N/A:actualizasion! si...lo de costumbre: esto contiene Yaoi X3a y... no me maten por lo ke pasa en este cap y el que sigue 9.9

Cáp.5: Victimarios

La noche se sentía fría, más estando caminando por la parte abandonada de Ciudad Central, en ésta zona sólo las ratas viven, no se puede encontrar gente en algunos kilómetros a la redonda. Mustang caminaba solo y cauteloso, había conseguido seguir a Ed hasta este lugar, o al menos encontró ciertos indicios que lo llevaron a este desolado lugar, repentinamente un sonido retumbó en las silenciosas calles, era un disparo, Roy temió por el bienestar de Edward y corrió a donde provino el estruendo.

-Ja…sólo probaba que tan resistente era Hagane-hablaba el hombre que disparó.

-Pues no pruebes más…-dijo Ed algo molesto soltando la bala que paró con su automail

-Tiene razón-habló el otro hombre, en realidad ambos eran idénticos, eran hermanos gemelos- Después de todo pudo matar a Nicolás…deberíamos acabarlo ya-desenfundó una katana enfilándola a donde Ed estaba.

Se encontraban en una escuela abandonada, el ambiente era tenso, estaban en lo que fuera un salón de conferencias, Edward se encontraba algo acorralado por los Morrison. Ellos eran unos hermanos gemelos, Artur y Esteban, el primero tenía como especialidad las armas blancas, pero sus favoritas eran las espadas y era muy diestro con ellas; por su parte, su hermano era un experto en armas de fuego, le gustaban tanto que adaptó su atuendo para poder portar la mayor cantidad de éstas, la más especial era una especie de pistola que el mismo creó, cuyo poder destructivo era enorme.

-¡¡Oigan!-gritó Mustang desde la ventana rota por la que minutos antes entrara Ed-No pensaran empezar sin mí…-

-.. Roy…es decir, Coronel, ¿Qué hace aquí?- Edward se mostraba sumamente asombrado.

-Vine por ti...-dijo Roy caminando a donde Ed estaba- ¿O crees que dejaría que te mataran sin poder cobrarme el beso robado?-

-Coronel…-musitó Ed avergonzado

-…Te quiero demasiado como para permitir que mueras…-Roy hablaba con sinceridad, Ed se sintió muy feliz, su amor era correspondido

-¡¡Bueno, bueno! Dejemos las ridiculeces para sus funerales, ¿les parece bien?-interrumpió Esteban disparándoles un par de veces, balas que ellos apenas alcanzaron a esquivar.

Ed y Roy se separaron para pelear con cada uno de los hermanos, Ed confrontaría a Artur mientras el Coronel pelearía contra Esteban, ambos eran muy peligrosos.

-¿Estás preparado, Hagane?-preguntó Artur al observar como Ed cambiaba la forma de su automail-No podrás vencerme con ese brazo de acero…-

-Antes he peleado con alguien de gran habilidad con una katana, creo que puedo muy bien contigo-Edward comentó antes de luchar.

Como en aquella ocasión tuvo que esquivar la mayoría de los espadazos, aún cuando su miembro de acero era resistente, la katana de Artur no era común, era de algún material bastante fuerte y estaba muy afilada, por esta última razón al cabo de un rato Ed ya tenía algunas laceraciones pero nada grave, Ed sabía que si no lo mataba pronto Artur lo mataría a él.

Por su parte Roy tenía entre sencillas y complicadas las cosas, sí, a su favor tenía el hecho de poder destruir las balas de un sólo chasquido, pero, Esteban era muy rápido al disparar ya que lo hacía con una mano mientras que con la otra cambiaba de arma y viceversa, ese era su sistema para no tener que tardarse en recargar las armas, cuando estaban vacías simplemente las arrojaba mientras continuaba soltando una lluvia de balas y sacaba una más de las que llevaba con su persona. Ese detalle en un principio le costó un guante a Roy, ahora sólo contaba con su diestra para hacer su alquimia, y Esteban no era tonto, apuntaba al último guante para después acabarlo con facilidad.

-Eres bueno Mustang…-comentó Esteban durante su duelo.

-Y no perderé con una basura como tú-contestó al destruir sus balas.

-Admito que eres un gran rival…pero he acabado con muchos hombres, -detuvo los disparos-Es sencillo conociendo las debilidades..-

Roy se estremeció, suponía a donde terminaría esto, miró con terror como apuntaba una de sus armas a Ed. Edward estaba muy ocupado con Artur y no se dio cuenta.

-No te atrevas a llamar su atención o dispararé para matarlo…así que si cooperas tu mozalbete vivirá..-dijo simplemente Esteban

-…¿Qué es lo que quieres?...-Roy sonaba lleno de rencor pero tratando de no molestar al hombre

-Primero quítate el guante y arrójalo…-ordenó Esteban

Roy atendió a la orden dada, aventó su único recurso de alquimia, el guante ni siquiera llegó al suelo antes de ser hecho añicos por una ráfaga de balas. Ahora estaba indefenso contra sus armas, sentía desconfianza, se arrepintió casi al instante en que a pesar de haber cumplido vio disparar el arma con dirección a Elric.

-¡¡¡¡Edward!-gritó corriendo hacia Esteban, ambos cayeron al suelo.

Hagane apenas alcanzo a moverse de la trayectoria del proyectil. Fue un enorme momento de distracción, Artur volteó para ver a su hermano, y Ed se aprovechó de ello para darle muerte, como último reflejo de Artur trató de herir a Ed pero sólo lo clavó a la pared por el automail de su pierna, la maquinaria no parecía haber salido muy bien librada.

-Maldito Mustang…-se paraba Esteban frotándose la cabeza con su mano libre-¡¡Te mataré por tu estupidez!-dijo lleno de ira-…No, mejor te haré sufrir por mi hermano…veremos que cara pones cuando destroce a Hagane-

Esteban tenía un extraño brillo en su mirada, era como ver a Barry justo antes de hacer una de sus "obras de arte", de su espalda baja sacó el tan afamado revolver del que se enorgullecía. El arma era de un tamaño regular, un poco más grande que una pistola normal, la apunto directo a Ed sin titubeos, el muchacho sólo pudo transmutar el suelo para levantar un muro, pero, la bala lo hizo pedazos, Ed debía haber creado unos 5 o 6 paredes consecutivamente hasta que Morrison se terminó la primer carga, sin embargo, Edward estaba ya muy cansado, no creía poder usar más su alquimia, o no aplicando mucha energía. Mientras tomaba algo de aire fue sorprendido por otro disparo, no tuvo más que moverse cubriéndose con su brazo de acero, el proyectil destrozó completamente el implante y todavía se incrusto en la pared.

-Tuviste suerte enano…-Esteban estaba perdiendo los estribos-Pero ahora ya no tienes tu alquimia..-estaba por jalar el gatillo cuando Mustang lo detuvo

-No permitiré que le hagas daño…-pero Roy recibió un fuerte golpe en la cabeza propinado por el puño de Morrison, esto lo dejó inconciente.

-¡Espera, dijiste que me matarías…-llamó Ed su atención antes de que arremetiera contra Roy.

-…Sí, eso haré…-Esteban guardó su arma especial y sacó dos pistolas más-Te volaré los sesos..-dijo al miar como Ed trató de salir corriendo.

Lo cierto es que su pierna, lejos de funcionar bien, no le dejaba agarrar gran velocidad, trataba de llevárselo lejos de Roy, tambaleándose por los pasillos de la escuela semidestruida, la mayoría de las puertas que intento abrir estaban atoradas o simplemente era inútil intentar abrirlas. Edward corría como podía al cabo de un rato, pero Esteban se había cansado de jugar con él, ya que tenía rato tratando de darle sin apuntar debidamente, una de sus armas estaba vacía así que…la arrojó con todas sus fuerzas contra Ed, la cacha del arma lo golpeó tremendamente en la pierna, esto lo tumbó en seco.

-Hasta aquí llegaste Hagane…-Morrison le apuntó con su temida arma.

Por la mente de Edward pasaron muchas cosas, estaba agotado, había llegado a sus límites y estaba a punto de ser aniquilado, algo lo mantenía un poco sereno, sí, Roy Mustang también lo amaba, y definitivamente perdería su vida por él. Pero el hombre no disparo, Ed se puso de pie a pesar del gran daño en el automail, Esteban yacía en el suelo atravesado por la catana de su hermano.

-…¿Estás bien?-era Roy, lo había salvado

-…Creo que.. sí-Ed sonrió como nunca

Roy abrió sus brazos en señal de que fuera a abrazarlo, Ed comenzó a caminar al ver el gesto del hombre, todo en el mundo se desvaneció, no importaba el cansancio o el daño, sólo le interesaba llegar a los brazos del hombre al que amaba. Un apacible silencio invadió el lugar, sólo el rechinar del automail descompuesto y la respiración agitada de ambos militares, pero…la paz fue perturbada por un disparo.

-….Toma…eso..maldito..Roy..Mustang-balbuceó Morrison como sus últimas palabras. Ed y Roy se quedaron inmóviles mirándose aterrados con los ojos muy abiertos expectantes a la consecuencia de aquel tiro.

Continuará…