Hola lectores (: Este nuevo fic lo hice en base del anime Sword Art Online. Sin embargo, no es un Crossover. Para los que no han visto Sword Art Online, la trama en sí es sobre un videojuego virtual del que no se puede salir. Pero esta historia que leerán a continuación no es exactamente como aquel anime, sino sería un total palgio, violación a derechos de autor y falta de originalidad xD
ACLARACIÓN:ESTA HISTORIA NO ESTA CENTRADA SOLAMENTE EN AMOURSHIPPING (AshXSerena) SINO QUE HABRÁ VARIOS SHIPPING MÁS DE LOS CUAL PUEDEN DISFRUTAR U ODIAR (Advance, Poke, Pearl). ASÍ QUE SI PIENSAN QUE ASH SÓLO SE DARÁ SUS BESITOS CON SERENA, ESTÁN TOTALMENTE EQUIVOCADOS xD
DISCLAIMER: "Pokemon y sus personajes no me pertenecen ya que son propiedad de Satoshi Taijiri, Nintendo y Game Freak"
1 - Pokemon Battle Online
Súbitamente, todo se volvió de un color oscuro. Mi vista se nubló por completo, la orientación se perdió sobre mí y no pude hacer otra cosa más que esperar.
Enseguida, una delgada línea horizontal de un tono verde fosforescente comenzó a parpadear en el entorno. Se mantuvo así por algunos segundos más, aunque un poco más tarde, la sustituyó la palabra "CARGANDO…" .
Noté cómo la emoción comenzaba a invadir mi cuerpo y la adrenalina por comenzar esta nueva experiencia comenzaba a fluir por mis venas.
En un abrir y cerrar de ojos, aquel ambiente negro y misterioso dio lugar a un blanco que lastimó mi vista por algunos segundos. No sabía lo que pasaba hasta que me di cuenta que unas letras negras aparecieron frente a mí: "INICIAR SESIÓN" y "REGISTRARSE".
Escogí la segunda opción, puesto que era apenas un novato adentrándose a un nuevo mundo. Y me sorprendí al ver que la consola leía mis pensamientos, ya que escogió automáticamente la segunda opción sin siquiera yo haber hecho algo; había escuchado por ahí que el cerebro manda impulsos al casco y éste interpretaba tus decisiones en el juego. Simplemente increíble.
A pesar de que aún no se cambiaba aquel fondo claro y cegador, apareció el logo del juego y una bienvenida.
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POKEMON BATTLE ONLINE.
BIENVENIDO A LA MÁS GRANDE EXPERIENCIA EN BATALLAS.
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Aquello me resultó tan emocionante que no sabía cómo reaccionar al ver que me daban cinco opciones a elegir: LUCHADOR, MAGO, ESPADACHÍN, ARQUERO y SANADOR.
Mi mente estaba tan impaciente por comenzar el juego, que no pude procesar aquella información por un rato. Parecía que estas opciones eran para ver qué tipo de combate utilizaría en batalla. ¿Pero qué no el juego se trataba sobre aquellas criaturas magníficas y extrañas de las que tanto se rumoreaba? Bueno, esto parecía que me excitaba aún más.
La opción de luchador parecía tentarme, pero jamás fui bueno en artes marciales, combate cuerpo a cuerpo y todas esas cosas; de hecho, creo que jamás me he peleado en el mundo real, así que descarté aquella opción.
¿Mago? Bueno, esto sí que era una poderosa opción. Me resultaba intrigante la idea de hacer magia, ya que en el mundo real eso era prácticamente imposible. Aunque algunos llaman "magia" a la ilusión óptica, pero poder lanzar fuego, levantar rocas con la mente o cualquier otra cosa tan increíble era mejor que el simple hecho de hacer un truco de baraja.
El ser espadachín sin duda era también otra opción a elegir, puesto que no sólo podías luchar con una espada y un escudo como en la antigüedad, sino que podrías mejorar con el tiempo hasta un momento en el que llegarías a ser invencible debido las técnicas con tu espada. Aparte, sería entrar al combate con mi criatura ayudándome; dos ejes de ataque que sin duda complicarían al rival.
Muchos me han dicho que tengo buena puntería, y el ser arquero fortalecería aún más aquella habilidad. ¿Se imaginan el ser un arquero experto? Podría incluso cerrar los ojos y dar con mi oponente a cientos de metros de distancia. Mientras mi criatura lucha cuerpo a cuerpo con el oponente, yo podría ser el que complique las cosas combatiendo de lejos.
El sanador, aunque muchos lo ven como una opción no tan confiable, de hecho puede ser la que mejor resulte a la hora de combate. Mientras aquel monstruo que pelea a tu lado se encarga de luchar con el oponente, tú puedes respaldarlo aumentando su salud; es como si nadie le estuviese haciendo daño. Increíble.
Sin embargo, cuando lo pensé por unos breves momentos, supe que la mejor opción a elegir era la que más se adaptaba a mi perfil.
Una vez hice mi elección, otro letrero de letras mayúsculas y oscuras apareció alrededor de mi vista:
"ELIGE EL TIPO ELEMENTAL DE POKEMON QUE QUIERES PARA LAS BATALLAS. UNA VEZ QUE LO ELIGAS, NOSOTROS TE DAREMOS AL AZAR A UN POKEMON DE ESTE TIPO. SIN EMBARGO, ÉSTE SERÁ EN SU PRIMERA EVOLUCIÓN. (PARA LOS USUARIOS BETA LES SERÁ OTORGADO UN POKEMON DE SEGUNDA EVOLUCIÓN)".
Genial, esto simplemente se reduce a la palabra: "genial". Aunque lo había meditado por algún tiempo, sabía que esta era mi opción favorita y una de las más fuertes, sin duda alguna. Una lista apareció frente a mí, para poder escoger el tipo elemental de Pokemon que se me iba a proporcionar.
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ACERO
AGUA
BICHO
DRAGÓN
ELÉCTRICO
FANTASMA
FUEGO
HADA
HIELO
LUCHA
NORMAL
PLANTA
PSÍQUICO
ROCA
SINIESTRO
TIERRA
VENENO
VOLADOR
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Sin duda alguna elegí el tipo elemental correcto, y sabía que era la mejor opción.
Entonces, aquella pantalla nuevamente se torno oscura. El letrero de "CARGANDO…" apareció nuevamente y unos breves instantes después apareció un ambiente increíble. Mis ojos se cegaron un momento no sólo por la luz tan repentina que golpeaba mis retinas, sino que el paisaje era tan maravilloso que no podía creerlo.
Estaba listo. Estaba preparado para este juego; había encontrado por fin algo de entretenimiento, pero lo más importante era que sin haberlo planeado había encontrado al menos algo que le iba a dar sentido a mi vida, aunque en el pasado jamás lo hubiera pensado. Sí, ya sé que esto es absurdo; un muchacho de 17 años que no tenía metas ni logros en la vida, dependa de un juego virtual y se haya identificado con él, pero esto es lo que me hace feliz y lo que me cambiará la vida en un futuro no muy lejano. Es hora… Esta será la primera vez que haré historia en Pokemon Battle Online.
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— ¡No lo hagas! —una mujer gritaba con más desesperación que miedo— ¡Por favor, no lo hagas!
— ¡Ya basta! Estoy cansado de que me grites así.
Un contacto fuerte seguido de un sonido con la misma identidad resonó por toda la habitación. El mozo no estaba tan seguro si se había tratado de lo que sus ojos habían visto o si sólo era un producto de su imaginación. Sin embargo, estaba ya tan acostumbrado a este tipo de situaciones que ya no le impresionaba en lo absoluto.
Afuera, una tormenta se estaba desatando. Eran buenas noticias para el pequeño, ya que se alivió al ver que estaba refugiado bajo un techo y con la chimenea calentado sus rosadas mejillas. No obstante, también eran malas noticias para él, y vaya que eran las que más temía. Su miedo más grande era el de los truenos que se desataban por toda la ciudad; no sólo el gran sonido ensordecedor que producían los rayos lo estremecían, sino que aquel mismo sonido a veces sonaba exactamente igual a los golpes que el hombre le proporcionaba a aquella mujer. Empero, eran ya tantas las veces que veía esta situación, que ya no sabía distinguir entre un trueno y un golpe.
Lo más curioso era que para aquel muchacho, los rayos también lo hacían más fuerte y a veces lo calmaban. ¿Por qué? Porque siempre después de que aquel hombre le hubiese dado una pequeña lección a la hermosa dama y se fuera a beber alcohol alrededor de las calles de la ciudad, el retoño corría a los brazos de ella y se refugiaba en ellos, mientras los rayos retumbaban y hacían temblar los vidrios del hogar.
— Todo va a estar bien, Ash —susurraba aquella persona, con una voz débil, cortante y triste.
Así que a pesar de que los relámpagos lo hacían recordar cada golpe que su padre le daba a Delia, era más fuerte el sentimiento de que éstos los iba a recordar como un refugio, como una esperanza después de haber sufrido, como una sonrisa a pesar del dolor, a pesar de que su hijo sabía lo que pasaba y que lo había visto.
Pero un día el sujeto hizo que Delia actuara y se diera cuenta de que tenía que escapar de ese hombre. Ese día él llegó ebrio como todos los días y comenzó a discutir con la mujer de cabellos castaños y el contacto brusco comenzó de nuevo; sin embargo, esta vez Ash supo que no podía seguir soportando aquello. Sabía que si no le ponía un alto a todo esto, él la iba a asesinar tarde o temprano, a pesar de ser su esposa… a pesar de ser su padre.
— ¡Basta! —Ash se interpuso en su camino justo cuando le iba a dar una cachetada— Ya me harté de no hacer nada mientras veo como tú la tratas de esa manera.
— Ash… —el señor soltó una risotada— Venga, no te metas en mis asuntos.
— Cállate —Ash no le tenía miedo a su padre.
— ¿Qué dijiste, mocoso?
—Que te calles. Ella es mi mamá. Y juro que si la vuelves a tocar te…
A pesar de que era un muchacho de 10 años, su padre no dudó ni un momento en darle una cachetada que le hizo perder el equilibrio.
— ¿Juras que me vas a matar? —Su padre terminó la frase— ¡No seas ridículo!
Sin embargo, Ash no pudo hacer nada más que ver como su padre se reía, mientras el azabache lucía indefenso observando cómo nuevamente él volvía a hacer la rutina diaria con su madre.
Empero, Delia supo que esa fue la gota que derramó el vaso; el haber golpeado a un niño de diez años, y sobre todo a su hijo, la hizo actuar de inmediato.
— Delia… ya llegue —el hombre abrió la puerta de la casa, pero al ver que no había nadie nombró de nuevo a la mujer— ¡Delia! ¡Ash!
El hombre sabía que ellos se habían ido, que habían desaparecido. A pesar de todas las advertencias, amenazas para no denunciarlo y toda la autoridad que había impuesto sobre Delia, se había marchado muy lejos junto con su hijo…
Sin embargo, tan sólo le duró siete años a Delia el haber vivido tranquilamente, puesto que su padre los encontró en un tal Pueblo Paleta. Y aunque el Profesor Oak, que era un científico muy amigo de ella, se enteró de que él había dado con su localización, ya era demasiado tarde para escapar.
— Hijo, quiero que te vayas muy lejos de aquí —Ash repentinamente entró en confusión— Lo más lejos que puedas.
— No mamá, no voy a abandonarte. Si él viene, lo vamos a afrontar juntos.
Súbitamente, su madre acarició el rostro de su retoño. La mirada de ambos se encontró por un buen rato, contemplando sus rostros y sabiendo que ella no cambiaría de opinión. Tenía la sensación de que era la última vez de que vería a su hijo.
— Cuánto has crecido, Ash —las lágrimas comenzaron a brotar por las mejillas de la mujer.
— Madre, no te voy a abandonar.
— Él viene por los dos. No quiero que tú salgas lastimado — Delia sacó un boleto de avión que sorprendió al moreno—. Sabía que tarde o temprano iba a encontrarnos, así que planeé todo para ponerte a salvo.
— No… no… n-no puedo aceptar…
— ¡Ash Ketchum! —las manos de Delia apretaron su rostro, mientras más lágrimas caían de su barbilla— ¡Soy tu madre y me harás caso quieras o no! ¡Quiero ponerte a salvo! ¡Eres mi hijo y no quiero perderte!
— Ma…
— Irás a la región de Kalos, en Ciudad Luminalia. Ahí estarás a salvo.
— Pero… ¿En dónde viviré?
— Ten esta dirección —le depositó un pedazo de papel en su mano, donde venía el domicilio de la morada.
— ¿Y cómo vas a pagar todo esto? ¿Cómo piensas…?
— No te preocupes por el dinero, lo importante es mantenerte a salvo.
Nuevamente se quedaron mirando por un largo rato. Delia sabía en lo más profundo de su ser que si quería mantener a su hijo a salvo, tenía que mantenerlo lejos. Estaba consciente de que era la última vez que lo iba a ver.
— Te amo Ash —ambos se abrazaron.
— Yo más, mamá —Ash no pudo soportar el llanto y lo dejo salir, mientras los dos se abrazaban como si no hubiera mañana.
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— No, es la dirección correcta —estaba tan concentrado revisando la dirección que no me había percatado de haber escuchado la puerta abrirse—. Lamento no haber respondido, pero estaba haciendo del baño. Creo que no iré más a comer frijoles con doña Juana, aunque me haya regalado un cupón al 2x1, ten.
— Gracias —me sentía un poco avergonzado por lo que había mencionado, aunque recibí el cupón.
— Bueno, ¿y tú debes de ser Ash Ketchum, no es así? Soy el profesor Ciprés, un gusto. ¡No te quedes ahí parado! ¡Pasa! A fin de cuentas esta es tu nueva casa.
Al pasar, me sorprendí al ver que era una casa muy pequeña. A mi izquierda se encontraba un sofá cama de un tono verde oscuro. Frente a ella se encontraba un escritorio de computadora, de una madera oscura y fina, y pude ver que este pequeño cuarto lo podían cubrir un par de persianas, ya que estas estaban abiertas; al parecer el sofá cama iba a ser mi lugar para dormir. A unos metros frente a mi estaba la cocina. No constaba de mucho, tan sólo de una estufa, un lavaplatos y un microondas —que era lo esencial para mí—. Y a la derecha había una puerta cerrada, supongo que era el baño.
— Sí, te sugiero que no abras el baño —el Profesor Ciprés estaba avergonzado.
— Como sea. ¿Usted es amigo de mi…? —se me enchinaba la piel al recordarla.
— Sí, me dijo todo lo que pasó. Y no te preocupes por el dinero, el profesor Oak le prestó para comprar esta pequeña casa. No es mucho, pero al menos podrás dormir seguro.
— Está bien, me gustó la casa.
— ¿Qué más? ¡Ah, sí! En tu cuenta bancaria tu madre ya había depositado desde antes suficiente dinero para tus provisiones —comida, agua, emergencias, ropa, etc— durante algún par de años, aunque no para siempre, así que aprovéchalo bien.
— De acuerdo.
— Bueno, pues… —el silencio incómodo se hizo presente—, creo que es tiempo de que me vaya.
— Entiendo… bueno, adiós.
— Adiós —el profesor Ciprés de encaminó hacia la puerta y se volteó durante unos segundos para verme— Ash… tu madre… sé que ella estará a salvo. Te lo prometo.
Yo tan sólo me limité a sonreír tristemente y a agradecerle. Después de eso cerré la puerta y me mantuve en aquel silencio que me brindaba mi nuevo hogar.
Me entró un poco de rabia al recordar que mañana sería mi primer día en otra escuela distinta. Así que estaba un poco nervioso. Sabía desde pequeño que no era bueno haciendo amigos y que jamás había tenido uno en mi vida, excepto Gary —el hijo del profesor Oak—; cómo lo extraño.
La depresión comenzó a invadirme, así que para impedirla salí un rato a pasear durante aquella nueva ciudad donde la atracción más llamativa era sin duda aquella gigantesca torre. Sin duda era extraordinaria.
— ¡Hey! ¿Ya vieron esa nuevo consola? —escuché a un muchacho decir a lo lejos.
Me acerqué un poco para escuchar más de cerca. Al parecer estaba recargado sobre un vitrina, donde al otro lado se encontraba un casco electrónico y una pequeña caja que parecía ser un videojuego.
— ¡Dicen que esta nueva consola es sobre la realidad virtual! ¡Y el videojuego ni se diga!
— ¿Sobre qué es el videojuego? —cuestionó otro chico muy intrigado.
— Se dice que adoptas a una criatura llamada Pokemon y que puedes retar a otros oponentes en una batalla. Ellos lucharán por ti. El juego se llama… ¡Pokemon Battle Online!
— ¡Yo quiero la consola!
— Lo sé, yo igual. Aunque… aún no está a la venta. Ésta que se está mostrando tan sólo una de las cuantas que hay en la ciudad que están en exhibición. En dos semanas saldrá a la venta la consola junto con el juego.
— ¡Genial!
Cuando uno es nuevo en la ciudad, está aburrido y sobretodo tiene dinero en una cuenta bancaria que te podrá mantener durante unos cuantos años, aparte de que no sale mucho y no es bueno haciendo amigos. ¿Qué otra cosa más podría hacer en estos momentos? Tan sólo necesitaré convencer al encargado de la tienda para que me venda la consola de exhibición…
— ¿Qué le parece si le doy diez mil yenes?
— Lo siento, pero esta consola tan solo es de exhibición. Aparte de que su precio normal será de setenta y siete mil yenes.
- Mierda… Le doy ochenta mil yenes y mil yenes extra para usted.
— Dos mil yenes.
— Mil quinientos.
— Mil setecientos.
— Mil quinientos y un cupón para los frijoles de doña Juana.
— Hecho.
Y es así como esto iba a comenzar. Mi nuevo "hobbie", mi nuevo sueño, mi nueva forma de vida. Sé que es algo fuera de lo normal, pero por fin encontré algo donde podré sacar esa rabia que le guardé muchos años a mi padre ¿Y qué mejor manera de hacerlo en un videojuego? Sé que mi madre estará a salvo y sé que estará pensando en mí, así como yo lo hago con ella. Sé que aunque no volveré a ver a mi madre jamás, tengo las esperanzas de algún día pueda ir por ella. Sé que ella siempre me ha protegido de los truenos, a pesar de que ellos me recuerden a ella. Sé que la espada que tengo sobre mi mano me hará más fuerte en el juego, a pesar de ser un novato aún.
— ¡PIKACHU, YO TE ELIJO!
Un roedor amarillo salió de la pokebola y sin pensarlo le lanzó una tacleada a un Zigzagoon que había estado desconcentrado durante la batalla.
— Pikachu, ¡usa impactrueno!
Unas chispas de electricidad comenzaron a aparecer sobre sus mejillas rojas, seguido de una luz cegadora y un estruendo ensordecedor, mientras recordaba los truenos que habían sonado en mi infancia.
…Pero sobretodo sé que estoy a punto de tener una gran aventura.
