LIBERACIÓN
Gravitation, sus personajes, historia y otros relacionados directamente a este anime, no son de mi propiedad. Cualquier parecido con esta historia, es pura coincidencia.
Capítulo 7¿Llevándose mejor:
La alarma sonó con su clásico y constante sonido. Los oídos del rubio comenzaron a dolerle antes de abrir sus ojos. Miró al dicho reloj y vio que ya era hora de levantarse. Esta vez podía salir un rato fuera de la casa. Podía ir a cualquier sitio, menos a su trabajo. Eso se lo había prohibido estrictamente, su adorable esposa.
En cuanto a Mika, estaba durmiendo pacíficamente en sus brazos. La noche anterior estuvieron viendo muchas películas por lo que la mujer estaba cansadísima. Ella tendría que irse antes. Aquel día seria un día muy atareado para todos. Era el día del concierto.
Tohma se inclinó un poco y besó la frente de su esposa. Esta al sentir los labios de él, se movió un poco y murmuro como niña chiquita que no quiere ir a la escuela.
-Mika, tienes que levantarte.-le decía casi bajito.- Se hará tarde.
La mujer volvió a moverse, acomodándose en los brazos del rubio, quedando atrapado en el calor de ella.
-Despierta vaga!.-dijo un poco más fuerte y moviéndola.
Esta vez si logró funcionar. Mika se separó quedando mirando al cielo. Tohma pensó que seguía durmiendo, pero en unos instantes, dio un bostezo y se frotó los ojos.
-¿Qué hora es?.-preguntó entre bostezos y levantándose de la cama.
-Son las 7:00am.-respondió Tohma alborotándose el cabello , levantándose de la cama también.- Debes ir a trabajar temprano.
-Es verdad.-dijo recordando. Era la presidenta de la compañía 'esa'.- Iré a bañarme.
-Esta bien.-decía Tohma quitándose la pereza.- Haré el desayuno mientras.-dijo esto ultimo poniéndose una bata y saliendo de la habitación.
Ya en la mesa. Tohma tomaba su café tranquilamente. Mika no tardaría bajar en unas horas, así que podía disfrutar unos minutos solos. Estaba leyendo un periódico. Algo diferente esta vez. No sería algo de espectáculo, sino política, asesinatos, secuestros, y otras cosas, que las personas triviales leerían.
-¿Esta listo el café?.-escuchó decir a su esposa mientras entraba a la cocina.
-Esta en la cafetera.-le contestó sin dejar de mirar el periódico.
-Dios! Hoy será un día largísimo!.-decía mientras servía el café y tomaba un sorbo.-¿Vendrás al concierto?.-preguntó mientras se reclinaba en uno de los muebles.
-Claro, amor.-decía dejando su periódico al lado y mirándola.- En cuanto termine de hacer unas cosas. Tengo que preparar la junta de mañana.
-¿Irás a la junta?.-preguntó algo extrañada.
-Por supuesto querida.-dijo levantadose y rodeándola con sus brazos.-Si no voy, me mataran.
-Mmm, pero yo puedo hacerlo.-decía disfrutando el abrazo de este.
-Jajaja, sí claro.-dijo irónicamente, separándose de ella, volviendo a su café.
-¿Qué?.-preguntó dejando su café al lado.- ¿Acaso no puedo dirigir una junta?
-No es eso, Mika.-decía riéndose.- Es solo que…bueno.
-Bueno ¿qué?
-Que tú eres mi esposa y se supone que debes comportarte como tal.-explicaba.- Tengo una reputación que cuidar.
-Aaahh ósea que es por tu reputación¿Eh?.-dijo algo ofendida.
-No, no.-dijo dándole su tan cautivadora sonrisa y abrazando a la resentida Mika.- Amor, si te hace sentir bien, puedes estar conmigo ahí ¿eh?.-dijo esto ultimo besando sus labios.
-Mmm, no se por qué siento que me arrepentiré.-dijo bajando su mirada.
-Jajaja, no te arrepentirás de nada.-dijo soltándola para darle un rápido beso en los labios.- Ve, se hará tarde.
Mika tomo su último sorbo de café y una vez más beso al rubio en forma de despedida. Llegó hasta el garaje subió en el y se puso en la carretera.
En cuanto al Tohma, pues simplemente se quedo apoyado cerca del lavadero de la cocina mientras pensaba un par de cosas. Al parecer aún estaba preocupado por su trabajo y la reunión del día siguiente, sería todo un sufrimiento.
Con esa reunión esperaba que su regresó al trabajo fuese pronto. Que con eso pudiera demostrarles a los de la junta que ya se sentía lo suficientemente bien como para seguir con su vida normal. Su vida corriente…
Corriente…he ahí el dilema…
Bueno, de algo le había servido estar ausente en su trabajo. Había logrado que su esposa se le acerque más y conociera algo más de ella. Sin duda, Mika, había logrado sacar la parte más humana de el. Podía decir que ya se sentía completo con ello y que ya era suficiente.
Bueno…-decía para si mismo.- Será mejor que haga algo de ejercicio.
Siento que estoy engordando…
Ya era el día del concierto y jamás había visto tanto movimiento Mika, en tanto tiempo. Había reflectores que arreglar, cables que poner, amplificadores que reemplazar porque los anteriores no servían; algún tipo de pirotecnia que le diese algo de atractivo al espectáculo, etc. Obviamente que Mika, no movia NI un dedo. Todo lo hacían los ayudantes de la disquera. Ella solo se dedicaba a mover sus labios…
-Shuichi¿Quieres dejar de hacer ese ruido!-gritaba.
-Pero si estoy cantando!.-gritaba.
-Pues canta un poco más bajo!.-le respondía la presindenta.- Estoy tratando de dirigir una empresa.
-Es cierto!.-volvía a gritar Shuichi.- Esta TRATANDO.-dijo esto resaltándolo.
-Creo que no debió decir eso, Shindo-san.- le dijo por lo bajo Suguru, al ver que la mujer de cabellos castaños se acercaba dispuesta a hacer un escandalo.
-Mira mocoso…-empezó tranquilamente mientras le señalaba.- Si vuelves a contestarme así te juro que te mataré.
Shuichi quedó algo intimidado pero no se iba a dejar vencer por una 'anciana'.
-Escuche…presidenta…-decía recalcando la ultima palabra.- Usted empezó con eso de que me no hiciera bulla mientras cantaba. ¿Cómo quiere que practique si no me deja cantar¿¡Eh!-decía exasperado.
-Maldito mocoso.-mascullaba mientras avanzaba un poco más, peor fue detenida por su amiga, Noriko.
-Calma Mika, calma.-le decía mientras la detenía.-No te pongas a discutir con el niño por algo insignificante.
Mika solo la miró y suspiro. Tenía razón no iba a ponerse al nivel de Shuichi que no había hecho nada mas que cantar.
-Tienes razón…-decía mientras se volteaba y le daba la espalda al trio de jóvenes, tomando una posición prepotente.- No puedo poner al nivel de mocosos malcriados como tú. No se que ve mi hermano en tí.- Obviamente que ella tenía que dar la ultima palabra, pero antes de que pudiese seguir su telefono celular la interrumpio.
-Maldita zorra…-masculló Shuichi apunto de lanzarse para después ser detenido por Noriko, Suguru y Hiroshi.
-¿Hola?.-contestaba, pretendiendo ignorar lo que ocurría a sus espaldas.- ¿Tohma¿Sucede algo?
-En lo absoluto.-contestaba en la otra línea.- Solo quería saber cómo estaba todo por ahí.
-Todo esta bien.-contestaba Mika.
-No lo hagas Shuichi!.-se escuchaba decir a Noriko.- Recuerda que es tu jefa. ES TU JEFA!
-¿Qué fue eso?.-preguntó un Tohma preocupado.
-¿Eso? No es nada, querido. Es Noriko que esta jugando con los chicos.-decía mientras se reía un poco.
-¿Jugando? Pero que no debería estar practicando?
-Bueno,…¡chicos!.-decía riendo un poco más.
-Mmm Esta bien.- contestaba no tan convencido.- ¿Y cómo están Shindo – san y los demás?
-Van bien.- contestaba mientras se tapaba un oido la bulla parecía acercarse.
-Espero que esten llevandose bien.
-Claro!.-decía .- Ellos me quieren.
-NO ES CIERTO!.-gritaba Shuichi cerca al celular.
-¿Qué fue eso? Oí un grito ¿Fue Shindo-san?
-Sí, querido. Es él.-decía.- Pero tiene razón. Es una mentira.
-¿Ah sí?
-Sí.-decía muy segura.- Ellos me adoran.
-Seguchi-san…-trataba de decir Shuichi, pero apenas se acercó al celular, Mika le tapo los labios como si fuera unas grapas.
-¿Fue Shindo-san?
-Eeeh…sí, lo fue.-decía riendose nerviosa.- Te manda saludos. Dice que te extraña.
-ESO SI ES CIERTO!.-gritó estaba vez un poco más lejos. Los otros tres muchachos logranron alejarlo antes de que Mika le diese una patada al estilo futbol americano.
-Mmm parece que así es.-decía Tohma.
- Se te oye algo agitado.-decía notando las leves bocanadas de aire que tomaba Tohma.- ¿Estas bien?
-Sí.-contestaba.- Es solo, que salí a correr un poco. Sentía mi cuerpo algo pesado.-dijo esto ultimo riendo un poco.
-Debes cuidarte.-decía calmándose.- Ya sabes que no puedes hacer mucho esfuerzo. Puede pasarte algo malo.
-Sí ya lo sé.-dijo algo a modo de puchero.-Te quiero mucho.-dijo despidiéndose.
-Yo también…-contestó Mika casi audible.
-Adiós.
-…adiós.-se despidió casi como un suspiro, cortando la llamada. Al menos hubo algo bueno en su día.
-¿Y ustedes que miran?.-dijo Mika sin voltearse y retomando su posición de 'mujer temperamental'.
-NO NADA NADA!.-decían todos casi paralizados.
-Muy bien.-dijo satisfecha esta vez volteándose.- ¿Y qué están esperando? Trabajen!
Ya era de noche y él, ya estaba vestido en una camisa azul y unos pantalones negros, solo se ponía los zapatos para poder estar listo, antes de que Mika llegase para recogerlo.
Aun no había hablado con su primo. Cuando lo llevase allá le diría recién, pues no quería que este se desanimara y después se rehusará a tocar. El jovencito ya no tendría opción a rehusarse con tal noticia.
Se escuchó las puertas de la casa abrirse. Dado que el lugar siempre era muy silencioso. Los pasos de unos zapatos de tacón se escucharon el fino parqué de la casa.
-Tohma!.-se escuchó.- Estas ahí.
-No.-contestó el rubio esbozando una sonrisa mientras seguía atándose los cordones de los zapatos.
Se escucharon los pasos cada vez más cerca hasta donde el estaba, hasta que apareció la mujer de cabellos castaños.
-Muy gracioso.-decía la joven dándole una sonrisa.- ¿Ya estas listo?
-Casi, Mika.-le dijo mientras se levantaba e iba al ropero que se encontraba en la habitación y sacaba de ahí lo que faltaba de su ropa.
-¿Y dónde estaremos sentados eh?.-preguntó Tohma.
-Pues en un lugar cercano y alto.-le contestó.- Supongo que es el mejor lugar que pudieron darme los dueños del sitio.
-Entiendo.-dijo acomodándose el saco.
-¿Y qué vas a hacer con el grupo?
-Pues hacer lo que ya había planeado.-contestó sacudiéndose un poco la ropa.- le diré a Suguru que me reemplace mientras estoy recuperándome.
-¿Y cuándo planeas decírselo?.-le preguntó
-Antes de que toquen, claro esta.-dijo riéndose.
-Ooh eres tan malo.-le dijo mientras se reía un poco.
-Oh claro, así ya no se arrepiente y no nos deja abandonados.-dijo acercándose a su esposa y rodeándola con sus brazos.- Además….no soy tan malo.
-No lo eres en algunos aspectos…-le dijo mientras le daba un beso en la mejilla.- ¿Nos vamos?
-Claro…-dijo dándole su enigmática sonrisa mientras se separaban.
-Espero que todo salga bien.-le dijo Mika mientras salían de la casa.
-Yo también espero eso.-decía Tohma mientras se colocaba un largo abrigo negro y se ponía su sombrero.-Porque sino, mañana por la mañana, tendré muchos problemas con la junta.
-No te preocupes.-decía Mika mientras cerraban la puerta.- Estaré ahí para ayudarte.
-Lo sé, Mika.
Lo sé…
Roar18-Duran17:
Disculpen las demoras. He tenido muchísimos problemas con el Internet, que me han mantenido ausente en este fic. Una vez más gracias por sus reviews.
Nos vemos :-D
