Hola gente ¿Cómo están todos ustedes? pues espero que excelente, mientras yo estoy aquí, esperando el inicio de clases ya que no se que hacer con tanto tiempo libre desde que salí de vacaciones el año pasado, pero bueno, ustedes no están aquí para saber eso, ustedes están aquí por el capitulo, y aquí se los dejo, espero que lo disfruten, y los espero en las notas finales
Capitulo 6: "lucha" contra Equidna, y encuentro con la náyade
Ya después de que la hora de descanso acabara, todos estaban sentados en sus asientos, acomodados y listos para poder seguir con la lectura, donde Hestia ya tenía el libro entre sus manos y empezó a leer
Capitulo 6: Thoughts of a Dying Atheist
Pasamos dos días viajando en el tren Amtrak, a través de colinas, ríos y mares de trigo ámbar. De no haber sido por la presencia de Clar y la distracción que nos brindaba la música del iPod, nos hubiésemos muerto del aburrimiento. Al menos aproveché esos dos días para descansar y dejar que mis pulmones no hagan un sobreesfuerzo innecesario, o tendría que inventar una muy buena excusa, cuando me sorprendan comiendo más ambrosia de la necesaria.
- y tendría que ser en verdad buena para engañarnos Percy- alego Grover con una mirada algo dolida por ver que su amigo sacrifica su vida por ellos
NI me esforcé en intentar pasar inadvertido porque mi nombre y mi foto aparecían en varios periódicos de la costa Este que los pasajeros iban leyendo, pero con un poco de ayuda de la niebla que puso Clarisse no podían reconocerme.
- al menos pensaron bien eso, porque sino seria bastante molesto seguir avanzando siendo reconocido como un delincuente-dijo Hefestos, haciendo que Grover sonría un poco, ya que eso fue exactamente lo que paso
-mi hijo no es ningún delincuente, yo lo crie mejor que eso-dijo Sally con algo de molestia en su voz
El Trenton Register—News mostraba la fotografía que me hizo un turista al bajar del autobús Greyhound. Tenía la mirada ida. La espada era un borrón metálico en mis manos. En la línea temporal anterior me había enterado que la gente veía que sostenía un palo de lacrosse.
En el pie de la foto habían puesto un pequeño resumen de lo que había hecho sin verdadera intención desde que había dejado con mi madre la casa en donde vivíamos con el estúpido cabrón de Ugliano.
-¿Coleccionando más artículos para tu álbum? – escuché decir a una mujer delante de mí, sentada al lado de un Grover que estaba durmiendo con la cara pegada a la ventanilla mientras chorreaba baba por su barbilla.
-en verdad tienes que ser menos descriptivo amigo, me haces pasar el ridículo- dijo el sátiro con una vos medio deprimida mientras algunos campistas tanto griegos como romanos se ríen de el de una manera un tanto indiscreta
Mientras que algunas personas sospechan sobre la identidad de la persona que hizo esa pregunta, debido a que nadie más aparte de Grover y Clarisse (para la rabia de las enamoradas de Percy) sabía sobre ese álbum
-Nunca entendí la necesidad que tenías en preguntar lo obvio…Caos- respondo, dejando de lado el recorte del periódico y me ponía a jugar con el pelo de Clar mientras ella dormía sobre mi hombro.
-aun no me acostumbro ver que Lady Caos siga visitando al chico, se nota que se preocupa por el-menciono hades, haciendo que la mayoría estuviera de acuerdo con lo dicho por el dios del inframundo
-Veo que ya has encontrado a dos de ellas. ¿Cómo lo llevas? – me preguntó con un tono curioso, mientras escondía una sonrisa en su seria cara.
-Bastante bien si soy honesto. Tia no sabe que sé sobre su verdadera filiación, pero me es más interesante como se transforma su carita cada vez que le tomo el pelo- le comento con una sonrisa suave.
-oye, eso no se vale, es trampa-dijo Hestia de manera suave, haciendo que sus hermanos sonrían, debido a que nunca vieron estas reacciones por parte de ella, y les parece bastante agradable y tierno ese cambio
-¿Y con la muchacha a tu lado? –
-Clar ha estado comportándose de la misma manera que lo hacía antes, juguetonamente, pero peligrosa a la vez. Estoy feliz de que ella esté a mi lado en este mismo instante. Si hubiese sido Chase, como la vez anterior, ya la habría estrangulado con su propio collar del campamento- le respondo mientras hago unas caricias en la mejilla de Clarisse.
Esto hizo sonrojar a clarisse, debido a que el viento soplo en su dirección y pudo sentir una especie de caricia en su mejilla, haciéndola cerrar los ojos y disfrutarlo, haciendo que las enamoradas de nuestro querido Percy le dieran una mirada de celos queriendo estar en el lugar de ella
-Me alegro de que estés recuperando esa actitud que te identificaba…al menos con tus esposas. Y también me alegra que no hayas cometido ningún asesinato aún- me dice Caos con una sonrisa burlona, haciéndome gemir por la tomadura de pelo.
-mi hijo no es ningún asesino, como ya dije antes, lo crie para que fuera mucho mejor que eso, aunque sabiendo lo que paso, entiendo lo que hará, y aunque me duela como madre ver que odia a muerte a dos personas, no lo detendría, ya que no pasaría el sufrimiento que paso, aunque tampoco me agrada que este dando su vida por esas razones- dijo Sally, con algunas lagrimas en los ojos, siendo consolada por artemisa ya que era la mas cercana a la susodicha mujer que estaba llorando en sus hombros
-Ja, ja…muy gracioso de tu parte. ¿A qué has venido realmente? – le pregunto seriamente, mirándola fijamente a sus ojos oscuros con pequeños brillos en ellos.
-¿Quería saber cómo estaba tu estado de salud? No debes de esforzarte demasiado, te lo he advertido antes y algunas veces eres demasiado cabeza dura como para hacerme caso-
-Lo llevo bastante bien. Algunas dolencias por momentos, pero al menos no me estoy desangrando por dentro continuamente como lo hacía antes. Y sabes perfectamente que sigo tus recomendaciones, lo que pasa es que eres muy densa por momentos- le respondo toscamente, tratando de ocultar todo rastro de humor en mi voz.
-aun me impresiona como el se burla de caos, sabiendo que ella no le hará nada, aparte de que ella en verdad esta preocupada- dijo Artemisa, aun consolando a Sally que ya estaba terminando de desahogarse en su hombro
-Si…densa…luego no vengas a pedirme ayuda Perseo. Adiós, nos veremos luego- me dice con un tono ofendido el cual estaba fingiendo, para luego despedirse y besarme en la frente como siempre lo hace.
-Adiós Caos- le respondo, agradeciendo que al menos ella sepa sobre mi secreto, porque así tengo a alguien con quien platicar sobre ello.
Pasé el resto del día leyendo fragmentos de mi libro, o en ocasiones escuchando un poco de música mientras observaba el paisaje a través de la ventanilla.
- un momento, ¿ese es mi hijo?, ¿nuestro hijo?- le pregunto Sally ya mas calmada a Poseidón estando sorprendida de que su hijo lea un libro
-si Sally, es nuestro hijo- respondió con una sonrisa tranquila el Dios del Mar
Una vez vi una familia de centauros galopar por un campo de trigo, con los arcos tensados, mientras cazaban el almuerzo. El hijo centauro, me vio y saludó con la mano. A lo que le devolví con una sonrisa sincera. Extrañaba a los ponis fiesteros.
Por la tarde, vi al león de Nemea. En ese momento tuve un breve sentimiento nostálgico al recordar la misión que compartí con Zoe y Bianca. Esta vez todo saldrá bien, ellas vivirán, me repetiré eso todo el tiempo como si se tratase de un mantra.
El dinero de la recompensa por devolver al caniche nos había dado sólo para comprar billetes hasta Denver. Yo les dije que nos alcanzaba para literas, pero llegamos a un acuerdo mutuo en que íbamos a dormir en nuestros asientos en caso de que algo o alguien nos atacara y tengamos que escapar.
Grover no paraba de roncar, balar y despertarme cada vez que cerraba los ojos. Una vez se revolvió en el asiento y se le cayó un pie de pega. Clar y yo tuvimos que ponérselo de nuevo para que los demás pasajeros no se diesen cuenta.
-en verdad tienes que dejar de decir esas cosas amigo, me dejas en vergüenza- dijo Grover con algo de enojo en su voz culpando a Percy por poner todo en el libro
- bueno sátiro, nadie te mandaba a ser tan nervioso en ese entonces ¿no?- dijo Zoe con algo de altivez en su voz, haciendo que Grover asienta a lo que dijo de manera derrotada
-¿Estabas hablando con alguien mientras estaba dormida? – me preguntó repentinamente Clar.
-¿Perdona? – oh dioses, espero que no la haya visto, no se pondrá en modo "celosa", y eso no es algo que quiera ver por ahora.
-Hace un momento, cuando estaba durmiendo, me pareció oírte hablar- dijo mientras me miraba con sus hermosos ojos, lo que debería estar prohibido ya que casi siempre consigue que me confiese.
-Estaba leyendo en voz alta, ya que me dio la impresión de que cada vez que hablaba mientras dormías, se te formaba una linda sonrisa en tu cara. Y como te quedaba muy bien, me propuse a jugar con tu cabello mientras leía- le digo con una sonrisa juguetona haciéndola sonrojar, mientras que en mi mente decía algo parecido a "por favor que se la crea, ¡por favor que se la crea!".
-ohhhh, lo tienes a tu merced, o mejor dicho, todas lo tenemos-dijo Afrodita de forma coqueta y divertida de la situación, haciendo sonrojar de forma visible a la mayoría de las chicas, exceptuando a las que no aceptan totalmente sus sentimientos para con Percy
Viendo que finalmente se creyó mi mentira, le sonreí mientras ponía su cabeza en mi regazo y me disponía a acariciar su pelo, haciendo que el sueño le gane de nuevo. Cuando escuché un suave ronquido, me relajé y me acerqué despacio hacia su cara, besando suavemente su sien. Aún no es tiempo para que ella sepa mis secretos más íntimos. Aún no.
-pero ahora si los estoy sabiendo, y no solo yo, sino que todos también se están enterando querido- dijo clarisse de forma algo arrogante, siendo apoyada por todos en la sala, menos Octavian(N/A: como lo detesto) y los amordazados véase Annabeth y Luke
Hacia el final de nuestro segundo día en el tren, el 13 de junio, ocho días antes del solsticio de verano, cruzamos unas colinas doradas y el río Mississippi hasta Saint Louis.
Estiré el cuello para ver el famoso arco, el Gateway Arch, que aún a mí me pareció una enorme asa de bolsa de la compra en medio de la ciudad. Pero sabía perfectamente que, si lo decía cerca de Tena, ella me iba a ensartar con su lanza repetidas veces.
-necesitara unas cuantas clases de arte para que vea cuan maravillosas son las obras de arte- dijo Atenea algo enojada, en un murmullo siendo escuchado nada mas por la Diosa del amor, la cual sonrió de manera divertida
Entramos en la estación Amtrak del centro de la ciudad. La megafonía nos indicó que había tres horas de espera antes de partir hacia Denver.
Grover se estiró. Antes de despertarse por completo, dijo:
-Comida- cuando no chico cabra…cuando no.
Entonces tuve una brillante idea…no de esas en donde destruyo cosas, si no de esas en que fastidio descomunalmente a la gente.
-e igualmente, son ideas que no son muy buenas que digamos, para los objetivos de esas ideas- dijo Grover, haciendo sonreír a Hermes por lo dicho, y haciendo que Thalia suspire con cansancio al ver la actitud de su objetivo amoroso
-Venga, chico cabra. Vamos a hacer turismo cultural- le dije con una sonrisa, mientras despertaba a Clar.
-Turismo – me preguntó mi amor mientras se estiraba como un gato, haciendo que parte de su remera se levantara, revelando parte de su abdomen.
-El Gateway Arch. Puede que sea mi única oportunidad de subir, sacarme unas fotos y luego refregárselas en la cara a la hija de Atenea- les digo con una sonrisa brillante.
Grover y Clarisse intercambiaron miradas.
Yo sabía que a Grover no le agradaba tanto la idea ya que la traidora era supuestamente su amiga. Pero a Clar le importaba una mierda si Chase era feliz o no. En cualquier caso, éramos dos contra uno en la idea de ir al arco.
Grover se encogió de hombros. Sabía decisión G-man, un paso más a ser el nuevo señor de lo salvaje.
-bueno, creo que en esa línea temporal, tendré mas ayuda de la que recuerdo, o al menso eso quiero pensar- dijo el sátiro con una actitud positiva con respecto al tema
-Si hay un bar sin monstruos, vale- repitió la misma frase que la primera vez.
El arco estaba a un kilómetro y medio de la estación. Aproveché que en una tienda de souvenirs vendían cámaras de fotos, y me compré una. A última hora, las colas para entrar no eran tan largas. Nos abrimos paso por el museo subterráneo, vimos vagones cubiertos y otras antiguallas del mil ochocientos. No era muy emocionante, pero el guía turístico que iba con nuestro grupo no dejó de contarnos cosas interesantes de cómo se había construido el arco, y Grover no dejó de pasarnos gominolas, así que tampoco me aburrí esta vez.
No obstante, no dejé de mirar alrededor, a las demás personas de la fila. Sabiendo perfectamente que, dentro de unos minutos, tendríamos el inevitable encuentro con Equidna y la Quimera.
-como la detesto, y espero que no se destruya el puente como la vez pasada_-esto hizo que Atenea lo mirara de muy mala manera al saber que si se destruyo el lugar donde se encontraban en el libro
-¿Hueles algo? – Clar le preguntó a Grover.
Sacó la nariz de la bolsa de gominolas lo suficiente para inspirar. Pero sabía que era en vano, el hecho de estar bajo tierra, afecta inmediatamente sus sentidos.
-Estamos bajo tierra. El aire bajo tierra siempre huele a monstruos- dijo con cara de asco.
-¿Te quedan gominolas azules? – le pregunté porque primero, quería que dejen de preocuparse ya que yo los iba a cuidar de cualquier problema que surgiese, y segundo porque hace mucho tiempo que no comía dulces.
Antes de meternos en el ascensor, detuve a Grover y a Clar y les dije que tenía un presentimiento, de como si un monstruo estuviese detrás de nuestro rastro. Les pedí por favor que una vez que subamos al arco, se queden detrás de mí ante cualquier acontecimiento. Grover acepto sin rechistar, pero sabía perfectamente que a Clar no le gustaba que le digan que hacer, pero al final aceptó cuando la chantajee con comprarle algo.
- oye, eso no se vale, el chantaje no volverá a servir conmigo-dijo la hija de Ares haciendo un puchero, haciendo que varios se rían, e inmediatamente se callen al notar que ella los asesinaba con la mirada
Nos metimos al endemoniado ascensor. Había dominado mi fobia a los espacios cerrados, pero no significaba que estuviese a gusto en lugares así.
-el mar no puede ser contenido, aunque es sorprendente que haya superado ese miedo, la mayoría de los hijos que tuve casi nunca lo superaban- comento el Dios del Mar con orgullo en su voz, haciendo suspirar a sus dos hermanos
Al menos con esto logré convencer a Thalía que suba a lugares altos conmigo para superar su miedo, si lo superaba le daba un premio, pero si fallaba, ella tendría que vestirse como una muñeca Barbie. No hace falta decir que tuve que darle su merecido premio.
A Thalia casi le da un infarto cuando oye que el le obligo a hacer eso, sabiendo que seria una tortura para ella vestirse así, y también hizo que Zeus mirara con curiosidad a su hija ya que nunca pensó que ella tuviera miedo a las alturas
Nos apretujaron en una de las cabinas, junto a una señora gorda y su perro, un chihuahua con collar de estrás. Equidna, la madre de todos los monstruos, y su fiel hijo, la Quimera.
Empezamos a subir por el interior del arco. Había olvidado que este lugar tenía un ascensor curvo, y a mi estómago no le entusiasmó nuevamente la experiencia.
-¿No tienen padres? -Equidna nos preguntó…tuve que morderme la lengua para decirle a la gorda desagradable que podía meterse la curiosidad por su gigantesco y amorfo culo.
- le voy a tener que lavar la boca con jabón, por decir esas palabrotas- dijo Sally con algo de enojo al ver que su hijo se volvía mas grosero
-Se han quedado abajo. Les asustan las alturas- respondió Grover, de la misma manera que la perra de Chase lo había hecho la primera vez.
-Oh, pobrecillos- ooohhhh! La pobre señora ahora se preocupa por unas meras personas. Hipócrita.
La Quimera gruñó y su madre le dijo:
-Venga, hijito, ahora compórtate-
-¿Se llama Igito? Pobre chucho- le digo con una sonrisa satisfactoria, esperando ver su cara.
-No- contestó secamente, para luego empezar a sonreír "maniacamente"…dioses, no sé cómo era que le tenían miedo…
-bueno, en aquellos tiempos si daba mas miedo, pero ahora, da lastima- dijo Deméter con algo de diversión al ver las burlas del chico contra la monstruosa mujer
Encima del arco, la plataforma de observación me recordó a una lata de refresco enmoquetada. Filas de pequeñas ventanitas daban a la ciudad por un lado y al río por el otro. La vista no estaba mal, pero si hay algo que me guste menos que un espacio reducido, es un espacio reducido a ciento ochenta metros de altura. Empecé a tomar fotos, del monumento, de Grover mientras comía gominolas, de Clar sonriendo distraídamente, e incluso le saqué una foto a Equidna cuando miraba a otro lado.
El guía de turno no dejaba de hablar de los soportes estructurales, las ventanas y el suelo. Probablemente habría podido quedarse horas allí arriba, pero, por suerte para mí, el guarda anunció que la plataforma de observación cerraría en pocos minutos.
Hice que Grover y Clarisse quedaran conmigo, vimos a toda la gente subir a una cabina del ascensor. Esta vez el guía y la familia de tres, habían logrado meterse dentro del elevador.
-uffff, al menso esa familia esta a salvo ahora, antes me preocupe porque no habían logrado montarse en el ascensor para salir de allí- dijo Grover con un tono aliviado haciendo que los demás no se preocupen por los civiles
En la plataforma sólo quedábamos nosotros, con Equidna y la Quimera. Le sonreí socarronamente y ella me devolvió la sonrisa y se pasó la lengua bífida por los dientes. Disimuladamente hice una seña a mis compañeros para que se pongan detrás de mí.
El chihuahua saltó hacia mí y empezó aladrarme. Realmente, esa cosa estaba colmándome la paciencia, un ladrido más y lo congelaba en un maldito cubo de hielo.
-Bueno, bueno, hijito. ¿Te parece éste un buen momento? Tenemos delante a esta gente tan amable- dijo la gorda monstruosa.
El chihuahua me enseñó los dientes y de su hocico negro empezó a salir espuma.
-Oiga, perdone, ¿acaba de llamar hijo a ese chucho? – pregunté tratando de que revele su verdadera forma.
-Quimera, querido. No es un chihuahua. Es fácil confundirlos- si como no…ni siquiera un miope cometería tal error.
-ni siquiera un ciego cometería tal error tan tonto- dijo Hermes con un tono de burla mientras sus hijos y los de Apolo se ríen del chiste dicho por Percy
Se remangó las mangas vaqueras y reveló una piel azulada y escamosa. Cuando sonrió, sus dientes eran colmillos. Las pupilas de sus ojos eran rajitas como de reptil. Siempre he pensado que Tifón tuvo que ser muy valiente como para tener hijos con esta gorda horrible.
La Quimera en su forma de perro pequeño ladró de manera más alta, y con cada ladrido crecía. Primero hasta adoptar el tamaño de un doberman, después hasta el de un león. Entonces el ladrido se convirtió en rugido. Debí de haber traído algunas pastillas de menta conmigo, al menos su pronta estadía en el Tártaro no tendrá mal aliento.
Pude sentir detrás de mí que Clar tenía su lanza preparada para atacar en cuanto la oportunidad se presente. Grover, a pesar de estar prácticamente orinándose en sus pantalones, había sacado unas latas de su mochila y estaba listo para lanzarlas. No pude evitar esbozar una sonrisa por sus acciones. Al menos esta vez no destruiré nada, lo cual es para mí ganancia, ya que Tena no intentará matarme.
Grover para este punto ya estaba deprimido de que su amigo sea bastante perceptivo con respecto a las reacciones físicas de el en ese entonces mientras que los demás se ríen de el, siendo callados tanto por, mientras que atenea se alegra de que el no destruya tal construcción arquitectónica
Equidna dejó escapar un silbido que bien podría haber sido una risa. Pero para mí, se parecía más a un globo que estaba desinflándose. Un tanto hilarante en mi mente, a lo que tuve que concentrarme muy duro para no reírme en su cara.
—Siéntete honrado, Percy Jackson. El señor Zeus rara vez me permite probar un héroe con uno de los de mi estirpe. Pues yo soy la madre de los monstruos, ¡la terrible Equidna! – Ehhh… ¿acaso ella esperaba en este momento que tire unas serpentinas o que haya un juego de luces?
-¿Acaso tu intención es que deba quedarme asombrado por qué un oso hormiguero viajó desde Australia para darme una visita? – le pregunto con cara de palo, mientras podía oír una risita disimulada de Clar y un suspiro atragantado de Grover.
Tanto Hermes como Apolo y los hijos de ellos estallaron en risas durante un buen rato, mientras Grover y clarisse también se reían, aunque de una manera más tranquila que la de los hijos del Dios de los Ladrones hasta que se dejaron de reír y se pudo seguir con la lectura
Aulló y su rostro ofidio se volvió marrón verdoso de la rabia.
-¡Detesto que la gente diga eso! ¡Odio Australia! Mira que llamar a ese ridículo animal como yo. Por eso, Percy Jackson, ¡mi hijo va a destruirte! – cuantas veces habré escuchado esa frase…y encima nunca funciona.
Antes de que la Quimera pudiese avanzar, alcé mi mano de una forma que significaría que se detenga. Ante la sorpresa de todos, el monstruo obedeció, lo que me dio tiempo de continuar con el plan que tenía ideado en mi cabeza.
-¿En serio es eso de que Zeus te envió? Por qué no creo que él se arriesgue a que muera por tus manos y su querido rayo no regrese – le pregunto, tratando de que la madre de todos los monstruos revele su verdadera afiliación.
-ven, lo que dice es cierto, para que lo mataría si el me regresara el rayo- dijo Zeus con una confianza bastante falsa a la vista de todos, haciendo que tanto Hades como Poseidón lo miren con desconfianza
Vi la duda en su respuesta, mientras trataba de formar una respuesta. La Quimera estaba esperando órdenes todavía, intercalando miradas con su madre y nosotros.
-¿¡Qué crees que dices semidiós!? ¿Acaso dudas que alguien como yo desobedecería las órdenes del rey del Olimpo? – si en realidad estás esperando que me crea esa mentira estúpida, entonces me estás confundiendo groseramente con Ares.
-¿Quieres una respuesta honesta o una mentira que endulce tus oídos? Ten en cuenta que mi madre me enseño que no debo mentir…- bueno…eso puede que sea cierto, pero no lo sigo al pie de la letra. ¡Lo siento mamá!
-¿¡Insinúas que estoy mintiendo!? ¡Hijo! ¡Avanza hacia el semidiós! – chilló nuevamente la gorda.
-¡Aguarda! Lo siento, ¿vale? No fue mi intención tocar una fibra sensible en uno de los monstruos más renombrados en la historia griega- suave Jackson, aún mantienes ese toque para adular a tus enemigos.
Este hecho hizo que todos los hijos de Hermes, junto con el ya mencionado Dios sacaran una libreta y un bolígrafo de quien sabe donde para empezar a tomar notas de toda la actuación del chico, lo cual hizo que la gran mayoría le saliera una gota de sudor en su cuello por lo rapidez con al que sacaron las libretas
-Percy? ¿Qué rayos estás haciendo? ¿Quieres que nos maten? – escuchaba susurrar en mi oído a Clarisse mientas G-man estaba castañeando sus dientes.
-Tú confía en mí Clar…en todo caso si fallo, te doy completo permiso para que patees mi culo todo el viaje hasta el inframundo- le respondo tratando de tranquilizarla.
-bueno, es una buena manera de tranquilizar a una hija de Ares-dijo Zoe de manera mordaz haciendo que la mencionada clarisse se molestara con ella y le mandara miradas asesinas
-¿En serio dices que soy uno de los monstruos más renombrados en la historia? – mordió y hasta diría que se tragó el anzuelo…vaya si hasta es peor que Procrustes.
-¡Qué va! Si no me crees, pues pregúntale a cualquier dios que te encuentres…Es más, ¿me dejarías que te tome una foto a ti y a tu hijo junto? Digo…para tenerla de recuerdo- sé que dirás que sí gorda estúpida, no aguantas que alguien como Kämpe intente sacarte tu lugar.
Pude sentir que Clar estaba prácticamente perdida ante lo sucedido. No la culpo, si yo estuviese en su lugar, también pensaría que he perdido la cabeza ante semejante pregunta.
-y claro que la perdió, el tipo es un maldito loco- murmuro Octavian, siendo escuchado por el rubio Jasón (N/A: primero que nada, lamento su muerte, y segundo, no entendí porque el es rubio mientras que Thalia es pelinegra)
- lo dice el demente que destripa osos de peluche con el pretextó de "ver el futuro"- dijo el hijo de Júpiter con un tono sumamente sarcástico, y haciendo unas comillas con los dedos al final, logrando así silenciar al Legado de Apolo
-No veo cual es el problema en darle una última voluntad a un moribundo y sus amigos. Ven hijo, dejemos que el diosecillo nos tome una foto y luego podrás comértelo- dijo Equidna, mostrándome una sonrisa con sus dientes podridos.
Genial…tan solo genial, no puedo creer que esa tan idiota como para caer en una mentira tan simple como esa. Al menos a mí, Medusa me había nublado los sentidos de mi mente para atraerme a su lugar. Pero esta "mujer" no tenía excusas.
-Por favor pónganse juntos. Uno al lado del otro. Y por favor sonrían- les digo mientras simulo sacar mi cámara de mi morral.
Supe que tanto Grover como mi amor estaban viendo lo que estaba por hacer, se hicieron unos pasos para atrás, conociendo perfectamente el efecto que podía producir.
- una muy buena reacción considerando lo que hará- dijo atenea, que ya había unido los puntos y descifro el plan de Percy, el cual, según ella, fue un brillante plan digno de uno de sus hijos, lo cual la hizo sonrojar levemente
-Bien…así como están es perfecto. Por favor no se muevan, no quisiera que la foto saliese borrosa. Ahora sonrían por favor…y envíenles mis saludos a su patrón- les digo mientras saco mi botín de guerra.
-Qué quier…-intentó gritarme Equidna, pero ya era tarde.
La cabeza de Medusa estaba fuera del morral, y el paño negro que lo envolvía fue retirado rápidamente, haciendo que los ojos de la Gorgona se abran inmediatamente y petrifiquen en instantes a la madre de todos los monstruos y a su hijo, el híbrido de tres animales.
Todos se quedaron en silencio ante el ingenioso aunque radical plan que se le había ocurrido a Percy, mientras que su madre suspiraba de manera tranquila y mas relajada, ya que su hijo no estaba en peligro de ser atacado por algún monstruo… por ahora, mientras que le lanzaba una mirada a Hermes que se puso algo pálido y empezó a sudar un poco victima del miedo de ver a una madre enojada por haberle enseñado a mentir a su hijo
Dos estatuas de lo más horribles estaban delante de nosotros. Su fealdad creo que no podía imitar a la del cabronazo de Gabe, pero se acercaban bastante.
Envolví nuevamente la cabeza de Medusa y la guardé en el morral. Me di la vuelta e hice frente a mis compañeros de viaje.
-Tú…tú… ¿tú dime que no hiciste lo que hiciste? – me preguntó Grover mirándome con sus grandes ojos de cabra.
-Puede que sea posible que haya hecho lo que tú crees que yo hice. Tú qué piensas Clar, ¿crees que yo hice lo que Grover piensa que yo hice? – decidí divertirme un rato con sus caras de sorpresa con preguntas inútiles ante los hechos.
-Pues yo creo que hiciste lo que Grover cree que hiciste. Lo cual no sé decidirme en decirte si fue la idea más brillante que he visto en mi vida, o la más estúpida e imprudente- Clar me dije mientras se acercaba lentamente hacia mí con un brillo peligroso en sus ojos…me había metido en problemas.
-ohhhh y claro que estas en problemas, y unos mu fuertes-dijo clarisse con el mismo brillo en sus ojos que fue descrito en el libro, haciendo reír a afrodita y sonreír a Artemisa ya que el seria castigado por tan imprudente plan
Como el dios disfrazado de semidiós valiente que soy…retrocedí unos pasos. Créanme, nadie, y cuando digo nadie es nadie, tendría las bolas suficientes para hacer frente a los ojos brillantes de la mujer que aman cuando se acercan a uno furtivamente.
-Clar…¿? ¿No me harás daño verdad? ¿Nunca golpearías a una persona con anteojos, no? – le trato de distraer con preguntas banales.
-pero si el no utiliza anteojos- dijo Bianca de forma algo inocente, estando algo confundida, haciendo que todos estén de acuerdo con ella
-Percy…querido…tú no usas anteojos- ¡diablos! Me había olvidado que estoy en mi cuerpo joven.
Todos se quedaron sorprendidos por la similitud casi perfecta entre el comentario de Bianca y lo dicho en el libro por Clarisse, lo cual hizo que ellas se miraran y se sonrieran con confianza
-Si te dejo que hagas lo que quieras a las estatuas con tu lanza, ¿te haría feliz? – pregunto desesperadamente, a lo que pude ver una sonrisa fulminante en la hermosa cara de la hija de Ares. Había logrado hacerle cambiar de opinión.
-¿En serio? – me dijo con una cara adorable a lo que no le pude negar su pedido.
Verla disfrutar en destruir de a poco las formas petrificadas de Equidna y la Quimera, fue un tanto tranquilizador. Mejor ellos que sufran bajo el poder de la lanza que mi trasero.
-Grover, aunque no me creas, le estoy agradeciendo a cualquier deidad por haberme salvado de la furia de Clarisse. Espero que tú nunca pases por esto- le dije en un susurro a mi amigo el chico cabra, el cual asintió ferozmente.
-y aun así, mi novia se enoja conmigo por las estupideces que he hecho-dijo Grover en un suspiro haciendo reír a Thalia, a Bianca y a Hazel por lo sucedido con el
Luego de haber pulverizado a los dos monstruos, Clar volvió a donde me encontraba con Grover saltando como una niña pequeña. No pude evitar formar una sonrisa en mi cara por los recuerdos nostálgicos. Antes de que me diese cuenta, ella había pasado sus manos por mi cuello, y me estaba besando plenamente en los labios.
-Gracias por el regalo Percy- y con eso se dirigió al elevador para bajar de aquí.
Si tuviese un espejo delante de mí en este mismo momento, podría ver mi sonrisa comemierda que adorna mi cara.
El punto bueno de todo esto, es que, no destruí un monumento nacional. A lo que podía sumar también que me deshice de Equidna y la Quimera. Por no contar que me gané un beso de mi amor, a lo que todavía estoy recordándolo con una sonrisa en mi cara.
El punto malo, es que no pude salir en las noticias, lo que implica que no podré tener unas páginas del periódico con una nota nombrándome. Pero al menos, Grover le sacó una foto a Clar mientras destruía las estatuas. Eso compensa mi amargura.
En este punto, el fuego de la fogata se descontrolo, elevándose unos metros, hasta que lanzo algo por encima, lo cual fue agarrado por clarisse la cual, casualmente era la mas cerca del lado donde el objeto caía, y al verlo bien, era la foto que se mencionaba en el libro, el cual fue guardado por ella en su chaqueta
Ahora tengo que inventar una excusa para vayamos al Río Mississippi y encontrarme con la náyade.
-Chicos, no quiero serles de molestia, pero siento un tirón en dirección al río…- el tono de duda siempre ayuda cuando uno quiere inventar un motivo.
-Quizás sea un llamado de tu padre Percy. No puedes negarte a una llamada del dios del mar- dijo Grover mirándome.
-¿Están seguros? Pregunto porque no quiero que nos retrasemos más- me siento mal en engañarles de esta manera, pero necesito mantener algunos hechos lo más cercano posible a como fueron en la línea temporal anterior.
-si, por el efecto mariposa, el hijo de poseidon es lo suficientemente inteligente para no cambiar a grandes rasgos los eventos que el conoce, para desbaratarlos en el momento en que dichos eventos sucedan, es un plan brillante de hecho- halago atenea a un hijo de poseidon, algo inaudito e impensable, dado que nunca lo había hecho, haciendo que su tío la mirara con algo de orgullo en su mirada, lo cual hizo que ella apartara un poco su mirada
-Si tu padre te está llamando, debe de ser por algo importante Percy. Vamos, te acompañaremos hasta allí para que puedas ver que es lo que quiere- declaró Clarisse, mientras tomaba mi mano y me llevaba prácticamente a rastras.
Realmente debo empezar a hacer más ejercicio. Es imposible que ella siga siendo más alta que yo, y que tenga más fuerza inclusive. Si ella quisiese, prácticamente podría llevarme en sus hombros como una bolsa de papas. No es que me moleste la idea, ya que vería durante todo el viaje su hermoso trasero… ¡Estúpidas hormonas adolescentes!
Llegamos a donde estaba el McDonald's flotante del cual salí la primera vez. Al ver que no salía nada, les dije que a lo mejor debía de meterme en el agua. Ellos comprendieron mi hipótesis y me dijeron que vaya no más.
Debo admitir que había olvidado a propósito lo asqueroso que estaba este río. La contaminación cada dos brazadas. Basura por doquier.
-cuando salgamos de aquí, limpiare ese lugar, no quiero, que mis súbditos vivan en un lugar tan contaminado como aquel- dijo el Dios del Mar, algo asqueado de la descripción del lugar
Esperando a que la náyade llegue, empecé a usar un poco de mi energía divina para hacer hundirse en la tierra todo aquello que sea residuo orgánico, y las demás cosas como plásticos y latas, las empujaba hacia la superficie, justo al lado del local de hamburguesas. Debido a la cantidad inconmensurable de mugre que se hallaba, la energía que tuve que utilizar fue un poco demasiado para mi estado de semidiós. El hecho de estar en el agua ayudó a que mis pulmones no empiecen a sangrar inmediatamente, pero apenas salga a la superficie, debería de comer un cubo de ambrosia para hacer curar las heridas internas.
Entonces, a través de la oscuridad líquida, la vi: una mujer del color del agua, un fantasma en la corriente, flotando justo encima de la espada. Tenía el pelo largo y ondulado; los ojos, apenas visibles, verdes como los míos.
Se me formó un nudo en la garganta. Me había olvidado lo parecida que era a mi madre. Me moría de ganas por abrazarla. Tantos años habían pasado. Mis hijos nunca pudieron conocer a su abuela.
Todos se tensaron ante la noticia de la futura muerte de la madre de Percy, mientras sus futuras esposas miraban a su futura suegra con preocupación (N/A: preocupación mas aceptada por unas que por otras) mientras que la mencionada Sally se desmayo producto de la noticia, la cual casi le daba un infarto, y ahora estaba siendo sostenida tanto por Hestia como por artemisa y Zoe porque eran las mas cercanas a ella, mientras Apolo la revisaba, y decía que necesitaba unos minutos para despertar, y poder seguir con la lectura en lo cual, pasando unos minutos, se pudo despertar, se pudo seguir leyendo cuando vieron que Sally ya estaba en mejor estado, con lo cual, se pudo seguir leyendo
-Buenas tardes señorita. Por un momento creí que era mi mamá, pero luego recordé que eso era imposible- le dije mientras una mueca inconsciente se formaba en mi cara tras haber recordado lo anterior.
«No, niño, sólo soy una mensajera, aunque el destino de tu madre no es tan negro como crees. Ve a la playa de Santa Mónica.»
-¿Qué? – hora de continuar con la actuación.
«Es la voluntad de tu padre. Antes de descender al inframundo tienes que ir a Santa Mónica. Venga, Percy, no puedo quedarme mucho tiempo. El río está demasiado sucio para mi presencia.»
-Creo que deberías corroborar esa última oración señorita mensajera- le digo con una sonrisa humilde.
«Eh? ¿Pero qué ha sucedido? ¿Lo has hecho tú?»
-Creí que, si este río era un lugar más limpio, las náyades que la habiten no tendrían tantos problemas para solucionar sus problemas desde aquí- una mentira diciendo la verdad, Hermes estaría tan orgullo de mí.
- ohhh créeme, nunca estuve tan orgulloso de alguien que no fuera un hijo mío- dijo el mencionado Dios de los Ladrones quitándose una lagrima, mientras los demás lo catalogaban de dramático
«No puedo quedarme, valiente. ¡Ve a Santa Mónica! ¡Muchas gracias por lo que has hecho! Y no confíes en los regalos de…» - dijo ella. Estiró una mano y fue como si la corriente me acariciara lacara a modo de agradecimiento.
Su voz se desvaneció.
Después me sacudí el barro residual con dos patadas y subí nadando a la superficie.
Salí al lado del McDonald's flotante. Clar y Grover estaban esperándome mientras escuchaban música del iPod.
Les conté sobre el mensaje de la dama subacuática. Pero decidí omitir el hecho de que ahora es río esté más limpio que antes de que me zambulla.
-Guau! ¡Tenemos que llevarte a Santa Mónica! No puedes ignorar una llamada de tu padre- exclamó Grover súper emocionado.
Antes de que Clarisse pudiera responder, nos cruzamos con un periodista que daba una noticia y casi me largo una carcajada cuando dijo:
-Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría estar desaparecido, ha sido visto en el Gateway Arch. Según el informe de la gente que trabaja aquí y los turistas, parece que el chico Jackson está siendo acompañado por dos adolescentes más. El muchacho coincide con la descripción de un joven buscado por las autoridades en relación con un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja en dirección al oeste. Aquí ofrecemos una foto de Percy Jackson para nuestros telespectadores.
Nos agachamos junto a la furgoneta de los informativos y nos metimos en un callejón.
-Parece que después de todo, voy a tener algo más con que llenar mi álbum de recuerdos como fugitivo- dije para exasperación de Grover y la diversión de Clar.
- no destruyo el Gateway Arch, pero al menos consiguió salir en las noticias, es en verdad mas cosas para su álbum- dijo Will de forma divertida, haciendo sonreír a varios de sus hermanos, mientras nuestro emo favorito se sonrojaba un poco sin saber porque al ver a Will
Conseguimos regresar a la estación del Amtrak sin que nos vieran. Subimos al tren justo antes de que saliera para Denver. El tren traqueteó hacia el oeste mientras caía la oscuridad y las luces de la policía seguían latiendo a nuestras espaldas en el cielo de Saint Louis.
Dejé que Grover duerma en el asiento de enfrente, mientras que yo sostenía a mi amor en mi regazo, haciéndole caricias en la espalda y dejándole suaves besos en el hueco de su cuello. Logrando que se duerma con un pequeño rubor en su cara.
-bueno, este fue el final de este capitulo, ahora ¿quien será el siguiente en leer el capitulo que sigue?- pregunto Hestia, mientras una mano se levantaba pidiendo ofreciéndose como voluntario
- yo quiero ser la siguiente en leer Lady Hestia- dijo la chica que levanto la mano, sorprendiendo a todos de que ella se ofreciera, ya que no todos los días Zoe, la teniente de Artemisa, leía las aventuras de alguien, y muchísimo menos, las de un hombre
Bueno mis amigos, hasta que por fin actualizo ¿no? no lo había hecho antes porque en realidad estaba holgazaneando con la escritura del capitulo, pero ya esta hecho, y tratare de tener el siguiente listo para el fin de semana, porque puede ser que no escriba en algo de tiempo ya que comienzo la universidad la semana que viene y voy a estar bastante ocupado, tratando de atender a las clases y de escribir en mis tiempos libres, y si no lo saben, estoy subiendo una historia hecha junto con dos escritores mas, en una cuenta llamada ERA DXD, si la quieren buscar, la historia se llama, "El Tesoro de la humanidad" y pronto será publicado el primer capitulo, así que sin mas que informarles, me despido
