Hola!
Los veo de vuelta. El capítulo pasado no tuvo nada de acción
porque recién empezaba la historia. Voy a hacer todo lo
posible por que termine bien para todos, aunque creo que va a haber
un corazón roto T.T. Todo es posible… Acá les va el
segundo capítulo:
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Capítulo 2: celos
Ningenkai
En los sueños de Kurama
….Es
un día soleado… estoy en el bosque y hay una persona a mi
lado, de unos años más grande que yo. Yo era una niña
muy pequeña. Mi compañero me habla en un idioma
extraño, el cual entiendo. Me está enseñando a
volar.
Es difícil, pero me da ánimos y lo logro.
Estoy suspendida en el aire. Lo suficientemente alto como para ver
una aldea a lo lejos quemándose. Una ola de pánico
recorre mi cuerpo. Llamo en ese lenguaje a mi hermano, que sube a
observar con migo. Bajo rápidamente al suelo y empiezo a
correr hacia el poblado que se iba reduciendo a cenizas. Pero antes
de poder llegar, un demonio nos captura y nos pone junto con otras
personas de mi especie. Asesinan delante de nuestros ojos a todos
menos a un pequeño grupo en el cual estábamos mi
hermano y yo. Un humano de ricas vestiduras lo selecciona con un dedo
a mi hermano en un lenguaje que no entendí, pero que él
sí. Entonces empieza a protestar y a decir muchas cosas en ese
idioma que no entiendo. Y de repente…
Toman una flecha y le
quitan la vida. No podía creer lo que estaba pasando. Me largo
a llorar descontroladamente. Entonces me toman bruscamente de la mano
y me colocan en una jaula. Uno de esos demonios se acerca a mi y todo
se vuelve oscuro. Por los gritos de dolor, los lamentos y, luego de
unos flechazos, un silencio absoluto, deben de haber matado a todos.
Era la única sobreviviente de mi especie…
Habitación
de Kurama
Es muy temprano, algo de las 4 de la madrugada.
Kurama
se despierta de golpe con el aire entrecortado y descubre a Nadeshko
dormida al lado de su cama, rozándole su mano con la suya.
-Ahora entiendo por que tuve este tipo de pesadilla, ella me pasó
su sueño por medio del contacto cuando estamos dormidos.- dijo
en voz baja para sí mismo.
Nadeshko estaba despierta, pero
Kurama no se da cuenta hasta que ella abre los ojos bruscamente.
-
Podrías contarme que paso el día que te
capturaron?-Pregunto el joven.
-Como sabes eso?-
La
habitación, que estaba calurosa, se tornó fría
de repente.
-Tuve un sueño relacionado-
…
-Se
que quieres olvidarlo, pero puede servirnos para quitarte el
sello…-Dijo al ver el rostro de la youkai, que, a diferencia de
siempre que nunca demostraba sus sentimientos, expresaba una profunda
tristeza. El también tenía un pasado horrible, pero a
veces se veía obligado a recordarlo . Y no era nada bueno.
-Muy bien;
"Era un día soleado y mi hermano mayor me
estaba enseñando a volar, que es algo bastante difícil
de aprender.
Cuando consigo levantar vuelo, alcanzo a ver la
aldea donde estaban nuestros padres quemándose en llamas.
Luego me daría cuenta que un castillo cercano decidió
tomar posesión de todos los terrenos de sus alrededores. Y
para lograrlo no le importaría matar a todos los demonios de
la zona.
Corrimos con mi hermano hasta la aldea, pero en el
camino nos encuentra uno de los cuatro demonios, intentamos
resistirnos, pero su fuerza era mayor. Terminamos en un lugar que
tenía masomenos treinta de nuestra especie, fue horrible,
mataron a todos allí mismo, sin importarles la diferencia
entre niños y mujeres. Entonces llega un humano gordo que
vestía muy bien y lo señala a mi hermano. Hace muy poco
me di cuenta de que lo quería para encerrarlo y añadirlo
a su colección de demonios. Todos los demás moriríamos.
Pero el me ofrece su lugar para que yo viva.
Entonces lo matan-
izo una pausa en la cual Kurama le miró los ojos bañados
en lágrimas- Me sellan vista y matan a todos los demás.
Después de ese día e estado 300 años
encerrada y sin poder ver…"
Kurama comprendió las
lagrimas de su amiga, por lo cual las respetó, e incluso le
tomó el hombro, en señal de consuelo.
-Lo peor de
todo es que pienso que la persona que mandaba a esos Youkais debe de
haber dejado descendientes que quieren apoderarse del makai, y, si
pueden, también exterminar el ningenkai. Sin nosotros en
medio, es muy fácil hacerlo.
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Era un día lluvioso, muchas nubes cubrían el cielo
y la temperatura estaba templada.
Kurama y Nadeshko fueron a ver
a la maestra Genkai para ver si la podían librar del sello a
la joven youkai.
-Que mal día que nos tocó tener
que ir a ver a la maestra Genkai- Dijo Kurama
Tomaron el tren que
los llevaba cerca del monte donde Genkai vivía.
-Kurama!-
Gritó alguien a sus espaldas cuando bajaban en la estación.
Al darse vuelta descubrió a Keiko gritándoles. Estaba
con Yusuke y Kuwabara.
- Que raro verte por estos lugares- le
dijo Yusuke a Kurama
- Es que tenía que ver a Genkai…-
Empezó
-Nosotros íbamos a visitar a Yukina, y a
Genkai- dijo Kuwabara
-Quién es ella?- Preguntó
Yusuke al ver a la demonio detrás de Kurama.
-Ella es
Nadeshko y venimos al templo de Genkai para quitarle el sello de su
vista. No puede vernos.- Respondió Kurama- pero puede oírnos
y ubicarnos con nuestro youkí-
-Ya está parando la
lluvia, vallamos ahora antes de que vuelva a llover- Apresuró
Keiko
Templo de Genkai
- Genkai, ella es nadeshko y tiene un
sello en la vista, podrías quitárselo?-
-No- Dijo-
No puedo hacerlo, ese tipo de hechizos son muy antiguos y la única
manera de poder romperlo es matando a quienes lo conjuraron-
-
Los cuatro demonios…-susurró para sus adentros Nadeshko
-
No hay nada más que yo pueda hacer…-Terminó la
maestra
Se despidieron y se van a la estación de tren para
volver a sus casas.
-Nos vemos luego…- Pero no pudo terminar la
frase que uno de los cuatro demonios apareció en la estación,
que, curiosamente, estaba desierta. Lo único en lo que parecía
centrarse era en Nadeshko. Tenía una lanza envenenada, como
todas las armas que portaban esos demonios. Pero Yusuke disparo un
reigun, que el demonio esquivó por poco. Entonces se abalanzó
sobre Keiko. Esta vez Kurama sí le dio con su látigo,
que por causa de su armadura, no le izo nada, peo lo distrajo lo
suficiente como para detener su ataque.
-Déjenme un poco
de diversión a mi!- Gritó Kuwabara, sacando su espada
de poder espiritual.
Pero a Nadeshko, sus ojos, que normalmente
eran de un color gris pálido y sin luz, se tornaron de un
celeste tirando a blanco. Entonces creó una lluvia de filosos
cristales de hielo que atravesaron la armadura del demonio. Éste
calló al suelo y Kuwabara aprovecho al ver una grieta en la
armadura y le clavó su espada allí. El demonio se
deshizo en una nube de humo. La estación comenzó a
llenarse de gente.
- Eres muy ágil para no poder ver- le
dijo Yusuke a Nadeshko. Un indicio de su antigua sonrisa apareció
en su cara.
- Volvamos a casa…- Dijo Keiko
Habitación
de Kurama
Estaban dentro los cuatro(Yusuke, Kuwabara, Kurama y
Nadeshko) y estaban esperando a que Hiei llegue. Estuvieron un rato
esperando y al fin apareció por la ventana.
-Yo sabía
que te ibas a aparecer-Dijo Kurama
- Y para qué me
querían?- Preguntó de malhumor Hiei mirando a todos
fugazmente deteniéndose en Kurama
- Hoy en la estación
nos atacó uno de los demonios que, según Kurama, tú
viste en una burbuja de tiempo…- Dijo Yusuke
-Y a mi qué?-
contestó de mala forma
Yusuke miró a Kurama, como
preguntándole que le pasaba. Kurama les izo una seña
(disimuladamente) para decir que el se encargaba de la situación.
Y el era el único capaz de apaciguar a la bestia.
- Por
qué estás enojado?- Preguntó el joven de ojos
esmeralda
Hiei dirigió su mirada asesina a Nadeshko, que
estaba cerca de la ventana, al lado de Kurama. Éste lo
entendió todo.
-Chicos, podrían dejarlos un momento
a solas-
-Si…-Dijo Kuwabara mirando a Hiei. No le devolvieron
la mirada.
Yusuke, Kuwabara y Nadeshko salieron de la habitación.
-Ahora puedes contarme en verdad que te pasa- Empezó
Kurama tranquilamente.
…
- Desde que esa demonio llegó
no me hablas ni me dices nada de lo que está pasando, ni
siquiera me dijiste que ibas a ir al templo de Genkai- dijo en un
tono que daba miedo.
- Si te fuiste antes de que pudiera
decírtelo- Dijo Kurama sin perder su preciada calma.
- Y
le prestas mas atención a ella que a mi…-
- Eso no es
cierto… Si tu sabes que yo…-
- Que tú que?- Dijo un
poco mas calmado.
-Nada…- No podía decirle lo que sentía
por él, no en ese momento…
Hiei lo miró con cara
de duda.
-Ya podemos pasar?- Preguntó Kuwabara
-eh,
claro!- respondió Kurama, quien los recibió con ana
cálida sonrisa
Entraron a la habitación, al ya
estar calmado Hiei. Éste desvió la mirada y la dirigió
al suelo.
- El tema es que unos demonios quiere capturarla a
Nadeshko, para utilizar la fuerza que aún ella no controla
bien para conquistar el makai y el ningenkai.- Dijo el Kitsune- con
ella en sus manos todo se vuelve muy fácil-
- Y que
pretendes que hagamos?- dijo Yusuke
- Que se prevengan. Algo así
puede atacarnos a nosotros cuando menos nos lo esperemos. Hoy tuvimos
la suerte de estar todos juntos, pero si nos atacaba por separado no
teníamos oportunidad…- Dijo muy serio Kurama.
Todos se
despidieron. Hiei se fue por la ventana, Yusuke y Kuwabara salieron
por la puerta principal.
Cuándo los demás se
fueron, Nadeshko comenzó a sentirse muy cansada, ya no se
podía mantener en pie, por lo cual se tuvo que sentar en la
cama de Kurama. Entonces su cuerpo comenzó a cambiar, hasta
parecerse a algo como un animal que tenía una cola como la de
un zorro, pero con orejas de gato. Tenía el mismo tamaño
de siempre. Sus uñas se convirtieron en unas filosas garras.
Su cabello no dejo de estar igual de rizado, pero su rostro cambió
completamente. Solo le quedaron sus característicos ojos.
Únicamente dijo:
-Debo irme, no quiero que nadie salga
herido de ésta- y salió por la ventana, desapareciendo
en la noche.
Kurama, después de un rato sin poder
reaccionar, bajo corriendo las escaleras y salió a la calle.
Encontrándose con Yusuke y Kuwabara, que acababan de salir.
-
Qué pasa ahora?- Preguntó Kuwabara
-Ni yo lo sé!-
dijo el antiguo Youko, al pasar corriendo por entre medio de ellos
dos.
Saltó al árbol por donde había pasado
Nadeshko. Todavía se veía una sombra en dirección
al bosque. Si no quería perderla debía apresurarse.
En
otro lugar...
Hiei estaba observando todo lo que pasaba por medio
de su jagan. No le parecía nada bueno .
- Probablemente
termine quedándose con ella, por las miradas que le dirige.
Creo que ya sé lo que va a pasar después… Será
problema suyo si esa demonio lo mata. Yo le había advertido.-
Dijo el koorime, reavivando las llamas de su ira.
Pero seguía
observando, sin darse cuenta de que en realidad sí le
importaba lo que le pasara a Kurama.
Bosque
"Ya casi no
puedo detectar su youkí, es como si hubiera desaparecido…".
-ungh!- Uno de los filosos cristales de hielo de los tantos que
salieron disparados apenas si le rozó la cara y le abrió
un pequeño tajo en la mejilla.
"Tiene que estar por aquí
cerca, es una de sus habilidades…"
Pero más cristales
de hielo salieron disparados de una región del bosque. Kurama
ya estaba más atento y los esquivó a todos. Corrió
hacia el lugar proveniente del ataque, que era en un claro donde se
filtraba la luz de la luna.
La encontró rodeada de sus
cristales, que brillaban a la luz de la luna, creando una hermosa
visión sobre el manantial que se encontraba detrás.
-
Nadeshko…?- Ya no era la misma persona que él había
conocido. Ésta parecía no poder controlar sus acciones.
Kurama debía ser precavido, no debía hacer ningún
movimiento en falso, pues podía definir si seguía con
vida. Pero aún así se le acercó.
-Solo…
hay una…solo hay una manera… de no… matar… a nadie…-Dijo
entrecortadamente y con esfuerzo."Debe estar luchando consigo misma
por no hacerme daño".-Deben… aislarme…de los
demás…-Dijo- no…quiero…hacerte…daño-Pero no
pudo retenerse más y los cristales de hielo salieron
disparados hacia Kurama.- VETE!-Gritó Nadeshko.
Pero el
youko no le hizo caso. Se quedó en el lugar donde estaba para
saber como podía hacer para liberarla de lo que parecía
una maldición. Logó esquivar la mayoría de los
cristales, pero como éste era un ataque directo solo logró
que las heridas no fueran letales.
"tengo que encontrar una
manera de regrese a su forma original sin hacerle daño, pero
como?"
En eso llegó Hiei, quién sacó su
espada listo para atacar
- No, Hiei, no la lastimes!- Advirtió
justo a tiempo Kurama, pues el youkai ya se había abalanzado
sobre ella, dispuesto a matarla de un golpe.
-No ves que intenta
matarte!- le gritó Hiei
-Ella no controla sus acciones!.
En realidad no quiere hacerme daño!
- Y que es lo que
planeas hacer!-
-No lo he pensado todavía…-
-Entonces
que se te ocurra algo, y rápido!- Dijo el Koorime, evitando
los cristales
En su busca de una solución, miró
hacia el manantial y vio la sombra de una figura reflejada. Era uno
de los cuatro demonios, éste tenía un látigo. Se
acercó rápidamente esquivando más cristales. Y
entonces lo vio. Estaba justo detrás de uno de los árboles
más cercanos. Lo atacó con su látigo de rosas y
apenas si le dañó a armadura. Pero Hiei terminó
de destrozársela con su espada. Aprovecharon y le cortaron el
brazo con el que sostenía su látigo y todo se acabó.
Nadeshko volvió a su estado original, aunque más
agotada que nunca.
Entonces por fin llegaron Yusuke y Kuwabara.
-Qué paso, solo vimos salir corriendo a Kurama de su
casa y nada más.-dijo Kuwabara
-No viste a una bestia
pasar saltando por encima tuyo?-Preguntó Yusuke, juzgando la
capacidad de su amigo.
-heee, buenooooo, el tema es que pasó-
-Lo que pasó fue que…-
Continuara…
No me
digan, no me digan, este capítulo está peor que el
anterior. No se como hay que hacer para dejarlo en suspenso, no se
escribir historias. Dejen reviews, para mejorar el fic. No tengo más
ideas…. La verdad, las tengo, pero este capítulo se extendió
demasiado.
Ya me olvidaba, Nadeshko tiene el pelo rizado y una
vestimenta de mangas largas y anchas, pantalón largo. Es muy
delgada. Siempre anda descalza. Lo demás imagínenlo
ustedes.
Sayonara
Kírara
