Hola!. Aquí está un capítulo más. Advierto que no sé que pueda ocurrir con la trama, pero quiero hacerlo profundo y con drama owo. (No garantizo un final lleno de amor muajaja).

Mi propósito es causar hate al Kenta ಠ益ಠ.


Desde aquella noche en donde las chicas habían organizado y pasado la tarde en la residencia Nishikino. Nozomi había estado comportándose extraño con Eli.

A tal punto de que la evitaba un par de veces, pero sin ser obvia aunque a los ojos de la rubia se sentía la diferencia

— ¿Actuando extraño? ¿A qué te refieres?.— Preguntó la joven arquera dando un trago a su botella de agua.

— Me ha estado evitando éstos últimos días.. Me acerco a ella pero me dice que tiene cosas que hacer.— Dijo desganada.

— Tal vez esté ocupada, Eli.— Contestó.

— No es así, cuando viene el idiota de Kenta va corriendo a verlo sin despedirse...— Su tono de voz se entristeció.

— Deberías hablar con Yazawa-san o Minami-san, tal vez ellas podrían decirte algo al respecto.— Trató de motivar rápidamente a su líder.

— Cierto. Iré al club de teatro primero.— Unió toda su energía para dar una sonrisa y salir por la puerta del club de arquería.

— Eli...— Susurró Umi preocupada.

La rubia se dirigía al club de teatro decidida a encontrar a la modista para obtener alguna respuesta por el cambio de comportamiento de su amada tarotista que ni si quiera tenía explicación alguna.

Con su tabla en mano para anotar alguna observación, entró lo más rápido posible.

Llamando la atención de la encargada de teatro.

— Eli. ¿Todo bien?.— Tsubasa se acercó a ella con preocupación.

— Tsubasa, ¿está aquí Minami?.— Sin si quiera responder lo demás, miraba por todos lados.

— Creo que fue con Yazawa-san, desde hace rato que salió.— Respondió la pelicastaña.

— Tengo que hablar con ella, debo ir.— Salió sin despedirse.

Dejando a una Tsubasa extrañada y con preocupación. Sin dudarlo llamaría a Umi para preguntar sobre el comportamiento de la rusa.

Mientras tanto, Eli caminaba y subía al segundo piso para buscar el salón de música y encontrar a las amigas de la pelimorada.

Recorrió la puerta, obteniendo como respuesta miradas de las estudiantes.

— ¿Está Yazawa-san?.— Preguntó mientras daba pasos hacía a Maki.

La pianista se encontraba junto al gran piano y detrás de ella evidentemente estaba la pelinegra con una ceja levantada.

— Oh, Eli.— Sin darse cuenta la pelirroja saludó con una mano a la rubia.

— ¿Qué sucede Ayase-san?.— La mayor levantó el rostro para hacer contacto visual con los orbes azules.

— Necesito hablar contigo.— Al acabar de hablar, el timbre de la aula indicó el último receso para terminar con las prácticas.

Fue una buena señal, así podrían hablar a solas. La pelinegra no dijo nada y esperó a que todas las chicas se saliera para empezar la charla que ya tenía idea a que se refería.

— Ammm.. ¿Quieres que me quede, Eli?.— La pianista se puso de pie tomando sus cosas.

— Si, me iré contigo.— Pidió amablemente, volteó para iniciar su conversación con Nico.

La idol se recargó en una de las paredes de aquél salón, cruzó sus brazos y soltó un largo suspiro.

— ¿De qué quieres hablar?.— Preguntó.

— Nozomi ha estado actuando extraño conmigo. ¿Sabes qué ocurre?.— Mantuvo firmeza en sus palabras, de verdad quería saberlo.

— No tengo idea Ayase-san.— Respondió secamente.

— Claro que lo sabes, eres cercana a ella.— Volvió a insistir, necesitaba una respuesta.

— Eso no quiere decir que Nozomi vendrá a contarme lo que sucede en su estúpida cabeza.— Exclamó.

La pelinegra se sentía molesta.

— ¿No sabes nada?.— Volvió a intentar.

— Lo siento, yo no puedo darte esa respuesta. Es algo que yo ni si quiera sé.— Acabó sus palabras para dirigirse a la salida.

Pero un brazo la detuvo evitando su paso a la puerta.

— Por dios. Yazawa-san, al igual que a ti me importa Nozomi, si sabes algo porfavor dímelo.— Levantó ligeramente la voz, ambas se sentían molestas y la pianista se mantenía en silencio observando con preocupación la situación de sus mayores.

— Ayase-san, créeme que he intentado hablar con ella pero es más dura que una maldita roca.— Se quedó parada mirando el suelo.

Eli sintió su estómago revolver por el inquietante momento lleno de desesperación, y sin esperar palabra alguna, salió de aquél club para buscar a la tarotista.

— ¡Eli!...— Escuchó un grito de parte de Maki, pero eso no la hizo detenerse.

Llegó a la sala del consejo estudiantil esperando encontrarla, pero para su sorpresa no estaban sus cosas, lo cual indicaba que ya estaba afuera de la preparatoria.

Se acercó a la ventana que daba al patio, logró visualizar a la mayor salir de la entrada principal.

Su mente imaginó en segundos a donde se dirigía, Kenta estaba en la entrada esperándola.

— Ya estoy harta.— Dijo con desagrado, poniendo fin a su martirio para salir y dar la cara.

Encontró a sus compañeras esperándola en la entrada.

— Hey, Eli. — La arquera la tomó del brazo.

La pianista se puso enfrente, mientras que Rin y Tsubasa estaban a los lados.

— Tengo que ir.— Con la voz más fría habló bajando la mirada.

— Nozomi no quiere saber nada de ti, Eli.— Umi soltó con dolor esas palabras.

La rubia quedó paralizada sin poder decir palabra, pero algo no le iba hacer creer aquello. No tan fácilmente le convencía, hace días estaban felices y convivían como en un sueño.

— No, no lo creo.— Levantó la mirada intentado ir, pero la arquera la sostuvo con un poco de fuerza evitando lastimarla.

— Nico-chan habló conmigo cuando saliste del club de música, ella y Toujo-san tuvieron una pelea debido a eso. No sabe que es lo que pasa por la cabeza de Toujo-san en realidad.— Maki sostuvo la mirada con la rubia.

Una mirada fría, desganada y que con un golpe de lo que sucedía sus ojos se cristalizaron.

La chica gato sintió las emociones de su líder, con la valentía y fuerza posible hizo a un lado a Maki y sostuvo los brazos de la arquera con la fuerza posible para bloquearla.

— ¡Eli-chan! ¡Ve y habla con ella, rápido!.—

No esperó más, y se escabulló apresuradamente para llegar a la salida.

— ¡¿Qué demonios haces Rin?!.— Umi intentaba zafarse.

— Yo iré tras ella.— La pianista sólo dió un paso, pero la pelicastaña también la detuvo.

— Al menos dejen que hable con ella, sea bueno o malo. Es su decisión.— Dijo seriamente.

— Estamos para apoyarla aunque las cosas salgan mal, nya.— Terminó de dejar los brazos de su sempai.

El dúo tenía razón, era problema de la rubia si quería enfrentar ella misma el problema aunque pudiera terminar con golpe emocional muy fuerte. Después de todo esperó tanto como para que su media alma sea arrebatada sin más.

— ¡N-nozomi!.— La rubia alcanzó a la tarotista antes de que saludara al joven.

— E-Eli.— De la impresión, la miró con los ojos abiertos.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué me estás evitando? Por favor, dame una respuesta.— Suplicó con desesperación.

— Y-yo.— Titubeó.

La rubia espera su respuesta, mantenía una sinceridad en sus ojos con agonía por saber qué es lo que pasaba.

— ¿Tú eres Ayase-san, no?.— La voz masculina le interrumpió a Nozomi hablar

Eli no pensaba en callarse justo en esos momentos, y con la postura más firme que podría tener hizo el contacto visual que jamás había echo con Kenta.

— Sí.— Respondió.

—Nozomi-chan no quiere saber de ti.— El alto hombre atrapó entre sus brazos a la pelimorada, quien ésta se exaltó.

— Disculpa, estoy hablando con ella.— Frunció el ceño muy molesta.

— Nozomi, dile a tu querida "AMIGA" lo que querías haberle dicho desde antes.— Sonrió maliciosamente al remarcar esas palabras.

— E-Eli.. Lo que pasó entre tú y yo, sólo queda entre nosotras. Fue un plan mío.— Evitó la mirada azúl cielo.

— ¿Un plan?.— Cada vez se sentía más confundida, y verla en los brazos del patán ese le hervía la sangre.

— Quería llevarme bien contigo sólo para que el evento de la academia saliera a la perfección, es uno de los eventos más grandes de Tokio entre las escuelas. Y si sale impecable, podré ir a la universidad que yo deseé.— Sus palabras sonaban tan reales y serías, que Eli sintió estragos en su corazón por la dolorosa postura que tenía Nozomi al decirle tales cosas.

— Entonces.. ¿No sientes nada por mí?.— Puso una mano en su pecho.

— No, lo siento mucho por haber jugado contigo así.— Su voz se escuchaba diferente.

— Sube al auto Nozomi-chan. Está por llover.— El jovén pelinegra cometió una de las escenas que la rubia jamas querría haber visto.

Nozomi estaba siendo besada por Kenta, un suave beso que la pelimorada siguió.

— Si, cariño vamos.— Sonrió nerviosa al terminar aquél beso.

— N-nozomi...— Balbuceó con dolor.

— Ten linda tarde, Ayase-san.— Le regaló una sonrisa burlesca el mayor.

La pareja subió al coche, en ningún momento la pelimorada volteó a verla. En segundos se retiraron del lugar.

— ¡Eli!.— Las voces de su grupo se escuchaban de fondo.

¿Por qué me miran así?

Oh, cierto. Estoy sentada en el suelo llorando.

— ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?.— La arquera fue la primera en apresurarse a levantarla.

— ¿Qué te dijeron?.— Maki se acercó con preocupación.

— Eli-chan..— Rin traía sus cosas, mientras Tsubasa venía detrás de ella.

— S-sólo fuí un juego para Nozomi.— Habló entre sollozos

— No puede ser posible.— Umi se sorprendió.

— ¿Qué rayos te dijo?.— La pianista sintió enfurecer.

— S-sólo quería llevarse bien para que el evento saliera a la perfección... P-por que le darían recompensa para su universidad...— Su respiración se descontrolaba.

Las chicas se miraban entre ellas mismas con tristeza, no esperaban que su líder se sintiera así.

— H-Hey.. ¿Nozomi te dijo algo?.— Nico llegaba agitada, poniendo sus manos en sus rodillas para regularizar su respiración.

Maki apretó sus dientes del enojo, y sin controlarse empujó a la pelinegra.

— ¡¿Tú sabías de ésto, no?¡— Preguntó enojada.

— Maki, espera.— Tsubasa intentó detenerla posando su mano en el hombro de la pianista, pero no lo logró.

— ¡¿Qué demonios te pasa?!.— Nico se cabreo por el actuar de la menor.

— ¡Sabías que la idiota de Toujou sólo jugaba con Eli!.— Apuntó a su rostro.

— ¡Yo no sabía nada! Al igual que tú estoy molesta con ella. ¡Te lo dije!.—

— Nico-chan tiene razón, intentamos hablar con ella pero no conseguimos nada y a cambio de eso tuvieron una gran discusión.— La modista llegaba para ponerse en medio de las dos Tsunderes.

— Minami..— Susurró la arquera quien seguía abrazando a la rubia.

— Ustedes sabían todo desde el principio, es lo más seguro.— La habitual Maki las miraba con resentimiento.

— ¡Estamos diciendo la verdad, no seas idiota Maki-chan!.— Harta por la insistencia de la menor, decidió gritar.

— ¡Nada garantiza que sea cierto!.— Siguió enojada.

— ¡Maki, basta!.—

— P-pero Umi..— Maki volteó hacía la arquera.

— Sólo hay que retirarnos.— La peliazul dió la vuelta con una Eli echa pedazos y Rin quien trataba de consolarla para irse.

— Estamos aquí por órdenes de nuestra academia, Maki. No venimos a hacer amigas.— Tsubasa se acercó a la pelirroja y lo dijo con toda la intención de ser escuchada.

Tratando de tomarla del brazo para seguir a las demás.

— Maki-chan..— Habló en voz baja haciendo el último encuentro entre los ojos rubí y esmeralda de aquella tarde.

La pianista la miraba enojada.

— Yazawa...— Susurró frunciendo el ceño.

Dió un paso atrás, y se retiró al par de su grupo sin decir nada.

— ¡Maki!.— Gritó una Nico angustiada.

— Nico-chan, déjala..— La modista la detuvo.

— Pero están equivocadas, se están comportando como unas idiotas en toda la palabra .— Respondió agitada.

— Sé que si fuera en nuestra situación, nosotras haríamos lo mismo por Nozomi.— Suspiró.

— Ah..— Soltó un quejido, sus ojos buscaban a la pianista pero el grupo ya se había alejado lo suficiente para dejar de verse.

— ¿Qué estará pensando Nozomi-chan?.— Se preguntó a si misma la modista.


Corto, pero me gustó.(︶)

Es una pequeña probada del drama que vendrá a continuación.

Haru~•

Dejo mi instagram por si gustan seguirme, ahí subiré diseños de mis fanfics etc.

Subiré un dibujo de como son Rin y Tsubasa en éste universo.

@haruekisdk