Buenos días/tardes/noches, ¿como están todos ustedes? he de suponer que están bien, ya volví de mi semana de vacaciones en una de las islas de mi país, y volví mas relajado, y con ganas de escribir este capitulo, así que no estaré ausente tanto tiempo, y espero que les guste tanto este capitulo como los demás que ya he publicado, así que sin mas que decir les dejo el capitulo para su disfrute( si no respondo los rewievs no es porque no quiera, solo que son mas que sobre todo consejos que he tenido muy en cuenta y no creo que los tenga que responder por aquí)

Disclaimer: los personajes y la historia que se "lee" no son de mi propiedad, son del genio de Rick Riordan y el crack de Hitsuzen278 solo las reacciones y demás cosas que no están en negrita son de mi propia autoría

Capitulo 3: nuevas apariciones, y descubrimiento de varias cosas

Ya después de que Zeus declarara el descanso de 30 minutos todos se pusieron a hablar tanto de la historia como de algún tema variado para pasar el rato, en el cual se pasaron la mayor parte del descanso y ya justo cuando se iba a acabar y todos regresaban a sus asientos, hubo un fogonazo de luz y un grupo algo amplio de personas apareció en la sala lo cual sorprendió un poco a los que ya estaban allí porque no pensaban que enviarían a mas personas a la lectura, entonces Zeus, como el grandioso líder que es(N/A: en su imaginación tal vez lo sea)les hablo

- Ustedes acérquense, y digan quienes son- dijo Zeus casi en un grito semi-amplificado aturdiendo un poco a los que estaban cerca de el, y haciendo que una parte del grupo, que por cierto eran puras chicas aparentemente entre su adolescencia y niñez, y que estaban algo separadas de los demás saliera se presentaran una por una(N/A: no las presento debido a que no se sabe sus nombres, y porque saltare hasta la presentación de Zoe) hasta que queda una de ultima para presentarse

- mi nombre es Zoe Belladona, cazadora y Teniente de la Diosa Artemisa- dice la chica con el ropaje oficial de la Caza de Artemisa, con apariencia física de una princesa persa en todo su esplendor, y al presentarse hace que tanto como Grover y Thalia abran los ojos a mas no poder por ver que ella esta viva en esta línea temporal, y ya al haberse presentado las Cazadoras de artemisa se presentaron el grupo que las acompañaba, y el primero que se presenta es un chico rubio de ojos azules con una camiseta morada que duce "Campamento Júpiter" y un pantalón de mezclilla

- yo soy Jasón Grace, pretor del Campamento Júpiter, e hijo de Júpiter- dijo Jasón siendo tacleado repentinamente por Thalia debido a que ella creía que su hermano estaba muerto (N/A: lastima que el tío Rick si lo termino matando) el cual le devolvió el abrazo y le dijo que después actualizarían noticias

Después de que el se presentara una chica bastante parecida a Reyna, aunque algo mayor y mas estilizada se presento

- yo soy Hylla Ramírez Avila-Arellano, reina de las amazonas- dijo la recién presentada Hylla, mientras cargada un cinturón dorado que representaba el titulo de reina de las mencionadas amazonas, y al presentarse hizo que Reyna se alegrara de que su hermana estuviera presente en la historia, al menso ya sabe como esta ella después de su separación forzada, y solamente quedaron dos personas por presentarse, un chico y una chica, la chica con la vestimenta típica de una cazadora de Artemisa se presento primero

- me llamo Bianca Di Ángelo, soy una cazadora de Artemisa, e hija de Hades- dijo la recién nombrada Bianca, mientras es abrazada fuertemente por nico al verla allí viva, y al terminar de abrazarla, ella se sentó junto a nico, cerca de donde estaban las cazadoras, y al final quedo el chico por presentarse

- mi nombre es Frank Zhang, soy del campamento Júpiter y soy hijo de Marte- dijo el chico con la camisa morada del campamento Júpiter y un pantalón de mezclilla algo holgado el cual se fue a sentar al lado de Hazel

Y ya cuando acabaron de presentarse, Zeus le ordeno a Apolo que les actualizara con todo lo que había pasado, en lo que el Dios de la Verdad, obedeciendo a su padre, dio un chasquido con sus dedos y una luz dorada semi transparente los cubrió, otorgándole a cada uno de ellos la información de todo lo que había acontecido hasta antes de que llegaran ellos, y al saber todo esto, pasaron por diversos estados emocionales, desde la tristeza, hasta la furia, y la vergüenza por parte de las chicas, mientras que los chicos sintieron pavor al saber que en ese futuro todos ellos murieron, pero entendieron que Caos decidió que este futuro no se haga realidad haciéndoles leer el libro para no cometer los mismos errores que cometieron en ese tiempo

Ya se había acabado el receso de 30 minutos y ya todos estaban sentados, Hestia hizo aparecer asientos para que los recién llegados se sentaran y pudieran escuchar los capítulos que vienen de manera mas cómoda, y al ya estar todos sentados, Poseidón hizo la pregunta esperada

-¿quien será el que lea el siguiente capitulo?- lanzo la pregunta haciendo que todos se miraran a la cara, hasta que alguien se ofreció

- yo leeré el capitulo que sigue- se ofreció Hefestos para agarrar el libro y ponerlo en sus piernas y empezar a leer

Capítulo 3: Feeling Good

Clarisse junto a Hestia me enseñaron unos cuantos sitios más. Pero el que más me interesaba en estos era el taller de los hijos de Hefestos, en donde aproveché la situación y le pedí a Charles si podía convertir el cuerno de Minotauro en una daga.

Obviamente le tuve que prometer que le pagaría por ello ya que no tenía dracmas en este momento, y los únicos dólares que llevaba encima, si no mal recuerdo, tuve que dárselos al perdedor de Gabe.

-bueno, es el nuevo del campamento, obviamente le tendría que cobrar por hacer el trabajo-dijo Charles mientras su padre y sus hermanos afirmaban con la cabeza estando totalmente de acuerdo con el, a la vez que Grover se ponía algo rojo de la ira al escuchar el nombre del Ex-padrastro de su mejor amigo, ya viendo que no interrumpían, el Dios Herrero siguió leyendo en voz alta para todos

Del cual me iba a encargar personalmente una vez que recupere a mi madre, después de todo, tengo que descargar mi furia con alguien.

Por último, regresamos a la playa, donde un sendero conducía de vuelta a las cabañas. Cambio de posición a Hestia, de mis hombros, a mi cintura, con sus brazos rodeando mi cuello y sus piernitas alrededor de mi abdomen.

Esto hizo que Hestia se sonrojara a más no poder, siendo mirada con celos de parte de las chicas, aunque hay tres de ellas que dudan, una porque no quiere aceptar que tiene celos, y las otras dos porque no saben por que sienten esos celos (véase Atenea, Artemisa y Zoe respectivamente)

Tras unos minutos de silencio, decidí romperlo. Solo para continuar mi fachada de novato que recién llega.

-¿Así que los monstruos no pueden entrar aquí? - Tia meneó tiernamente la cabeza, despeinándose en consecuencia.

-No a menos que se los utilice intencionadamente para surtir los bosques o sean invocados por alguien de dentro- me respondió esta vez Clar.

-¿Por qué querría nadie invocar a un monstruo? – cuestioné, logrando una cara de incredulidad.

-Para combates de entrenamiento. Para hacer chistes prácticos, aunque eso ya no sucede tanto últimamente- contestó la semidiosa.

-Apuesto a que eran los hijos de Hermes y Apolo- repliqué con una sonrisa burlona.

-bueno, mas los hijos de Hermes que nosotros, pero ya no se hacen esos chistes- aclaro Will Solace viendo la confusión de los romanos en cuanto a ese tema, y Hefestos siguió leyendo cuando el hijo de Apolo hizo silencio

-Lo importante es que los límites están sellados para mantener fuera a los mortales y los monstruos. Desde fuera, los mortales miran el valle y no ven nada raro, sólo una granja de fresas- me respondió suavemente Tia, solo para sonrojarse cuando se dio cuenta que nuestros rostros estaban demasiado cerca.

Lo cual también paso aquí, dándole otro ligero ataque de celos, pasando lo mismo que la vez anterior, que Atenea no acepte los celos y que Artemisa y Zoe no sepan porque los sienten

-Bueno… ¿y podría alguna vez salir de aquí para ir a la ciudad o no? – pregunté, recordando que anteriormente le había preguntado algo similar a Chase.

-Sería prácticamente una sentencia de muerte, pero podrías, con el permiso del señor D o de Quirón. Por supuesto, no dan ningún permiso hasta el final del verano a menos que…- dejó en suspenso Clarisse.

-¿A menos qué? – se perfectamente la respuesta a mi pregunta, pero con tal de mantener las apariencias…

-Que te asignen una misión. Pero eso casi nunca ocurre. La última vez…- el imbécil de Castellan hizo matar a sus compañeros por Ladón.

- en verdad eres un idiota Castellan, uno bastante grande si fallaste en eso- dijo Thalia, con algo de frialdad dirigida hacia el, haciendo que el mencionado Luke la mire con malos ojos debido al insulto que le dijo aparte de que Zoe se alegro un poco al oír el nombre de su amigo de cuando ella estaba en el Jardín de las Hespérides

-¿Has estado en el Olimpo? – cambiando de tema rápidamente al descubrir su incomodidad.

-Algunos de los anuales hicimos una excursión durante el solsticio de invierno. Es entonces cuando los dioses celebran su gran consejo anual- explicaba diligentemente.

-¿Cómo llegaron hasta allí? – pregunté, acariciando suavemente la espalda de Tia, haciendo que se duerma con su cara hundida en mi cuello, logrando que haga un esbozo de una sonrisa.

-En el tren de Long Island. Bajas en la estación Penn. Vas al edificio Empire State y tomas el ascensor especial hasta el piso seiscientos- dijo mientras me miraba, tratando de saber si lo había captado.

-Empire State. Ascensor. Piso seiscientos. Todo anotado- dije, como si estuviese haciendo el chequeo de una lista, sacando así una risita de Clar.

Lo cual también hace lo mismo aquí, solo que aparte de clarisse, le saca una sonrisa a varios, al ver el porque quiso cambiar el tema de la conversación, solo que a los ojos del Legado romano de Apolo se vea como un inepto total

Olí humo de barbacoa que llegaba desde el pabellón. Tia debió de escuchar los rugidos de mi estómago, pues se retorció en su posición, gimiendo en un susurro y diciendo algo parecido a que haga callar al monstruo. Tuve que morderme la lengua para no soltar una sonora carcajada ante su inocencia.

Lo cual hizo que varios de los que estaban allí soltaran una risita por la reacción de Hestia que fue sonrojarse de la vergüenza y tratar de ocultar su cara por lo roja que estaba

De vuelta en la cabaña de Hermes, pude apreciar el descontrol que había allí. Una gran cantidad de jóvenes compartían los mismos rasgos faciales. Eran la clase de chicos que los profesores señalarían como problemáticos. Eran los hijos de Hermes.

Afortunadamente, nadie me prestó demasiada atención mientras me dirigía a mi sitio en el suelo y me echaba cuidadosamente contra la pared para no despertar a mi tierna diosa del hogar.

Castellan se me acercó. Sonriéndome estúpidamente, mientras yo apreciaba la cicatriz en su cara. Ladón estaba perdiendo su toque si todo lo que le dejó fue una simple marca en la cara.

Eso hizo que Luke se enojara ya que para el esa misión fue desastrosa en el significado total de la palabra, aparte de que hizo que Zoe frunciera un poco el ceño por lo que se dijo de su amigo dragón

-Te he encontrado un saco de dormir. Y toma, te he robado algunas toallas del almacén del campamento- muy bien hecho niño, ahora si eres tan amable, dame el casco de Hades y el relámpago de Zeus mientras de corto lentamente el cuello.

Esto puso en alerta máxima a todos los presentes los cuales acorralaron al hijo de Hermes, el cual lo estaba viendo con decepción, mientras Zeus y Hades se encargaron personalmente de encadenarlo de la manera mas incomoda y dolorosa posible pero sin hacerle un daño considerable aparte de revisarlo y encontrando efectivamente los símbolos de poder de los dos Dioses, para después juntarlo con Annabeth la cual también estaba encadenada de una manera bastante incomoda

-Gracias- contesté, forzando una sonrisa.

-De nada- infeliz, agradece a tu dueño que no te estoy apuñalando aquí mismo.

Se sentó a mi lado y se recostó contra la pared

-¿Ha sido duro tu primer día? – no que va, tan solo me desperté de volver en el tiempo para aguantarme las ganas de matar a unos cuantos traidores.

-si, lo usual- dijo Leo de manera chistosa haciendo reír a algunos, relajando un poco el ambiente algo tenso que había momentos atrás

-No pertenezco a este lugar. Ni siquiera creo en los dioses- digo, haciéndole creer.

-Ya. Así empezamos todos. Y luego, cuando empiezas a creer en ellos, tampoco, es más fácil- dices eso solo porque hasta tu propia madre sabía que te ibas a convertir en la perra de Kronos.

-¿Así que tu padre es Hermes? - le pregunté, intentando continuar con la línea temporal anterior.

-Sí, Hermes-

- yeiiii salgo en la historia, ¡que alegría!-dijo el Dios de los Ladrones con una actitud algo infantil que les saco una risa a la mayoría de los semidioses griegos, mientras que los semidioses romanos veían que las contrapartes griegas de los dioses eran mas relajadas que sus contrapartes romanas

-Sí, Hermes-

-El tipo de las zapatillas con alas- en serio Hermes, ¿eres tan idiota de ponerle el nombre de tu madre a tus zapatos para que se activen?

- es que no se me había ocurrido mas nada, y ya después me dio flojera cambiarlo- respondió la duda Hermes sonrojado de la vergüenza, dado que no es el primero que la tenia ni el primero que se lo pregunta

-Ese. Los mensajeros. La medicina. Los viajantes, mercaderes, ladrones. Todos los que usan las carreteras. Por eso estás aquí, disfrutando de la hospitalidad de la cabaña once. Hermes no es quisquilloso a la hora de patrocinar- agradece que tu padre no está aquí para terminar lo que Ladón no pudo, bastardo engreído.

-¿Has visto a tu padre? - pregunté.

-Una vez- sí, y te robaste los símbolos de poder de dos dioses, idiota.

-si, es un idiota, y en grande- dijo Thalia mirando con asco y con un sentimiento de traición a Luke, el cual se removió incomodo por su mirada

Luke levantó la cabeza y se obligó a sonreír. Cosa que no le costaba tanto, ya que toda su vida se la pasó fingiendo pena por los demás.

-No te preocupes, Percy. Los campistas suelen ser buena gente. Después de todo, somos familia lejana, ¿no? Nos cuidamos unos a otros- ¿y luego les apuñalas en la espalda, no?

-Venga, vamos, es la hora de la cena- me dijo, haciéndome recordar que hace tiempo que no como algo nutritivo.

Al momento de decirlo, el cuerno a lo lejos.

-Once, ¡fórmense en fila! - vociferó el hijo de Hermes.

La cabina al completo, unos veinte, formamos en el espacio común. La fila iba por orden de antigüedad, así que tuve que ponerme último mientras cargaba cuidadosamente a Tia, que aún seguía durmiendo, en mi cintura.

En el pabellón, las antorchas ardían alrededor de las columnas de mármol. Una hoguera central refulgía en un brasero de bronce del tamaño de una bañera. Cada cabaña tenía su propia mesa, tuve que aguantarme las ganas de sentarme en la que me pertenecía por derecho de nacimiento. Pero hasta que padre me reconozca, tengo que aguantarme aquí, con la marioneta.

- ¿quien será el padre del chico?- se preguntaban varios de los presentes, pero había alguien que sospechaba de quien era hijo, y no era otra persona mas que Atenea la que tenia esas sospechas, mientras que Poseidón se acordó de porque el apellido del chico le resultaba familiar, debido a que era el de la única mujer mortal con la que había estado en las ultimas décadas

Vi a Grover sentado a la mesa 12 con el señor D, unos cuantos sátiros, Castor y Pollux. Quirón estaba de pie a un lado, la mesa de picnic era demasiado pequeña para un centauro.

Chase se hallaba en la mesa 6 con los demás hijos de blonda cabellera y ojos grises, de Atenea. La cual curiosamente tenía un hermoso pelo azabache que ninguno de sus hijos heredó.

La mencionada se sonrojo ligeramente por el halago hacia ella mientras fruncía un poco las cejas en torno al libro

Clar se sentaba detrás de mí en la mesa de Ares. Estaba riendo y eructando con todos sus amigos. Al menos hasta que me vio, en ese momento se sonrojó y ocultó su bella mirada de mí. De nuevo tuve que aguantarme las ganas de pararme e ir a abrazarla.

-¿Y porque no lo hiciste tonto?- dijo clarisse en un susurro que solo Quirón escucho el cual sonrió con naturalidad al ver como esta la chica

Al final, Quirón coceó el suelo de mármol blanco del pabellón y todo el mundo guardó silencio.

Levantó su copa y brindó:

-¡Por los dioses! – tan dramático como siempre pensé, ocultando una sonrisa.

-bueno, ¿algo de drama no hace daño verdad?- dijo Quirón de forma algo inocente sacándole una imperceptible sonrisa a Dionisio y una mas perceptible a algunos campistas griegos

Las ninfas del bosque se acercaron con bandejas de comida: uvas, manzanas, fresas, queso, pan fresco, y sí, ¡barbacoa! Tenía el vaso vacío, pero Luke me dijo:

-Háblale. Pide lo que quieras beber… sin alcohol, por supuesto- no, ¿en serio? No esperes a que vaya a abrazarte por decirme eso.

- que cariño le tienes Percy, en verdad es apreciable- dijo Will, con algo de humor, aunque todos estaban tan concentrados que apenas y le escucharon

-Coca-Cola de cereza azul – dije y el vaso se llenó con la bebida pedida.

Brindé por mi madre. A la cual iré a buscar dentro de unos días, sabiendo que en estos momentos está platicando de lo más bien con Perséfone.

Brindé por mis esposas. A las cuales con el tiempo iré recuperándolas.

Y brindé por mis hijos.

Las chicas que estaban presentes se sonrojaron, y como siempre estaban las que no lo aceptaban todavía (véase Atenea, Artemisa y Zoe también)

-Aquí tienes, Percy- me dijo Castellan, tendiéndome una bandeja de jamón ahumado.

Llené mi plato y me disponía a comer cuando observé que todo el mundo se levantaba y llevaban sus platos al fuego en el centro del pabellón. Iban a hacer un sacrificio a los dioses. Lástima que ya no acepten sacrificios humanos, sería un tanto difícil meter a los traidores en tan pequeña hoguera.

-los sacrificios ya no son tan aceptados en estos tiempos, aparte de que solo queremos quemar comida, no personas- dijo Connor para tratar de relajar un poco el ambiente, cosa que sirvió, aunque no tanto como el esperaba

-Ven- me indicó el rubio.

-Quemamos ofrendas para los dioses. Les gusta el olor- me murmuró al oído, lo cual fue bastante molesto.

-Estás de broma- dije con mi mejor cara de asombro.

Él tan solo se acercó al fuego, inclinó la cabeza y arrojó un gordo racimo de uvas negras.

-Hermes- dijo.

Yo era el siguiente.

Me incliné y eché una gruesa rodaja de jamón al fuego en honor a mi padre. Unas manzanas en recuerdo a Dite. Un poco de pan fresco para Arty. Queso para Atenea. Y finalmente un racimo de uvas para Tia, haciendo que se despierte inmediatamente, con una mirada confundida.

De alguna manera, se sintió el olor de todo lo que se menciono anteriormente, deleitando a todos con un sabroso olor a comida

Cuando todo el mundo regresó a sus asientos y hubo terminado su comida, Quirón volvió a cocear el suelo para llamar nuestra atención.

Dionisos se levantó con un gran suspiro. Lo que no me sorprende en verdad, tiene que mover su gran panza de donde está sentado.

- este chico necesita de verdad unas lecciones de modales de una manera urgente- declaro Dionisio con un dejo de enojo por el comentario del chico hacia su persona

-y tu necesitarías hacer algo de dieta hermano, estoy de acuerdo con el joven Percy, no estas precisamente en la mejor condición de todas- le debatió Hermes haciendo la mímica de sobrepeso burlándose de Dionisio, e cual le lanzo una botella de vino hacia la cabeza que este por poco lo evadió

-cállense y dejen a Hefestos seguir leyendo- dijo Deméter, para que su sobrino continuara con la historia

-Sí, supongo que es mejor que los salude a todos, mocosos. Bueno, hola. Nuestro director de actividades, Quirón, dice que el próximo capturar la bandera es el viernes. De momento, los laureles están en poder de la cabaña cinco.

En la mesa de Ares se alzaron vítores amenazadores.

Los mencionados hijos de Ares, junto con este, volvieron a hacer vítores de amenaza, y de alegría al todavía tener la bandera en su posesión

-Personalmente, no podría importarme menos, pero los felicito. También debería decirles que hoy ha llegado un nuevo campista. Peter Johnson- ja, muy gracioso gordo borracho.

Quirón se inclinó y le murmuró algo.

-Esto… Percy Jackson. Pues muy bien. Hurra y todo eso. Ahora pueden sentarse alrededor de vuestra tonta hoguera de campamento- bien…ahora sí que tuve que aguantarme las ganas de desollarlo vivo, esa hoguera estaba al cuidado de Tia por si no sabía.

Lo cual hizo que la mayoría de los dioses lo mirara mal, haciendo que Dionisio se encogiera en su asiento tratando de huir de esas miradas

Más tarde, por la noche, cuando las chispas de la hoguera ascendían hacia un cielo estrellado, la caracola volvió a sonar y todos regresamos en fila a las cabañas. No me di cuenta de lo cansado que estaba hasta que me derrumbé en el saco de dormir prestado.

Mis brazos se aferraron firmemente al pequeño cuerpo de Tia, que había vuelto a dormirse luego de que la obligase a comer un poco, lo cual, para mi diversión y su vergüenza, fue darle de comer en la boca. Lo que me valió luego unos golpes en la cabeza por haberle dado de comer de esa manera en frente de tanta gente. Solo por estar frente a los demás campistas.

esto hizo que Hestia llegara al limite, y se desmayara, lo que hizo que todos se preocuparan y le pidieran a Apolo que la despertara para que siguiera escuchando la lectura, lo cual el Dios del sol hizo, aparte de estar pendiente de ella para que no se volviera a desmayar por algún motivo

Cuando al final cerré los ojos, me dormí al instante.

Ese fue mi segundo primer día en el Campamento Mestizo.

Los demás días iban a ser bastante ajetreados. Pero no me quejo, va a ser divertido a fin de cuenta.

-aquí termina esta parte del capitulo, ¿quien desea leer el resto?- pregunto Hefestos al terminar de leer lo que le tocaba, y lanzando la pregunta al aire para ver quien agarraba el libro, y quien respondió fue nada mas ni nada menos que Grover, el Señor de lo salvaje, y mejor amigo del protagonista del libro, el cual agarro el libro de las manos del Dios de los Volcanes y volvió a su asiento para empezar la lectura de la segunda parte del capitulo

Los siguientes días me acostumbré nuevamente a una rutina que casi parecía normal, si exceptuamos el hecho de que todo esto ya me lo sé. E incluso me arriesgo a decir que, yo, podría dar tranquilamente algunas clases.

-se notan dos cosas, o que es bastante arrogante por eso, o que exuda una confianza brutal para creer eso-dijo Pollux, el hermano de Castor e hijo de Dionisio

Era una lástima que cada mañana recibía clases de griego clásico de Chase. Al menos los primeros dos días. Luego ni me molesté en aparecerme por ahí. Cuando vino furiosa a preguntarme por qué, lo único que le respondí fue que no necesitaba clases de ningún idioma, pues había aprendido a superar mi dislexia. Obviamente nunca le dije quién me enseñó, ni tampoco cuales eran las recompensas que recibía por parte de Tena por cada libro bien leído.

Atenea se sonrojo mientras todos le enviaban miradas algo incomodas, y algunas chicas algo celosas y furiosas, mientras que Afrodita estaba que lloraba de la risa al ver la cara de la Diosa de la Guerra Estratégica mientras se burlaba de ella

- no sabia que tenias esa faceta Tena, la ocultabas bastante bien JAJAJAJAJA- se reía la Diosa de la Belleza de una manera algo estruendosa haciendo enojar a atenea

-que no me llames así Afrodite, y tu sátiro, sigue leyendo- le dijo atenea, de manera algo brusca a Grover, el cual empezó a leer por miedo a lo que le pudiera hacer la diosa

El resto del día probaba todas las actividades al aire libre, despistando a los demás campistas con la amplia gama de habilidades que tengo, haciendo que no puedan adivinar correctamente quien es mi padre divino.

Quirón intentó enseñarme tiro con arco, pero pronto descubrió que todas las flechas daban en el centro. Horas de enseñanza por parte de Thalia y Artemisa dieron sus frutos.

esta revelación hizo que Thalia y en cierta medida Grover se pusieran felices ya que recordaban como era Percy de malo con el arco y las flechas, aparte de que la Diosa de la Caza no entendía, o mejor dicho, no quería entender el porque ella ayudo al chico a mejorar sus habilidades

Sabía que los campistas mayores y los consejeros me observaban, intentaban decidir quién era mi padre, pero no les estaba resultando fácil. Yo era fuerte como los hijos de Ares, tan bueno en el arco como los de Apolo. Tenía la habilidad con el metal de Hefestos. Lo único en que me permití fracasar fue las habilidades con las vides.

Castellan me dijo que tal vez fuera hijo de Hermes, una especie de comodín para todos los oficios, maestro de ninguno. Lástima que él no sabía que ya era un maestro en cada habilidad que había para enseñar aquí.

-ojala fuera mi hijo, pero estoy seguro que no lo es, aunque ese chico ya me hace sentir orgulloso de sus actuaciones- dijo Hermes, sin esperanza de que en verdad el chico fuera su hijo, aunque en verdad eso no importaba

Cenaba con los de la cabaña 11, echaba parte de mi comida al fuego y luego le daba de comer a Hestia solo por el placer de tenerla a mi lado y hacerla sonreír con mis comentarios sarcásticos.

El martes por la tarde, tres días después de mí segunda llegada al Campamento Mestizo, tuve mi segunda primera lección de combate con espada. Todos los de la cabaña 11 se reunieron en el enorme ruedo donde Castellan nos instruiría.

Decidí actuar como si fuese la primera vez con una espada. Quería que cuando el rubio intentase enseñarme, le daría una clase avanzada de cómo manejar realmente una espada.

Todos estaban interesados en saber que tal era el chico en el uso de la espada, porque debe de tener habilidad para ostentar tal tipo de confianza, mientras que nuestro querido manipulado véase el conocido como Luke se retorcía un poco y le dirigía una mirada de odio al libro mientras tenia un solo pensamiento "arrogante"

A pesar de que no podía usar a Susanoo, y que Anaklusmos aún estaba en posesión de Quirón, tuve que conformarme con una simple espada de bronce oxidada que estaba tirada en la armería.

Después empezamos a enfrentarnos en parejas. Castellan anunció que sería mi compañero, dado que era la primera vez. ¡Je! Perfecto.

-Buena suerte. Luke es el mejor espadachín de los últimos trescientos años- me dijeron los hermanos Stoll. Si conociesen a Reyna o a Hylla no dirían lo mismo.

Las mencionadas se sonrojaron un poco al ser nombradas para tal halago, haciendo que la mayoría de los griegos bufaron por la comparación

-A lo mejor afloja un poco conmigo- les dije sonriendo inocentemente.

Los gemelos tan solo bufaron.

-Vale, todo el mundo en círculo, ¡arriba! Si a Percy no le importa, quiero hacerles una pequeña demostración- exclamó el hijo de Hermes.

Los chicos de Hermes se reunieron alrededor de mí. Se aguantaban las risitas. Se morían de impaciencia por ver cómo el traidor me usaba como saco de boxeo. Le dijo a todo el mundo que iba a hacerles una demostración de la técnica de desarme creada por el Perseo original.

- una técnica difícil de hacer, y bastante favorecedora si tienes experiencia en peleas de espadachines- dijo Quirón con actitud de maestro, con lo cual la mayoría de los griegos estuvieron de acuerdo

-Esto es difícil. A mí me lo han hecho. No se rían de Percy. La mayoría de los guerreros trabajan años antes de dominar esta técnica- dijo el pseudo entrenador.

Hizo una demostración del movimiento a cámara lenta. Desde luego, la espada cayó de mi mano con bastante estrépito.

-te apuesto quince dracmas y una barra de chocolate a que Percy hace bien el movimiento- le dijo Connor a su hermano mientras todos miraban interesados la apuesta, a lo cual Travis acepta poniendo su parte de la apuesta, la cual es la misma que su hermano, pero si Percy hacia mal el movimiento

-Ahora en tiempo real. Atacamos y paramos hasta que uno le quite el arma al otro. Listo, Percy? – asentí lo más inocentemente posible.

Antes de que el poseído pudiese atacarme, mi hoja dio en la base de la de Luke y la giré, lanzando todo mi peso en una estocada hacia delante. Su espada repiqueteó en las piedras. La punta de mi espada estaba a tres dedos de su pecho indefenso.

Los demás campistas quedaron en silencio. Sonreí maniáticamente. Bajé la espada.

-Lo siento… Perdona- ¡que diablos! ¡Agradece que no clave la espada entre tus ojos!

-suerte de principiante, no creo que lo haga de nuevo-dijo Travis pagándole a su hermano por perder la apuesta, mientras que Connor sonreía de manera triunfal

-¿quieres volver a apostar hermano?-le pregunto Connor a Travis el cual volvió a aceptar, diciendo que el no podría hacerlo otra vez

Por un momento Luke se quedó demasiado aturdido para hablar. Logrando que sonría nuevamente.

-¿Perdona? Por los dioses, Percy, ¿por qué lo sientes? ¡Vuelve a enseñarme eso! – con mucho gusto pequeño bocazas.

Una vez más, el proceso se repitió. Intentó atacarme. La palabra clave de todo esto fue "intentó", pues apenas estuvo a tres pasos delante de mí, hice caer su espada.

- no volveré a apostar contigo Connor, tienes demasiada suerte con esto- se quejo Travis volviéndole a pagar la apuesta a su hermano, sin creer que Percy lograra hacer ese movimiento dos veces seguidas con el que ellos creían era el mejor espadachín hasta ahora, mientras todos sonreían con gracia viendo su intercambio de palabras

- sigo creyendo que fue suerte de principiante- dijo un hijo desconocido de Ares teniendo el apoyo de sus hermanos y de su padre el cual estaba de acuerdo con eso

Tras una larga pausa, alguien del público preguntó:

-¿La suerte del principiante? – ya quisieras.

-rayos, que coordinación-dijo Hermes riéndose un poco por la similitud de palabras entre el hijo de Ares y uno de sus hijos

Castellan se secó el sudor de la frente. Me observó con un interés absolutamente renovado. Algo realmente perturbador. Me dan ganas de decirle que no bateo para ese equipo.

-Puede. Pero me gustaría saber qué es capaz de hacer Percy con una espada bien equilibrada…- matarte, tan simple y llano como eso.

-muy bien, seguiré leyendo lo que queda del capitulo para poder terminar por hoy, si es que ustedes me lo permiten- le pregunto Grover a los dioses los cuales le dieron el visto bueno debido a que la mayoría ya estaban cansado y con sueño, y cuando se termine el capitulo todos irán a dormir, en los templos de sus padres, por lo cual, el Señor de lo Salvaje siguió leyendo

El viernes por la tarde estaba con Grover a orillas del lago. Estábamos sentados en el embarcadero, observando a las náyades tejer cestería subacuática, hasta que le pregunté cómo le había ido con el señor D.

Se le puso la cara algo amarilla y dijo:

-Guay. Genial- el sarcasmo no es lo tuyo Grover.

Mientras los hijos de Apolo se preocupaban por la cantidad de enfermedades de los sátiros que tienen como reacción poner la cara de ese color, los hijos de Hermes miraban al sátiro con una cara de decepción, a la vez que el propio Hermes le decía que le daría unas clases especiales

-¿Así que tu carrera sigue en pie? – pregunté recordando la última vez.

Me miró algo nervioso.

-¿Te ha dicho Quirón que quiero una licencia de buscador? -

-Si, dijo que tenías grandes planes, ya sabes… y que necesitabas ganarte la reputación de terminar un encargo de guardián. ¿La conseguiste? – le pregunté, aunque ya sabía que había caído en su depresión.

Todos miraban al sátiro, pensando como se vería tener que narrar cosas que ya dijiste en el pasado, mientras que el se sentía algo nostálgico leyendo todo esto, le hacia recordar buenos tiempos en esos años

Grover miró hacia abajo, a las náyades.

-El señor D ha suspendido la valoración. Dice que no he fracasado ni logrado nada aún contigo, así que nuestros destinos siguen unidos. Si te dieran una misión y yo te acompañara para protegerte, y los dos regresáramos vivos, puede que considerara terminado mi trabajo- y lo harás mi querido chico cabra.

-¡Pues claro que te querría a mi lado! Imagínate las noticias en el Olimpo, ¡chico cabra terror de los monstruos mitológicos! ¡Primera plana como mínimo! – exclamé, intentando sacarlo de su pozo depresivo.

Alicaído, Grover observó el agua. Diablos, la próxima vez que vea a Apolo y Hermes, les diré que se lo lleven de fiesta toda una semana.

-y lo haremos, ¿es una promesa verdad hermano?- le pregunto Hermes al Dios de la Medicina, el cual asintió estando de acuerdo con el, mientras Grover los miraba algo incomodo con una sonrisa algo forzada antes de seguir leyendo

-Cestería… Tiene que ser estupendo tener una habilidad que sirva para algo- bueno…es un buen pasatiempo si me lo preguntas.

Intenté animarlo, asegurándole que poseía muchísimos talentos, pero eso sólo lo puso más triste.

Hablamos un rato de canoas y espadas, después debatimos los pros y contras de los distintos dioses.

- ¿y que paso con los pros y los contras? seria interesante saberlo- dijo hades, interesado en saber que se dijo sobre ellos

- lo siento lord Hades, no aparecen escritos, y ya ha pasado demasiado tiempo desde que tuve esa conversación así que no la recuerdo- dijo Grover dándole una mirada de disculpa al dios del inframundo quien se encogió de hombros al saber eso

Al final, acabé preguntándole por las cabañas vacías. Para no perder el papel del chico nuevo en este mundo.

-La número ocho, la de plata, es de Artemisa. Juró mantenerse siempre doncella. Así pues, nada de niños. La cabaña es, ya sabes… honoraria. Si no tuviera una se enfadaría- no lo dudo, pero eso de mantenerse siempre doncella creo que puede llegar a ser discutible dentro de unos años, pensé sonriendo en mi mente.

Esto hizo que Artemisa se sonrojara al máximo al saber las implicaciones de eso, mientras Zeus entrecerraba los ojos, aunque nadie lo supiera, el amaba a sus hijas, mientras que afrodita se estaba riendo de lo lindo por la reacción de la Diosa de la Caza

- Oh rayos, en serio ya quiero conocer a este chico, es en verdad interesante- dijo la Diosa del Amor, mientras paraba de reír y se lamia disimuladamente un labio, y dándole una mirada a Grover para que siguiera con la lectura

-Ya. Pero, y las otras tres, ¿las del fondo? ¿Son ésas los Tres Grandes? -

Grover se puso en tensión. Era un tema delicado.

-No. Una de ellas, la número dos, es de Hera, otra de las honorarias. Es la diosa del matrimonio, así que por supuesto no va por ahí teniendo romances con mortales. Esa es tarea de su marido. Cuando decimos los Tres Grandes nos referimos a los tres hermanos poderosos, los hijos de Cronos.

-Zeus, Poseidón y Hades- aunque Hestia cuando se enoja, puede dar bastante miedo. La última vez que la cabrearon, Zeus se escondió detrás de su esposa por una semana.

Esto hizo que varios dioses (véase Poseidón, Zeus, hades y Hermes) se estremecieran, ya sabían como era la Diosa del Hogar furiosa como para que quisieran volverla a enojarlo cual hizo que Hestia se sonrojara y sonriera un poco por la vergüenza

-Exacto. Veo que estás al día con tus estudios. Tras la gran batalla contra los titanes, le quitaron el mundo a su padre y se echaron a suertes a quién le tocaba cada cosa-

-A Zeus le tocó el cielo, a Poseidón el mar y a Hades el inframundo- hasta el día de hoy sigue quejándose este último.

- por fin alguien que si entiende las cosas, y no hace oídos sordos- exclamo el señor del Inframundo, con un brillo algo alegre en sus ojos, mientras que sus hermanos silbaban y se hacían los desentendidos

-Aja-

-Pero Hades no tiene cabaña- dame dos años más y arreglaré eso.

- ¿en serio lo hará?- le pregunto Hades a Nico, el cual respondió afirmativamente, aunque el casi nunca usaba la cabaña porque vivía con el

-No, y tampoco trono en el Olimpo. Digamos que se dedica a sus cosas en el inframundo. Si tuviera una cabaña aquí…Bueno, no sería agradable. Dejémoslo así- ¡oye! Nico puede ser algo emo, pero Bianca y Hazel son todo lo contrario al característico hijo de Hades.

Las mencionadas se sonrojaron, mientras que nico reclamaba debido a que solo fue una fase que tuvo de niño, cosa que le pareció de lo más adorable a cierto hijo de Apolo

-Pero Zeus y Poseidón… Los dos tenían infinidad de hijos en los mitos. ¿Por qué están vacías sus cabañas? -

Grover movió las pezuñas, incómodo.

-Hace unos sesenta años, tras la Segunda Guerra Mundial, los Tres Grandes se pusieron de acuerdo para no engendrar más héroes. Los niños eran demasiado poderosos. Influían bastante en el curso de los acontecimientos de la humanidad y causaban mucho derramamiento de sangre. La Segunda Guerra Mundial fue básicamente una lucha entre los hijos de Zeus y Poseidón, por un lado, y los de Hades por el otro. El lado ganador, Zeus y Poseidón, obligó a Hades a hacer un juramento con ellos: no más líos con mortales. Todos juraron sobre el río Styx.

El trueno bramó. Reina del drama.

Poseidón y Hades se reían mientras Zeus les recriminaba que se detuvieran de burlarse de el, ya que el no hace eso (N/A: que mentira del pobre Zeus)

-Ese es el juramento más serio que puede hacerse. ¿Y los hermanos mantuvieron su palabra? – es lo mismo que preguntar si Kronos fue un buen padre…

-bueno, no es la mejor comparación, aunque es bastante cierta-dijo atenea, viendo la incomodidad en la cara de todos al oír el nombre del Titán del tiempo

La expresión de Grover se enturbió. Sabía muy bien lo que venía.

-Hace diecisiete años, Zeus se cayó del tren. Había una estrella de televisión con un peinado de los ochenta… En fin, no se pudo resistir. Cuando nació su hija, una niña llamada Thalia… Bueno, el río Styx se toma en serio las promesas. Zeus se libró fácilmente porque es inmortal, pero condujo a su hija a un destino terrible- un lindo pino, al menos aún sigue vive y lo seguirá estando.

-¡Pero eso no es justo! ¡No fue culpa de la niña! – lo ves Zeus? Así se actúa.

Esto puso a pensar al dios de los cielos, mientras Hera pensaba alguna razón para tener ese tipo de opinión de su esposo

Grover vaciló.

-Percy, los hijos de los Tres Grandes tienen mayores poderes que el resto de los mestizos. Tienen un aura muy poderosa, un aroma que atrae a los monstruos. Cuando Hades se enteró de lo de la niña, no le hizo ninguna gracia que Zeus hubiera roto el juramento. Hades liberó a los peores monstruos del Tártaro para torturar a Thalia. Se le asignó un sátiro como guardián cuando tenía doce años, pero no había nada que pudiera hacer. Intentó escoltarla hasta aquí con otro par de mestizos de los que se había hecho amiga. Casi lo consiguieron. Llegaron hasta la cima de la colina - Señaló al otro lado del valle, el pino junto al que yo había luchado con el Minotauro la primera vez- Los perseguían las tres Benévolas, junto a una horda de perros del infierno. Estaban a punto de echárseles encima cuando Thalia le dijo a su sátiro que llevara a los otros dos mestizos a lugar seguro mientras ella contenía a los monstruos. Estaba herida y cansada, y no quería vivir como un animal perseguido. El sátiro no quería dejarla, pero Thalia no cambió de idea, y él debía proteger a los otros. Así que se enfrentó a su última batalla sola, en la cumbre de la colina. Mientras moría, Zeus se compadeció de ella. La convirtió en aquel árbol. Su espíritu ayuda a proteger las lindes del valle. Por eso la colina se llama Mestiza-

Todos los que no sabían la historia quedaron impresionados al saber el porque la colina tenia ese nombre, mientras Grover le mando una mirada a Thalia la cual estaba algo melancólica al recordar ese tiempo que paso convertida en un árbol, y le hizo un gesto al sátiro para que siguiera leyendo, lo cual fue lo que hizo

-Para dejarlo en claro Grover. Tú eras el sátiro, Luke y Annabeth los dos mestizos. ¿No? – le pregunté, soltando los nombres de los traidores lo menos venenoso posible, pues sé que Grover puede ver mis emociones, lástima que ahora tendrá que esforzarse al menos tres veces más.

Miré el pino en la distancia. Aun estando en esa forma, me parece muy hermosa, siempre cuidando de la gente que le importa a pesar de que ella nunca lo exprese. Esta vez no dejaré que nada te suceda. No a ti, ni a las demás. Aunque tenga que poner mi enfermedad al límite, las salvaré.

esto hizo que Apolo y sus hijos, aparte de unas cuantas personas mas se preocuparan al escuchar la mención de dicha enfermedad, y las chicas se sonrojaron, unas mas que otras al saber que daría su vida por ellas, algo bastante heroico, y estúpido, si se ve desde diferentes puntos de vista

-Grover, hay algún héroe que haya cumplido misiones en el inframundo? – yo, tres veces como mínimo.

-Algunos. Orfeo, Hércules, Houdini- uno que no debía mirar atrás, un idiota al que le cortaré las pelotas con una cuchara oxidada, y un hijo de Hades y legado de Hermes, no es necesario más explicación.

-Y… ¿han traído de vuelta a alguien de entre los muertos? – yo a mi madre, Nico a Hazel…

Estos hechos sorprendieron a todos, y en mayor medida al dios del inframundo, ya que se suponía que ningún vivo suele pasar a sus dominios sin morir claro esta, aparte de saber que su hijo rescato a su media hermana, aunque esto lo intrigo, porque el no estaba enterado que ella estaba allí, ya después de todo esto, la buscaría por los terrenos donde están las almas

-No. Nunca. Orfeo casi lo consiguió… Percy, no estarás pensando seriamente en… ¿? – ¿entrar al inframundo y sacar a mi madre? Nop, nunca.

-No. Sólo me lo preguntaba- mentí descaradamente.

Grover me estudió con recelo, poco convencido de que hubiese abandonado la idea del inframundo.

-este chico en verdad enorgullece, seguramente nosotros le enseñamos a mentir ¿verdad hijos?- le pregunto el Dios de los Caminos a sus hijos, los cuales le contestaron con un sonoro si, estando de acuerdo con su padre, después de esto, Grover continuo leyendo

Esa noche, después de la cena hubo más ajetreo que de costumbre. Por fin había llegado el momento de capturar la bandera. Hora de enseñarles que solo es cuestión de tiempo para que yo llegue y los borre de este plano. Cuando retiraron los platos, la caracola sonó y todos nos pusimos en pie.

Los campistas gritaron y vitorearon cuando Chase y dos de sus hermanos entraron en el pabellón portando un estandarte de seda. Medía unos tres metros de largo, era de un gris reluciente y tenía pintada una lechuza encima de un olivo. Por el lado contrario del pabellón, Clarisse y sus colegas entraron con otro estandarte, de tamaño idéntico pero rojo fuego, pintado con una lanza ensangrentada y una cabeza de jabalí.

Los hijos de atenea, y los de Ares vitorearon, al saber que tenían los estandartes en su poderío, cosa que les hacia verse en desafío al pensar quien ganaría, y los romanos estaban curiosos sobre lo que era el juego de capturar a la bandera, y Reyna supuso que era similar a lo que ellos tenían en su campamento

Pintoresco si soy honesto. Viendo que ya tendré que agruparme con mis compañeros de equipo, dejo a Tia, que estaba comiendo conmigo, en la hoguera y deposito un beso en su nariz a modo de despedida. Solo para que las llamas de la fogata alcancen un color rojo carmín, imitando en este momento a su cara, haciendo que me sonría.

Me volví hacia Luke y le grité por encima del bullicio:

-¿Esas son las banderas? – preguntando de nuevo en mi modo novato.

-Si- vaya, ahora eres un sujeto de pocas palabras.

-¿Ares y Atenea dirigen siempre los equipos? – no desde que llegué aquí la última vez, y pienso repetir eso.

-veremos como este idiota planea hacerlo ¿no chicos?- dijo un hermano de Clarisse, siendo respaldado por los otros con un grito de guerra, del cual el Dios de la Guerra esta orgulloso

-No siempre, pero sí a menudo- perdedor, eres un maldito maratonista y pierdes llevando una simple bandera, no me sorprende porque Kronos te manejaba tan fácilmente.

En esto Luke se removió furiosamente la vez que pensaba con todas sus fuerzas que Percy era un total impertinente e irrespetuoso con el, cosa que desde su punto de vista no merecía

-Así que, si otra cabaña captura una, ¿qué hacen? ¿Repintan la bandera? – una pregunta bastante válida para alguien que llega acá por primera vez.

Sonrió. Dioses, como quisiera sacarte todos los dientes y hacértelos tragar, así luego te muerden el culo.

-Ya lo verás. Primero tenemos que conseguir una- idiota, sigue creyendo que estoy en el bando de ellos.

-¿Tendremos? ¿De qué estás hablando? – le pregunté inocentemente, con mi mejor cara de cachorro perdido.

- sin duda en verdad tomo clases de engaño y actuación con todos nosotros, estoy tan orgulloso de el, y decepcionado de Luke al no percatarse de que le veían la cara de estúpido- dijo uno de los hermanos de los Stoll, secándose una lagrimita falsa, antes de ver con decepción a su hermano poseído por Kronos

-Nos hemos aliado temporalmente con Atenea. Esta noche vamos por la bandera de Ares. Y tú vas a ayudarnos- dijo confiadamente.

-Y es ahí donde te equivocas. Yo ya estoy aliado con el equipo de Ares. Y no puedes decirme que pertenezco a la cabina once, porque aún soy indeterminado- dije sonriendo burlonamente mientras me retiraba, dejándolo con la boca abierta.

Se anunciaron los equipos. Atenea se había aliado con Apolo y Hermes, las dos cabañas más grandes; al parecer, a cambio de algunos privilegios: horarios en la ducha y en las tareas, las mejores horas para actividades.

Ares se había aliado con todos los demás: Dionisos, Deméter, Afrodita, Hefestos y por último, yo, el comodín del equipo.

-esto me da unas ideas para proponerlas en el campamento-dijo Reyna en voz baja viendo las posibilidades de modificar algunas cosas referentes a los juegos romanos

Quirón coceó el mármol del suelo. Quizás después de que vuelva de mi misión le regale una bolsa con terrones de azúcar…o mejor mucho chocolate. Lo último que quiero es un centauro cabreado persiguiéndome.

-¡Héroes! Conocéis las reglas. El arroyo es la frontera. Vale todo el bosque. Se permiten todo tipo de artilugios mágicos. El estandarte debe estar claramente expuesto y no tener más de dos guardias. Los prisioneros pueden ser desarmados, pero no heridos ni amordazados. No se permite matar ni mutilar. Yo haré de árbitro y médico de urgencia. ¡Ármense!–un minuto más, y gritaba que ciertos juegos el hambre comiencen.

- que buena referencia a los libros, sin duda le agarro el gusto a la lectura- dijo Apolo, el cual capto la referencia a su saga favorita de libros con una sonrisa

Abrió los brazos y de repente las mesas se cubrieron de equipamiento: cascos, espadas de bronce, lanzas, escudos de piel de buey con protecciones de metal.

Esta vez mi escudo era del tamaño apropiado, con una enorme luna en el medio. Ultra ligero, parece que a alguna cazado de Arty se le quedó aquí hace muchos años. Con él podría moverme con bastante facilidad, y mi velocidad no se vería afectada. Mi casco, como todos los del equipo de Ares, tenía un penacho rojo encima.

Atenea y sus aliados lo llevaban azul. Lo siento Tena, quizás la próxima juegue para tu equipo.

-Equipo rojo, ¡adelante! - gritó Clar.

Vitoreamos, agitamos nuestras armas y la seguimos por el camino hacia la parte norte del bosque. El equipo azul nos provocaba a gritos mientras se encaminaba hacia el sur.

- que conste que fueron los de Hermes los cuales hacían eso, ninguno de los demás fue- aclaro Will, viendo que tenían la mirada fija en ellos

-Eh! Clarisse! Bueno, y ¿cuál es el plan? – le pregunté, acercándome lo suficiente para hacerla sonrojar.

-Es fácil. Quédate junto al arroyo y mantén a los rojos apartados. Déjame el resto a mí. Los cabezas de búho siempre tienen un plan para fastidiarnos la noche- dijo tratando de apartar la mirada, logrando que tenga que reprimir una risa ante su actitud sumisa.

-Vale. Me alegro de que me quisieras en tu equipo- digo honestamente en esta línea temporal.

Era una noche cálida y pegajosa. Los bosques estaban oscuros, las luciérnagas parpadeaban. Me había ubicado junto a un pequeño arroyo que borboteaba por encima de unas rocas, mientras ella y el resto del equipo se dispersaba entre los árboles.

Allí de pie, solo, con mi gran casco de plumas rojas y mi escudo de plata lunar, me sentí como en paz. La espada de bronce, aunque mal equilibrada, me serviría para las luchas de hoy.

-todo buen guerrero, siente paz antes de entrar en combate, siempre-dijo Ares, sin notar el sonrojo de su hija por la actitud que agarro en el libro, cosa que sorprendió a todos ya que es el primer comentario neutral que hace desde que se comenzó a leer el libro

En la lejanía se oyó la caracola. Escuché vítores y gritos en los bosques, entrechocar de espadas, chicos peleando. Un aliado emplumado de rojo pasó corriendo a mi lado como un ciervo, cruzó el arroyo y se internó en territorio enemigo. Niego con la cabeza, a veces no hay que ser tan apresurado en la elección de movimientos tácticos.

Entonces, en algún lugar cerca de donde me encontraba, oí un gruñido, tan solo era cuestión de tiempo para que el Hellhound que Castellan dejo entrar en el campamento me ataque.

Al otro lado del arroyo, de pronto la maleza explotó. Aparecieron cinco guerreros de casco azul gritando y aullando desde la oscuridad.

-¡Al agua con el novato! - gritó Rodríguez, mala, muy mala idea.

Blandía una espada mientras que sus compañeros sólo llevaban las lanzas de bronce típicas. Si esto fuese una lucha de verdad, habrían muerto hace rato.

-sin duda el chico tiene razón, en una batalla real, habrían sido asesinados desde hace rato-dijo Frank haciendo uso de sus conocimientos en armas, sorprendiendo a todos ya que se habían olvidado de que el estaba presente

Cargaron a través del riachuelo. No había ayuda a la vista. Podía correr. O tratar de defenderme de ellos. Creo que eligieron un mal día para atacar al novato del campamento.

Conseguí evitar el lance del primer niño, golpeándolo rápidamente con el dorso de mi espada, noqueándolo. Me rodearon y Rodríguez me atacó con la espada. Mi escudo de plata lunar desvió completamente el ataque, haciendo que trastabille, lo cual aproveché y lo mandé a dormir con el mango de mi espada. Dos menos, tres para ir.

Podía sentir como mi boca empezaba a tener un sabor metálico, justo en el momento preciso que estoy peleando. A veces odio demasiado a mi enfermedad. Me relajo, esperando a que los otros tres vengan a atacar, evitando el mayor movimiento posible. No quiero empezar a escupir sangre, asustando a todos.

- si nos habría asustado, porque ¿quien empieza a sangrar de repente sin haberlo herido nadie?- dijo Will como un comentario al aire, al cual algunos le dieron la razón

El azul número uno y el azul número dos se me arrojaron encima. Le estampé el escudo en la cara a uno y usé la espada para esquilar el penacho del otro. Ambos retrocedieron con rapidez. El feo número tres no parecía con demasiadas ganas de atacarme, pero estaban en superioridad numérica y no iban a dejar pasar esta oportunidad. En cuanto me embistieron, los noqueé de un solo espadazo a los tres. ¿En serio creyeron que podían ganarme?

Entonces oí chillidos y gritos de alegría, y vi a Luke correr hacia la frontera enarbolando el estandarte de mi equipo. Los hermanos Stoll le cubrían la retirada y unos cuantos apolos se enfrentaban a las huestes de Hefestos. Los de Ares se levantaron y Clarisse murmuró una torva maldición.

-¡Una trampa! ¡Era una trampa! – algo le debió pasar para que actué así.

-bueno, siempre se tiene un plan para contrarrestar al enemigo ¿no creen muchachos?- dijo un hijo de atenea respaldado por todos sus hermanos, haciendo que su madre les lance una mirada de orgullo

Me devolví a recoger la lanza de uno del equipo azul, y procedí a respirar profundamente. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. Me tomo mi tiempo, pues tan solo tengo un tiro. Mis compañeros trataron de atrapar a Luke, pero era demasiado tarde. Todo el mundo se estaba preparando para festejar, cuando de repente arrojé la lanza.

El viento pareció detenerse, los pájaros callaron, la respiración de todos se paró repentinamente. Lo único que se escuchó por un segundo, fue el silbido que la punta de la lanza hizo mientras iba volando, para atrapar a Castellan por el borde de su camiseta, arrojándolo al piso y dejándolo atrapado contra el tronco de un árbol. Dándole tiempo a que nuestros corredores pasen la meta.

Todos quedaron en silencio, no podían creer lo que el dios encubierto había hecho, una movida única que solo alguien con experiencia hubiera podido hacer bien

- le pediré que me enseñe a hacer eso, no importa que me diga que no, se lo pediré hasta el cansancio- dijo clarisse, emocionada por aprender tal movida, ya que le pareció sumamente genial

Nuestro equipo estalló en vítores. El estandarte azul brilló y se volvió verde. La lechuza y el olivo se convirtieron en una cornucopia, una hoz y un maíz. De alguna manera, Katie se había hecho de la bandera del equipo azul y logrado cruzar la meta.

Quirón salió a medio galope del bosque e hizo sonar la caracola.

El juego había terminado. Habíamos ganado.

esto hizo que todos los hijos de Apolo, Hermes, y atenea, abuchearan a los que habían ganado, los cuales habían estallado en gritos de felicidad y de burla hacia ellos, y ya después de varios minutos estando así, se calmaron y dejaron que Grover pudiera continuar con la lectura

Estaba a punto de unirme a la celebración cuando escuché un chapoteo, justo a mi lado en el arroyo, a la cual ataqué rápidamente con el borde de mi escudo. Solo para descubrir que había noqueado a Chase, quien se acercaba sigilosamente por mi espalda con su maldita gorra ayudándola. Para que aprenda su lección, decidí apropiarme de su gorra, y luego decidiré cuando devolvérsela, si es que algún día lo hago.

Antes de que pudiera unirme a mis compañeros para festejar, volví a oír el gruñido canino de antes, pero esta vez mucho más cerca. Un gruñido que pareció abrir en dos el bosque.

Los vítores de los campistas cesaron al instante. Quirón gritó algo en griego clásico pidiendo su arco. Me gustaría decirle que no será necesario.

En las rocas situadas detrás de mí había un Hellhound. Podía sentir que me miraba fijamente.

-un momento, ¿Quién dejaría entrar a un perro de los campos del castigo a los bosques del campamento en pleno juego?- pregunto Quirón, y mas rápido que inmediatamente, todos voltearon a ver a los únicos que estaban encadenados los cuales se encogieron ante la dura mirada de todos, mientras que Thalia les mando una descarga eléctrica que los hizo retorcerse por unos momentos, y ya después dejo de hacerlo para continuar con la lectura del libro

Nadie se movió, y Clarisse gritó:

-Percy, ¡corre! – a lo cual respondí con una sonrisa tranquilizante.

Intentó interponerse entre el bicho y yo, pero el perro era muy rápido. Le saltó por encima y se abalanzó sobre mí. Solo para caer muerto a mis espaldas. Nadie había sido capaz de ver fácilmente cuando clave mi espada en medio de la cabeza del perro del infierno.

-rayos, este chico en verdad es bueno, solo espero que no nos toque enfrentarlo en una pelea, porque de seguro la tendríamos muy difícil- dijo un hijo indeterminado de la cabaña de Deméter

Quirón trotó hasta nosotros, con un arco en la mano y el rostro sombrío. Mirándome detenidamente.

-Di immortales! Eso era un perro del infierno de los Campos de Castigo. No están… se supone que no…- gritó Clar, realmente preocupada por mí.

-Alguien lo ha invocado. Alguien del campamento- dijo Quirón, a lo que me tuve que aguantar de hacer un comentario sarcástico.

Castellan se acercó, lo habían liberado de la lanza que le arrojé momentos atrás.

-¡Percy tiene la culpa de todo! ¡Percy lo ha invocado! – vociferó un campista indeterminado de la cabina de Hermes

-Cállate, niño- le espetó Quirón.

Observamos el cadáver del perro del infierno derretirse en una sombra, fundirse con el suelo hasta desaparecer.

- bueno, no creo que Percy invocara al HellHound solo para que lo atacara el, seria algo bastante ilógico, y estúpido si me lo preguntan a mi-dijo un hijo de atenea, al cual le dieron toda la razón, ya que sabían que fue Luke y Annabeth quienes lo invocaron

-¿Estás herido? - me dijo Clarisse.

-Estoy bien Clar, no estoy herido- respondí, llamándola inconscientemente por el apodo que le daba cuando estábamos juntos.

-No, no lo estás – replicó mientras me chequeaba fervientemente.

Estaba demasiado cansado para discutir. El dolor, aunque sea imperceptible, seguía allí. La sensación de hierro en mi boca estaba presente aún. Regresé al arroyo, y todo el campamento se congregó en torno a mí. Al instante me sentí mejor y las heridas internas de mi pecho empezaron a curarse temporalmente, ya que era cuestión de tiempo para que se abran de nuevo.

Algunos campistas se quedaron boquiabiertos. Parece que padre me había reclamado en este momento, siempre tan oportuno.

-creo que ya se sospecha quien es el padre del chico ¿verdad?- dijo Artemisa al atar cabos sobre chico regresando al arroyo para que este lo curara, y solo podría ser hijo de un dios que tuviera ese dominio, y por ese comentario, todos fijaron su vista en Poseidón, y antes de que sucediera algo, véase que Zeus le reclamara a su hermano que rompió el pacto, cosa que no iba a ser ya que el fue el primero en hacerlo

-Percy- dijo Clarisse, señalando por encima de mi cabeza.

Alcé la mirada, actuando de manera asombrada para continuar mi acto, la señal empezaba a desvanecerse, pero aún se distinguía el holograma de luz verde, girando y brillando. Una lanza de tres puntas: un tridente.

-Tu padre. Esto no es nada bueno- murmuró Clar.

-Ya está determinado - anunció Quirón, pero tampoco era para tanto, tan solo debería ir a buscar el rayo de Zeus y otras misiones recopiladas en cinco años, y listo, todos felices.

Todos empezaron a arrodillarse, incluso los campistas de la cabaña de Atenea, aunque no parecían nada contentos.

-bueno, considerando que nuestros padres no se llevan lo que se dice bien, es entendible- dijo un hijo de atenea, a lo cual sus hermanos asintieron de acuerdo a lo que el dijo

-¿Poseidón? - pregunté perplejo, ya a esta altura exijo que me den un premio a la academia.

-Poseidón. Sacudidor de tierras, portador de tormentas, padre de los caballos- repuso Quirón.

-Salve, Perseo Jackson, hijo del dios del mar- bien, un paso menos para salvar a mis esposas y un paso menos para matar a los traidores.

Esto realmente se va a poner bueno. Como leí una vez en la biblioteca de Tena. ¡Que los juegos comiencen!

-bueno, aquí termina este capitulo-dijo Grover bostezando de manera somnolienta por el cansancio que tenia en ese momento, contagiando a varios mas, lo cual hizo que Zeus mandara a los dioses con sus hijos a sus respectivos templos, mientras le dio una mirada a Poseidón, como diciéndole que tendrían que hablar

bueno gente, espero que hayan pasado una feliz navidad con sus familias y que les hayan traído muchos regalos a todos ustedes, como podrán ver, ya se sabe la filiación de nuestro querido protagonista, y las reacciones no fueron las esperadas, debido a que varios habían atado cabos por el aspecto de Percy, y a la única persona a la que se puede parecer, también se preguntaran, ¿red, porque no pusiste la reacción de Zeus? bueno, no lo hice debido a que estaban tanto Thalia como Jasón, aparte de que Hera le envió una mirada mas que amenazante hacia el y por eso no dijo nada, el próximo capitulo será a comienzos del año entrante, el cual aprovechare que estaré haciendo el vago durante un mes debido a que cambiaron las fechas de inicio de clases en mi universidad, así que sin mas que decir, me despido, y les deseo un feliz año nuevo