Harry Potter, pertenece a JK Rowling. Tokyo Ghōul, pertenece a Sui Ishida
1.- Fem-Harry tiene que ser un Ghoul, eso está implícito.
2.- El harem de mínimo siete, tiene que tener a Lily, Hermione, Daphne, Padma, Susan y Tōka si o si, decide las otras dos, e incluso puedes agregar a más chicas, siempre y cuando las seis estén.
3.- NO es un Cross, solo vamos a usar el Ghoul como criatura mágica, a Tōka, Kaya, el Kagune y nada más de Tokyo Ghoul.
4.- La criatura Ghoul tiene que ser endémica de Japón, es decir: difiere de los Ghouls que ya existen en el canon de HP.
5.- Por naturaleza los Ghouls son... agresivos, así que el Fic tiene que ser bastante oscuro y sangriento.
6.- Quiero golpes para Snape, Ronald y Draco. Aunque bueno esa regla es más específica para ti que parecer tener alguna especie de... aprecio por la mierda esa de Snape.
7.- (Lo de la relación incestuosa por supuesto está implícita también, pero por si acaso, la agrego)
8.- El Fic tiene que comenzar en el tercer, cuarto o entre esos dos años.
9.- Tiene que contener Lemons.
10.- Fem-Harry tiene que crear una empresa en el mundo mágico, para hacerlo evolucionar, yo que se una empresa de celulares mágicos (esta idea fue tomada de Godfather and Godson by Mark_Ward)
11.- Tiene que haber un altercado con el mundo Muggle, no solo como referencia a Tokyo Ghōul sino también para que se demuestre aún más esa separación entre mundos.
Corte AKA Harén: Lily Potter, Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil, Susan Bones, Tōka Kirishima, Pansy Parkinson, Kaya Irimi, Narcisa Malfoy.
(N/A Diego y Laura/Maestros de las Sombras: Nos arrepentiremos de escribir este Fic, estamos totalmente seguros de ello –especialmente Diego−)
Artemisa: Una Ghoul en Hogwarts (Segunda Versión)
Capítulo 1: Lo que debió ser.
Su nombre era Harry James Potter Evans.
Era reconocido en la Europa Mágica (y especialmente en la Inglaterra Mágica), por varios apodos: "El Vencedor", "El Chico de la Luz", "El Niño Que Vivió"
Harry le había hecho frente a Tom Sorvolo Ryddle Gaunt, en un total de cuatro veces, y en todas ellas, salió con vida.
Hizo frente a un mago, que tenía casi cuarenta años de experiencia, más que él, y siempre sobrevivió, a todo ello.
Junto a sus amigos Ron Weasley y Hermione Granger, habían descubierto la existencia de unos objetos empleados por Tom Ryddle, llamados Horrocruxes, que le habían otorgado una inmortalidad parcial, y eran el motivo por el cual no había sido destruido, cuando intentó atentar contra la vida de Harry, en 1981.
En 1993, Harry descubrió que uno de esos Horrocruxes, era el diario que tantos problemas le había dado a él y al colegio entero. Pero más allá de ser, un trozo de consciencia, atrapada en un diario, era el trozo de un alma, al cual Harry pudo derrotar, con la ayuda del veneno del Basilisco de Salazar Slytherin.
En 1996, descubrió que había muchos otros objetos con el alma de Voldemort, y que esperaban a ser destruidos.
Gracias a las (casi) inverosímiles, extravagantes y excéntricas instrucciones, de Dumbledore a los miembros sobrevivientes de La Orden del Fénix, estos supieron qué hacer, y donde buscar los Horrocruxes, logrando debilitar a Tom Ryddle.
Era el 2 de mayo de 1998, fecha en la cual Voldemort se dio cuenta de todo lo que Dumbledore y Harry, habían estado haciendo, (por no hablar, de la traición de Severus Snape), y ahora cargó con su ejército, hacía Hogwarts, con el objetivo de tomar el castillo, convertirlo en algo similar a Durmstrang: En una escuela dominada por el lado Oscuro de la magia, donde solo asistirían los Sangre Pura y los Mestizos.
Y luego, conquistaría el país.
-/-/Bosque de Dean/-/-
Harry Potter, no estaba en los terrenos de Hogwarts en ese momento, sino en el Bosque de Dean, reunido con sus amigos: Hermione Granger y Ron Weasley, junto a los Horrocruxes: Copa de Hufflepuff y Relicario de Slyterin, y al Duende Griphook, este último creó (con ayuda de Hermione Granger), un circulo rúnico, que obligó a los dos fragmentos de alma, a dejar los dos Horrocruxes.
Para asombro y terror de Ronald, los trozos de alma se quedaron flotando, en el aire, antes de ser quemados por un fuego violeta, siendo erradicados de la faz de la existencia misma.
—Ha... ¡Harry! —se quejó Ron algo asustado, mientras buscaba en su bolsillo, enseñándoles a Hermione y a Griphook, lo que al comienzo ambos, creyeron que era un anillo, pero en realidad era la Diadema de Ravenclaw, que Ron había disminuido en tamaño.
—Sí... esto es un Horrocrux. —Dijo Griphook. —Por favor, colóquelo en el círculo rúnico, Sr. Weasley. —Ron, algo temeroso lo hizo lentamente, y con temor. Alejó su mano, cuando la diadema, del tamaño de un anillo, fue dejado dentro, y luego fue quemado, teniendo el mismo resultado.
—Diario, Copa, Relicario, Diadema... —murmuró Hermione.
—Cuando Dumbledore estaba muriendo... me dijo que el otro Horrocrux, era el anillo que él había tenido en su mano derecha, y que la maldición del anillo, fue lo que le pudrió la mano. —Confesó Harry. —Dijo que lo destruyó, usando el veneno de un colmillo de Basilisco. El mismo que yo usé, para el diario.
— ¿Ahora qué? —preguntó Hermione.
Harry se llevó las manos a la cabeza, enterrándose las uñas en el cráneo, mientras que otra visión surgía. Era Voldemort, quien estaba usando la Legeremancia, para hablarles a los alumnos y maestros de Hogwarts, incluso a los miembros de La Orden del Fénix. —Entréguenme a Harry Potter, y vivirán. —Decía Voldemort. —Entréguenme a Harry Potter, y no destruiré la escuela. Entréguenme a Harry Potter y serán libres. Aun así, veo que han logrado erradicar a casi todas, mis fuerzas. Pero no canten victoria... aun.
— ¡Cabrón! —se quejó Harry. — ¡El muy cabrón, está en Hogwarts! —Eso alertó a sus compañeros, y a Griphook. —Está atacando. Pero al parecer, han logrado repeler sus fuerzas.
— ¡Hay que volver! —chilló Hermione.
— ¡¿El Ejercito de Dumbledore, también combate?! —quiso saber Ron.
—Sí. Juntos a muchos Aurores, la Orden del Fénix y muchos otros. —Dijo Harry frunciendo el ceño. —Neville y Luna, parecen haberse puesto al mando, y están atacando a las fuerzas de Ryddle, desde las torres, y puntos altos, usando Bombardas y Fyendfire.
— ¡Volvamos! —dijo Hermione
—Gracias por todo, Griphook —dijo Harry, el duende asintió.
—Potter —dijo Griphook, arrojándole algo. Harry lo atrapó en el aire y examinó. Era una tela, al desenvolverlo, encontró algo que le sorprendió. —Es de un Basilisco, que tenía más de quinientos mil años de vida. Acaba con esa serpiente. —Refiriéndose a Nagini.
Acababan de destruir las tres reliquias de los Fundadores de Hogwarts, sabían que Dumbledore, había destruido el anillo de los Gaunt.
—Lo prometo —dijo Harry, mientras el Trio de Oro, volvía a los Thestrals, y cabalgaba hacía Hogwarts, para ponerle fin a la batalla.
-/-/-/-
Voldemort estaba histérico, cuando pudo hacer un recuento, y vio como sus fuerzas fueron arrasadas, por los mocosos alumnos de Hogwarts. ¡Y prácticamente nadie, se había unido a él!
Todos ellos lo pagarían.
Todos ellos pagarían, por su ejército perdido.
Todos ellos pagarían, por aliarse con los Hijos de Muggles, como su desgraciado padre Tom Ryddle.
Todos ellos pagarían, por aliarse con Albus Dumbledore y Harry Potter.
Sus Mortífagos, otros Magos Tenebrosos anteriormente encerrados en Azkaban, los Gigantes, los Dementores, los Hombres Lobo.
Todos ellos, perecieron ante las patéticas...
No.
La verdad era, que no resultaron ser patéticas, si es que habían conseguido tanto.
No quería, odiaría admitirlo...
Pero ahora mismo, ÉL estaba contra las cuerdas.
Sus fuerzas, habían sido arrasadas.
Aun le quedaba...
— ¡Multiplex Expelliarmus! —gritó alguien. Alguien a quien los Mortífagos, conocían muy bien. Las varitas, saltaron de las manos de todos. Cuando volvieron sus miradas hacia arriba, se encontraron a Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley, cabalgando Thestrals. — ¡Bombarda! —las varitas explotaron, dejándolos a todos ellos, desarmados.
Rápidamente, los amigos de Harry, lograron ver algo que Voldemort no vio, y estaban alejando a los restantes Mortífagos que tenía a su lado, atacándolos con todo.
—Harry Potter... el Niño-Que-Vivió, viene... a morir —dijo Voldemort, sonriéndole, antes de sacar la varita mágica de Lucius Malfoy. — ¡Avada...!
— ¡Evanesco! —si la situación fuera otra, sería incluso risible, el cómo Voldemort ni siquiera consiguió realizar la maldición, y ya no tenía la varita de Lucius Malfoy, en sus manos.
El hombre rugió de furia, y sacó su varita mágica. Aunque sabía que el Priori Incantatem podría liberarse, no tenía más opciones.
Había perdido la Varita de Sauco, aun no sabía cómo.
No.
En realidad, era algo que sí sabía: Él mismo descubrió, que la varita al parecer, carecía de... de él lo llamaría "Impulso Mágico", pero un fabricante de varitas, lo llamaría sencillamente "Núcleo Mágico".
El núcleo necesitaba ser alimentado por una mínima porción de magia de su usuario, antes de liberar todo su poder, era por eso que se realizaban movimientos de varita, y el hechizo era liberado.
Pero, con la Varita de Saúco era distinto: Si la varita no estaba, en las manos de su auténtico dueño, entonces esta, eliminaría la mitad del poder de su propio núcleo mágico, mientras que robaría la magia del usuario.
El Avada Kedavra surgió, desde la varita de Tejo y Pluma de Cola de Fénix.
Automáticamente, el rayo rojo surgió desde la varita de Acebo y Pluma de Cola de Fénix.
El canto del Fénix.
El rayo conectado, y en el centro, la esfera blanca.
La jaula dorada.
El Priori Incantatem.
Las almas que surgieron, desde el interior de la varita de Voldemort.
Los nombres de los últimos cinco hechizos, desde el interior de la varita de Harry.
Y la historia ya vivida en el Cementerio y en el Atrio del Ministerio, se repitió.
Las varitas vibraron.
Vibraron con mucha más rudeza, en comparación al Cementerio y al Atrio del Ministerio.
La luz dorada en el medio, que retrocedió hacía la varita de Voldemort, ante un grito de guerra de Harry, la jaula dorada, que retrocedió encerrando al Lord Oscuro, pero Voldemort escuchó a alguien arrojarles una maldición explosiva.
No lograron hacer nada.
Ambos murieron, en la explosión.
La cual también se llevó por delante, a la persona que los atacó.
.
.
Cuando abrió sus ojos, se encontraba con la espalda recostada en el suelo. Reconoció la estación King Cross, pero más pulcra... y blanca.
Todo a su alrededor, parecía estar construido en mármol, y estar coloreado de un verde-grisáceo, que le daban a todo, un ambiente bastante enfermizo.
[Sube las escaleras] dijo una voz femenina, que le hizo saltar del miedo a Harry. Buscó su varita, y la encontró en el suelo. La recogió, y siguió las indicaciones de la voz, pero siempre estando preparado para defenderse. Cuando salió a la calle, pronto se dio cuenta, de que no había estado en King Cross, sino en una especie de... King Cross paralelo, en una especie de subterráneo. [El callejón, cruzando la calle] Miró en todas las direcciones, en busca de la fuente de la voz, pero no vio nada, ni a nadie. Siguió la voz, hizo lo que le indicaron, e ingresó en una puerta abierta, de la cual surgía una voz blanca.
Al entrar, no fue bombardeado por esa misma luz, sino que encontró una especie de sala de espera, con muchas personas.
Muchas de las cuales, él conocía.
Una lagrima deseaba rodar, por el ojo de Harry, al dejarle reconocer a muchos amigos, y muchos desconocidos. Claramente, ellos habían luchado a favor de Hogwarts en aquella batalla.
Sintió un papel en su mano.
Un papel que antes, no había estado allí.
Bajó la mirada, encontrándose con que era el típico turno, que se agarraba en un hospital: 717, ponía el suyo.
— ¡Turno 717, siga la puerta doble de la derecha, puerta 100! —dijo la recepcionista.
Rápidamente, se dirigió hacia donde le pedían. Encontró la puerta y tocó.
—Adelante, Harry. —Dijo una voz femenina, del otro lado. Suspiró y entró. Se encontró con una oficina que tenía un color amarillo. Inconscientemente, eso le hizo calmarse. Miró al frente, encontrándose con una mujer de cabello negro corto, que había sido cortado con unas tijeras de forma descuidada, dándole un aire punk, llevaba un traje formal, de saco y faldas blanco, una camisa negra, una corbata roja. —Bienvenido.
—Este... Hola. —Dijo encogiéndose un poco.
—No tengas miedo. No es... necesario que lo tengas. —Dijo la mujer, enseñándole una sonrisa.
—Este... ¿Quién es usted? —preguntó finalmente, y solo en ese momento, se dio cuenta de algo que no había captado antes.
¡Su voz no era grave, era aguda!
Rápidamente, ignorando a la mujer, se acercó a una ventana, pues la oficina carecía de espejos y se miró en ella y soltó un grito de sorpresa.
¡Era una chica!
Tenía el cabello negro largo, sus ojos seguían siendo verdes, su cabeza en general era estrecha y redondeada, su mentón era puntiagudo y menos prominente, su mandíbula era redondeada, sus pómulos eran redondeados y suaves, sus cejas eran arqueadas y delgadas, su nariz ahora, era más delgada y respingona. Se miró mejor, y casi se desmaya, al ver que tenía pechos.
—Soy aquella, a quien podrías llamar "Ángel de la Muerte" o simplemente "Parca", no hace una diferencia. —Dijo ella, con calma, presentándose e ignorando la sorpresa de Harry. —Y sí. Estás muerta.
—Sí... recuerdo... alguien nos arrojó a Voldemort y a mí, una Bombarda —dijo Harry, calmadamente. Pero no estaba pensando en su muerte, ni en quien podría haberla provocado. — ¿Por qué soy una mujer?
—Tendrías que haber sido una mujer, de nacimiento —admitió Parca, dejando en Shock a la chica. —Cuando Dumbledore recibió la profecía de Trelawney, decidió visitar a tus padres y a los de Neville, realizar un seguimiento en los embarazos, para poder controlar la Profecía al completo. Pero tus padres, comenzaron a desconfiar de Dumbledore, y le impidieron verte, siempre que les fue posible. Cuando él supuso que eras un niño, gracias a las historias de tus padres y a los falsos recuerdos que ellos mismos fabricaron, al instante te dio el nombre de tu abuelo materno: Harrison o bueno "Harry" —La enfadada jovencita, solo asintió molesta. —Ellos siguieron la mentira, sobre la existencia de un tal Harry James Potter, tratando de confundir a Voldemort, que buscara a un supuesto hermano tuyo, y que te dejara en paz.
La chica suspiró, mientras sentía cómo todo lo que la rodeaba, se venía abajo. — ¿Me estás diciendo, que Dumbledore me transformó de alguna forma, en un chico, sin que mis padres lo supieran, luego él mató a mis padres, siendo engañado por Dumbledore, el cual le mintió al Mundo Mágico sobre mi género, solo para controlar la profecía?
—Exactamente, querida. —Dijo Parca, dándole una sonrisa tranquila y sincera. Le sorprendía lo rápido que la chica estaba hilando todo. —No deberías de preocuparte. Un sirviente de Dumbledore, asesinó a Voldemort, al tiempo que a ti. Y luego, este mismo sirviente descubrió que la serpiente Nagini, el último Horrocrux, fue destruido por Neville Longbottom, quien asesinó al que te mató a ti. —La mirada en los ojos de Parca, era de ira total. Claramente, ella no tendría que estar muerta, claramente Parca no quería su alma. —Querida: La verdad es, que las cosas no tendrían, qué haber sido de esta forma. Tu tendrías que haber sido una chica, con una infancia, vivir con los Dursley, sí, del asco, pero rodeada de amigos verdaderos, y de personas que te amen. —Su mirada cambió a una de lastima. —Los Weasley están siendo manipulados por Dumbledore, para que se acerquen a ti. Tu misma, fuiste manipulada, para que muchas cosas de tu infancia y adolescencia escolar, (como los combates contra Voldemort, el 21 de junio de 1992 –El combate contra Quirrell, en la sala aquella, ante el Espejo de Oesed-, 29 de mayo de 1993 –La Cámara de los Secretos, Dumbledore sabía que Tom tenía algo que ver en todo esto, e hizo que descendieras, para enfrentarlo- y 24 de junio de 1995 –En el Cementerio–, o el combate que acabas de vivir), tuvieran lugar, de la forma en la cual lo hicieron. Dumbledore no murió ante Snape, sino que sobrevivió, pero Snape NO sobrevivió. Dumbledore envió a un sirviente suyo, para que los matara a ti, y a Voldemort, y así él tomaría los asientos de todos los Sangre Pura y Mestizos, que hubieran fallecido en la Batalla de Hogwarts, volviéndose alguien con un gran poder político, en los años venideros.
— ¡Cabrón! —rugió la chica, golpeando la mesa con sus manos. — ¡Estamos hablando de La Piedra Filosofal, ¿verdad?! La piedra y el Elixir de la Vida, así sobrevivió Dumbledore, cuando Snape lo mató.
—Exactamente, querida —dijo Parca, con una sonrisa, viendo como la chica mejoraba a cada paso. —Dumbledore decidió manipular la Profecía, y ser él, el único ganador. Yo, por mi parte, deseo darte una oportunidad. —La chica subió su mirada, sorprendida. —Si lo deseas, puedes volver a la vida, evitar todo esto. Evitar todas aquellas muertes. Pero hay algunas... clausulas, que tendrías que aceptar.
— ¿Cuales?
—Tendrías que revivir gran parte de tu vida, tendrías que aceptar ser un niño, hasta tu tercer año en Hogwarts. —Dijo Parca. —Volverás a tu forma original, es decir: a tu forma femenina, en 1993, la misma noche en la cual te verás obligada a sentir un gran dolor, mientras eres despojada del alma de Voldemort. —La chica enseñó una sonrisa ante esto. —Tiempo después, cuando Hermione y tú, auxilien a Sirius a que su nombre sea limpiado, (encárgate de capturar a Pettigrew, en la casa de los Gritos), él tomará legalmente tu custodia, porque Dumbledore la tomó ilegalmente, él obligará a que lean el testamento de tus padres, y te irás a vivir con Sirius, en las vacaciones decembrinas, en Japón, te convertirías en un ser mágico, antes de tu cuarto año.
— ¿Un ser mágico? —Preguntó la joven, interesada en eso. Si pensaba en una forma en la cual, una persona, ya fuera maga o Muggle, pudiera volverse un ser mágico, solo podía pensar en un licántropo, pero Parca, lo hacía sonar, como si fuera otro tipo de criatura.
Parca pareció tomar aire, como preparándose para decir algo, que sería difícil para ella y para la joven. —Los Ghoul son seres autóctonos de Japón. En realidad, son humanos, con una cantidad tan grande de magia, que sus cuerpos han mutado, otorgándoles miembros extra, y obligándolos a vivir casi como criminales. Pero existe una forma científica, para que un humano normal, se convierta en un Semi-Ghoul. Y eso es, cuando se le trasplantan los órganos de uno. A partir de ese momento, un Semi-Ghoul está condenado, a comer carne humana y beber café, para subsistir. —La chica palideció. —Algo así, nos permitiría romper la cadena, que te tiene atada a la Profecía.
—Sigo escuchando —dijo la chica, aún más decidida que antes, apretando los puños.
—Antes de que te vayas de aquí, te permitiré reunirte con algunas personas, y te daré un libro sobre los Ghoul, pero solo lo podrás leer aquí. —dijo Parca, su interlocutora, solo asintió. —Cuando enfrentes a Voldemort, en el Cementerio, debes hacer que la esfera del PrioriIncantatem, ingrese en su varita, eso destruirá ambas varitas, permitiéndote ser libre de la maldición que Albus Dumbledore, colocó sobre ambos. Él fue, quien te condenó a ser un chico, él fue quien guio a Voldemort a la trampa, para que fueras marcada como su igual, para que tus padres murieran, para que solo tuvieras a Ron Weasley como tu amigo, para que tu círculo de amigos, fuera tan pequeño, y los condujo a ti a Voldemort, a todas las posiciones en el tablero, que él llegó a desear, con tal de que ambos murieran, y así el obtuviera los asientos de las casas Potter y Gaunt, tras sus muertes.
La chica apretó sus manos, llena de ira. — ¿Entonces?
—Te daré a elegir varias fechas, y elegirás a dónde quieres... ir. Revivirás, el Horrocrux será destruido y despertarás como una chica —explicó Parca, Harry asintió, mientras desenvolvía un pergamino. —18 de diciembre de 1992.
— ¿Cuándo Nick-Casi-Decapitado, fue petrificado y ya todos me creyeron, La Heredera de Slytherin? —preguntó la chica sonriendo con sorna. —No, gracias.
—De acuerdo, entonces no —dijo ella sonriente, mientras tachaba esa fecha. —31 de octubre de 1993.
— "31 de octubre de 1993" —susurró la chica, para sí misma, mientras los recuerdos fluían como el agua, en su mente. Se sorprendió bastante, de cuan fácil le era recordar, sucesos. — ¿Cuándo Sirius cortó a la Señora Gorda, para ingresar a la Sala de Gryffindor, y tratar de llevarse a Pettigrew?
—Sí. —Afirmó Parca. — ¿Quieres volver a ese momento, en concreto?
— ¿Cuáles son las otras fechas? —preguntó Harry, interesado. Pero aquella fecha, no sonaba mal. Aunque pronto recordó, que tendría que permitir algunas cosas, pues solo podrían capturar a Pettigrew, hasta los sucesos de la Casa de los Gritos. Caer en la cuenta de eso, lo hizo maldecir.
—22 de agosto de 1994 y...
Harry suspiró con cansancio y enfado. La miró fijamente furioso. Pero el ente de la vida y la muerte, no se dejó amedrantar. —Déjame adivinar —gruñó enfadado, pero eso solo hizo reír a Parca. Estaba tan enfadado, que solo podía hablar entre dientes. — ¿22 de agosto de 1994? ¿o acaso será 31 de octubre de 1994? ¿O quizás 24 de junio de 1995?
—Entonces, 1994 y 1995 están fuera de discusión, ¿no es verdad? —dijo Parca, con una sonrisa sínica.
—Tómalo por seguro —gruñó la pelinegra, mientras se cruzaba de brazos, y su mirada se volvía decidida. —31 de octubre de 1993. Y sí, es mi última palabra.
—Perfecto —dijo Parca sonriente, mientras sacaba otro pergamino de un cajón de su escritorio, una máquina de escribir, literalmente se surgió de la nada. Colocó el pergamino en la máquina y mecanografió en él, por casi veinte minutos, mientras que Harry se moría del aburrimiento. Luego sacó el papel, hizo desaparecer la máquina, y tocó un botón ubicado en su escritorio. —Por favor, déjalos pasar.
La oficina, se transformó en una sala de estar. Parca estaba sobre un trono, la mesa ahora estaba llena de bebidas gaseosas, té, café, un plato con cubos de azúcar y un plato de galletas.
Casi al mismo tiempo, la puerta a la cual Harry estaba de espaldas, se abrió.
Harry reconoció las risas, y miró hacia atrás, asombrándose con las personas que entraban por ella.
James y Lily Potter, venían entrando y conversando, con sonrisas en sus rostros.
Sirius Black, Remus Lupin y Nymphadora Tonks, también hablaban, animadamente entre ellos.
Seguidos por un hombre de cabello cano, con unos cuantos cabellos negros y ojos castaños y una mujer de cabello cano y ojos negros, de edad avanzada.
Y otra pareja de personas, igualmente de edad muy avanzada. El hombre tenía el cabello muy canoso, los ojos verdes, la mujer los tenía castaños, y se le notaba el cabello rubio, no era tan vieja, con el hombre.
— ¡Hola, Harry! —dijo Papá Evans, abrazando a su nieta. La chica pudo reconocer, que aquel hombre era su abuelo Harrison, y la mujer era Samanta Evans. Había visto fotos de ellos, en el hogar de sus tíos.
Detrás de ellos, esperando un abrazo que pronto recibieron, estaban sus abuelos paternos, quienes se presentaron como Fleamont Potter y Euphemina Deneuve.
—Me alegra informarles, que Harry ha aceptado realizar este... digámosle: viaje en el tiempo —dijo la Parca, sonriente. Eso sorprendió a Harry, porque sus padres, padrino, tíos (Remus y Nymphadora) y abuelos, parecían saberlo todo, sobre este plan. —Solo necesitas firmar este documento, Harry. —Colocó el documento ante Harry.
Antes de firmar, decidió leerlo, y fue llenando los campos, con sumo cuidado.
No quería cometer algún error.
Yo, Harry James Potter Evans, acepto el pacto con la Parca, sobre eliminar a Tom Sorvolo Ryddle Gaunt, destruyendo para ello sus Horrocruxes, solo comenzando la búsqueda de estos, a partir del 18 de junio de 1996.
Como compensación:
Me libraré del fragmento del alma de Tom Sorvolo Ryddle, a la fecha del 31 de octubre de 1993.
Volveré a mi cuerpo y sexo original, como _.
Tendré que aceptar, a mis almas gemelas, e hilo rojo del destino, atado e ideado por las Señoras del Destino y el Amor
(Almas Gemelas: Hermione Jean Granger, Pansy Parkinson y Lily Janeth Evans-Potter).
Tendré que aceptar, convertirme en una criatura mágica: Ghoul.
— ¡Espera un segundo, ¿Qué significa esto?! —chilló Harry... histérica, antes de mirar a Parca, y luego mirar a su madre, mientras que era él, quien palidecía.
—Veras, cariño —comenzó Lily quien estaba muy tranquila, con la situación de enamorar a su hija, e incluso le sonreía. —La cosa es, que al aceptar cortejar a Hermione y a Pansy, quienes son tus almas gemelas y con quienes estabas destinada sentimentalmente, las estás salvando de destinos... —frunció el ceño. —Destinos, no muy agradables, que digamos.
—Si no cortejas y enamoras a Hermione, ella tendrá que casarse con el cobarde y misógino Ronald Weasley, y tú ya sabes cómo es él. —Dijo Parca. Eso era verdad, Ron despreciaba, pordebajeaba y hacía a un lado a Hermione, todo el tiempo. Diciendo que solo él y Harry (en ese orden), habían completado todos esos desafíos. —Ella tendrá un futuro, en el cual será solo su máquina de cría, teniendo más hijos de los que podrían mantener, y le impediría llegar a donde ella, por su destino, tendría que llegar. —Harry asintió, no muy seguro, pensó en una Hermione en algún puesto del Ministerio de Magia Británico, luego la imaginó, como una periodista, o quizás como una famosa Pocionera. Y luego, pensó en cómo sería ella, si acabara casada con Ronald. —Y, en segundo lugar, Pansy Parkinson: Ella creció como hija de un Mortífago, que jamás fue atrapado, porque usó un hechizo oscuro, para cambiar su apariencia física, su voz y su firma mágica; hizo rápidamente una fortuna, derrotando a muchos magos, en el extranjero. Un duelo mágico, te permite vencer a tu rival, y tomar su fortuna y puestos de poder, así es cómo lo hizo. Luego, volvió a Inglaterra, bajo el falso nombre de Alfred Parkinson, casándose con la madre de Pansy: el último miembro femenino, de una familia Sangre Pura Irlandesa, caída en desgracia. Gracias a Alfred, Debra Stuart, recuperó y forjó un estatus y obtuvo la vida, que siempre deseó tener. Pero Pansy es una chica, que tuvo muy malos ejemplos, a lo largo de su vida, así como los tuvo el propio Draco Malfoy, o como la vida sin amor, que sufrió Narcisa Black, luego de que la madre de Nymphadora, huyera con su esposo Muggle.
—Creo que...
—Nymphadora te lo contó —le recordó su abuelo Fleamont, dándole una sonrisa. —Los Black, tenían una deuda de vida con los Malfoy, y Andrómeda Black, tendría que haberse casado con Lucius, pero ella huyó con el futuro padre de Nymphadora, y en contra de su voluntad, no solo Narcisa tuvo que casarse: sino que, además, tuvo que formar parte de cientos de reuniones con Voldemort, siendo una Mortífaga, solo de apariencia, pero jamás de palabra o acción.
— ¿Y creen que solo, con seducir a la mujer, podré salvarla? —preguntó Harry con algo de incredulidad, pensando en la Narcisa Malfoy, que ella conoció. Aunque era cierto, que la mujer, le salvó la vida por unos instantes, mintiéndole a la cara a Voldemort, y permitiéndole tomar una ventaja en el combate.
—Sí. —Dijeron todos.
Lily le dio una sonrisa a su hija, mientras le acariciaba el cabello. —Y.… por mi parte... bueno: Cuando Parca, me dijo que existía la posibilidad, de que yo volviera a la vida, y pudiera estar a tu lado, acepté sin dudar. Algo pasará el 31 de octubre de 1981, que me permitirá sobrevivir, en un estado similar al coma.
—Lily mantendrá su juventud. Mantendrá su apariencia de 21 años, a pesar de sus 33. —Dijo Parca. Todos asintieron. —Cambiaremos unos pocos, e insignificantes sucesos, en la historia, y todo eso, causará un efecto Dómino, que cambiará a grandes rasgos, la historia, pero te permitirá hacer, todo lo que tienes pensado lograr. Solo con mover ligeramente un tenedor, en una cena, se podría detener la toma de la bastilla. Pues bueno: Moveremos MUCHOS tenedores, para que muchas personas, sobrevivan.
Por la puerta ingresó una mujer de cabello rubio rizado y ojos violetas, quien asintió.
Al instante, Harry supo quién era: Se trataba de la diosa o arquetipo del amor.
Así como el usual y clásico esqueleto viviente, y acompañado por la guadaña, era el arquetipo de la muerte, o un hombre de piel roja con cuernos y cola puntiaguda, era el arquetipo de la maldad y el diablo.
Era exactamente, lo mismo.
El chico suspiró, y se acercó a la hoja que debía de firmar, ignorando a Afrodita (como le llamaría, desde ahora), estuvo a punto de firmar en ambos espacios en blanco, aunque encontró una indicación, debajo de la línea de firma, final.
X_
Nuevo Nombre del Alma.
—Aquí dice: "Nuevo Nombre del Alma" —dijo Harry miró confundido, a sus abuelos y padres. — ¿Qué me proponen?, ¿o que creen que debería de poner?
Su padre se veía algo enfadado, pero no con su hija, ni con nadie en la habitación, sino con Dumbledore. —Con todo lo que hemos escuchado, y como serás obligada a tener que usar el disfraz de Harry Potter, hasta 1993, y a seguir ciertas indicaciones de Dumbledore..., creo que lo mejor, es que elijas tu propio nombre, cariño.
Ella lo pensó. Releyó, lo de ser convertida en una Semi-Ghoul.
Recordó las palabras de Parca, respecto a lo que era un Ghoul.
Firmó como: Artemisa Adela Potter Evans.
La que debió de haber existido.
— ¿Adela? —preguntó su abuelo Harrison Evans, quien, por ser un Mitólogo de profesión, saltaba de la felicidad, aunque entendía que "Artemisa", era porque sería una depredadora, una cazadora.
—Adela, viene de la flor Adelfa, la cual es muy común tenerla en el jardín. Es conocida como "Laurel de Jardín", pero es condenadamente venenosa. —dijo Harry. —Petunia, Lily... en la familia Evans, parecen tener algo con los nombres de flores, así como en la Black, tenían algo con las estrellas.
(N/A Diego: Esto de que el nombre Adela, sea una referencia a esta flor, es falso. Me lo acabo de inventar)
Lily sonrió. —Snape sirvió de algo, ¿no?
Luego de colocar su firma, Harry y su familia, vieron una puerta que apareció a un costado. —De acuerdo, por favor: todos vayan a esta sala, y relájense. Conversen, coman, hagan lo que quieran, tendrán mucho tiempo, mientras que converso con Destino y Kronos, para acomodarlo todo, en lo que Harry... ¡Digo!: En lo que Artemisa y Lily, vuelven a la tierra, a 1993. —Y estuvo conversando con su familia, comiendo, riendo, y leyendo aquel libro, sobre los Ghouls...
Los Ghouls eran una especie mágica (similar a los Hombres Lobo), eran carnívoros y caníbales, que solo podían alimentarse de humanos u otros Ghouls. Físicamente son parecidos a los humanos, lo único que los distingue es su dieta, mentalidad y biología interna. Cumpliéndose algunas condiciones extrañas, eran capaces incluso de aparearse con los humanos. Los órganos de los Ghouls pueden ser trasplantados con éxito en un ser humano.
Debido a su hábito alimenticio, los Ghouls son perseguidos, enjuiciados o neutralizados por la Comisión de Contramedidas Ghoul (CCG), con base en la Ley de Contramedidas Ghoul.
Siguió leyendo más, sobre su futura raza.
A pesar de que pueden beber agua y café, lo cual les lleva a tener altas posibilidades de tomar jugo u otro líquido, los Ghouls solo son capaces de alimentarse de humanos y otros Ghouls. Son incapaces de digerir cualquier otro tipo de comida debido a una particular enzima que su cuerpo produce. La estructura de sus lenguas es muy diferente a la de los humanos, volviendo el sabor de las comidas asqueroso o incómodo.
Los Ghouls no necesitan comer tan seguido de la misma forma que los humanos; ellos pueden sobrevivir un mes o dos alimentándose de un solo cuerpo. Sin embargo, algunos Ghouls comen simplemente por placer.
Por lo que parecieron ser casi, mil años, hasta que comenzó a tener sueño, sintió la mano de su madre, sobre su cabello, y una canción de cuna, cantada por sus abuelos y padres, mientras que ella caía en un sueño pesado.
