Capítulo 8: "El nacimiento de Red - parte 1"
El secuestrado azabache veía pasar todo tipo de escenarios frente a él, ya que era arrastrado a toda velocidad por sus Tauros, los cuales, debido a no verlo durante tanto tiempo, no se detuvieron hasta alejarse muy lejos de los terrenos usuales del laboratorio. Este disfrutó del viaje mirando como sus pokemon se adentraban al bosque por un sendero poco ocupado.
- ¿Hasta dónde nos llevarán? – (preguntó Pikachu, mirando curioso a su alrededor)
- ¿Quién sabe?, no recordaba que los terrenos del profesor fueran tan grandes en primer lugar… - (comentó el azabache con una sonrisa incomoda)
El grupo siguió por un tiempo más, por lo que ambos, entrenador y pokemon, decidieron matar el tiempo descansando en lomos de los Tauros. Ambos superon que fue mala idea, cuando estos no notaron cuando el grupo se llegó a un claro escondido y paró de golpe, lanzándolos volando varios metros, para sorpresa para ambos.
Afortunadamente, ambos eran expertos para tratar situaciones extremas, por lo que ninguno sufrió heridas.
Después de rodar por el suelo unos metros, el entrenador se reincorporó mirando confundido a sus pokemon, pero su confusión duró bastante poco, ya que, de los arbustos, el resto de sus compañeros salieron a saludarlo, y en el caso de Bayleef, lo acosó como siempre.
- ¡Oh!, ¡Chicos, tiempo sin vernos! - (gritó el azabache, abrazando y acariciando a sus antiguos compañeros)
- Hola chicos, ya he vuelto - (comentó Pikachu, saludando a los demás, desde la cabeza del azabache)
- ¿¡Dónde demonios se habían metido en estos 4 años!? - (gritaron todos los pokemon, al unísono, causando que el entrenador y el pokemon amarillo, se miraran entre sí y suspirando)
- ¿Otra vez?, creo que esa pregunta ya se ha vuelto cliché, ¿no lo crees? - (comentó el chico, mirando a la rata amarilla)
- Si, digo, ¿no pueden preguntarnos primero, si hemos estado bien de salud, o al menos saludarnos como merecemos? - (preguntó Pikachu, mirando a su entrenador)
- Pero nosotros no fuimos los que desaparecieron durante 3 años - (respondió Infernape, mirando fijamente al pokemon amarillo)
- Es cierto Ash, nos tenías muy preocupados - (murmuró Bayleef, mientras se acurrucaba en el pecho del chico)
- Lo siento chicos, pero estaba muy ocupado, además de que me metí en muchos problemas en estos años, y pasaba no pasaba mucho tiempo en un lugar fijo - (respondió el azabache, disculpándose con sus pokemon)
- ¿Pero entonces, no era mejor que todos te ayudáramos? - (preguntó Bulbasaur, mirando atentamente a su entrenador)
- Chicos, los problemas en los cuales me metí, no eran como en los que me metía hasta hace unos años, esta vez eran enemigos serios y muy peligrosos… y lamentablemente, ustedes no poseían la fortaleza necesaria para enfrentarlos - (respondió el azabache, mirando seriamente a sus pokemon)
- Pero nosotros te hubiéramos ayudado, debiste creer en nosotros - (comentó Torterra, siendo apoyado por los demás)
- ¡Nosotros no somos tan débiles, Ash! - (gritó Oshawott, mirando molesto a su entrenador)
- ¡No importa quien fuera, nosotros somos fuertes y los derrotaríamos!, ¡No es así chicos! - (gritó Krookodile, siendo apoyado como Torterra)
- ¡Debiste confiar en nosotros! - (gritó Infernape, pero un tornado de fuego, acalló por completo los gritos de los pokemon, para luego desvanecerse y dejar ver a Charizard, quien era más grande que antes, su altura alcanzaba la altura de los Charizard del valle Charicific)
- ¿Por qué no se callan de una vez, y dejan hablar a Ash? - (preguntó Charizard, mirando fijamente a los demás pokemon, que no pudieron evitar sentirse intimidados con el pokemon de fuego)
- ¡Pero no es justo!, nosotros también queríamos estar con Ash… - (susurró Bayleef, mirando al azabache y a los 2 pokemon)
- Y eso sin mencionar que ustedes 2 no fueron los únicos que se fueron de viaje con Ash - (agregó Bulbasaur, mirando al pokemon de fuego) – Pikachu y tú son una cosa, pero los otros no deberían ser tan distinto a nosotros, es más deberían tener un nivel equivalente al nuestro –
- Haa… no lo entiendes… hey, Ash… déjalos salir para que entiendan – (respondió el pokemon de fuego, mirando tranquilamente al pokemon de planta)
- Eso es cierto, ¡Salgan! - (gritó Ash, lanzando varias pokeball al aire)
Las pokeball se abrieron, dejando salir a Sceptile, a Greninja, el cual se unió a la aventura del joven, tiempo después. ¿Qué?, ¿Pensabas que iba a abandonar a otro increíble pokemon en una región al azar?… por favor, él no es tan idiota.
Aunque la rana acuática sorprendió a los pokemon, especialmente aquellos que estuvieron con el pokemon en la región de Kalos, todos estaban al tanto de su existencia. Sin embargo, fueron los 2 nuevos pokemon, que nunca antes habían visto y que el azabache había capturado, los que se llevaron toda la atención, un Espeon y para sorpresa de varios, un Lucario.
– Chicos, saluden a mis 2 nuevos pokemon, Vee y Lucario - (comentó el azabache mostrando a los 2 últimos pokemon del chico, respectivamente)
- Hola, un gusto conocerlos - (saludaron los 2 nuevos pokemon, mientras el resto todavía no salía de su asombro)
- Hola, soy Bulbasaur… les doy la bienvenida en nombre del resto de los pokemon de Ash - (contestó Bulbasaur, saludando primero a ambos pokemon, seguido del resto de ellos)
- ¡Sceptile, te vez bien!, ¿Cómo has estado? - (preguntó Gible, mirando al pokemon tipo planta, que solo levantó el pulgar y le dio una sonrisa)
- Cuando saliste en secreto y sin permiso, pensamos que no lograste encontrar a Ash y te habías perdido en el camino… ¿Cómo lo encontraste? – (Preguntó Heracross, acercándose al pokemon de planta)
- Fue una suerte, honestamente, me encontré con la persona con la que se estaba quedando Ash – (respondió el pokemon de planta, sorprendiendo a sus otros compañeros pokemon)
- Vaya, volviste mucho más rápido de lo que esperábamos, ¿Cómo están las cosas allá en Kalos? - (preguntó Hawlucha, mirando con interés a la rana azul)
- Está todo bien, gracias a Ash logré terminar mi trabajo rápidamente y logramos recuperar el equilibrio en nuestro hogar - (contestó Greninja, mirando felizmente a su compañero)
- Ash, ¿tampoco les piensas decir nada a ellos? - (preguntó Lucario, mirando atentamente al azabache) - Creo que merecen saber que te pasó durante este tiempo… -
- Bueno, supongo que les debo una explicación… a todo el mundo en realidad, ¿no? - (murmuró Ash, mientras suspiraba y cerraba los ojos) - ¡Chicos, escuchen! - (agregó el joven entrenador, llamando la atención de sus pokemon) – Lo que les contaré, será un secreto que deben mantener en secreto, pase lo que pase, ¿entendido? –
- ¡Seguro! – (contestaron todos al unisono)
- Entonces movámonos, este lugar no es muy apto para una conversación -
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Ash se encontraba sentado frente a sus pokemon, a los cuales no había visto desde hace mucho tiempo. Anteriormente, el joven había sido llevado a una especie de camping abandonado que sus pokemon habían encontrado tiempo atrás, cuando les preguntó cómo sabían de aquel lugar, no le respondieron correctamente, pero el entrenador le restó importancia. Mientras prendía una pequeña fogata para iluminar el lugar, el cual estaba anocheciendo ya, los pokemon miraban atentos y en silencio al azabache, quien suspiró pensadamente, antes de mirarlos resueltamente a ellos.
- Supongo que decirles verdades a medias a estas alturas, sería un completa estupidez, ¿no lo creen? - (preguntó el azabache, mostrando una triste sonrisa, que solo fue notada por los 6 pokemon, que lo acompañaron en estos 4 años, a lo largo de su aventura) – Comenzó hace 4 años… luego de aceptar ese desafío que recibí luego de llegar a casa de la región Kalos… fui llamado por un sujeto extraño a cierta isla perdida en Johto –
- ¿Johto? – (preguntó un sorprendido Bulbasaur siendo uno de los pocos pokemon del azabache que conocía de la región fuera de los pokemon originarios de esta) – No está muy lejos… ¿Por qué tardaste tanto en volver? –
- Bueno… no estuve todo el tiempo ahí, verás, todo inicio luego de ser derrotado por el sujeto que me llamó a esa isla… su nombre era Steel, por cierto – (contestó el joven azabache, mientras cerraba los ojos, recordando) – Hasta día hoy, pienso que fue una situación absurda, la verdad… -
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_Hace 4 años_
Terror, perplejidad, confusión y una gigantesca cantidad de ira, esas eran las emociones que sentía el azabache en ese momento. Steel, quien, sin decirle una solo palabra a nadie, lo había obligado a quedarse como su "aprendiz", ahora se mantenía fijo en una especie de calendario de entrenamiento, marcando una serie de frases junto una serie de caracteres que el joven no entendía.
- Bien, creo que lo tengo… para recuperar el tiempo perdido deberás aprender a dormir 3 horas – (comentó el hombre, ignorando olímpicamente las quejas del azabache)
- ¡Te estoy diciendo que no me quedaré a ser tu jodido aprendiz!, ¡Y mucho menos me quedaré un año en este lugar! - (gritó el azabache, siendo ignorado olímpicamente) - ¡Y te digo que es imposible dormir solo eso! -
- Ya cállate, no estoy sordo, ¿sabes? - (murmuró Steel, mirando al azabache un tanto molesto) – Además no digas que es imposible, Emilia ya era capaz de hacer eso desde que tenía 9 años -
- ¿Con solo 3 horas? - (murmuró el azabache mirando incrédulo al peli plateado) - ¿Y quién es esa Emilia? -
- Emilia es mi hija… oh, y será tu compañera de entrenamiento - (respondió el peli plateado, mientras se preparaba un té)
- ¡¿Tienes una hija?! - (gritó el azabache, increíblemente impactado) – Me pregunto qué tipo de mujer se casaría con un tipo así… - (continuó, susurrando lo último)
- ¿Dijiste algo? - (preguntó el peli plateado, con una vena marcando su frente)
- N-No dije nada… - (murmuró el azabache, desviando nerviosamente la mirada) – B-Bueno… ¿Y dónde están el resto de mis cosas?, faltan mi gorra y chaqueta… –
- Deberían estar en la sala de lavado, ve por el pasillo a la derecha, sigue hasta el fondo, en la última habitación - (respondió el hombre, al instante en el que el azabache, desaparecía rápidamente de la habitación) – Mmm… ¿me pregunto si podrá escapar de esta isla? - (continuó el peliplateado, con una sonrisa en el rostro) – Je, debería ser imposible ya a esta hora… -
De vuelta con el azabache, este se encontraba corriendo a toda velocidad, luego de encontrar sus cosas, él escapó rápidamente de aquella casa junto a sus pokemon. El joven quedó completamente desorientado luego de salir de la casa, ya que, a simple vista, no logró ver algún camino hacia la costa, sin embargo, luego de mirar detenidamente la forma de los árboles, logró descubrir el camino correcto.
- ¡Charizard, Pikachu, avancen más rápido! - (gritó el azabache, corriendo a una velocidad sobrehumana, dejando atrás incluso a sus pokemon)
- ¡Pika pi/ Charrrr! - (se quejaron ambos pokemon, mirando incrédulos a su entrenador)
- ¡No bromeen, si nos quedamos, quien sabe que nos pasará!, ¡No conozco a ese sujeto, pero puedo jurar que sentí que iba en serio! - (gritó el azabache, saltando una roca que media poco más de 2 metros como si se tratara de un simple obstáculo) - ¡No importa lo geniales que se veían esas evoluciones Raras!, ¡No voy a quedarme a vivir acá! -
- Pika pi pika… - (murmuraba el pokemon amarillo, que con un gran esfuerzo, este logró llegar a la cabeza de su entrenador)
- ¡¿Y que si lo llama Aural Mode?!, ¡Estoy seguro que eran Mega evoluciones!, ¡Todo es técnicamente lo mismo! - (gritó el azabache, logrando divisar el mar, en lo alto de una colina) – Bien, creo que ya falta poco… ¡Charizard! -
El pokemon de fuego, rápidamente aterrizó al lado del azabache, mientras que este, de un rápido movimiento se subió en la espalda del pokemon. Luego de varios minutos de vuelo, el pokemon llegó a la costa, sin embargo, ya no se estaba la embarcación que había traído al azabache a la isla. Todo lo que quedaba era un vacío cubierto por una espesa bruma que no dejaba ver más allá de unos cuantos metros.
- ¿Dónde está el viejo capitán? - (se preguntó el entrenador, quien se encontraba todavía en la espalda del pokemon) - ¿Charizard, crees que puedas llevarme de regreso a Kanto? -
- ¡Char! - (gruño el pokemon, alzando su pulgar en señal de afirmación)
El pokemon se elevó rápidamente, con la intención alejarse de aquella isla. Sin embargo, después de alejarse un par de metros de la isla, el pokemon fue frenado por una inexplicable fuerza que lo mandó directamente contra el suelo, y con él, al azabache y al pokemon amarillo.
Los 3 aterrizaron apresuradamente en la costa, completamente alertados por la fuerza que enfrentaron.
- ¿Qué demonios fue eso? - (se preguntó el Ketchum, levantándose a duras penas, gracias a sus pokemon)
- Pika… - (murmuró Pikachu, mientras se acercaba a la costa y lanzaba un Impactrueno, el cual ser perdió en la bruma sin resistencia alguna) – Pikaaa… -
- ¿Qué está pasando acá? – (Volvió a preguntar el joven, devolviéndole la mirada confundida a sus dos pokemon)
- Es una barrera hecha con aura, se usa para prevenir que personas normales entren a la isla, aunque la ataque no surtirá efecto, pero si te le acercas volverás a ser expulsado –
La repentina voz a espaldas del azabache logró asustarlo a sus pokemon y él. Los 3 se dieron rápidamente vuelta, solo para encontrar a una muy linda chica, mirándolo con curiosidad. Su pelo platino le recordaban ligeramente a Steel, pero este estaba mucho mejor cuidado y brillante, este se ondeaba con la brisa marina, creando una imagen surrealista. Sus 2 ojos azul cielo eran tan claros y puros, que atrajeron completamente al chico sin que este mismo se diera cuenta.
La chica vestía una camisa blanca con bordados, acompañados con una cinta amarilla en su cuello, además, vestía un conjunto de falda y botas negras que contrastaban con esta. Su estilo fresco y apariencia deslumbrante dejaron embobado al azabache, quien no pudo abrir la boca impresionado.
- Eres Ash, ¿no? – (preguntó la chica, mientras miraba detenidamente al chico de pies a cabeza)
- S-Si… lo soy - (contestó un idiotizado azabache, el cual se estaba ganando unas miradas burlescas de su pokemon, aunque no parecía consciente de esto) - ¿Q-Quién eres tú? -
- Me llamo Emilia, un gusto… ya hablaste con mi padre, ¿no es así? - (preguntó la chica, acercándose al azabache con una sonrisa) - ¿Y qué pensabas hacer hace un momento? -
- ¿Hace un momento?, ¿Huh?… ¡Oh, claro!, ¡Quería salir de la isla! - (respondió el azabache, mientras se golpeaba la frente al recordar recién su meta) – Estaba tratando de irme de esta isla, aunque… creo que no salió como lo esperaba… ¿Qué era esa barrera de la hablabas? -
- Es una Barrera Aural, es una intrincada formación formada por distintas runas que cubre toda la isla, mi padre la creó, se encarga de esconder la isla de las personas normales, además de proteger a las personas y pokemon que habitan en ella de desastres naturales - (respondió la chica, mirando directamente al azabache el cual parecía tener un dolor de cabeza más fuerte, aunque la chica no lo notó) – Es imposible salir de ella usando nada más la fuerza bruta, incluso un guardián aural de alto nivel no necesariamente podrá abrir el camino para salir de la isla, ya que el interior de la barrera es un laberinto muy complejo… solo papá puede ir y venir de ella -
- ¿Qué?, ¿Pero si pude entrar a la isla sin problemas? - (preguntó el azabache, mirando confundido a la chica)
- El hombre que te trajo era un guardián aural, es un viejo amigo de mi padre, así que no te sorprendas, además mi padre le ayudó a llegar guiándolo en el interior de la barrera - (contestó la chica, sonriéndole al azabache, el cual parecía haber caído en la desesperación) – Aun así, hay que cumplir con ciertas condiciones, para entrar o salir de la isla, en la actualidad ya no es posible salir, incluso para mi padre -
- ¿Condiciones?, ¿Cómo cuáles? - (preguntó el joven entrenador)
- Bueno, la primera era tener a un guardián aural, o al menos alguien que pueda leer el flujo del aura… la segunda es poseer una nave o un barco, reforzado con el metal procedente de la Isla de Acero, en Sinnoh, se debe tener un tipo especial de forja, de lo contrario sería peligroso… y, por último, lo más importante… solo se puede entrar o salir de la isla, al inicio de cada estación - (respondió la chica, mirando como el azabache parecía haberse helado completamente con lo último dicho por ella)
- ¡Al inicio de cada estación!, ¡¿Eso quiere decir que no saldré de aquí, hasta dentro de 3 meses?!, ¡¿Cómo esperaré tanto tiempo?! - (gritó Ash, tomando a la chica de los hombros, sin embargo, no contó con que ella lo tomara del brazo, y lo lanzara varios metros lejos)
- ¡Ah!, ¡Lo siento! - (gritó la preocupada chica, mientras iba a ayudar al Ketchum quien cayó de cabeza en la arena) - Pero es tu culpa por hacer eso, no puedes tocar así a un guardián, gracias al entrenamiento, nuestros cuerpos reaccionan así antes de siquiera pensar -
- 3 meses… 3 meses en este lugar bendito lugar… - (murmuró un derrotado azabache, soltando un par de lagrimas, mientras ignoraba la culpa de la chica)
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_Actualidad_
- Aquel día me sentía realmente mal, no solo me lanzó como si nada una chica, que, por cierto, era apenas un poco más alta que yo… sino que tuve que aceptar que me quedaría 3 meses encerrado en ese lugar y sin posibilidad de comunicarme con el exterior - (murmuró el azabache, mostrando una divertida sonrisa)
- Ash… - (murmuró Pikachu, mirando fijamente a su entrenador)
- A pesar de que traté de escaparme, varias veces, los días siguientes… al final, decidí aprender sobre el aura… después de todo, quise saber cómo usarla, como controlarlo… tan solo cuando tendría una oportunidad así… y así, antes de saberlo, le tomé cariño a aquella isla… - (murmuró el azabache, mirando la fogata) – Me divertí aprendiendo de Steel y de Emilia, todos los días pasaban cosas interesantes… al final, no solo aprendí del aura con ellos, sino que también aprendí a ser un mejor entrenador y persona, ambos se convirtieron en mi segunda familia, ¿saben? -
- ¿Y qué pasó cuando se cumplieron los 3 meses? - (preguntó Bayleef, mirando curiosa a su entrenador)
- Bueno, ese día fue muy gracioso, ¿sabes? - (respondió el azabache, con una sonrisa)
- ¿Gracioso? – (pregunto un confundido Quilava, a lo que el chico rio)
- Si… verán lo que paso fue… -
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_Hace 4 años_
Habían pasado los 3 meses requeridos para salir de la isla, en la cual estaba atrapado el azabache. Esos 3 meses, que en aquel momento veía tan lejanos, ahora le parecieron tan cortos que el mismo no se lo imaginaba. Se había acostumbrado al trabajo diario, sin siquiera pensarlo.
Durante ese tiempo aprendió de Steel lo básico de los guardianes, su rol como equilibradores del mundo y, como su deber, ser remontaba más a mantener la paz entre humanos y pokemon por igual.
- Los guardianes no son una fuerza perteneciente a una región o grupo en específico, eso se debe a que el poder ejercido por los guardianes es demasiado grande, por lo que, cada vez que existen conflictos entre humanos debemos permanecer al margen – (comentó Steel, bebiendo una cerveza mientras miraba al azabache hacer flexiones con un traje de entrenamiento)
- ¿Siempre es así?, ¿Qué pasa con las familias de los guardianes entonces? – (comentó el joven, tratando de mantener el ritmo del entrenamiento)
- Normalmente, los guardianes poseen su familia dentro de la orden de los guardianes, y si te casas fuera de la familia, por lo general traen a su pareja a la familia para que forme parte de esta… no tengo que decirte que es muy difícil esto, si la pareja no quiere ser parte de eso, deberán separarse sin excepción – (respondió el peli plateado) – Aunque también existen casos raros, cuando un mocoso con talento para el aura nace fuera, con un origen normal y corriente… por tanto, estos son acogidos por otros guardianes más experimentado, para ser criados como guardianes apropiados –
- ¿Ese es mi caso? – (preguntó un curioso Ketchum)
- No exactamente… - (respondió el hombre, confundiendo al chico) – Te lo diré más tarde, si me da la gana, ahora concéntrate en el entrenamiento… si fallas le diré a Emilia que no te dé comida durante 3 días –
- ¡¿3 días?!, ¡Eres un monstruo! –
- Si, si, lo que digas mocoso –
Interacciones como esa ocurrieron muchas veces, cambiando con el tiempo lo que conocía el azabache, ampliando su punto de vista. Aprendiendo tanto conocimiento, como adquiriendo fuerza en el proceso.
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- El uso del aura se divide en 3 ramas básicas; la primera es "Fortalecimiento", la siguiente es "Emisión" y finalmente, "Conexión" – (comentó Emilia mientras vendaba la mano del azabache, el cual escuchaba con atención a la chica) – Solo serás considerado un guardián completo cuando seas capaz de usar las 3 ramas del aura de forma apropiada –
- Incluso si me lo dices… ya es bastante duro siquiera usar "Fortalecimiento", ¿sabes? – (comentó el chico, con una sonrisa forzada en el rostro, que hizo suspirar a la chica)
- Por supuesto que es duro, Fortalecimiento puede volver más fuerte el cuerpo del guardián, pero si el físico del guardián es deficiente puedes lastimarte fácilmente… - (comentó la chica, terminando el tratamiento del chico, mientras le lanza una mirada crítica) – Especialmente… cuando tu primera acción para probar tu habilidad es golpear el muro de un acantilado –
- H-Ha, ha, ha… lo siento por eso – (comentó el chico, girando su vista a otro lado mientras se avergonzaba)
- En fin… mi padre dijo que hasta que te sanes deberás enfocarte en tu entrenamiento de Emisión, será mejor que te prepares porque está molesto por esto – (comentó Emilia, notando como el chico no reaccionaba a sus palabras, lo que la molesto) – Para que sepas… el entrenamiento de Emisión es más duro que el de Fortalecimiento, con Fortalecimiento solo necesitas circular tu aura interior dentro de tu cuerpo, claro que debes tener un control preciso de eso, pero no sufrirás una deficiencia grave de aura… en cambio con Emisión necesitarás expulsar tu aura al exterior, no solo se necesita de una concentración y presión superior, sino que al expulsarla fuera de tu cuerpo puedes debilitarte y necesitarás un tiempo para recuperarte –
- ¿Es eso así? – (preguntó el azabache inclinando su cabeza con duda) – Hasta la fecha no he tenido tantos problemas para emitir aura… incluso cuando usé Fortalecimiento apenas lo sentí -
- … Eso se debe a tu estúpidamente alta cantidad de aura interior – (comentó la chica inflando sus mejillas con molestia) – ¿Sabes cuánto tiempo dedican los guardianes a entrenar su aura interior?... los guardianes dedican al menos 2/3 de su entrenamiento a lo largo de su vida, ¡Solo para fortalecer su aura interior! –
- Incluso si me culpas por eso… el mismo Steel dijo que mi condición era congénita, solo nací con una gran cantidad de aura interior, yo jamás supe de esto, ni tampoco lo pedí… - (comentó el chico, mientras una gota caía por su nuca)
- Llamarlo "solo" una gran cantidad… es una burla para la realidad, ¿sabes? – (respondió la chica, antes de soltar un suspiro cansado) – En serio… ¿Qué clase de padres tienes? –
- Mi mamá es solo una mujer normal, no creo que sea culpa de ella – (dijo el chico)
- ¿Y tu padre? – (preguntó la chica, notando como le chico se colocaba tenso)
- … Jamás le he conocido, así que… - (murmuró el joven, colocando una forzada sonrisa, cosa que puso nerviosa a la chica)
- ¡N-No!, ¡Está bien, no necesitas preocuparte por eso! – (respondió Emilia en pánico, mientras su mirada se agitaba de un lado a otro buscando cambiar el tema) – ¡C-Claro!, ¡Todavía no has iniciado con el entrenamiento de Conexión!, ¡¿No?! –
- ¿Huh?, recuerda que Steel dijo que antes de que dominara la Emisión, será mejor que me olvide de empezar con eso - (contestó el joven, a lo que la chica solo pudo forzar una sonrisa)
- L-Lo siento – (murmuró la chica, a lo que el chico solo pudo reír divertido por la apariencia de la joven)
- ¡Ha, ha, ha!, ¡Esta bien, en serio, realmente no me molesta!... así que no te preocupes, ¿bien? – (comentó el joven con una sonrisa, logrando tranquilizar un poco a la chica) – En su lugar, ¿Por qué no me dices de qué va la Conexión?, Steel no me ha dado ningún detalle –
- ¡Bien!... Como sabrás Conexión, tal como indica su nombre, tiene como objetivo crear una relación entre dos individuos, en este caso, el guardián y su pokemon acompañante, la relación generada creará la posibilidad de fortalecer o incluso traspasar habilidades entre el guardián y los pokemon – (comentó Emilia con una sonrisa, mientras miraba al pensativo chico) – Para que lo sepas, como dato, los guardianes jamás nos referimos a esta habilidad como Conexión, el cual es su nombre oficial, sino que lo llamamos simplemente como "Link"… es mucho más eficiente y relajado, si lo llamas por el nombre oficial, solo serás tratado como un rarito entre los otros guardianes –
- ¿Y solo Conexión tiene un nombre así? – (preguntó el chico, mirando a la chica con curiosidad)
- Bueno, Fortalecimiento también lo llaman "Boost", aunque solo algunos pocos lo hacen en la actualidad, es un nombre que está ganando popularidad – (comentó la chica con una sonrisa en el rostro) – En cuanto a Emisión… bueno, ahí radica el problema, ya que existen varios cientos, sino miles de habilidades distintas que puedes ser creadas con este método… así que, en lugar de llamarlo una habilidad en sí, ahora es más la forma de llamar a una categoría –
- Ya veo, gracias Emy, realmente me alegra que me ayudes tanto… también, gracias por el vendaje - (comentó el chico, mostrando una gran comprensión)
- Fu, fu, me alegro de haberte ayudado… ¡Oh!, mira la hora, será mejor que comience a hacer la cena, ¿Puedes ir a buscar a mi padre?, debe estar en el desfiladero a esta hora – (comentó la chica, levantándose y colocándose un delantal el cual estaba cerca de ahí)
- ¡Oohh!, ¡Así que hoy es el día de cocina de Emy, iré corriendo a traer a Steel!, ¡No tardo! – (comentó Ash, mostrando una excitación que hiso reír a la chica)
Como tal, el azabache compartió muchos momentos con Emilia, a veces como compañera de entrenamiento, otras como solo una chica de su edad. Al crecer como hija directa de un guardián, creció separada del resto de jóvenes de su edad, por lo que la inclusión del joven le atrajo inevitablemente.
También por lo que le dijo brevemente, ella poseía un origen particular, teniendo una madre normal y corriente, mientras que su padre Steel, era descendiente de una antigua casta de guardianes… aunque al parecer, el peli plateado tuvo problemas con esta y huyó de casa, por lo que se crio alejada de otros familiares. En serio, que tipo de padre posee esta chica.
Interacciones como esta, ocurrieron muchas veces durante ese tiempo. Y, al menos, fueron así hasta aquel día, el comienzo de la otra estación, y día de partida del chico.
El azabache se encontraba en el puerto, frente al mismo barco y al mismo capitán, que antes le habían traído a la isla. Junto a él, estaba su compañero amarillo, que estaba en su hombro.
También estaban Steel y Emilia, en aquel lugar, ambos habían venido a despedirse del azabache. Steel lo miraba con una sonrisa en la cara, mientras que Emilia lo miraba tristemente, él se había hecho muy cercano a ella, en esos 3 meses que pasaron juntos.
- Bueno mocoso, cuídate, y si tienes tiempo ven a visitarnos… recuerda que aún tienes que terminar tu entrenamiento - (comentó Steel, mostrando una sonrisa aún más grande que antes)
- Si… lo tendré en mente, anciano - (respondió el azabache, él se sentía muy decaído en ese momento… no era que no quisiera irse, pero tampoco quería alejarse de aquel lugar, al menos, ya no)
- Ash… cuídate… y ven a visitaros, ¿de acuerdo? - (preguntó Emilia, ella aún no podía aceptar que el azabache se fuera, por ello evitaba mirar directamente a los ojos del entrenador)
- Claro… te lo juro… definitivamente volveré - (respondió el azabache, de igual manera)
- Ash… ¿Estás seguro de esto? - (preguntó Pikachu, mirando a su entrenador)
- … -
El azabache miró atentamente a su pokemon, mientras la confusión se acrecentaba en su pecho. Hace unos meses jamás se habría imaginado tener este tipo de conversación con el pokemon amarillo, pero tras aprender un poco a controlar el aura, Steel le enseño la forma de comunicarse con sus pokemon de forma directa.
- ¡Oye mocoso, el tiempo es oro, así que muévete o te quedas en la isla! - (gritó el capitán del barco, llamando la atención del azabache)
- Y-Ya voy…- (respondió el azabache, acercándose al barco, sin embargo, luego de meditarlo por un segundo, se detuvo antes de embarcar y se giró, para mirar a Steel y a Emilia, con una sonrisa en el rostro) - ¡Steel, ¿cuánto tiempo crees que me tomará completar mi entrenamiento!? -
Ante aquella pregunta, tanto padre como hija, mostraron una gran sonrisa, y se acercaron al Azabache, para felicitarlo en el caso de Steel, y abrazarlo en el caso de Emilia. El joven no pudo evitar ensanchar aun más su sonrisa al sentir el calor familiar que ambos, padre e hija, lograban transmitirle.
Aquella noche, los 3 celebraron la decisión de quedarse del azabache.
La fiesta duró varias horas, en las cuales, los jóvenes vieron como Steel, Charizard y Aggron, bebían, bailaban y vestían como para un carnaval, en el caso de Steel, este llevaba un sombrero mexicano, con Pikachu encima de este, mientras que el resto de pokemon de los jóvenes hacían de bailarines de fondo. El azabache por su lado, confundió el jugo, con las cervezas de Steel, así que no tardó en unírseles, bailando encima de la mesa. Emilia se rio hasta que le dolió el estómago por esto, y pronto se le unió al par, aunque estaba sobria a diferencia de estos 2 últimos.
Todos se acostaron muy tarde, siendo el azabache arrastrado por la chica a la habitación en que se hospedaba, mientras que Steel se quedó roncando junto a los pokemon en la sala de estar. Pikachu, quién fue tras su compañero mientras se tambaleaba, se juró a sí mismo llevarse a la tumba el momento en el que vio al Ketchum robarle un beso a la chica.
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A la mañana siguiente, el azabache amaneció con una terrible resaca, gracias al descuido de Steel, aunque se preguntaba seriamente, acerca del ojo morado con el que despertó. El peliplateado por su lado, se hallaba roncando, junto a los pokemon del chico, en medio de la sala, ni se habían movido pese a que pasaron tantas horas.
El azabache por su lado, comenzó a moverse un tanto adolorido, en dirección al baño. Estaba tan mareado que abrió la puerta sin ninguna llamada previa.
Sin embargo, al abrir la puerta del baño, se encontró con una recién bañada Emilia, la cual estaba totalmente desnuda, y con una toalla secando su cabello. Ante eso, tanto la chica, como el entrenador, se quedaron en silencio durante varios minutos. El atónito azabache, intentando calmar aquel incomodo momento, solo pudo decir lo único que tenía en su vacía cabeza en ese momento.
- ¿S-Siempre has tenido ese lunar en forma de corazón? - (comentó el joven, rascando su sonrojada mejilla, mientras miraba descaradamente a la chica)
Esa fue una terrible equivocación, ya que lo único que logró recordar después de medio día inconsciente, fue el golpe que recibió, por parte de la chica, el cual logró destruir la pared de concreto del baño, y el resto de su cara, de paso.
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_Actualidad_
- Si, fue un verdadero milagro que saliera con vida de aquello, fue una verdadera suerte… sin embargo, valió la pena - (comentó el azabache, susurrando lo último, mientras tocía)
- Aunque solo a ti, se te ocurre decir tal estupidez - (murmuró Pikachu, siendo apoyado por el resto de los pokemon)
- B-Bueno, seguía siendo joven entonces… he madurado mucho, después de eso - (se defendió el entrenador, mirando molesto al pokemon amarillo)
- ¿Estás seguro?, déjame recordarte, que es gracias a esa manía tuya, de decir exactamente todo lo piensas, es lo que nos ha mentido en una cantidad inimaginable de problemas - (comentó Charizard, mirando seriamente al entrenador)
- Pues lo siento, pero no cambiaré eso de mí - (respondió el azabache, mirando molesto a la lagartija de fuego)
- ¿Y qué pasó luego de que decidieras quedarte? - (preguntó Bulbasaur, mirando fijamente al azabache)
- Bueno, no pasaron muchas cosas de las cuales se necesite hablar, solo seguí mi entrenamiento normal, estaba haciendo grandes avances y comencé a entender mejor el lenguaje pokemon, también, no sé cómo, pero Steel logró traerme la pokeball de Charizard y por alguna razón trajo a Sceptile con él… - (comentó el azabache, cambiando su sonrisa, por una mirada más seria) - Pero todo cambió 2 meses después de quedarme… -
CONTINUARA…
