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Cáp.2: Sinceridad
Winry estaba cómodamente dormida en su cama, mañana era un día importante en su vida, a la una de la tarde estaría lista para casarse con su querido Alphonse, siempre imaginó que terminaría casada con Edward, pero ella conocía bien a su amigo y sabía que en algún punto en su camino se cruzó alguien más especial de lo que Winry pudo llegar a ser en su corazón.
Los nervios la despertaron en plena madrugada, decidió levantarse a tomar un vaso de leche, intentó ser lo más silenciosa posible, la casa Rockbell estaba llena de gente, en las habitaciones las mujeres y en el resto del lugar los caballeros dormían, este era el caso de Edward, el padrino. El mayor de los Elric dormía, o lo intentaba, era un poco difícil con los ronquidos de Amstrong y Cid, a esto, añadiéndole el hecho de tener que confortarse en el piso sólo con un cobertor. El mismo Elric se levantó harto y entró a la cocina, tal vez la mesa sería mejor "cama".
-Oh..Ed te desperté, lo siento...-dijo en voz baja la joven al verlo entrar con el cobertor en mano.
- No te preocupes... no estaba dormido, y en realidad no me despertaste tú…-decía mirando a los dos hombres culpables de su desvelo.
Ambos se sentaron a la mesa en la que Ed pensaba dormir.
-…entonces, ¿estás nerviosa futura señora de Elric?-canturreó despeinándose un poco el joven.
-Jaja..-Winry se mofó- ¿y no lo estarías tú si te casaras al día siguiente?-contraatacó ella.
-Supongo que sí…-Edward dijo entre desanimado y pensativo
-Mmm me haces pensar que es verdad lo que Sheska me contó…-la joven Rockbell se puso algo seria
-...q-que te dijo ella?...-preguntó nervioso-...bueno, creo que puedo confiar en mi "cuñada".
-Así se habla amigo- le sonrió llenándolo de seguridad.
-Pues se trata de…-por un momento dudó, recordó que la relación entre su amiga y el Coronel no era la mejor, pero necesitaba hablarlo con alguien más- se trata de Mustang…-dijo por fin con bastante rubor.
-Oh..entiendo, debe ser difícil sentir algo así por él-comentó algo impresionada pero luego pensó en lo que dijo- pero, no me mal interpretes, supongo que es bueno y todo…sabes a lo que me refiero-corrigió la chica.
-Sé que es complicado de entender…y de explicar-Ed se notaba algo temeroso.
-Te conozco Edward, la crítica de la sociedad no es lo que te preocupa…-lo miró, sabía que estaba en lo cierto-…le temes a lo que él dirá.
-...¡Y cómo no!- Ed había alzado un poco la voz y volvió a hablar bajo al darse cuenta-…ya lo conoces…andando de casanova, y ese carácter tan molesto…tan lindo- le contó sin más.
-Creo que deberías decirle-sentenció Winry
-Imposible...-suspiró Ed-...imaginas el "sermón" que me diría con sólo insinuarlo-terminó algo cabizbajo.
-Pero si no lo haces te morirás de amor…sólo con hablar de él cambias completamente, te ves tan ilusionado y feliz- Winry posó su mano sobre la de él, a modo de reconfortarlo
Edward sólo sonrió tristemente- Es sólo que…no puedo dejar de pensar en él…-se notaba la sinceridad en sus palabras.
Durante una hora más o menos permanecieron en la cocina, su querida amiga de la infancia lo convenció de al menos intentar decirle lo que siente al Coronel, además después de esa plática su corazón estaba que explotaba de ansiedad, curioso por saber la reacción inesperada y algo temeroso por el rechazo, pero debía contárselo. Toda esa plática fue lo que necesitaba, Winry supo exactamente que decirle para animarlo, tal fue el efecto de las palabras de la chica Rockbell que de haber estado Roy en la casa, el mismo Ed habría ido corriendo a despertarlo para confesarle sus sentimientos.
El momento llegó, sí, la boda estaba por efectuarse, se realizaría en un bello campo contiguo al río, los invitados estaban ya sentados en las sillas blancas y alineadas, sólo faltaba que llegara la novia, por lo menos tardaría una media hora más, mientras que el buen Al estaba listo y nervioso. El menor de los Elric estaba sentado mirando el río, pensaba, su mirada estaba fija en la nada, y Edward se le aproximó como cuando eran niños.
-Nii-san..-dijo Al mirándolo posarse junto a él con sus manos en los bolsillos.
-Tranquilízate Al, todo saldrá bien- habló por fin para sosegar a su hermano perdiendo su vista en el mismo punto incierto.
-Gracias nii-san- ahora lo miraba, su hermano, siempre tan preocupado por él que sentía que le debía algo.
-Qué cosas…te casas, ahora seré un solterón- bromeó Ed sacándole una pequeña carcajada a su hermano
-Pero es por que quieres…muy bien podrías tratar de fijarte en alguien- Al notó una reacción poco usual en Ed-…¿estás enamorado?-
-Ja…¿tan predecible me he vuelto?-cerró sus ojos algo divertido-...la verdad es que sí...-contestó simplemente
-¿Y por qué no me contaste?-Alphonse dijo con voz dolida
-¡Creerías que soy un enfermo o algo así!-trató de decir molesto
-¿Qué tan malo podría ser, cuéntame...-suplicó por último
-De cualquier manera te hablaría al respecto...-Ed suspiró intranquilo-…primero que nada promete no sermonearme y que respetarás a tu hermano mayor a pesar de todo-pidió un tanto en broma como en serio.
-Ay...si ya sabes que pasara lo que pasara yo te apoyaría-Al sonrió cálidamente
-¿Aún si me gustara un hombre?-Edward miró como se quedo atónito y luego rió cándidamente
-¿De verdad?-preguntó Al aún sabiendo de ante mano la respuesta, Ed sencillamente asintió algo avergonzado- No tengo porque criticarte , yo sólo quiero que seas feliz.
-Menos mal!-dijo Edward tranquilo
-¡Bueno! Y.. ¿quién es el afortunado?-decía Al con una mirada picarona
- "Uno dice el pecado, no la penitencia"-canturreó alejándose
Durante todo el evento Ed no le quitó los ojos de encima a Roy, pero a éste poco le importó, aún si lo hubiera notado, cosa en la que Edward no pensó. Todo pasó sin mayor percance, sólo la insignificancia de que Al se desmayó de nervios en plena ceremonia, pero paso rápido. La fiesta a su vez fue un éxito, toda la casa rebosaba de alegría en honor a tan memorable acontecimiento, y de nuevo Ed soñando al admirar al Coronel a lo lejos, tenía que decírselo…pero llegado su momento, no ahora.
Continuara….
