Nota: Este capítulo trata contenido sensible, leer con cautela.
"Aveces necesitas perder para ganar"
Adele Rose.
CAPÍTULO 22
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Me dejo caer en mi silla, el corazón me late deprisa, mis manos sudan y creo que estoy temblando un poco, no puedo apartar la vista de la foto sobre mi escritorio, es ella, claro que es ella. Renné Swan en todo su jodido esplendor, es una foto nítida y reciente, tiene fecha de ayer, puedo ver que su cabello rubio rojizo está sujeto en una cola baja dejando caer su cabello largo por su espalda, su piel inmaculadamente blanca contrasta con el sobrio vestido negro de mangas largas que le llega a las rodillas, está observando algo a su lado y puedo distinguir esos ojos verde oscuro tan parecidos a los de mi hermosa chica, también lleva tacones negros una carpeta negra en una mano y unos lentes de sol en la otra. La he visto sólo una vez en el informe anterior y no se parece mucho, está bastante cambiada, el cabello rubio, su piel más clara, más estilizada, alta y delgada, parece una modelo pero sé que es ella, el parecido con Isabella es impresionante.
Me pregunto cómo es que está así tan… hermosa, se ve como una mujer adinerada, poderosa, incluso su mirada es fría y cínica, en ese punto no se parece a su hija, también noto que va escoltada, tres hombres van con ella, asumo que son sus guardaespaldas, uno de ellos le está abriendo la puerta de un auto negro, un Mercedes-Benz, el otro le está acercando una cazadora de piel muy elegante, parece piel de oso y el último mira al rededor mientras ella está por subir al auto. Pensé que podría ser una prisionera de Igorov, en el mejor de los casos una asistente maltratada pero esto es demasiado, aunque me alivia ver que ella está sana y viva.
-donde fue esto? - pregunto sin dejar de observar la foto - no parece Praga, parece Francia o…
-Italia - me interrumpe y veo que se ha sentado y ha tomado mi vaso de brandy. - específicamente Florencia - frunzo el ceño volviendo la vista a la foto
-y que hace en Florencia? Igorov está con ella? - niega enseguida.
-Igorov apenas sale de su cueva cada tanto. Ella - señala la foto - es la mano derecha de Igorov, ella se encarga de los negocios que no pueden llegar a su puerta.
-estas jodiendo conmigo? - gruño en voz alta mirándolo con incredulidad - Renné Swan trabaja para él? - asiente haciendo una mueca de pena - desde cuándo?
-hace cinco años más o menos. Salió de la nada, por lo que me diste de información deduzco que ella estuvo encerrada un tiempo, quizás la utilizó un tiempo, tal vez ella se resistió, no lo sé, al final se ganó su confianza, ella es apodada gospodin, ya sabes, "jefe" maneja negocios grandes para Igorov fuera del pais.
-pudo haber escapado entonces… por qué no lo hizo? - pregunto confundido, la pregunta es más para mí que para él.
-quizas sigue siendo una cautiva, no va a ningún lado sin sus guardaespaldas, no porta armas y ellos no la abandonan nunca. - asiento entendiendo. Necesito dar con ella, necesito traerla con su familia
-quiero hablar con Renné - le digo mirándolo con seriedad - necesito traerla con su familia. Acercarme va a ser dificil, lo sé pero necesito decirle que puedo ayudarla a volver.
-hablar con ella en persona es díficil. - comenta bebiendo el final del brandy - debes tener mercancía, valiosa mercancía que pueda interesarle para que ella mueva su culo del lado de Igorov.
-joder, por que ella justamente tiene que hacer esos negocios?
-quizas es un castigo del él, no lo sé.
-mierda - me paso una mano por la cara y dejo la foto en la mesa - cuando hablas de mercancía valiosa, exactamente a qué te refieres? - pregunto con seriedad.
-hablo de chicas jóvenes, virgenes más que todo, no pasadas de los veintidós años y saludables, nada de callejeras ni indigentes. Deben ser doscientas mínimo.
-que? - jadeo molesto - no voy a secuestrar doscientas mujeres para poder hablar con ella, es absurdo
-bueno, en realidad tienes que contactar primero con Michel Newton, es su intermediario, él analizará la mercancía y si la ve viable la llamara para una segunda inspección y una compra.
-entonces debo esperar una semana al menos para hablar con ella?
-un mes para ser exactos. Michael es un tipo desconfiado así que investiga al vendedor primero, tú no tratas con blancas así que eso sería sospechoso, tarda una o dos semanas en llamarte, otra semana para inspeccionar minuciosamente la mercancía y luego pasa otra semana más hasta que Renné aparece.
-es mucho tiempo - niego y me levanto de la silla, camino al rededor de la oficina y miro la foto de la ecografía de mi hijo en el pequeño portarretratos, necesito traer a Renné pronto. - tiene que ser más rápido - lo miro ansioso - hay alguna otra forma? - se levanta de la silla y camina al rededor, toca las hojas de una pequeña planta de bonsai sobre una mesa redonda y asiente.
-si la hay, pero no creo que te guste. A nadie con algo de conciencia le gustaría - murmura y su voz se vuelve baja y lúgubre.
-cual es? Puedo verla rápido? - pregunto ansioso mientras voy al mini bar y en vez de tomar un vaso, tomo la botella completa de brandy y bebo un sorbo. Elliott asiente y se gira para mirarme, ahora su semblante es serio y molesto.
-podrias verla al día siguiente de contactarla, sin intermediarios y en tu propia oficina si así lo prefieres.
-que tengo que hacer? Haré lo que sea! Cualquier cosa es mejor que secuestrar a doscientas mujeres. - resopla y niega sonriendo con pesar
-no lo creo, Cullen. Esto es peor. - camina al rededor y va hasta la ventana que tiene vista al jardín lateral. - Igorov ha envejecido bastante y eso no le gusta, así que desarrolló un nuevo… pasa tiempo - suelta el aire y me mira - niños.
-que? No entiendo - murmuro confundido. Baja la mirada y aprieta la mandíbula antes de volver a verme con los ojos fríos y escrutadores
-niños, Cullen. Niños mayores de seis años pero menores de doce, le gustan los niños! - exclama con rabia, siento un frío en mi estómago y la bilis subir por mi garganta - niños rubios de ojos claros, varones específicamente.
-que putas! - grito con horror - por qué mierda él querría niños? - resopla molesto.
-me vas a hacer decírtelo? - pregunta con rabia. Lanzo la botella de brandy y esta se hace añicos en la pared.
-como alguien puede ser tan enfermo! - jadeo y me sujeto de las rodillas - no puedo… no puedo hacer eso… - jadeo bajo, siento su mano en mi espalda y me aparto enseguida lleno de rabia
-es la última opción. Doscientas mujeres o un niño. - niego nervioso y me siento en mi silla, necesito respirar.
-no puedes decirme eso! No puedo hacerlo, jodidamente no! No puedo secuestrar mujeres y entregarlas, Rosalie paso por eso, mi mujer también, no voy a deshonrrarlas de esa forma y un niño? Jodidamente no, voy a tener un bebé Dashwood, un hijo. Como crees que haría algo así pensando que a mi hijo podría pasarle lo mismo? Como la mierda que no. - sentencio y el vuelve a sentarse en la otra silla
-lo entiendo, créeme que lo hago, es una mierda detestable. Pero es tu única opción rápida, el contacto es directo con ella, un mensajero que utiliza solo para eso, es una mierda delicada así que no necesita intermediarios y trata de hacer los negocios rápidos, en persona y paga con diamantes.
-me importa una mierda que paga o como. No voy a entregarle un niño. Nunca. - se inclina hacia mi escritorio y me mira con seriedad.
-estas alterado, lo entiendo, no es algo fácil de digerir pero no tienes que entregarle al niño. Solo debes buscar uno como te digo, rubio de ojos claros, son sus favoritos, el mensajero llevará el vídeo y ella vendrá a ti más tardar al día siguiente. Hablas con ella en privado y listo.
-y si quiere llevarse al niño? No puedo permitirlo. Además, de donde sacaré uno? - me paso ambas manos por la cara desesperado, no puedo hacerlo, no puedo vender a un niño, eso me mataría. Dashwood se recuesta de nuevo a la silla y me mira imposible.
-hay niños en la calle, indigentes, en horfanatos de mala muerte, es fácil raptar uno, nadie investiga a esos. Cuídalo, bañalo, cómprale ropa buena y has solo un vídeo corto, diez segundos nada más, sin decir nada, que se vea el niño solamente. Ella vendrá a ti. Y bueno, no puedo asegurarte que no se lo lleve, puedes cambiar de opinión o… no sé, inventar que tienes una oferta mejor que la suya y cancelar.
-no creo poder hacerlo, Elliott. - suelto dejando caer mi cabeza en el espaldar de mi silla, miro al techo y pienso en mi hijo, no podría hacer eso, sería defraudarlo, estaría asesinando a un pequeño de manera consciente pero no con mis manos, me voy a ir hasta lo más bajo del infierno por eso. - vendo droga, le surto a media Europa y Asia, por mi producto muere gente cada año pero no les pongo una pistola en la cabeza para que consuman, tampoco los mato directamente, hacer esto con un niño es… es lo peor
-solo piensalo - se levanta de la silla y se cruza de brazos - lo que decidas avisame, tengo ambos contactos para dar con ella, solo… no te tardes mucho, así como aparece también desaparece.
-de acuerdo - suelto cansado. Camina hasta la puerta y me mira antes de abrirla
-mañana mismo si es posible avísame. Y deposita el resto a mi cuenta - sale sin decir nada más y suelto el aire resignado, tengo que contactar con Renné, necesito hacerle saber que puede volver, podemos hacerlo, ella puede regresar con su familia, sé que sería el regalo perfecto para Isabella pero un niño?… mierda, no quiero hacerlo. Tampoco puedo esperar un mes y mantener doscientas mujeres secuestradas por ello. Mis manos sudan y tiemblan cuando tomo el teléfono, no quiero hacerlo, como la mierda que no pero es mi única esperanza, esperaba no tener que contactar nunca con él, pero ha llegado el momento, marco el número y entre respiraciones entrecortadas espero a que conteste.
-Malik - dice en voz baja y lúgubre, cierro los ojos un segundo antes de hablar, no puedo arrepentirme, debo hacerlo, tengo que hacerlo
-Amun… soy Cullen.
Estoy agotado, cansado, me duele la cabeza, es insoportable y no dejo de pensar, apenas le presté atención a Bella y a Charlie durante la cena, ella estaba enseñándole la ropita de bebé y hablaban… no sé de qué pero hablaban, no escuché nada, no dije nada, solo necesitaba alejarme de ahí, sentía que estaba contaminando el momento, ellos hablaban felices y sonrientes, se que eran cosas de nuestro hijo, mientras yo estaba secuestrando uno, me siento tan sucio, tan vil que ni siquiera puedo ver a Bella a la cara, siento tanta vergüenza y asco de mi ahora mismo.
Odio sentirme así.
Me excusé con ellos alegando más trabajo, Bella estaba molesta, lo sé, no le he dedicado mucho tiempo desde que regresamos del centro comercial, he estado ido y apenas le hablo pero Charlie me conoce, ya ha aprendido a conocerme y sabe lo que estoy haciendo, o por lo menos una parte, así que se encargó de entretener a Bella mientras yo me alejaba sin siquiera terminar de comer.
Entré al santuario y me encerré durante un rato a pensar o intentar no pensar tanto, estando tan abrumado y cansado pensé que la naturaleza y el canto suave de las aves me calmaria pero no, ni eso puede con mi mal humor y mi conciencia de mierda. Rosalie está al tanto y ella tampoco está mucho mejor que yo, sabe que en algún momento Amún Malik va a volver a llamar y está pendiente pero está tan reacia como yo a la situación a la que nos enfrentaremos pronto.
Ahora me encuentro acostado junto a mi chica, son las doce treinta de la noche y ya está más que dormida, está dándome la espalda y tiene el ceño fruncido, se ha dormido molesta conmigo, la comprendo, no la dejé darme una mamada y definitivamente no me sentía bien como para complacerla, mi cabeza está en otro lado y ella no se merece solo un poco de mi, además de que me siento asqueado por lo que estoy haciendo y no quiero tocarla sintiéndome tan culpable.
La abrazo por la espalda, necesito su calor, necesito su contacto, quiero dormir pero no puedo, cierro los ojos y solo pienso en que pronto un niño va a ser una víctima por mi culpa, pienso de nuevo como hacer para que no entregar al pequeño, quizás Dashwood tiene razón, debo darle alguna excusa para no dejar que se lo lleve, pero y si no acepta? No sé qué pensar. Respiro el aroma de mi chica y acaricio su vientre, solo debo pensar en ellos, solo en mi familia para poder dormir y casi lo consigo, casi lo tengo hasta que escucho mi teléfono vibrar en la mesa de noche, lo tomo enseguida y veo el número de Rosalie, siento un escalofrío y contesto.
-Rose. - murmuro en voz baja, la escucho suspirar apenas
-Malik llamó, jefe. Tiene al niño - cierro los ojos angustiado, joder no quiero hacerlo.
-donde?
-lo trae de Chelsea, un barrio pobre. Estará aquí en la mañana.
-no - digo enseguida - no lo quiero aquí en la casa, que lo lleven al yate, en la mañana tú y yo nos encargaremos
-si, jefe - susurra y corto la llamada. Mierda.
Me duele la cabeza, los párpados me pesan por el sueño y las dos tazas de café cargado aún no hacen efecto en mi, el sol apenas está saliendo, son las seis de la mañana y estamos llegando al muelle dónde está mi yate, no pude dormir en toda la noche pensando en ese niño, en Renné, en mi hijo y en Isabella, quiero pensar que estoy haciendo las cosas bien, que estoy haciendo lo correcto, aún así no se siente de esa forma. Jared detiene el auto y con Rose miramos al rededor, todavía está un poco oscuro, el sol apenas está asomándose, aún así siento pavor, es la primera vez que secuestro a un niño. Me coloco los lentes de Sol y salgo del auto con Rosalie.
Hace poco más de cuarenta minutos le he dejado a Bella una nota en la mesa de noche, me disculpo con ella por no estar cuando despierte y prometo compensarla cuando regrese, espero no se moleste más de lo que ya está. Jared camina delante de nosotros revisando el perímetro, Rosalie está nerviosa, puedo notarlo por sus hombros tensos y sus pasos indecisos, voy detrás de ella y con cada paso que doy el nudo en mi estómago es peor.
Al llegar al yate veo a Embry y Seth en la entrada, los dos están serios, obviamente ellos no saben de qué se trata esto pero están consientes de que hay un niño en mi yate junto con un hijo de puta sin escrúpulos que secuestra niños por placer y por una buena cantidad de dinero. Subimos a este y camino con Rose a mi lado hasta llegar al salón principal, ahí está Amún sentado en uno de mis sofás con un niño a su lado, me tenso al verlo, está cabizbajo y sus hombros se mueven producto de llanto.
-hasta que apareces Cullen - Malik se levanta y sonríe como si nada estuviera pasando, para él es solo un día más de trabajo - estoy aquí desde hace una hora.
-si, lo siento. Tenía otros pendientes - comento sin mirarlo en realidad, por eso son los lentes, quiero evitar el mayor contacto visual. Malik es un tipo alto y moreno de descendencia Nepalí, ha pasado toda su vida secuestrando para vivir, es un negocio lucrativo para él. - Rosalie - murmuro y ella con los labios apretados abre su bolso y saca el dinero. Dos millones de libras en efectivo por un trabajo rápido y silencioso.
-gracias, muñeca - sonríe y besa el dinero en sus manos antes de guardarlo en su chaqueta, luego mira al pequeño un segundo antes de mirarme a mi - tiene seis años, se llama Tom y es huérfano, lo saqué de un horfanato de mierda en Chelsea. - asiento enseguida. Tom… seis años… mierda.
-bien, puedes irte - ordeno y haciendo un saludo militar desaparece de mi vista, miro a Rose con miedo y porqué negarlo, nervios, estoy hasta el culo de nervios, como un niño puede intimidarnos?, ella no está mejor que yo, aprieta su bolso a su pecho y mira al pequeño con pesar.
-debemos hacer esto? - pregunta asustada, aprieto los labios y asiento, no quiero decir una palabra, porque voy a echar todo por tierra. Camino hacia el niño y este se tensa cuando me siento a su lado.
-Tom - llamo en voz baja, sus hombros tiemblan y se abraza a sí mismo, tiene el cabello rubio cenizo un poco largo y lacio, su ropa es vieja, está rota y andrajosa, es un niño al que no han cuidado bien. - sabes por qué estás aquí? - pasan unos largos segundos hasta que mueve la cabeza negando. - estás aquí para ayudarme en una misión, te prometo que no te haré daño - mis palabras salen suaves y con calma, quiero creer que lo que digo es cierto, que puedo protegerlo, él no me cree, es un niño inteligente pero un minuto después levanta la mirada, es un pequeño muy bonito, tiene los ojos grises y las mejillas rosas, me mira aún aterrorizado - la vez a ella? - señalo a Rose y él asiente al mirarla - se llama Rosalie, ella va a darte un baño y a cambiarte de ropa, vas a portarte bien, si? Te prometo que no te haremos daño.
-ven conmigo - esta vez habla Rose tendiendole la mano, el niño duda un poco pero al final se va con ella. Suelto el aire con rabia y saco mi teléfono enseguida para llamar a Elliott. Me contesta al segundo repique.
-eres rápido, Cullen. Que decidiste? - aprieto los dientes y me levanto del sofá, camino a la cubierta y me paso una mano por el cabello lleno de ansiedad.
-tengo al niño, Dashwood. Contáctame con ella. - exijo y lo escucho soltar el aire.
-bien, ya te paso el número del mensajero. Solo envía el vídeo. Te contactaran en una hora máximo. - cuelgo la llamada sin despedirme y espero mientras camino de un lado a otro. Esto es por Bella, esto es por Charlie, solo estoy ayudando a mi familia. Me justifico en esas palabras mientras espero, estoy nervioso y mi cerebro me pide tregua, quiero descansar, quiero olvidar esto pero ya estoy aquí y no puedo dar marcha atrás.
El mensaje de Elliott llega y veo el número, "un WhatsApp y listo" es lo que dice el mensaje con el número, espero no joderlo, no quiero problemas con la policía si llegan a averiguar sobre un niño desaparecido. Media hora más tarde Rosalie aparece con el niño, este sujeta su mano con fuerza mientras mira a todos lados con miedo, lleva otra ropa, habíamos pasado por una tienda departamental a la que Rose obligó a abrir para comprar tan temprano, fue esquiva eligiendo ropa de niños, de bebé, ropa de mujer, juguetes y un par de cuadernos de dibujo. El pequeño lleva una sudadera de Spiderman color azul y unos jeans oscuros, va descalzo porque no compramos zapatos pero ahorase ve mejor, está limpio y decente.
-te vez mejor, Tom - murmuro y él niño me mira un segundo antes de bajar la mirada de nuevo - tienes hambre? - pregunto nervioso y asiente con pena. - ven conmigo - le tiendo la mano y vuelve a dudar, Rosalie le sonríe y con un suspiro resignado la suelta para darme la mano a mi. - que te gustaría comer? - pregunto llevándolo hacia la cocina donde Bella en su momento se reunió con el chef Ramsay.
-lo que sea, señor - su voz es un suave susurro mezclado con una pequeña voz chillona e infantil, me siento del asco. Entramos a la cocina y veo a mis empleados esperando órdenes.
-pueden preparar un desayuno rápido para el niño? - lo miro de nuevo - te gustan los vegetales? - niega haciendo una mueca con la boca - tocino… salchichas? - asiente de manera frenética - un desayuno americano enseguida.
-si, señor. - lo ayudo a sentarse en la mesa de vidrio de la esquina y me siento frente a él, Rose está cerca con el teléfono en mano esperando mi señal.
-tienes padres? - pregunto angustiado.
-no - susurra y baja la mirada de nuevo - mi papá murió cuando nací y mi mamá se enfermó mucho, luego no despertó más, las monjas me llevaron a la casa de ellas. - asiento sintiendo un nudo en la garganta.
-y vives bien ahí?
-no, señor. Ellas son malas, nos golpean y nos hacen dormir afuera, ahí hace frío y a veces no comemos.
-eso va a cambiar, de acuerdo? Rosalie te va a tomar unas fotos y luego vas a desayunar. - mira a Rose con miedo y desconfisnza. Si, yo también desconfiaría niño. - no va a pasarte nada, solo queremos evidencias de unas cosas
-que cosas?
-no lo entenderías, eres muy pequeño. Vas a estar bien a partir de ahora, nada te va a pasar.
-usted va a ser mi nuevo papá? - pregunta un poco esperanzado, el nudo en mi garganta es mayor, no puedo hablar. Estoy haciendo la atrocidad más grande del jodido mundo.
-dejame tomarte las fotos, cariño - habla Rose sacándome del apuro - así podrás comer. - Rosalie toma el vídeo de él sin que se dé cuenta, lo pone de pie y lo graba enseguida, también toma tres fotos y lo devuelve a su sitio. Le doy el número que me mandó Dashwood y le pido que lo envíe enseguida. Ella sale de la cocina mientras siento que estoy cavando mi tumba, me siento arañar la tierra con mis manos, obligándome a meterme de cabeza.
Justo ahora me siento el hijo de puta más miserable del planeta.
Me quedo sentado frente a Tom, lo admiro y suspiro apenas cada vez que sonríe y se emociona con la comida, le han servido un plato de tortitas con miel y fresas, también le han puesto tocino y salchichas fritas, jugo de naranja recién exprimido y un brownie con helado, sus ojos se pusieron enormes al ver todo eso y ahora está terminando con el postre, no puedo creer que un niño haya comido todo eso, Rosalie camina de un lado a otro poniendome más nervioso de lo que ya estoy, solo nos queda esperar.
"Estoy haciendo lo correcto, no? Hay niños que mueren todos los días, niños que secuestran diariamente, que asesinan y uno no se entera, no piden rescate por ellos, niños que no son nadie y a nadie les importa, él es solo un niño más de esos". Pero soy yo el que está cavando la tumba del pequeño también y siento que algo va a salir mal en algún momento.
Cuando el pequeño termina de comer, Rosalie le da un paseo por el yate, ahora está más animado y sonríe tomando de la mano a Rose, imagino que es porque es mujer y son más… dulces tal vez, más maternales y confiables, se sostiene con fuerza a ella cuando Jared o los otros se acercan. A las nueve estoy que camino por las paredes de la ansiedad, aún nadie ha llamado o escrito, tengo el teléfono donde Rose envió el vídeo, y el mio en la mano, no sé que esperar o hasta cuándo pero mi pulso se acelera cuando, diez minutos después entra una llamada de un número privado, respiro para calmarme y contesto cagado de miedo.
-hola - intento sonar acertivo y serio.
-hola baby, donde estas? - suelto el aire de manera entrecortada al escuchar la voz de Isabella, cierro los ojos sintiendo aún más culpa, me pasó una mano por la cara y mi estómago se revuelve por la pena.
-hola Cielo. Lamento haberme ido tan temprano pero tenía una reunión importante, te prometo compensarte si? - la escucho suspirar
-de acuerdo, volverás pronto? - pregunta con voz triste. Lo haré tan pronto me llame tu madre.
-eso espero. De donde me llamás, amor? No tengo este número y es privado - digo serio.
-oh, si. Es el teléfono de Alice. El mío está muerto, no sé qué le pasó.
-Alice está en la casa? Con Jasper?
-no baby, vino sola, vamos a buscar ideas para la decoración de la habitación del bebé.
-entiendo. Diviértete entonces, preciosa. Volveré en cuanto pueda. Te amo.
-y yo te amo a ti, baby - corto la llamada enseguida y dejo mi teléfono caer en la mesa, estoy tan jodidamente nervioso que no me di cuenta que contestaba mi teléfono. Espero otro rato más y me jalo el cabello casi histérico, me siento arrinconado, "hacerlo o no hacerlo?" Mierda. Ya no puedo echarme atrás. Vuelve a sonar el teléfono, esta vez el otro y mi pulso se acelera, con miedo, ansiedad, angustia y las manos sudando contesto.
-hola?
-ochenta kilates en diamantes pequeños - me sudan las manos, es la voz de una mujer y suena ruda y fría, espero sea Renné.
-es muy poco - contesto enseguida con cierta molestia, eso es lo que vale un niño? Ochenta kilates? Vaya mierda. La escucho resoplar.
-cien kilates y ni un gramo más. - veo al niño pintar en el libro de dibujos que compró Rose y siento que se me parte el corazón. "Es solo un medio para un fin, los niños como él nunca viven mucho, no? Bueno, no todos."
-de acuerdo. - digo resignado.
-lo buscaré esta noche. Donde?
-Londres, los muelles de yates. - la línea se queda en silencio durante un largo minuto, pienso que ha colgado pero la llamada sigue en curso. Escucho un sonido extraño al otro lado de la línea y algo romperse.
-ahi estaré. Diez de la noche. Sé puntual. - y sin nada más corta la llamada dejándome aún más nervioso y asustado. Que demonios estoy haciendo? Vale la pena poner en riesgo la vida de un niño solo por conseguir hablar con Renné? Y si ella no viene? Y si es alguien más? Voy a odiarme toda la vida por esto.
Camino al rededor de la oficina mientras bebo Bourbon, la cabeza está matándome y la culpa está comiendo mi cabeza tan rápido que creo que voy a explotar. Apenas llegué a casa fui a ver a mi chica que estaba con Alice en el jardín, estaban comiendo aperitivos y leyendo un montón de revistas de diseños infantiles, la besé pidiéndole perdón en silencio por lo que estaba a punto de hacer, la abracé y suspiré en su cuello, la necesitaba pero me siento tan sucio que no quiero tocarla sintiéndome así, Alice se dio cuenta de mi ánimo así que llamó a Jasper para que viniera a casa, en menos de media hora estaba aquí, ahora estaba sentado en el sofá de mi oficina mirándome con miedo y pesar, lo sé, soy un bastardo.
-estas seguro que era ella? - su voz es baja y suena preocupado. Jasper jamas tomaría una vida a menos que fuera extremadamente necesario y menos la de un niño, ni siquiera quiero mirarlo, sé que veré lástima en su mirada, no quiero sentirme juzgado, no por él.
-eso creo. Dashwood me dijo que ella hace el trato directamente. - me paso una mano por el cabello nervioso. - no quiero hacerlo, Jasper. Jodidamente no pero es la única forma de contactar con Renné.
-sabes que vas a ir al infierno por esto, no? - resoplo cansado.
-lo sé y es lo que menos me importa.
-y que te preocupa entonces?
-el maldito karma, Jasper. Siento que si hago esto algo va a salir mal luego. Si Bella se entera… mierda ella va a dejarme.
-no lo hará, mantén el perfil bajo y deja de actuar así frente a ella. Con suerte todo terminará bien esta noche. - suelto el aire y asiento.
Luego de otra media hora de lamentos por fin le tomo la palabra, me calmo e intento pensar en otra cosa, aunque también ayuda el hecho de que estoy algo ebrio, no lo suficiente pero si un poco, en el almuerzo mantengo a Bella junto a mi, tocándola y besándola cada segundo que puedo, ella sonríe de manera hermosa y se burla porque es la primera vez que me ve de esta forma, Jasper y Alice hablan con ella intentando distraerla de mi mierda mental y puedo disfrutar de un buen rato agradable.
Después del almuerzo Alice tiene la idea de ir a la piscina, ambas suben a nuestra habitación porque Bella tiene un montón de bañadores sin usar, Jasper me mira mientras tomo otro vaso de Bourbon, no quiero pensar y estar ebrio me está ayudando bastante. Entramos al área de la piscina piscina cerrada, me gusta tener una en cada casa que tengo, aquí está bajo techo y climatizada para mayor comodidad, afuera hace frío así que la templo un poco para que Bella no se enfríe y nuestro bebé no se congele. "Un bebé puede congelarse en el vientre?" Debo buscar libros sobre bebés ahora.
Sonrío al ver a mi chica entrar con Alice, ella lleva un bañador rosa pálido, su color favorito y lleva una bata de seda sin cerrar, Alice viene a su lado con un bañador morado y una toalla en la mano, atraigo a Isabella a mi cuerpo y la beso como si no hubiera un mañana, amaso su delicioso culo debajo de la bata y tomo todo lo que puedo de su boca, es jodidamente sexy cuando me abraza por el cuello y muerde mi labio inferior, la deseo, estoy malditamente excitado pero no puedo hacer nada.
-me gusta este comportamiento tuyo - susurra cuando acabo el beso. Sus manos juegan con el cabello de mi nuca y sonríe lánguidamente. - nunca te había visto borracho.
-no estoy borracho, solo me emocioné un poco con el Bourbon. - susurro y dejo un último beso en sus labios. - no querrás verme ebrio nunca, amor
-por que no? - pregunta con curiosidad, me muerdo el labio inferior y bajo la mirada. Solo momentos oscuros he vivido en ese estado.
-no querrás saberlo. Es mejor mantenerme sobrio, si? - frunce un poco el ceño pero sonríe y asiente, ella no tiene por qué saber todo de mi, no? Por lo menos no la mierda mala.
Ella se baña con Alice y nadan un rato, también juegan en el agua como si fueran dos niñas, Jasper y yo solo sonreímos al verlas mientras bebemos un poco más y escuchamos música, no hay que decir nada, no tiene sentido decir nada más, voy a hacer la peor atrocidad que puede hacer un hombre y voy a mentirle a mi mujer sobre ello. Bueno, sé que no voy a poder redimirse nunca con el de arriba pero espero hacerlo con mi mujer.
-entonces que harás para el cumpleaños de Isabella? - la pregunta de Jasper me toma por sorpresa, lo miro sin saber que decir - lo olvidaste - afirma sonriendo un poco.
-bueno, estoy hasta el cuello de mierda así que si, lo olvidé. - gruño mirándola jugar con Alice pasándose una pelota playera. - quizás solo organice una cena y le compre un pastel, tampoco es como si podamos hacer una celebración grande, ella no puede hacer mucho desarreglo.
-su cumpleaños es en dos días - afirma serio - si quieres puedo encargarme con Alice mientras tu terminas con el asunto de Renné. - suelto el aire cansado y miro al techo de madera cuando me recuesto al espaldar de la silla.
-eso sería excelente, amigo. No puedo pensar en nada coherente ahora, solo quiero algo sencillo, una cena que a ella le guste solo con nosotros y Charlie, nada espectacular, comida chatarra si ella quiere, solo quiero verla feliz, un pastel con chocolate, ama el chocolate y un regalo pero de eso ya me encargaré.
-de acuerdo, yo organizo con Alice el resto.
La tarde pasa rápido, más de lo que me gustaría, a las siete, luego de la cena Alice y Jasper se marchan, Bella y Alice han armado varios diseños para la habitación del bebé, unos neutrales con blanco y amarillo y pinturas de animales salvajes, otros son específicamente de niño o niña, una habitación en azul rey y azul cielo con motivo de dinosaurios o el espacio, otros eran rosa y morado con mariposas y unicornios, todos son preciosos pero estoy seguro de que nuestro hijo va a ser un niño así que mi favorito es el del espacio con cohetes y planetas.
Más tarde, luego de que ella me mostrara sus ideas con la habitación pasamos el rato con Charlie, él también nota mi mutismo y mi ausencia en el lugar, Bella parece empezar a notarlo también pero él la distrae, definitivamente Charlie es mi mejor aliado con ella, cuando Bella se marcha al baño por un momento Charlie comienza a preguntar qué me pasa, esto tampoco puedo decírselo a él, no quiero que me odie ni que odie a Renné por ello, solo le digo que tiene que ver con Igorov pero no puedo decir nada concreto aún, debe esperar, que debo salir esta noche por información y no puedo retrasarme. Así que a las nueve en punto estoy con Bella en nuestra habitación completando nuestra rutina nocturna, una que me gusta mucho.
-esta haciendo un poco de frío esta noche, amor. Quieres una pijama cubierta? - pregunto cuando salimos del baño, está vez me he duchado con ella por petición suya, extrañaba darme un ducha sintiendo su cuerpo jabonoso y suave, así que por qué negarme ese placer? Fue una ducha libre de pecados, apenas la toqué como quería, ella aprovechó de tocarme y dejarme tan necesitado pero no podía dejarla hacer lo que quería, en la ducha es peligroso para ella y no quiero llegar tarde a la reunión.
-tengo calor baby. Mejor la bata - dice mientras se sienta en la cama, entro al armario y busco su bata, nada de ropa interior, odio verla en ropa interior, la ayudo a vestirse y le doy la pastilla para acostarse. - tú no vas a ponerte la pijama? - Pregunta cuando la ayudo a meterse bajo las sábanas.
-no, nena. Aún no, voy a afeitarme y luego bajaré porque tengo una reunión por vídeo llamada.
-a está hora? No es muy tarde? - pregunta con cierto escepticismo.
-si, pero es al otro lado del mundo, ya sabes, aquí es de noche y allá amanece. - asiente pero veo que no me cree del todo.
-hoy estuviste algo raro - murmura y acaricio su cabello de nuevo mientras espero a que el medicamento haga efecto.
-raro como, mi amor? - pregunto sin mirarla a los ojos.
-no lo sé, ausente, triste… te veías deprimido. - sus dedos acarician mi brazo y aprieto los labios, ella me conoce.
-si, lo siento. Es que… - piensa Cullen, piensa - alguien me recordó a mi madre hoy en la reunión de la mañana y… he estado nostálgico.
-oh, baby - se sienta y me abraza - lo siento mucho. Soy una desconsiderada, tu pensando en tu madre y yo toda paranoica.
-paranoica por qué, nena? - la aparto de mi para ver su carita, baja la mirada y veo como se ruboriza. - en que pensabas?
-bueno… - se encoge de hombros aún nerviosa - quizás tú podrías estar pensando en… alguien más, una mujer… no lo sé.
-bebé mirame a los ojos - pido en voz baja pero con una orden implícita. Ella sube la mirada nerviosa y me mira - no hay otra mujer, desde que te conozco no he visto a otra que no seas tú. Y siendo sinceros nadie es tan perfecta como tú lo eres para mí, así que despeja esa cabecita de pensamientos raros porque yo solo te amo a ti y a nuestro hijo. Bien?
-bien. - bosteza y se acuesta para luego cerrar los ojos y sonreír con picardia - pero va a ser una niña y se va a llamar Vanessa.
-hey! Acaso yo no puedo opinar en el nombre? - pregunto queriendo lucir enfadado. Ella ríe bajito y me mira bajo sus largas pestañas. - por qué Vanessa?
-me gusta ese nombre.
-bueno, ya que tú elegiste ese porque dices que será niña, yo te diré que será un niño y va a llamarse Ethan. - sonrío y ella suspira - imaginalo bebé. Ethan Cullen Swan. - vuelve a bostezar y asiente.
-es un nombre lindo, lástima que no podremos usarlo en una niña. - me río y beso el tope de su cabeza. Esta casi ida del sueño.
-eso veremos, amor. - me levanto de la cama y me voy al armario para vestirme lo mas rápido que puedo, tomo uno de los trajes Armani negro y me visto enseguida, apenas me peino, solo me coloco algo de perfume y salgo, veo a Bella ya dormida y suelto el aire, debo hacer esto por ella, todo esto es solo por ella. Al salir de la habitación corro escaleras abajo, falta media hora para las diez y no quiero llegar tarde. Jared está esperandome en la entrada y sin decir nada salimos deprisa.
Rose se ha quedado en el yate con el niño, no he querido dejarlo solo con los guardaespaldas, no creo que ellos puedan manejar a un pequeño asustado, sé que Rosalie si puede hacerlo, el trayecto se me hace eterno, estoy ansioso, asustado y nervioso hasta el culo, vuelvo a repetirme el mantra que tengo desde ayer "esto es por Bella, esto es por Charlie. Nada más importa." Rosalie me llama cuando estamos llegando, contesto enseguida.
-Rose
-señor, un auto negro, Mercedez Benz acaba de llegar - su voz es baja y nerviosa - aún no baja nadie pero estoy segura que es ella
-estoy llegando, Rose. No salgas del yate y deja al niño encerrado en la habitación principal. Que Seth y Embry se mantengan alertas.
-si, jefe. - corto la llamada y diez segundos después Jared estaciona a unos veinte metros lejos del auto que me ha dicho Rosalie. Jared baja primero y me abre la puerta, miro hacia el otro auto, específicamente a la ventanilla trasera durante unos segundos y luego camino hacia el yate, no sé quién está en ese auto, las ventanas tintadas no dejan ver nada pero espero haber parecido serio e intimidante. Subo al yate y espero mientras el resto está tenso mirando al rededor.
-al mínimo indicio de movimiento avísenme - ordeno y Jared asiente, camino por la proa del yate con Rosalie detrás de mí, ella también está asustada y sé que preferiría estar en casa ahora que estar aquí a punto de cometer el peor delito que un humano puede cometer.
-señor - miro enseguida a Jared que camina hacia nosotros - Seth tiene movimiento, tres hombres y una mujer vienen hacia acá.
-se ven hostiles? - pregunto más nervioso aún. Jared habla por su radio en el oído y espera para luego mirarme.
-no, señor. Los tres hombres traen glock automáticas en mano, ella no lleva armas.
-bien, los quiero preparados, no muestren las armas a menos que sea necesario. Iré a recibirla. - asiente y camina detrás de mí - Rose - llamo a mi fiel asistente que me mira nerviosa - ve con el niño, te avisaré cuando debas salir con él.
-entendido - me voy de vuelta a la entrada intentando respirar con calma, mis manos tiemblan y sudan un poco, mi corazón late deprisa, puedo sentirlo en mi garganta, justo ahora quiero salir corriendo pero debo hacerle frente, quiero hablar con ella. Jared y Embry se mantienen a mi lado cuando llegamos a la entrada, tres hombres cubren a la mujer detrás de ellos mientras supervisan todo.
-señor - saluda uno de ellos con un marcado acento checo. - debemos inspeccionar su yate por seguridad. - asiento levemente
-solo uno de ustedes, y va acompañado de uno de mis hombres - se miran entre ellos y asienten. Uno sube al yate y le hago señas a Embry para que le acompañe, los otros dos se hacen a un lado y evito soltar un jadeo al verla, ella me mira impacible, sería y con rabia. Extiendo mi mano hacia ella para ayudarla a subir. - Edward Cullen - me presento y hace una mueca despectiva con su labio superior.
-Renné Blavatsky - suelta y trago grueso. Es ella, jodidamente ella pero no se parece en nada a la mujer de la foto, a la dulce y sonriente Renné, a la madre de mi mujer.
Espero no estar cometiendo un error
Hola hermosas...
Tardé pero aquí estoy.
Que les ha parecido el capitulo de hoy?
Bastante duro, eh?
Este capitulo fue uno de los que más me costó escribir porque es un tema bastante sensible, secuestrar a un niño o la venta de niños es algo que ocurre todos los días, es un secreto a voces y aun sigue siendo tabú, este capítulo es estar del otro lado del secuestro y es un poco perturbador.
Pero bueno, a pesar de... Me gustó escribirlo, espero también les haya gustado.
Rw?
Nos vemos pronto.
Besos.
