAra: tengo pendiente leer tu ff, a penas pueda lo leo (y te digo q me parece)