TEACHER'S PET

Pareja: McGonagall/Neville

¿Por qué ponerlos juntos: Reto de Kiara


El trío de oro encaminó sus pasos a Las Tres Escobas. Lástima que en el mundo mágico no conocieran los sixs, porque sería muy cómodo llevar cervezas de mantequilla así a la escuela. El lugar estaba, como en todas las visitas de los Hogwarts a Hogsmeade, a reventar. Pero no lo suficiente para no notar algo raro en la mesa más oculta.

"¿Esa es la Maestra McGonagall con Neville?"

Los tres miraron incrédulos como Minerva tomaba la mano del desprecavido alumno, que se veía un poco menos que aterrado, y le hablaba suavemente. Neville cerraba los ojos y asentía a cada cosa que decía. No perdieron detalle hasta que una parvada de Hufflepuffs pasaron enfrente… y cuando se quitaron, ninguno de los dos estaba en la mesa.

Esperaron un rato junto a la puerta para seguirlos cuando salieran, pero conforme salió el resto y el local quedó de nuevo semivacío, se dieron cuenta de que no saldrían

De regreso a Hogwarts, nadie había visto a Neville. Los tres se quedaron todavía un rato en la sala común, hasta que también se quedó vacía y subieron a dormir

A eso de las tres de la mañana la puerta se abrió, para dejar pasar a un agotado, tembloroso, pálido y feliz, inmensamente feliz, Neville.

En el almuerzo, Hermione casi saltó a la pared cuando Harry le contó.

"¡Pero no se puede, sencillamente no se puede, los reglamentos son claros respecto a los romances maestro-alumno"

"No imagino a la McGonagall en esos trances con un alumno"

"Yo sí, cállate" La cara de Ron podía ser de asco o de diversión, según se quisiera

A un par de asientos de ellos, Neville devoraba una torre de hotcakes, bajo la gris explicación de que "había tenido mucha actividad el día anterior…"

Y aunque el trío pactó, por primera vez en su metiche estancia en Hogwarts, no averiguar más, las pistas les saltaban como gotas de aceite hirviendo.

En clase de transfiguraciones, McGonagall (más contenta que de costumbre) sentó a Neville adelante, y cada vez que pasaba junto a él, aprovechaba para tocar su hombro. Luego le pidió que se quedara al final para hablar con él. Neville no fue a la siguiente clase, y llegó tarde a la hora a continuación de esa. Después, en Herbología, estaba tan distraído que Sprout le pidió que saliera un rato para que se despejara con el aire.

En la tarde, Harry se lo topó saliendo del despacho de McGonagall, de nuevo pálido y feliz. Neville se puso bastante nervioso

"Eh… ah… adiós, Harry" Y huyó del lugar

Ese tipo de cosas comenzaban a volverse la rutina. Ya sea que se perdieran los dos de la comida, o Neville se quejara de terribles calambres en las piernas, o que sorprendieran a McGonagall tarareando una alegre cancioncilla, todo apuntaba a la misma dirección.

Ni siquiera quedó entre el trío, ni entre los Gryffindor, sino que llegó un punto en que hasta Snape hacía "sutiles" referencias, del tipo "¡Longbottom, respondame¿le comió la lengua el gato?", que todos entendían menos el aludido. Así que el día que Minerva recibió un vociferador de la abuela de Neville, gritando algo así como "MI POBRE NIETO ES DEMASIADO JOVEN! EL MINISTERIO SABRÁ DE ESTO!", a nadie le extrañó.

Un día, haciendo ronda de prefectos, Hermione y Ron los alcanzaron a ver al final de un pasillo a Neville y Minerva, charlando tranquilamente. Cuando la maestra alcanzó a ver a los dos prefectos, fue muy obvio que intentaron un cambio de tema.

"Maestra, Neville… toda la escuela lo sabe"

Ambos se miraron afligidos. McGonagall tomó aire profundamente

"Debimos haberlo dicho hace mucho… aunque esto seguramente me traerá problemas en el ministerio" Ambos cruzaron una mirada de complicidad

"No… yo empecé esto. Les diré que fui yo el que acudió a usted" De nuevo más miradas de complicidad

A estas alturas, Ron y Hermione ya habían tenido tiempo de arrepentirse del comentario

"Pero yo soy mayor, se supone que sé como funcionan las cosas"

A la mañana siguiente, de nuevo en el desayuno, Neville estaba en la mesa de los maestros, junto a Minerva. La gente de la escuela ya corría especulaciones respecto a bodas secretas y juicios de custodia, cuando Albus se levantó para anunciar algo

"Como todos ustedes saben, en Hogwarts nos gustan las cosas claras. El día de hoy, queremos compartir un suceso importante, que no había ocurrido antes al menos al nivel colegio. Su compañero Neville…"

Toda la escuela estaba pendiente, las cucharas se quedaron a la mitad del camino a la boca. Neville subió a la mesa, ayudado por la maestra McGonagall, y para sorpresa de todos, hizo lo totalmente impensable...

"Su compañero Neville Longbottom, con asesoría personal de la maestra Minerva McGonagall, se ha convertido en el animago más jóven jamás registrado en Gran Bretaña" Dijo con énfasis Dumbledore, mientras señalaba a un pequeño pato gris que ahora deambulaba sobre la mesa, bajo la muy orgullosa mirada de la maestra

Un gruñido colectivo mitad frustración mitad alivio recorrió el gran comedor. Era como un generalizado "¿ESO era todo?" Lavander se levantó, indignada

"Pero, pero… ¿y lo otro?"

McGonagall la miró como a un extraterrestre

"¿Qué otro?"

Lavander se hundió en su lugar, algo avergonzada, igual que el resto de la escuela. Bueno, eso explicaba todo, con margen de sobra. Algo decepcionados, todos los residentes de Hogwarts se dirigieron a sus actividades normales, formando pequeños tumultos en las áreas de siempre.

"¿Lo ven, los dos? No debemos dar por sentado solo porque imaginamos ver algo"

"Uh, cierto… oigan¿como que Draco se puso rayitos?"

"Siempre dije que eso con Crabbe era más que amistad"

Los tres se fueron discutiendo por el pasillo, sin ver a la maestra tranquilamente sentada en el gran comedor. Reía casi entre dientes, mientras acurrucaba a un lindo patito en sus brazos

"Te lo dije, mipequeño. Lo del animago era la coartada perfecta"


No estoy muy segura de como quedó, pero yo me he reído muchísimo al escribirlo.

amsp14: Que bien que les ha gustado! Oigan, como que a la McGonagall es fabuloso emparejarla con quién sea, es decir, con quién la pongan es nuevo (excepto quizá con Dumbledore)

AnnieMalfoy: Gracias por los ánimos. De verdad los tu dices, no soy gente de metal

La Ale: Oh, gracias!. En efecto, pienso seguirlos, y ojalá todos me queden, como tu dices preciosos. Y sí, la rutina mata