Hola a todos. Antes de comenzar con el capítulo, quisiera decirle a Larekin que lo lamento mucho. Sé que no sólo él, sino muchos visitantes se han molestado por que piensan que Ash es invencible, es algún tipo de Gary Stu o algo por el estilo. Y sinceramente, lo he visto ver así. Pero pues hay gente que no es paciente y comienza a reclamar como lo hizo Larekin, y de hecho faltaba un capítulo... sí, uno... para que vieran más o menos que Satoshi no es lo que parece. Él no es invencible ni nada por el estilo. Habrá más jugadores mucho más fuertes que él, y lamento decirlo, pero sí, él obtendrá palizas y de las buenas. Sí, lamento decirlo, pero estoy algo enojado porque hay gente que incluso abandona el fic por ver que Ash es algún tipo de dios, cuando ni siquiera se puede ser un poco paciente y dejar que se desarrolle la historia. De todas maneras, Larekin, si deseas continuar leyendo este fic, eres bienvenido, y si no, aún así te doy las gracias por haberte tomado tu tiempo en leer a alguien con el avatar de Kirito, que según tú, te arrepentiste de leer a alguien con aquel personaje como avatar. BUENO, PUES ESTE CAPÍTULO Y LOS OTROS DOS QUE VIENEN DEMUESTRAN QUE ASH NO ES UN GARY STU, UN DIOS O UN INVENCIBLE. Todo tiene su razón de ser. Satoshi por algo dijo que es un cheater, por algo intervino y por algo relaté su batalla contra el Charizard (SÍ, UNA BATALLA QUE PARECE QUE TUVO POWER-UPS Y QUE SATOSHI PARECE INVENCIBLE) Sin embargo, en este capítulo ser hará saber la realidad. Y si creen que he estado escribiendo el capítulo un día antes de publicarlo, pues no es así. He invertido tiempo y dedicación en esta historia, y llevó adelantado muchos capítulos más. Así que si van a juzgar a un capítulo por su contenido, sin siquiera ver el desarrollo de la historia, pues no digo que están haciendo mal... sólo digo que es algo apresurado el reclamar. SÉ QUE HAY PERSONAS QUE LES MOLESTA VER PERSONAJES COMO GARY STU O MARY SUE(Si no saben lo que es, un Gary Stu/MarySue es alguien excesivamente idealizado, que acapara todo el centro de atención de la historia, es perfecto y sin defectos, etc, etc) Y LAMENTO QUE LES HAYA VISTO VER EN MI FIC A ALGUIEN QUE NO ES LO QUE PARECE. ACEPTO QUE FUE ERROR MIO EL DESCRIBIR A ASH COMO ALGUIEN ULTRAMEGA PODEROSO, PERO LES JURO QUE NO ES ASÍ. LES PIDO DISCULPAS, Y SI LAS PERSONAS QUE SE ENCUENTRAN MOLESTAS QUIEREN SEGUIR LEYENDO ESTO, ADELANTE. Repito: ASH NO ES EL MAS PODEROSO DE PBO, Y ESTE CAPÍTULO, RELATADO POR UN PERSONAJE NUEVO, LES HARÁ CAMBIAR DE OPINIÓN CON RESPECTO A ASH Y LOS ADENTRARÁ MÁS AL MUNDO DE PBO, QUE HE ESTADO IMAGINANDO DURANTE MESES xD
Bueno, lamento el diálogo largo, pero quería dejarlo en claro, sobretodo para un querido lector como Larekin (PUEDE QUE TE INTERESE ESTE CAPÍTULO PORQUE APARECERÁ ALGUIEN QUE HAS QUERIDO VER aunque sea por algunos momentos). Sin más me despido, y lamento si lo publico algo temprano, pero este día estaré algo ocupado. Gracias por sus reviews tanto buenos como malos y háganme saber qué quieren que aparezca en la historia, que si lo estoy tomando en cuenta xD ¡Nos leemos el viernes!
20 - El secreto de los beta
La niebla comenzaba a molestarme con cada segundo que pasaba, puesto que era más densa que antes. Lo único que lograba alcanzar a ver era aquella voluminosa puerta frente a mí. Una puerta de madera con tallados finos y curvos que apenas y se podían apreciar. Una gran manija grisácea y oxidada, que se asomaba de entre el hocico de la cabeza de un gran dragón que jamás había visto. Un dragón que a pesar de ser de roca, parecía estar vivo debido a la mirada seca, intimidante y autoritaria que tenía. Un dragón que sabía después de todo que iba a ser el jefe del primer nivel.
Volteé hacia atrás, con la mano apoyada en la manija, y ahí vi a mis compañeros. Estaban erguidos, seguros de sí mismos y con sus armas al frente, sabiendo que lo que se encontraba detrás de la gran entrada no iba a ser cosa fácil. Después de verlos a ellos, volteé a ver al chico y a su amigo. El joven moreno parecía ser fuerte, aunque un poco iluso. Sin embargo, aquel tipo de la túnica blanca… ¿acaso era la primera vez que nos veíamos? ¿Por qué sentía que algo raro pasaba con él? ¿Acaso sería un beta? Si era así, tenía que enfrentarlo… No... ¿Para qué enfrentarlo y matarlo? Después de todo, eso no serviría de nada. Debía de avisarle a él. Él sabría qué hacer con los beta… él tenía un plan para borrarlos del mapa, o eso creo.
Abrí la puerta.
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Las espadas tintineaban, sacaban chispas, danzaban por el aire contra las garras del Pokemon. Los hechizos invadían el aire volcánico como si de aves se trataran. Los sanadores eran bien defendidos por los luchadores, y al mismo tiempo los curaban de lo que el dragón podría hacerles. Las flechas pasaban zumbando a centímetros de mí y de cualquier persona, pero daban de lleno al monstruo que teníamos delante de nosotros.
Sabía que este Pokemon no era igual. La versión beta del juego había mostrado a un Charizard menos fuerte que el que estábamos combatiendo. Sus alas azuladas eran menos grandes, sus garras eran menos afiladas, su velocidad era más predecible… todo de él era menos en la versión beta. Sin embargo, Él me lo había dicho; no estaba sorprendido después de todo.
No obstante, con gran perseverancia y sumo cuidado, poco a poco íbamos disminuyendo la vida del Pokemon de fuego. Sus grandes barras de vida, que parecían una gran columna sobre su cabeza, iban disminuyendo poco a poco. De cuatro barras enormes y largas que tenía, dos ya estaban vacías, y apenas íbamos por la tercera. De veinte jugadores que iban conmigo, tan sólo tres de ellos habían muerto en el intento, y el amigo de Satoshi y él mismo no habían dado señales de que fueran fuertes. ¿Por qué? ¿Por qué no mostraba todo su poder aquel chico? Si mi verdadero propósito era el descubrir a un maldito beta en el juego… Era por eso que había venido aquí a "luchar" contra el Charizard. Necesitaba ver a un beta… Ansiaba por avisar por fin de algún beta… de los 994 betas restantes. ¡¿Por qué no aparecía ninguno, maldita sea?! ¡¿Por qué todos se escondían?! ¡¿Acaso sabían que ellos estaban en peligro?! ¿Acaso sabían que Él estaba buscándolos?
Súbitamente, una oleada de fuego por parte del Pokemon abrazó a seis de mis compañeros, y éstos desafortunadamente desaparecieron al instante. Yo quería gritar para fingir que había estado preocupado, pero antes de hacerlo, él apareció. Satoshi, con su gran espada eléctrica, la ondeó al viento y fue directo hacia el Pokemon de fuego. El Charizard se dio cuenta de aquello, y bloqueó su tajo eléctrico con suma facilidad. Al momento de hacer aquello, una onda de viento rodeó el lugar, y varios de mis compañeros fueron arrastrados hacia el suelo.
— Ese poder —mencioné. Sabía al instante que era un beta. Debía de serlo. ¡Por fin había descubierto a un beta en el juego, y él jefe lo sabría! ¡Por fin pod-….!
Algo interrumpió mis pensamientos emocionantes. Algo que me sorprendió aún más en mi lugar. Mientras el Pokemon estaba forcejeando con Satoshi, un ágil movimiento del jefe de fuego hizo perder el equilibrio al chico. Sus garras estaban a punto de atravesarlo… Él estaba en peligro, pero cuando ocurrió aquello… cuando aparecieron tres figuras que me hicieron paralizarme de sorpresa… cuando intervinieron en la batalla y fueron directo hacia el Charizard, supe que se trataban de otros tres beta.
Uno de ellos, llevaba unos guantes negros de cuero, al igual que unas botas oscuras pero de peso ligero. Su chaleco púrpura dejaba ver unos grandes brazos no tan voluminosos, pero sí tan marcados que parecía ser bastante fuerte. Su pelo largo púrpura ondeaba al tiempo en que corría hacia el Charizard. En ese momento, el chico saltó y un aura morada se concentró en uno de sus negros puños, y ahí, le dio de lleno en el rostro del Pokemon que estaba distraído con Satoshi. Sin embargo, eso no fue suficiente para sacarlo de equilibrio, ya que se reincorporó al momento y con su ala izquierda hizo un movimiento para golpear al muchacho de cabellos púrpuras.
Y ahí fue cuando intervino el otro chico. El jugador que tenía una túnica verdosa oscura y cabellos verdes, con las orillas de ésta desgastadas, pero que hacían ver increíble su atuendo. Unas botas moradas hacían juego con su túnica, y en la mano descubierta, un aura verdosa rodeó la palma. Segundos después, ese aura se transformó en algo que viajó por debajo del suelo volcánico. Algo que viajó, se retorció e iba destruyendo todo a su paso. En ese momento, supe que se trataban de unas ramas con vida; unas raíces tan inquietas y violentas que sujetaron y abrazaron al Pokemon de fuego.
Charizard estaba vulnerable, y eso lo supo aprovechar el chico de cabellos púrpuras, que con su Aggron, juntos le dieron un gran golpe en el estómago al Pokemon de fuego. El Pokemon del mago de mata esmeralda, Budew, lanzó una especie de polvo anaranjado que paralizó por algunos momentos más al Pokemon dragón.
Mis demás compañeros aprovecharon el momento y comenzaron a atacar, al igual que el amigo de Satoshi. Pero éste… éste estaba sorprendido por lo que acaba de pasar, al igual que yo.
Todos atacaban al Pokemon. Su tercera barra de vida había sido finalmente aniquilada, y sólo falta una más. Entonces… su color de vida se tornó rojizo, y ahí fue cuando apareció una esfera azulada que irradiaba brillos cegadores, y el Charizard la apretó entre sus manos a duras penas, puesto que aún seguía algo paralizado.
Y cuando todos pensaban que tenían la ventaja, El Charizard se convirtió en alguien más poderoso. Alguien irreconocible y que había cambiado su forma. Se había tornado a un Mega Charizard X.
El Pokemon de un momento a otro se zafó de las ramas del mago beta y lanzó un fuego azul que mató a tres de mis compañeros, y dejó heridos a Satoshi y a los otros dos betas.
Ahí fue cuando intervino el último beta de todos.
El joven de cabellos rubios, con una especie de prenda azulada que le llegaba desde los pies hasta el cuello, comenzó a ser rodeado por un aura amarillenta, y ahí comenzó a curar a todos en la batalla. Su nivel de curación fue tal, que los beta de nuevo estaban tan bien como al principio.
— No puede ser —mencioné. Ellos tres… ellos tres habían estado en mi grupo, y yo jamás me había dado cuenta de ello. Paul, Drew y Citron eran parte de mi grupo para ir a "derrotar" al jefe, pero jamás me había dado cuenta de que estaba viajando con tres betas. Dos semanas buscando a un maldito beta, y tres de ellos habían estado en mi "party" desde siempre. ¿Qué acaso era un maldito ciego?
Mientras veía cómo el Charizard esquivaba los ataques, comenzaba a pensar sobre aquello. ¿Qué iba a pensar el jefe de esto? ¿Qué me iba a decir después de que le dijera que cuatro betas habían estado frente a mí, y mucho peor… habían derrotado al Charizard?
El Pokemon surcó los aires, pero ahí en su lomo se encontraba Paul, que le dio un derechazo en la espalda. Cuando aterrizó en el suelo reincorporándose al instante, el mago había invadido el cielo de un polvo somnífero. El Pokemon trataba de dormirse, pero hacía todo lo posible para no hacerlo. Repentinamente, lanzó otro de su fuego azul. Citron lo bloqueó con su aura, y nadie obtuvo daño alguno. Satoshi lanzó un tajo eléctrico al Pokemon… Sabía que esto estaba acabado. Sería imposible que el Pokemon obtuviera la victoria. Los beta eran tan fuertes… cada uno de ellos había sido tan fuerte desde que pasó aquello… desde que obtuvieron el poder gracias a ese alguien. Si con cuatro betas y otros diez usuarios normales y fuertes era seguro que obtendrían la victoria, no me quiero ni imaginar qué pasaría si diez de ellos, veinte e incluso treinta fueran contra el jefe del nivel dos. Ahora entendía por qué estaba tan preocupado el jefe.
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"¡ENHORABUENA! ¡SE HA DESBLOQUEADO EL PISO 2!"
Tan sólo quedaban Satoshi, Paul, Drew, Citron y cinco compañeros más —el amigo de Satoshi había muerto—, aparte de mi persona. Todos y cada uno de ellos recibieron un diferente premio que fue directo hacia su menú. Me di cuenta de que yo había recibido un gran escudo que me sería de ayuda. No pude ver lo que los demás obtuvieron, pero Satoshi me sorprendió al ver que venía hacia mí.
— Veo que fuiste de mucha ayuda, gracias —me mencionó. Sabía que si durante la batalla me seguía quedando paralizado como lo había hecho hace algunos momentos, me tacharían de débil y cobarde; eso no sería bueno para alguien con mi reputación. Así que finalmente había decidido luchar junto con los cuatro beta.
— No te preocupes, Satoshi. Todos fueron de ayuda.
— Masato —intervino Paul, con una voz fría— Al parecer aquí termina nuestra "alianza". Quiero concentrarme en ser fuerte… Cuando encuentren las mazmorras del nivel dos, me avisan.
— Igual yo —mencionó Drew— Necesito hacer un par de cosas.
— Pues cada quién tomará un camino separado, chicos —sonrió Citron— Yo igual me separaré por el momento.
— No, no. Esperen —intervine. Debía de llevarlos con el jefe. Él sabrá qué hacer con los cuatro— ¿Por qué no me acompañan a un lugar?
— Lo siento —mencionó Satoshi.
— Oigan, no… no pueden hacer esto.
— Tranquilo chico —dijo Paul con frialdad— Esto es un simple juego. Aparte… no quiero llamar mucho la atención. No quisiera que me vieran como el chico que venció el primer jefe.
— ¿Con que muy humilde, eh? —soltó una risotada Citron— Bueno, tampoco quisiera el reconocimiento. Creo que por ahora no será tan bueno llamar la atención, y menos en el comienzo del juego.
— Yo tampoco —terció Drew— Me quiero concentrar en ser más fuerte.
— Esperen —intervino Satoshi— ¿A qué se refieren? ¿Por qué es malo obtener una buena reputación? ¡Vencieron al primer jefe del nivel! ¡No es cualquier cosa!
— Pronto lo entenderás, Satoshi —finalizó mientras desaparecía con el letrero de "DESCONECTADO", al igual que los demás.
— Masato —dijo Satoshi, aún extrañado por la actitud de los tres beta desconectados—Ten esto —cuando vi la Master Ball, me impresioné — No necesito una pokébola. Con mi Pikachu soy feliz; no necesito otro Pokemon.
— Espera —dije antes de que se fuera— No puedo aceptar esto… no…
— Consíderalo como un obsequio.
Yo me quedé en silencio. Pero debía de hacer algo… necesitaba llevarlo con Él.
— Sé que eres un beta —mencioné instantáneamente—. Por favor, lucha a mi lado.
Su impresión no pude notarla, ya que estaba de espaldas a mí. Sin embargo, hubo un tiempo grande de silencio.
— Sé tu secreto. Sé que los beta son tan poderosos —le dije.
— Lo sé. Tú también eres uno de ellos.
— Sí, y sabes que hasta ahora, tú eres el único que ha sobresalido en el juego.
— Desafortunadamente sí —susurró con frialdad— Y no lo entiendo. ¿Por qué los demás no se han aparecido? Digo, por fin me encuentro con cuatro betas en la versión original. Y cuando veo su poder y veo lo que hacen, ellos pasan desapercibidos; justo como ahora. ¿Por qué no quieren ser conocidos? ¿Por qué los beta están escondidos? ¿Tan malo es tener una buena reputación?
— "El Destello Eléctrico". Ese es tu apodo ¿cierto? —mencioné mientras asentía—. Bueno… hay gente a la que no le gusta ser el centro de atención.
— A mi tampoco me gusta.
— ¿Y entonces por qué sigues aquí? ¿Por qué no dijiste nada sobre no querer ser reconocido como el chico que mató al Charizard? Los demás beta lo dijeron… pero tú no.
— Yo… no lo sé. A lo mejor… a lo mejor quiero ser importante aquí. En el mundo real no soy más que nada, pero aquí… aquí me siento libre, me siento vivo. Aquí puedo ser alguien.
— Y vaya que lo eres —mencioné— Vamos… ven conmigo. Quiero llevarte a un lugar secreto del juego.
— ¿A dónde?
— Tan sólo ven —estiré mi mano. El lugar estaba vacío, con un aire volcánico tan frío que sentí un pequeño escalofrío aunque comenzaba a sudar debido a los nervios. Si lograba llevarlo con Él, cumpliría una pequeña parte de la misión… Vamos Satoshi, acepta. Acepta o estaré arruinado.
— Lo siento, Masato. Pero quiero despejar mi mente por algunos momentos. Tal vez en un futuro pueda ir contigo, pero por ahora quisiera estar sólo.
— ¿Por qué? Acabas de decir que quieres ser alguien en el juego. Esta es tu oportunidad.
— Yo… no sé. A veces me gusta estar solo —noté que había algo de tristeza en su interior. ¿Quién lo estaba haciendo sufrir? —Lo siento —en eso, el chico se desconecta y mis oportunidades habían desaparecido.
Mis demás compañeros veían todo con atención, y cuando volteé a verlos, les dije:
— Digan a todo el mundo que Satoshi venció al jefe de nivel él solo —tenía un plan… necesitaba encontrarlo de nuevo a él y a los demás— Yo tampoco quiero el reconocimiento.
.
.
Toqué la puerta tres veces, pero nadie abrió. Quise esperar a que algo pasara, pero cuando vi que nadie lo hacía, entré sin permiso alguno. Ahí, una mesa estaba en el centro. Cinco personas estaban alrededor de una larga mesa, y en la cabecera estaba Él. La vela que estaba en el centro ya era una pequeña y tenue luz que apenas y podía ver a las siluetas. La oscuridad me abrazó al cerrar la puerta y fui directo hacia la silla vacía que había delante de mí.
— ¿Cuál es la razón de tu llamado, Masato? —mencionó el jefe, el que estaba en la cabecera. Los otro cinco estaban tan callados como simples estatuas.
— Yo… —no estaba preparado para esto— Yo me encontré finalmente con otro beta.
Noté que una de aquella siluetas apretó un puño, pero con discreción. Los demás estaban tan quietos como al principio, pero pude notar la tensión en el ambiente.
— ¿Y qué hiciste? ¿Lo convenciste de que viniera hacia acá? ¿Lo convenciste de que entrara al gremio?
— No… no pude hacerlo.
— ¿Por qué?
— De hecho, no sólo fue uno. Fueron cuatro.
El silencio esta vez fue más prolongado. No obstante, una de las siluetas se paró y me apuntó con un dedo.
— ¡ESTA ERA TU OPORTUNIDAD, MALDITO DE MIERDA! —dijo el tipo robusto con su dedo moreno apuntándome—. ¿POR QUÉ NO LOS CONVENCISTE? ¡VES QUE CUESTA TRABAJO EL ENCONTRAR A UN PUTO BETA DE MIERDA, Y TÚ TE ENCUENTRAS CON CUATRO PERO NO HACES NADA!
— No seas tan desesperado, Mirto —mencionó otra silueta, aunque pude ver su sonrisa tan inocente y siniestra a la vez y unos mechones rubios cayendo sobre sus hombros— Masato tuvo sus razones para no poder hacerlo. Además, no es tan sencillo convencer a un beta de que se una a nuestro gremio. Si los hubiera convencido en esos momentos, y más si son cuatro al mismo tiempo, uno de ellos sospecharía sobre el gremio y estaríamos en graves problemas. Veo que aquí el imbécil es otro ¿O no Mirto? — su voz era tan fría… tan vacía… tan llena de misterio.
— ¡CÁLLATE! ¡ESTO NO PUEDE…!
— Basta los dos —dijo el encapuchado que se encontraba en la cabecera de la mesa.
Ambos callaron y el jefe me dejó continuar.
— Es difícil convencer a uno solo, jefe. Usted lo sabe muy bien.
— Lo sé —dijo en seco— ¿Por lo menos sabes sus nombres?
— Sí —mencioné. Tres de ellos los conozco muy bien… pero no quería decirle aquello. No quería contarle que tres de ellos habían estado en mi "party" desde hace tiempo. No quería ser humillado—. El primero es Paul, es un luchador muy fuerte; al parecer tiene de Pokemon a un Aggron.
— ¡¿Un luchador?! ¡Já! ¡Quisiera luchar contra él a ver si es tan fuerte como dices, Masato! —gritó Mirto con su típica actitud egocéntrica y brusca.
— Cállate Mirto. Nos pueden escuchar —reclamó el jefe con suma quietud.
— El segundo es Drew. Su magia es extraña, pero parece que se especializa en la magia venenosa y de tierra. Lo vi haciendo ese tipo de magia, pero ninguna otra como lanzar hechizos de fuego o agua, o algo por el estilo. Su Pokemon es un Budew.
— Vaya, puede que sea interesante —dijo una de las siluetas, con voz de mujer.
— El tercero, es un sanador. Puede cubrir a todos de los ataques que le lancen. El Charizard atacó con un lanzallamas azul, y detuvo el ataque con su aura y cubrió a todos con su magia curativa. Su Pokemon lo desconozco.
— ¿Y el último?
— El último pues creo que lo sabe muy bien jefe.
— ¿Tú expandiste el rumor de que un chico derrotó él solo al primer jefe? El Destello Eléctrico, Satoshi. ¿No es así?
— Sí.
— Bueno, por lo menos hiciste algo bien esta vez, Masato. Expandir el nombre de alguien en PBO es algo que nos beneficia, y más si es un beta. Podemos encontrarlo pronto.
— Quise agregarlo de amigo, pero parece que le gusta la soledad. Los otros tres, de hecho, los tengo como amigos.
— Eso no nos sirve de nada. Recuerda que los beta no aparecen en el mapa y será imposible localizarlos aún así los tengamos de amigos.
— ¿Y si les envío un mensaje?
— ¿Y qué les vas a decir? ¿Qué se unan al gremio?
— No, pero les puedo decir que nos podemos ver en algún lugar.
— Tienes razón, puede servir. Sin embargo, eso lo harás después. Por ahora me interesa ese chico… Satoshi.
— ¿Y cómo lo voy a encontrar?
— Pues con aquellos rumores no te costará mucho trabajo, pero para facilitar el trabajo, quiero que llames la atención de todos. Como tú ahorita tienes la pinta de ser el mejor jugador de PBO…
— El mejor jugador… Por favor…—una de las siluetas soltó una bufada.
— Sí, sé que nadie es mejor que tú —el encapuchado le mencionó a la silueta que tenía oculto su rostro debido a la oscuridad—. Como sea. Quiero que anuncies que harás un nuevo gremio. Un gremio en el que la gente tratará de unirse debido a que el mejor de PBO estará ahí. Todos los jugadores participarán en el torneo, y si por azares del destino te encuentras con Satoshi, quiero que hagas algo…
— ¿Pero y si no está? ¿Y si en el torneo hay algún otro beta?
— Mejor aún. Si hay algún otro beta, sin duda será parte de tu gremio. Deja que pase el tiempo, gánate su confianza y cuando creas que es el momento indicado, los convences. Pero si Satoshi se presenta, yo tengo planes para él…
— ¿Planes?
— Sí… sé quién es en la vida real.
— ¿CÓMO? ¡¿Y entonces por qué no lo matas de una buena vez?! ¡VE A SU CASA Y MÁTALO! ¡CORTALE LA GARGANTA EN DOS MIENTRAS ESTÁ JUGANDO! —intervino Mirto.
— No puedo hacer eso. Prometí que lo mantendría con vida. Como sea, tengo planes para él.
— ¿Harás que se una al gremio?
— Sí, pero primero me vengaré. No soporto la idea de saber que gracias a él ya los otros tres el primer jefe ya está derrotado. A este paso, en uno o dos años ya habrán pasado el nivel él o cualquier otro beta… incluso los jugadores normales. No toleraré a otro jugador o jugadores que pasen el nivel a su antojo. Necesito vengarme… será una pequeña venganza, nada más.
— ¿Y qué clase de venganza? —dije con misterio.
— Harás que lo odien. Su reputación bajará hasta los suelos. No tendrá amigos, no tendrá aliados, no tendrá gremio, no tendrá nada. Y si no tiene nada ni a nadie, será difícil que pase por sí mismo el juego. Y al no tener nada más… ¿a quién recurrirá?
— A nosotros.
— ¡Exacto, Masato! A nosotros. Satoshi será parte del nuevo gremio. Sin embargo, será alguien muy odiado. Bueno… supongo que es lo que se merece por haber derrotado al jefe del primer nivel.
— ¿Y cómo haré que lo odien?
— Simple. Así como creaste el rumor de que él venció al Charizard él solo, crearas el rumor de que el un cheater. Un tramposo. Un injusto. Les dirás a todos los que ven el torneo que él venció solo al Charizard… él solo, sin la ayuda de nadie más. Después, dices que es un "cheater".
— ¿Y si no me creen?
— Tranquilo… yo me encargaré de que sea lo más creíble posible.
— Bien ¿es todo? —me levanté de mi silla.
— Sí. En cuanto a los otros tres… después de que termine el torneo… búscalos junto con tu gremio. No quiero perderles el rastro.
— De acuerdo —me encaminé hacia la salida, pero antes de colocar mi mano en el picaporte podrido de madera, el encapuchado me habló.
— Oh por cierto… cuando les digas a todos que Satoshi es un tramposo, mátalo.
— Pero él es muy fuerte —dije con impresión.
— Por favor… sabes que no es más que un simple niño que piensa que es el mejor de PBO, cuando hay 999 betas más fuertes que él. Aparte, lo derrotarás junto con tu nuevo gremio.
— De acuerdo —dije.
— Una última cosa —mencionó en un susurro—. Antes de matarlo, asegúrate de amenazarlo.
— ¿Amenazarlo? —no entendía bien a lo que se refería.
— Ya sabes… puede que después de matarlo venga de nuevo y trate de vengarse, o cause por ahí algunos problemas. Para estar seguros de que no hará nada sorpresivo después de que lo mates, amenázalo.
— ¿Y cómo voy a hacer eso?
— Tranquilo —sonrió siniestramente— Sólo menciona que si hace algo indebido, matarás a su madre… Delia Ketchum.
Próximo capítulo: El sujeto misterioso
