¡Hola lectores! Hoy es martes de capítulo nuevo :D ¿Y pues qué puedo decir? En verdad estoy muy impresionado por todos los reviews que me dieron ultimamente. Muchas gracias a todos los lectores tanto anónimos como los que tienen una cuenta aquí en Fanfiction. Y también gracias a los nuevos lectores.

Gracias a ThunderGold97 (En efecto, Togepi usó ese ataque xD ), a Ashthepokevenger (Satoshi no luchó por qué aún no era su turno, pero ya verás... n.n ), a LopezEmmanuel (Gracias por la sugerencia :D Puede que este capítulo te guste...), a Cata-chan (Creo que este capítulo resolverá tu duda sobre si May luchará xD), a Kuroi (ya verás muchas reacciones inesperadas más adelante xD), a Larekin (Tranquilo, no le haré nada malo a Drew xD ¿O sí?), a superjetjohn117 y a darklinkXxX (Bienvenidos al fic xD).

Que lo disfruten y hasta el viernes. ¡Nos leemos!


12 — Estrategia y poder sorpresivos


Poco a poco me iba acercando más al lugar donde se encontraba el Espadachín Verde, pero la cantidad de gente amontonada tanto en el césped como en las gradas no me dejaba avanzar con dificultad. Cada que había un pequeño descanso entre batalla y batalla—y ese "pequeño" eran como algunos 30 segundos o menos—, aprovechaba para abrirme paso entre las personas; quería salir de entre la multitud. No quería ser un estorbo ni estar cubriendo la vista de los espectadores a la hora de las batallas.

No obstante, después de un arduo trabajo empujando a los demás, finalmente me encontraba al lado del organizador del torneo. Él estaba sentado en un trono grande y pulido de piedras preciosas esmeraldas. Su brazo estaba apoyado en su espada envainada y a pesar de que tenía el yelmo esmeralda puesto, supe que tenía un gesto aburrido y estaba suspirando desesperado.

Sinceramente, a mí me daba risa la imagen que tenía en el juego, ya que no estaba muy acostumbrada a ver a un tipo grande, musculoso e intimidante que era respetado por la mayoría. En cambio, en realidad era todo lo contrario: bajo, flácido y por lo menos yo no lo respetaba, puesto que muy a menudo peleábamos por cualquier cosa.

Pero cuando traté de acercarme a él, algunos guardias se me quedaron viendo y me evitaron el paso para hacer contacto con él. ¿Quién se cree que es? ¿Acaso de verdad cree que es un verdadero rey que ni siquiera una chica como yo puede dirigirle la palabra?

— Disculpen, soy su hermana —parecía que el guardia había hecho caso omiso a mis palabras, ya que me ignoró por completo— ¡HEY, MAX, MAAAX!

— ¿Max? —un muchacho de entre la gente parada comenzó a reírse —. ¿A quién crees que le hablas? No le pongas nombres ridículos a Masato, el Espadachín Esmeralda.

No me había dado cuenta de lo sínica que había sido. Sabía que era algo vergonzoso decir el nombre real de alguien en un juego virtual, pero sólo lo hacía para que se molestara. Sin embargo, no sólo quería charlar con él para disgustarlo, sino que Kasumi y yo habíamos hecho una promesa. Debíamos de derrotar al jefe del nivel dos, y para ello necesitábamos unirnos a un gremio fuerte, o si no sería imposible aumentar nuestro nivel nosotras solas. Sabía que aquella promesa era algo difícil de cumplir, pero yo no era de las chicas que se rendían fácilmente.

Y aún así, me sentía algo estúpida en estos momentos, ya que Kasumi había cumplido con su parte. Ella había derrotado a sus rivales en un tiempo muy corto… demasiado, diría yo. Y no sólo yo era la única sorprendida al ver que su Togepi había hecho un gran ataque que mató tanto a sus oponentes como a sus Pokemon, sino que toda la multitud aún seguía hablando de aquel combate y de algunos otros, como el de aquella mujer arquera y la espadachín.

Así que tenía que estar muy concentrada desde ahora, pensando en cómo podría derrotar a mis rivales. No podía decepcionar a Kasumi, o la promesa habrá sido en vano.

— ¡Hey, Haruka! —una voz a lo lejos me llamó y una silueta comenzó a abrirse paso entre las gradas.

— ¡Kasumi! —me alegré al verla— ¡Estuviste genial en el duelo, felicidades!

— Bah… no fue nada —ella estaba un poco deprimida, aunque no entendía por qué.

— ¿Bromeas? ¡Han sido hasta ahora los que han hecho el menor tiempo posible!

— Lo sé, pero deberías agradecerle a Togepi —el Pokemon estaba en los brazos de la rubia, durmiendo después de todo lo que había pasado.

— Vamos… no seas tan dura contigo misma. Los Pokemon también son parte de tu equipo. Si uno vence a los demás, todos lo habrán hecho.

— Tienes razón —ella me sonrió, aunque cambió rápidamente de tema—. ¿Ya has hablado con tu hermano?

— No, será imposible con todos esos guardias a su alrededor. ¿Acaso se cree el más grande monarca del mundo o qué?

— Bueno, puede que terminando el torneo nos acepte a ambas —dijo Kasumi con un poco de esperanzas.

— Así es, soy su hermana. Debe de aceptarnos. Pero más vale ganar en el torneo y no arriesgarnos. ¿De acuerdo? Tú ya hiciste tu parte, y estoy segura de que pasarás a la siguiente ronda sin dificultades, pero yo no creo que…

— ¡Muy bien jugadores, ahora se llevará a cabo el siguiente duelo! ¡Y SERÁN HARUKA Y RUBY CONTRA JIROU Y SACHI!

En ese momento, no supe cómo reaccionar. Sabía que aún tenía que pensar las cosas. Tenía que ver cuáles eran mis debilidades para no mostrarlas en el campo de batalla, saber cuáles eran mis fortalezas, saber cuándo y cómo atacar. Tenía muchas cosas que analizar antes de que me tocara a mí, pero ya era demasiado tarde. Ni siquiera podía avanzar por las escaleras de la grada para ir hacia el escenario, puesto que estaba paralizada.

—No… no, Kasumi. Aún no estoy preparada… ¿Y si fallo…? ¿Qué pasa si…?

— Tranquila —Kasumi me dio un empujoncito hacia las escaleras y todos comenzaron a mirarme—. Lo harás bien. Estoy segura.

De antemano sabía que aún tenía miedo en el fondo de cometer errores. Tenía miedo de perder. Sin embargo, si seguía con aquellos temores, jamás iba a triunfar. Así que me armé de valor, tomé una gran bocanada de aire, y la saqué lentamente por la boca, mientras me encaminaba hacia el escenario.

Éste estaba algo desgastado por las enésimas batallas que se habían efectuado ahí. Noté que aquel color verdoso se había esfumado y dejaba pequeñas huellas marrones y leves salientes en el suelo. El césped armonioso ahora resultaba ser irregular, maltratado y marchitado. A pesar de todo eso, aún se podía ser capaz de luchar dentro de él, lo que me alivió un poco.

Noté a un chico que venía hacia mí. Llevaba puesta una banda roja alrededor de la frente, aunque dejaba escapar mechones blancos que cubrían pequeña parte de su rostro. Sus ojos carmesí me intimidaron y su expresión seria me hizo saber que aquel tipo parecía ser fuerte.

— Escucha… —me dijo sin dejar de mirarme —. Harás caso a todo lo que te diga, si es que quieres ganar este duelo rápido. ¿Entendido?

Tan sólo me dediqué a asentir algo anonadada. Sin embargo, mis instintos me decían que debía de confiar en aquel sujeto, o si no estaría derrotada.

Cuando volteé a ver a mis enemigos, mi sorpresa fue aún más al ver que uno de ellos era el muchacho con el que había peleado la primera vez que entré a PBO. Traté de recordar su nombre, pero después supe que jamás se lo había preguntado.

— ¡Hola niña! —él me saludó desde el otro extremo. Al parecer también me había recordado — ¡No creas que porque te derrote la primera vez será la única!

— ¡Eso no sucederá! —le grité desde el otro lado, aunque mi voz parecía entrecortada y débil— ¡Mi Pokemon y yo no lucharemos como la primera vez! —me volteé hacia Ruby, que miraba a los enemigos con concentración—. Escucha, el chico de cabellos grises es un…

— Sanador, lo sé —me impresionó que lo supiera, pero antes de que le diera alguna explicación, se adelantó—. Se nota por la forma en que su compañera lo cubrirá —ambos miramos hacia la espadachín llamada Sachi. Ésta llevaba una armadura ligera y una cota de malla plateada con tonos rosados—. Ella está parada frente a él. Va a protegerlo.

—Entonces significa que…

— Significa que cuando esto comience, tendremos que ir a atacar lo más rápido posible. Ellos estarán a la defensiva. Sin embargo, obviamente tendrán previsto que atacaremos primero, así que cuando esto comience, quiero que corras hacia la chica y la distraigas todo lo que puedas. ¿Entendido?

Asentí. Estaba bastante sorprendida por todo lo que aquel muchacho de ojos carmesí había analizado en cuestión de segundos. Tan sólo me quedaba obedecerle, puesto que él ya tenía todo planeado en su cabeza, aunque no tenía que confiarme antes de la batalla. No obstante, era un punto a favor el saber que ya conocía los movimientos de aquel chico y su Taillow, aunque también me perjudicaba a mí de la misma manera porque conocía a mi Pokemon y mis movimientos por igual.

— ¡El duelo consiste en eliminar al rival en el menor tiempo posible…!

La voz de mi hermano resonaba por todo el campo. Tenía que impresionarlo si quería estar en su gremio. Tenía que dar todo de mí en estos momentos…

— ¡…COMIENCEN!

— Ahora… ¡Ve y distráelos! —la voz de Ruby fue tan alta y tan segura de sí misma que me contagió de confianza.

Ni siquiera me di cuenta cuando su Pokemon salió de su pokebola. Parecía ser una criatura anaranjada y cabezona que se arrastraba por la tierra con sus cuatro patas, pero no había tiempo para investigar su nombre.

Comencé a correr y lancé mi pokebola al suelo. De ahí salió Wurmple y aunque no era muy rápido, lo dejé atrás no sin antes indicarle las instrucciones.

— Quiero que distraigas al Pokemon del oponente ¿de acuerdo?

El gusano asintió y se escabulló por el largo césped, como lo había hecho días atrás con el Taillow.

Me di cuenta de que la chica de armadura rosada y cabellos castaños seguía de pie ahí, junto con su Pokemon, que parecía ser un animal precavido y atento ante cualquier situación, puesto que estaba observando a gran velocidad cualquier movimiento extraño.

Por su parte, el Taillow de Jirou comenzó a volar por los aires. Hice caso omiso del ave y aceleré el paso para estar a algunos metros de la guerrera.

Ésta se percató de mi presencia y ya tenía preparado un movimiento rápido y hábil con su espada, que adiviné perfectamente. Cuando tuvo al descubierto parte de su cuerpo, de mi mano salió una luz destellante que la lastimó. Con maldiciones incluidas, retrocedió algunos pasos y reanudó su ataque con otros tajos que me hicieron retroceder, mas no acertaron.

"Tengo desventaja si lucho cuerpo a cuerpo con ella. Debo alejarme"

Y tenía razón, ya que ella comenzó a acercarse a mí con cada paso que retrocedía. Poco a poco comenzaba a lanzar tajos más violentos y certeros. Sin embargo, di gracias a mi velocidad que esquivaba cada uno de sus ataques. Noté algunos pequeños mechones de mi cabello esmeralda caer cuando la punta de su acero pasaba rozando a mi costado.

— ¿Qué pasa? ¿No has practicado tu puntería? —le dije al ver que no me había dado en ningún lado, aunque ella sonrió misteriosamente.

—Deberías cuidar tus espaldas niña —cuando volteé hacia atrás, el Taillow de Jirou iba como un proyectil hacia mí, con un ala brillando por el cielo.

Sin saber cómo demonios le había hecho, lancé un hechizo cualquiera hacia el Pokemon. El Pokemon volador cayó herido, aunque yo también me llevé parte de su ataque y salí volando algunos metros. Pero cuando me reincorporé, el Pokemon volador estaba surcando los aires de nuevo, como si nada le hubiese pasado. Sin duda aquello era obra del sanador.

— ¿Qué rayos? ¿Acaso estoy luchando sola? —tenía razón. Cuando volteé a ver todo el campo de batalla, solamente estaba yo, la espadachín y Jirou siendo protegido por el Pokemon atento de la chica— Maldita sea.

Súbitamente, corrí hacia el sanador para herirlo aunque fuera un poco, pero noté que Sachi le estaba dando una instrucción a su Pokemon.

— Patrat, ¡Usa Detección! —a la hora de que lancé unas pequeñas llamas que salieron mágicamente de mi mano, los ojos del Pokemon brillaron y esquivaron mi ataque con suma facilidad—. ¡Ahora usa Placaje!

El Pokemon de ojos amarillos y rojos se encaminó hacia mi dirección, pero justo en ese instante mi Wurmple salió de entre la maleza y le enredó con Disparo Demora.

— ¡Bien hecho! —le animé.

Y cuando Sachi vio que era buena oportunidad para atacarme de nuevo, lo hizo y esta vez no fui muy hábil para esquivar su corte. Una gran cicatriz brillante apareció sobre mi hombro. El grito que salió de mi garganta fue agonizante, puesto que notaba un leve dolor punzante en la clavícula, a pesar de que esto era un juego virtual.

Cuando me tiré al suelo indefensa, mi Pokemon insecto salió a la defensiva y usó Placaje contra Sachi. El Pokemon de aquella chica, Patrat, no se quedó atrás y vio que su entrenadora estaba en peligro inminente. Cuando mi Pokemon insecto le propinó una tacleada fuerte a la espadachín, Patrat hizo lo mismo con mi Pokemon, produciendo que éste estallara en polvos brillantes.

— No… — susurré sin poder creerlo. Mi Pokemon se había ido.

Noté que la vida de la chica de armadura rosada estaba en amarillo. El ataque de mi Wurmple no había sido suficiente para derrotarla. Y por si fuera poco, noté que un brillo cegador envolvió a ambos—entrenadora y Pokemon—, restaurando su barra de vida al cien por ciento. Jirou los había curado también ¿Acaso un sanador también podía curar a otros? Por lo que veía, parecía que sí.

Todo lo que mi Pokemon había hecho había sido en vano. Mis ataques contra la espadachín e incluso la distracción que estaba llevando a cabo estaban siendo en vano. Ruby había desaparecido junto con su Pokemon, sin siquiera apoyarme en lo más mínimo. Sabía que en unos segundos, Sachi iba a terminar conmigo y el gremio ni siquiera me iba a aceptar por le derrota tan humillante que estaría a punto de tener. Jirou me dedicó una mirada de perdón. Sabía que no le gustaba derrotarme dos veces seguidas. En cambio, Sachi se aferró a su espada y lanzó un corte, aunque yo cerré los ojos para no ver lo que sucedía.

En ese momento, sentí una vibración extraña. Y parecía ser que no sólo yo había sentido aquello. Sachi detuvo su ataque y noté que la espada estaba a punto de acabarme, pero aquella vibración breve nos hizo paralizar a todos, incluso a los espectadores.

Todo se quedó en silencio. Mi hermano se interesó por aquello y trató de calmar a la gente que murmuraba. El viento fue el único que no se calmó, ya que siguió soplando bruscamente como de costumbre, pero esto no era cuestión de oír, sino de sentir.

Y en efecto, nuevamente aquella vibración se hizo presente. Jirou y Sachi se dedicaron una mirada mutua sin saber lo que pasaba. Otra vez, aquella vibración se hizo notable, pero esta vez fue más prolongada y con mayor fuerza.

Y súbitamente, un Pokemon salió de entre el césped. No obstante, no sólo arrancó pedazos de césped, sino que fragmentos de tierra se habían esparcido a su alrededor, dando a entender que la criatura había salido no escondido del pastizal, sino por debajo de la tierra. Lo que más impresionó a la multitud fue que una silueta había estado aferrada a una de sus patas. Una silueta negra que no se podía apreciar con claridad debido a que las antorchas y la luna lo cubrían con su luz brillante. Lo único que se pudo apreciar de aquella silueta fue que había volado muchos metros sobre el cielo, con un arco tensado y manteniéndose suspendido en el aire. Por unos momentos pensé que aquella figura había sido algún tipo de dios o algo parecido, ya que sus ojos carmesí y el aspecto brillante de la punta de la flecha por donde la luna se estaba reflejando lo hacían parecer inmortal.

No hubo tiempo siquiera de reaccionar por parte del sanador, ya que la flecha fue directo a su sien. Basto sólo un tiro para que su vida estuviera vacía y explotara en partículas brillantes, mientras automáticamente su Taillow también desaparecía.

Sachi trató de reaccionar, pero cuando tensó su espada de nuevo, una voz se hizo presente en el aire.

— Trapinch, Ataque Arena.

El Pokemon, aún en sombras por la luna llena, comenzó a invadir el aire de polvo. La velocidad con la que bajó hacia el suelo y salpicó el ambiente de tierra fue impresionante que ni la vista humana fue capaz de notarlo. La muchacha y su Pokemon fueron cegados por la arena, al igual que yo. Sin embargo, unos segundos después noté un grito ahogado y una explosión a mi costado, seguido de otra a unos metros frente a mí.

Cuando el aire se hubo esparcido, ya nadie estaba a mi alrededor. Solamente el Trapinch de Ruby y él se estaban encaminando hacia la salida del campo, con el carcaj y el arco a sus espaldas.

— Buena distracción. Gracias —alcancé a oír por parte del chico.

— ¡CON UN ATAQUE SORPRENDENTE, LOS GANADORES DEL DUELO SON RUBY Y HARUKA JUNTO CON SU TRAPINCH Y WRUMPLE, CON UN TIEMPO DE 1 MINUTO Y 45 SEGUNDOS!

La gente comenzó a ovacionar más al chico que a mí. Yo por mi parte aún seguí paralizada en el campo, debido a la actitud de aquel chico y el poder que poseía. No podía creer que en unos cuantos segundos había eliminado al los dos usuarios oponentes, sin siquiera matar a sus Pokemon.

Salí del campo unos momentos después, y se anunció la siguiente batalla, aunque estaba bastante distraída como para escuchar los nombres de los combatientes.

— ¡Haruka! —Kasumi llegó a mi lado— Estuviste increíble.

— No, yo sólo…

— Vamos, recuerda lo que me dijiste hace rato.

Yo le sonreí y ambas nos abrazamos de felicidad, sabiendo que nuestras posibilidades de pasar a la siguiente ronda eran probables.

Pero nuevamente, el silencio se hizo presente. Aquello hizo que mi euforia se fuera y pusiera atención a lo que había producido aquel largo sosiego.

— No puede ser—alcancé a escuchar a mi hermano desde su trono— Es él…

Cuando fijé mi vista en los concursantes, un chico de cabellos azabaches de una túnica tan blanca como la luna y con un Pikachu en el hombro estaba en el campo de batalla, junto con un chico que llevaba una capa negra y le cubría gran parte de su rostro.

— Es el Destello Eléctrico —mencionó uno de la multitud y muchos murmullos se hicieron presentes, pero sin dudas el que estaba más sorprendido por aquello era mi hermano.

Todos estaban más atentos que de costumbre ante aquella batalla, y cuando dio comienzo, un silencio sepulcral calló incluso hasta los murmullos.

El muchacho de cabellos azabaches comenzó a caminar por el campo a un ritmo lento, mientras su espada aún envainada lanzaba destellos eléctricos con sed de sangre. Sin embargo, el chico de capucha se adelantó y detuvo al muchacho con una mano.

— Yo me hago cargo —su voz apenas llegó a mis oídos.

Cuando todo el mundo pensó que el "Destello Eléctrico" iba a ser el centro de atención, aquel muchacho misterioso sacó con suma tranquilidad una pokebola y la lanzó al aire. De ahí salió un Pokemon pequeño de pelaje marrón. Los enemigos parecían no estar intimidados por aquella criatura.

— ¡KANGASKHAN, A LA CARGA! — ordenaba uno de los oponentes.

— ¡Igual tú, Nidoking!

Ambos Pokemon comenzaron a correr con una velocidad inigualable hacia el Pokemon pequeño. Éste se quedó ahí, sin siquiera retroceder ante la intimidación de ambos gigantescos y robustos Pokemon.

— Eevee, usa Ataque Rápido —apenas un susurro por parte del encapuchado hizo reaccionar al Pokemon.

Eevee abrió los ojos con furia y comenzó a correr aún más rápido de lo que el Nidoking y el Kangaskhan lo hacían. Y sorprendentemente en un par de segundos, el diminuto cuerpo del Pokemon se estrelló en el pecho del Nidoking, haciendo que éste saliera disparado cual bala. Atrás de él iba corriendo el Pokemon canguro, y debido a la inercia del golpe, Nidoking lo arrastró y ambos salieron disparados hacia donde se encontraban sus entrenadores.

Un estruendo fortísimo se escuchó produciendo ecos a kilómetros de distancia, seguido de una nube de polvo y unas siluetas que se arrastraban y atravesaban cerca, gradas y pastizal.

Cuando la nube de polvo hubo desaparecido, un rastro de polvo brillante fue el testigo de que los cuatro enemigos habían sido vencidos, incluso venciendo a su paso a espectadores.

El silencio duró varios minutos. Incluso el Destello Eléctrico estaba sorprendido por la gran fuerza del Eevee. Nadie podía creer lo que había pasado y menos con el tiempo en el que se había resuelto todo aquello…

— ¿Quién es ese chico? —preguntó Kasumi aún impactada como el resto.

— Los… los… —el Espadachín Esmeralda no podía creerlo— Los… ganadores son… Satoshi con su Pikachu y… —estaba segura de que cuando mi hermano estuviera a punto de pronunciar aquel nombre, iba a esparcirse por todo PBO— … Shigeru… con su Eevee, con un tiempo de 15 segundos.


Próximo capítulo: Enfrentamiento inesperado