Capítulo 13: 2 de 3
Mientras escalaba la grúa de construcción del edificio que correspondía se aseguraba de no pisar mal o resbalarse, sería una total desgracia si eso sucedía. Subió hasta llegar a la cima de esta hallándose en la cabina. Aprovecho para descansar unos minutos sentada en la silla donde el operario la controlaba. Se paró y caminó haciendo equilibrio por la larga estructura que formaba esa máquina. Sentía el como el viento a esa altura golpeaba la maquinaria, y por ende a ella. Cuando llegó al final del recorrido desempacó la soga y arnés que llevaba en la mochila que trajo con ella. Alistó el gancho que sostendría la soga, se puso el arnés y comenzó a descender. No podía bajar a rapel ya que no se apoyaba sobre ninguna superficie por lo que solo se deslizaba soltando y agarrando la soga.
Sus pies tocaron piso y soltó la soga. Al ser un edificio en construcción las partes que aún no se habían terminado eran cubiertas con telas gigantes, generalmente haciendo de paredes por la falta de estas para cubrir el interior. Había bajado a lo que parecía ser una terraza con más telas haciendo de puerta. Estaba tenuemente iluminado el ambiente, lucía como un edificio abandonado por las paredes de concreto sin acabados y demás cosas tiradas por el piso. Hallaba una que otra señal de seguridad puesta .que recordaba .usar casco y todo material de seguridad. Noodle caminaba por el laberintístico lugar hasta llegar en donde se hallaba lo que buscaba. Tenía cuidado de no hacer ruidos fuertes para no alertar a los guardias que hubiesen. Luego de cruzar un pasillo llegó a una zona más amplia, sin muros que dividían todo y lleno de columnas. Algunas partes del piso se hallaban huecas y se veía el piso de abajo, ocurriendo lo mismo con el techo. Había estructuras de metal que soportaban algunas partes de la construcción y bolsas de materiales repartidas ordenadamente por todo el área.
Camino discretamente por esa zona hasta que divisó que en uno de los huecos del piso se veía una luz. Se acercó para saber lo que era y al ver disimuladamente observó unas luces grandes junto a algunos hombres haciendo guardia. Lo que tenía que hallar era un cuarto en el que hubiera unos servidores donde guardar información. Al encontrarlo iba a destruirlo con un poderoso virus que tenía un USB que trajo. Lo primero que pensó fue en seguir los cables en el piso hasta llegar a donde quería. Primero debía hallar una forma de pasar a través de los guardias, no planeaba deshacerse de ellos ya que con lo que iba a hacer era suficiente para que perdieran respeto y se ganaran una buena humillación.
Mientras pensaba como entrar se le ocurrió entrar en otro agujero y escabullirse sin ser vista. Entró al más cercano ubicándose por donde tendría que ir y por donde no. Volvió a recorrer pasillos enredadizos, algunos llevaban a cuartos de los cuales salía iluminación, probablemente también tenían guardias por lo que los evitaba. Seguía el rastro de cables esperando que con suerte la llevara a la sala de servidores. Al caminar notaba que no había cámaras, era toda una desventaja para esa organización pues no estaban al tanto de lo que podía suceder, seguro lo compensaban con la gran cantidad de guardias. Al ocupar edificios en construcción seguro que se mudaban cada cierto tiempo y no podían dejar rastros de su presencia así que seguro eso fue por lo que optaron.
Al pensar todo eso Noodle no se dio cuenta de que iba a revelar su presencia al cruzarse con un guardia que salía de un cuarto para otro. Rápidamente se agachó casi tocando pecho a tierra confiando en que aquel guardia no la vería. Salió del cuarto en el que se hallaba y cruzando el pasillo entró al que se encontraba al frente sin percatarse de alguna otra presencia. Hizo una buena jugada pero debía ser más cuidadosa y no dejarse distraer. Entonces mientras seguía agachada notó que los cables iban hacia el cuarto donde había entrado el guardia. Viendo lo que eso podría significar se preparó para entrar.
Llevaba a otro cuarto más grande que comunicaba a varias habitaciones. Sigilosamente observó que una de ellas llevaba a lo que parecía ser generadores, seguro que de allí se conectaban todas las luces y aparatos que usaban. En esa habitación se hallaba el guardia revisando los generadores viendo que no fallara nada. Evadió donde él se encontraba y divisó que de una de las habitaciones se veían unas luces. Entró silenciosamente y el frio se apoderó de ella pero le salió una sonrisa al ver que había encontrado lo que buscaba.
Mientras cruzaba los brazos para abrigarse buscaba donde había dejado su USB también veía donde conectarlo. Encontró un puerto de entrada y lo único que tenía que hacer era conectarlo y el virus haría el resto. Conectó el dispositivo y miró su celular para ver cuánto porcentaje quedaba para que terminara de hacer su trabajo. Cuando iba alrededor de 50% sintió que alguien se avecinaba. Rápidamente se escondió entre las grandes maquinas aprovechando la oscuridad que había para no ser vista. Entraron dos sujetos, un guardia y lo que parecía ser un técnico. SI se daban cuenta del USB su trabajo estaría comprometido. Al chequear que nada fallara, el técnico revisaba que nada fallara. Entonces divisó un objeto extraño conectado, fue a revisarlo y al descubrir lo que era lo quitó sin pensárselo.
-Rápido, llama a los demás e informales que posiblemente tengamos un intruso. –dijo, pero nadie le contesto.
Volteó a ver que sucedía y al ver a su compañero tirado en el piso entre las maquinas giró para escapar. Al llegar a la puerta y pensar que estaría fuera de peligro sintió un fuerte agarre en su garganta, Noodle le aplicaba una llave en el cuello para inmovilizarlo. Cerró la puerta con una patada y guardaba su celular en el bolsillo este marcando 100%.
-Lo siento, no tenía planeado eliminar a nadie, pero no puedo dejar que interfieras, -le dijo al técnico que trataba de liberarse. Dicho esto, Noodle cambió la posición de manos, y dando un fuerte tirón a su capturado, este cayó sin vida al piso.
El trabajo estaba hecho, el virus borraría y/o volvería corruptos todos los archivos que se hallaran guardados. Esa organización perdería todo lo que tenía sin saber lo que había pasado. Para asegurarse de que no utilicen alguna copia de seguridad contra ella, dejó un mensaje usando los cuerpos del piso, seguro que no se atreverían a fastidiarla. Comenzó a abandonar el complejo esta vez sin ser detectada. Volvió por donde vino, subió por el agujero del que había bajado. Siguió por los pasadizos hasta que finalmente salió por la terraza. Aún es temprano, pensó, podría irse a comprar algo de comer, se sugirió a si misma mientras subía la cuerda yendo a hacia la punta de la grúa. Claro, para alguien que tiene incursiones por las noches y cuenta con un ciclo de sueño polifásico llegada la medianoche aún se podría considerar temprano.
Caminaba por las calles de Osaka buscando algún lugar donde comer y tomar algo, por último si no encontraba algún sitio iría una konbini y se llevaría algo para su casa. Miraba a donde podría entrar, lo que tenía en mente era ir a un bar y estar tranquila ahí un rato. Localizó lo que parecía un buen lugar y entró, El ambiente era agradable, había gente adentro pasando un buen rato tomándose unos tragos entre amigos. Se sentó en una mesa y un mesero se le acercó para darle la carta. Le dio una mirada para ver lo que podía pedir. Se decidió por un plato de alitas de pollo y una bebida. Le trajeron un plato con lo que pidió y un vaso contundente de refresco. Comía tranquilamente hasta que una pequeña discusión se convirtió en un pleito, Dos hombre comenzaron a pelearse sobre una de las mesas pegadas a la pared. Noodle ignoraba la situación y seguía comiendo. Unos guardias trataron de separar a ambos sujetos pero eran más fuertes de lo que aparentaban. Seguidamente más gente se unió para separarlos, siendo inútil ese intento y solo consiguiendo que más personas se unieran a la pelea. Instantáneamente casi todo el público del bar estaba envuelta en una riña pero ella seguía comiendo en su sitio haciendo omiso caso a lo que sucedía y esquivando uno que otro golpe. Terminó de comer y se paró, sacó dinero de su billetera y lo dejó adentro de la barra. Se dirigió a la puerta y al abrirla un hombre salió disparado hacia ella evitando que esto le golpeara haciéndose a un lado y este cayendo a la calle. Se retiró y mientras avanzaba vio como algunas patrullas de policías iban en dirección a donde había estado. Siguió caminando hasta encontrar una konibini. Entró y compró una leche de fresa y un chocolate. Salió comiendo ambas cosas volviendo a su base preguntándose porque no fue desde el comienzo directamente allí.
