LIBERACIÓN
Gravitation, sus personajes, historia y otros relacionados directamente a este anime, no son de mi propiedad. Cualquier parecido con esta historia, es pura coincidencia.
Capítulo 6: De presidente a presidenta:
La enfermedad de Tohma lo había llevado a tomar unas vacaciones obligatorias y había llevado a su esposa a tomar el puesto tan ansiado por muchos otros ejecutivos.
Era obvio que siendo la segunda accionista más importante de la empresa y la esposa de uno de los hombres más importantes en Japón, se colocase al frente de esta para llevar por el buen camino que su marido la llevaba.
Llevaba a la empresa con sangre, sudor y lágrimas. Más lagrimas que sudor y , talvez más sangre que los otros dos, pero lo importante era que el hombre sabía de los negocios y sabía como manejarlos por más frió e insensible que pareciera.
Todos pensaron que la llegada de Mika Seguchi, sería un alivio para muchos empleados. Que el tan frio y calculador rubio, sería reemplazado por una compasiva y tolerante presidenta.
Pero no fue así…
"Muévanse inútiles!".
Mika Seguchi, probablemente, no era tan fría, ni menos preciaba tan sutilmente el trabajo de otros. Menos preciaba COMPLETAMENTE el trabajo de otros y tenía un temperamento muy insoportable.
La mujer estaba en pie en el escenario, que sería testigo del concierto que se realizaría al día siguiente. Como Tohma estaba en casa, el arreglo de este, se había retrasado considerablemente y ahora, la nueva 'presidenta' tenía que arreglárselas como podía.
Todos los empleados habían llevado la peor parte. La mujer los dirigía como si se tratase de…
"Muévanse rápido, animales!".
Animales de carga. No había oportunidad de queja porque implicaba que la dama se explotase como una bomba atómica, dejando apenas con vida (y sin trabajo) al que se atreviese.
La jovencita que atendía las necesidades de la 'Sra. Seguchi', también había llevado la peor parte. Aunque le trajese el mejor café, o cualquier otra cosa, estaba mal hecha.
"No! Esta muy dulce!"
"No! Muy amargo!"
"Esta muy caliente!"
"Esta frío! Quieres matarme?"
Sin duda era algo que querían hacer mucho desde que había llegado. Era algo raro de verse que un alto ejecutivo estuviese revisando la instalación de artefactos desde un principio. Era algo que nisquiera el mismo Tohma hacia. Siempre enviaba a alguien más a encargarse de eso.
"Mika-san!".-se escuchó.-"¿Qué hace aquí?"
"Eres tu mocoso".-dijo por lo bajo suspirando un poco al notar al pelirosado.-"Trabajando ¿Qué no parece?".
"Parece que esta matando a la gente".-dijo Hiroshi al oído de Suguro.
"¿Qué dijiste!".
"No nada, nada".
"Más les vale".-dijo calmándose un poco más y cruzándose de brazos.-"Y ¿ustedes? Qué hacen aquí?"
"Pues Seguchi-san, nos dijo que estuviéramos aquí desde temprano".-contestó Shuichi.
"¿Cuándo les dijo eso".-pregutnó algo confusa, Mika.
"Desde hace un par de horas".
"¿Horas!".-dijo sorprendida. ¿Cómo su marido se había enterado de todo?
"¿Sucede algo, Mika-san?".-preguntó Suguro.
"No, nada".-dijo esbozando una sonrisa nerviosa mientras recibía un vaso de papel de la señorita que se lo daba.
"Esta muy amargo!".-gritó a la pobre joven mientras le devolvía el café.-"¿Qué crees que haces, eh? Matarme…".
Los otros tres jóvenes solo pudieron quedarse sorprendidos viendo como Mika le decía de todo a la joven.
"No sé qué vió, Seguchi-san para que se casase con ella".-comentó por lo bajo Shuichi.
"QUÉ HAS DICHO!"
"NADA! fue…fue Suguro!".-dijo instantáneamente poniendo al tecladista al frente de la irritable mujer.-"Hiro. A correr!".
"E-Esperenme!".-dijo Suguro siguiendo a los dos 'amigos' que le abandonaron y dejando a una molesta Mika.
"¿Qué estas haciendo?".-preguntó.
"Eh?".-dijo mirando a la otra mujer.-"Mika? Qué haces aquí?".
"Otra que me lo pregunta".-dijo.
"¿Qué?".
"Nada".-dijo sonriendo inocentemente.-"Estoy reemplazando a Tohma".
"Es verdad".-decía mientras dejaba los audífonos sobre los parlantes.-"¿Cómo esta?".
"Esta bien".-contestó.-"Ya quiere regresar a trabajar".
"Eso suena a Tohma".-dijo riendose un poco.- "Pero aún asi, ¿Qué haces AQUÍ?"
"Estoy revisando que todo valla bien".-explicaba.-"Tohma me ha pedido que lo haga".
"¿En serio?".-decía mientras se colocaba los audífonos nuevamente y comenzaba a teclear.
"¿Y Ryuichi?".-preguntó, al no notar al muchacho.
"Eh? Ah creo que esta por ahí jugando con Kumagoro".
"Pero que no sabe que mañana es el concierto?".-dijo algo ofendida.
"Vamos, no te preocupes Mika".-contestó la otra mujer mientras le daba una mirada de confianza.-"El sabe lo que hace".
"Sí, supongo".-contestó.
"Na no da!".-se esuchó. Era Ryuichi quien se acercaba velozmente al par de muchachas.
"Noriko-chan!".-decía mostrando al muñeco que cogía una bolsa de patatas fritas.-"¿Quieres una?".
"No gracias Ryu-kun".-dijo sonriéndose.-"Por qué no le invitas a Mika?".
"Mika-chan!".-dijo algo sorprendido al verla.-"¿Qué haces aquí, na no da?"
Mika solo arqueó una ceja. Estaba cansada de responder a esa pregunta.
"Esta reemplazando a Tohma".-respondió Noriko.
"Na no da!".-su rostro se volvió algo triste y preocupado.-"Kumagoro quiere saber cómo esta Tohma".
"No te preocupes Ryuichi".-le respondió Mika.-"Esta bien, solo esta descansando".
"¿Se pondrá bien?".
"Sí se pondrá bien".-dijo.
"Hurra!".-gritó Ryuichi, pero el pobre muchacho, en su emoción, lanzó la bolsa al aire y para su desgracia, cayeron en la cabeza de la nueva presidenta.
La muchacha no reacciono (al principio), pero luego de que casi todos en el escenario se detuvieron a ver como estaba comenzaba a pasar lo sucedido, estalló…
"Ryuichi…".-comenzó diciendo por lo bajo.
"Oh oh".-dijo Noriko al notar el aura 'malgina' que se formaba.
"Maldigo a ese muñeco!".-gritó mientras cogia al indefenso Kumagoro y lo lanzó tan lejos como pudo.
"KUMAGORO!".-gritó Ryuichi y saliendo disparado a recibir al desdichado muñeco.
Luego de eso, la presidenta de calmó por unos instantes, hasta que vió acercandose a Sakano mientras la llamaba.
"Seguchi-san".-dijo cuando llegó a su lado.-"Tiene una llamada".-diciendo esto, mientras le daba un celular.
"¿Para mí".-decía mientras cogía el teléfono.-"Aló?"
"Hola, Mika-san".
"Hola querido, cómo estas?".-dijo cambiando de tono de voz a uno más alegre y, también, sorprendida.
"¿Cómo va todo en la disquera?".
"Ehhh ¿La empresa?".-preguntó algo confusa, tratando de que no se notara.
"Sí".
"Todo esta bien".-contestó rápidamente.
"Kumagoroooo!".-se escuchó otra vez.
"¿Qué fue eso? Oigo ruidos".
"Ahhh no es nada".-contestó.- "Es Ryuichi que esta jugando con Kumagoro".
"Auxilio!".-dijoRyuichi.
"Me parece que no. ¿Estas en la empresa?".
"Claro que sí! cómo se te ocurre que la dejaría j aja ja".-dijo riendose nerviosamente.
"Bueno. Me olvidé decirte algo muy importante antes de que salieras para allá y, ya que estas ahí, quiero que lo hagas".
Un momento. Eso no sonaba nada bien. Tohma al parecer estaba hablando muy enserio y ella se le había ocurrido la 'grandiosa' idea de ir a supervisar la instalación de los equipos para el concierto.
"Sí, claro".-contestó nuevamente con nervios.
"Mika-san. Hoy iban a llegar unos documentos muy importantes para la próxima reunión de la junta. Es preciso que llegué una copia a las manos de cada uno de los miembros de la junta, esta tarde".
"¿ESTA TARDE?".-preguntó sorprendida.-"digo ¿esta tarde?".
"Sí, esta tarde, pero no te preocupes no te demorará mucho enviarlos. Sería terrible si estuvieses en otro lugar".
Claro que era terrible. Pero algo le decía que Tohma sabía que no estaba en la disquera haciendo el trabajo de un verdadero presidente. Tohma solo venía cuando iba a ser el concierto, porque él era pieza clave para el grupo.
Pero ella tenía otra tarea: la de cuidar la disquera como si lo hiciese el mismo Tohma.
"No te preocupes, Tohma".-dijo algo calmada.-"Enviaré esos papeles".
"Esta bien. Te quiero".
"Yo también".-dijo entre nerviosas risas para después colgar.
Después de aquella breve conversación, la mujer salió del escenario.
"Sakano-san".-le dijo al productor.- "Vigila que los jóvenes practiquen".
"E-Esta bien".-dijo algo extrañado.-"Pero, ¿a dónde va?".
Mika no respondió y simplemente se dirigió a su convertible rojo. Encendió el motor y arrancó a toda velocidad, sin evitar, que algunos peatones (incluyendo a Ryuchi quien regresaba con Kumagoro en brazos), se 'acordaran' de ella.
"Mika mala!"
Llegó de golpe avanzando rápidamente por el pasillo sin detenerse a contestar los saludos de los empleados de oficina que estaban a su alrededor. Muchos quedaron impresionados por ver a la mujer a esas horas y en ese estado.
"Llegó unos documentos importantes?".-preguntó a la secretaria de Tohma, la cual estaba atendiendo una llamada.
"Sí, Seguchi-san".-dijo calmadamente.-"Esta en el escritorio del jefe".
¿El jefe? Y ella? Acaso ella no era la jefa también? Por supuesto, que no. Tohma era 'el jefe' único en el lugar.
Mika no tuvo tiempo para pensar ese comportamiento y se movió rápidamente hasta la oficina principal. Antes de cruzar las puertas se dio vuelta inmediatamente…
"Su esposo me avisó desde la mañana".-dijo la señorita sosteniendo la bocina del teléfono y tapando el audio para que no se escuchara su conversación.-"Estoy para servirle, señora".-diciendo esto ultimo dándole una amable sonrisa.
Mika sonrió en respuesta. Al menos había alguien que ya la respetaba sin necesidad de gritarle
Finalmente entro a la oficina. Estaba tan silenciosa, comparada a los pasillos de afuera, que se habían llenado de murmuraciones por saber qué hacia la 'Señora Seguchi' en las oficinas.
Se acercó pesadamente al escritorio y pudo ver el sobre amarillo sobre el escritorio. Solitario y abandonado, como si se tratase de un documento de vida o muerte.
Talvez para Tohma sí lo era, pero para ella no lo era tanto a pesar de pertenecer al mismo quórum. Tohma estaría muy preocupado para entonces. Talvez estaría pensando si su esposa ya había hecho sus deberes como 'niña buena'. Si ya había enviado tan preciado documento.
Se sentó frente al escritorio y se reclinó en el asiento. Miró su reloj de pulsera, notando que aún tenía tiempo. Abrió con cuidado el sobre y reviso una serie de papeles. Una parte de ellos era para ser enviados y la otra parte sería para la reunión de la junta. Al parecer eran enviados por el contador de la empresa. Sin duda los papeles a los que se refería Tohma.
Revisó algunos y notó que los que tendría que enviar tenían que ser firmados por el propio Tohma. Ella, a pesar de ser su esposa, no estaba en calidad para hacerlo, pero si no los enviaba era posible que a su marido le diese una ataque cardiaco o un ataque de nervios (lo que venga primero).
Primero, tenía que sacarles copias a esos papeles, para poder enviarlos. Así que regresó donde la secretaria y le ordenó que hiciese copias del documento.
Una vez devueltos, tenía que resolver el problema de firmar los papeles. Tenía que enviarlos pronto, la reunión sería dentro de pocos días y los miembros del quórum eran muy 'especiales' con respecto a la puntualidad.
Bueno…la firma de Tohma no es tan difícil de imitar.
Claro que no lo era. La mujer lo había hecho muchas veces cuando utilizaba las tarjetas de crédito o los cheques entre otras cosas.
Luego de practicar en una hoja en blanco, procedió a firmar su primera hoja.
LA primera no salió como lo esperaba. Era un leve error casi imperceptible. A la siguiente hoja, mejoró.
Finalmente, logró firmar todas las hojas. Solo esperaba que no se notara mucho en día de la reunión. Ahora sí estaban listos para ser enviados…
"Ya llegué".-dijo abriendo la puerta de la casa. No escuchó a nadie responder, por lo que se asustó un poco.
"¿Tohma?".-preguntó avanzando mientras dejaba en el perchero su abrigo.
"¿Estas aquí?".-se asomó a la cocina, pero no vio a nadie. En eso escuchó como una especie de 'maldición' en su dormitorio. Encendió las luces de la sal y subió por las escaleras. Cuando llegó al segundo piso, vio la luz del dormitorio encendida. Se asomó con cuidado y vio a Tohma sentado frente a la tele, con lo que parecía ser un mando de juegos.
"¿Qué estas haciendo?".-preguntó al verlo entretenido.
"Ah Mika-san!".-dijo mirándola fugazmente, retornando a su 'tarea'.-"Estoy jugando".
"¿Jugando?".-preguntó algo confusa.-"¿De dónde lo has conseguido? Que yo recuerde, no tenemos uno".
"¿Eh? Ah, se lo pedí a Sakano, le dije que me trajera algo para entretenerme y ¡valla que acertó!".
"Bueno".-dijo suspirando y sentándose en la cama, frente al televisor.
"Rayos!".-maldijo el rubio. Se levantó de su posición en suelo y le dio el otro controlador a Mika.-"¿Quieres jugar?".
"¿Yo?".-mirandolo con cierta confusión.-"No sé cómo".
"Vamos! Yo te enseño".-dijo dándole el control e indicándole que se sentará en el suelo. Tohma se puso detrás de ella y comenzó a dirigirla. La mujer pudo aprender rápido y lo encontró, muy divertido.
"Ahora déjame jugar contigo".-dijo esbozando su tan característica sonrisa mientras se sentaba al costado de su esposa.
Así los dos comenzaron a jugar. Estuvieron un par de horas jugando como si se tratase de los dos buenos amigos de infancia que habían sido desde un principio. Pronto la habitación se llenó de risa y voces. Ambos esposos disfrutando de la compañía del otro.
"¿Quieres pizza?".-dijo Mika aún con su sonrisa.
"Claro!".-contestó.
La mujer se levantó y cogió el teléfono marcando el numero de la pizzería.
"Con triple queso".-dijo Tohma sin dejar de jugar.
"¿No te hará engordar?".
"No te preocupes".-dijo riendose.
Después de ordenar la comida, siguieron jugando un poco más. Finalmente, llegó la tan ansiada pizza y los dos se pusieron a comer mientras aún observaban la tele, que ahora pasaba una película, romántica al parecer.
"¿Sabes?".-decía Mika.-"No me gusta mucho Titanic".
"¿Lo dices por Leonardo DiCaprio?".-preguntó con un trozó de pizza en su boca.
"Sí".-dijo riéndose un poco.-"Porque es rubio".
"Ja Ja Ja".-dijo después de tragarse de golpe el trozo de pizza.
"Es una broma, 'queridito'".-le contestó mientras comía un poco de pizza.
"Eres una bromista Mika-san".-le dijo sonriéndole ampliamente.
"Ya deja eso de 'Mika-san'".-dijo algo molesta.-"Somos esposos de hace un buen tiempo. Ya es hora que me trates como tal!".
"Esta bien".-dijo sonriendo.-"Mika".
"Eso me gusta".-dijo dándole otra mordida a la pizza y riendo ampliamente.
Tohma se rió un poco y siguió comiendo. Ambos comenzaron a hablarse de todo lo que estuvieron haciendo durante el día. Tohma solo dijo que estuvo leyendo hasta que le pidió a Sakano que trajese aquellos juegos. Mika le contó sus leves problemas para adaptarse a ese tipo de trabajo. Ella recibía un sueldo, por lo poco que hacía. Ahora era la cabeza 'temporal' de la empresa.
Tohma le dijo que se adaptaría muy pronto. Que si le ponía un poco de empeño, podría irle bien. Surgió el tema del trato que tuvo con sus empleados. Mika casi se atora ante la pregunta antes de contestarle que no tuvo problemas.
Al final, la pareja quedo satisfecha en la comida, y en la compañía que se hacían el uno al otro.
No logró terminar de ver la película. La pobre dama se había quedado dormida sobre el hombro del rubio, quien solo pudo esbozar una sonrisa, antes de reclinar la suya propia sobre la de su esposa.
No esta nada mal…
Roar18-Duran17:
Disculpen la demora, pero he tenido exámenes y recién estoy actualizando muchas de mis historias.
Gracias por su reviews. MUCHISIMAS GRACIAS!
Espero otros también. Hasta el próximo capítulo…!
