Nota: este capítulo contiene escenas de sexo así que ajá... Ustedes saben el resto.
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"Solo aquellos que arriesgan a ir demasiado lejos pueden encontrar lo lejos que pueden llegar"
T.S. Eliot.
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SEDUCCIÓN.
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Miro al rededor buscando algo más que haga esto sencillo para ella, necesito que esté relajada, tranquila y que no piense en ningún momento que ha vuelto a tener dicisiete o que voy a aprovecharme de ella, también me mentalizo en que debo ir lento, nada de apretar, nada de forzar, mucho menos apurar, solo frases dulces, besos lentos y hacer el amor, las frases sucias también quedan fuera de esto, va a ser díficil porque he pasado toda mi vida follando mujeres, jodiendo con ellas como quiero y desechandolas, esto ya tiene que quedar atrás y estoy dispuesto a poner todo de mi parte para que ella disfrute de este momento, no es lo mío y quizás no acabe pero este momento es para ella. Miro la bañera ya llena y le coloco sales de baño con olor a fresa.
Música suave y romántica? Sonando.
Flores decorando el baño? Listo.
Pétalos de rosa en el agua? Flotando.
Velas aromáticas? Encendidas.
Quero hacer de este momento algo completamente perfecto e inolvidable para mi hermosa chica. Salgo del baño sintiéndome algo nervioso, creo que este momento me asusta más que a ella, voy al salón y la encuentro sentada en el sofá, justo donde la dejé bebiendo una copa de vino para que se relajara un poco, trago grueso y camino hacia ella, se ve un poco relajada pero puedo notar que está nerviosa y pensativa.
-cariño - llamo y salta un poco al escucharme, me mira y sonríe de manera tensa - el baño está listo - susurro y con un profundo suspiro se acaba el resto de su copa de un trago para luego ponerse de pie, tomo sus manos sintiendolas frías y húmedas, está sudando y sus hombros están tensos. - amor, si no quieres hacerlo, solo dímelo. Puedes darte un baño tu sola, relajarte y luego nos vamos a la fiesta, sin presión.
-no - niega decidida - estoy nerviosa, es normal pero te deseo y quiero que esto ocurra, quiero intentarlo - sonrío apenas y asiento. Beso sus labios castamente y tomando dos copas y la botella de vino la guio a la habitación. Me detengo antes de entrar al baño y la miro.
-iremos lento, te tomarás tu tiempo y si te sientes lista, lo haremos. Bien? - asiente más tranquila y entramos a la habitacion tenuemente alumbrada, ella se queda en la puerta admirando todo mientras sirvo dos copas y las coloco en el borde del jacuzzi.
-esto es hermoso - susurra y la veo sonriente y relajada, me acerco y pongo mis manos en sus hombros. Ella me mira con los ojitos brillantes - hiciste todo esto por mi? - pregunta y beso sus labios
-estoy dispuesto a hacer lo que sea por ti, preciosa - ella suelta el aire y está vez es ella la que toma la iniciativa y me besa, es un beso lento pero profundo, su lengua juega con la mía y siento esas irrefutables ganas de alzarla y pegarla a la puerta y cogerla con fuerza mientras grita mi nombre. Controlate. Ese es mi nuevo mantra, acaricio sus costados y lentamente le voy sacando el vestido, suelto el aire cuando la veo con ese pequeño conjunto de encaje rosa, como puede verse tan dulce y sexy a la vez? - joder, nena eres tan hermosa - susurro con la voz ronca, estoy tan duro por ella. Me mira con las mejillas y el cuello ruborizado.
-tienes mucha ropa - susurra y sonrío ladinamente.
-quieres hacerlo por mi? - pregunto de manera coqueta, muerde su labio inferior y baja la mirada. - solo debes decir las palabras y nos detendremos - repito acariciando sus brazos. Niega sin mirarme - lo hago yo? - asiente y está vez sí me mira. Suelto uno a uno, lentamente los botones de mi camisa blanca bajo la atenta mirada de mi chica, estoy tan jodidamente excitado y listo para tenerla pero no quiero apresurar nada, solo quiero que se tome su tiempo. Me saco la camisa y sonríe satisfecha para luego llevar sus manos a mis brazos
-me gustan tus tatuajes - musita mirándolos detenidamente
-puedes observa y tocar todo lo que quieras, cielo - contesto y me quito los zapatos y los calcetines, ella hace lo mismo, se saca los tacones blancos y mira hacia abajo, directamente a mi pantalón. - lo hago yo?
-no. Quiero hacerlo - suelto el aire y la veo quitarme el cinturón lentamente, sus dedos rozan con mi vientre y me tenso al sentir sus dedos suaves, al quitarlo busca el botón de mi pantalón y sin despegar su vista de esa parte de mi anatomía, suelta el botón y baja el cierre
-carajo - susurro bajo al sentir sus dedos rozar con mi erección. Aparta las manos enseguida y me mira temerosa.
-hice algo malo? - pregunta asustada y me reprendo por eso.
-no, cariño - contesto con el cuello tenso y trago sintiéndome demasiado excitado - es solo que me tienes sufriendo aquí. - mira mi erección sobre el boxer y se muerde el labio, jadeo cuando se acuclilla y me saca el pantalón. Mi maldita fantasía, ella haciéndome una mamada. No puedo ir ahora por ese rumbo, voy a traumatizarla. Saco mis pies del pantalón y la ayudo a ponerse de pie.
-eres tan apuesto - susurra frunciendo el ceño, sus dedos acarician mi pecho, mi abdomen y llegan hasta la cinturilla de mis boxer pero no se atreve a más. - podrías tener a cualquiera - musita tan bajo que apenas la escucho, levanto su barbilla mirándola con seriedad.
-solo te quiero a ti. - beso sus labios y la acerco a mi cuerpo para que sienta mi calor, quiero que se sienta familiarizada con nuestras pieles desnudas, que le guste, que me busque por instinto. Jadea cuando beso bajo su oreja y la hago sentir mi deseo por ella, gime y vuelvo a su boca, quiero todo de ella, incluso sus gemidos. - quieres entrar asi al agua o desnudos? - respira de manera agitada, se ve tan solo un poco nerviosa pero hay deseo en sus ojos y creo que eso es lo que la insita a llevar sus manos a su brasier y sacarlo de su cuerpo. Aprieto la mandíbula al ver sus tetas medianas, redondas, tan apetecibles con pezones rosados. La boca se me hace agua por querer probarlos pero me contengo. Controlate.
-quitatelo - pide en un suave susurro señalando mi boxer, la veo quitarse la pequeña braguita de encaje y mi erección golpea la tela con fuerza, joder que la deseo tanto, haciéndole caso me quito la última prenda y dejo que me observe a conciencia, sus ojitos están oscuros y llenos de deseo mientras mira mi polla lista, dura y erguida por ella, le doy la mano y la ayudo a entrar al agua tibia.
-te gusta así? - pregunto cuando ya está sentada adentro. Asiente y entro junto a ella, cada uno en una esquina, está nerviosa pero espero a que ella se decida y haga el primer movimiento. Tomo la copa de vino y le doy un sorbo, ella no la toca, solo la mira y vuelve a mi.
-necesito tu ayuda, no puedo hacer esto sola - dice algo frustrada. Sonrío para aligerar su humor un poco
-tu solo dime lo que quieres y lo haré por ti - digo tan relajado como puedo, aunque no lo esté ni un poco.
-no lo sé… Yo… estoy nerviosa.
-ya sabes que si es mucho solo debes decirme que pare.
-lo sé! - exclama frustada - no tienes que repetirlo, me pone aún más nerviosa.
-lo siento. - ella baja la mirada y se tensa, la estoy perdiendo, no es la forma correcta. Suelto el aire y tomo su mano, enseguida me mira - ven aquí - ordeno en voz baja y me mira nerviosa
-ya? - río un poco y niego.
-solo quiero abrazarte. Ven, familiarizarte con mi cuerpo y déjame darte un baño - asiente y la guio hacia mi. Le doy la vuelta para que su espalda se recueste en mi pecho pero no tan pegada para que no sienta mi erección a menos que ella quiera.
Tomo la esponja con jabón y comienzo a bañarla, suaves pasadas por sus hombros y su cuello, me tomo mi tiempo, paso a sus brazos y luego a su espalda, cuando termino ahí está lo bastante relajada para recostar su cabeza en mi pecho y siento el inicio de su lindo trasero rozar mi polla dura pero no se aparta ni se asusta. Con un poco más de valor me voy al frente, con la esposa acaricio su pecho y bajo en medio de sus lindas tetas, masajeo su estómago con la misma esponja y luego sus piernas o solo sus muslos a donde alcanzo, mi chica está tan relajada que su respiración es más lenta, su cabeza está en mi pecho y sus manos acarician mis muslos haciéndome desear más de su toque
-te gusta? - susurro y asiente lentamente, suelto la esponja la cual flota en el agua, espero que la mire y llevo una de mis manos al jabón. Tomo un poco del dispensador y vuelvo a su pecho, esta vez con mi mano, su respiración se agita por excitación pero no deja de acariciarme los muslos.
Llevo ambas manos a sus tetas, suelta un jadeo suave pero me deja hacer, masajeo lento y con mis dedos juego con sus pezones, se remueve un poco inquieta y la siento rozar mi polla, aprieto la mandíbula para mantenerme calmado, esto es por ella, este momento es solo para ella, sigo jugando con sus pezones que ahora están duros, gime un poco más alto y sin contenerme la tomo de la barbilla, la hago girar su cabeza y tomo su boca contra la mía mientras mis masajes se vuelven más intensos.
Gime aún más fuerte pero no me detengo, sus manos aprietan fuerte mis piernas, le gusta, se siente excitada y quiere liberarse así que sintiéndome más valiente y tentando un poco más bajo una mano hacia su centro, la muevo lento para que sepa a donde voy pero ella está perdida entre el beso y las sensaciones. Acaricio sus labios antes de buscar su pequeño clitoris, deja mi boca y jadea ansiosa, sus ojos son dos pozos oscuros de deseo y lujuria, ella lo quiere, lo necesita, masajeo su clitoris sin soltar su pezón y la miro a los ojos.
-quieres acabar, no es así? - susurro con los dientes apretados, ella asiente jadeando - déjame ayudarte pero no dejes de mirarme, solo mírame, de acuerdo? - asiente de nuevo, muevo mis dedos con un poco más de fuerza en su clitoris y jadea ansiosa.
-Edward - gime alto moviendo sus caderas, se ve tan hermosa, tan ansiosa, tan etérea mientras busca liberarse, se roza con mi erección y gruño moviendo con más rapidez mis dedos - oh, dios, dios, dios. Edward - grita y la siento liberarse, llevo dos dedos dentro de ella prolongando su orgasmo y siento como me aprieta.
-oh, joder nena, te vez tan preciosa - tiembla mientras se sigue corriendo y los últimos espasmos la dejan respirar un poco mejor, ha cerrado los ojos un segundo pero me mira de nuevo y sonríe lánguidamente - estás bien? Te sientes bien? - pregunto algo nervioso y preocupado.
-estoy mejor que bien - contesta con excesiva relajación.
-eso me gusta. - sonríe y se mueve para quedar de frente a mi sin separarse, está de rodillas entre mis piernas
-ahora me toca bañarte - dice más animada, no veo rastro de nervios o miedo, así que sonrío y subo los brazos a la orilla del jacuzzi.
-soy todo tuyo, amor. - toma la misma esponja y le coloca jabón del dispensador. La pasa por mi pecho, mi cuello, hombros y brazos, masajea suavemente y la dejo hacer sin dejar de sonreír y mirar sus ojos. Mi sonrisa flaquea cuando baja de mi pecho a mis estómago y luego a mi vientre, esta vez a soltado la esponja y me acaricia con sus manos, mi respiración se agita cuando, accidentalmente, sus manos rozan mi erección, abre los ojos con asombro y suelto un gemido bajo sin contenerme, se muerde el labio y lo vuelve a hacer, esta vez de manera intencional. - carajo, nena. - gruño y muevo las caderas por inercia.
-yo te hago hacer eso? - pregunta emocionada, enarco una ceja hacia ella y gruño cuando toma mi polla entre una de sus manos.
-lo dudas? Estoy a punto de explotar - sonríe y comienza a masturbarme lentamente, cierro los ojos y dejo caer mi cabeza hacia atrás. Mierda, esto es una jodida broma? Estoy tan excitado y ansioso que solo quiero acabar ya, podría comprarle el maldito mundo solo para que deje de torturarme. - joder, nena. Me tienes al borde - gimo y entonces me suelta, gruño frustrado pero me asombro al mirarla de nuevo y verla colocarse a horcajadas sobre mi. - estás segura, amor? - pregunto acariciando sus costados.
-has sido tan paciente, tan bueno, que no necesito esperar más, solo… solo quiero sentirte dentro de mi. - sin esperar a que cambie de idea la levanto un poco y la ubico sobre mi erección.
-solo dime si voy muy rápido, bien? - asiente sonriéndome. Poco a poco fijo mi polla dentro de ella, lento, con cuidado, con calma, gime un poco cuando voy a la mitad. Joder, es tan estrecha, aprieto los dientes para no correrme al sentir su calor, gime bajo y se sujeta a mis hombros mientras baja un poco más y cuando por fin la tengo completamente dentro de ella suelto el aire y dejo mi frente caer sobre su pecho - te duele?
-no - jadea e intenta moverse, la sujeto con fuerza impidiendoselo. - Edward - gime queriendo moverse pero niego y beso uno de sus senos.
-espera un poco, déjame calmarme o voy a correrme si te mueves - me estremezco cuando muerde suavemente mi oreja y busco su pezón con mi boca en venganza, gime y me hace mirarla - dame un segundo. - pido casi rogándole
-solo hazlo, creo que si te corres puedes seguir excitado o no? - pregunta con picardía y enarco una ceja. Acaso eso fue un reto? Sin decir nada la suelto y ella comienza a moverse lento, muy lento, hacia arriba y hacia abajo, creo que lo tengo, que me contengo pero ella gime y enseguida lo pierdo, la sujeto con fuerza por las caderas y me corro gruñendo su nombre, suelto el aire afuscado por lo que acaba de hacerme pero sigue moviéndose y mi erección sigue ahí, dentro de ella, viva, palpitante y con más ganas.
-oh, nena - hace círculos sobre mi y creo que estoy perdido, la tomo de las caderas y la hago moverse más rápido, gime alto, sus tetas rebotan en mi cara y aprieta mis hombros, esto es la maldita gloria. - vamos, nena. Quiero que te corras de nuevo - pido ansioso llevando una mano a su clitoris.
-oh, Edward! - grita y se mueve más rápido por sí misma - Edward amor… voy a… mierda! - grita y se corre apretándome con fuerza, su centro se vuelve más caliente, más húmedo, más apretado y no lo resisto.
-joder, nena. - gruño y me corro de nuevo. Jadeando se deja caer en mi pecho y la abrazo para luego besar su cabello. - te ha gustado? - pregunto aún sabiendo la respuesta, solo quiero saber lo que piensa, suspira y asiente para luego mirarme.
-fue increíble - susurra feliz, besa mis labios y acaricia mi pecho - y tu eres perfecto. Te quiero, Edward.
-y yo te quiero a ti, mi amor. - vuelve a recostarse en mi pecho y la abrazo dejándola descansar, la muevo un poco para salir de ella y enseguida me siento frío, quiero estar dentro de ella de nuevo, miro la hora en el reloj de pared y veo que son las siete treinta. Joder, la fiesta de Garrett. - amor - llamo y apenas hace un ruidito con la garganta, está tan a gusto como yo pero debemos salir - nos vamos en una hora a la fiesta - se aparta de mi y mira el reloj.
-mierda la fiesta - gruñe y sale del agua corriendo, me río al verla tomar una toalla y secarse con rapidez, luego me mira con rabia - te ríes de mí, Cullen?
-jamas lo haría, amor - río y ella me lanza la toalla gruñendo.
-tu estás listo en diez minutos, yo no. Déjame en paz - la miro salir del baño completamente desnuda y suspiro.
-valió toda la maldita pena esperar.
A las ocho treinta abro la puerta para ver a Emmett ahí, el resto de los chicos están en el pasillo, lo hago pasar y cierro la puerta para luego irme al bar y tomar un sorbo del brandy que he dejado ahi, Emmett me mira confundido y yo solo me encojo de hombros.
-Isabella aún no está lista - mi respuesta lo deja perplejo, porque él sabe que no soy del tipo de hombre que espera, si digo a un hora, espero que sean puntuales, ni un segundo menos, pero con mi hermosa chica puedo hacer una excepción.
Estoy malditamente feliz y puedo esperarla por horas si es necesario, da igual.
-se siente bien, señor? - pregunta Emmett y lo miro sin entender. - es que… usted no espera y está feliz… sonriendo - se ve confundido y desconfiado.
-Emmett. Estoy listo hace más de media hora, Isabella me ha corrido de la habitación, vamos retrasados a la fiesta y créeme que podría importarme poco. Esa mujer que está ahí - señalo la puerta de la habitación - es mi perdición y estoy jodidamente feliz por eso. - él no dice nada, debe pensar que estoy enloqueciendo, quizás es así pero no me importa. Me tomo el resto del brandy y espero.
-Edward - dejo de observar por la ventana para ver a mi hermosa chica salir de la habitación, lleva un precioso vestido beige que se adhiere a su hermosa figura, se ata a su cuello y tiene la espalda descubierta, le llega a los pies y tiene una abertura en la pierna hasta el muslo, lleva también unos tacones negros y unas pulseras y anillos con detalles en negro, su cabello a medias recogido cae por su espalda con lindos rizos y el maquillaje ligero con un labial suave hace que quiera saltar sobre ella - como me veo? - pregunta nerviosa
-exqusita, nena.- me acerco para besarla pero no me deja - y ahora? - pregunto levemente molesto.
-no arruinaras mi maquillaje antes de salir de aquí - pelea y sonrío.
-al volver entonces - sus mejillas se ruboriza y luego observa a Emmett
-hola, Emmett. Te vez bien - dice tranquilamente. Este asiente aceptando el cumplido.
-usted se ve hermosa, señorita.
-gracias
-nena - llamo acaparando su atención, quiero todo de ella - tengo un regalo para ti - busco en el bolsillo de mi saco y le entrego la pequeña cajita.
-Edward - me riñe un poco pero aún así la abre, jadea y me mira con asombro - no puedo aceptar esto! Es demasiado.
-nada es demasiado para mi chica - saco la gargantilla de oro blanco y diamantes y se la coloco, ella acaricia la delicada pieza y sonríe.
-gracias - susurra y beso su mano.
-de nada, amor. - miro la hora en mi reloj de pulsera y resoplo. Ocho y cincuenta. - vamos tarde, hay que apurarnos. - Emmett nos abre la puerta y salimos, hace años que no veo a Garrett así que espero pasarla bien hoy, no quiero que la felicidad por lo que pasó en el baño se esfume.
La fiesta de cumpleaños de Garrett se celebra en su excéntrica y apabullante mansión, es una fortaleza enorme con jardines donde se te pierde la mirada, bosques hermosos y más de cien habitaciones solo para invitados, es todo lo que un excéntrico millonario amaría y él es uno de esos, lo conocí siendo estudiante en la universidad, papi Garrett Senior lo envío a Londres a estudiar como castigo por ser tan caprichoso. Algo ridículo quiero acotar, solo le dio vacaciones pagadas.
Garrett Junior es el herededo de la fábrica de vinos más grande de Europa, fundada por su tatara abuelo hace más de cien años y manejada por su padre hasta hace cinco, Garrett se ha vuelto más extrovertido, creído y molesto al llegar al poder de la compañía, no ha sabido que hacer con tanto dinero, por lo menos es bueno en los negocios, de lo contrario todos sus ante pasados estarían revolcándose en sus tumbas, incluido Garrett Senior. Como adición a sus negocios para ganar aún más dinero, mi buen amigo Garrett es uno de los mejores traficantes de Marihuana.
El auto se detiene frente a la enorme y opulenta mansión de estilo victoriana, se oye la música incluso desde afuera, hay seguridad por todos lados y periodistas en la entrada, somos los últimos en llegar así que espero a mi equipo de seguridad para que nos guíe dentro sin que la prensa nos salte encima, cuando todos están afuera Emmett nos abre la puerta, miro a mi hermosa chica y le tiendo la mano.
-lista? - suspira y asiente
-lista - beso su mano de nuevo y salgo del auto, la ayudo a salir y la prensa corre a nosotros al verme. Todo mi equipo los mantiene alejados mientras Emmett nos dicta el paso. Más preguntas se oyen, especulaciones sobre nosotros, sobre Isabella, odio que piensen mal de ella y probablemente lo seguirán haciendo pero puedo callarlos, ella es mi chica y será la unica. Cuando por fin estamos adentro ella sonríe más tranquila.
-lo siento por eso, amor - susurro y ella le resta importancia
-está bien. Ya no importa, te quiero y me quieres, es lo único que importa - dejo un susurro de beso en sus labios para no dañar su maquillaje y sujetándose a mi brazo la guio por el lugar.
Emmett y mi equipo se quedan afuera, los agentes de seguridad solo se quedan en las diferentes puertas de la casa, ellos saben qué hacer y confío lo suficiente en Garrett para no dejar entrar a Emmett. La mansión es enorme, techos exageradamente altos, pasillos de balcones adentro, paredes blancas y doradas, elegantes adornos de oro y bronce, pinturas renacentistas y bustos de mármol de toda su familia, el lugar está lleno, hay decoraciones con globos dorados y telas negras, un DJ en lo alto de uno de los balcones y también música en vivo, mesas al rededor y camareros repartiendo Champaña, es todo un evento.
-vamos a buscar al cumpleañero - le susurro a mi chica al oído y asiente - caminamos al rededor y saludo a un par de conocidos, uno que otro empresario y viejos conocidos de universidad, presento a Isabella como mi novia y sigo adelante. Estoy rindiendome de buscar pero lo veo rodeado de un grupo de mujeres. - vamos, amor - la guio entre los grupos de gente bailando hasta que llegamos a él - hey viejo. Deberías de dejar que las jovencitas busquen chicos de su edad - bromeo y resopla antes de girarse y verme.
-pero si es el gran Edward Cullen. - grita y ríe - dame un abrazo bastardo aburrido. - suelto a Bella y lo abrazo palmeando su espalda.
-feliz cumpleaños, amigo. - lo felicito y me separo para volver con mi hermosa chica. - Garrett, te presento a mi novia. - digo con orgullo y él la mira, la amplia sonrisa que tenía ha desaparecido en cambio a pone lívido al verla
-Bella Swan - susurra muy bajo, todo rastro de humor se ha ido y solo veo confusión y sorpresa. Miro a Isabella que está apenas sonriendo de manera tensa.
-Hola, Garrett. - musita pegándose a mi, se conocen? La mirada de él es extraña y Bella intenta no mirarlo. Claro que se conocen. Eso no me gusta
-de donde se conocen? - pregunto serio, por qué este bastardo conoce a mi chica? Garrett me mira y sonríe un poco tenso para no ver de nuevo a Isabella.
-la conocí aquí en París - dice él sin mirarla - ella había entrado a Le Cordón Bleu, no?
-si, así es. Tenía diecisiete - dice mi Bella sin mirarlo. Algo no me convence entre ellos así que miro a Garrett.
-y después? - pregunto ansioso, él se encoge de hombros despreocupado pero no me mira.
-Me rechazó, yo no fui suficiente para la señorita - gruñe y me doy cuenta que aún le duele el rechazo, Garrett nunca ha sabido lidiar con eso y es explosivo.
-si, y casi me golpea por eso, no entendía que no, era no. - esta vez es mi Bella la que habla y murmura molesta. Estoy confundido y abrumado. Ellos se conocían de hace mucho?
-tenias veinticinco, Garrett. Ella solo era una adolescente - le digo un poco serio, el resopla ignorando ese hecho.
-da igual, tienes mi misma edad y estás saliendo con ella
-es diferente, ya es mayor de edad. - él bufa.
-es lo mismo de diecisiete a veinticinco que de veintisiete a treinta y cinco. - luego mira a Isabella - no te habían secuestrado entonces? - la siento tensarse a mi lado. Mierda, las filosas palabras de Garrett siempre han sido un jodido problema, ya recuerdo por qué tenía años sin verlo.
-Garrett, basta - ordeno molesto - no está bien decir eso. - él simplemente me ignora y sonríe mirándola.
-pensé que habías muerto - susurra y aprieto los puños cuando veo todo rojo, acaso él dijo eso? Bella me sujeta fuerte cuando quiero matarlo a golpes, la miro y sonríe con petulancia.
-si, Gatti - dice con su voz suave y dulce, casi letal, creo que asusta un poco - estuve secuestrada por dos largos años, me torturaron de las peores formas pero aquí estoy, libre y feliz junto a Edward - la mandíbula de Garrett se apreta con fuerza pero atina a sonreír falsamente para luego mirarme
-gracias por venir, Amigo. - dice y asiento con molestia.
-seguro - gruño y él se aleja con su harén de niñas, lo veo alejarse y resoplo antes de mirar a mi hermosa chica. - estás bien?
-si, estoy bien - susurra y asiente - no fue tan malo después de todo, era peor cuando lo conocí.
-imagino que si. - acaricio su mejilla y beso sus labios - quieres irte?
-no sé, es tu amigo y no quisiera que nos fuéramos por mi culpa - niego y le tomo del brazo con suavidad
-ese bastardo se quiere más a él y a su polla que a los demás, fuimos amigos hace mucho pero ya recordé por qué me alejé un poco de él. Vámonos, a la mierda la prensa y el discurso - asiente, buscamos la salida. Emmett se sorprende al vernos tan rápido afuera
-al hotel? - pregunta cuando estamos en el auto, miro a mi hermosa chica toda elegante y preciosa.
-no, vamos al más elegante restaurante de París. - ella me mira confundida - tengo que presumir a mi novia.
-somos novios? - pregunta sonriente
-cielo, te presenté como tal a varios colegas ahí dentro - contesto acariciando su mano la cual mantengo en mi pierna.
-si, pero nunca me lo preguntaste.
-bueno, mi error amor. - llevo sus manos a mi boca y las beso - quieres ser mi novia, señorita Swan?
-si quiero, señor Cullen - sonrío y beso sus labios dulces.
-ya no podrás escapar de mí nunca, mi amor - me abraza por el cuello y suspira
-quien te dijo que quiero escapar? Estoy feliz donde estoy.
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Entonces...
Bien, no tengo mucho que decir por ahora solo quiero saber qué opinan ustedes, obviamente el trauma no es tan grave debido a la cantidad de médicos que tuvo a su disposición, era más que todo el miedo que es la diferencia entre ella y Rosalie.
Déjenme saber que opinan con un Rw.
Lamento haber tardado en publicar el capítulo... Mucho trabajo ahora que levantaron la cuarentena en Bogotá.
Nos leemos en el siguiente capítulo. Prometo subirlo pronto.
Besos.
