Muy buenos días/tardes/noches, dependiendo de su zona horaria, espero que hayan pasado excelente estas navidades, porque aquí estoy de nuevo con un capitulo recién salido del horno( o mejor dicho, de mi cabeza) para ustedes, y aparte aprovechare de que tengo este mes libre antes de comenzar las clases en la universidad, la cual me comerá mucho tiempo, y no podre actualizar como he venido haciendo últimamente, aunque sin mas que decir, espero disfruten leyendo este capitulo, como yo lo hice escribiéndolo, nos leemos en las notas finales gente
Capitulo 4: primera misión, por segunda vez
Ya estando todos en sus respectivas habitaciones, Zeus, Poseidón y Hades que de casualidad los vio irse hacia otro lado, estaban sentados y teniendo como tema principal de su conversación el que Poseidón haya roto el juramento al haber concebido al ya conocido Percy, aparte de que Zeus también lo había roto, dejando como el único que no lo hizo al querido y apreciado Dios del Inframundo Hades
-no me agrada en lo mas mínimo que ese chico exista hermano, estoy seguro que el será el protagonista de la Gran Profecía, sugiero que lo busquemos y lo eliminemos para ahorrarnos futuros problemas- dijo Zeus con algo de arrogancia en la voz, mientras que Poseidón y hades se miraron entre si y luego lo miraron a el
- hermano, tu también rompiste el juramento, no una, sino dos veces, y ¡con la misma mujer! así que la opción de matar a mi hijo queda descartada, porque si no te habrás dado cuenta, el vino del futuro, por lo que tengo entendido que ya habrá pasado por lo de la Profecía, y aunque después morimos, no fue por culpa de el, así que ¡deja de ser tan paranoico!- le dijo Poseidón gritándole lo ultimo al Dios de los Cielos haciendo que se enoje y busque apoyo en su hermano Hades
-por mas que te incomode hermano, estoy de acuerdo con la opinión de Poseidón, este chico Percy, se ve que ya ha sufrido lo suyo durante mucho tiempo, así que mi decisión es dejar que el chico viva, estoy en desacuerdo con todas las chorradas que dijiste, y por mi, este tema queda zanjado, tengo sueño y quiero dormir, así que buenas noches hermanos- dijo Hades, dando por sentado el tema, levantándose de la silla y yendo a su templo, para pasar un poco de tiempo con sus hijos, mientras que Zeus se levantaba enojado y se iba refunfuñando cosas sobre hermanos que no le hacen caso, y Poseidón se iba también a su templo con una sonrisa bastante grande al haberle ganado en una discusión a su hermano
Time Skip: al día siguiente
Estando ya todos reunidos, ya desayunados, y sentados de manera cómoda, Hestia agarro el libro para poder comenzar con la lectura
A la mañana siguiente, Quirón me trasladó a mi cabaña. Ya no tendría que compartirla con nadie que no quisiese. No Castellan y tampoco las visitas molestas de Chase. Juro que si los llegaba a ver una vez más intentando "hacerme sentir mejor" los apuñalaba con la daga que me hizo Charles. Gozaba de espacio de sobra para todas mis cosas: la daga hecha a partir del cuerno de Minotauro, un juego de ropa limpia y una bolsa de aseo. Podía sentarme a mi propia mesa, escoger mis actividades, y no escuchar a nadie más.
- eso es algo que nosotros podemos hacer, cuando estamos en las forjas obviamente- dijo leo de manera algo burlona sacándole una sonrisa a varios de los presentes
Podría invitar a quien se me dé la gana. Clarisse, Hestia…
Las dos mencionadas e sonrojaron mientras algunas les enviaron unas miradas de celos mientras desviaban la mirada de manera algo tímida
A pesar de que me estaba empezando a sentir a gusto en la colaboración de bromas con los hermanos Stoll
-hermano, al fin conseguimos a alguien que nos ayuda con las bromas, es un sueño hecho realidad-le dijo Travis a su hermano Connor, sonriendo con felicidad mientras se sonaban la nariz con un pañuelo debido a que soltaron unas lagrimas falsas de alegría, sacándole una carcajada limpia a sus hermanos y a su padre
Ahora me separaban nuevamente como si tuviera una enfermedad. No es como si me molestase, pero si supiesen que no están tan errados, lo justificaría mucho mejor.
Sabía perfectamente que tanto los hijos de Dite, como los de Hermes estaban hablando como viejas a mis espaldas. Sabía que lo hacían porque estaban asustados, pero no quita que sea molesto.
-Es un buen punto el suyo, aunque reaccionaron así porque hasta ese entonces Poseidón no había tenido ningún hijo, el fue el primero en mas de sesenta años-dijo Quirón dando su punto de vista imparcial
La mayoría de los campistas se alejaban de mí, a lo cual, recordando la anterior línea del tiempo, ya no me perturbaba tanto. Clar pasaba tiempo conmigo, ya sea platicando de cualquier cosa, como nuestras vidas antes de llegar al campamento, o gustos particulares de cada uno. Y Tia, con quien seguía actuando como si no supiese que era mi diosa, seguía jugando y dándole de comer cada vez que íbamos al pabellón.
Las dos mencionadas se sonrojaron nuevamente, pero la mas sonrojada fue la Diosa del Hogar, que tenia la cara tan roja que dejaría a un tomate pálido, lo cual hizo que la hoguera que había tomara tonos carmesíes y se elevara unos cuántos metros, aparte de que algunas les enviaron miradas de celos casi evidentes
Igual, tenía que seguir actuando como un novato. Es decir, no ser tan altanero y sabiondo con los demás. Bueno, quizás con Chase y sus estúpidos intentos de hacerme aprender griego, cuando ya le había dicho que era innecesario. También debí continuar con las enseñanzas que me daba Castellan, quien debía de ser agradecido que no estuviera cortando en pedazos todo su cuerpo.
-Vas a necesitar todo el entrenamiento posible. Vamos a probar otra vez ese golpe para descabezar la víbora. Repítelo cincuenta veces- me dijo, mientras practicábamos con espadas y antorchas ardiendo, en las cuales me movía fluidamente, como el agua, haciendo que se frustre por no poder lastimarme.
-se nota que le gusta sacar de quicio a los que le caen demasiado mal, supongo para que cometan algún error y aprovecharlo- dice artemisa, dando su opinión por primera vez en varios capítulos, sorprendiendo a la gran mayoría ya que estaban algo absortos con la historia y no se habían dado cuenta de su alrededor
Sabía que algunos en el campamento me tenían manía, porque una noche entré en mi cabaña y encontré el ejemplar del New York Daily News, abierto por la página dedicada a la ciudad. Siendo honesto, disfruté mucho los burdos intentos para sacarme de mis casillas.
- la vida que tuvo le ha dado paciencia, y en gran cantidad al parecer- dijo Deméter expresándose al ver la pequeña broma que de seguro fue de los hermanos Stoll
Releyéndolo por segunda vez en la vida, saqué unas tijeras que había tomado prestado de la cabina de Hermes, y me dediqué a recortar la nota. Tenía pensado armar un álbum con todas mis aventuras.
- pues será un álbum bastante extenso con todo lo que tendrá que pasar- dijo Grover en un suspiro lo cual le llamo la atención a todos, los cuales lo estaban mirando con curiosidad, preguntándole silenciosamente que es lo que tendrá que pasar
-oigan, no diré absolutamente nada, seguramente en el libro saldrá todo así que no me pregunten- les respondió Grover sacándoles un gemido de decepción a la mayoría de los semidioses, aunque los dioses entendieron su punto de vista
Tiré el periódico y me dejé caer en mi litera, en medio de la cabaña vacía. Al cabo de unos minutos me dormí. Esa noche tuve de nuevo una pesadilla. Creo que ya no debería llamarlas de ese modo, las pesadillas son los momentos que tuve que vivir antes de volver, pesadillas son verlas y tener el recuerdo fresco en mi mente que les había fallado.
- me sorprende y me preocupa ver como pasa de estar normal, a tener pensamientos depresivo sobre nosotras- dijo Thalia, ya que ella se había enamorado de su actitud calmada y segura, y no se acostumbraba a que el tuviera esos cambios de humor tan drásticos
Esta vez decidí caminar en vez de correr, pues sería lo mismo, vi a papá y a tío Zeus vestidos en sus túnicas griegas, peleándose como unos críos. Por encima del rugido de la tormenta, los oía gritarse:
-¡Devuélvelo! ¡Devuélvelo!– chillaba como un niño de cinco años Zeus.
- hasta ese chico sabe que te comportas como un niño de cinco años cuando se trata de tus cosas Zeus-dijo Hera dándole una mirada desaprobatoria al Dios de los Cielos, que lo hizo estremecerse levemente
Las olas crecían, chocaban contra la playa y me impregnaban de sal. La tierra se sacudía. En algún lugar de su interior Kronos hacía resonar una carcajada, disfrutando malévolamente en su ignorancia.
-Baja, pequeño héroe. ¡Baja aquí! – me pedía, sin saber que el muy idiota tenía todos sus planes arruinados con mi mera presencia en esta línea temporal.
-me parece bien tener confianza, pero eso ya es arrogancia- dijo Zoe, la primera teniente de artemisa, recibiendo algo de apoyo de parte de sus compañeras de la Caza, mientras que otros la miraban algo mal
Desperté convencido de que estaba cayendo. Geez, realmente odio esa sensación, tres veces he estado en esa situación, y una era peor que la otra. Si es posible, trataré de evitarlas esta vez.
Seguía en la cama de la cabaña número 3. Mi cuerpo me indicó que era por la mañana, pero aún no había amanecido, y los truenos bramaban en las colinas: se fraguaba una tormenta. Chequeando que nada me doliese, fui a bañarme rápidamente y vestirme con unos jeans negros, una remera azul oscuro, y una campera de color negra sin cerrar.
Oí a Grover caminando hacia mi cabina, provocando un monótono sonido con sus pezuñas en la madera del umbral.
-Pasa- digo en un tono suave, sabiendo que mi amigo entrará con un aspecto preocupado por mi pronta misión. Grover entró trotando, con aspecto como el que había predicho.
-El señor D quiere verte- yupi, el gordo borracho quiere verme para hacer gala de su superioridad frente a mí.
-JAJAJAJAJAJAJA, se nota que te "respeta" mucho el chico hermano, te da de tu propia medicina JAJAJAJAJAJAJA-dijo Hermes entre carcajadas las cuales Apolo también acompañaba haciendo que Dionisio los mire con mala cara a los dos antes de volver a fijar su vista en la revista que tenia entre manos
-Vamos Grover, no querremos hacer esperar a nuestro amoroso director de campo- le digo con una sonrisa burlona.
En el camino a Casa Grande, veo el cielo. Unas nubes oscuras estaban juntándose rápidamente y venían en dirección al campamento. Parece que realmente Zeus ama más a su relámpago que a su esposa, para hacer un berrinche de tal magnitud. Quizás unas palabras con el más tarde arreglen algunas cosas.
Hera miro al libro con algo de esperanza mientras que Hades y Poseidón sonreían burlándose de su hermano por lo dicho en el libro, el cual los miraba mal a ellos, y esperaría con interés que seria lo que le diría ese semidiós
-Lloverá- le digo llanamente a Grover, quien mueve su cabeza presurosamente, negándolo.
-No. Aquí nunca llueve si no queremos- contestó.
-Lo hará, tan solo espera unos diez minutos- replico señalando el cielo tormentoso.
-Nos rodeará. El mal tiempo siempre lo hace- miró incómodo al cielo.
Grover y yo subimos al porche de la Casa Grande. Dionisio y Quirón estaban jugando a las cartas contra dos contrincantes invisibles. La verdad, esa vista era bastante deprimente, dos ancianos, dos amigos invisibles, un juego aburrido. Es mejor si ponen un televisor o un equipo de música.
Quirón miro con interés al libro, algo dolido de que le dijeran anciano, aunque considerando la idea de poner al menos un reproductor de música, ya después hablaría con Hefestos para ese tema
-Bueno, bueno. Nuestra pequeña celebridad- —dijo el dios sarcásticamente, negándose a mirarme.
Esperé, no tenía ningún apuro. En cualquier caso, podría burlarme en su cara antes de que se retire.
-Acércate. Y no esperes que me arrodille ante ti, mortal, sólo por ser el hijo del viejo Barba-percebe- me ordenó el borracho, lo cual ya me estaba empezando a colmar la paciencia.
De repente una hola mojo completamente al Dios del Vino el cual miro al único dios capaz de controlar el agua, el cual estaba frunciendo el ceño con un brillo algo peligroso en los ojos
- la próxima vez sobrino, demuestra un poco mas de respeto por tus superiores, ¿quedo claro?- pregunto Poseidón, el cual recibió un asentimiento de parte de Dionisio el cual con un chasquido de manos de su tío, quedo nuevamente seco
Quirón fingió interés en su mano de cartas. Grover se parapetó tras la balaustrada. Oía sus pezuñas inquietas.
-Si de mí dependiera, haría que tus moléculas se desintegraran en llamas. Luego barreríamos las cenizas y nos evitaríamos un montón de problemas. Pero a Quirón le parece que eso contradice mi misión en este campamento del demonio: mantener a unos enanos mocosos a salvo de cualquier daño- intentó amenazarme el gordo molesto. En serio Tia! ¿Por qué le diste tu lugar en el Olimpo?
- la verdad ya me estoy empezando a replantear eso- dijo la ya mencionada Diosa del Hogar mirando como una morsa le cae encima a Dionisio por el haber hablado así del hijo de Poseidón y de su futuro esposo
-La combustión espontánea es una forma de daño, señor D- observó Quirón, el cual no fue de mucha ayuda la primera vez, y tampoco lo será esta.
-Tonterías. El chico no sentiría nada. De todos modos, he accedido a contenerme. Estoy pensando en convertirte en delfín y devolverte a tu padre-
- Dionisio, ya sabes que estas mas que advertido sobrinito- dijo Poseidón mirando mal al Dios del vino, el cual se estremeció de manera leve e imperceptible
Mi única reacción fue bostezar lo más groseramente en su cara. Demostrando cuan aburrido estoy de escuchar su parloteo. Me muevo lentamente hacia uno de las manos de los jugadores invisibles y me siento tranquilamente, tomando posesión de la jugada.
-Lo siento… ¿estabas diciéndome algo? Porque con tanto balbuceo incoherente no te entendí nada. Quizás estabas tratando de demostrar algún punto importante con tu berrinche. Pero te lo repito, no desobedeceré a tu padre, no te traeré vino de contrabando- digo lo más fuerte posible, haciendo que unos truenos resuenen en todo el campamento, el cual sé perfectamente que fueron una advertencia directa al dios.
-Señor D…- le advirtió Quirón, creyéndose mi mentira piadosa.
- este chico si que es convincente con sus mentiras, seguramente le habré dado algunas clases antes de que regresara en el tiempo- dijo Hermes de manera orgullosa, mientras sus hijos ya empezaban a ver a Percy como una persona a la cual pueden admirar
Se puso en pie, y las cartas de los jugadores invisibles cayeron sobre la mesa.
-Me voy al Olimpo para una reunión de urgencia. Si el chico sigue aquí cuando vuelva, lo convertiré en delfín. ¿Entendido? Y Perseo Jackson, si tienes algo de cerebro, verás que es una opción más sensata que la que defiende Quirón- oh! Ya cállate proyecto de ser pensante, apenas puedes mantenerte en tus dos pies y quieres darme una amenaza.
El borracho tomó una carta y con un gesto la convirtió en un pase de seguridad. Chasqueó sus gordos dedos y su imagen se difuminó dejando tan solo un olor a vino barato.
La próxima vez, le preguntaré a Hestia y a Clar si quiere acompañarme para molestar a Dionisio. O mejor, frustrar los planes de Chase.
- la primera opción tal vez no la haga, aunque la segunda la haría con muchísimo gusto- dijo Hestia mientras Clarisse afirmaba que haría las dos cosas, haciendo que Thalia les mire con celos ya que son las que pasan mas tiempo con Percy, mientras que ella en ese tiempo todavía esta convertida en un árbol
Quirón dejó las cartas sobre la mesa, una mano ganadora que no había llegado a utilizar. A lo cual respondo depositando mis cartas, sonriendo inocentemente, demostrando que mi mano era superior a la de todos en la mesa.
-maldición, aparte del centauro que me gana siempre, llega un semidiós que le gana a el, que esperanza-dijo Dionisio en un murmullo que se escucho en toda la sala, lo que hizo sonreír a Quirón y a Poseidón, mientras que Apolo y Hermes se burlaban de el
-Dime, Percy, ¿qué pasó con el perro del infierno? -
-La verdad… pensé que este lugar era más seguro, pero si cualquier monstruo entra porque un estúpido lo deja pasar, no demuestra que el lugar o sus habitantes sean tan confiables- declaro esta vez, sabiendo que lo que digo es verdad e intentando hacerle recapacitar para que vigile bien a los campistas traidores.
-bueno, se ve que el chico no es un tonto, trata de sembrar la semilla de la duda para aumentar la vigilancia en el campamento, lo admito, es un buen truco- halago atenea, cosa rara debido a que tenia tiempo sin hablar, aparte de que lo dijo con renuencia a lo cual se veía perfectamente en su cara
-Vas a encontrarte cosas peores, Percy, mucho peores, antes de que termines-
-Termine… ¿qué? – pregunto, volviendo a mostrar ignorancia para no dejar caer el acto.
-Tu misión, por supuesto. ¿La aceptarás? -
-¿pero si no le has dicho de que va la misión? ¿Y aun así lo mandaras a una? que irresponsable eres Quirón- dijo Hestia regañando al centauro que bajo la mirada apenado, mientras los campistas griegos se carcajeaban de risa ya que ver a un Quirón regañado como un niño pequeño no es algo que se vea a menudo
Miré a Grover y vi que tenía los dedos cruzados. Haciendo que sonría en mi mente, él no debería dudar, lo llevaría sin lugar a dudas.
-Yo…Señor, aún no me ha dicho en qué consiste- dije, fingiendo un titubeo.
Quirón hizo una mueca.
-Bueno, ésa es la parte difícil, los detalles- ¿cuándo no?
- y hay tiene un buen punto Hestia, creo que ya puedes dejar de regañarlo ¿si?- dijo Poseidón, compadeciéndose del pobre centauro, sacándolo de un problemón que ya le estaba formando la ya mencionada Diosa del Hogar, la cual al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se sonroja de vergüenza disculpándose en un susurro, y sentándose en su silla para poder continuar con la lectura
-Entonces… ¿cómo sabré cual es mi misión? – pregunté rápidamente esta vez, tratando de evitar la información que se a partir de los sueños que tuve dos veces en mi vida.
-Sólo el Oráculo puede determinarlo. Aun así, Percy, debes saber. Tu padre y Zeus están teniendo la peor pelea de los últimos años. Luchan por algo valioso que ha sido robado. Para ser precisos: un rayo.
-El símbolo de poder de Lord Zeus? – pregunté lo más cordialmente posible, si llegaba a escuchar otro trueno más, la cabeza me iba a explotar.
-claro, todos reconocen la rayito ese como el mejor de todos los símbolos de poder, pero nadie recuerda mi tridente todopoderoso, ni el casco súper molón de Hades, que preferencia tan desmedida- dijo Poseidón cruzándose de brazos mientras Hades lo apoyaba fervientemente, a la vez que los semidioses griegos suspiraban con desgana, ya que siempre era lo mismo, mientras que los semidioses romanos no sabían como tomarse el que las contrapartes griegas de sus padres sean tan… relajadas
-El rayo maestro de Zeus. El símbolo de su poder, de donde salen todos los demás rayos. La primera arma construida por los cíclopes en la guerra contra los titanes, el rayo que desvió la cumbre del monte Etna y despojó a Cronos de su trono; el rayo maestro, que contiene suficiente poder para que la bomba de hidrógeno de los mortales parezca un mero petardo- realmente Quirón sabe cómo describir esa cosa, un poco más y era como Nico con sus cartas.
- ehhh que esas cartas eran de colección, solo me faltaban dos para completar el mazo con todos los seres mitológicos- dijo nico rojo de vergüenza por su antigua adicción al juego de cartas, lo cual le pareció bastante lindo a Will Solace que lo miraba con un brillo en sus ojos
-Así que si mi suposición no es errónea. El rayo de Zeus fue robado. Zeus cree que yo soy el ladrón por encargo de mi padre. Mi padre niega haber sido el quien lo hizo. Ahora tengo que recuperar el dichoso rayo porque si no habrá una guerra. Esa guerra posiblemente aniquile a toda la gente en este mundo. Y yo seré el primer objetivo. ¿No?–explayo mi punto de vista, queriendo salir de aquí y pasar unos momentos más con mis amores antes de irme en la misión.
- la verdad nadie lo pudo haber dicho de mejor manera, lo resumió todo de una excelente manera- dijo Reyna de repente haciendo que todos la miren sorprendidos por lo que dijo, haciéndola sonrojar levemente de la vergüenza al tener tantas miradas fijas en ella, en lo cual Hestia se apiado de ella y siguió leyendo el libro
Empezó a llover. Los jugadores de voleibol interrumpieron el partido y miraron al cielo en silencio expectante. Sonreí triunfante a Grover, pues había acertado con mi pronóstico. Nadie puede decir que había hecho trampa.
-en ese momento pensé que eras un adivino- dijo Grover de manera divertida haciendo sonreír a varios de los presentes
-Aceptas, ¿entonces? – me preguntó Quirón después de superar su sorpresa lluviosa.
Miré a Grover, que asintió animoso. Qué fácil era para él, ya que Zeus no tenía nada en su contra.
-De acuerdo. Mejor eso que el grandioso y respetado guardián del campamento me convierta en un delfín- contesté lúdicamente.
-Pues ha llegado el momento de que consultes con el Oráculo. Ve arriba, Percy Jackson, al ático. Cuando bajes, si sigues cuerdo, continuaremos hablando- dijo dramáticamente, lo que me hace sospechar que ha estado tomando clases de Zeus.
bueno, un poco de dramatismo a la cosa nunca ha hecho daño a nadie, aparte de que el señor Zeus no daría clases de drama, a el no le sale lo de ser maestro- dijo Quirón inocentemente haciendo reír sonoramente a Poseidón, a Hades y mas discretamente a Hera, mientras que el mencionado Zeus se ponía rojo de la vergüenza
Cuatro pisos más arriba, las escaleras terminaban debajo de una trampilla verde. Tiré de la cuerda. La portezuela se abrió, y de ella bajó una escalera traqueteando.
Junto a la ventana, sentada en un taburete de madera de tres patas, estaba el oráculo. Una momia vieja que se estaba cayendo a pedazos.
Viéndola sentada ahí, inmóvil, me hace recordar a Rachel. Su sonrisa brillante, su pelo rojo rizado, su mirada penetrante. Siempre con su ropa sucia con manchas de pintura. Sus cuadros adornando cada rincón. Y su temerosa arma, su cepillo, con el cual siempre me dedicaba todas las mañanas a peinar su suave cabello. Mientras reía con nuestro hijo, al cual le hacía morisquetas para que suelte una alegre risita.
Antes de que me dé cuenta, lágrimas corrían por mis mejillas, recordándome a cada segundo el hecho de que les había fallado una vez. Que las había perdido y que la culpa me carcomía a la misma velocidad que mi enfermedad.
- en verdad sus cambios de humor son demasiados drásticos, ya para este punto es bastante preocupante su estado de salud- dijo Apolo con un semblante serio, siendo apoyado por las chicas que estaban enamoradas de nuestro protagonista, aunque algunas con mas renuencia (véase Artemisa, Atenea, Zoe, y en cierta medida Reyna y Hylla)
Dejando de lado por el momento esos pensamientos depresivos, me repuse y le pregunté al oráculo por segunda primera vez en mi vida.
-¿Cuál es mi destino? -
La niebla se espesó y se aglutinó justo frente a mí y alrededor de la mesa con los tarros de trozos de monstruos en vinagre. Pero esta vez no fue Gabe y su pandilla los que aparecieron. Esta vez fueron los traidores y sus jefes.
Castellan se volvió hacia mí y habló con la voz áspera del Oráculo: «Irás al oeste, donde te enfrentarás al dios que se ha rebelado.»
Kronos a su derecha levantó la vista y dijo con la misma voz: «Encontrarás lo robado y lo devolverás.»
Gaea dijo: «Serás traicionado por quien se dice tu amigo.»
Por último, la perra de Chase pronunció: «Al final, no conseguirás salvarlo más importante.»
Las figuras empezaron a disolverse. Me quedé alejado contemplando cómo la niebla se retiraba y, enroscándose como una enorme serpiente verde, se deslizaba por la boca de la momia.
Mi audiencia con el Oráculo había terminado.
- porque nunca las profecías te dicen exactamente lo que tienes que hacer, es bastante fastidioso que sea en forma de acertijo- dijo clarisse, dándole una mirada fugaz a Apolo, porque sinceramente, el es el dios de la profecía, el cual capto la mirada de la chica y le respondió
-así no funcionan las profecías, el oráculo solo las dicta teniendo en cuenta las posibilidades que se puedan presentar en la misión, y en el destino de la persona que va a esa misión, por eso no te dicen las profecías exactamente lo que tienes que hacer, hija de de Ares
-Y ¿bien? - me preguntó Quirón apenas volví.
Me derrumbé en la silla junto a la mesa de pinacle. Y decidí burlarme un rato del bondadoso Quirón.
-Me ha dicho prácticamente que será difícil-
Grover se adelantó en su silla, mascando nervioso los restos de una lata de Coca-Cola light.
-¿Qué ha dicho el Oráculo exactamente? Es importante- me preguntó seriamente Quirón, a lo cual yo trataba con todas mis fuerzas de aguantar la risa por lo que iba a decir.
- ya te jugara una broma Quirón, sin duda este chico le gusta sacar de quicio a las personas- dijo Hermes en un tono divertido seguido de las sonrisas de todos sus hijos
-solo espero que al menos la broma sea buena- dijo el maestro centauro resignándose a la actitud del chico
-Ha… ha dicho que, el único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..., nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... el único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes...- dije poniendo cara de asustado, mientras mentalmente estaba revolcándome en el piso a carcajadas. Desearía que Apolo y Hermes estuviesen aquí para escucharme.
Todo era silencio, hasta que fue roto por las risas de Apolo, y de Hermes y sus hijos los cuales estaban riéndose a más no poder, y siguieron así un buen rato hasta que todos se lograron calmar apaciguando las risas, mientras que Hermes se limpiaba las lagrimas que le habían salido producto de las risas
-ohh chico, sin duda tuve que haberte enseñado, nadie podría verle la cara así a Quirón sin tener experiencia haciéndolo, y estoy orgulloso que alguien que no sea un hijo mío siga tales enseñanzas- dijo el Dios de los Ladrones con un tono cercano al orgullo
Luego de tres minutos de intenso silencio, no pude aguantar más y empecé a reírme a carcajadas. Me había caído de mi silla y mis costillas estaban empezando a doler. Podía sentir que mi cara estaba roja y lágrimas caían de mis ojos.
Quirón no parecía satisfecho.
-Ahora podrías decir realmente lo que te dijo el Oráculo? – me repreguntó con cara de pocos amigos.
Suspirando en derrota, procedí a contarles exactamente como lo había hecho la primera vez. Dejando de lado las últimas partes, para no levantar sospechas.
Estudió mi rostro.
-Muy bien, Percy. Pero debes saber que las palabras del Oráculo tienen con frecuencia doble sentido. No les des demasiadas vueltas. La verdad no siempre aparece evidente hasta que suceden los acontecimientos- no me digas, creo que ya he escuchado suficientes profecías en mi vida.
- ya me lo debo de imaginar, técnicamente es un adulto en el cuerpo de un niño, debió de haber escuchado una infinidad de profecías, y más conociendo un poco de lo que ha pasado en su tiempo- dijo Hazel, opinando por primera vez en lo que va de lectura de este capitulo, haciendo que todos estén de acuerdo con ella
Miré a Grover, que se estaba tragando el as de corazones.
-¿He mencionado que Maine está muy bonito en esta época del año? - preguntó con un hilo de voz.
-Si no quieres venir lo comprendo, nadie te está apuntando con un arma para obligarte a acompañarme- le digo suavemente, sabiendo perfectamente que se estaba muriendo de miedo.
-oye, si me estaba muriendo de miedo, pero no tienes que decirlo, tengo una reputación que mantener viejo- dijo Grover entre enojado y divertido por los comentarios que hace su amigo en esa línea de tiempo
-reputación que ya esta empezando a menguar gracias a Percy, así que vete acostumbrando Grover- menciono Thalia de manera divertida, haciendo que el mencionado sátiro la mire con malos ojos
- Me has salvado la vida, Percy. Si… si dices en serio que quieres que vaya contigo, no voy a dejarte tirado- eso me gusta más chico cabra, esa actitud que demostraba cuan valiente eres.
-Pues claro que sí, súper G- repetí lo que había dicho la primera vez.
-Bien. Puedes ir con dos compañeros. Grover es uno. La otra ya se ha ofrecido voluntaria, si aceptas su ayuda- prosiguió Quirón, sabiendo perfectamente quien era esa otra "voluntaria", dioses, como quisiera hacerle tragar tomo el mazo de cartas que tengo delante mío.
-Caramba. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una misión como ésta? - pregunté fingiendo sorpresa.
-yo se quien es la voluntaria, y supongo que la gran mayoría ya lo sospecha ¿verdad?- dijo Grover al aire, mientras casi todos afirman con un asentimiento, mientras que algunos pocos ya habían conectado los puntos como para estar totalmente seguros de quien se trataba
Veo a Chase asomarse por la puerta, pues ella había "perdido" misteriosamente su gorra de invisibilidad. ¡Je! Eso te lo mereces por ser una perra. Ahora quiero ver cómo te las arreglas para urdir la mayoría de tus planes.
-Llevo mucho tiempo esperando una misión, sesos de alga. Atenea no es ninguna fan de Poseidón, pero si vas a salvar el mundo, soy la más indicada para evitar que metas la pata- espetó altaneramente, haciéndose la importante en esta misión.
-sin duda alguna tu hija es bastante arrogante Tena, me decepciona completamente el ver a una jovencita echarse a perder de tal forma- dijo la Diosa del Amor la cual miro con decepción a Annabeth la cual le devolvió la mirada con resentimiento
-por raro que sea Afrodita, estoy totalmente de acuerdo contigo, y también estoy profundamente decepcionada de que mi hija haya elegido seguir el camino que escogió, y ¡no me digas Tena!- dijo la Diosa de la Guerra Estratégica mirando con desaprobación a su hija, y casi gritándole lo ultimo a Afrodita
-Anda, si eso es lo que piensas, entonces dime por qué debería de aceptarte en mi misión, pues por lo que he escuchado, la única vez que estuviste en una "misión" terminaste perjudicando a tu compañera- repliqué con una sonrisa satisfecha, teniendo bien en claro que el hecho de que mi Thalia se convirtiese en un árbol fue porque ella perdió tiempo yendo por el camino equivocado camino al campamento.
- de hecho el tiene razón, si no fuera porque Annabeth nos hizo ir por el camino equivocado, no hubiera sucedido lo que me paso- aclaro Thalia con una mirada melancólica, siendo abrazado un poco por Grover para apoyarla
Se puso como un tomate.
-¿Quieres mi ayuda o no? - me dijo prepotentemente, esperando a que estuviese intimidado por su mirada. Ni siquiera le llega a los talones a la mirada enojada de Tena, ella sí que me daba miedo si no leía bien mis libros.
-wow Tena, al parecer ya lo tienes dominado, que increíble JAJAJAJA- se carcajeo Afrodita, haciendo que la mencionada Diosa se sonrojara y pusiera su mirada en otro lado de manera avergonzada
Decidí hacerla sufrir un rato, para ver su incomodidad, que sepa que era yo el que tenía la sartén por el mango esta vez. Que no me iba a convertir en la marioneta de nadie, y que iba arrancar el mal de raíz en esta línea del tiempo.
-No- respondí esta vez, disfrutando plenamente su incredulidad ante mi decisión.
-Entonces a quién elegirás Percy? - me preguntó Quirón superando mi bomba.
-Le preguntaré a Clarisse si acepta venir conmigo en esta misión. Por lo entendido, ella hace tiempo quiere ver el exterior, y además es una grandiosa luchadora- le respondo tranquilamente, poniendo mis brazos detrás de mi cabeza, gozando de mi manipulación sobre los hechos.
-SIIII, iré con el a una misión que alegría- dijo clarisse con alegría, y todos posaron sus miradas en ella, lo cual hizo que se sonrojara de manera violenta, bajo la mirada de interés de su padre por su reacción, y bajo la mirada divertida de Poseidón se volvió a sentar
-No hay tiempo que perder, ve a preguntarle y dile que se prepare si acepta. Deberíais empezar a hacer las maletas
Luego de preguntarle a Clar sobre la misión, a lo cual respondió dándome un efusivo abrazo y un beso, que a pesar de que fue en la mejilla, me dejó con una sonrisa boba. No tardé mucho en recoger mis cosas. Decidí traer conmigo la daga hecha con el cuerno del Minotauro que en la cabaña. Un libro que me había encantado la primera vez que Atenea me había hecho leerlo en su idioma original. Cargué también una muda de ropa y un cepillo de dientes en una mochila que me había robado anteriormente de la cabaña de Hermes, sorprendiendo a Grover. No puede culparme de nada, total, ladrón que roba ladrón tiene cien años de perdón.
- ahora en verdad no lo dudo, este chico fue entrenado por mi en el glorioso arte del robo, y tiene tal habilidad que logro robar en mi cabaña en el campamento, lo que significa que los tendré que entrenar a ustedes, y poner algo de seguridad a la cabaña, no quiero que este alguien robándoles cosas, aunque viendo al hermano que tenían por líder en esa línea temporal, ya veo porque le fue fácil- dijo lo ultimo Hermes con una mirada de dolor dirigida ha Luke, el cual le dio una mirada de odio hacia el
En la tienda del campamento me prestaron cien dólares y veinte dracmas. A lo que tuve que sumar los doscientos dólares y cincuenta dracmas que le había robado a Castellan anteriormente. Quirón nos dio a Clar y a mí una cantimplora de néctar a cada uno y una bolsa con cierre hermético llena de trocitos de ambrosía, la cual usaría en casos de que mis pulmones empiecen a mostrar señales de molestia. Y también podría comer la cantidad que quisiera ahora que soy un dios, pero para no levantar sospechas decidí seguir fingiendo que soy un semidiós.
- seria demasiado sospechoso que encontráramos rastro de energía divina de un dios olímpico que no conozcamos, el chico en verdad pensó en todo- halago hades haciendo que Poseidón se mostrara orgulloso de los planes de su hijo
Nos despedimos de los otros campistas, y yo principalmente de Tia, a quien le dije que, si se portaba bien, le traería un regalo. Ella respondió con un puchero demasiado tierno, donde no me pude controlar y le di un beso en su nariz nuevamente. Echamos un último vistazo a los campos de fresas, el océano y la Casa Grande, y subimos por la colina Mestiza hasta el alto pino que antaño fuera Thalia, la hija de Zeus, y esposa y madre de mi hija.
Esto hizo sonrojar de sobremanera a la Hija de Zeus, he hizo lo mas lógico que es… desmayarse en los brazos de Grover, el cual estaba curiosamente al lado de ella, el cual llamo a Apolo para que la despertara y poder seguir con la lectura de manera tranquila
Quirón nos esperaba sentado en su silla de ruedas. Junto a él estaba Argos el cual llevaba un uniforme de chófer.
-Éste es Argos. Los llevará a la ciudad y… bueno, os echará un ojo- agradezco que el campamento subsista a base de las fresas y no de la capacidad de hacer chistes de Quirón…nos moriríamos de hambre sino.
- que intento de broma tan burdo Quirón, muy burdo, ya después te daré unas clases para que sepas bromear mejor-le dijo Hermes al centauro el cual acepto ya que no se iba a librar de esas clases
Pude escuchar a Castellan haciendo ruido como una estampida de elefantes mientras corría a nuestra dirección.
-Eh! Me alegro de pillarlos aún- aún me pregunto por qué no he atravesado mi espada a través de tu garganta…
-Sólo quería desearles buena suerte. Y pensé que… a lo mejor te sirven- dijo mientras me entregaba sus zapatillas encantadas para mandarme por la vía fácil al Tártaro.
-y un buen regalo usado para cosas nefastas, ahora me arrepiento de haberte dado esas zapatillas-dijo Hermes con un claro tono de decepción en su voz
-¡Maya! – gritó innecesariamente cerca de mi oído, haciendo que me fastidie antes de comenzar mi travesía.
Alas aparecieron del calzado, sorprendiendo a Grover y a Clar por lo sucedido. A lo que me vi obligado a poner cara de idiota para no levantar sospechas.
-¡Alucinante! - musitó Grover.
-A mí me fueron muy útiles en mi misión. Me las regaló papá. Evidentemente, estos días no las utilizo demasiado…- ooooohhhh, ¡pobrecito! Creo que me voy a largar a llorar por la triste historia de su vida. Idiota.
-se nota que el chico lo odia, y una barbaridad al parecer- dijo Ares viendo la cantidad de sarcasmo y intenciones homicidas en Percy, dirigidas a Luke
-Gracias- dije secamente, fingiendo una sonrisa.
-Oye, Percy…Hay muchas esperanzas puestas en ti. Así que… ¿mata algunos monstruos por mí, vale? – me pregunto cuál será la razón que hay tantas esperanzas puestas en mi…quizás sea porque eres la perra de Kronos.
Le di reaciamente la mano con una sonrisa falsa en mi cara. Luego procedió a despedirse de los demás.
Recogí las zapatillas voladoras y miré a Quirón.
-¿Luke es idiota? – pregunté con mi mejor cara de niño inocente.
Negó con la cabeza.
-Luke tenía buena intención, Percy. Pero flotar en el aire… no es lo más sensato que puedes hacer- de hecho, si puedo volar, y sin la necesidad de las zapatillas, pero ya que están en mi poder, me ahorrarán un poco de energía.
- ¿y como hará para hacer que las zapatillas no lo lleven al tártaro?- pregunto inocentemente una pequeña hija de Atenea
-hay que seguir leyendo para saberlo pequeña, Percy no es tonto, ya sabrá alguna manera para hacerlo- le respondió Thalia a la pequeña que asintió dejando que Hestia siguiera leyendo con una pequeña sonrisa en la boca
Esta vez no se las di a Grover, tan solo las guardé en mi mochila y cuidadosamente las congelé sin que nadie me viese, anulando así al cabo de unos días la maldición que Castellan y Chase le pusieron encima.
- ahhh ya, así es como anula la maldición, se nota que tiene un control magistral de sus poderes, se nota que es mi hijo-dijo Poseidón con un gran tono de orgullo en la voz, molestando un poco a Zeus como resultado
Antes de irnos, Quirón me agarró del brazo.
-Debería haberte entrenado mejor, Percy. Si hubiera tenido más tiempo… Hércules, Jasón…todos recibieron más entrenamiento- la verdad, esta vez no será necesario, pero gracias por acordarte.
- ehhh Jasón, yo pensé que te había entrenado lupa, ¿como es que no me dijiste que en realidad te había entrenado Quirón?- dijo Leo de manera divertida a Jasón, el cual sonrío con diversión, mientras algunos si se estaban riendo
- ese es el Jasón original, leo, el Jasón Griego-respondió Jasón riéndose ligeramente de la broma de su mejor amigo
-No pasa nada. Lo único que te pido es que si tienes un arma que puedas proporcionarme, te lo agradecería mucho- le digo, sabiendo perfectamente que tiene en su poder a Riptide.
Zoe se removió de manera algo incomoda al oír el nombre de la espada, cosa que no paso desapercibida por Artemisa la cual se preocupo un poco por su teniente, pero esta le envió una mirada que la calmo
-¿Pero dónde tengo la cabeza? No puedo dejar que te vayas sin esto- dijo sacando un bolígrafo del bolsillo de su abrigo.
-Gracias Quirón- le respondo, dándole una sonrisa honesta, pues me había dado de nuevo un recuerdo de Zoe.
-Es un regalo de tu padre. Lo he guardado durante años, sin saber que te estaba destinado. Pero ahora la profecía se ha manifestado claramente. Eres tú- oye centauro, no me hagas llorar, Snif…
- no te pongas sentimental ahora, hazlo después de terminar la misión- dijo Ares de manera seria, debido a que vio que su hija predilecta, estaba teniendo sentimientos por el chico Percy
-Contracorriente- dije traduciendo su nombre original después de destapar el bolígrafo y transformarse en la espada que me acompaño en muchas aventuras.
-Úsala sólo para emergencias, y sólo contra monstruos. Ningún héroe debe hacer daño a los mortales a menos que sea absolutamente necesario, pero esta espada no los lastimará en ningún caso- no a menos que la envuelva en una capa de hielo…
-supongo que no lo haría, no creo que vaya a herir a ningún mortal con la espada, a menos de que lo provoquen seguramente- dijo Grover, sudando un poco por lo ultimo que se leyó del libro
Toqué la punta de la espada con la tapa del bolígrafo y Anaklusmos se encogió hasta convertirse de nuevo en bolígrafo. Me lo metí en el bolsillo, recordando que en mi antigua juventud era famoso por perder siempre los bolígrafos.
-No puedes- dijo Quirón.
-¿Qué no puedo? – repetí nuevamente en esta línea temporal.
-Perderlo. Está encantado. Siempre reaparecerá en tu bolsillo. Inténtalo- me dijo, a lo que tuve que obedecer para no darle la impresión de que ya lo sabía de antemano.
Luego de lanzarlo, metí Anaklusmos otra vez en el bolsillo.
Cuando llegué al pie de la colina, volví la vista atrás. Bajo el pino que había sido Thalia, Quirón se erguía en toda su altura de hombre caballo y nos despidió levantando el arco. La típica despedida de campamento del típico centauro.
- la despedida típica del campamento mestizo, marca registrada- dijo leo de manera graciosa haciendo reír a algunos de los semidioses
Argos nos condujo a la parte oeste de Long Island. En el cual, gran parte del viaje me la pasé leyendo, mientras Grover hablaba con Argos, y Clar estaba escuchando música de un iPod que me había sustraído de la cabaña de Apolo.
- ¿y también robo de mi cabaña? Will, tendrás que poner algo mas de seguridad en la cabaña, para que nadie entre a robar algo ¿si?- dijo Apolo dirigiéndose a su hijo el cual asintió en respuesta al pedido de su padre
-Grover, avísame cuando lleguemos a destino por favor, voy a dormir un rato- le dije al chico cabra, el cual asintió, mientras yo inclinaba inconscientemente mi cabeza sobre el hombro de Clar, quien se sorprendió, pero rápidamente lo superó y empezó a acariciar mi pelo, haciendo que me duerma al cabo de unos minutos.
Argos sonrió en el asiento delantero. No dijo nada, pero me guiñó el ojo azul que tenía en la nuca.
Clarisse me movió suavemente para despertarme, abrí lentamente los ojos y pude ver frente a mí la hermosa cara de mi amada, sonriéndome y diciéndome que ya habíamos llegado. Habíamos llegado a Manhattan.
Argos nos dejó en la estación de autobuses Greyhound del Upper East Side, no muy lejos del apartamento de Gabe y mi madre. Pegado a un buzón, había un cartel empapado con mi foto: « ¿Ha visto a este chico?»
Para curiosidad de Grover y Clar, empecé a despegarlo cuidadosamente, sin querer romperlo, lo doblé y lo guardé en mi mochila. Viendo las miradas curiosas de mis compañeros, les dije:
-Estoy haciendo un álbum de todas las noticias en donde salgo yo- haciendo que empiecen a reírse a carcajadas por mis ideas.
Y los mencionados en la historia, y algunos mas también se rieron un poco por las acciones que tomaba Percy en la historia
Argos descargó nuestro equipaje, se aseguró de que teníamos nuestros billetes de autobús y luego se marchó, abriendo el ojo del dorso de la mano para echarnos un último vistazo mientras salía del aparcamiento.
Pensé en lo cerca que estaba de mi antiguo apartamento. El bastardo de Gabe lo más seguro estaba jugando y emborrachándose con sus amigos en este momento. Desearía poder desviarme unos minutos para ir y despellejar vivo a esa morsa impotente. Pero decidí que Medusa sería mejor, como la última vez.
Poseidón se ahogo con su saliva y empezó a toser como un desquiciado dándose golpes en el pecho, y Apolo dándole pequeños golpes en su espalda para que deje de toser, y después de unos minutos cuando ya estaba mejor, le pregunto con algo de ansiedad a Grover
-¿se encontraron a medusa? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué?- el Dios del Mar disparo una pequeña metralleta de preguntas las cuales fueron detenidas por Grover cuando este, con un ademan de su mano, le detuvo
-Lord Poseidón, cada una de sus dudas será contestada en la lectura del libro, recuerde que yo estoy obligado a no revelar nada por mi mismo- dijo Grover el cual al decir esto hizo que el Dios de los Terremotos hiciera silencio con una cara de preocupación hacia su hijo
Haciendo tiempo, empezamos a jugar con una manzana. Riéndome de los movimientos descoordinados de Clar cada vez que le tocaba, porque estaba haciéndole morisquetas para que se ría. Hasta que inevitablemente le tocó el turno a Grover. Fue la segunda vez en mi vida que voy a recordad a esa manzana como un héroe caído en acción.
Por fin llegó el autobús. Cuando nos pusimos en fila para embarcar, Grover empezó a mirar alrededor, olisqueando el aire, había percibido el aroma de las furias.
-ohh maldición, ya recuerdo bien esta parte, fue horrible, aunque tal vez no sea igual a aquella vez- soltó el Señor de lo salvaje, asustando al ya de por si asustado Poseidón por el asunto de las furias, y por eso le dio una mirada de muerte a su hermano hades, el cual le dio una mirada de "no entiendo porque hice eso, el chico me cae bien"
Clar estaba por guardar su mochila en el portaequipaje, pero yo le dije que no lo haga, porque nunca se sabe que podría ocurrir y siempre debe tener sus pertenencias a mano en caso de tener que escapar. Esta vez no perderíamos nuestros equipos.
-muy bien, la ves anterior habíamos perdido los bolsos y nos habíamos quedado sin nada mas que lo puesto sobre nosotros- soltó Grover al aire, mientras todos estaban mas interesados en lo que iba a pasar
Cuando subieron los últimos pasajeros, Clarisse me golpeó suavemente las costillas, llamando mi atención. Indicándome a quienes estaban subiendo al autobús.
Disfrazadas como un trio de abuelas diabólicas, subieron Alecto, Megara y Tisifone. Realmente unos amores, creo que me están dando ganas de abrazarlas.
- ni yo soy tan loco para tener esos pensamientos sobre ellas, y eso que tengo bastante creatividad con lo que digo- dijo Leo haciendo que los demás asintieran estando de acuerdo con el hijo del dios Hefestos
Se sentaron en la primera fila, justo detrás del conductor. Las dos del asiento del pasillo miraron hacia atrás con un gesto disimulado, pero de mensaje muy claro: de aquí no sale nadie.
El autobús arrancó y nos encaminamos por las calles de Manhattan, relucientes a causa de la lluvia.
Llegamos al túnel Lincoln, y el autobús se quedó a oscuras salvo por las bombillitas del pasillo. Sin el repiqueteo de la lluvia contra el techo, el silencio un tanto incómodo.
Alecto se levantó. Como si lo hubiera ensayado, anunció en voz alta:
-Tengo que ir al aseo-
-Y yo- dijo Tisifone.
-Y yo- sin mayor imaginación repitió Megara.
Y las tres echaron a andar por el pasillo.
-se nota que no varían en nada sus líneas, ya después hablare con ellas- dijo hades con un suspiro cansado sobre lo dicho por las Furias
Pude escuchar el castañeo de los dientes de Grover. Mientras que Clar, me había agarrado de la mano firmemente, teniendo en su otra mano su lanza disfrazada, lista para atacar.
-Por nada en el mundo piensen en atacar- les susurro a los dos, quienes me miraron con los ojos grandes como si me hubiese vuelto loco.
- ya se esta tornando mas diferente a como lo recuerdo- volvió a decir Grover a lo cual Bianca pregunta
-¿Qué quieres decir con eso Grover?- pregunto la hermana de nico con algo de inocencia, al verla Grover sonrío antes de responder
-solo hay que seguir con la lectura para saberlo Bianca, así que escucha atentamente- le contesto Grover lo cual hizo que ella sonriera y le afirmara asintiendo con su cabeza
-Vienen por ti Percy, son las furias y no dudaran en atacarte- me dijo Clar preocupada, lo cual me dio ganas de abrazarla y besarla por dejar caer su máscara de chica ruda.
Las tres ancianas empezaron a cambiar de forma, revelando su imagen verdadera. Unos murciélagos un tanto raquíticos, pálidos y con los dientes de tiburón. La verdad siempre había pensado que serían como figuraban en los libros o pinturas. Pero nunca en mi vida me sentí tan engañado.
- no todo es como se pinta colega, algunas veces se pueden ver cosas que a la hora de la verdad son muy diferentes- exclamo Jasón haciendo que la mayoría lo mire ya que no ha hablado mucho en casi todo lo que va de lectura
Las Furias nos rodearon, esgrimiendo sus látigos.
-¿Dónde está? ¿Dónde? - silbaban entre dientes.
Los demás pasajeros gritaban y se escondían bajo sus asientos. Bueno, por lo menos veían algo bajo el efecto de la niebla.
-Por favor señoras Alecto, Megara y Tisifone. Antes de atacarnos quiero que me escuchen. Juro por el río Styx que no he robado nada a los dioses olímpicos o a Lord Hades- digo, deteniendo momentáneamente su avance.
- esta usando las cartas a su favor, aprovecha que viene del futuro para hacer que mi yo de ese tiempo no le de problemas al jurar por el rio Styx, y como no le robaron nada a nadie, el juramento no les hará nada- dijo Atenea haciendo un análisis de la situación dejando sorprendido a mas de uno con lo rápido que fue eso, haciendo que ella se sonroje levemente de la vergüenza de haber analizado sin quererlo
-¿Percy…? – escucho decir a mis compañeros.
-Cómo pueden ver…aún sigo aquí con vida. Lo que implica que no tuve nada que ver con la desaparición de los símbolos de poder. Sé que Lord Hades ha tomado a mi madre en su poder, pero quiero decirles que mi misión consiste en encontrar esos dichosos objetos y devolverlos a sus respectivos dueños. Por eso quiero pedirles que no nos hagan daño por ahora y le digan a su señor que, si no cumplo con mi cometido dentro de unos diez días, me entregaré sin oponerme a sus manos- declaro, esperando que esta jugada no dé un poco más de respiro.
-ohh sin duda cumpliré el trato, el chico sabe convencer a la gente hermano, tiene talento- le dijo Hades a Poseidón quien sonrío con orgullo para la creciente molestia de Zeus
-Uhm…Perseo Jackson, eres distinto, no eres como ese niño que peleo conmigo en el museo. Le diré a mi señor sobre tu comunicado. Tienes diez días para cumplirlo, si no tu madre conocerá eternamente las pesadillas del Tártaro. Diez días Perseo Jackson- me respondió Alecto, dejando en silencio a mis compañeros.
-Muchas gracias Alecto, y lo siento por lo sucedido en el museo- le respondo regalándole una sonrisa cómplice.
-Está bien querido, pero te recomiendo que salgas inmediatamente del autobús, Lord Zeus está por lanzarles un rayo en unos instantes. Y recuerda, diez días y contando- me advirtió, recordándome que tenías que salir urgente de este lugar.
- ellos tratan de devolverte tu dichoso rayito y tratas de matarlos, sin duda no tienes remedio, en verdad prefieres mas esa cosa que a mi- dijo Hera en un tono áspero haciendo que el mencionado Dios del Cielo gruña un poco
-sin duda fue muy diferente que en mis recuerdos, en ese entonces ninguno de nosotros sabia lo del casco de lord hades, y tuvimos que huir- dijo Grover a Bianca, y al todo el que lo escuchaba
Un trueno sacudió el autobús. Se me erizó el vello de la nuca.
-¡Salgamos! Rápido, ¡tenemos que salir! – le grité a Grover, mientras tomaba la mano a Clar y la llevaba hacia el exterior del autobús.
Salimos corriendo fuera y encontramos a los demás pasajeros vagando sin rumbo, aturdidos, discutiendo con el conductor o dando vueltas en círculos y gritando impotentes. La presencia de las Furias y el estar bajo el efecto de la Niebla los debe de haber afectado mucho.
-¡Vamos a morir! – exagerado, al menos a ti no te persiguen monstruos cada media hora.
- los mortales son exagerados, y mas bajo los efectos continuos de la niebla- dijo Apolo con algo de burla
Un turista con una camisa hawaiana me hizo una foto antes de que pudiera tapar la espada que había liberado para estar alerta en caso de que mi plan fallase. Genial, otro más para el álbum de los recuerdos.
BUUUUUUM!
Las ventanas del autobús explotaron y los pasajeros corrieron despavoridos. El rayo dejó un gran agujero en el techo, realmente tío Zeus es un niño caprichoso que quiere urgente su juguetito.
-Vamos, tenemos que irnos de aquí- dijo Clar, a lo cual no nos hicimos esperar.
Nos internamos en el bosque bajo un diluvio, con el autobús en llamas a nuestra espalda y nada más que oscuridad ante nosotros.
- este es el final del capitulo, descansaremos un momento antes de continuar con la lectura- declaro Hestia, mientras los demás estaban de acuerdo con ella
- esa es una escena sacada de una película, que cool- dijo un niño pequeño hijo de Apolo con un brillo en los ojos haciendo reír un poco a sus hermanos y a su padre
Mientras que hubo un brillo cegador en sala y cuando acabo, se dieron cuenta de que hay parada estaba una mujer adulta, mirándolos algo confundida por estar en ese lugar
-preséntate mortal, dinos tu nombre- dijo Zeus con algo de autoridad en su voz, haciendo voltear los ojos a sus hermanos y a su esposa
-mi nombre es… Sally Jackson- dijo ella presentándose
muy bien chicos, hasta aquí el capitulo de hoy, el cual pensaba publicarlo antes pero no lo hice porque en realidad tenia flojera, pero aun así me obligue a escribir y aquí lo tienen, espero les guste, y aprovechare que no empiezo las clases en mi universidad sino hasta febrero para poder escribir el capitulo que sigue, así que no piensen que he abandonado la historia, de eso nada, sin mas que decir, los veo en el siguiente capitulo, el cual no durara tanto en ser publicado, y este capitulo es especial porque es el primero del año, pero ahora ya si acabe, nos vemos atte: Red
