Capítulo 17: Huyendo de los problemas

Noodle volteó y disparó su arma atinándole a los dos sujetos que le habían estado persiguiendo y habían disparado a Mako tratando de darle a ella. Estando malherida avanzó lo más rápido que pudo mientras veía como su amiga caía bruscamente al piso. Llegó a ella y la sostuvo entre brazos mientras le hacía presión en su herida para que dejara de perder sangre. Entre lágrimas sostenía a su amiga evitando que esta falleciera.

Una hora antes de aquellos acontecimientos, luego de haber hecho explotar la base de la última pandilla a la que estaba dando caza; Noodle se hallaba huyendo de la escena, necesitaba tratamiento médico para poder curar sus heridas y por ahora la Galería era el mejor lugar al que se le ocurrió ir. Había parado el sangrado de la herida de bala anterior recibida con un pedazo de ropa desgarrado atándosela en el cuerpo. La mano aun la tenía desacomodada e inutilizable, eso sería un problema al querer escalar el edificio. Se detuvo un rato para ver si podía hacer algo al respecto, se sentó en el piso, dejó su pistola en este y con su mano sana intentó hacer algo. Sentía un tremendo dolor cada vez que trataba de acomodarla y ponerlo de nuevo en su sitio, por ahora solo podía inmovilizarla y continuar e idear algo para poder acceder al sitio.

El tiempo seguía pasando, ya pronto iba a haber más gente en la calle, aunque seguro que con lo de la explosión saltarían las alarmas de emergencia. Andando sigilosamente sin llamar la atención comenzó a sentir los efectos de su caída sobre el auto, su brazo y pierna derecha estaban adoloridos, comenzó a cojear y a caminar más lento, esto iba de mal en peor. Si no la estuvieran persiguiendo podría cambiar de dirección e ir a los almacenes, ahí tendría lo suficiente para refugiarse por unas horas hasta que las cosas se calmaran. El único problema con eso era que se hallaba muy lejos para poder ir hasta allá. No quería ir a una clínica, si era registrada corría el riesgo de ser identificada. Se paró y sin ningún otro plan siguió andando cada vez con una mirada más desesperanzada.

Ya estaba cerca del edificio que albergaba su destino. Al estar en la base de este veía como todo era un alboroto, se supone que era un extenso edificio departamentos hasta una parte de los pisos, luego vendrían pisos sin terminar de construir y a partir de estos comenzarían a estar las entradas al recinto. El portero y los demás habitantes de la parte de vivienda seguro que ya sabían eso pues, al Noodle pararse en la puerta principal le dio un fajo de billetes a quien cuidaba la entrada, abriéndole la puerta y dejándola pasar. Cruzó el hall hasta los ascensores, entró y le dio al botón del último piso que este llegaba. Al bajarse en la última planta habitada, buscó las escaleras; estaban bloqueadas por una puerta con llave, sacó la pistola y con la culata empezó a darle golpes hasta que se rompió la cerradura y pudo entrar. Subió un par de pisos más hasta que las escaleras ya no llegaban más arriba. Estaba parada y oía el ruido de personas atareadas arriba suyo. Lo que haría normalmente sería subir por unos escombros que llevaban a los pisos superiores; sin embargo, ese no era el caso para esta situación. No tenía como llegar a aquel mercado negro. Entonces mientras estaba cerca de una columna viendo para arriba, oyó como por las escaleras se acercaban personas rápidamente.

─¡Rápido!, ¡debemos conseguir protección antes de que nos ataquen a nosotros!

Unos hombres se dirigían también a la galería, seguro para armarse y contraatacar si es que abrían fuego contra ellos. A decir verdad, la Galería tampoco sería el lugar más seguro del mundo; en cualquier momento podría desatarse una balacera ahí dentro lo cual empeoraría la situación. Lo único que mantenía el orden ahí dentro sería el que fuera un lugar "neutral", de tregua.

─Oye, mira eso. ─dijo uno de los hombres al salir de las escaleras y ver una máscara tirada en el piso con sangre en ella.

─¿Qué tiene? Es solo una máscara, alguien debió dejarla tirada ahí para deshacerse de ella… ─respondió y se le fueron las palabras al ver que era la máscara de sujeto 14, aquella vil persona.

Los rumores decían que desde que se ofreció una recompensa por ella, comenzó a eliminar a todos sus cazadores para evitarse problemas y seguir con lo que fuera que tenía planeado hacer para que ofrecieran tanto dinero por su cabeza. Encontrar el objeto que mantenía oculta su identidad era algo sorprendente y extraño. ¿Por qué estaría eso allí?, ¿acaso todo este alboroto lo causó ella y finalmente la habían atrapado?, ¿estaría ella ahora mismo en la Galería deambulando sin saber los demás que era la persona más buscada de Osaka por criminales ahora mismo? Sujetó la máscara con fuerza en su mano.

─Esto nos puede servir.

─¿Entonces ahora qué hacemos?

─Consigamos equipamiento y de ahí vemos que nos dan por esto, debe tener algún rastro de ADN.

Noodle no podía creer que en un descuido por ocultarse se le había caído su máscara de sus manos. Tan solo se la había quitado para no sentirse tan sofocada con todo lo que estaba sucediendo y ahora ese descuido la estaba costando la vida. Tenía que hacer algo, pensó disparar, pero quien sabría qué pasaría luego, estando herida no podía hacer mucho. Que frustrante aquella situación, solo se le ocurría escapar y buscar otras opciones para sanarse, tal vez sería lo mejor. Resignada y dando un suspiro de impotencia, casi sintiendo que se paralizaba el tiempo, uno de los hombres se asomó a donde ella estaba escondida.

Un sobresalto fue lo que le ocurrió, apoyándose sobre la pared que tenía atrás y desenfundando su arma dio un disparo por impulso. Fallando su intento de defenderse y arrastrándose contra la pared hacia un lado, mientras que el hombre caía al suelo aturdido, entró en pánico y quiso escapar ahí lo más rápido posible; pues, lo había arruinado de nuevo. Rápidamente los demás compañeros se dirigieron contra quien acababa de disparar, encontrándose con una chica armada pero herida.

Noodle apuntó su arma hacia ellos mientras aún seguía apoyándose en la pared y moviéndose por ella. Ellos la rodearon, pero con precaución de que no les disparara, a pesar de no estar en condiciones de luchar poseía un arma de fuego, algo que ellos carecían en ese momento desgraciadamente. Ella movía su pistola hacia su dirección, cambiándola seguidamente de uno al otro, claramente no estaba concentrada y actuaba sin pensar solo para protegerse.

─¡Ella es sujeto 14!, ¡la tenemos frente a nosotros!

─Esto sí que es un golpe de suerte, entonces ella causó todo este alboroto.

─Me imaginaba a alguien con más temple de acero, aquí solo veo a una chica desesperada, ni me dan ganas de hacerle daño.

Era verdad, había perdido la calma. Tratando de parar su acelerada respiración quiso analizar la situación; cuatro hombres, sin armas, estaban frente a ella, se veían fuertes por su contextura física. Atrás de ella luego de haberse movido apoyada sobre una pared había alcanzado el borde del edificio. Si disparaba podría derribar a uno de ellos, máximo dos, en su estado no podría hacer más. Además, si recurría a eso los de arriba podrían aparecer y empeorar las cosas. Saltar, eso pensamiento pasó por su mente, recurrir a ese recurso de nuevo; sin embargo, esta vez estaba a una altura mucho más grande que el otro edificio, y no creía poder soportar otra caída, muchísimo menos si saltaba más de quince pisos.

Sin tiempo y sin opciones necesitaba de otro milagro para poder salir de ese aprieto. Lentamente se iban acercando los hombres hacia ella, solo frenándose por el cañón del arma que los apuntaba. Tal vez ahora si podría terminar todo, al menos había logrado conseguir un poco más de tiempo de vida. Era triste pensar en usar esa opción dos veces en menos de dos horas. Una abrumadora aura se apoderó de ella, se notaba en su rostro. Ya no necesitaba hacer otra reflexión, ya había soltado todo antes. Al parecer decidida ya aquello, y con la mano empezando a temblarle; lentamente la comenzó a levantar y subirla a su cabeza. Los hombres que la rodeaban se dieron cuenta de lo que iba a hacer.

─Eso es una herramienta de un solo uso, ¿segura que quieres usarla así?

─Está bien, creo que es lo que toca. ─dijo Noodle bajoneada.

Ya con la pistola en posición para disparar, dio un último suspiro y jaló el gatillo. Nada sucedió, qué pasaba, ¿se había quedado sin balas?, ¿se había encasquillado?, esas y más dudas comenzaron a azotar su cabeza.

─Inmovilícenla. ─dijo uno de ellos y todos se abalanzaron a ella.

Inmediatamente los cuatro hombres la tiraron al piso e impidieron su movilidad. La sostenían de los brazos y las piernas, la habían atrapado. Uno de ellos le quitó su arma y vio porque no había disparado.

─Tiene el seguro puesto. ─dijo mientras se lo quitaba y se aseguraba que no tuviera algún fallo extra.

Por qué, por qué, por qué, por qué tenía el seguro puesto, justo ahora por qué lo tenía puesto si hace un momento había disparado sin querer y sin problemas. Había fallado en suicidarse, no sabía si era lamentable o algo de buen augurio, aunque ahora que no haya funcionado no era lo mejor que podía haber pasado. Había sido capturada no podía hacer ningún movimiento más. Ya se imaginaba lo que le esperaba, la entregarían a Mazuu y cobrarían la recompensa que tenían puesta en ella. De ahí lo más seguro es que la eliminaran, no sin antes sacarle algo de información o de provecho a ella.

─Oye, ahora que la tenemos, tal vez, podríamos divertirnos un poco con ella, si sabes a lo que me refiero. ─le mencionó uno de los hombres a quien parecía ser el líder.

─No es una mala idea, pero ahora no es el mejor momento para hacerlo.

─Oh por favor, ya la atrapamos; no puede hacer nada.

─Aquí no, no sabemos qué puede pasar en un lugar abierto como este. Vayamos a escondernos a que todo pase y ahí ya te dejo celebrar con ella lo que quieras.

─Eres un aguafiestas. ─y habiendo dicho eso con la culata del arma que había conseguido golpeó a su compañero y lo dejó noqueado.

─Esta vez no será un golpe. ─dijo a los otros dos.

─No te preocupes, como que estamos de acuerdo contigo.

─Oh, está bien; pero yo voy primero.

Los tres habiéndose puesto de acuerdo miraron a Noodle quien entendió con solo observar sus miradas lo que iban a hacer. No podía ser así, no era posible que le estuviera pasando lo peor. Estaba toda malherida y ahora iban a abusar de ella, con solo pensar por lo que iba a pasar comenzó a desesperarse de nuevo. Quitaron al hombre inconsciente que estaba sobre ella mientras ella se movía tratándose de liberar con todas las fuerzas que le quedaban. También había comenzado a gritar por ayuda y para que no le hicieran nada, a lo que prosiguieron a amordazarla. El que tenía el arma estaba quitándole sus prendas inferiores que llevaba, se le estaba complicando aquello por lo que sacó una pequeña navaja de bolsillo y cortó sus ropas para facilitarle el trabajo. De fuertes tirones bajó los pantalones y subió las prendas superiores que ella llevaba para dejar sus piernas, cadera y cintura al descubierto. Le bajó su ropa interior y presenciando la vista se bajó sus pantalones para realizar su acto.

Solo había pasado unos segundos; pero sin duda alguna, eran los peores de su vida. Lo único que sentía era dolor y golpes violentos en sus partes íntimas. Lloraba mientras se hallaba impotente tirada en el piso.

Apenas había comenzado el hombre, pero de repente había dejado de oír los sollozos de su víctima, otro ruido que se hacía más fuerte se apoderaba del ambiente, era un helicóptero. Paró lo que hacía mientras trataban de ver de dónde venía exactamente. Inmediatamente unas sogas cayeron en frente de ellos y unos hombres bajaron a rapel de ellas al piso donde se encontraban ellos.

─Deberían hacer sus asuntos en lugares más privados señores. ─dijo uno de los que había bajado.

Aquel equipo se hallaba en trajes y ropa formal, pero con protección antibalas y armados. Parecía que iban a la Galería a encargarse de algunos asuntos. Se sabía que algunos llegaban en helicóptero al complejo, pero no había una entrada exacta por la que todos llegaban, todos tenían su propio modo de ingresar; al parecer ellos entraban de la manera como lo habían hecho.

─Si si… ─dijo el hombre que la había ultrajado mientras se subía los pantalones y hacia lo mismo con Noodle apuradamente.

Ella ya no contaba con las fuerzas ni la voluntad para poder hacer algo, simplemente se dejaba cargar por sus agresores quienes recogían todo rápidamente. El líder del equipo recién llegado observaba todo lo que sucedía al esperar que bajasen unos maletines por las sogas del helicóptero. Cuando estaban ya retirándose, vio algo tirado en el piso no tan lejos de ellos, algo que al reconocer alistó su arma y disparó a quien cargaba a la chica. Este cayó por el impacto de bala en su pierna y sus otros dos compañeros se pusieron a la defensiva. Quien llevaba la pistola apuntó su arma a quien había disparado.

─¡Oye oye!, ¡¿qué es lo haces?! ─gritó con su arma desenfundada.

─Me ahorro el trabajo de búsqueda. ─respondió. ─Ahora aléjense de ella. ─dijo, y simultáneamente los demás de su equipo apuntaron sus armas hacia ambos hombres.

─Entreguen a sujeto 14. ─dijo firmemente.

Sin nada más que poder hacer, ambos se alejaron de los cuerpos tirados con las manos detrás de sus cabezas. Los llevaron lejos y les golpearon con las culatas de sus armas y terminaron noqueados en el piso. El líder bajó su arma y junto a otro compañero separaron a ella del hombre malherido. Al separarlo también lo golpearon dejándolo inconsciente, y procedieron a encargarse de ella.

─Oye. ─dijo el líder mientras le daba unas palmadas en la mejilla.

Hasta el momento ella estaba en shock, no había respondido a lo que había sucedido. Aun se encontraba amordazada por lo que le quitaron lo que ataba su boca. Le seguían dando palmadas, pero no respondía. Hartándose, sacó una cantimplora y le tiró agua a su rostro; con ello parecía que finalmente había vuelto en sí. Habiendo recibido el agua fría en su cara y recordando en la situación en la que estaba se hiperventiló quiso alejarse.

─Oye está bien. ─le dijo. ─Ellos ya no van a hacerte nada. ─dijo mirando a los cuerpos de sus atacantes tirados en el piso.

Aun así, quiso alejarse de él, no sabía si quien le había rescatado iba a hacerle algo similar. Mientras se arrastraba sentada hacia atrás cayó y se retorció de dolor. Él tomó su mano.

─Está dislocada. ─y seguidamente luego de haber dicho eso, cogió con ambas manos su muñeca y la acomodó; sin embargo, un fuerte grito de dolor salió de ella.

Agarró su mano recién acomodada estando tirada en el piso. Por qué la estaba ayudando, se supone que ellos también la estaban buscando. Ella seguía en el piso, cuando uno de los del equipo se estaba acercando con una jeringa. Alistándola para usarla, el líder se paró de repente y agarró su brazo.

─No, haremos la vista gorda.

─Pero…

─Si no fuera por ella puede que no estuviéramos aquí.

Habiendo dicho eso, quien llevaba la jeringa dejó de hacer fuerza y dejó que su compañero cogiera lo que sostenía. En su mano, la dejó caer y la piso rompiéndola haciéndola añicos. ¿Si no fuera por ella?, pensó. Por ella ellos estaban vivos, lo que sea que ella haya hecho para que eso le estuviera pasando era un muy buen golpe de suerte.

─Sigamos con lo nuestro nomás. ─dijo e hizo una señal con su mano. Seguidamente todo su equipo cogió su equipamiento y lo siguieron, al parecer aún tenían cosas que hacer arriba.

Habiéndose ido aquellas personas, y con ya fuera de peligro, procedió a escapar del edificio. Todas sus prendas inferiores se hallaban rasgadas e inutilizables. Pensando en que hacer, volteó a ver a sus agresores inconscientes. Se dirigió al que había sido disparado y le quitó los pantalones. Se cambió lo más rápido que podía, cogió la pistola y partió de ese lugar.

Aún se encontraba lesionada por la herida de bala en su torso y le seguía doliendo el cuerpo por todo lo que había pasado. Ahora mismo no sabía qué hacer, iba sin rumbo por la ciudad. Casi no había mucha gente por el estado de emergencia declarado, y esto le convenía mucho. Solo seguía escapando y tratando de conseguir refugio, por ahora solo volvería a su base; sin embargo, el dolor se estaba volviendo insoportable No quedaba de otra, tendría que ir a la clínica después para que le trataran luego. Caminaba lentamente tratando de no ser vista por nadie. Entraba por callejones evitando las calles abiertas; llegar hasta su casa iba a ser un camino largo y tedioso.

Caminaba por un callejón, ya estaba cerca, ya faltaba poco para llegar; por fin podría descansar de todo lo que había vivido hoy día. Iba a necesitar un largo periodo de descanso y recuperación. Llegar a casa, solo le importaba eso, salió del callejón que daba a una pequeña área verde, reconocía ese lugar, unas cuadras más y llegaba. Entonces oyó un grito de alguien que conocía.

¿Quiénes eran los que la habían estado persiguiendo?, ¿unos malandros qué se aprovechaban de la situación y asaltaban a los que pasaban por esa zona?, no tenía importancia. Sostenía a su querida amiga, la única que tenía; estaba tirada en el piso sobre sus brazos con su abdomen tornándose rojo y húmedo. Las cosas seguían empeorando una detrás de otra y esto sí que agravaba todo. Desesperada de nuevo tratando de parar el sangrado de su amiga haciendo presión en su herida, se le salían las lágrimas de nuevo.

─No-Noodle…

─No, por favor Mako quédate conmigo, no te vayas, no puede pasarme nada peor.

─Q-qué… qué está pasando. ─y habiendo dicho eso observó porque su amiga le presionaba el vientre.

Una mancha roja sobresalía de ella, de repente su vista comenzó a tonarse borrosa. De momento no sintió nada, solo como un chorro de agua sobre ella. Repentinamente un calor comenzó a sentirse, un ardor intenso. Tocaba las manos que trataban de parar su sangrado y al verlas estaban todas manchadas de rojo intenso. Un fuerte dolor comenzó a sobresalir sobre todo lo demás, el ruido de fondo de la calle y de la voz de su amiga, todo comenzaba a sonar más lejano, como si estuviera perdiendo su audición. Entrando en shock y ya notándose que iba a perder el conocimiento, Noodle, quien se encontraba concentrada en evitar que siga sangrando, se dio cuenta de lo que le iba a suceder. Sosteniéndole el rostro para que no cerrara los ojos, y con los ojos llenos de lágrimas, sintió una vibración, era el celular de Mako y Atsuki la estaba llamando.

─Hola Mako ¿dónde estás? Vuelve a casa de inmediato, no ves que hay todo un tiroteo ahí afuera.

─A-Atsuki…

─¿Noodle?, ¿estás con Mako?, no importa vuelvan de…

─¡Atsuki!

─¡¿Qué, qué sucede?!

─Tienes que venir rápido al pequeño parque que se encuentra cerca al departamento, Mako ha recibido un disparo, estoy tratando de parar la sangre, pero creo que entró en shock. ─dijo finalmente entre sollozos y desesperación.

─…, voy para allá. ─y colgó el teléfono.

Si Atsuki se enteraba de que por su culpa Mako había resultado gravemente herida seguro que ya no querrían saber nada de ella. En ese momento apareció un auto frenando rápidamente cerca de ellas. Se bajó el hermano de su amiga y fue donde su hermana. Seguidamente la cargó y la metió dentro también subiéndose ella. No sabía cómo es que él había conseguido un auto; según ella, no tenía. Fijándose en como conducía, observó que no había una llave puesta, y que debajo del timón había una maraña de cables salidos, había robado el auto. La clínica más cercana estaba un poco alejada; sin embargo, Atsuki conducía a toda marcha sin importarle el tránsito que había a pesar de que fuera poco. Casi llegando al centro médico, Noodle se preparó para poder bajar a su amiga malherida; pero, al voltear por alguna razón para ver hacia su ventana, vio como una camioneta se dirigía contra ellos.

Lo siguiente que sucedió fue como el auto donde se encontraban los tres había sido empujado por la fuerza del choque. Afortunadamente, justo habían llegado a la puerta de la clínica, y todo un equipo de seguridad y emergencia salió para ver lo que sucedía y al darse cuenta de ello atender a los heridos. Ingresaron rápidamente a Mako en urgencias por el grave estado en el que se encontraba. Sacaron a Atsuki, se veía aturdido pero consciente de lo que había pasado. Noodle se encontraba igual, pero a consecuencia de la anterior caída que había sufrido y su herida de roce de bala hizo que la llevaran también en camilla adentro.

Pasadas unas horas de lo sucedido, Atsuki, con algunas contusiones, se encontraba en el cuarto donde Noodle estaba internada luego de haber sido atendida y tratada sus heridas. No obstante, la situación de Mako no era la mejor, había sido sometida a cirugía por el impacto de bala y se hallaba en cuidados intensivos. Ambos esperaban en silencio a que un doctor llegara con resultados de lo que pasaba a su hermana y amiga. Pasado un rato finalmente entró un médico al cuarto, ella se levantó de su posición recostada con lo que había evitado la mirada de él, quien súbitamente se paró y se dirigió a quien había entrado.

─Doctor, qué tan grave está.

─Bueno, Mako ahora no se encuentra en el mejor estado posible. ─dijo el doctor honestamente. ─Hemos tratado lo del disparo y hemos retirado la bala de su cuerpo; sin embargo, perdió mucha sangre en ello. Si hubiera llegado un poco después no habríamos podido salvarla. Aun así, el estar expuesta de esa manera hizo que desarrollara una infección que también estamos tratando. Pero, lo que más nos preocupa es el golpe que se dio.

─¿Golpe?, ¿cuál golpe?, ¿no era solo la herida de bala?

─Creemos que durante su choque se halla dado un golpe por la parte de atrás de su cabeza causando un traumatismo cerebral. Ahora se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, la hemos entubado, puesto intravenosas y conectada a máquinas para que monitoreen su estado. Desgraciadamente, por la pérdida de sangre, la infección y el golpe no sabemos con exactitud cuándo podría despertar, si en unas cuatro semanas no despierta, las posibilidades de que lo haga no serían muy altas que digamos.

Todo ello era un golpe bajo para Atsuki, recibir la noticia de que su hermana se encontraba en tan grave estado y que no podría despertar era algo que debía chocar fuertemente.

─¿Puedo… verla?

─Solo por un momento

Entonces el doctor salió de la habitación guiándolo. Noodle quiso pararse para ir también a verla, pero ella sabía que no la iban a dejar moverse en su estado, por lo que espero a que salieran ambos y así poder seguirlos. La UCI no se hallaba tan lejos de donde ella se hallaba internada por lo que los siguió tratando de que los demás no se dieran cuenta de que no debía estar caminando. Dobló una esquina y vio que ambos estaban entrando a un cuarto con una ventana grande en ella. Se acercó para ver mejor, y dentro de la sala se hallaban varias camillas equipadas con máquinas alrededor de ellas. En una de ellas estaba Mako echada con un tubo de respirador artificial en ella, con sueros inyectados a ella y máquinas que mostraba su estado cardíaco. Además, habían rapado su cabeza, seguro para poder realizar la operación para tratar su trauma. Atsuki se acercó lentamente, se arrodilló y agarró su mano para sostenerla con las suyas mientras se la quedaba mirando inexpresivamente.

No pudiendo mirar más, bajó la mirada y miró para otra dirección. Al mirar para otro lado, se dio cuenta que un hombre apoyado en una esquina la observaba, uno que ya había visto antes. Cruzaron miradas y dobló la esquina en la que estaba apoyado para irse. Con un mal presentimiento comenzó a seguirlo, comenzó a acelerar el paso, llegó a la entrada de la clínica para ver cómo se iba. Estaba segura; cuando estaba dentro del auto trayendo a Mako y volteó para ver por la ventana, era él quien conducía; el mismo a quien le había roto el brazo cuando se infiltró en las pruebas de búsqueda de personal especial de Mazuu. Parecía que se había recuperado y estaba operativo. Cómo es que la había encontrado, acaso sabía él que ella había causado todo ello. Tal vez la estaba siguiendo de más antes, no era coincidencia que supiera donde estaba en el preciso momento en que los chocaron. Él era una de las pocas personas que conocían su rostro e identidad, y con lo que recordaba de las pruebas, alguien a su mismo nivel. Quería decir esto que Mazuu finalmente la había atrapado, pero era raro. Si quisieran atraparla seguro que hubieran mandado a aquel chico a que lo hiciera; aun así, delato su presencia a propósito. Después de pensarlo por un rato se quedó boquiabierta y helada al ver que esto no era un intento de captura, era una amenaza. Sabían quién era, como se veía, y con su amiga internada, como persuadirla para que hiciera lo que ellos quisieran con ella.

Como hace unas horas, ella se hallaba echada boca arriba, sintiéndose impotente al ver que no podía hacer nada. Se encontraba en jaque, y si trataba de hacer algo contra ellos terminaría todo. Se volteó para acostarse de costado sobre la camilla en la que se encontraba, y lloró. Lloró como nunca lo había hecho, se sentía toda una inútil en ese momento, incapaz de poder solucionar ese gran problema que tenía. Lo único que podía hacer era aceptar esa amenaza y no molestarlos.

Días después de lo acontecido, le dieron de alta a Noodle y se fue de la clínica. El dinero no era un problema aun contaba con lo de Kyuzo y podía pagar las cuentas médicas. Se dirigió al piso donde residía ya con un plan en mente para que hacer. En el tiempo que pasó internada, mientras ella circulaba por los pasillos para trasladarse, divisó una que otra vez al mismo sujeto cruzando miradas cada vez que lo observaba. A pesar de encontrárselo, él nunca se le acercó ni le hizo nada a ella ni a Mako. Tomó esto como que si ella no hacía nada entonces ellos la dejarían en paz. Asimismo, que sabrían cómo encontrarla y aparecer cuando menos se lo esperaba, una amenaza psicológica.

Habiendo llegado a donde vivía empacó sus pertenencias en los maletines que poseía y escribió una nota para dejársela a Atsuki. Terminó de empacar todo lo necesario y dejó el piso. Pasó la nota por debajo de la puerta de sus arrendadores y procedió a irse del edificio. Tomó un taxi para dirigirse a la estación del tren bala. Consiguió un pasaje para este y se embarcó. Se sentó en donde se le indicaba y esperó a que el tren se moviera. Pasado un rato se puso en marcha y se encontraba dejando Osaka y esta vida que había durado unos meses. Finalmente, la ciudad de concreto iba quedando atrás, estaba dejando los problemas que había ocasionado y las consecuencias de estos, pensaba ella todo esto mientras se dirigía a Kobe.

Nota:como verán, no he actualizado en meses, he estado ocupado con la universidad y procrastinando. Aun así, aunque parezca que haya abandonado el fanfic, no tengo intenciones de hacerlo; si la fuera a dejar entonces avisaría que ya no tengo ganas de continuar con esto, pero por ahora, pienso terminarla, que aun hay contenido para rato c: Tambien ya terminó la universidad y estoy en vacaciones de verano de nuevo yee, entonces eso significa que voy a actualizar más seguido por los proximos meses, cuando vuelva a retomar los estudios es probable que vuelva a estar afk, así que aprovecharé de sacar más contenido, pues como veran, estos dos útimo capítulos han sidos los más extensos que he escrito. Espero que las proximas publicaciones sean asi de densas. Eso sería todo por ahora.

Saludos