Detective Conan es propiedad intelectual de sir Gosho Aoyama y sus respectivos distribuidores. No intento robar ni plagiar nada, sólo escribo 'tomando prestados' los personajes de esta magnífica serie, para divertirme a mí misma y divertir a los demás lectores. Aunque si algún día me quieren regalar a Shinichi, no les diré que no…
* * * * * * * * * *
Pese a ser las nueve, la actividad en la playa Shusu, la más extensa y famosa de Tottori, estaba prácticamente llena. Si no hubiese sido gracias a Shinichi, que con su capacidad intelectual acertó una zona indicada donde en teoría no tendría que haber nadie (esta se encontraba al lado de un pequeño congosto y era prácticamente de arena de piedra, por eso no había nadie allí), aún seguirían vagando sin rumbo y sin siento. Ran plantó el parasol con energía y dejó la toalla sin ninguna arruga al suelo y se dirigió rápidamente al agua.
-¡¡Kyaaah!! ¡¡Está muy fría!! – exclamó la chica, saliendo rápidamente.
Shinichi la observaba desde el parasol, cogiendo las gafas de bucear - ¿Y qué creías? Son las nueve de la mañana. Hasta que no sean las doce o así no estará a temperatura moderada… Yo de ti me tiraría de sopetón.
Ran puso el pie en el agua como el que no quiere la cosa. Aguantó unos segundos en el agua y lo sacó rápidamente, mientras retrocedía hacia Shinichi - ¿Sabes? Creo que antes tomaré un poco el sol…
Él frunció el ceño - ¿Tomarás el sol que hay a estas horas? Así no te pondrás morena ni en un trillón de años. ¿Es que siempre te tengo que estar encima? Ya lo digo yo: lo mejor es hacer las cosas y punto. Ahora verás cómo hago las cosas yo, a mi manera.
El chico se puso de pies ante la intimidada mirada de Ran, mientras la cogía por el brazo y la tiraba hacia la costa. Cuando Ran quiso darse cuenta de lo que iba a hacer el chico intentó soltarse de su agarre, pero extraordinariamente no pudo. Sea cual fuera el motivo, que si él se había puesto más fuerte o que tal vez ella estaba demasiado nerviosa como para combatir, el caso es que él la pudo y ambos entraron en el agua. Ran notó el frío en sus pies, pero para su asombro el chico no se conformó con eso, sino que fueron andando hacia más y más fondo, ante los gritos de ella.
-¡Shinichi, para ya! ¡Esto no tiene NINGUNA GRACIA! ¡¡Suéltame, aho!! ¡¡Está helada, ¿no lo ves?!! – exclamó en vano ella, mientras el agua ya le cubría por la altura de los pechos.
Entonces él se giró hacia ella, sonrió pícaramente, y Ran notó como él le daba un golpe con su pie al suyo, haciéndole perder el equilibrio. De haber sido sólo esto, ella hubiera podido rehacerse con el otro pie, pero entonces Shinichi contraatacó y con su propio peso se sumergieron ambos hasta el fondo. El agua salada paró el grito de la chica.
-¡¡SHINICHIIIIIIIIII!! ¡¡VEN AQUÍ, VOY A MATARTE!! – exclamó la chica al salir a la superficie, toda empapada. Él empezó a nadar seguido de cerca por la chica – ¡¡Verás cuando vengan, Kazuha y yo te haremos unas llaves de judo y kárate que te dejarán tirado al suelo!!
Shinichi paró de nadar y se giró parpadeando hacia ella. Ran se dio cuenta de su desliz y se tapó la boca - ¿Kazuha? ¿Toyama? ¿No me irás a decir que…?
Shinichi observó detenidamente la cara de corderito degollado que le ponía Ran, la cual significó una respuesta alta y clara.
CiNtUrO-cHaN CCF presenta…
Glosario de Términos:
* * * * * * * * * * Cambio de Escena
// ~~ \\ Flash Back
*…* Pensamientos de un personaje
El caso del asesinato del blanco número 19
File 2 – Sospechas
-Vamos, ya te he dicho que lo siento… además, no es nada malo, ¿o sí? – replicó la chica, viendo como él se sumergía una vez más, según él, para observar la fauna marina, que en esa zona era nula - ¿Me estás escuchando?
El chico salió a la superficie mirándola fastidiado - ¿Y por qué se supone que tienen que venir? ¿O es que en ese sorteo ganaste cuatro cupones, cosa que dudo? – El chico miró cansadamente a Ran, la cual empezó a jugar con sus dedos – Porque… tú ganaste esos cupones, ¿verdad?
Minutos más tarde…
-¡Oh, perfecto! Ahora resulta que la madre de Kazuha le dio cuatro cupones y que ella te pasó los dos restantes a ti. Entonces los acoplados somos nosotros, encima.
A Ran se le cayó una gotita – Vamos, vamos, no hace falta ponerse así. Cuantos más, mejor. Además, tú te llevas bien con Hattori, ¿o no? ¡Será divertido!
Él la miró con el ceño fruncido *Oh sí seguro, teniendo en cuenta las veces que nos hemos reunido y no ha habido ningún asesinato/suicidio/robo o lo que sea por en medio, tenemos MUCHAS posibilidades de que todo salga bien, ¿no?* Pero no dijo nada de eso, porque entonces le podría dar a entender que él en realidad había sido, durante casi dos años, Conan Edogawa. Tuvo suerte que justo cuando el doctor encontró la cura, sus padres se encontraban de visita, así que Yukiko pudo disfrazarse de Fumiyo, la supuesta madre de Conan, alegando que ya podía ir a vivir con ellos. La separación fue bastante conmovedora, y Ayumi, Genta y Mitsuhiko se pusieron a llorar los tres desconsoladamente. Por su parte, Ran aguantó las lágrimas, y como aquella misma noche se fue, no supo si lloró finalmente o no. Sabiendo cómo era, seguramente sí.
Pero el hecho es que, ahora por ahora, Ran no sabía nada. Tenía remordimientos, y sabía que ella se merecería una explicación, pero tenía miedo de decírselo, miedo de ser rechazado. Si ella no le perdonaba, no lo soportaría, no lo superaría… Así pues, era mejor no decírselo… ¿verdad?
-Está bien… - resopló él - ¿Y están en el mismo hotel que nosotros?
Ran asintió – En principio, tendrían que haber llegado anoche, pero Kazuha me envió un mensaje diciendo que llegarían hoy porque habían perdido el tren por culpa de algunos… problemillas – terminó ella, sabiendo a la perfección a qué se referiría su amiga de Osaka.
A Shinichi se le cayó una gotita *Hattori no ha cambiado* - En fin, será mejor que disfrutemos antes de que vengan esos dos aguafiestas… - dijo él sin pensar. Ran se sonrojó ligeramente.
-¿Quieres decir que estás más bien a solas conm…?
-¡¡Quiero decir que allí hay un pez rojo y quiero seguirlo, así que no molestes!! – dijo él rápidamente, sumergiéndose de nuevo y dejando a una confundida chica. Lo que ellos dos no sabían es que, a metros de distancia, desde la playa, una figura les observaba atentamente con unos binoculares. La imagen pasó primero a él y luego a ella, y el hombre sonrió.
* * * * * * * * * *
La estación estaba llena a rebosar. Era lógico, pues estaban en plena temporada de turismo y mucha gente de pueblo venía a pasar unos días en la capital. Shinichi, algo fastidiado, y Ran fueron a recibir a los chicos de Kansas, ya que les habían avisado de que llegarían en el tren de las dos. Y así fue. Tan puntual como cuando ellos llegaron, a las dos el tren ya estaba frenando. Kazuha saltó del bagón, medio asfixiada, medio contenta, y se abalanzó contra Ran, mientras ambas se abrazaban de alegría y empezaban a hablar sin parar, contándose las últimas novedades. Detrás de ella apareció Heiji con una cara de 'no he dormido en toda la noche por culpa de Kazuha', cargando todas las maletas.
-¡No nos veíamos desde hacía un mes! ¿Cómo estás? – exclamó Kazuha.
Ran sonrió – Muy bien. Veo que habéis tenido buen viaje, ¿cómo es que no llegasteis ayer?
Kazuma miró de reojo al chico de Osaka y frunció el ceño – Nada, problemas nuestros… oh, vaya. ¿Eres Kudo? – dijo ella, reparando en la presencia del detective de kanto. Él asintió y Kazuha le dio la mano - ¡Yo soy Kazuha Toyama, amiga y cuidadora de Heiji! ¡Ran me ha hablado mucho de ti, ¿eh, Ran?! – exclamó ella, dándole codazos a la chica, la cual se había puesto roja como el tomate.
-¡¡KA-KAZUHA!! – tartamudeó ella, mientras Kazuha sonreía maliciosamente. Shinichi se las quedó viendo *Claro, ahora que caigo… ella no me había visto nunca como Shinichi. Lo que ella no sabe es que la conozco más de lo que cree, siendo Conan*
-¡KUDO! ¡AYÚDAME! – gritó Heiji, llegando extasiado hasta ellos - ¡Esta negrera me ha hecho cargar todo el rato con estas bolsas de piedras! –exclamó él al borde del desmayo.
Kazuha le arreó un golpe en la cabeza por llamarla negrera y por decir que sus bolsas estaban llenas de rocas cuando, a su parecer, estaban llenas de cosas indispensables para una chica, lo cual para Heiji equivalía a rocas.
-Mira, Kazuha, ese es nuestro hotel – dijo Ran, señalando el Grand Hotel Maraya. Kazuha y Heiji lo observaron con detenimiento y se miraron.
-¿No es el mismo al que fuimos el año pasado con nuestros padres? – preguntó Heiji sorprendido.
Kazuha asintió – Sí, creo que sí…
-¿Eh? ¿Habéis venido más de una vez aquí? – preguntó Ran sorprendida. Kazuha asintió.
-La madre de Kazuha y la mía conocen al dueño del hotel porque al parecer son compañeros los tres de párvulos, así que él siempre les da algunos pases cada año.
Después de esto, ambas chicas se adelantaron, como de costumbre, para hablar felizmente de sus cosas. Evidentemente, el tema de actualidad para Kazuha era saber cómo iba la relación Ran-Kudo, ya que ahora que éste había vuelto, la chica lo tenía más fácil. Por su parte, Shinichi y Heiji, cargando a contracorazón las maletas de la chica, iban hablando de antiguos casos. Evidentemente, el tema de la actualidad era el final de la Organización y por consiguiente su victoria y cambio en su verdadero cuerpo. Por lo que eso conducía a Heiji a querer saber cómo iba la relación Shinichi-Mouri.
-Ah… creo que me voy a aburrir MUCHO… - suspiró Shinichi, con una mano en la cabeza.
-No, no, no… - Heiji se paró en seco y sacó un sobre - ¡Mira! Mi padre ha pensado en todo. Le dije que también vendrías tú, y como sabía perfectamente que nos aburriríamos, ideó con el señor Toyama un pequeño juego de misterio para matar el tiempo mientras esas dos estuviesen cuchicheando.
Shinichi se giró hacia él con total interés - ¿De verdad? ¡Genial! ¿Y qué hay en ese sobre?
Heiji negó con la cabeza – Ni idea. Mi padre me dijo que se lo diera al dueño del hotel, el amigo de las madres de Kazuha y mía, el señor Ietaka. Este sobre, supongo, es para darle instrucciones. Me ha dicho que no lo abra, porque si lo abro no habrá enigma. Así que me he reprimido las ganas de curiosidad.
Shinichi miró interesadamente al sobre – Bueno, algo es algo…
-Por cierto – la expresión del chico se tornó más seria - ¿Has oído las noticias últimamente?
Él se giró hacia el chico de Osaka y asintió gravemente – Sí. ¿Hablas de los diez asesinatos en serie de esas diez mujeres?
Heiji asintió – Pues ayer a la noche apareció la onceava víctima. Esta vez en Hokkaido.
-Vaya. Como llegamos tarde y hoy nos hemos ido derechos a la playa, ni Ran ni yo abierto nuestras respectivas televisiones… ¿se sabe algo más del asesino o asesinos?
Heiji negó con la cabeza – Según lo que oí, la forma de asesinato sigue siendo la misma: un corte en el cuello con un objeto afilado. Esta vez ha sido una daga, la cual estaba al lado del cuerpo, y como supondrás sin huellas dactilares. Y sí, esta también tenía el pelo largo, oscuro y ojos azules.
Shinichi continuó andando en silencio – Seguramente se trata siempre de la misma persona. Pero salvo esas tres cosas, las víctimas no tienen nada más en común. Ni fecha de nacimiento, ni lugar de trabajo, ni nada… Algunas de ellas tenían 20 años, pero no creo que sea eso lo importante. ¿Qué crees que busca el asesino?
Heiji se puso la mano en la cabeza, rascándosela – Hum… ni idea. En fin, yo sólo te comentaba el caso. Cuando volvamos cada uno a nuestra respectiva ciudad, ya haremos allí las investigaciones correspondientes. Por una vez que tenemos vacaciones, habrá que aprovechar, ¡digo yo!
Él se lo miró burleta - ¡Te recuerdo que has sido tú el que ha sacado el tema! Y ahora mejor nos damos prisa o las perderemos – dijo, señalando a Ran y Kazuha, las cuales iban ya a diez metros de distancia.
-Claro, como ellas no tienen que llevar 34253270 maletas… - farfulló el chico ante la burleta mirada de su compañero detective.
Finalmente, volvieron de nuevo al hotel. Las habitaciones de Heiji y Kazuha estaban alineadas con las de Ran y Shinichi, algo que ya se esperaban dadas las circunstancias. Después de eso, Kazuha desmontó todas las maletas y cogiendo sólo lo imprescindible se fue junto a Ran a la playa, diciéndoles que volverían cuando fuese la hora de comer. Shinichi y Heiji se miraron con una sonrisa falsa, ya que ambos habían adivinado que los dejarían más plantados que a un árbol. Así pues, ni cortos ni perezosos se dirigieron a recepción y preguntaron al chico que allí había atendiendo que querían hablar con el señor Ietaka, el dueño del hotel. Al cabo de unos minutos apareció un hombretón bajito, regordete, vestido de mil botones y con una despampanante pajarita, parecida a la que llevaba en sus días Conan. El hombre tenía la cara redondeada, con un bigote espeso negro y pelo negro, el cual a juzgar por los dos detectives era una peluca.
-¿Es usted el señor Ietaka? – preguntó Heiji. El hombretón asintió con cara de pocos amigos – Este es Shinichi Kudo y yo soy Heiji Hattori. Ambos nos hospedamos aquí. Mi madre es Shizu…
-¡¡AH!! ¿Tú eres Heiji? ¡Claro, claro! – dijo él, cortándole la conversación – Pasad, pasad, venid, venid. Sentaos, sentaos. Así, así, muy bien – dijo él, haciendo que ambos chicos se quedaran parados ante sus peculiares formas de expresión. Los condujo a una pequeña estancia que había detrás de recepción, seguramente reservada para que algunos invitados privilegiados pudieran hablar a solas con él - ¿Así que Hattori y Kudo, eh? ¿Cómo está Shizuka, Heiji?
El chico abrió la boca para responder, pero el hombretón ya lo estaba haciendo por él - ¡Seguro que bien! Shizuka siempre ha gozado de buena salud… ¡y buen tipo! Tu padre es muy afortunado, sí señor. Y yo aquí, en cambio, sin esposa… y pensar que en mis años mozos era el chico más apuesto del curso… - dijo él entre suspiros.
*Pues si era el chico más apuesto…* pensó Shinichi *…no querría saber cómo era el menos…* acabó Heiji. Pero ambos decidieron callar y aguantar, yendo derechos al grano.
-Tome – dijo Heiji, entregándole la misiva – Mi padre, Heizo Hattori, me pidió que se la entregara…
Él la tomó con mucho gusto y rompió el sobre con elegancia; acto seguido leyó punto por punto lo que decía – Ah, aún se acuerda… - dijo él con amargor, resoplando - Está bien, dejadme que os lo explique. Aquí está todo muy bien indicado. Tenéis que buscar y encontrar a este de aquí – dijo, señalando una foto de un hombre con gorra, gafas de sol negras y barba (seguramente falsa) también negra – Aquí pone que debéis encontrarle antes de mañana por la noche, y decirle de quién se trata. Si lo adivináis… - su cara se torció un poco - …Si lo adivináis tendréis dos días más de vacaciones en este hotel gratis…
-Genial. ¿Hay alguna pista más? – dijo Shinichi, cogiendo el retrato del hombre y observándolo minuciosamente.
El señor Ietaka se releyó de nuevo el papel – Aquí pone… 'Para reducir los sospechosos, os diré que el huésped en cuestión se aloja en este mismo hotel desde hoy mismo y que goza de una incesante… compañía'. Sólo pone eso…
Heiji arqueó las cejas - ¿Incesante compañía? ¿A qué se refiere?
Shinichi negó con la cabeza – Ni idea. ¿Podría darnos la lista de los huéspedes que han ingresado hoy en el hotel? – dijo él, más que a modo de súplica, a modo de orden. El hombretón asintió refunfuñando y les pasó una lista. Eran unas treinta personas, más o menos. La tarea se iba complicando. Heiji la tomó y ambos chicos se retiraron, observando la foto y la lista una tras otra. Y al irse y cerrar la puerta, a sus espaldas, el señor Ietaka sonrió maliciosamente…
* * * * * * * * * *
El alma de Tottori se encontraba en el pequeño barrio comercial que había justo a las espaldas del hotel, el cual estaba lleno de callejitas acogedoras y casas de dos plantas como máximo. Estaba lleno de tiendas de todo tipo, obvio de un lugar con turismo. Como no eran más que las cuatro, las dos chicas, ambas con unos sexys bañadores, una de triángulos de rallas azules chillonas y la otra con un bikini al estilo top deportivo, más un pareo de conjunto, se encontraban charlando animadamente en un acogedor bar llamado 'Cat's Room', comiendo apetitosamente un helado.
-¡Uuaah! ¡Es precioso! – exclamó Kazuha, observando el anillo que tenía su amiga puesto en el dedo corazón – Pero creo que te has equivocado… ¿no te dijo Kudo que los anillos de compromiso van al dedo anular? – preguntó ella inocentemente.
Ran por poco no se cae de la impresión -¡NO es un anillo de compromiso! ¿Por qué todo el mundo me hace la misma pregunta? El hecho de que me lo regalara Shinichi no significa que… que… ¡pues eso, que sea de compromiso! – dijo ella, visiblemente alterada y con los pómulos rojos.
Kazuha puso ojitos de traviesa y le dio un codazo – Sí, como tú digas… ¿y dónde te lo dio? ¿En lo alto de una noria? ¿En un carísimo restaurante? ¿Un día lluvioso en un parque? Cuenta, cuenta.
A Ran se le cayó una gotita– Pues… el día justo que regresó – vio como Kazuha parecía ligeramente decepcionada -Dijo que era como un regalo de aniversario atrasado… - dijo ella, poniéndose un dedo en los labios para recordar – Sí, creo que fue entonces. Me acuerdo que estaba bastante nervioso, porque seguramente pensaba que yo malentendería el significado del regalo… - rió ella divertidamente.
Kazuha se acercó hacia ella - ¿Y no te has parado a pensar que estuviera nervioso porque realmente FUESE un regalo del que tú pensabas que no sería, y que al decirle tú que tranquilo que sabías que no era nada de compromiso, él se hubiera hecho atrás y no te hubiera corregido?
Ran se la quedó mirando – Más despacio.
La chica de Osaka se puso de pies de golpe - ¡¡Ran, tal vez era un anillo de compromiso de verdad!! – Kazuha miró a la chica que estaba enfrente suyo con una expresión pálida, como pensándoselo mejor. ¿Y si, al fin y al cabo, ella tuviese razón? ¿Y si realmente era un…?
-Ni hablar.
Las dos chicas se giraron asustadas hacia Shinichi, el cual miraba a Kazuha algo rojo. Detrás de él estaba Heiji mirando a Shinichi de reojo, como quien va a decir que uno no sabe disimular.
-¡¿Shinichi?! ¡¿Qué hacéis aquí?! – exclamó Ran, algo alterada por la anterior conversación.
Él cogió una silla y se sentó con ellas, y Heiji le imitó – Hemos ido a hablar con el dueño del hotel, el señor Ietaka. Por lo visto, gracias al padre de Heiji, si conseguimos encontrar una persona camuflada en el hotel nos darán dos días más gratis.
-¡Uah, eso es fantástico! – exclamaron ambas chicas a la vez - ¿Y de momento tenéis algo?
Ambas pudieron comprobar la sonrisa de confabulación que se hicieron Shinichi y Heiji, para luego mirarlas y asentir – La única pista que tenemos es que esa persona se encuentra entre las que han ingresado hoy en el hotel y a su vez que está 'incondicionalmente acompañada'. Bien, Kudo y yo nos hemos tomado la libertad de investigar más o menos a fondo dichas personas que cumplen estos requisitos. Como no sabemos del cierto si esa compañía es animal, humana o vete tú a saber, simplemente hemos investigado todos los residentes de hoy. En total son seis.
Heiji hizo un gruñido – Son cuatro…
Shinichi se giró hacia él – Sí, sí… Tienes que admitirlo – dijo él dándole un codazo; él simplemente se giró hacia otro lado molesto.
Kazuha parpadeó – Eso es poco. Supongo que el hotel va perdiendo clientes, je…
Shinichi asintió – En fin. Tenemos un matrimonio recién casado, los Matsuura. Ella tiene diecinueve años y se llama Mina, y él tiene treinta y se llama Itsumo; se hospedan en la habitación 109. Luego está la señora Fumie; tiene sesenta años y ha venido sola, en compañía de su perro Shishi; se hospeda en la habitación 602.
-¿Hasta el nombre del perro habéis averiguado? – dijo Ran sorprendida, mirándolos a ambos – Sí que os lo tomáis en serio…
-Luego – ahora Heiji reprendió la conversación – Está un tal Futahitomi, de cuarenta-y-dos años, casado y divorciado. Está en la habitación 213, y no tiene ningún tipo de acompañamiento, a parte de su equipaje. Cabe decir que no es un tipo bastante agradable… - apuntó Heiji, recordando los modales que le habían visto usar a una recepcionista.
-¿Y los otros dos? – preguntó Ran, mirando a ambos detectives. Entonces Shinichi miró pícaramente a Heiji, el cual giró la cabeza molesto hacia otra parte; ni que decir tiene que ni Ran ni Kazuha sabían de qué iba la película.
-Digamos que, por decirlo de alguna manera, los dos restantes no son quienes buscamos… - dijo el detective de kanto, cogiendo la limonada que le acababan de traer - ¿No, Hattori?
-¡Idiota, ya te he dicho que nosotros no estamos incondicionalmente acompañados!
Ran parpadeó incrédulamente – No me digáis que los otros dos sois… - dijo ella, mirando a sus amigos de Osaka.
Shinichi movió la cabeza verticalmente con énfasis - ¡Eso mismo!
-¿Nosotros? ¿Heiji y yo? – exclamó Kazuha, mirando a Heiji algo roja – Bueno, sí que es cierto que llegamos hoy, ¿no? Supongo que también podríamos estar en la lista de sospechosos…
El chico de Osaka se giró hacia ella rojo -¡¡AHO!! ¡¿Tú nos consideras 'incondicionalmente acompañados'?! ¡Vale, tal vez yo te guste a ti, pero eso no significa que…! – Heiji tuvo que parar porque su gran amiga de la infancia le asestó una buena pisada por debajo de la mesa, haciéndole callar.
-¿Pero qué sentido tiene que el señor Hattori os pusiera en lista de sospechosos, cuando vosotros mismos tendríais que buscarlos? Además, pensad un poco – dijo Ran, intentando poner paz al mundo, o al menos a la mesa, cosa que ya era digno de reconocimiento – En principio, vosotros tuvisteis que llegar ayer, ¿no? Pero tardasteis más de la cuenta porque perdisteis el tren. El señor Hattori no podía saber que eso ocurriría, por lo que en principio vosotros no estáis en la lista, ¿no creéis? – para su sorpresa, Shinichi y Heiji se la quedaron mirando con los ojos abiertos – Bue-Bueno, sólo es una simple suposición…
Kazuha hizo una risita – Vaya detectives famosos, si incluso nosotras os avanzamos… Ran, ¡tienes toda la razón! Como premio Kudo te invitará a otro helado – dijo ella hablando por boca de otros, mirando a la chica la cual se había puesto algo roja por los elogios.
-¡Tsk! Lo que pasa es que este ambiente tan caluroso no nos deja concentrar… - dijo Heiji, cruzándose de brazos visiblemente molesto. Shinichi asintió con la cabeza.
-Lo que pasa es que de vez en cuando queremos dejar algunos cabos sueltos para que los resuelvan otras personas, para así subirles la autoestima. ¿Verdad, Hattori? – dijo él, mirándolo con una risita falsa. Él asintió también visiblemente molesto, mientras las dos chicas no daban crédito al alto orgullo herido que tenían ahora esos dos detectives.
Al cabo de quince minutos terminaron las bebidas y helados y se retiraron del Cat's Room, charlando animadamente; más bien dicho, las que lo hacían eran las dos jóvenes, las cuales fanfarroneaban delante de sus respectivos detectives, sabiendo que por una vez en su vida les habían adelantado, cosa que merecía, según su parecer, una estatua conmemorativa. Lo que ninguno de ellos sabía era que justo cuando ellos se retiraron de la mesa, otra persona les imitó y se levantó. Lucía unas grandes gafas de sol y llevaba un gran diario para evitar ser reconocido…
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Una nueva víctima ha aparecido muerta hoy en Nagoya. La víctima, de diecisiete años, volvía de un encuentro con unos amigos cuando el asesino en cuestión la sorprendió; al parecer, el hombre espera a que sus víctimas estén solas para cometer el delito, haciendo así que aún, en los doce asesinatos, no haya habido un solo testigo, cosa que aún dificulta más la búsqueda a la policía. Los representantes de policía de las ciudades más significativas se han reunido hoy en Tokio para discutir estos trágicos sucesos. Un reportero de esta cadena ha logrado infiltrarse allí y según cuenta, podríamos estar tratando un violento asesino en serie que sólo ataca a chicas de entre dieciséis y veintitantos años; otro punto en común entre las víctimas es que todas llevaban el pelo largo, oscuro y ojos cla…
Plic
La televisión se cerró de golpe y ambas chicas se giraron hacia Heiji, el cual sostenía el mando aburridamente - ¡No miréis estas cosas antes de dormir, que luego no quiero tener que acompañaros al servicio si tenéis miedo! – replicó él aburridamente.
-¡No son tonterías, Heiji! ¿No lo has oído? ¡Un maniático que ataca a preciosas jovencitas de entre dieciséis y veintitantos años, y que encima llevan el pelo oscuro y largo, y los ojos claros! – exclamó Kazuha, mirándose aterradamente al espejo. Ran se puso a su lado y también se miró – Tanto Ran como yo…
-¿Crees que nos atacarán? – preguntó la chica de Tokio - ¿Y-Y si me corto un poco el pelo…?
Kazuha asintió – Tal vez sería buena idea… y a lo mejor yo también lo hago…
-Aho, tú no tienes el pelo largo – replicó Heiji, tumbándose en la cama de la chica de Osaka, cansado. Kazuha se dirigió hacia él mientras se quitaba la cinta del pelo y éste caía libremente.
-¿Tú me has mirado bien, aho? – dijo ella con un deje de egocentrismo – Aaaaah, qué miedo… ¡Ran, ¿y si hoy dormimos juntas?! – dijo la chica de Osaka, girándose hacia Ran, a la vez que intentaba que Heiji saliera de su cama. Ran asintió débilmente con una cara algo pálida.
-Ahg, sólo las chicas pueden ser tan miedicas… Pero estad tranquilas, porque el Gran Heiji estará a vuestro lado para protegeros de los peligros que os acechan, ¡¡juajuajuajua!! – Heiji se alzó y se puso en posición 'soy el rey del mundo', mientras a ambas chicas se le caía una gotita a la vez que pensaban lo mismo *¿No estaríamos más seguras lejos de él…?*
-Ah, por cierto, ¿y Shinichi? – preguntó Ran, abriendo el balcón para que entrara un poco de aire. Ya era de noche y empezaba a llover. Acababan de cenar, y Shinichi se había separado del grupo alegando que tenía que ir al lavabo - ¿No creéis que tarda demasiado?
Heiji frunció el ceño y pegó un puñetazo en su mano - ¡¡Ahg, qué rabia!! Seguro que ha ido a investigar… claro, quiere avanzarme… ¡pues no lo consentiré! Ahora mismo iré y…
Justo cuando Heiji iba a abrir la puerta, esta se abrió sola y Shinichi hizo aparición, medio empapado y con la expresión endurecida. Todos se alertaron al verle de esa manera.
-¡Shinichi, estás empapado! ¿De dónde vienes, si se puede saber? – dijo Ran a modo recriminatorio, mientras cogía una toalla del armario y se la pasaba por la cabeza.
Él sonrió – Mira, he ido a dar una vuelta para inspirarme y me ha cogido la lluvia… - dijo simplemente. Ran frunció el ceño y empezó a reñirle, mientras Kazuha se tumbaba a la cama y ponía un programa cualquiera de televisión. Heiji, sin embargo, restó inmóvil, mirándolo con expresión severa. Conocía desde hacía mucho tiempo a Kudo y sabía que lo que decía no tenía ni pies ni cabeza. Era obvio que escondía algo, para variar. De repente, él lo miró con expresión grave e hizo un movimiento de cabeza, como haciéndole ver que sus sospechas no eran infundadas, sino que tenían razón en alguna cosa. Heiji parpadeó incrédulamente y asintió también. Las cosas se complicaban.
Fin del cap.2
CONTINUARÁ
Notas de la Autora:
¡Yay, el segundo capítulo en línea! Sí, sí, ya sé, muy corto, pero más o menos quiero que sean así, o al menos en este fic, de momento. Con respecto a él… uyuyuy, la cosa pinta interesante, ¿eh? Y sólo es el principio ^^ Y la pregunta del millón… ¿de dónde venía realmente Shinichi? ¿De dar una vuelta…? Chanchanchan… No diré nada :d Espero que os haya gustado este capítulo. Poco a poco irá tomando un poco más de interés, porque por decirlo de alguna manera estos primeros episodios son un poco light, porque hay que introducir toda la trama… En fin, cosas que pasan ^^U
Muchas gracias a todos por leer el fic ^^ Y ya sabéis, cualquier comentario a cinturo@3xl.net que yo lo recibiré encantada n___n Hasta pronto, intentaré tener el próximo capítulo pronto, pero ya sabéis, tantos exámenes… @__@me dejan K.O.
Ja ne!!
CiNtUrO-cHaN (Cintu ^^)
··30 de Noviembre del 2003··
Reportaje: Esta vez nos centraremos un poco en Japón, y más específicamente en su geografía. Japón está formada por diversas zonas, las cuales son, de norte a sur y de este a oeste, las siguientes: Hokkaido, Tohoku, Kanto, Chubu, Kansai, Chugoku, Shikoku, Kyushu y el archipiélago de Okinawa. Shinichi es el detective de kanto y Heiji el de kansai. Y Tottori, capital de Tottori (ya, ya, suena ridículo) se encontraría en la zona de Chugoku. En fin, el reportaje de hoy ha sido un poco más cortito que el anterior. Pero tengo pensados algunos reportajes referentes a la fonética que… uf… fliparéis colorines (al igual que yo ^^UU), porque sino tal vez no entenderíais según qué del fic… bueno no digo nada que aún se me escapará algo ^^U
