Capítulo 16: "Bienvenido de vuelta - parte 2"

El azabache suspiraba cansado, mientras caminaba tranquilamente por el camino que llevaba al laboratorio del profesor, y miraba como amanecía en el pacifico Pueblo Paleta. No solo no logró descansar en la casa del Profesor Oak, sino que, la persecución provocada por las chicas realmente lo habían hecho alejarse del pueblo, terminando por adentrarse en el bosque.

Pero bueno, considerando los hechos posteriores a eso, la persecución de las chicas hasta parecía adorable a sus ojos ahora.

Con un suspiro cansado, el joven regresaba ahora de aquel bosque, seguido de sus pokemon que le acompañaron, estos lo habían encontrado luego del ataque y ahora seguían de cerca a su entrenador.

- Ahh… que noche más problemática - (gruño el azabache, llevando su mano a su rostro, para protegerse de los primeros rayos del sol, quienes molestaban al casado joven) – Arceus, solo quiero una noche tranquila… ¿Es mucho pedir? –

- ¿Considerando nuestra situación actual? – (preguntó Pikachu, mirando cansado a su entrenador)

- Creo que hemos estado siendo muy descuidados desde que llegamos – (agregó la rana acuática, la cual bajó del árbol más cercano a ellos)

- Chicos, ¿Cómo les fue? – (preguntó el azabache, mirando a Sceptile, Greninja y Lucario, los cuales llegaron recién al lugar)

- Está hecho… encontramos otros 3 equipos de rastreo, todos fueron eliminados y fabricamos un rastro que los llevará lejos del pueblo – (respondió Lucario, sacando una bolsa llena de placas negras con un gravado extraño)

- Supongo que fue buena idea el alejarnos del pueblo, después de todo, ¿no lo creen? - (preguntó Espeon, mientras colocaba a un lado de su entrenador)

- Claro, si lo ves desde ese punto, es bueno que nos ataquen constantemente cientos de imbéciles que no tienen otro hobby, que el buscarnos para asesinarnos - (respondió Sceptile, mirando molesto al pokemon psíquico)

- ¡Oye, yo no quise decir eso! - (gritó molesto el pokemon aludido, mirando molesto al pokemon de hierba)

- ¡Ustedes 2 ya basta! - (gruño molesto Charizard, amonestando a ambos pokemon, para luego mirar preocupado al azabache) - ¿Ash? -

- ¿Estas bien con esto, Ash?, ¿no crees que seria mejor decirle a los demás? – (preguntó Pikachu, mirando la cara preocupada del joven)

- Claro que no - (respondió instantáneamente el joven, girándose para ver directamente a sus pokemon) – Ustedes mejor que nadie, saben el tipo de enemigo al que nos enfrentamos… esta vez, ninguno de ellos debe meterse en esto, por su propia seguridad -

- Ash - (murmuró tristemente el pokemon anaranjado, para después sonreírle confiado) – Entonces quiero que te apoyes en nosotros, ¿entendido? -

- Je, por supuesto, no duden de eso - (respondió el azabache, devolviéndole la sonrisa a su pokemon, mirando de igual forma al resto) – ¡Bien!… chicos, es hora… iré a mi casa, Sceptile y Vee vayan con el profesor, dentro de poco comenzaremos los últimos preparativos pongan al corriente a los demás, Lucario, dile al Profesor que configure el PC Portátil, por favor –

- Entendido – (respondieron simultáneamente los 3 pokemon, antes de desaparecer entre las hiervas)

- Greninja… lo siento, pero ¿Puedes ir a patrullar la zona hasta entonces?, Me temo que es probable que esos bastardos sigan rastreándonos – (comentó el joven)

- …¿Debo eliminarlos? – (preguntó el pokemon ninja de forma sombría)

- …Solo si es necesario – (respondió pesadamente el azabache, a lo que el pokemon asintió, para luego retirarse rápidamente)

- ¿Ash? – (preguntó preocupadamente sus 2 pokemon)

- …No es nada, solo… me hubiera gustado que ustedes nunca hubieran tenido que recurrir a esto, es todo – (comentó el azabache, ajustándose la gorra, queriendo ocultar su mirada de sus pokemon)

- ¿Y seguir viendo como asumías cada difícil decisión por ti mismo, cada vez? – (preguntó Charizard, mirando a su entrenador con confianza) – Solo confía en nosotros, ¿De acuerdo? –

- Char tiene razón, confía en nosotros – (agregó Pikachu, subiéndose a su entrenador y tomando la gorra de él para mirarlo a los ojos) – Creo que el tú, que decidió manchar sus manos… no para vengarse, ni para buscar justicia ciega, sino para proteger a otros… es increíblemente genial –

- Pikachu… Charizard – (murmuró el joven, antes de sonreír un más calmado, para luego centrarse en el lagarto de fuego) – Charizard puedes ir al Valle Charicific si lo deseas, has estado conmigo desde que todo comenzó, tomarte un descanso también es una necesidad -

- ¿Y dejarles a ustedes el problema de controlar a todos?, Olvídalo, una vez solucionado esto podremos relajarnos lo suficiente – (comentó el pokemon naranja)

- Te has vuelto trabajólico Char, antes eras más chévere – (murmuró Pikachu, burlándose de su compañero que bufó de vuelta)

- Tú, por otro lado, te volviste descarado y tu adicción al kétchup creció – (respondió el lagarto, molestado al pokemon eléctrico)

- ¡No tengo una adicción, es solo un pasatiempo! – (gritó Pikachu)

- Pikachu, asume que tienes un problema – (respondió Charizard)

- Cierto, Pikachu, yo también me estoy preocupando por eso – (agregó el azabache, con una sonrisa burlona en su cara)

- ¡La persona con problemas de faldas no tiene derecho a dar consejos! – (gritó el pokemon eléctrico, sacándole una vena su entrenador)

- ¡Mira a este pequeño descarado!, ¿Acaso crees que no sé de tus líos de pareja en cada región en la que visitábamos?, ¡Qué sepas que supe hasta qué punto llegó tu relación con todas! – (gritó el azabache de vuelta)

- ¡Al menos tengo la confianza para decir que las quiero a todas!, ¡Y no voy por ahí jugando ambiguamente con cada aun y rechazándolas cuando se deciden!, ¡¿A cuántas a has engañado así hasta la fecha, Ash?! – (gritó el Pokemon de vuelta acallando al azabache)

- N-No es mi culpa… Emy no quiso formalizar nada en el momento… y en cuanto al resto, bueno, son algo así como una segunda familia… intentar algo con ellas sería… - (respondió un incómodo Ash, el cual desvió la mirada de los 2 pokemon)

- Cobarde – (dijeron ambos pokemon, mirando molestos a su entrenador)

- Cierren la boca… - (gruño molesto el joven, el cual suspiró al colocar su mano en su cabeza) – Miren, dejaré las cosas en claro con ellas en su momento… actualmente, ya tengo suficiente con solo tratar de que todo a mi alrededor se mantenga a salvo… pensaré en eso cuando tenga tiempo libre –

- ¿Le crees? – (preguntó Pikachu mirando a su compañero pokemon)

- ¿En cuanto a su vida personal?, Claramente está evitando el tema – (respondió Charizard de manera aburrida)

- Ustedes dos… ¿Y así dicen ser mis mejores amigos? – (murmuró un agotado Ash)

- Somos los mejores – (respondieron ambos levantándole el pulgar al joven)

El joven suspiró pesadamente, antes de girarse y mirar una montaña a lo lejos, rodeado de un bosque, donde el joven solía jugar de pequeño, ahí sintió una presencia que lo miraba fijamente. El joven sintió por parte de la presencia curiosidad, cariño y también un toque de alegría.

El azabache puso una expresión compleja ante esto.

- ¿Ash? – (preguntó un confundido Charizard, ante las acciones raras de su entrenador)

- … No es nada, es solo el guardián del Pueblo, dándonos la bienvenida… es todo – (comentó el azabache, mirando hacia la montaña lejana junto a sus pokemon, que giraron su vista al igual)

- ¿Char puedes vencerlo si vas con todo? – (preguntó cuidadosamente el pokemon eléctrico a su par)

- …Tal vez, con ayuda de Ash y tuya… creo que tendríamos un 50% de posibilidades – (susurró el pokemon de fuego, ganándose una palmadita del joven en respuesta)

- Yo creo que solo sería el 10%, y eso, es en un buen día – (comentó el joven azabache, para consternación de sus pokemon) – En parte… la razón por la que puedo dejar este lugar tranquilo, es porque sé que él se encuentra aquí –

- Ya veo… - (respondieron ambos pokemon)

El joven y los 2 pokemon miraron hacia la montaña unos momentos más, antes de darse media vuelta y ponerse rumbo a la casa del azabache.

El joven miró con nostalgia el camino desde el laboratorio a su casa, miró hacia las casas de los vecinos, hombres y mujeres que lo vieron crecer. Le causó cierta gracia reconocer los lugares de juegos, pasados de moda, pero aun siendo utilizados por los niños pequeños.

Realmente, Pueblo Paleta era un pueblo único, que se ha perdido en el tiempo.

- No ha cambiado nada – (murmuró Pikachu, subido en la cabeza de su entrenador)

- Si… me alegra un poco eso – (respondió el joven, con una ligera sonrisa en el rostro)

El grupo continuó su camino durante unos minutos, hasta que divisaron a lo lejos una casa de dos pisos, rodeada de un hermoso jardín. El joven se detuvo unos momentos para contemplar la escena, luego, lentamente, se acercó al pomo de la casa y lo giró lentamente.

Al abrir la puerta, el azabache se llenó de nostalgia.

Charizard intercambió un par de miradas con Pikachu y luego se elevó al cielo, en dirección al laboratorio del Prof. Oak. El pokemon esperó a que su entrenador se despejara un poco y luego ambos atravesaron el umbral de la puerta.

El joven caminó hacia la cocina, encontrándose frente a un sorprendido Mr. Mime, el cual no reconoció al joven en primer momento, sin embargo, el saludo de Pikachu lo logró calmar y se emocionó al encontrar a la pareja, humano y pokemon.

El joven dejó a Pikachu conversando con Mr. Mime en la casa, mientras el joven se dirigió hacia el patio trasero, encontrando ahí a una joven mujer, que pese a los años sigue siendo tan bella como una joven de 20, la cual se encontraba cuidando las plantas mientras tarareaba una suave melodía.

- Mamá - (dijo el azabache, sonriendo de oreja a oreja)

- ¿Ash?, ¡¿Ash, eres tú?! - (gritó Delia dándose vuelta rápidamente y notando al joven que la miraba con cariño)

La mujer lanzó lejos la regadera que usaba y dejó todas las cosas ahí mismo, para asombro del azabache, y corrió a abrazar a su hijo, que seguía pasmado en la puerta. El joven recuperó la compostura al ya tener a la mujer en sus brazos y le devolvió el abrazo lleno de afecto. No se resistió, incluso cuando la mujer lo llevó a la sala, lo sentó en el sofá favorito de este… y comenzó a regañarlo como si no hubiera mañana.

- ¡4 años!, ¡4 años jovencito!, ¡¿Puedes decirme por qué no llamaste?! –

- Lo siento –

- ¡¿Crees que tienes el derecho de preocupar tanto a tu madre?! –

- Lo siento –

- ¡¿Y cuantas niñas pretendes conquistar?!, ¡Sabes cuantas chicas me preguntaron por ti?! –

- Lo sie… espera, ¿Qué chicas? –

- ¡¿Y qué son todas esas revistas de kétchup en tu habitación?!, ¡¿Por qué no son revistas de chicas?!, ¡Tu madre está preocupada! -

- ¡Espera un segundo, esas cosas ni siquiera son mías! –

Tras varios minutos escuchando las quejas e intentando calmar a su madre, además de desmentir cualquier malentendido presente, el azabache se quedó abrazándola, disfrutando del calor familiar que hace años no experimentaba.

- Mamá… siento llegar tarde - (respondió el azabache, siendo abrazado por su madre)

- ¿Dónde has estado?, Estaba muy preocupada, ¿sabes? – (dijo Delia mirando preocupada a su hijo, para luego verlo detenidamente con sorpresa) – Te has hecho muy alto… ya hasta me has pasado, ¿no? –

- Bueno, fueron 4 años después de todo… - (comentó el joven, causando que su madre lo mirar malhumorada)

- No le dejaste ver a tu madre tu crecimiento… - (murmuró la mujer inflando sus mejillas de forma resentida, a lo que al joven le cayó una gota por la nuca)

- Lo siento, pasaron muchas cosas – (respondió el joven de forma incomoda)

- Te has vuelto muy guapo… apuesto que has hecho sufrir a varias chicas en este tiempo – (comentó Delia mirando a detalle al joven, que se sonrojo)

- No sé de qué estás hablando – (respondió el joven, desviando su mirada, nervioso)

- ¡Lo hizo señora, soy testigo! – (gritó Pikachu, mientras se subía en el hombro de su entrenador)

- Cállate Pikachu… – (susurro el entrenador, mientras juraba en su interior hacer pagar al pokemon)

- ¡Oh, Pikachu!, ¡Tiempo sin verte!, Dime ¿Ash ha hecho algunas cosas locas en estos años? – (preguntó amigablemente la madre del azabache)

- ¡Saltamos del lomo de Rayquaza a más de 20 km del suelo! – (gritó el pokemon, haciendo que el azabache se atragantara, para confusión de la mujer que no entendió lo dicho por la rata) – ¡Se peleó con Ryota en el Mt. Chimney, cuando entró en erupción!, ¡Irrumpió en una sentencia de guardianes!, ¡Eliminó al Team Rocket!, ¡Destruyó el arma de destrucción en Kalos, y casi morimos por ello!, ¡Detuvo la invasión de pokemon de otra dimensión!, ¡Luchamos con un psicópata con una máscara, al menos media docena de veces!... ¡Y-Y…!, ¡Se llevó a Emilia a la cam…! –

- ¡Cállate de una vez rata soplona! – (gritó un furioso y avergonzado Ash, el cual agarró al pokemon eléctrico por los cachetes y empezó a tirar de ellos)

- ¡Ash!, ¡¿Por qué tratas así a Pikachu?! – (gritó una molesta Delia amonestando a su joven hijo)

- ¡Mamá, créeme que tengo toda la maldita razón acá! – (gritó el joven, reforzando su agarre)

- ¡Sodo de modesda due diha da vedad! – (gruño el pokemon eléctrico comenzando a lanzar pequeños rayos, los cuales estaban dañando los muebles cercanos)

- ¡USTEDES DOS YA BASTA! – (gritó una furiosa Delia, sorprendiendo tanto al joven como el pokemon) - ¡SIENTENSE AHORA Y PIENSEN EN LO QUE HACEN! -

- Pero mamá… lo tengo, no te enojes - (murmuró un nervioso joven, el cual se rindió ante la mirada molesta de la mujer, y se sentó en el suelo de rodillas junto con su pokemon)

.

..

- Lo siento…- (comentó el azabache por enésima vez en el día)

- …Bien, veo que ya lo entiendes – (respondió una satisfecha Delia, cambiando su mirada a Mr. Mime el cual le apuntaba al reloj a un costado de la sala) - ¡Oh!, ¡Mira la hora!, Prepararé el almuerzo~… Ash puedes relajarte mientras tanto~ -

- …Gracias – (murmuró el joven, sintiendo un dolor de cabeza)

Cuando su madre fue felizmente a la cocina, el humano y el pokemon dejaron salir un suspiro simultaneo, a la vez que se levantaban tambaleantes y echándose, cansados, en el sofá de la sala.

- …No recuerdo que tu madre fuera tan aterradora – (murmuró un agotado Pikachu)

- No lograste verla en sus peores días… tuviste suerte – (respondió el joven no mucho mejor que su pokemon)

Ambos miraron silenciosamente el paisaje a través de la ventana, lentamente ambos comenzaron a cerrar los ojos después de relajarse.

Ambos se durmieron.

.

..

El joven despertó tras unas pocas horas, miró a su alrededor aturdido durante unos momentos, antes de girarse y ver a su pokemon durmiendo hecho una bola a su costado. El joven sonrió un poco y le acarició la cabeza, ganándose unos gemidos de placer del pokemon.

El joven recordó a su madre, quién estaba cocinando y se levantó perezosamente del sofá. De camino hacia la cocina, pudo escuchar a su madre conversando animadamente con alguien, cosa que extraño al joven.

Al entrar a la cocina, el joven sintió que se le caía la quijada.

No era para menos.

- ¿Entonces qué te parece mi estofado? – (preguntó una alegre Delia, mirando atentamente a la chica frente a ella)

- ¡Delicioso!, ¡Es realmente muy bueno, señora Ketchum! – (respondió una igualmente alegre Blue, la cual comía con satisfacción la comida dada por la mujer)

- Fu, fu, fu~… dime Delia, Blue – (comentó la mujer bastante alegre) – Este es el platillo favorito de Ash, ¿Sabes? –

- ¿Eh?, ¿Es así? – (preguntó la chica mirando al platillo, para luego saltar y tomar a la mujer de las manos) - ¡Por favor, enséñame a hacerlo! –

- ¿De verdad?, Ufu, fu, fu… ¡Estoy feliz, siempre quise una niña como tú! – (comentó una feliz Delia abrazando a una sorprendida Blue) - ¡Hey!, ¿Blue quieres casarte con mi hijo?, Es un tanto infantil e idiota para las relaciones, pero es honesto y muy guapo –

- ¡¿Eh?!, B-Bueno… s-si no le molesta que tome a su hijo… – (respondió una nerviosa y sonrojada Blue)

- ¡No hay problema, llévatelo! – (dijo de vuela una feliz Delia)

El azabache miraba la situación completamente perplejo y desconcertado. Cuando se dispuso a acercarse e interrumpir la escena, vio como una cabellera rubia y una larga cola de caballo entraba apresurada a la habitación desde el patio.

- ¡Y-Yo también quiero aprender a cocinarlo! – (comentó una nerviosa Yellow, entrando a la habitación abruptamente)

- ¿Oh?, ¿Yellow tú también? – (preguntó la mujer divertida)

- ¡S-Si!, ¡Por favor, permítame aprender también! – (respondió Yellow, nerviosamente)

- Oh, vaya… ¿Qué debo hacer?, Me gustan ambas como nuera… no puedo decirme por ninguna – (comentó una angustiada Delia, antes de animarse y golpear su puño con su palma, como si se le hubiese ocurrido algo) - ¡Ya sé!, ¡Ash puede tomarlas a las dos como esposa! –

Las dos chicas, se sonrojaron furiosamente por la declaración de la Sra. Ketchum, la cual asintió animadamente, como si se le hubiese ocurrido la mejor idea de la historia.

Ash no pudo aguantarlo más tiempo y se presentó gritando en la habitación.

- ¡¿Mamá, qué rayos estas diciendo?! – (gritó un avergonzado azabache)

- ¿Oh, Ash?, ¿Ya despertarse, cielo? – (preguntó una despreocupada Delia, para consternación del joven) - ¡Debiste decirme que estabas cansado!, Por suerte Blue y Yellow vinieron y me ayudaron a cocinar y terminar de limpiar el jardín, son muy buenas chicas –

- Mamá… -

- ¡¿Y por qué no las has hecho tus novias?!, ¡Tu madre te crío para ser un chico responsable y atento! – (gritó la mujer, tomando a las 2 chicas con ella, las cuales solo estaban sonrojadas y en silencio detrás de la madre del joven, como si fueran un par de nueras obedientes) - ¡Ash, deberás hacer felices a estas 2 preciosas chicas!, ¡Las 2, me oyes! –

- ¡¿Qué diablos estás diciendo?!, ¡¿Qué clase de madre quiere que su hijo tenga 2 novias?! – (gritó el azabache, completamente fuera de su juicio)

- …Una que quiere una familia grande y numerosa – (respondió una malhumorada Delia)

- ¡Esa no es excusa! – (gritó el joven, colocando su mano en su cabeza debido a la frustación)

- ¡Ash, no le hables así a tu madre! – (gritó Blue, adelantándose y colocándose al frente de su suegra… de la Sra. Ketchum)

- ¡Cierto!, ¡Debes tratarla con más respeto! – (agregó esta vez Yellow, imitando a la castaña)

- ¡¿Oh?!, ¡Me gustan mucho estas niñas! – (gritó una emocionada Delia, abrazando a ambas que respondieron sonriendo) - ¡No se preocupen!, el pueblo es muy tranquilo y los asuntos familiares son privados, así que a nadie le molestará si Ash lleva 2 esposas a su casa –

El joven, que ya estaba al final de su ingenio, se alejó tambaleante de la casa, sintiendo que no tenía ningún tipo de aliado al que poder recurrir. El joven caminó hacia la entrada de su casa y se sentó en el borde del cercado de madera.

El joven puso sus manos en su cabeza debido al dolor de cabeza.

- Y yo pensando en pasar un día tranquilo… - (murmuró el joven)

- Debiste ser inteligente y evitar que viniéramos aquí… es el sueño, dentro de un sueño, pensar que esto no iba a ocurrir, querido – (respondió una chica peli morado, la cual se acercó silenciosamente al joven por la espalda y colocaba ambas manos tapando la cara del joven) – ¿Adivina quién soy? –

- …Sabrina – (murmuró el azabache, con una voz cansada)

- ¿?, ¿Pasó algo, querido? – (preguntó la chica, mirando el bajo ánimo del joven con curiosidad)

- Blue y Yellow se colaron en mi casa… y ahora, mi madre ahora quiere 2 nueras – (respondió el joven)

- ¡¿Eh?!, ¡No es justo!, ¡Yo también quiero! – (gritó una molesta Sabrina, causando más dolor de cabeza para el joven)

- Haa… por favor, solo denme unas horas de descanso en paz… - (murmuró el azabache, con un suspiro)

- Vamos, vamos – (comentó la chica acercándose al azabache y abrazando su brazo, presionándolo con sus pechos) – Si quieres puedo ayudarte a relajarte –

- ¿Es eso así? – (preguntó el azabache, moviendo su mano a la cintura de la chica y colocándola sobre sus piernas, sorprendiéndola bastante en el proceso)

- R-Red, ¿Q-Qué estás…? - (preguntó una nerviosa Sabrina, la cual quedó perpleja ante las acciones del chico)

- Sabrina… - (murmuró el joven, acercando su mirada a la chica a cual quedó paralizada al ver al joven)

El joven se quedó mirando atentamente el rostro bello, pero rígido de la chica, su mirada se desvió, mirando de cerca sus tensas manos, las cuales se aferraban con todo lo que tenían a la ropa del chico… y el temblor casi imperceptible de esta. Esto el azabache lo notó y sonrió reconfortadoramente a la nerviosa chica.

- Está bien – (respondió el azabache, comenzando a acariciar la cabeza de la chica, la cual cerró los ojos nerviosamente) – Sabes que no necesitas forzarte tanto… estoy bien con solo pasar el tiempo así, tiempo en paz sin gritos –

- …No eres justo en lo absoluto – (comentó Sabrina de forma malhumorada, levantándose y volviendo al lado del joven, pero esta vez apoyando su cabeza en el hombro del joven) – Si sigues tratando tan indulgentemente a las chicas… seguirás enamorándolas, eso está mal –

- Lo siento por eso – (respondió a la ligera el joven, al mismo tiempo que retomaba las caricias a la cabeza de la ex líder)

Ambos jóvenes se quedaron en silencio, disfrutando de la compañía del otro, mientras dejaban pasar el tiempo. La fresca brisa que se podía sentir en el pueblo calmaba el corazón del joven, así mismo, tener una Sabrina dócil y tranquila era un descubrimiento muy interesante para el joven.

De repente, la chica comenzó a reír divertida.

- ¿Qué sucede? – (preguntó un confundido azabache)

- Nada, es solo que pensé… realmente no me creo pasar tiempo así, con el chico bullicioso y terco, que deseaba por todos los medios, ganar mi medalla, en ese entonces – (respondió la chica, causando que el joven comenzara a reír ante la idea)

- ¡Ja, ja, ja!, ¡Sí, tienes razón!, ¡En ese entonces realmente era muy especial! – (comentó el chico, pensando en su yo, de varios años atrás)

- ¿Hey, Ash?, ¿Qué pensaste la primera vez que me viste? – (preguntó la chica curiosa, a lo que el chico desvió la mirada para no verla)

- ¿Tengo que contestar? –

- Sí –

El joven miró al cielo claro con pequeñas nubes a lo lejos, sentía la mirada de la chica puesto en él, cosa que terminó por derrotarlo.

- Creí que te veías igual a una muñeca – (respondió el joven, causando que la chica lo mirara molesta)

- ¿Solo eso? – (preguntó la chica, con las mejillas ligeramente infladas)

- No importa como lo mires, controlar esa otra muñeca fue realmente aterrador… y peor, como no tenías ninguna expresión… - (respondió el joven rascándose la nuca)

- …Haa… lo entiendo, ciertamente parecería así, en ese entonces apenas controlaba mis poderes – (comentó la chica, desviando la mirada al suelo, causando un suspiro en el azabache, el cual notó como destruyo el ambiente)

- …Tenías la sonrisa más bella que haya visto alguna vez – (dijo el joven un poco sonrojado, sacando a la chica del trance la cual se le quedó mirando) – Creo que podrías haber sido la primera mujer en hacerme pensar aquello… -

- Y-Ya veo… - (respondió la chica, desviando su rostro mientras se sonrojaba bastante por el cumplido)

Ambos se quedaron en silencio, mientras lentamente un ambiente rosa parecía alzarse sobre ambos.

Naturalmente, nada sale como el joven espera.

- ¿Una tercera nuera? – (preguntó una sonriente Delia, haciendo saltar a ambos jóvenes, que miraron en pánico hacia atrás)

- ¡Espera, mamá, no es lo que…! – (respondió el azabache, antes de ver salir a la chica directamente a su madre, tomando las dos manos de ella a la vez)

- Mucho gusto, soy Sabrina, soy una ex líder de gimnasio, y actualmente me dedico a mi relación con su hijo, sé cocinar, limpiar, me gustan los niños y creo que puedo a llegar a ser una esposa comprensiva y atenta – (comentó la peli morado, sorprendiendo a ambos Ketchum, los cuales quedaron pasmados con la declaración)

- Umm… bueno, ¡Sí!, ¡Me agradas Sabrina, les estoy enseñando a las otras los platillos favoritos de Ash! – (respondió una animada Delia, la cual sorprendió al azabache, que miró atónito como la chica desaparecía con la madre de este camino a la cocina)

- ¿Qué se supone que haga ahora? – (respondió el azabache, volviéndose a sentar en la cerca, con un aire de derrota en su alrededor)

.

..

La tarde pasó lentamente en la casa Ketchum, el ambiente fue muy ameno, pese al caótico almuerzo, en el que las chicas compitieron por la atención del joven, más tarde las 3 chicas se tranquilizaron mientras su madre les contaba anécdotas de la infancia del joven. El pobre casi se muere de la vergüenza, mientras soportaba las burlas de las 4 mujeres.

Saliendo afuera, para tomar un poco de aire fresco, y de paso de alejarse de ahí, el azabache volvió a la cerca mientras suspiraba. Esperando frente a su casa, el joven vio cómo se acercaban 3 chicas muy conocidas por él.

La cabeza del joven comenzó a doler de antemano.

- ¿Chicas?, ¿Qué hacen ustedes aquí? - (preguntó un confundido azabache, mirando extrañando a las jóvenes)

- ¡¿Cómo que, que hacemos aquí?! - (gritaron furiosas las chicas, las cuales se acercaron rápidamente a este) - ¡Te estuvimos buscando, toda la noche! -

- Lo siento, simplemente me pedí en bosque, eso es todo - (respondió el azabache, un tanto cansado)

- ¿Cómo es eso, de que te perdiste en el bosque? - (preguntó una confundida Dawn, mirando incrédula al azabache)

- ¿Sigues teniendo problemas para orientarte, Ash? - (preguntó Misty, de igual forma que la peli azul)

- Bueno, ese es mi problema, ¿entendido? - (contestó el entrenador, un tanto molesto, para luego fijarse en May, la cual estaba mirando a todas direcciones, causando confusión en el azabache)

- ¿May?, ¿Qué te pasa? - (preguntó el azabache, mirando confuso a la chica)

- ¿Eh?, no, no es nada… lo que pasa es que algo huele delicioso- (respondió la chica un tanto sonrojada, llevando su mano a su estómago) – Además de que no tuvimos tiempo de desayunar, así que no hemos comido nada –

- ¿Eh?, Ahora que lo pienso… - (murmuró Dawn, oliendo el aroma al igual que la castaña) – Son… ¿Galletas? –

- ¿Está la señora Ketchum horneando galletas? – (preguntó una alegre Misty, mientras intentaba mirar al interior de la casa)

- ¿Ella?, ¿No lo creo? – (se preguntó un confuso joven, hasta que pensó en 3 posibles culpables, volviéndose nervioso ante esto) – De ninguna manera… -

El azabache miró rápidamente detrás de él, antes de volver su mirada a sus 3 visitantes, las cuales miraban extrañadas la actitud del chico. El joven comenzó a pensar varias razones para evitar que los 2 grupos de chicas se conocieran, pensando decenas de escusas por segundo.

O eso era, hasta que recordó que las 3 chicas frente a él, eran sus amigas. No eran el interés romántico del joven, ni chicas las que no pudo rechazar en su momento, ni eran la persona con la que se sentía en deuda.

- …Unas amigas vinieron a visitarme y mamá las está entreteniendo – (respondió el joven, cambiando a un semblante más tranquilo y calmado)

- ¿Eh? – (murmuraron las 3 chicas, que miraron extrañamente al chico e irrumpieron inmediatamente la casa del azabache)

- ¡Esp…!, ¡¿Chicas?! – (comentó el joven totalmente confundido mientras quedaba pasmado por la actitud de la chica)

El joven siguió a las chicas al interior de la casa, ahí se encontró con la extraña escena de 6 chicas enfrentándose entre sí.

Blue y las otras se encontraban tomando té con galletas recién sacadas del horno, mientras seguían mirando las fotos de un infantil Ash. Fue entonces, cuando el segundo grupo entró en escena, observándolas en silencio, midiendo hasta el mínimo detalle del otro grupo. El ánimo de todas las ex compañeras del azabache, empeoró al notar como todas podrían clasificarse como bellezas, la madura y bella Sabrina, la coqueta y juguetona Blue, y la inocente y pura Yellow. Pese a que antes ya se habían encontrado, solo recién observaron detalladamente a las presentes.

Se molestaron, pese a que ellas mismas no eran inferiores en absoluto.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? – (preguntó Misty, causando molestia en Blue, que dejó sus cosas de lado y se levantó a enfrentar al grupo)

- Vinimos a visitar a Ash, ¿Algún problema con eso? – (respondió la chica, balanceando su largo cabello castaño)

- ¿P-Problema…?, B-Bueno eso… - (murmuró la pelirroja, incapaz de encontrar alguna razón lógica para desafiar a la castaña)

- Si es así, entonces puedes retirarte, molestas al ambiente – (comentó Blue, causando que a la líder se le marcara una vena en la frente)

- ¡¿Por qué debo retirarme?! – (gruño una molesta Misty, la cual solo se ganó una sonrisa traviesa por parte de la castaña)

Mientras ambas peleaban, la peli azul se encontraba intimidada por las miradas penetrantes de las chicas de cabello rubio y morado.

- U-Umm, ¿Puedo preguntar por qué me miran así? – (preguntó una nerviosa Dawn, a quien Sabrina y Yellow no dejaban de ver fijamente)

- Te pareces mucho a una amiga nuestra… - (respondieron ambas, acercándose a la peli azul y comenzar a tocarla en la cara y cuerpo, para confusión y pánico de la chica)

- ¡H-Hey!, ¡¿D-Dónde están tocando?!, ¡Ya bastaaaa! – (gimió una lamentable Dawn, que no podía escapar de ambas chicas)

Mientras esto pasaba, May se acercó silenciosamente a la mesa y tomó el plato de galletas, y comenzó a comérselo mientras miraba en silencio, el debate de Blue y Misty, el cual amenazaba en convertirse en una batalla pokemon.

El azabache se quedó sin palabras mientras miraba la situación que se iba de las manos. Silenciosamente su madre se acercó a él con una cara preocupada y algo molesta.

- Hijo, tu madre cree seriamente que 6 novias son demasiado para ti… pero te apoyaré si es lo que deseas – (dijo Delia, causando que el joven golpeara su cara con su palma)

- Piedad… - (susurró un agotado azabache)

.

..

Después de tranquilizar de alguna manera la situación, la cual se salió de control luego de que Yellow trajera a una nerviosa y avergonzada White, la cual tuvo que exponerse al interrogatorio de las compañeras del joven. Ya luego, Delia convenció a todas a las chicas a pasar la noche en la casa, muy al contrario del deseo de cierto azabache, quien se quedó boquiabierto al ver como Pikachu lo abandonó para irse a una cita con la Pikachu de Yellow.

La tarde pasó lentamente, y poco a poco, la noche comenzó a llegar al hogar Ketchum.

En la parte de atrás, el joven miraba tranquilamente como varias revistas de kétchup de colección ardían con llamas resplandecientes. Las llamas parecían tráele paz al joven, que tuvo los días más atareados de su vida, desde que regreso.

Su madre se le acercó al joven y miró curiosa la fogata.

- …Mamá, conocí el pasado de papá - (agregó, llamando la atención de la mujer, la cual colocó una mirada sorprendida, para luego mirar hacia la fogata con una mirada nostálgica)

- Ash… - (murmuró la mujer, mostrando una expresión a una llena de amabilidad, mientras le acariciaba la mejilla al chico) – Ya veo… lamento no habértelo dicho antes –

- No te preocupes por eso mamá… me alegro de saberlo, eso es todo- (contestó el azabache, con una tranquila sonrisa, limpiaba las lagrimas de su madre)

- …¿Mamá? –

- ¿Si? –

- Seguiré el camino de mi padre… - (murmuró el joven sombríamente, causando que la mujer lo mirara preocupada)

- Ash… no puedo aprobar eso… yo no quiero que te pase nada – (contestó la mujer mirando tristemente al joven)

- Lo sé… - (comentó el joven, mirando hacia la fogata incandescente) – Pero… no creo que sea un camino en vano –

- ¿Ash? –

- Creo que este camino tiene un final… uno donde podamos sonreír, y divertirnos, olvidando que todo mal ha pasado – (respondió el joven, antes de mirar a su madre con una sonrisa) – Volveré, definitivamente lo haré… y seré el Maestro Pokemon que siempre quise ser, entonces… incluso si hoy me estoy adelantando, te juró que volveré aquí… a mi hogar –

- Ash… - (murmuró la mujer, conmovida por el crecimiento del joven)

La mujer le sonrió cálidamente al joven, el cual le miraba sonriendo.

- Bienvenido de vuelta… Ash –

- Si… He vuelto mamá –

Incluso si era prematuro, y deberá volver a la oscuridad antes de lo pensado, hoy, Ash Ketchum volvió a casa, tras 4 largos años.

CONTINUARÁ…