Ok, antes de iniciar con el capítulo, quiero pedir una disculpa por haber subido el anterior capítulo con otro capítulo que no concordaba. Algunos no pudieron fijarse, pero a los que se fijaron les pido una disculpa. Esto duró como una hora o más, pero inmediatamente edité el capítulo y puse el correcto. Es que como tengo dos fanfics en proceso, a veces me confundo xD.

Bueno, nada es mejor que el viernes! Disfruten de las emocionantes batallas! Gracias a Tamashi y al Observador del Destino por darse cuenta de que había subido el capítulo mal y por avísarme. Gracias también por los reviews de Kuroi, Cata-chan, Larekin (Drew aparecerá, pero no puedo decirte si será un tipo malo o bueno LO SIENTO XDD ) y también gracias a Johnny Ruby . Y los que no se han animado a dejar un review, háganlo :3 Bueno, ¡Nos leemos el martes! POR CIERTO... ¡HOY SALIÓ SMASH BROS! ¡WOHOOOO! (Aunque yo aún espero por el de Wii U y ni siquiera hay fecha de lanzamiento ¬¬)


11 — Una batalla contrarreloj y un Pokemon con suerte.


— ¡Y los vencedores son Wakaru junto con su Gastly, y Sori y su Bunnelby!

Ambos jugadores levantaron sus manos con aire victorioso. La gente comenzó a vitorear con euforia. Los ganadores regresaban a sus Pokemon a su respectiva pokebola, mientras los perdedores lo único que habían dejado era un rastro de polvo que se deslizaba lentamente hasta desaparecer entre la pastizal irregular y verdoso. La luz de la luna aún hacía compañía sobre el campo de batalla, pero aún así las antorchas alzándose mágicamente alrededor de la batalla eran suficientes para iluminar el ambiente.

El torneo había comenzado hace no mucho. La emoción de los combates no se hizo esperar, ya que en el primero fue una batalla interesante y digna, aunque no duró tan rápido como yo esperaba. Los demás participantes que han salido victoriosos y ovacionados han sabido cómo derrotar a sus oponentes, pero no al instante como el espadachín verde hubiera esperado. Éste se mostraba aburrido, a pesar de que la multitud estuviera atenta a cada batalla que se presentara. Sin embargo, yo sabía que lo que él quería era alguien que en realidad le impresionara, y ese alguien era yo. Pero tenía mucho más cosas importantes que hacer que impresionar a alguien que no era tan fuerte como yo, así que no me preocupaba en lo absoluto. Ni siquiera esta competición me interesaba en lo más mínimo, pero me había inscrito sólo porque no quería decepcionar a Misako.

Inmediatamente, los vencedores habían salido del escenario. En ese momento, el espadachín verde los felicitó y anunció a los siguientes participantes que aparecieron al azar en la pantalla virtual que se alzaba sobre el escenario.

No obstante, los jugadores que habían aparecido en la pantalla me sorprendieron por completo. Incluso Hikari y Misako se impresionaron de la misma manera. La chica de cabellos rubí tragó saliva con nerviosismo.

Todos comenzaron a voltear a su alrededor para ver quién demonios eran los participantes que iban a estar a punto de batallar. Poco a poco las personas comenzaron a mirarnos, puesto que habíamos llamado la atención, o mejor dicho, las chicas habían llamado la atención.

— ¡Los jugadores Misako y Hikari lucharán contra Akane y Rikuto!

Las chicas me miraron primero a mí y luego hacia su alrededor. Estaban totalmente impactadas, puesto que amabas no se esperaron que batallaran tan pronto. Pero unos instantes más tarde, Misako se alegró y animó a su compañera; de hecho, no podían haber estado más agradecidas por que su compañero de equipo hubiera sido la otra.

— Bien, estamos listas —la chica de cabellos azul claro comenzó a bajar las gradas seguidas de la pelirroja.

— Misako —alcancé a tomarle la mano—. Recuerda que esto es más una batalla a contrarreloj que de fuerza.

Sus orbes rubíes me miraron con miedo. Realmente pude notar algo de temor en ella, y no la culpo, ya que siendo una novata tendría que ser normal. Sin embargo, yo sabía que tenía potencial y la suficiente habilidad para derrotar a sus enemigos en poco tiempo.

— Sé que ganaran —le sonreí y su mirada inocente fue sustituida por una llena de seguridad.

— Gracias, Satoshi.

Ambas bajaron por las escaleras laterales de las gradas; las miradas se concentraron en ellas dos, al igual que lo hacían en otro punto lejano con sus combatientes. Cuando estuvieron frente a las cercas de madera, una de ellas se desvaneció súbitamente, abriéndoles paso para el campo.

Sus dos enemigos se situaron al otro extremo, aunque no supe decir si en verdad las chicas podían apreciarlos bien, ya que estaban a varios metros de distancia alejadas de ellos. No obstante, en una de las pantallas virtuales que se mostraban sobre la multitud, vi que se trataban de una muchacha con el cabello largo y suelto, de un tono tan oscuro como sus ojos. Su atuendo consistía en un chaleco pequeño, que le dejaba al descubierto la cintura. Sus guantes oscuros hacían juego con las botas largas que llevaba puesta, mientras que su falda grisácea se ondeaba al compás del viento. Pero lo que me llamó más la atención fue el libro que llevaba en la mano. Sin lugar a dudas se trataba de una maga.

A su lado, el chico parecía tener el mismo aspecto sombrío que la joven, sólo que con el cabello corto y con una armadura tan oscura que ni las mismas antorchas podían reflejar su brillo.

— El duelo consiste en eliminar al equipo rival en el menor tiempo posible… —Masato pronunciaba aquello como si de un recital se tratara.

El viento alrededor de los concursantes fue el único capaz de poner un ambiente tenso. El césped se movía con brusquedad debido a una ráfaga que pasó por el centro del campo. Sin embargo, a pesar de todo el silencio y todo el viento que chocaba partiéndose en dos sobre las rocas, pude notar que Misako y Hikari estaban bien concentradas en sus oponentes. Ni el peor abucheo por parte de alguien del público podía hacer que desviaran la mirada por unos momentos. Misako veía a través de su fleco que se revoloteaba con el aire a su oponente que era el espadachín. Éste esbozaba una sonrisa misteriosa, mientras desenvainaba su espada y colocaba frente a él un gran escudo con incrustaciones de plata que hacia lastimar los ojos. Por su parte, Hikari agarró el arco y se aferró a una flecha que tenía en el carcaj situado en su espalda, mientras la maga oscura seguía con aquella seriedad que tenía desde que entró al terreno, sin mover ni un músculo.

— ¡COMIENCEN!

Sin siquiera haber pasado un segundo, los cuatro jugadores lanzaron unas pokébolas al aire. El equipo sombrío no se espero siquiera a dejar que sus Pokemon se mostraran, ya que al momento en que lanzaron sus pokébolas, fueron corriendo hacia sus oponentes.

Misako y Hikari se sorprendieron, pero no lo suficiente para dejarlas paralizadas. Ambas chicas imitaron a sus enemigos y Misako desenvainó su espada mientras iba hacia el otro espadachín. Por su parte, Hikari tensaba el arco y se aferraba a la flecha.

Y mientras Rikuto iba corriendo con lo que sus piernas podían darle, un Pokemon aterrizó en el césped para seguirle el paso al sujeto. Se trataba de una criatura tan siniestra que lo único que podía reflejarse en ella eran sus ojos como diamantes. Aquellos ojos eran tan radiantes y lastimosos a la vista que lo único en lo que fui capaz de pensar fue en que se trataba de un Sableye.

Otros segundos más tarde, otro Pokemon de aspecto sombrío, con garras tanto en las patas con en sus manos y una extraña pluma rojiza en la cabeza, se situó al lado de la maga. Sabía de antemano que era Sneasel.

El Fennekin de Misako apareció detrás de la espadachín, aunque unos segundos después alcanzó su velocidad, mientras que Hikari no necesitó darle una orden a Piplup para que fuera contra el Sneasel de Akane.

Sin mucho tiempo de espera, la peliazul soltó la flecha a una velocidad impresionante, aunque la maga la esquivó con dificultades. Y nuevamente, otra flecha se hizo presenta, y otra, y otra, y otra. Y a pesar de que varias flechas fueron directo hacia la maga, ésta las esquivó con esfuerzo.

— ¡Es rápida! —mencionó Hikari mientras tensaba otra flecha en el arco.

Súbitamente un choque estrepitoso se oyó a varios metros de distancia. Se trataba de las espadas de Misako y Akane. El enemigo alzó su espada grisácea y volvía a chocar con el acero de tono entre rubí y blanquecino de la pelirroja. Sus espadas danzaban en el aire, haciendo que el centenar de antorchas se reflejara y bailara al compás del acero. Sin embargo, Rikuto trataba de hacerle daño a la chica, aunque ésta se defendía muy bien. Izquierda, derecha, nuevamente izquierda, arriba, abajo. Misako estaba muy atenta a los futuros movimientos del chico sombrío.

Por otro lado, ambos Pokemon tipo oscuro saltaron el aire una vez que estuvieron a metros de distancia de sus enemigos, y fueron a una velocidad inimaginable hacia los Pokemon rivales, lanzaron un arañazo que parecía difícil de esquivar. Aunque el Fennekin de Misako pudo retroceder apenas y evitar el arañazo de Sneasel, Piplup no tuvo la misma suerte con el ataque de Sableye. Sin embargo, el Pokemon de fuego, ya fuera de peligro, al ver a Sableye vulnerable, lanzó un ascuas que fue fugazmente hacia él y le dio de lleno, lanzándolo varios metros atrás, donde Misako y Rikuto seguían danzando con sus espadas.

Hikari comenzó a disparar varias flechas más hacia Akane, pero el libro de la maga se abrió repentinamente. Como si de una aspiradora se tratara, la mano de la maga comenzó a absorber varias palabras, letras y números de las páginas abiertas. Una extraña energía viajó de aquella mano hacia la otra, transformando las palabras del libro en hechizos destellantes que Hikari no pudo ser capaz de esquivar.

En ese momento, Misako se distrajo al notar que Hikari había perdido una cantidad considerable de vida, lo que la dejó su barra en color amarillo. El espadachín aprovechó la oportunidad y tiró a la muchacha con su escudo, mientras su espada rosada se le resbalaba de la mano izquierda y la dejaba fuera de su alcance. Sin titubear, el joven oscuro comenzó a dar espadazos bruscos que eran interrumpidos por el escudo de madera de Misako. Ésta no tenía más opción que protegerse con ello, y de un momento a otro, un tajo certero rompió su protección en varios pedazos, al tiempo en que pequeñas astillas también salían volando en varias direcciones.

Una oleada de emociones llenaron las gradas al tiempo en que la espada oscura del muchacho se alzaba y en ella se reflejaba la luna. Misako, paralizada ante la situación, se limitó a cubrirse con los brazos, mientras el acero iba bajando para terminar con su vida virtual.

Pero lo único que se pudo apreciar fue una llamarada que cubrió al espadachín. La chica notó que la espada le cortó algunos mechones de la cara, pero nada más. Cuando notó que su oponente retrocedió algunos metros, con heridas brillantes en un brazo debido a las llamas, volteó para ver que se trataba de Fennekin.

— ¡Misako! —Aunque no lo pareciera, yo estaba atento al cronómetro que mostraba la pantalla virtual— ¡Ya pasó un minuto! ¡Recuerda lo que te dije!

No sé si milagrosamente mis advertencias habían llegado a sus oídos, o si había recordado de repente lo que le había dicho, pero supe que cuando se levantó al instante, estaba consciente de que esto era una batalla a contrarreloj. Recogió su espada tirada en el césped y fue corriendo directo hacia el muchacho que aún seguía aturdido por el Ascuas de Fennekin. Cuando la concentración del chico volvió a la batalla, notó que la espada rubí de Misako estaba a punto de partirlo en dos.

No obstante, las garras del Sneasel de Akane fueron suficientes para detener aquel acero.

Todos se sorprendieron al instante, pero ni hubo tiempo de siquiera procesar aquella sorpresa, puesto que todo sucedió muy rápido: La Maga estaba detrás de Misako, absorbió algunas palabras de su libro y las transformó en cinco diminutas pero letales agujas de hielo que fueron directo hacia la joven.

Cuando dirigí mi mirada hacia Hikari, ésta ya había soltado una flecha que fue directo hacia la cabeza de la maga distraída. La flecha la atravesó justo en la sien y unos momentos después desapareció junto con su Sneasel. Sin embargo, a pesar de que ya habían eliminado a un oponente, las agujas de hielo estaban a punto de eliminar a Misako.

Y no sé si lo que hizo la espadachín fue pura suerte o cuestión de habilidad, pero cuando se volteó para ver que las picas de hielo estaban a punto de atravesarla, hizo unas grandes maniobras con la espada que detuvieron las cinco agujas. Cinco sonidos secos, cinco destellos que salían hacia otras direcciones, cinco choques del acero rubí contra el hielo que hicieron callar a todos los presentes.

Y cuando Rikuto no podía creerlo, un gran chorro de agua por parte de Piplup le dio de lleno para que saliera disparado, rompiendo una pequeña parte de las cercas e incluso atravesando las gradas de madera, llevándose a una porción de la multitud sorprendida.

El sonido de una explosión tintineante se oyó en medio de los escombros, y ambas chicas supieron que había terminado la batalla.

Cuando voltearon a la multitud, se dieron cuenta de que todos estaban callados debido a lo rápido que había pasado todo. Ambas jóvenes no supieron cómo reaccionar, pero cuando la multitud pudo procesar todo un instante después, la euforia y los aplausos se hicieron presentes en el lugar.

— ¡Y CON UNA BATALLA ESPECTACULAR, MISAKO Y HIKARI JUNTO CON SU PIPLUP Y FENNEKIN SON LAS GANADORAS DEL DUELO CON UN TIEMPO DE 2 MINUTOS Y 17 SEGUNDOS!

Cuando ambas chicas regresaron a las gradas, muchas personas iban alabando la puntería perfecta de la peliazul y las grandes maniobras con la espada de la pelirroja.

— Estuvieron increíbles—admití cuando se sentaron a mi lado—. De verdad.

— Gracias —respondió Hikari sonrojada, aunque Misako sólo se limitó a mirarme.

— Satoshi —ella estaba muy sonrojada— Yo… yo… estoy algo sorprendida.

— ¿Por qué? ¿Jamás pensaste que ganarías?

— No —dijo en seco—. No había recordado que al matar al jugador, automáticamente el Pokemon desaparecía.

— Bueno... es una de las debilidades a la hora de luchar —opiné— Así que tienes que saber utilizar muy bien a tu Pokemon y saber cubrir tus espaldas.

— Gracias... —dijo sonrojada y me miró fijamente— Jamás pensé que confiaras en mí...

— Siempre supe que eras fuerte —le dije— Y qué bueno que me demostraste que estaba en lo correcto.

Ella no tuvo tiempo de agradecerme, ya que anunciaron a los siguientes concursantes en la pantalla virtual.

— ¡Muy bien! ¡Después de una gran batalla, es el turno de Kentaro y Dai…! —anunciaba el Espadachín Verde— ¡…contra Kasumi y Takeshi!

Takeshi…

¿Acaso él también estaba participando en el torneo? ¿Brock? Bueno, aunque en realidad no me interesaba mucho lo que hiciera, ya que recordando lo que pasó hace poco él no era mi amigo nunca más. Sin embargo, sentía algo extraño en mí. Sentía ese impulso de ir con él y desearle buena suerte, a pesar de que estaba enfurecido con él.

Pero cuando estaba decidido a ir a hablar con él, oí unas discusiones más arriba de nosotros. Volteé la mirada y supe que se trataba de Takeshi, discutiendo con una chica de cabellos rubios recogidos en una larga cola de caballo.

Cuando comenzaron a bajar, aún discutiendo, le agarré el brazo al muchacho castaño y él se sorprendió de verme, interrumpiendo la discusión con su compañera.

— ¡Satoshi!

— Hola, Takeshi —sentía mi voz algo apagada— ¿Por qué discuten?

— Ah… no es nada. Sólo que por casualidades del destino me tocó con ella.

La chica de cabellos rubios me miró aún con algo de furia, por lo que me intimidé un poco.

— Soy Kasumi —se presentó sin siquiera haberle dirigido la palabra.

— Oh… Satoshi.

— Sí, sí. Lo que sea —Takeshi se agachó y me susurró algo en el oído—. ¿Puedes creer que me tocó con la chica que se sienta al lado de mí en clases? Vaya azares del destino.

— ¡Maldito Bro… Takeshi! Si no ganamos, será tu culpa ¿de acuerdo? —le reclamó la chica rubia.

Ni siquiera me di cuenta cuando se fueron, ya que aún estaba algo sorprendido por la noticia que Brock me había dado. ¿Acaso había escuchado bien? ¿Acaso Kasumi era Misty? Vaya, eso sí que era algo sorprendente… Quién imaginaría que una chica con tal personalidad jugara este juego.

— El duelo consiste en eliminar al equipo rival en el menor tiempo posible… —tan sorprendido había estado que ni siquiera supe cuando ambos equipos estaban ya en sus posiciones. — ¡COMIENCEN!

Sus enemigos, grandes, robustos y con más músculos de los que yo tendría jamás, se quedaron quietos en su lugar mientras sus Pokemon aparecían automáticamente a su lado, saliendo de su pokebola a voluntad.

El primer Pokemon era un Geodude, una roca con brazos que flotaba en el aire. El otro se trataba de un Ditto, una cosa gelatinosa que en lo que a mí respecta era asquerosa.

— ¡Vaya Pokemon para un tipo rudo! —gritó alguien de la muchedumbre acompañada de unas risas.

Y sí que era cierto. Uno era rudo, sin camisa, con los cabellos azabaches alborotados, y el otro era de la misma gran altura que su compañero, sólo que éste no tenía cabello.

Y sin embargo, Brock y Misty se sorprendieron cuando aquellos tipos se quedaron parados sin hacer nada.

— ¿Qué demonios? —Takeshi estaba confundido, pero enseguida atacó— Bien, ¡Onix, sal!

— ¡Igual tú, Togepi!

La gente se sorprendió al ver que éste era un Pokemon extraño, pero adorable. Aún así los murmullos se hicieron presentes debido a la curiosidad de ver a Togepi.

Y súbitamente, Kentaro, el chico de cabellos azabaches, dio un gran salto que duró varios segundos en el aire, pero poco después, uno de sus puños golpeó la tierra y causo ondulaciones en ella y levantó algunos tramos del campo. Brock y Misty cayeron y una porción de sus vidas bajó. Sin embargo, el golpe fue tal que el campo pasó a ser de una llanura verde a unas colinas pequeñas. Esto lo aprovechó Brock una vez que se reincorporó y se lanzó pecho tierra para ocultarse de sus enemigos.

— ¡Haz lo mismo que yo, tonta! —dijo Brock a Misty.

— ¡No me digas qué hacer, yo estaba a punto de hacerlo!

Pero su técnica no fue eficaz, ya que nuevamente el suelo comenzó a temblar porque ambos luchadores estaban golpeando el suelo con fuerza. Brock y Misty comenzaron a levantarse por los aires y a estrellarse una y otra vez debido a las grandes ondulaciones que producían aquellos tipos.

— Diablos, parecen fuertes —admití.

—Parece que la tenemos fácil, Kentaro —mencionó el pelón sin dejar de dar golpes al suelo.

— Así es Dai.

Pero de un momento a otro, Misty se aferró a un saliente que había producido el campo, por lo que dejó de rebotar.

— ¡Brock, dile a tu Onix que los distraiga!

— Cierto —El chico se había olvidado de que tenía a su Pokemón —Onix, a por ellos. ¡Usa atadura a los dos luchadores cuando estés frente a ellos!

El Onix comenzó a avanzar entre los temblores que también afectaban las gradas. Sin embargo, le costaba trabajo avanzar siquiera algunos metros.

— ¡Togepi… ehhh… no sé que poderes tienes!

— ¡¿QUÉ?! —Brock estaba sorprendido— ¡BROMEAS ¿CIERTO?!

— No… yo, yo…

La gente notó que aquel Pokemon que había causado curiosidad a final de cuentas tan sólo era tierno y ya. No tenía fuerza, ni rapidez, ni nada; las risas se hicieron presentes y eso hizo sonrojar a la rubia.

— ¡No se burlen! —Misty se iba resbalando de la saliente de roca— ¡TOGEPI, USA LO QUE SEA!

En ese momento, el Togepi comenzó a mover las diminutas manos de izquierda a derecha, mientras rebotaba en el suelo.

Misty y Brock no fueron capaces de aguantar más y comenzaron a rebotar con brusquedad nuevamente. Poco a poco su vida iba bajando y sinceramente no podían hacer nada más en esas condiciones.

— Diablos, sí que la tienen difícil— dijo Hikari viendo la situación.

Los segundos pasaban y las barras de vida de los que sufrían estaban cada vez más bajas. El terremoto comenzaba a marear a varios usuarios y comenzaba a ser molesto, aunque no para los que lo producían.

— Sólo unos segundos más, Dai.

— Y conseguiremos la victoria, Kentaro.

— ¡GOEDUDE!

— ¡OOOOONIX! —el Ditto cambió de forma y copió la de su rival, mientras iba hacia el ataque y embestía al Onix de Brock. La muchedumbre se sorprendió al ver que aquella cosa gelatinosa podía copiar la forma de otros Pokemon.

— Parece que están perdidos —Misako parecía estar en lo correcto, al igual que toda la multitud.

Súbitamente, a lo lejos pude ver que una especie de huevo iba rebotando, rebotando y rebotando hacia donde Kentaro y Dai se encontraban, aunque ellos parecían no notarlo. Y cuando fije más mi vista en aquel huevo, vi que unas pequeñas manos en la forma ovoide se movían de un lado a otro, con un tono muy brillante que cegaron mi vista por un momento.

— Misako, no creo que estén perdidos del todo —le corregí mientras intuía que algo increíble estaba a punto de pasar.

— ¿Qué es eso, Dai? — el terremoto parecía haber parado debido a su curiosidad.

— No lo sé, Kentaro —el tipo calvo agarró a Togepi y comenzó a burlarse de su "baile" extraño junto con su hermano.

El sonido estrepitoso de una gran explosión cubrió a los oponentes de Brock y Misty. El viento se lleno de polvo y nos rodeó a todos; algunos se quedaron paralizados al ver que algo repentino había sucedido.

Cuando la nube de polvo comenzó a alejarse, se mostró a un Kentaro, un Dai, un Ditto y un Geodude desaparecidos, dejando rastros de polvo brillante.

Togepi se paró como si nada y corrió a los brazos de su entrenadora, que seguía sin creerse lo que había pasado, al igual que Brock.

— Ahhh… Los…. Los… —El Espadachín Verde estaba también paralizado— ¡INCREÍBLEMENTE LOS GANADORES DEL DUELO SON TAKESHI Y KASUMI JUNTO CON SU ONIX Y SU TOGEPI CON UN TIEMPO DE 1 MINUTO Y 54 SEGUNDOS!


Próximo Capítulo: Estrategia y poder sorpresivos.