Detective Conan es propiedad intelectual de sir Gosho Aoyama y sus respectivos distribuidores. No intento robar ni plagiar nada, sólo escribo 'tomando prestados' los personajes de esta magnífica serie, para divertirme a mí misma y divertir a los demás lectores. Aunque si algún día me quieren regalar a Shinichi, no les diré que no…
Eran las tantas de la noche. Ran dormía algo más tranquila, acurrucada sobre sí misma y tapada con el colchón. Hacía una noche fría; el joven volvió a levantarse y andó hacia Ran para corroborarse de que dormía plácidamente y que permanecía tapada. No tenía sueño; estaba acostumbrado a aguantar noches sin dormir, ya fuera por algún caso que resolver o porque se pasaba las noches en vela leyendo alguna novela. Esta vez no podía ni quería dormir por la preocupación que le inspiraba la joven; no estaría nada tranquilo a su habitación, sabiendo que en cualquier momento podrían volver y atacarla, y él podría continuar durmiendo como si tal cosa…
-Disculpe, ¿está despierta, señorita Mouri?
Shinichi parpadeó y se dirigió a la puerta con perspicacia. ¿Quién era a esas horas de la noche? Abrió poco a poco la puerta y se encontró con un recepcionista del hotel, el cual sostenía un sobre.
-¿La…la señorita Mouri está despierta…? – preguntó el hombre, algo incómodo al encontrarse con el detective allí.
-No. ¿Quiere que le de algún recado? – preguntó él hoscamente.
El joven recepcionista asintió y le entregó un sobre blanco – Un hombre extraño nos lo acaba de dar en recepción y ha dicho que se lo entregásemos a la señorita Mouri. ¿Se lo dará usted de su parte? – dijo, saludando y haciendo ademán de irse.
Shinichi frunció el ceño – Espere. ¿Qué aspecto tenía ese hombre…?
Él frunció el ceño – No puedo decirle mucho… Iba con gabardina, todo mojado de la lluvia de hará unas horas, con gorro… Levaba gafas de sol y tenía un pelo oscuro y excesivamente poblado.
CiNtUrO-cHaN CCF presenta…
Glosario de Términos:
Cambio de Escena
Flash Back
… Pensamientos de un personaje
El caso del asesinato del blanco número 19
File 7 – Incondicionalmente acompañados
Hacía frío. Eso significaba que aún no era hora de levantarse. Y si no era hora de levantarse… ¡¿por qué diantres Shinichi no paraba de moverla para despertarla?! A regañadientes empezó a abrir los ojos y a incorporarse. Su sueño y rabia se le pasó poco a poco, sobretodo al recordar los incidentes de las horas pasadas, y ese abrazo que la había hecho sentir tan bien.
-Uahh… - la puerta se abrió, y una soñolienta Kazuha, aún con el pijama y una manta encima, seguida por Heiji, entraron a la habitación de la joven - ¡Ran-chan! – la chica de Osaka corrió rápidamente hacia su amiga - ¿Cómo te encuentras?
Ran sonrió tímidamente – Bien. Veo que tú también…
-¿Y esas vendas? – preguntó Heiji, señalando su muñeca derecha (NA1).
Ran se la rozó suavemente, acariciándola – Bueno… me la torció ese buzo… - finalizó, sin querer dar muchos más detalles. Miró de reojo a Shinichi, que se encontraba sentado a su lado, pero él tampoco añadió nada más.
-¿Qué es eso tan urgente, Kudo? – dijo Heiji rápidamente - ¿Ha ocurrido algo?
Shinichi asintió y señaló el sobre que le habían entregado hacía escasos minutos – Esto va dirigido a Ran. De parte anónima; la descripción del hombre concuerda con la de uno de los dos agresores de la playa que dispararon a un hombre por equivocación.
Heiji frunció el ceño, y Kazuha se dirigió rápidamente hasta la cama de Ran, para estar ambas más juntas por si tenían que sufrir miedo, y así agarrarse la una a la otra. Ran le hizo hueco inmediatamente.
Shinichi cogió una pequeña navaja sacada del bolsillo de sus pantalones y rompió lentamente el sobre. Lo examinó minuciosamente junto a Heiji, y cuando ambos se aseguraron que no había ningún dispositivo ni nada extraño, lo abrieron del todo. Estaba completamente vacío, a excepción de una cosa que había en su interior; un pequeño objeto brillante y redondo…
El detective del este lo cogió con cuidado, mirándolo sin entender - ¿Qué demonios…?
Ran parpadeó incrédulamente -¡¡M-Mi anillo!! – Ran se puso de pies y se encaró hacia el joven, y observó el anillo más de cerca - ¡Es el mío, no hay duda!
-Espera, no lo cojas – dijo él – Para mayor seguridad, no lo toquéis… podría contener alguna sustancia nociva… - Shinichi lo cogió con un pañuelo blanco.
-Esto cada vez tiene menos sentido – susurró Heiji.
Kazuha frunció el ceño - ¿Qué sentido tiene devolver un objeto robado?
Ambos detectives se miraron – Tal vez era una muestra para llamar la atención… - dijo Heiji, pensativo.
-O para avisarnos… - añadió Shinichi, también pensativo.
Ran se encogió de hombros - ¿Y si simplemente se han equivocado?
Shinichi y Heiji se miraron con duda. No tenía mucho sentido esa opción… Lo más propio de los atracadores era asegurarse complejamente de cuál era su blanco, y por descontado si era verdadero o no. No tenía ningún sentido que fallaran en algo tan banal…
-Aunque… - continuó Shinichi - ¿Quién dice que nos lo haya enviado uno de los ladrones?
Heiji sonrió – Cierto. ¿Y si ha sido ese tal Cheroki, u otro que no sea de ellos?
Los cuatro se quedaron en silencio unos instantes, sin acudírseles nada. Al cabo de unos minutos, Kazuha se levantó y junto a Ran se excusaron y fueron a la cocina a preparar un poco de te, para calentar los ánimos y de paso dejarles solos, para que se pudieran concentrar mejor.
-Y luego está ese tal Futahitomi… - recordó Heiji, sentándose en una butaca y encendiendo la televisión con el volumen mínimo, puesto que eran las seis de la mañana.
Shinichi asintió – Futahitomi… ¿qué tiene él de especial? ¿Y en qué está incondicionalmente acompañado? – los dos detectives se sumergieron en un mar de dudas.
Y de repente, sonó una dulce voz que provenía de la cocina -…Ichi, ni, san, (NA2) la lluvia cae… - cantaba Ran, alegremente.
-Shi, go, roku… (NA3) pero la suerte nos invade… - continuó Kazuha.
Tanto Shinichi como Heiji se las quedaron mirando, atónitos.
-¡Me encanta! Los B'z son mis favoritos… -exclamó Ran, mientras servía las tazas de té y las ponía en la mesa de la cocina. Kazuha, mientras buscaba las cucharitas en los armarios, asentía felizmente.
Shinichi y Heiji se alzaron rápidamente y empezaron a andar hacia ellas.
Kazuha continuaba cantando la canción -Sus canciones son de lo más…
-¡¡RAN!! – exclamó Shinichi.
-¡¡KAZUHA!! – exclamó Heiji.
Las dos chicas se giraron rápidamente, asustadas (a Ran de poco no se le cae la bandeja). Los dos detectives se encararon a las intimidadas chicas.
Heiji miró fijamente a Kazuha -¿Qué es lo que estabais diciendo?
Shinichi frunció el ceño y se acercó a Ran - ¿Podéis repetir esa canción?
Ran y Kazuha, con un sudor frío, se miraron tímidamente y empezaron a cantar – I-Ichi ni san… l-la lluvia cae… shi go roku, pero la suerte nos invade… - cantaban las dos, con voz titubeante - C-Cuando volví por…
-Suficiente – dijeron los dos detectives al unísono, para después mirarse fijamente – Kudo, ¿piensas lo mismo que yo…?
Shinichi sonrió de igual forma – Eres tú quien piensa como yo… - respondió, desafiante. Kazuha, con algo de miedo al interrumpir esa 'gran conversación', se adelantó a los dos detectives.
-Esto… ¿habéis descubierto algo?
Heiji asintió – Pues sí… Era algo tan fácil… Somos unos estúpidos por no habernos dado cuenta antes, ¿eh, Kudo? – dijo el detective del oeste, mirando a su amigo y sentándose a la silla de la cocina.
Shinichi asintió – Hemos descubierto el significado de Futahitomi…
Ran frunció el ceño - ¿Significado? ¿A qué te refieres…?
-Futa hito mi – respondió Shinichi, marcando claramente los espacios entre kanji y kanji. Ran y Kazuha seguían sin entenderlo, así que Shinichi prosiguió – Futa, hito y mi son las pronunciaciones en kun-yomi de los kanjis ni, ichi y san, que significan respectivamente dos, uno y tres.
Las dos chicas parecían bastante sorprendidas. Kazuha habló – Pero… ¿y eso qué tiene de especial…? Podría ser una simple coincidencia, o un mero juego de palabras…
Ahora era el turno de Heiji – Pero si unimos los tres kanjis ni, ichi y san en pronunciación on-yomi, obtenemos la palabra 'niichisan', y esto ya tiene más sentido, ¿verdad que sí? Y si aún filamos más en la aguja, podemos obtener la frase siguiente:
Ni = mercado
Ichi = para
San = producir (NA4)
Ran y Kazuha parpadearon incrédulamente - ¡¿Mercado para producir?! ¿Qué significa eso? – dijo Ran, mirando a Shinichi con los ojos llenos de admiración y a la vez de duda.
-Bueno, hasta aquí creo que hemos llegado – dijo Shinichi, mirando con convencimiento a Heiji; él asintió, resoplando – Ahora tendríamos que hacer cuadrar esto… Seguramente es otro juego de palabras.
-Caramba, tu padre se lo ha trabajado mucho, este enigma – dijo Ran, suspirando y sorbiendo un poco de te.
-No… No sé… Hay algo que no me cuadra, con esto de papá – dijo Heiji taciturno, mirando a Shinichi – Esto cada vez está más trémulo. Parece ser que la relación del enigma de mi padre también tiene algo que ver con el caso de los asesinatos…
Shinichi frunció el ceño – No tiene porqué. A ver, piénsalo… Es posible que Futahitomi no sea el huésped 'incondicionalmente acompañado' ni que tenga nada que ver con el enigma de tu padre; además, no creo que Cheroki supiera de ese enigma, así que… - Shinichi se puso de pies, y Heiji le imitó – Vamos.
-¿Adónde vais? – preguntó Kazuha, siguiéndoles con la mirada. Ran se levantó, preocupada.
-Vamos a recepción, - aclaró Heiji - a preguntar si hay algún mercado por aquí a parte del centro comercial… Ya sabéis, vamos a investigar un ratito. Y por descontado… - el joven de Osaka miró a Kazuha con el ceño fruncido – ni se os ocurra moveros de aquí.
Shinichi asintió con devoción, mirando a Ran – Nosotros tenemos la tarjeta de la puerta. Si alguien llama, no contestéis. Tended los móviles abiertos. Y no hagáis nada que haga saber a cualquier persona que estáis aquí – dijo el joven, cogiendo la chaqueta y abriendo la puerta – Volveremos antes del desayuno – y ambos jóvenes se marcharon, dejándolas solas.
Kazuha se levantó y frunció el ceño, estirándose – Wah… ¡Odio que me trate como a una niña pequeña!
Ran sonrió y le dio la razón. Entonces oyó el lejano volumen del televisor y se dirigió hacia allí. Seguramente Hattori se lo habría dejado encendido y se habría olvidado de apagarlo al oír su canción, la cual les había dado una clave para la resolución del caso. Eso le resultó algo divertido e inusual. Vio que estaban dando el telenoticias matinal –y muy matinal; eran las siete de la mañana, y no muchos turistas se alzaban a esa hora en vacaciones – y estaban dando un reportaje de un diputado que había aceptado sobornos.
-Jo, cómo está el mundo – dijo Kazuha, tumbándose en la cama de Ran con el pelo suelto – Uahhh… no he dormido muy bien… creo que me iré a dar una ducha… ¿puedo usar la de tu habitación? Como Heiji ha dicho que no saliéramos de aqu
-Por supuesto – Ran se alzó y abrió el armario, cogiendo algunas toallas - ¿Cuál prefieres? ¿Esta azul o la blanca, que es más suave…? – al ver que no obtenía respuesta, se giró hacia su amiga - ¿Kazuha-chan?
La chica de Osaka se encontraba pálida, mirando fijamente el diario que tenía a su lado. Ran supuso que Shinichi se lo habría comprado ayer, antes de que sucediera el incidente de la piscina. La chica de Tokio se acercó rápidamente a su amiga con preocupación y se arrodilló para estar cara a cara - ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre, Kazuha-chan?
Kazuha parpadeó y miró a Ran con la expresión neutra – Mira. Aquí – dijo, señalando un artículo del diario que ocupaba un trozo de la portada. Ran giró el diario hacia ella y se lo leyó con avidez.
"…Hoy mismo (es decir, ayer) ha sido encontrada una nueva víctima en la provincia de Tottori, a unos diez kilómetros de la capital. La víctima, una mujer de veinte años, coincide con el prototipo de mujeres asesinadas anteriormente, lo que se hace pensar que este asesinato también sea parte de la misma persona. Machiko Imamoto volvía del trabajo cuando el agresor la tomó por sorpresa y la ahogó con una cuerda, la cual dejó a la escena del crimen, sin ninguna huella. Como en los casos anteriores, no ha habido ningún testigo. La policía está entre la espada y la pared, sin poder aportar ninguna pista nueva que ayude a identificar al agresor. Los familiares de las ya dieciocho víctimas exigen respuestas al gran número de sus preguntas. Según declaraciones de la misma, han establecido numerosas patrullas alrededor de la provincia de Tottori, y aseguran estar cerca del agresor…"
Ran paró de leer. Ya era demasiado, ya era suficiente. Ella también había palidecido. ¿Dieciocho víctimas? Es decir, ¿que en las últimas 24 horas había habido cinco asesinatos? ¿Cómo era eso posible? La chica miró a su amiga. De repente, las noticias de la televisión empezaron a informar sobre ese tema. Tal y como Ran había pensado, en menos de un día se habían producido cinco asesinatos, y entre uno y otro había como mínimo una hora de margen. ¿Qué ocurría aquí…?
-C-Creo que no me voy a duchar… me-mejor me quedo contigo, estaré más segura… - dijo ella, cogiéndola del brazo y temblando. Ran asintió también.
-E-Espero que Shinichi y Hattori vuelvan rápido… - susurró Ran, apagando el televisor. Acto seguido miró al reloj de la mesa: las siete y diez. Ellos habían dicho que volverían antes del desayuno, y el desayuno empezaba a servirse a las ocho y cuarto. Eso aún las desmotivó más.
Toc, toc, toc
El ruido de un puño llamar a la puerta de entrada congeló la sangre a Kazuha y a Ran. El corazón de ambas se aceleró rápidamente y miraron de reojo hacia el fondo del corto corredor, donde se encontraba la oscura puerta que daba a fuera.
Ran miró a Kazuha con la tez pálida – N-No pueden ser ellos… - dijo flojito – Han vuelto demasiado pronto… Y-Y antes han dicho que no llamarían, que tenían tarjeta…
Toc, toc, toc
-¿E…Entonces, quién es…? – preguntó Kazuha a Ran. La chica se quedó silenciosa y se puso de pies. Rápida y silenciosamente, se dirigió al tocador y sacó el móvil. Luego cogió la mano de Kazuha – Vamos, tenemos que escondernos.
La chica de Osaka asintió con devoción. También sacó el móvil y empezó a marcar el número de Heiji; pero como estaba tan nerviosa, no paraba de errar. Entonces empezaron a oír unos ruidos extraños en la puerta. Como si… ¿la forzaran?
-R-Ran-chan, v-van a e-entrar… - dijo Kazuha.
-T-Tranquila, n-no pasará nada… - dijo ella, marcando rápidamente el número de Shinichi, con mejor suerte que Kazuha - ¡¡Rápido, ven aquí…!!
-¡Pero aquí no cabe…!
-¡Shhh!
¡Bom!
La puerta se abrió con un golpe seco; sí, indiscutiblemente habían forzado el sistema de apertura. Ran y Kazuha, desde su escondite, guardaron el máximo de silencio; mientras, Ran mantenía una mano en los labios de Kazuha y la otra mano ocupada con el teléfono, esperando que el estúpido de Shinichi lo cogiera.
Notaron pasos pesados. Eran, como mínimo, dos personas o más. ¿Los asesinos en serie? No podía ser ningún miembro del hotel, ni tampoco Shinichi ni Heiji…
Los pasos cada vez estaban más y más cerca. Kazuha cerró los ojos con fuerza, sujetando el omamori con todo su ser, implorando que no les pasara nada y que Heiji viniera rápido.
Ran, por su parte, intentaba no perder los nervios. El teléfono seguía intentando llamar, pero Shinichi no lo cogía Por favor, cógelo… rápido… ¡por favor, Shinichi…!
Todo sucedió muy rápido. Los pasos pesados se acercaron a su escondite con rapidez, y ambas jóvenes notaron como de la oscuridad que reinaba dentro del armario pasaba a haber la luz que había al piso. El extraño había descubierto su escondite y había abierto las puertas del armario, dejándolas totalmente heladas.
-Ya era hora… - murmuró la voz indiscutible de una mujer; una voz suave y a la vez fría. La pudieron ver perfectamente: pelo castaño y largo, labios pintados de color rojo pasión, y vestida totalmente de negro, con gafas de sol y una boina negra. Detrás de ella había dos hombres, uno algo flacucho y de estatura mediana, con una nariz respingona, y otro más musculoso y más fornido.
La mujer se adelantó hacia Ran y delicadamente le tomó el teléfono; acto seguido, pulsó la tecla de corte de llamada, sonriendo maliciosamente.
Ambas chicas se dieron la mano con fuerza, para intentar infundirse coraje. Entonces, antes de que pudieran siquiera moverse, los dos hombres se acercaron a ellas, y cada uno sacó una pequeña jeringuilla.
Lo último que sintieron fue que un dolor les punzaba el brazo, y que todo se tornaba blanco…
Mientras tanto, justo después de salir de la habitación de Ran, Shinichi y Heiji fueron directos hacia recepción. De tanto en tanto, mientras bajaban las escaleras, se iban girando por precaución, para asegurarse que nadie les seguía. Tenían demasiadas cosas en la cabeza, y empezaban a sentirse cansados. Pero ahora no era momento de flaquear. ¿Quién iba a decir que unas supuestas vacaciones iban a convertirse en algo peor que estar todo el día en algún Cuartel General, yendo de aquí a allá, resolviendo casos y asesinatos? Porque este no era un caso como los demás; a diferencia de los otros, a los cuales no les importa nada, ya que no van referidos a ellos, este caso sí que les incumbía, y mucho… Porque también incumbía a Ran y Kazuha, y en cierto modo eso es lo que más les desconcentraba.
-Buenos días – dijo Heiji a la recepcionista. La mujer, de mediana edad, parecía semi-dormida, y al oír la voz del chico de Osaka saltó del susto, con la tez pálida.
-¿Qué? ¡A-Ah…, buenos días! – dijo ella automáticamente, poniéndose derecha y haciendo una pequeña reverencia desde el otro lado de la mesa de recepción - ¿Qué desean?
-Información turística – Shinichi cogió un folleto que había allí al lado y se lo releyó - ¿Hay algún mercadillo o similar por aquí, en Tottori? – dijo el joven, mirando a la recepcionista.
Ella parecía algo tocada por la pregunta y por la aparición de dos huéspedes tan temprano. Mas aún así no dijo nada y se limitó a contestar – Sí. Hay varios. Tres mercadillos: uno, que es el que hay al paseo marítimo, y que abre por las tardes; otro, que está a la zona antigua de Tottori. Allí hay mucha actividad siempre, a todas horas; y el tercero… bueno, no creo que sea lo que buscáis.
Heiji frunció el ceño - ¿Por qué no?
Ella sonrió – Está prácticamente abandonado. No va casi nadie… Se ha convertido en una zona marginal de Tottori, y también hay bastantes delincuentes y ladronzuelos… Una zona conflictiva, también – añadió ella.
Shinichi miró a Heiji, y este asintió - ¿Puede darnos más información sobre este último?
-Claro… pero… - la recepcionista iba a decir que no harían más que perder el tiempo, pero se lo calló al ver las caras de determinación de los dos jóvenes. Se retiró un poco de la silla, se agachó y abrió un armario que había a bajo de todo; de allí sacó un mapa de la zona y lo desplegó – Nosotros estamos aquí – dijo, señalando el punto donde se encontraba el hotel. Luego corrió el dedo hacia la derecha, hasta llegar a una zona bastante grande, prácticamente al lado del mar – Esta es la zona del antiguo centro comercial al aire libre, apodado por nosotros simplemente mercadillo, 'Inconditional Company'. Ese era el nombre de esa zona.
Shinichi abrió los ojos ¿Inconditional…?
¿…company? Heiji abrió la boca, pasmado.
Ambos detectives se miraron, pensando lo mismo ¡No es posible!
-¡Oiga! – la brusquedad con que Heiji se dirigió a la recepcionista hizo que esta se tirara hacia atrás, asustada; aunque eso no le importó demasiado al detective de kansai - ¿Por qué recibe ese nombre el mercado abandonado?
La mujer parecía bastante blanca – Pues… pues… No lo sé… E-En esa zona había muchas cadenas de tiendas… pero había una cadena muy importante, que es la que vendía más… E-Esa cadena de tiendas era la I.C., la 'Inocnditional Company'. Así que de un modo u otro, todo el mercado en sí pasó a decirse por este nombre de pila… pero no sé de dónde… - la mujer se quedó callada. Estaba hablando sola, ya que los dos jóvenes acababan de salir corriendo del hotel, en total sincronía - …salió.
Hacía bastante frío, ya que era primera hora de la mañana. El sol ya empezaba a iluminar las calles, aunque aún estaban las luces de las farolas. Hacía mucha humedad. Los dos detectives corrían a paso veloz, siguiendo las instrucciones del mapa que habían cogido a la recepcionista (ella ni se había dado cuenta).
-No hay duda… ¡tiene que ser allí! – dijo Heiji, mirando de reojo a su amigo con una sonrisa triunfal – Inconditional Company… la traducción sería 'Compañía Incondicional', el nombre de la cadena de tiendas más importante de esa zona… Pero también podría llamarse 'incondicional compañía' o, en su defecto…
-¡'Incondicionalmente acompañado'! – terminó Shinichi, sonriendo. Luego volvió a mirar el mapa – Queda algo lejos… no creo que volvamos para la hora de desayunar…
Heiji asintió – Será mejor que las llames y les digas que no nos esperen y que vayan a desayunar. ¡Y diles que no se muevan del hotel! – dijo Heiji, algo preocupado por su amiga de infancia.
Shinichi asintió y, sin parar de correr, cogió el móvil del bolsillo de su chaqueta. Para su sorpresa, estaba en modo de silencio. Poco a poco paró de correr. No sólo tenía, en la pantalla, marcada la opción de una carita en silencio, sino que debajo, en letras parpadeantes, había una frase.
Heiji paró de correr al ver que su amigo se había detenido. Se dirigió hacia él sin entender – Kudo, ¿qué ocurre? ¿Por qué paras?
-Una llamada perdida de Ran… - dijo Shinichi, mirando fijamente el teléfono.
-¿Y eso qué más da? Ah, espera… no me digas que… - Heiji también empezó a sentir pánico. Ambos chicos se miraron con preocupación. Y sin decirse nada, los dos chicos volvieron a sus pasos y empezaron a correr, en dirección al hotel - ¡¡Vamos, llámalas!!
Shinichi marcó rápidamente el número de teléfono de Ran. Pero no, no daba señal. Y estaba seguro que tenía batería, porque él mismo se la había recargado esa misma noche, mientras ella dormía. Y dudaba que ella lo hubiera apagado… ¡Maldición! Esto no puede ser nada bueno… ¡¡Ran!!
Finalmente llegaron al hotel en tiempo récord. Ambos se echaron a las escaleras y empezaron a subirlas de tres en tres con mucha agilidad.
-¡Eh, Kudo! ¿Cómo es que no ha sonado la llamada de Mouri no Neechan? – exclamó, parándose delante de la puerta de la habitación de Kazuha y sacando la tarjeta.
Shinichi sacó la tarjeta de la habitación de Ran, apretándola con fuerza con ambas manos – Se…¡Se me olvidó quitarle el silencio!
Heiji no dijo nada. No servía de nada recriminarle, ya que él no lo había hecho a posta y estaba seguro que él mismo era quién más lo sentía. Así que sin decirle nada, entró rápidamente en la habitación de Kazuha. Pero nada, allí no había nada ni nadie. Tranquilo, esto no significa nada… se-seguro que está en la habitación de neechan… Rápidamente, salió del apartamento de Kazuha y entró al de Ran, donde instantes antes había entrado Kudo. Allí se encontró al joven detective de kanto de espaldas, con una nota en la mano. No había nadie más.
-Kudo… dónde están… ¡dónde están! – exclamó él con rabia. Se dirigió a su amigo.
-Mira – dijo él, con fuego en los ojos y enseñándole una pequeña tarjetita. Él se la releyó varias veces antes de convencerse de su contenido.
"A los dos detectives. Tenemos a dos preciosas rehenes en nuestro poder. Si las queréis volver a ver con vida, ni se os ocurra avisar a la policía ni a nadie. Os esperamos en breves minutos en nuestra sede que, tal y como hemos supuesto, ya habéis acertado dónde se encuentra.
Saludos"
Fin del cap.7
CONTINUAR
NA1: El anillo de bodas se lleva en la mano izquierda, y el del compromiso se lleva a la mano derecha. Ran llevaba su anillo en la mano derecha.
NA2: Ichi es uno, ni es dos y san es tres.
NA3: Shi (o yon) es cuatro, go es cinco y roku es seis.
NA4: Esto será algo más complejo de explicar. Como muchos de vosotros sabréis, en japonés la escritura se vale de kanjis. Los kanjis se pueden leer, según el contexto, de varias maneras distintas. Allí entramos en el KUN-yomi (aquí lo pondré en minúscula) y el ON-yomi (lo pondré en mayúscula). Así pues, los kanjis quedarían así:
Pronunciación ON-yomi: ICHI, que significa uno
Pronunciación KUN-yomi: hito
Pronunciación ON-yomi: NI, que significa dos
Pronunciación KUN-yomi: futa
Pronunciación ON-yomi: SAN, que significa tres
Pronunciación KUN-yomi: mi, mit
Y según en qué lectura nos basemos, el kanji en sí puede tener varios significados. Así que por ejemplo, el kanji 'ni' puede significar 'dos', prep. 'a, en, para' o 'carga, equipaje'.
NA5: Heiji llama a Ran 'neechan' o 'Mouri no neechan'.
Notas de la Autora:
Konni! Sí, ya sé, ya sé… Muy liado, neh? Espero que lo hayáis entendido Lo cierto es que desde el principio del fic que tenía creado este juego de palabras como base del enigma, y por fin se ha descubierto el pastel. Ah, y respecto a la gente que sabe de japonés, es posible que me haya equivocado en alguna parte del enigma, así que gomen nasai uU, yo por desgracia no sé japonés, y todo lo que he hecho ha sido basarme del diccionario que tengo U.
En fin, enigma a parte… ¿os ha gustado? ¿Sí, no? Bueno, la canción que cantan Ran Y Kazuha quedaría algo así como "Un, dos, tres, la lluvia cae. Cuatro, cinco, seis, pero la suerte nos invade…" Bueh, no me ha quedado tan mal, si hasta incluso me ha rimado (xDD). Lo cierto es que en más de una ocasión en la saga de Detective Conan, las dos chicas han dado las claves para resolver los enigmas a nuestros dos detectives, ¿o no?
Jeje, y una vez más un final al punto clímax Por si no lo habéis notado, esto empieza a llegar al final, me da pena y todo… ## En fin! Lex, Haku, Azalea, Sachiko, Tantei Ran, Ai, Ran Kudo, Jess, Arzainer, Kazuha, Ran Mouri 1987, Kmiloncia, JkRanIV, kevvy-kev, Silver Lady, An-neechan, Ralfa, Shiku, Det.Hitomi, Mirta 22, Belly-chan, Ran Aoko, Aryma, Kari Ishikawa, Miruru, Sango-chan, ONPU, Natàlia Hattori, a todos los participantes del foro de Shinichi's Memories, a los participantes de la comunidad de Kazuha Hattori y a la gente de Tantei Holmes Sensei. Domo!!
Si tenéis alguna duda (tengo el presentimiento que la tendréis T.T), enviadme un mail consultándomelo a , a o dejad un mensaje en el Foro de Shinichi's Memories .
Nos vemos en el siguiente episodio!!
CiNtUrO-cHaN
16 de Febrero del 2004
Reportaje: el reportaje de este capítulo son las numerosas aclaraciones del ON-yomi y el KUN-yomi .
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