Disclaimer: Ya se sabe. Todos los personajes son creación de J.K. Rowling. Hecha la aclaracion os dejo con el 6º capitulo. ¡Y muchas gracias por los reviews!

CAPITULO 6

Habían pasado un par de semanas desde la ultima vez que vio a Ginny, así que se acerco a su apartamento a ver si estaba y así charlar con ella, pero se sorprendió bastante al ver que su amiga le abría la puerta bastante alterada.

-¿Qué te pasa Ginny?-pregunto algo asustada.

-¿Qué que me pasa?-grito- Que todos son unos capullos, eso es lo que me pasa. Veras. Alex se fue unos días a Francia ¿no? Pues desde que volvió estaba muy raro. Bien.- Ginny estaba alterándose por momentos.- Ayer me dijo que tenia que volver a Paris. En teoría iba a acompañarle, pero me dijo que no podría ser. ¿Bien? No. Hace una hora le he llamado para darle las buenas noches. ¿Y sabes quien me contesta a la una de la mañana, hora de Paris?

Hermione miraba a su amiga boquiabierta. Jamás la había visto así, así que como no sabia que decir, simplemente se encogió de hombros.

-Penélope.- contesto ella encendiendo un cigarrillo.

Hermione no entendía nada

-¿Quién es Penélope?

-Yo que se. Es lo que me ha contestado cuando lo he dicho "¿Quién coño eres?"- Hermione lo entendió todo de repente.- La verdad, es que no se porque lo hacen. Y yo que ya estaba dejando de fumar…

-Es sencillo Ginny. Se trata del imperativo copulador. Es decir, la necesidad de los hombres de esparcir su semilla. Te dijo que la teoría era cierta.

Ginny sonrió:

-Me has recordado a ti misma cuando tenías 14 años y te obsesionaste con salvar a los elfos domésticos.

Hermione también sonrió. Últimamente ella también se estaba acordando mucho de esa época.

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A la mañana siguiente Hermione llego temprano al trabajo. Estaba trabajando en sus teorías cuando Harry entro en su despacho trayéndole una rosquilla que ella tiro directamente a la basura.

-Quien se creerá ese payaso que soy yo.- pensó Hermione mientras salía del edificio y se metía en la cafetería donde había quedado para desayunar con Ginny.

-¡Por fin guapa!- exclamo la pelirroja al verla llegar. Ya estaba totalmente recuperada de la decepción y se había hecho discípula de las teorías de Hermione.

-¿A ver, que es eso tan importante que querías decirme?

-Sabes que trabajo para una revista ¿no?

-Si, "M", la revista para hombres mas importante del mundo mágico.- contesto Hermione cogiendo un trozo de sándwich.- ¿A que viene la pregunta?

-Es que resulta que mi jefe por fin se ha enterado de que el 20 de nuestros lectores son mujeres y quiere incluir una sección para ellas que hable sobre hombre.

-¿Y que tiene que ver eso conmigo?- Pregunto Hermione sin entender.

-Herm, quiero que la escribas tu.- contesto Ginny con total naturalidad.- A la gente le puede interesar mucho eso del impulso copulador.

-Es imperativo, Ginny. Y ¡no! No soy psicóloga, ni doctora ni nada.- dijo Hermione con la esperanza de poder librarse, pero para su sorpresa su amiga sonrió.

-¿Y si te convierto en una?- pregunto picadamente Ginny.

Al cabo de una hora, ambas habían escrito el currículum de la doctora imaginaria Marie Charles.

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Hermione aprovecho que tenia la casa solo para ella. Ron había ido al cine con una nueva conquista y podía aprovechar la ocasión para escribir el artículo con total tranquilidad. Aun no se creía que en la revista hayan aceptado el currículum imaginario y le hubieran dado el trabajo a ella. Justo cuando escribía sobre la neofilia masculina, oyó el ruido de la puerta al abrirse.

-Buenas noches.- saludo Ron dejando las llaves sobre la mesa.

-¡Buenas!- saludo ella comiendo unas Oreo.- ¿Y tu cita de esta noche?

-No me ha ido bien.- contesto el secamente.

-¿Y eso? ¿Estaba dolorida de montar en tu caballo blanco?- se burlo Hermione.- Lo siento.- dijo disculpándose después de que Ron la mirara con cara de pocos amigos.

-No quiero hablar de eso.

-Vamos cuéntame. ¿Habéis ido al cine?- El asintió.- ¿Y después que?

-Luego fuimos a cenar y luego a su casa. Y en cuanto llegamos ella fue directamente a la nevera y empezó a comerse un litro de helado en el mismo envase. ¡Y eso que acababa de cenar! Y yo simplemente me enfrié. No se, perdí el interés.

Hermione no podía creer lo que estaba oyendo.

-¿Qué te enfriaste? ¡¿Qué perdiste el interés! ¿Y se puede saber por que? ¿Qué tiene de malo que una chica coma?- Ron suspiro y se dirigió a su habitación.- Dime, ¿tan malo es que la chica tuviera hambre aunque hubiera cenado?

-Buenas noches, psicópata.- dijo Ron antes de cerrar la puerta de su habitación para dejar de oír los gritos de Hermione.

-¡Buenas noches, neofilico!- grito ella.

Luego se sentó delante del ordenador aun enfadada. Si algo tenía claro es que aunque no lo pareciera a simple vista, todos eran iguales.