"una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas"

Sir Francis Bacon

INDESICIONES.

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La visita de Jasper y Alice me cae de buena manera, me duele la cabeza de tanto pensar y estoy cansado de estar tras la computadora, Alice se ha ido al patio con Bella a comer galletas con té helado después de haber conocido a Charlie y haberle abrazado tanto como quiso, una buena cualidad de Alice, ella siempre es efusiva y amorosa con quién le agrada, incluso le trajo un regalo a Bella, en realidad a nuestro hijo, un pequeño y lindo conjunto de pijama blanco con guantes y gorrito, Bella lloró, ahora todo lo que hace es llorar, incluso lo que la hace feliz.

Ahora me encuentro acostado en el sofá de mi oficina con los ojos cerrados mientras Jasper prepara el informe completo para enviárselo a Dashwood, ya le he contado también sobre la sospecha que tengo de Isabella, sobre si ella sabe algo o si me esconde algo, no sé qué pensar, en realidad creo que sí estoy paranoico porque si ella en realidad supiera que soy un narcotraficante asesino ya me habría dejado. Ahora el punto aquí es que hacer? Dejar este negocio o esconderlo de ella para siempre? No es un trabajo fácil en realidad

-deja de pensar tanto, Edward. Isabella no sabe nada, solo eres tú sintiendo culpa, es todo. - sus palabras me hacen sentarme y mirarlo

-culpa? Por que sentiría culpa? - pregunto completamente confundido.

-bueno, está el hecho de que la amas, no es así? - asiento una vez - cuando amas a alguien no quieres tener secretos, quieres que sepa todo, quieres contarle todo y que te dé su opinión, que te apoye o te frene, que piense y trabaje contigo

-Alice hace eso? - murmuro pasándome una mano por el cabello.

-en realidad si, mi Alice se ha vuelto mi más fiel y mejor aliada, ella es mi mano derecha, mi apoyo y mi esposa, mi confidente y sobre todo mi amiga. Se que puedo contarle lo que sea y tendré una opinión sincera de su parte. En algún momento debes ser sincero con ella, no puedes ocultarle esto toda la vida.

-pero me asusta que me deje, sé que ella no aprobaría esto, vender droga? Abastecer al mundo con una mierda que mata lentamente? Ella fue adicta mientras estuvo secuestrada, sé que odiaría saber que yo abastezco países con algo que ella aborrece, con algo que casi la mata en su momento. Matar bastardos que intentan joder mi negocio? Ella no apoyará nada de eso. Sufrió dos años viviendo en ese tipo de ambientes, droga, violaciones, muertes, no podría hacerle eso, no quiero que reviva esos momentos estando conmigo.

-entonces salte del negocio - sentencia simple y llanamente sin mirarme. Resoplo y me vuelvo a recostar en el sofá

-llevo diez años en esto, Jasper. He labrado mi camino rompiéndome la maldita espalda y subiendo escalones de mierda para dejarlo todo así como así? No podría. - se encoge de hombros y sigue en la computadora.

-entonces cuéntale

-no me estás ayudando.

-solo tienes dos opciones, salirte y olvidarte de ese mundo o contarle y arriesgarte a perderla.

-Mierda, se que debo contárselo - gruño cansado - ella merece saberlo pero no ahora, el embarazo es delicado y no puede sobresaltarse, además, necesito salir de la mierda en mi sótano y encontrar a los otros dos

-listo - dice cerrando la laptop - ya le envié el informe. - se recuesta al espaldar de mi silla - puedes esperar unos meses a que mejore o esperar a que nazca tu hijo, todo está bien porque estás pensando en su salud, pero mientras más esperes peor va a ser.

-eso también lo sé, estoy consiente de ello pero por ahora debe seguir siendo un secreto.

-de acuerdo - se levanta y se sirve un Jack Daniel's - sabes? Debería joder tu culo ahora mismo.

-ahora que hice? - gruño sin mirarlo.

-Alice quiere tener un bebé - resopla y lo miro encargando una ceja - es una mierda de esas de cuando una embarazada está cerca el reloj biológico de las demás a su al rededor se enciende. Estábamos llevándolo bien, ahora quiere… cambiar pañales sucios.

-espera - me siento de nuevo y lo miro sonriendo con burla - es mi culpa que Alice quiera tener un bebé? Vamos, Jasper. En algún momento iba a pedirtelo.

-si, pero… no aún, maldición! No me siento preparado y un bebé es mucha mierda, literal y figurativa mente. No dormir, no sexo, no viajes… tendré que detener mi cacería del tesoro, no amigo. No puedo. Y no se… - se detiene quedándose pensativo.

-no puede ser tan malo. Yo tampoco quería un bebé, pero aquí estoy, jodidamente entusiasmado porque mi mujer está embarazada.

-pero no estás asustado? No sabes si podrías ser un buen padre. - gruñe molesto

-estoy hasta la mierda de asustado, pero voy a dar lo mejor de mi, voy a ser un padre jodidamente genial. - resopla y bebe de su vaso. - yo creo que deberías de hacerle el favor a Alice, gastaría menos dinero en tonterías y tendría a alguien más dónde poner toda su excesiva atención.

-pensandolo si, no es una mala idea - dice mirando al rededor de manera pensativa y triste - cambiando de tema - Dice enseguida y deja el vaso en la mesa - cómo está Emmett?

-ya está mejorando, está en terapia todos los días para darle un poco de movilidad a la pierna, no retiraran los clavos hasta dentro de tres meses pero podrá caminar en dos meses si mantiene las terapias y se cuida bien.

-estaras sin guardaespaldas hasta diciembre? Eso es mucho.

-tengo a Jared, está haciendo un buen trabajo. Y Emmett pasará a ser el guardaespaldas de mi hijo cuando nazca así que tiene suficiente tiempo para aprender sobre bebés.

-excelente. Por cierto, sabes que se acerca el cumpleaños de Isabella?

-que? - pregunto mirándolo con asombro, él ríe y suspira.

-supuse que no lo sabías. Cumple en una semana, el trece. Deberías hacer algo bonito por ella no crees?

-claro que si, tengo que hacerlo y… - lo miro con seriedad - como es que tú sabes su cumpleaños y yo no? - resopla y se afinca del escritorio.

-me sé todo el historial de Isabella al igual que el tuyo y el de cada miembro de tu personal. Memoria fotográfica, recuerdas? - suelto el aire y asiento.

-bien. Tendré que ponerme en ello luego.

-excelente, voy a ver qué hace Alice ahora, creo que deberíamos irnos dentro de poco - veo la hora y me doy cuenta que son las seis de la tarde.

-intenta convencerla, igual hay una habitación preparada para ustedes si deciden quedarse - toma el resto de su wisky y sale de mi oficina. Me tomo el resto de mi Bourbon y salgo tambien, pero esta vez para ver a Charlie. Subo hasta su habitación y lo veo recostado viendo una serie de supervivencia - hey - saludo y me mira para luego sonreír.

-Edward, que te trae por aquí? - pregunta sonriendo, camino hasta acercarme a su cama y me siento a la orilla. Me gusta Charlie, me agrada lo suficiente como para no sentir repulsión porque es un padre, incluso siento que es como un padre para mí, un hombre decente y atento que daría todo por su familia.

-quiero hablar contigo. - murmuro y me mira confundido

-sobre que? - suspiro y miro al rededor - si es sobre casarte con mi hija, sabes que tienes mi bendición, eres como un hijo, te has comportado a la altura - sonrío y asiento

-gracias, Charlie. Aprecio que pienses eso de mí pero… no es eso de lo que quería hablar.

-entonces?

-es sobre lo que hablamos en la clínica, sobre Igorov y… esa gente - su semblante cambia, su ceño se frunce y sus manos se aprietan en puños.

-los encontraste? - pregunta con molestia, niego enseguida.

-aun no, pero estoy en eso. Tengo más información y ya tengo a alguien rastreando a Igorov.

-bien, solo avísame cuando los tengas aquí.

-aun estás seguro que quieres hacerlo? No me gustaría manchar tus manos, Charlie. No mereces cargar con eso - murmuro bajo y él resopla.

-quiero hacerlo, ya te lo dije. Incluso recuerdo que me dijiste que habían otros más, que ya los tenías, no?

-si, en efecto. Están en el sótano.

-quiero verlos - exige enseguida mientras intenta ponerse de pie, niego apoyando mi mano a su pecho para devolverlo a su sitio con mucho cuidado - Edward, no puedes decirme eso y luego negarmelo. Quiero verlos, quiero asesinarlos, quiero… quiero venganza

-y la tendrás pero justo ahora Bella está en el jardín con Alice, pueden entrar en cualquier momento y no sé si los Whitlock van a quedarse. Esta noche, luego de que Bella se tome la medicina y se duerma te llevaré al sótano, de acuerdo?

-bien. Esperaré - asiento y me levanto para salir - Edward - me giro al escucharlo - gracias

-por que?

-por hacer esto… no es tu guerra y aún así la estás peleando. Gracias, hijo. - asiento y salgo enseguida de la habitación sintiendo ese pequeño nudo en la garganta cada vez que me dice hijo.

Sin mucha prisa me dirijo a la cocina y tomo una manzana, estoy un poco hambriento y quiero que Isabella cene temprano hoy. Salgo al jardín dándome cuenta que ya el sol está desapareciendo y está enfriando un poco, miro a Bella y a Alice sentadas en una mesa de exterior con cómodos almohadones, Jasper está junto a Alice y veo que Bella acaricia la cabeza del perro que está recostado en su regazo, en realidad el perro se ha portado bien, es un anciano y casi no hace ruido, se comporta a la altura y eso me gusta.

-hola, cariño - beso el tope de la cabeza de mi chica y enseguida me sonríe, el perro apenas repara en mi pero gruñe un poco cuando abrazo a mi chica. "Acéptalo, chucho. Ella es mía." - está haciendo frío, deberían entrar.

-estoy bien - susurra y bebe un poco de té - aunque tengo hambre.

-lo sé. Te traje una manzana - le tiendo la manzana y la toma enseguida para darle una mordida - la cena estará lista en breve - beso su mejilla y miro a Alice - entonces se quedan?

-en realidad, no. - me sorprende la respuesta de Alice - tengo planes con Jasper para esta noche y no creo que tu casa sea la adecuada, no quiero despertarlos en la madrugada. - enarco una ceja hacia Jasper y veo que suspira con una pequeña sonrisa.

-entonces solo a cenar? - pregunto y ambos asienten.

-si, con Bella vamos a pensar en cómo decorar la habitación del bebé - dice ella animada, miro a mi chica que sonríe dulcemente.

-de verdad? Quieres hacerlo desde ahora? - ella asiente levemente.

-me gustaría, con el reposo puedo hacer poco pero me gustaría ir pensando y buscando ideas sobre la decoración de la habitación, si no te molesta. No pensé que quisieras hacerlo tú.

-en realidad tienes razón, no soy bueno con las cosas de bebés, tú solo elige lo que quieras y dímelo, lo haré realidad para ti, mi amor. - besa mi mejilla y asiente.

-gracias, baby.

Para la cena usamos el comedor grande, he mandado a preparar la mesa y le he pedido a Seth y a Paul que ayuden a Charlie a bajar. La cena consiste en platos diferentes, Bella y Charlie cenan papas al vapor con judías verdes y pollo a la plancha con poca sal y avena fría como bebida, mientras, Alice, Jasper y yo comemos albondigon con vino, sé que mi chica quiere un poco, puedo notarlo por su mirada fija en mi plato pero no quiero verla vomitar de nuevo, nos entretenemos hablando un poco de todo, sobre la recuperación de Charlie, el bebé, la decoración, pongo en la mesa la propuesta de mudarnos pero Bella no quiere, Alice habla sobre los paseos que quiere dar por la ciudad y sobre las tiendas de ropa de bebés que visitó para comprar el regalo de nuestro hijo.

Me gusta el entusiasmo de Alice sobre el tema y estoy casi seguro que esta noche terminará de convencerlo para tener un hijo, comprendo el temor de Jasper, el sentirse inguro sobre una pequeña criatura, el mundo en el que vivimos, la inseguridad y lo difícil que será compartir a su mujer con otro ser humano que dependerá enteramente de ella, pero no es tan malo, mientras más pasan los días más me gusta la idea de un pequeñito correteando por todos lados.

A las ocho treinta Jasper y Alice se marchan prometiendo regresar la semana siguiente para el cumpleaños de Bella, aún no se qué hacer pero ya me las ingeniaré, con la nueva convicción de Charlie sobre ir al sótano, le pido sin que Bella lo note, que se quede en el salón o en el santuario, aprovecho para subir a Isabella a la habitación y ayudarla a prepararse para dormir, me he dado cuenta que las pastillas que debe tomar para evitar el aborto son de efecto rápido, en cuestión de veinte minutos ya está dormida, así que lo primero que hago al llegar a nuestra habitación es darle la pastilla y un vaso con agua.

-la pasaste bien hoy con Alice? - pregunto mientras le quito el vestido para llevarla al baño. Asiente y bosteza para luego sonreírme de manera soñolienta

-si, mucho. Es tan hiperactiva, tan vivaz y se emociona por todo - sonríe lánguidamente - su vida se ve perfecta y emocionante, sus ojos siempre brillan con emoción y… - baja la mirada con algo de tristeza

-y que, amor? Que ocurre? - pregunto serio, ella se encoge de hombros y camina hacia el baño solo con las pequeñas braguitas de encaje rosa y el sujetador a juego. - nena, que es? Dímelo - pido y se gira para verme cuando estamos dentro del baño.

-no lo sé. Siento… envidia de eso.

-por qué? Tú también eres feliz, eres una mujer hermosa, luchadora, valiente - tomo su cara entre mis manos y la miro a los ojos - tú eres perfecta. - sus ojitos se llenan de lágrimas y baja la mirada mientras niega.

-no lo soy, baby. Estoy manchada, me usaron, me… dañaron, sabes cuánto tardé en reponerme sobre las drogas? Me volvieron una adicta, creo… creo que sí tengo algo de eso frente a mi podría tomarlo sin pensar.

-no, mi amor. No lo harás. Primero porque nunca habrá nada de eso frente a ti, y tú eres fuerte como para recaer, piensa en mí, en nuestro hijo, él lo vale - acarició su vientre y sonrío al verla un poquito más rellena y con el vientre duro - no debes sentir envidia de Alice, nunca.

-pero… es que ella es tan… tan linda, tan todo color de rosa y es frustrante. Yo no tuve una vida perfecta - sus ojitos se humedecen más y llora.

-no, nena. No digas eso. Ninguna vida es perfecta, ni siquiera la de Alice. - me mira confundida, suelto el aire y limpio sus lágrimas - Alice sufrió abusos, amor. - jadea y me mira con horror - tú fuiste secuestrada por insensibles desconocidos, a ella la ultrajó su propia familia, su padrastro, sus primos, gente asquerosa que no merece vivir

-oh, por dios! - susurra y se lleva un mano a la boca - ella… paso por eso? - asiento levemente.

-se libró en algún momento y consiguió a alguien que la apoyara pero fue peor, él la vendió a un burdel y la obligó a prostituirse hasta que Jasper la encontró, él la ama tanto como yo te amo y estuvo dispuesto a limpiar el pasado de Alice.

-que hizo? - pregunta nerviosa, suelto el aire y sonrío.

-lo que todo hombre está dispuesto a hacer por la mujer que ama - me mira aún más confundida, solo beso su frente y la guió a la ducha - vamos, debes tomar un baño para dormir - le quito el sujetador y admiro sus hermosas tetas, "creo que están más grandes", admiro sus pezones rosados y suspiro, en serio quiero probarla, quiero hacerle el amor de nuevo pero debemos esperar, por lo menos a la próxima consulta, le quito las braguitas y abro el agua para ponerla en tibia.

Me siento en el inodoro tapado y la miro mientras se ducha, no quiero dejarla sola y correr el riesgo de que se caiga o se lastime, aunque tambien me gusta quedarme para observarla, ver su pequeño cuerpo, aprenderme cada cambio y notar cada lunar y marca en ella, definitivamente su cuerpo está cambiando, sus tetas ahora están más grandes, puedo notarlo, sus pezones más erguidos y de un rosa más oscuro, su cabello está un poco más largo, su pequeño culo también está más grande y su vientre está apenas abultado, a simple vista no se distingue pero yo lo hago, la conozco y se nota, ahí está mi hijo, nuestro hijo creciendo calentito y a salvo.

Diez minutos más tarde la ayudo a salir y seco su cuerpo, me gusta hacer esto, consentirla, adorarla, al principio le molestaba que lo hiciera, se sentía cohibida, ahora creo que se cansó de pelearme y me deja hacerlo, sin ponerle ropa interior la llevo hasta la cama, la dejo sentada y busco en el armario mi pijama favorita, una corta y suave bata blanca de satén, apenas le cubre el pequeño culo respingon y tiene un escote jodidamente descomunal, amo dormir con ella cuando tiene esto puesto porque… no tiene nada puesto en realidad, la tela sube hasta sus caderas dejando toda la parte inferior libre para tocar y admirar y sus lindas tetas sobresalen del escote dejándome tocar y besar, si, me gusta.

-otra vez esta? - pregunta mientras le paso la bata por los brazos y la cabeza.

-si, me gusta - me mira entrecerrando los ojos e intenta no sonreír.

-claro que lo sé, me he despertado varias veces antes contigo muy… emocionado - me río y peino su cabello húmedo.

-no puedes culparme, eres exquisita mi amor. No tocarte es como no respirar, podría morir si no lo hago. - rueda los ojos y resopla.

-creeme, sé que podrías seguir viviendo sin mi - gruñe y frunzo el ceño molesto, me acuclillo delante de ella y la hago mirarme

-no digas eso, de acuerdo? Escúchame bien, nunca, jamás… Mi vida sería lo mismo sin ti, no podría vivir sin ti a mí lado. Eres todo lo que quiero y lo que tengo. Tu y nuestro bebé, entendido? - asiente levemente.

-si - beso su frente y luego de que termino de peinar su cabello la ayudo a meterse bajo las sábanas.

-Te amo, hermosa. Descansa - susurro y ella bosteza de nuevo cerrando los ojos

-vas a trabajar? - pregunta soñolienta.

-solo un poco, nena. Volveré enseguida. Y hablaré un rato con Charlie

-sobre que? - el susurro es aun mas bajo.

-cosas de hombres. - beso sus labios y su respiración se vuelve más pesada. - te amo. - salgo de la habitación y bajo las escaleras para encontrarme con Charlie, lo veo en el santuario, sentado en la misma banqueta mirando con fascinación a su alrededor, me acerco a la puerta y la abro, en seguida me mira. - disfrutando de la naturaleza? - pregunto cruzándome de brazos, asiente y mira alrededor

-no sé cómo metiste un bosque dentro de tu casa pero es increible, es un lugar relajante.

-lo se, por eso lo tengo. Me gusta pensar en este sitio y a Bella también le gusta. Según ella, es su lugar favorito en el mundo. - su mirada pierde ese brillo y baja la cabeza.

-pocas son las cosas que apasionan a mi hija, tú estás devolviéndole las ganas de vivir, de verdad vivir.

-al contrario, Charlie. Ella es la que me da motivos para seguir, toda mi vida gira en torno a ella ahora y no podría estar más feliz. - sonríe apenas y hace el intento de ponerse de pie, me acerco enseguida y lo ayudo, Paul está en la puerta al pendiente.

-ambos se complementan y aúnque tengo un par de preguntas para ti, me gustaría primero ver lo que me prometiste - asiento y lo ayudo a salir del santuario, con Paul lo llevamos hasta la puerta del sótano. Saco la llave de mi bolsillo y quito el cerrojo, abro la puerta y enciendo la luz de la escalera, Charlie mira hacia dentro pero aún hay oscuridad abajo.

-crees que puedas bajar? - pregunto cauteloso. Asiente mis mirarme

-vamos - gruñe y bajo adelante para encender las luces de abajo, Paul lo trae sujeto mientras bajan con cuidado. Enciendo la luces y miro a los cinco bastardos aún sentados en el mismo lugar, han pasado así dos semana desde que están aquí, debe dolerles el culo a todos ellos. - esto huele mal - gruñe y lo miro mientras sigue bajando

-si, bueno. No los hemos soltado y solo les echan agua para lavar la mugre. - cuando Charlie llega abajo respira con dificultad y luego alza la mirada para verlos a todos, sus puños se aprietan y con ayuda de Paul llega a mi lado - reconoces a alguno de ellos? - pregunto enarcando una ceja, los observa detenidamente, ahora son una mierda asquerosa con ropa sucia y barbas.

-dos de ellos - gruñe y voy a la mesa, tomo la carpeta que está ahí y le enseño la foto original de los que me señala

-Sebastian Fiore - murmuro mostrándole la foto, asiente enseguida y lo mira.

-estaba el día del intercambio. - gruñe con los dientes apretados. Saco la otra foto

-Yuri Makarov - le muestro y bufa.

-estaba junto a Igorov ese día - le muestro las otras tres fotos.

-Demian Richi, Solomon Zolok, Carter Fleming.

-dos de ellos no los conozco. A Zolok si.

-bueno - devuelvo todo a la mesa - todos y cada uno de ellos estuvo involucrado en el secuestro y toda la mierda que pasó Isabella y quizás Renné - sus manos se aprietan en puños y con ayuda de Paul se acerca al primero, frunce la nariz debido a la peste y luego me mira.

-no tengo la fuerza para golpearlo, me duele el pecho, pero quiero tanto hacerlo - dice con convicción.

-puedo hacerlo por ti - digo enseguida - tu solo da la orden y lo haré, Charlie - me mira serio y luego a él, sé qué quiere hacerlo por él mismo pero no puedo arriesgarme a que recaiga de la nada, Bella me lo reprocharia. Da dos pasos atrás y luego camina a la mesa, mira todo sobre esta y toma los anillos de hierro, los acaricia y me mira para luego tendermelo. - estás seguro? - pregunto y vuelve a mirar los anillos

-crees poder golpearlo? - pregunta indeciso. Resoplo y me pongo los anillos en la mano derecha.

-solo observarme o a ellos. Como mejor te parezca. - me quito la chaqueta quedándome solo con la camisa blanca, nuevo los dedos en los anillos ajustando bien mi puño y guiado por la rabia y la adrenalina golpeo una, dos, tres, cuatro veces, una detrás de otro, golpes certeros en la cara rompiéndole la piel, jadea e intenta gritar pero no puede, la sangre salpica mi ropa, mi cara pero nada importa, llevo semanas queriendo hacer esto.

-basta! - me detengo cuando Charlie lo ordena, respiro con dificultad y lo miro, no hay un apice de miedo, ni dolor, tampoco angustia o culpa, solo veo esa mirada oscura llena de venganza - lo estás matando. - gruñe y alzo las manos.

-es lo que se supone que haré, no?

-no, eso quiero hacerlo yo.

-de acuerdo. Como quieres hacerlo, un arma? Una soga al cuello? Electricidad? Te doy todas las opciones. - me mira algo asombrado pero luego su semblante cambia

-no tengo fuerza para nada de eso, quiero esperar para torturar a Igorov como se debe, con un arma bastará. - asiento entendiendo, me hubiera gustado más sufrimiento pero por ahora él manda.

-Paul - llamo y enseguida me tiende su arma, la mía la he dejado en mi despacho, no hay necesidad de tener una encima dentro de la casa. Reviso la carga y le quito el seguro para luego tenderse la a Charlie - sabes cómo usarla?

-si - contesta enseguida - aprendí hace mucho esperando este momento. - se acerca al hombre golpeado y sonríe. - ahora quién rie al último, hijo de puta? - gruñe y dispara toda la carga en él, piernas, brazos, estómago, pecho, por último la cabeza. Cuando baja el arma respira con dificultad.

-estas bien? - pregunto y asiente sonriéndome.

-nunca me sentí mejor. - me mira y sus ojos brillan con malicia - el que sigue, por favor.

-Como gustes, Charlie.


Se que lo volví a hacer, lo lamento, tarde mucho pero es que me subieron de cargo y tengo más trabajo del usual pero aquí estoy.

Espero les guste este capitulo.

Que piensan de lo que hizo charlie?

Acaso Bella si sabe?

Vuelvo pronto.

Besos.