Detective Conan es propiedad intelectual de sir Gosho Aoyama y sus respectivos distribuidores. No intento robar ni plagiar nada, sólo escribo 'tomando prestados' los personajes de esta magnífica serie, para divertirme a mí misma y divertir a los demás lectores. Aunque si algún día me quieren regalar a Shinichi, no les diré que no…

* * * * * * * * * *

Ran frunció el ceño y miró el reloj con un deje de angustia y preocupación. A su lado había dos grandes maletines, llenos hasta el más mínimo rincón. Cuando Kogoro Mouri, el ya no tan famoso Detective, le preguntó que por qué rayos necesitaba todo ese equipaje, ella simplemente le dijo que una chica necesita muchas cosas cuando tiene que irse.

*¿Cómo se atreve a llegar tarde?* pensó la chica por enésima vez, mirando el reloj de la estación, no fuera caso que el suyo estuviese adelantado. Pero no, iba bien. Entonces era él el que hacía tarde. ¡Cuando viniese, le haría una buena llave de kárate, sí señor!

Se movió un poco, pues el fuerte sol de verano no paraba de tocarle la frente y empezaba a sudar. Se resguardó en la fresquita sombra de un árbol próximo, mirando a derecha e izquierda. Entonces, de repente, lo vio. Primero suspiró con resignación; no había cambiado ni tampoco iba a cambiar. ¿Y qué? De todas maneras, ya le gustaba la situación así. Shinichi era Shinichi y no tenía ni quería que cambiase.

-¡¡Lo siento!! – exclamó el chico con una bolsa colgada de la espalda, parándose en frente de la chica para tomar aire - ¡Créeme que esta vez no ha sido culpa mía!

-¡Sí, claro! – la chica le agarró de la oreja como a un niño pequeño y lo 'arrastró' literalmente hacia la entrada de la estación - ¿Y bien? ¿Cuál es la excusa del día?

El chico se soltó del fuerte agarre de ella y respondió con indignación - ¡Mamá! Desde que he vuelto que no me dejan. Que si soy su pequeñín, que si después de tanto tiempo quieren estar conmigo… ¡arrgh! ¡Me entran escalofríos sólo de pensarlo! – exclamó él, con imágenes mentales de Yukiko abrazándole y de Yusaku rascándole con el bigote - ¡No sabes cuántas ganas tenía de alejarme de ellos!

-Sí, sí. Pero te recuerdo que fui YO la que gané los cupones – dijo ella, malhumorada, buscando el andén adecuado – Mira, es ese tren. ¡Date prisa, que como lo perdamos se acabó todo! – Ran agarró rápidamente las maletas y se dirigió corriendo al vagón número tres, seguida de Shinichi, el cual no daba crédito que una chica tan aparentemente fina como Ran pudiera aguantar tanto peso sin inmutarse.

Ya en el asiento correspondiente, dejaron los equipajes en el vagón que les tocaba y pudieron respirar tranquilos. Ran miró a través de la ventanilla el paisaje que poco a poco se iba moviendo. Miró el cielo azul la mar de contenta, mientras pensaba *¡Allá vamos, Tottori!*

CiNtUrO-cHaN CCF presenta…

Glosario de Términos:

* * * * * * * * * * Cambio de Escena

// ~~ \\ Flash Back

*…* Pensamientos de un personaje

El caso del asesinato del blanco número 19

File 1 – Cuatro a Tottori

El movimiento del tren sorprendió al chico de Tokio, el cual hizo un gesto brusco y se despertó. Su primera sorpresa fue que ya era el atardecer, cuando ellos habían salido de la estación, si mal no recordaba, a las once en punto. A través de la ventanilla pudo ver que el paisaje ya había cambiado bastante; lejos de todo el ambiente pueblerino y activo que rodeaba la zona de Tokio, ahora se encontraban más bien en una zona un poco más árida, con bastantes zonas de arena, similar a un pequeño desierto. No había ni un alma en esos terrenos ni ninguna construcción o pequeña agrupación de casas. Sin duda alguna sería un lugar atractivo para la playa.

-Ññg… idiota…

Shinichi se giró sorprendido. Ran se acababa de apoyar en él, dormida, en una postura algo comprometedora. Él la intentó separar sin éxito, haciendo que aún estuviesen más pegados. Algo rojo, pensó que tampoco no le importaba mucho y la dejó así. Aunque el término idiota no le acababa de convencer, sabiendo que seguramente iría referido a su persona.

Pero, aún así, estaba contento. ¿Contento? ¡Estaba la mar de feliz! Después de tanto tiempo, después de tanta espera, sufrimiento, penas, aventuras, casos y más casos… había podido atrapar a la organización. Pero no había sido tarea fácil, y un poco más y se va al otro barrio, pero finalmente, con la ayuda de Hattori y Haibara, con el plus del profesor Agasa, consiguieron acorralarlos, uno por uno, y detenerles sin darles tiempo siquiera a dar la señal de alarma a los demás integrantes de la organización. De hecho, al atrapar a Gin, casi todo lo demás fue solo, porque casi sin darse cuenta apareció un disket con un programa donde constaban todos y absolutamente todos los nombres de los contrayentes de la asociación. Y no sólo nombres, sino también teléfonos, nombres en clave, direcciones… Fue tarea fácil. Lo que costó más fue hacer la cura, aunque Haibara por fin encontró algunos apuntes extraviados al registrar, junto con la policía, a fondo el cuartel base. Y así fue como, por fin, volvió a ser el de antes, Shinichi Kudo, el detective del Este. Por descontado, Ai también pasó a ser Shiho Miyano, y ahora había empezado a estudiar primer curso a la universidad de Tokio, facultad de ciencias. Él, sin embargo, ya había hablado con el inspector Megure sobre su futuro cierto como detective. Vamos, lo tenía clarísimo desde su infancia.

-Mmmm…

El chico se giró rápidamente hacia Ran, la cual seguía durmiendo a pierna suelta. Miró cansadamente el reloj. Según lo previsto, llegarían en menos de una hora. Pero, bien pensado, esta 'situación' no le desagradaba por completo… aunque tenía un inconveniente, y era que si Ran se despertaba, lo tendría muy crudo - Bueno… me haré el dormido, y en todo caso sería culpa de ella porque yo estaba felizmente dormido y ella se me echó encima – dijo él, sonriendo.

-Oh, vaya, espero que tus planes salgan bien – dijo Ran, mirándole con una malévola sonrisa.

Shinichi - ¡R-Ran! ¡Hola! Mira, ya casi hemos…

Ran se acercó a él hasta quedar casi a medio centímetro el uno del otro. Luego le sacó la lengua y frunció el ceño - ¡Hentai! – y se giró, acurrucándose en su asiento. El chico frunció el ceño y giró la cara hacia otro lado.

Lo único que no había conseguido en estos dos meses que llevaba con su nueva vida era conseguir un avance con Ran. Recordaba perfectamente el día en que él le dijo, cara a cara, que ya había resuelto el caso y que se quedaba a Tokio. Su expresión se le quedó gravada al corazón, como uno de los recuerdos más preciados que conservaba. Esa sonrisa, esa luz en su mirada… ¿cómo podía habérsela causado alguien como él que la tuvo sufriendo tanto tiempo? Realmente, estaba en deuda con Ran, por habérselo perdonado todo.

Shinichi se giró hacia ella, la cual seguía dándole la espalda *Tienes que ser un ángel…*

Atención, atención, pasajeros con destino a Tottori vayan preparándose. El tren G-4389 efectuará su estacionamiento en breves minutos. Atención, atención…

-Vaya, parece que ya hemos llegado – dijo Ran, mirando el reloj medio dormida, al parecer sin acordarse de lo sucedido antes - ¡Uaahg! Qué ganas tengo de ir al hotel…

Shinichi puso cara de pillín - ¿A hacer qué, Ran?

La chica le fulminó con la mirada y antes de que tuviera tiempo de reprocharle, él se levantó y cogió sus maletas. Tal y como había anunciado la voz, en quince minutos llegaron a Tottori, la capital de la prefectura de Tottori, a la zona oeste, en la zona de Chugoku.

-Uahh, qué calor… - exclamó Ran, quitándose la americana rápidamente – No sé si aguantaré el calor de mañana… - dijo la chica, empezando a andar, mirando entre la gente algo preocupada, como buscando a alguien.

Shinichi miró de reojo la ajustada camiseta de la chica, pero decidió autocontrolarse y prestar atención a la guía – A ver, Grand Hotel Maraya… Grand Hotel Maraya… - el chico buscó el nombre del hotel en la guía de la ciudad – Aquí está. No para muy lejos de aquí y está a cien metros de la playa… ¿y es de cinco estrellas? – Shinichi miró a Ran - ¿Estás SEGURA de que esto no es un timo ni nada?

Ran frunció el ceño - ¡Aho! ¡Claro que no! ¡Ya te he dicho que me ha tocado! ¡Un sorteo del centro comercial 109 de Shibuya nunca, nunca te timaría! Creo que tendría que haberle pedido a Sonoko que me acompañara…

Shinichi cogió la bolsa y se la cargó a la espalda, mientras empezaba a andar y mirando al alrededor – Me lo esperaba más grande. ¿Y qué se supone que vamos a hacer aquí ahora?

Ran se lo quedó mirando fastidiada - ¡¡Pues disfrutar de los pocos días de vacaciones que tenemos!! Mira, para empezar, mañana iremos a la playa, volveremos al hotel, comeremos, iremos de compras por el barrio comercial, cenaremos al hotel, iremos a dar una vuelta, iremos a dormir, nos despertaremos a primera hora, cogeremos un bus turístico e iremos a los pueblos vecinos a ver qué tal, luego tal vez podríamos ir a una de estas playas escarpadas, y luego tal vez…

-¡EH! ¿Es que te has planeado TOOOODA la semana? – exclamó el chico, fastidiado. Ran lo miró con una inocente carita, como diciendo 'claro, hombre, hay que aprovechar el tiempo' - ¡Que conste que yo quiero ir a mi aire! ¡No quiero ir de visititas turísticas! ¡Yo a la playa y punto!

-¡Oye, te recuerdo que la que ha ganado los billetes SOY YO! ¡Al menos podrías colaborar un poco, ¿no?! – Ran se encaró a él con una mirada enfadada y dolida.

Shinichi notó que la conversación estaba yendo a peor y que las cosas así sólo se complicarían, pero su orgullo le pudo más - ¿Y por qué demonios tenemos que hacer lo que TÚ digas? ¡Si he accedido a ir aquí no ha sido para hacer todo eso, sino para descansar unos días en la playa!

Ran se lo quedó mirando con expresión vacía – Ya veo. Así que has venido 'sólo' por eso… - la chica se sacó una llave del bolsillo y se la entregó – Toma, esta es TU llave, la llave de TU habitación; mañana haz lo que TU quieras porque yo haré lo que YO quiera. Buenas noches – y acto seguido se fue arrastrando las bolsas hacia el grandioso hotel. Shinichi se quedó de brazos cruzados y empezó a andar tras ella.

* * * * * * * * * *

-Sí, sí, estamos muy bien – repitió ella con voz cansada - ¿Shinichi? Tranquilo, habrá ido por ahí… No, no está conmigo. Sí… ¡Papá, tranquilízate! Estamos en habitaciones separadas, así que ni se te ocurra pensar en cosas raras…

Ran colgó el teléfono cansadamente y se tumbó. La luna estaba hoy preciosa, en forma de sonrisa, algo que a ella le faltaba en ese momento. Después de la pequeña bronca, durante la cena no habían coincidido, o más bien ella había ido a posta después de él, aunque de todas formas Shinichi tampoco intentó coincidir con ella. Esto aún la enfadó más.

*Estúpido de Shinichi… Después de tanto tiempo y después de extrañarlo tanto, vuelve. Pero… no me esperaba que volviera 'así'… Me hubiera gustado que hubiera venido, y me hubiera abrazado, y me hubiera pedido perdón, y entonces yo le habría perdonado, y entonces nos habríamos mirado, y entonces…* La cara de Ran se puso roja a punto de competir con un semáforo.

-¡¡KYAAAAAAAAAAAH!! – gritó sofocada, al imaginarse 'esa' escenita. Se agarró fuertemente al cojín, pero de repente se dio cuenta de que vivía en la realidad y no en la utopía.

-¿Ran? – la voz de Shinichi la alertó. Estaba llamando a la puerta de la habitación. Ran dudó un instante y se dirigió hacia ella.

-¿Sabes qué hora es? – dijo ella como única respuesta. Oyó un resoplo a la otra parte de la puerta.

-Es que como habías gritado, yo…

Ran se sonrojó en la oscuridad *Así que ha venido porque estaba preocupado…* - B-Bueno, pues estoy bien. Buenas noches.

-Buenas noches. Esto… ¿Ran? – dijo él por último. La chica se giró y volvió a sus pasos, murmurando.

-Quéeee.

-¿A qué hora quedamos mañana?

Eso le vino de improvisto y no se lo esperaba para nada. Abrió la puerta lentamente y se encontró con él cara a cara. Parecía, si eso era posible, mucho más atractivo que lo normal, con esa sonrisa y ese fuego en los ojos que tenía cada vez que estaba a punto de dar la prueba irrefutable para culpar a un asesino.

-¿Ma…mañana? – dijo ella haciendo esfuerzos por no titubear ante ese comentario.

Él arqueó las cejas inocentemente –Claro. ¿No habíamos quedado en ir a la playa? El hotel sirve el desayuno de ocho a diez. A las ocho y media te llamo a la puerta, ¿vale? Llévate ya al comedor la bolsa de la playa, que así luego no hará falta perder el tiempo para subir y cogerla.

Ran asintió mecánicamente – Va…le…

Él sonrió y se despidió con las manos, dirigiéndose a la habitación de al lado – Ahora sí, buenas noches.

Ran asintió ultrasofocada – Bue-buenas noches, Shinichi… que descanses.

Su puerta se cerró y Ran suspiró aliviada. Al fin y al cabo, no era tan baka como creía…

* * * * * * * * * *

-¡¡Baka, baka y baka!! ¡¡Eres el idiota más idiota sobre la faz de la tierra!! ¡¿Cómo puedes haberte CONFUNDIDO DE HORA, aho?! ¡¡Ahh, por qué a mi!! – exclamó la chica, sentada al pie de la escalera de la estación de trenes. La noche era fría pese a estar en verano. A su lado, de pies, había un chico mirando exaltado el billete.

-¡Oye! ¡Fuiste tú quien me dijo que el tren salía a las 20:00! ¡¡Yo te hice caso!!

La chica se puso de pies y le encaró - ¡Pero TÚ guardabas los billetes y era más fácil para ti mirar la hora, ¿no?! ¡Además, yo lo decía de memoria! ¡¡AHO!! Ahora tendremos que esperarnos aquí toda la noche por culpa de ALGUIEN que me dijo que no hacía falta coger las llaves de casa, que él ya cogía. Y ahora resulta que nuestros padres están de pamparra y tú te has dejado las llaves. ¡¡PERFECTO!!

-¡Ahg, cállate! ¡Ya te he dicho que lo siento, ¿vale?! Además, no se está tan mal aquí. Sólo tenemos que coger el primer tren de mañana y ya está.

Kazuha frunció el ceño y se apoyó la cabeza en la mano – Sí, 'sólo' tenemos que pasar la noche en frente de una estación de trenes. ¡Oh, qué alivio!

Heiji empezó a rechistar y de nuevo ambos volvieron a discutir, mientras los vecinos les miraban sin atreverse a entrometerse, a pesar de que ya eran las tres de la madrugada.

* * * * * * * * * *

Las oscuras y silenciosas callejuelas impartían respecto a todo vecino que por ellas circulasen, que ya de por si eran pocos. El único ruido que rompía ese inquietante silencio eran unas apresuradas pasas de zapatos de tacón. Su dueña, Kiharu Obana, apretaba fuertemente su bolso, como intentando autoimpartirse coraje. Intentaba convencerse de que estaba sola en la calle y de que no había ningún psicópata siguiéndola ni nada por el estilo. Se giraba y veía una pequeña sombra deslizándose. Apretaba el paso, volvía a girarse y volvía a ver esa sombra.

Miró hacia en frente, pues faltaban unos cien metros para la parada del autobús, donde seguramente habría alguien, y si no entraría en cualquier casa y pediría ayuda, pues estaba al 99% segura de que no eran imaginaciones suyas. Entonces, para su sorpresa, a unos diez metros apareció una sombra negra, alta y fornida. Ella paró en seco y se puso a andar de nuevo hacia allí, pensando que quizás sería algún vecino y que le podría pedir ayuda. Pero a medida que se iba acercando a él, iba teniendo dudas. El hombre no aparentaba ser alguien de por ahí, y el hecho de que tuviera pasamontañas no ayudó mucho.

La mujer retrocedió temblando de pánico, sin percatarse que a sus espaldas, ágilmente, el dueño de esa sombra que la acosaba desde hacía días hizo aparición, y cogiéndola por el cuello con un brazo, con el otro pasó el filo de un cuchillo por su cuello.

Las luces del vecindario empezaron a abrirse ante un extraño grito seco de dolor. El último señal de vida de la víctima.

* * * * * * * * * *

El despertador sonó puntual, y Ran le dio un golpe seco que de poco no lo rompe. Se alzó perezosamente de la cama y abrió las cortinas. Era extraño, pero aún no se había detenido a mirar la habitación tan lujosa que tenía. Era un poco pequeña, eso sí, pero muy confortable (en un hotel de 5 estrellas, si la habitación no es confortable, para matarlos). Tenía un amplio ventanal que daba al balcón, el cual, para su sorpresa, estaba a medio metro del de Shinichi, cosa que no era muy de extrañar teniendo en cuenta que eran vecinos. Las vistas daban a la zona urbana de Tottori, y un poco a la izquierda podía ver el mar, tapado por el resto del edificio.

Volvió a dentro y se hizo la bolsa de la playa, se puso el bikini nuevo que se había comprado con Sonoko a las rebajas y se vistió. Puntual, Shinichi llamó a la puerta justo a las ocho y media. Ella abrió la puerta algo nerviosa – Buenos días, ¡se está de maravilla ahora al agua, Ran! – dijo él con su cara risueña.

-¿Eh? – Ran se percató que no llevaba camiseta (para su sonrojo) y que tenía una toalla encima y el pelo mojado - ¿Vienes de nadar? – exclamó ella mirándoselo sin dar crédito a lo que oía.

Él asintió – Yes, y no veas lo bien que se está… A esta hora no suele haber mucha gente y puedes nadar libremente. ¿Sabes? A unos cien metros de la playa hay una pequeña plataforma.

La sorpresa iba aumentando por minutos – ¿Dices que has nadado cien metros adentro…? – él asintió inocentemente. Ella se puso la mano a la frente – Tú no tienes concepto de peligro, ¿verdad?

-Y tu no tienes concepto de puntualidad, ¿verdad? Son y treinta-y-cinco. Date prisa o pillaremos todo el mogollón y no habrá sitio en la playa.

La chica cogió la bolsa y cerró la puerta con la tarjeta, y ambos bajaron a la planta baja, encaminándose hacia el comedor, sin pararse a preocupar en la televisión que había al recibidor, la cual acaparaba multitud de personas que la miraban preocupada. Estaban dando las noticias, donde decían que habían encontrado ya la que era la onceava víctima en lo que llevaban de mes, asesinada de igual forma que las otras diez, y que extrañamente todas tenían un punto en común: pelo largo, oscuro y ojos azules.

Fin del cap.1

CONTINUARÁ

Notas de CiNtU:

¡O-HA-YÔ! ¡¿Qué tal, mina-san?! ¡Espero que bien! Ya veis, como podéis comprobar, ya estoy empezando a escribir más de la cuenta sin tener terminado nada ^^U Pero es que es superior a mí… idea buena + inspiración + un día entero enferma sin nadie en el ordenata = ¡¡FICS, FICS Y FICS!! ^^ En fin, espero que os haya gustado el primer capítulo. Para los más agudos, supongo que ya habréis notado algunas variaciones con mi estilo de siempre. Entre otras cosas, ahora me ha dado por incluir palabras japonesas en el texto ^^U pero tranquilos que sólo utilizaré las más facilillas. Una de las más utilizadas es 'aho' y 'baka', que significan lo mismo: tonto/idiota/estúpido…

Uhh… ya sé que algunos me pegaréis por este capítulo tan cortito y por el final tan… bueno, tan tan. Pero es que este fic se basará en capítulos un poco más cortitos que la media, y así de paso podré escribirlo más fluidamente y tendréis nuevos capítulos más pronto.

Bien, los hechos transcurrirán, como podéis ver, en Tottori. Esta vez me he documentado al máximo sobre la dicha ciudad, para hacerlo todo más realista. El nombre del hotel es inventado, porque no encontré ninguno ^^U

Espero que os haya gustado tanto como a mí ^^ De hecho, me apetecía mucho escribir un fic donde Shinichi ya hubiera vuelto a ser él. Para ver un fic donde se narra el proceso de transformación Conan-Shinichi ya tengo mis otros dos fics… así que he decidido cambiar un poco la línea ^^. Dedico este fic (si os gusta) a las chicas del foro, a las de la página de Kazu y a Jess, Arzainer y Rut.

Hala, ¡ja matta ne!

CiNtUrO-cHaN (CCF) o Cintu (como me llaman ahora algunos ^^U)

Reportaje: Esta vez he 'investigado' un poco (vemos la imagen de Cintu haciendo chantaje a tottorianos para contarme sus secretos más íntimos) antes de hacer el fic, para documentarme y eso. En esta ocasión os hablaré de Tottori, que tanto es el nombre de la región como el nombre de la capital de ésta. El nombre de Tottori viene de un cazador de pájaros, que es bastante famoso a las dunas Tottori. La capital, como ya he dicho, es Tottori, y tiene unos 614.000 habitantes, lo cual significa que no es ni una ciudad grande ni pequeña. Más bien grande ^^U Está extendida en un área de 3'507 km. Abundan los pereros (sí, esos árboles que dan peras ^^U No sé como se dicen en castellano… n___nUU) y los 'daisen kyaraboku', un tipo de árboles. El pájaro que más abunda es el Pato mandarín y los festivales más reconocidos son el Nagashibina y el festival Yamabiraki. Comida típica: las peras, los cangrejos y los huevos de erizo de mar (¡!). Su ciudad hermana es Hebei (China).

Un dato curioso. ¿Sabéis el capítulo de El asesinato de la mansión de las Arañas, donde salen Heiji y Kazuha también? ¡Pues esa zona es también Tottori!

¿Y bien? ¿A que me lo he currado? Esta vez intentaré hacer todas las cosas más creíbles, y intentaré que al final de cada capítulo poner un trocito de este reportaje, de manera que a cada capítulo haya un tema diferente, y así nos vayamos culturizando todos ^^U.

··28 de Noviembre del 2003··