Harry Potter, pertenece a JK Rowling. Tokyo Ghōul, pertenece a Sui Ishida

1.- Fem-Harry tiene que ser un Ghoul, eso está implícito.

2.- El harem de mínimo siete, tiene que tener a Lily, Hermione, Daphne, Padma, Susan y Tōka si o si, decide las otras dos, e incluso puedes agregar a más chicas, siempre y cuando las seis estén.

3.- NO es un Cross, solo vamos a usar el Ghoul como criatura mágica, a Tōka, Kaya, el Kagune y nada más de Tokyo Ghoul.

4.- La criatura Ghoul tiene que ser endémica de Japón, es decir: difiere de los Ghouls que ya existen en el canon de HP.

5.- Por naturaleza los Ghouls son... agresivos, así que el Fic tiene que ser bastante oscuro y sangriento.

6.- Quiero golpes para Snape, Ronald y Draco. Aunque bueno esa regla es más específica para ti que parecer tener alguna especie de... aprecio por la mierda esa de Snape.

7.- (Lo de la relación incestuosa por supuesto está implícita también, pero por si acaso, la agrego)

8.- El Fic tiene que comenzar en el tercer, cuarto o entre esos dos años.

9.- Tiene que contener Lemons.

10.- Fem-Harry tiene que crear una empresa en el mundo mágico, para hacerlo evolucionar, yo que se una empresa de celulares mágicos (esta idea fue tomada de Godfather and Godson by Mark_Ward)

11.- Tiene que haber un altercado con el mundo Muggle, no solo como referencia a Tokyo Ghōul sino también para que se demuestre aún más esa separación entre mundos.

Corte AKA Harén: Lily Potter, Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil, Susan Bones, Tōka Kirishima, Pansy Parkinson, Kaya Irimi, Narcisa Malfoy.

(N/A Diego y Laura/Maestros de las Sombras: Nos arrepentiremos de escribir este Fic, estamos totalmente seguros de ello –especialmente Diego−)

Artemisa: Una Ghoul en Hogwarts (Segunda Versión)

Capítulo 2: Lo que debería ser.

Su auténtico nombre, era Artemisa Adela Potter Evans. Fue un nombre que ella misma, se colocó, cuando le ofrecieron la oportunidad, de resucitar (esta vez), en el sexo que, por nacimiento y naturaleza, era suyo.

El plan Parca funcionó, pero Harry tuvo un destello de realidad, y la noche del 31 de octubre de 1993, a las 18:55, con pleno conocimiento de que Sirius no tardaría en aparecer, en la Sala masculina de Gryffindor, Harry arrojó un hechizo a sus compañeros: Ronald Weasley, Seamus Finnigan, Neville Longbottom y Dean Thomas, un hechizo de séptimo año (según su padre) Altum Morpheus, provocando que los cuatro, cayeran en la etapa III del ciclo del sueño, en el que realmente descansamos y en el que, si nos despertáramos, nos sentiríamos confusos. En esta fase las ondas cerebrales predominantes son la delta. Es donde generalmente se dan trastornos de sueño como el sonambulismo, terrores nocturnos y mojar la cama.

Harry James Potter Evans, se fue a dormir, sabiendo que pronto volvería a su auténtica forma. Pronto sería Artemisa Adela Potter Evans.

A las 22:00 horas, Sirius Black desgarró el cuadro de la Sra. Gorda, usando un cuchillo, e ingresó en la Sala Común de Gryffindor, ascendiendo hacía la zona masculina y con sus pasos insonorizados.

Atravesó la zona de los niños de primer año, segundo, hasta llegar a tercer año. Gracias al periódico de Fudge, él sabía que Ronald Weasley, era el alumno que tenía a Peter Pettigrew, como mascota.

Cabello anaranjado, gran nariz, encorvado y desgarbado. —Pensó Sirius, mientras miraba dentro de cada una de las camas de Dosel. Sonrió, cuando vio a Harry durmiendo. —Pronto voy a arreglarlo todo, Cachorro. Lo prometo. Voy a hacer, lo que haga falta, para corregir mis errores. No soy James, ni fui el más responsable de todos nosotros. Ese fue Remus, pero yo... yo... —suspiró, mientras agarraba con enfado, su varita. Si no hubiera ido tras Peter, él lo hubiera cuidado. —Te prometo, cachorro, que voy a corregirlo todo. Aunque me tarde mil años, en lograr tu perdón. —Cerró suavemente la cama, y se tropezó con el baúl, miró alerta, pero nadie despertó.

Sin embargo, el hechizo de Harry se rompió, y ahora todos salieron de la fase REM, teniendo sueños buenos o directamente pesadillas.

Pero Sirius no se percató de esto.

Fue hasta la cama de Ron, sonriendo al encontrarlos. A él, y a Peter, aun dormidos.

Sin lugar a dudas, al día siguiente, el chico entristecería cuando encontrara que su mascota no estaba, pero ya vería como pagarle.

Entonces, ocurrió.

Mientras que Sirius se debatía entre matar a la rata mascota, u obligarla a transformarse en Peter, Harry lanzó un alarido.

Todos despertaron sobresaltados.

Ron estaba frente a Sirius Black, y el pelirrojo soltó un alarido, que no acalló el de Harry. — ¡Incarcerous! —Rápidamente, todos vieron como el asesino, ataba a la rata mascota de Ron. —Revelio Animagus. —Ante ese hechizo, la rata comenzó a cambiar de forma Un hombre delgado (en su juventud, había sido regordete), bajito, con ojos llorosos, nariz puntiaguda, su cabello fue marrón rojizo alguna vez, pero ahora tenía canas, el cabello descolorido y estaba casi completamente calvo en la coronilla. — ¡Immobulus! —Se quedó totalmente quieto. —Todo el mundo, mantenga la calma. —Pidió el ex – presidiario. Ninguno se movió.

Pero todos volvieron su mirada hacía Harry, mientras que escuchaban a alguien ascendiendo por las escaleras.

Harry abrió sus ojos, mientras que todos veían como la cicatriz se abría y una especie de humo verde, aparecía encima de la cabeza de Harry, con el rostro de Voldemort, lanzando un grito, antes de desvanecerse.

Pero ya no era Harry.

Su cabello seguía siendo negro, pero creció y ganó muchas puntas castañas, sus ojos seguían siendo verdes. Su estatura aumentó un poco. Su piel palideció. Sus pechos se desarrollaron, también sus caderas y cintura.

—Se... ¿Señor Potter? —preguntó Minerva McGonagall, sin poder creer lo que veía.

—Carajo. Eso sí que dolió —gruñó Artemisa, mientras respiraba agitadamente.

—Se... Señorita Potter. —Dijo Minerva.

— ¿Sí, profesora? —preguntó ella, olvidando que (supuestamente) ella no tenía ni idea, de que en realidad era una chica, obligada a ser un chico, por trece años.

— ¿Se siente bien? Preguntó la mujer, mirándola de arriba abajo.

—Agitada y adolorida, a causa de la... transformación de mi esqueleto. Solo eso. —Dijo ella, mientras se encogía de hombros y los movía, haciendo tronar, los huesos de su espalda, mientras miraba sus brazos, y se tocaba el rostro.

—Mmm. ¿Le importaría, acompañarme a la enfermería? —Pidió Minerva, con cautela. —Usted también, señor Black.

—Por supuesto, profesora. —Contestaron Harry y Sirius. Mientras que veían a Artemisa, poniéndose de pie lentamente. Minerva se acercó a ella, al ver que no podía caminar correctamente, prestándole su hombro, para que caminara. Sirius las siguió a ambas.

/-/-/Habitación del Director/-/-/

Albus había estado descansando plácidamente, en su habitación, hasta que una especie de alarma, comenzó a escucharse.

El director de Hogwarts se despertó sobresaltado, y tardó mucho tiempo, en darse cuenta de lo ocurrido.

Bajó de la cama, de un salto y siguió el sonido, hasta su oficina, donde encontró un aparato, con la forma de un enorme termómetro de cristal, el cual se quebró, y como su cerebro aún estaba dormido, recibió un fragmento en la pierna.

Eso le hizo despertar.

Algo parecido a un barómetro, estaba yendo de un lado a otro, aumentando su velocidad, hasta que explotó. —Oh, no. —Se dijo Albus, palideciendo. Uno de los aparatos, le indicó que el hechizo que colocó en Harry Potter, cuando era una bebé, para modificar su sexo y que así, ella pudiera hacerle frente a Voldemort, había sido destruido. Por consecuencia, ella ahora SABÍA que, desde siempre, fue una niña. El otro aparato, era el que regulaba el Horrocrux en la frente de Harry. Eso significaba, que Harry había dejado de ser un Horrocrux de Voldemort. Empuñó entonces, su varita. —Consecutus: Harry Potter. —Pero, ya que Harry Potter, JAMÁS había existido, entonces el hechizo no funcionó. Y él, jamás se había interesado en saber el auténtico nombre de la niña. Así que el hechizo no funcionaba. Decidió seguir su corazón, y se dirigió a la enfermería, caminando tan rápido, como podía, debido a su edad.

-/-/-/Enfermería/-/-/-

La Harry femenina, que estaba ahora en la enfermería, estaba contando a Sirius, Minerva y Poppy, lo que sabía: Falleció por unos instantes, durante la noche, pudo hablar con su padres y abuelos.

En eso, llegó Albus, logrando escuchar parte de la mentira: La Parca hizo un pacto con ella, devolviéndole su cuerpo real, y permitiéndole deshacerse del trozo de alma que Voldemort dejó accidentalmente, en la frente de ella, cuando intentó asesinarla en 1981.

— ¡¿Están todos bien?! —preguntó Albus, abriendo la puerta. Queriendo parecer un héroe. — ¡SIRIUS! —Levantó la varita, y le apuntó. — ¡Incarcerous!

¡Protego! —exclamó Minerva, levantando el escudo de magia azul, haciendo que las cuerdas, cayeran al suelo.

Cuando el director miró a la subdirectora, con el objetivo de preguntarle, qué demonios creía que hacía, vio a Peter vivo, y palideció.

Pensó velozmente, hasta que decidió quedarse en silencio, y ver como se desarrollaba todo.

Estaba atrapado, entre la espada y la pared.

Si Poppy descubría, en sus análisis, que él había sido quien cambió de sexo a Harry, entonces se las vería en un grave aprieto, ante el Wizengamot.

Pero había más problemas: Como el peligro de que ahora Poppy descubriría, con sus análisis, que Harry siempre fue mujer, además de que el Horrocrux había... desaparecido.

Pero él mismo lo había escuchado, de boca de la niña: Falleció algunos instantes, y ahora Harry tuvo algún tipo de acuerdo con La Parca.

Quizás la mismísima Parca, quizás sus padres...

¡¿A saber la gran cantidad de secretos, que ahora conocería la chica?!

Usó Legeremancia pasiva, pero no leyó nada.

Frunció el ceño y lo intentó nuevamente, pero nada.

Finalmente, usó el Legeremens-No-Verbal.

Lo que Albus no sabía.

Lo que no tenía forma de descubrir, era que Euphemia Potter, había enseñado a su nieta, sobre Oclumancia, y la entrenó en ella, de una forma mil veces más amable, de lo que lo llegó a hacer Severus, durante 1996 en la línea de tiempo pasada.

— ¡Director Dumbledore! —gritaron Poppy y Minerva, sobresaltándolo. Albus retrocedió un paso, cuando vio a Minerva cara a cara, ante él.

—Como Madame Pomfrey intentaba decirle, le agradeceríamos, si puede contactar a Madame Bones, al Jefe de Aurores, al Ministro Fudge y a los mejores Sanadores de San Mungo. —dijo Minerva seriamente. — ¡Oh claro!, y si nos puede prestar su Pensadero, para corroborar las palabras del Sr. Black y la Srta. Potter, respecto a.… esa noche.

Albus gimió.

Pero no tenía más opción, que aceptar y acatar, a la demanda de Minerva.

¡Era el líder de La Luz!

¡Tenía una reputación que mantener, después de todo!

Incluso si dicha reputación, acababa yendo, en contra de todos sus planes.

Después de dos horas, en la enfermería estaban el Ministro de Magia: Cornelius Fudge.

El jefe de la Oficina del Uso Incorrecto de la Magia.

La Jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica: Amelia Bones.

El Jefe de la Oficina de Aurores: Kingsley Shacklebolt.

Y tres Sanadores al azar, enviados por San Mungo.

Todos, se reunieron en la enfermería.

Se asustaron al ver a Sirius allí, ¡en la mismísima enfermería de Hogwarts!, quien, por seguridad, fue atado por Minerva.

Escucharon la historia de Harry, y ya que no le creían, Albus tuvo que traer su Pensadero.

Pero Harry enseñó más, de lo que quería enseñar.

Enseñó como su mente inconsciente, tras las muertes de sus padres, había guardado en el recuerdo, escuchar claramente a Albus Dumbledore, haciéndole beber una poción que lo transformó en un niño, proveído por Snape, y como Albus utilizó un conjuro, que lo transformó en un niño, mientras murmuraba algo, sobre la profecía de la profesora Trelawney, y luego como lo llevó con Hagrid, para que él lo cuidara. Como en la noche siguiente, fue llevado al hogar de sus tíos.

Conscientemente, Harry enseñó su infancia, como esclavo de los Dursley, antes de que el recuerdo terminara.

Ante la demanda de Amelia Bones, Harry enseñó también, como fue su infancia, como lo trataron los Dursley, como desconocía la existencia del Mundo Mágico, antes de que Hagrid lo fuera a buscar. Enseñó, cada peligro que vivió en Hogwarts, a lo largo de esos tres años.

Enseñó su supuesta muerte de anoche, creó recuerdos falsos, gracias a la Legeremancia, sobre cómo se encontró con la Parca y las almas de su padre y abuelos, y como la Parca le dijo que el diario usado en su Segundo Año, la que provocó el incidente con la Cámara de los Recuerdos, era uno de los Horrocruxes de Voldemort.

Harry Mujer, jurando encontrar los otros Horrocruxes para Parca, y como ella la premió, diciéndole que rompería el hechizo de Dumbledore, devolviéndole su auténtico cuerpo y destruyendo el Horrocrux.

Enseñó recuerdos felices, de ella, hablando con su padre y abuelos.

Como su padre le dijo, que no confiara en Snape, que él era un Mortífago, que él le había dicho a Voldemort sobre la profecía, que Snape le había dado la poción que la transformó en mujer, por órdenes de Dumbledore, para cumplir la profecía.

Que su madre estaba viva en San Mungo y que solo un beso suyo la despertaría, que Sirius era inocente y le protegería, porque era su padrino.

Antes de volver a la vida, esa misma noche.

Amelia y Fudge, mandaron a llamar al Wizengamot, a una junta de justicia extraordinaria. Mandaron a traer a Barthemius Crouch Sr. y delante de todos los lores, luminosos, neutrales y oscuros, así como ante Albus Dumbledore, entrevistaron a Sirius con el Veritaserum.

Albus Dumbledore estaba furioso, mientras que escuchaba a Sirius hablando, porque sus palabras eran verdad.

Eran una verdad, que él había ocultado por trece años, con tal de que Harry Potter, pudiera llevar a cabo su destino, al ver únicamente el Mundo Mágico, como su hogar, como el único lugar donde podría estar a salvo y que debía de pelear por su nuevo hogar, el cual ahora estaba siendo atacado de forma inclemente, por Tom y los Mortífagos.

Y para eso, Harry no podía haber tenido una infancia normal, en su colegio, ni haber tenido una infancia con una familia amorosa, pues el niño no podía querer vivir como un Muggle más, sino que debía de ver el Mundo Mágico como una salvación, como un refugio ante los inclementes Muggles, y luego, cuando su nuevo hogar se viera amenazado, entonces Harry Potter debía de salir en su defensa.

Harry Potter debía de cumplir la profecía, y para eso, debía de ser un chico.

Harry Potter debía de ser igual a Voldemort, en todo sentido.

Y al mismo tiempo, ser su contraparte.

Debía de ser la otra cara de la moneda.

Harry Potter tenía que existir, no Artemisa Potter.

Gracias al Veritaserum, se demostró que Sirius era inocente. Que él, no había sido el Guardián del Secreto, de los Potter. En cambio, él había intentado atraer la atención de los Mortífagos hacía él, mientras que (supuestamente), Peter se ocultaba.

—Si bien los recuerdos, nos acaban de enseñar, como el señor Black, no fue el Guardián del Secreto de los Potter, conocía la ubicación de su hogar. —Dijo Dolores Umbridge, con su tono de voz de niña.

—Sra. Umbridge —Habló Amelia Bones, haciendo acopio de su paciencia. —El Fidelio, solo oculta la ubicación de una propiedad, en el mismo barrio, en el cual se encuentra. Es posible que las personas, sepan dónde están viviendo los propietarios de dicho hogar, al ocultarse bajo el Fidelio. Si un mago prestara la atención suficiente, podría ver cómo... por poner un ejemplo, no existe división lógica entre una casa que sea la #4 de un vecindario y otra casa que sea la #6, y todos los que conocen el secreto, que quieran visitar a la familia, verían la lógica de la invisibilidad de la casa #5.

—Los Guardianes del Fidelio, ocultan en su memoria, un punto focal especifico, Dolores, que les dirá cómo ver la casa y desde ese lugar de visión, el Fidelio se rompe, para cualquiera que busque el hogar. —Dijo el propio Ministro Fudge. —Bien que los Potter podrían haber tenido cien amigos, y una fiesta entera, aquella misma noche. Dios me perdone. —Se retiró las gafas, un segundo. —Pero ninguno de los invitados, podría haber corrido a buscar a Lord... bueno, a ESE y decirle la ubicación de la casa.

Su sub-secretaria, lo miró con extrañeza. —Señor Ministro, eso significa entonces, que, gracias al testimonio de Lord Black, con el Veritaserum, él no podría haberles dicho nada... ¿Cómo si estuviera atado, a un maleficio o como si lo olvidara? —fue la pregunta de Umbridge, todos alrededor, asintieron.

—Y, ya que tenemos un Pensadero a nuestra disposición... —dijo Amelia Bones, quien estaba igual de dispuesta que Cornelius, a limpiar el nombre del Ministerio, porque esto fue un acto, de sus predecesores. — ¿Podría alguno de los Aurores, verter en él, los recuerdos de Lord Black, de aquella noche de 1981? —Así lo hicieron, volvieron a activar las runas, y enseñaron como Sirius había perseguido a Peter, hasta una calle Muggle. Vieron a Peter arrojarle un hechizo de la risa a Sirius, lo vieron cortarse el dedo, destruir él mismo la calle y transformarse en una rata.

— ¡Denle el Veritaserum, a Pettigrew! —ordenó lord Greengrass. Muchos miembros neutrales y luminosos, comenzaron a ordenar lo mismo.

Uno de los Aurores más jóvenes en la habitación, con gran satisfacción, por tener una noche en la cual harían, autentica justicia; le administró la poción a Pettigrew, mientras que varios lores luminosos, neutrales e incluso oscuros, lanzaban preguntas al Animago Rata.

Era efectivamente, el mismo Peter Oswald Pettigrew, que habían conocido en los 70, era justamente el miembro de los Merodeadores. Dijo haberse vuelto un Mortífago, en 1978 y haber trabajado para Voldemort, cada día, luego de salir de Hogwarts, mientras que el lord Oscuro, le enseñaba magia oscura y era paciente, muy paciente con él.

Enseñaron los recuerdos de Pettigrew en el Pensadero, como fue miembro de los Merodeadores, como se unió a la Orden del Fénix, y luego, sus reflexiones e ideas sobre formar parte de los Mortífagos, como se presentó ante Voldemort, como recibió la Marca Tenebrosa, y lo que habían visto, en los recuerdos de Sirius, ahora desde el punto de Peter; ya no había forma en la cual Dumbledore, pudiera salvarlo, porque incluso quedó constatado, que había aparecido como Scabbers, en la casa de los Weasley, porque tenía conocimiento, de que Arthur trabajaba en el Ministerio, y él quería recabar tanta información, como pudiera y así entregársela a su amo, cuando este resucitara.

Ante las pruebas, Sirius se ganó un perdón de Fudge y de Bones. Gracias a los lados Neutrales y Luminosos del Wizengamot, la carta en Gringotts que decía, que Albus era el Guardián de "Harry Potter", era abolida, porque ya no existía Harry Potter, sino Artemisa Potter, y gracias a la conveniente Aparición del Duende Ragnok, en la sala de Juicio del Wizengamot, quien llegó agitando un documento, el cual hizo palidecer a Dumbledore.

Lograron calmar al Duende, el cual enseñó, en aquel documento, como todo aquello fue obra de Dumbledore, y como James y Lily decían en aquel Documento, que su hija Artemisa Adela Potter Evans, sería criada por Sirius Black, además, en ese mismo documento, de puño, letra y sangre (literalmente), de James y Lily Evans, quedaba constatado, como Peter era un Mortífago y el Guardián del Secreto.

Lo que no tenían forma de saber, era que las consciencias de James y Lily, habían sido transferidas a sus cuerpos de 20 de agosto de 1981, dos meses antes del fallecimiento de James y del coma de Lily, y ellos explicaban en aquel documento, todo, en caso de que algo llegara a pasarle a su hija.

Ante este documento, siendo inmediatamente, su veracidad y fecha (demostrándose, que no era una creación de Gringotts), corroborados, por varios de los lores del Wizengamot presentes, en la sala; a Albus Dumbledore, lo multaron. Teniendo él que entregarle a Artemisa Quinientos Sesenta Mil Millones de Galeones, por daños y prejuicios dolosos.

Al ser quien maquinó que Sirius fuera encarcelado sin juicio justo.

Engañar a una criatura inocente (y a todo un país) con un salvador de sexo masculino, solo por una supuesta profecía, que fue dicha por una mujer, de la que no se tenía una autentica veracidad, que fuera una Vidente real.

Obligar a un menor de edad mágico (Harry/Artemisa), a vivir en un hogar de Muggles maltratadores.

Intentar obligar a un menor de edad mágico (Harry/Artemisa), a casarse con alguien, en un matrimonio arreglado (Si seguía siendo Harry, entonces tendría que casarse con Ginny Weasley, y si descubría que era Artemisa, entonces tendría que casarse con Ronald Weasley).

Ante todo, esto un Cornelius Fudge rojo de rabia y lanzando espuma por la boca, debido a su gran ira, preguntó a Sirius, si él había tenido a alguien a nivel amoroso en su vida, y él contestó que Amelia Bones, fue su prometida. Fudge ordenó que Artemisa se fuera a vivir con Amelia y Susan Bones, hasta que Sirius estuviera psicológicamente sano, alegando que la niña, merecía conocer el amor de una madre. Artemisa dijo, que Susan y ella, solían ser compañeras en las clases de Herbología y de Astronomía.

El Wizengamot fue implacable con Dumbledore. No solo por todo lo que les hizo, a tres menores de edad, inocentes (Harry/Artemisa, Ronald y Ginny Weasley), sino porque él mismo, en plena uso de sus facultades mentales y libre de toda restricción, creó la trampa de la Piedra Filosofal, solo para ver si la supuesta protección de Lily Evans, funcionaba en contra de Voldemort.

No hizo nada por ayudar a la niña, cuando la inculparon de ser la Heredera de Salazar Slytherin, haciendo que ella misma, tuviera que limpiar su nombre, al descender a la Cámara de los Secretos, teniendo ella misma, que enfrentarse a Voldemort nuevamente.

¡Eso fue aún peor, para Dumbledore!

Que el Wizengamot, descubriera la verdadera naturaleza de Voldemort, y que existió alguna vez, un hombre detrás de ese rostro desfigurado, que ese estúpido de Tom Ryddle, hablara y dijera literalmente las palabras Horrocrux, explicando qué era; causaría que Amelia Bones y el Jefe de Aurores, comenzaran a buscar los Horrocruxes de Ryddle.

Algo más que surgió. Otro clavo en el Ataúd Político de Dumbledore: No la vigiló, cuando tendría que haberlo hecho (¡Era una reverenda suerte, para Albus, que Sirius no hubiera estado buscando matar a Artemisa!), y puso en peligro imaginario, a un colegio con más de quinientos alumnos, por el supuesto peligro de un supuesto Asesino en Serie.

Además: Minerva McGonagall y Rubeus Hagrid, tendrían que pagar la multa, por el claro y literal, secuestro de una menor de edad. Y aunque Artemisa, trató de salir en defensa de su profesora de Transformaciones y de Cuidado de Criaturas Mágicas, eso solo hizo ver, a los ojos de los lores del Wizengamot, cuán grande era el corazón de la niña.

Aun así, tendrían que pagarlo todo, y los tres implicados en el secuestro, estarían bajo una estricta vigilancia.

Mandaron a traer a Severus Snape, para un interrogatorio, sobre lo ocurrido en 1980, que Artemisa volviera al colegio y Sirius ingresara al pabellón de curación mental, debido a tanto tiempo que pasó, entre los Dementores.

Al tiempo que la noticia de todo esto, salía en el Profeta ordinario y en el Profeta Vespertino, permitiendo que todo el Reino Unido Mágico, se enterara de las manipulaciones de Albus Dumbledore.