Pareja: Remus/Bellatrix
¿Por qué ponerlos juntos: Pues ni tan juntos…
El ex profesor de DCAO revisó las flores una y otra vez antes de escoger el ramo adecuado. Sabía que no había un cadáver en esa tumba, pero era más fácil sobrellevar el luto sobre una lápida con el nombre de Black. No en el cementerio, porque oficialmente Sirius seguía siendo un fugitivo, sino en la colina detrás de Hogsmeade, sitio de sus antiguas correrías
De los Merodeadores ya solo quedaba él. El rostro de Peter acudió a su mente pero sacudió la cabeza. Peter contaba por muerto hacía años… especialmente desde que supo que seguía vivo. Lástima de tiempo perdido, pensando que de verdad Sirius lo mató, odiándolo por destruir el grupo.
Otra guerra en puerta, ahora estaba más solo que la vez anterior y cargaba con la responsabilidad de Harry. Se sentía doblegado. La luna en cuarto creciente naturalmente no le ayudaba.
Una figura femenina adulta estaba sentada junto a la tumba, de espaldas a él. A lo lejos pensó vagamente en Molly o Tonks. Una vez las encontró ahí. Cuando estuvo a un par de pasos, la fémina volteó. Bellatrix, casi irreconocible sin su atuendo de mortífaga. La misma niña inquieta de Hogwarts, con muchas más ojeras y menos brillo en los ojos… y un ramo fresco de flores para la tumba de su primo
Ninguno de los dos hizo nada por tomar las varitas. Como si no hubieran combatido, como si olvidaran lo del Ministerio… como si ella no hubiera matado a Sirius. Guardando sus distancias, cada uno se dedicó a mirar la tumba del animago. Remus no estaba seguro de que hacer. Debería avisar a la Orden para intentar capturarla, pero más tardaría él en dar un paso que ella en desaparecer. Podía quedarse mirando, pero¿y si intentaba matarlo? La señora Lestrange tenía fama, ganada a pulso, de ser más rápida que nadie con la varita. Inexplicablemente Sirius logró mantenerla a raya un poco de tiempo. Un mucho de tiempo.
¿Qué, en los infiernos, hacía ella ahí¿Por qué le llevó flores a Black¿Arrepentimiento, regodeo, simple aburrimiento?
Minutos antes del atardecer, ella sacó de entre sus ropas un hipogrifo de marfil, sin duda un portkey.
¿Tu sabías lo del arco?
- No
- Yo tampoco
Para cuando Remus tuvo una respuesta, ella ya se había ido.
