Hola, ¿cómo están? Yo algo cansado, ya saben, lo normal xD Bueno, antes que nada quiero agradecer a todos por sus reviews, por sus visitas y por seguir el fic. Y responderé a los reviews :D
Ryd3r: Muchas gracias por tu review! EN verdad los reviews largos me hacen el día :D Espero ver por aquí más de tus reviews C: Y no te preocupes, a veces la pereza siempre nos gana xD Y muchas gracias por hacerme ver mis errores, trataré de corregirlos. De hecho, no he tenido tiempo para releer los capítulos, es por eos que ha habido errores mínimos, pero trataré de releerlos. Gracias.
Mister Conde de Urano: No sé si es el Rey Leonidas, o si es Dawn xD Creo que son dos en uno, jaja.
Larekin1: Sí, Misty tiene Pokemon, sólo que no lo había mencionado. Lo siento pero no habrá Alphas en PBO. xD
Cata-chan1: Ruby es el personaje principal del fic! xD He estado engañando a todos durante todo este tiempo xD Okno.
Fatimasand: Gracias por la crítica. La verdad al principio de los capítulos, (cuando tenía tiempo libre de sobra), me releía los capítulos una y otra vez para corregir esos errores, pero ahora sinceramente no he tenido tiempo para eso, es por eso que hay palabras que he escrito mal, o el típico "dedazo". xD Pero ahor ame doy cuenta de que este fic debo de ponerle todo mi empeño, y trataré de releer cada capítulo a pesar de no tener mucho tiempo. Gracias C: Y pondré más música de la buena LOL
asdfgh: Muy buena opinión :D De hecho, más adelante explicaré los sentimientos de Serena hacia Ash. ¿Cómo son? ¿Por qué lo beso? ¿Qué es lo que oculta? Etc, etc. Porque no he narrado un capítulo de Serena desde antes del beso. Más adeltnae explicaré eso y ya verás por qué la relación se sintió forzada C: Y el error de Iris no me fijé xD No he tenido tiempo para releer, gracias por informarme.
ashthepokevenger: Se pondrá más bueno lol, o tal vez no.
Poker Knight: Tranquilo, May aparecerá pronto como prota, sólo sé paciente. Y vi tu review del aura Pokemon :( No he tenido tiempo para el fic, pero juro que algún día de estos lo terminaré. No está muerto. No lo está :((( Tener dos fics al mismo tiempo es algo complicado.
emmanuel lopez: Tal vez haya un personaje con esas aptitudes, así como un Zuko de Avatar la Leyenda de Aang xD. Y no, esta saga no es de relleno. xd La verda dno me gustan los rellenos, y dudo que haya algún capítulo aquí que lo sea, aunque claro que no está de más el poner algún que otro capítulo entretenido C:
ash trasher 666: Esos capítulos puede que tengas que esperar C: Sé paciente.
Asurax1: Jaja, gracias xD No tenía ni idea que fuesen tus personajes favoritos. Creo que para ti el fic va yendo de mejor en excelente xD Jaja. Gracias por el review.
baraka108: Tranquilo, tus dudas se resolverán pronto C: Y serena y Ash puede que se vuelvan bad ass xD
Bueno, este capítulo resuelve muchas dudas. Es lo único que puedo decir. Sin más, los dejo con el capítulo.
Capítulo 42
La UEO
"FELICIDADES, EL NIVEL 3 HA SIDO DESBLOQUEADO".
El letrero se esfumó entre una sala que más bien, parecía una caverna. Sobre el techo había lianas destrozadas, musgo y flores marchitas que desprendían lo que les quedaba de veneno. Unas antorchas se encendieron, iluminando la sala con mayor claridad, y en el centro del campo apareció un haz de luz celeste, indicándonos que era el medio de transporte para pasar al siguiente nivel. La mayoría de nosotros estábamos cansados, y sin duda alguna, hubo muertos. Estaba furiosa; sé que no debería de estarlo, ya que finalmente habíamos derrotado a la mazmorra, al jefe y al nivel, pero me enfurecía el hecho de saber que hubo gente que se sacrificó por esto. No debía de pasar esto otra vez, o cuando lleguemos al último nivel ya no habría nadie que nos ayude. No debe morir nadie en el siguiente nivel. Nadie.
El sujeto más fuerte de ahí, que era el líder del Gremio de la jugadora beta, Iris, se colocó con su yelmo carmesí aún puesto. La sangre le emanaba del cuello, y estaba débil. Sinceramente, jamás imaginé que aquel sujeto fuese a estar cansado o herido. Después de todo, eso me indicaba que el jefe de un nivel no era cualquier cosa. Después de unos segundos, el espadachín desapareció entre el haz de luz, y los miembros de su equipo lo siguieron. Iris le indicó a Misty que la siguiera. Ésta había forjado una gran amistad con la chica de cabellos púrpuras, y sin dudarlo sabía que tarde o temprano se uniría a ese gremio, aunque no me imaginaba cómo el líder podría admitir a una novata en su equipo. Bueno, después de todo a ella ya le ha pasado una situación similar, siendo derrotada por Masato en el Torneo Esmeralda, y siendo despojada de su único y extraño Pokemon. No obstante, también el líder debe tomar en cuenta que ella, a pesar de todo por lo que pasó, se ha vuelto fuerte, ha capturado a dos Pokemon de agua muy poderosos que sirvieron hoy de mucha ayuda, y sin duda se ha convertido en alguien muy valiente, determinante y poderosa. Inclusive me atrevo a decir que tal vez sea más fuerte que yo. Sólo tal vez. Es por eso que debo mejorar. El obtener a mil novatos detrás de mí no significa nada. Debo mejorar mucho más; mucho más que todos.
Después Drew caminó lentamente hacia el haz de luz y desapareció, no sin antes titubear un momento. El mago volteó a ver al Gremio Esmeralda, y éstos lo observaron con suma cautela. Al parecer, algo había entre ellos…
Un momento más tarde, Paul se encaminó hacia el tercer nivel. Me dirigió una mirada que no sabía si era de odio por demostrarle que había estado equivocado, o si sabía que le serviría de ayuda dentro de su party. Sinceramente, ahora me sentía más satisfecha, puesto que pude dejarlo en ridículo y demostrarle que en efecto, me había juzgado mal.
El Gremio Esmeralda también desapareció por el haz de luz azul. Primero fue Shigeru, o como los demás le decían "El Sanador Invencible". Sin duda después de aquella batalla muchos novatos lo vieron como alguien a quien no se podía tocar. No entiendo de dónde había obtenido ese poder tan increíble y ese aura blanquecina que era capaz de revivir a los Pokemon, como lo había hecho él con su Eevee en el torneo de Masato. Después, estaba Ruby, aquel chico que antes de desaparecer, me miró y sonrió. Esa mirada de ojos carmesí había sido reemplazada por un café intenso, pero que seguía transmitiendo ese misterio que no podía comprender. Aun recuerdo cuando me detuvo la flecha en nuestra batalla. Aun… aunque sea un poco, sentía una gran rivalidad con él. Sabía que me faltaba mucho por mejorar si quería llegar a su nivel de estrategia y su agilidad de arquero; sin duda en esta batalla él lo había demostrado. Y por último, la chica "nerd" de nuestro salón, May, desapareció entre el haz de luz. No me sorprendió que fuese tan determinante en esta batalla; a final de cuentas pertenecía a uno de los gremios más poderosos de PBO. Y eso que era una novata. Sin duda, formaría parte importante de la party que derrotaría a los jefes. No dudo que pronto ella tomara el control del gremio. Masato ni siquiera se presentó a la pelea, pero sus miembros sí lo hicieron. Tengo un presentimiento de que habrá una gran conflicto interno entre el gremio, puesto que Ruby y Shigeru tampoco estaban de acuerdo en los ideales de su autoridad.
Los novatos comenzaron a desaparecer poco a poco por el haz de luz, dejándome sola en la sala del jefe. Una sala en donde había mucho silencio, pero hace unos minutos no lo era. Hace unos minutos un gran Venasaur más grande que cualquier Pokemon que haya visto estaba furioso y lanzando un gran rayo solar proveniente de la flor rosada que tenía en su lomo. Gracias al trabajo en equipo, pudimos distraerlo y bajarle vida poco a poco junto con nuestros Pokemon. Pero sin duda, el golpe de gracia lo había dado el líder del gremio de Iris… Aun no podía dejar de pensar en el poder que aquel sujeto traía. Y sin embargo, jamás se quitaba el yelmo por nada… Jamás nadie había visto su rostro; sólo los miembros de su gremio. Cuando Misty se una tarde o temprano, le preguntaré cómo es.
Estaba tan sumida en mis pensamientos, que me sobresalté cuando oí la voz de Brock y Citron. Ambos chicos estaban riendo a carcajadas, y sus risas producían un eco interminable sobre la cueva, y pronto, el sonido se colaba por los agujeros por donde pasaba la luz solar. Hacían tanto ruido, que por un momento pensé que el pastizal que se encontraba sobre nosotros iba a derrumbarse en cualquier momento.
Antes de reclamar, el chico rubio se rió aún más y me mencionó que la causa fue que el Venasaur estuvo a punto de matar a Brock hace poco, si no fuese por la intervención del chico rubio.
— ¿Qué tiene eso de gracioso? —cuestioné.
— Nada. Sólo… sólo es que —Citron no podía hablar de la risa—, hubieras visto el rostro de Takeshi.
— Sí, sí. Debo admitir que fue gracioso.
— Pero lo mejor fueron sus pantalones —el rubio rió.
— ¡Ahí va de nuevo! —se quejó Brock.
— ¡Hubieses visto cómo se orinó del susto!
Fue inevitable la risa. Ambos reímos y el moreno nos imitó de una manera incómoda. Después de unos minutos, la seriedad volvió a nosotros, y le mencioné a Brock si me acompañaba al haz de luz.
— Dawn, necesitas saber algo…
Aquello me impresionó.
— He decidió tomar mi camino solo.
— ¿Qué? ¿Yo pensé que…?
— Lo sé. Íbamos a formar el gremio juntos, pero… pero es que después de esto me di cuenta de que debo mejorar mucho. Tú eres más fuerte que yo, y los demás… Misty, May… hasta el bravucón de Drew, podrían derrotarme en un abrir y cerrar de ojos.
— Te entiendo, pero podemos fortalecernos juntos. Ya sabes lo que dijo Citron.
— Brock… ¿estás seguro de hacer esto? Quiero decir, respeto tu opinión, pero sabes de lo que hablamos ayer… —dijo el rubio.
— Sí. Y es por eso que debo de hacerlo. Además, pienso averiguar quién está detrás de todo esto. Pienso fortalecerme, descubrir más del mundo de PBO, y saber qué sucede dentro. Tranquilos, siempre se me ha facilitado el hacer amistades; no estaré solo.
— Brock…
— Dawn, sé que no me necesitarás. Me retiraré por un tiempo de las reuniones. Tienen a mil novatos más de su lado ¿No es así?
— Uno más haría la diferencia.
— No si es un novato débil. Dawn, por favor, comprende. Además, te estaré visitando constantemente. Sólo que necesito un tiempo a solas para relacionarme más con este mundo.
— De acuerdo. Promete que nos veremos.
— Lo haré.
— Recuerda... no confíes en nadie —intervino Citron.
— Solo en ustedes —mencionó y fue hacia el haz de luz.
El rubio y yo nos quedamos a solas, pero aun sentía que no estaba satisfecha; aun así hubiésemos derrotado al jefe del nivel dos y convencido a muchos jugadores de unirse a nuestra causa.
— ¿Qué sucede? —el chico sabía que algo andaba mal.
— Es que… aun no me siento fuerte.
— Nadie lo es.
— Quiero decir. Quiero hacer mi gremio ya, pero no me siento capaz… No sé si… no sé si pueda llegar a ser una líder.
— Hikari, los requisitos para hacer un gremio son tres: Ser mayor de nivel quince, tener tres miembros como mínimo, y la más importante… saber a quién escoger. Eres nivel trece, pero en un abrir y cerrar de ojos podrás llegar al nivel requerido y crear tu gremio. No veo cuál sea el problema.
— Yo soy el problema… No sé nada sobre PBO. Ni siquiera sabía los requisitos del gremio. ¿Cómo es que una líder no sabe nada sobre el juego en el que vive?
— Con la experiencia lo sabrás. Además, dudo que haya gente que no quiera unirse a tu nuevo gremio.
— También es otro inconveniente. Tú dijiste que eligiera bien. ¿No es así? ¿Qué quieres que haga? ¿Hacer el Torneo Índigo? No hay tiempo para esas estupideces. Sólo Masato se puede dar el lujo de presumir de su poder y hacer un torneo idiota.
— Tú participaste en él…
— Lo sé, pero ahí no tenía ni idea de lo que este juego era.
— Bueno, sé que elegirás bien.
— Tal vez, pero lo que quiero primero que nada es entrenar. Entrenar duro cada día… No rendirme.
— ¿Y por qué no comienzas desde ahora?
— ¿Cómo… cómo entrenar sin alguien que me corrija?
El joven rió, y después de un tiempo, hizo una broma de mal gusto sobre si su abuelo difunto regresaba de los cielos y me entrenaba, pero al ver que yo no reía, su semblante cambió a uno malhumorado y comenzó a caminar hacia el haz de luz.
— Citron… espera.
El chico no respondió, y piso el haz de luz. Por un momento su cabellera rubia pasó a ser un color más celeste.
— Te dije que formo parte de una organización secreta. ¿No es así?
— ¿A… a qué te refieres? —no comprendía lo que trataba de decir.
— La UEO —mencionó y sonrió misteriosamente— Escucha, el siguiente nivel está conformado por las Islas canela. ¿Por qué no te das una vuelta por el faro abandonado en tres días? A final de cuentas nadie irá hacia allá… No hay nada de interés ahí.
— ¿Qué…? ¡Espera! ¿Cómo sabes que…?
El chico desapareció en el haz de luz, dejándome solitaria ahí, con el premio que había ganado al derrotar el Venasaur: una maldita poción que curaba toda tu vida en unos segundos. Sólo eso.
La briza de la costa comenzaba a molestarme. No es que fuesen desagradables los vientos que agitaban bruscamente mis cabellos azules, sino que me impedía ver a lo lejos con sumo cuidado lo que había más allá del océano. Mucha gente se cruzaba por el puerto, y varios botes estaban estacionados al lado de la bahía. Más que nada, abundaban puestos que trataban de vender Pokemon acuáticos a los jugadores, y alguno que otro material servible, como cañas de pescar, anzuelos, ropa, comida, etc. Contrabandistas, mercantes y civiles pasaban de un lugar a otro, como si un gran río de personas invadiera los muelles. Los Wingull surcaban los aires, y los Pelipper intentaban cazar algún Magikarp. En pocas palabras, el muelle estaba más poblado de lo que pensaba. Agradecí que llevara una capucha de seda azul, para disimular mi identidad. Por supuesto que nadie me reconoció, ya que no era tan conocida como Masato, o varios jugadores más. Sin embargo, debía de estar alerta.
El viento dejó de soplar por unos momentos, y fue ahí cuando aproveché la oportunidad para ver a lo lejos. Ahí, a final del horizonte, una mancha negruzca se alzaba apenas visible. Sabía que aquel era el lugar, pero era un sitio tan solitario que nadie iba a ir hacia allá. Se rumorea que ni siquiera los Pokemon habitaban ahí, puesto que sólo es una isla rocosa llena de heces de Wingulls que de vez en cuando dejan caer.
El problema es el cómo iba a llegar hacia allá. Pensándolo un momento más tarde, no sería un inconveniente el decirle a algún NPC dueño de algún bote que me llevara al lugar.
Me acerqué misteriosamente a un señor viejo, que se protegía del sol con su sombrero de paja. El sujeto estaba desatando una gran cantidad de Magikarps que había pescado. El viejo trató de alzar la red hacia tierra firme, pero sus fuerzas no fueron suficientes y estuvo a punto de tirar los peces de vuelta al mar. Sin embargo, yo fui lo suficientemente rápida para sujetar el otro extremo de la red, y con ayuda del viejo, pudimos levantar a los pescados sin problema. Después, un sujeto se nos acercó y agradeció mi ayuda, mientras se llevaba a los Magikarp con ayuda de su personal. El viejo recibió una pequeña bolsa de monedas de cobre, sacó una de entre el montón y la mordió para comprobar que no fuese falsa.
— Gracias, señorita —mencionó con una voz áspera y cansada—. No sé cómo agradecerle.
— Bueno, estoy segura de cómo podría…
Tardamos más de veinte minutos en llegar a la gran isla desierta. Desde el muelle parecía una pequeña isla en la que apenas y podía habitar, pero cuando estuve frente a ella, era más grande de lo que creí. Ni siquiera había algún muelle para estacionar el bote que el viejo estaba remando arduamente. Él me miró en señal de que no podía acercarse más; yo asentí entendiendo la situación y sin titubear me aventé hacia el agua y comencé a nadar. Las olas comenzaron a ser más bruscas conforme avanzaba, pero cuando saqué a mi Piplup para que me guiara por entre las corrientes, pudimos llegar a una pared rocosa en la que las olas seguían luchando. Sin perder tiempo, comencé a escalar, a pesar de que con cada paso que daba hacia arriba, las olas estaban a punto de estrellarse conmigo; otro problema eran las ampollas que comenzaban a formarse en mis manos a la hora de escalar. Cuando subí unos cinco metros, finalmente hubo suelo firme, sólo que aún debía de seguir subiendo hasta la cima, pero costaría menor trabajo. Cuando mi Piplup y yo estuvimos finalmente en uno de los puntos más altos de la isla, ni siquiera hubo rastro del faro. El viento nos mecía a una altura en donde el aire helado me costaba inhalar. Pero cuando exhalé, suspiré de preocupación, no por no ver el faro abandonado del cual Citron me había mencionado, sino que aquella isla solitaria estaba conformada por otra más pequeña, que estaban unidas por medio de un puente de madera bastante largo y peligroso. Caminé unos minutos más con cuidado hasta que llegamos al puente. Las cuerdas que lo sujetaban estaban desgastadas, y al poner un pie sobre el primer tablón, éste rechinó. Regresé a mi Piplup de vuelta a su pokébola, y me encaminé con sumo cuidado por el puente. Paso a paso, comencé a caminar, esperando a que ningún tablón se rompiera. Hubo tres veces en las que no había tablón delante de mí, por lo que debía de hacer pequeños saltos. Cuando estuve a punto de terminar el gran puente, mi pie se hundió en uno de ellos y la madera se rompió. Instintivamente, sujeté la cuerda más próxima a mí y con mucha fuerza, me agarré del barranco que había estado a punto de cruzar. Con mucha calma, traté de escalar sin dar un paso en falso y finalmente estuve del otro lado sana y salva. La isla era más pequeña, rocosa y con vegetación escasa, pero lo que la diferenciaba de la otra, es que al final de ella, pude ver a lo lejos un gran faro en una bahía, donde las olas seguían rompiendo entre rocas y a veces lastimaban el faro que parecía estar desgastado y musgoso con el tiempo. Cuando finalmente después de casi media hora pude llegar al final, noté que sólo quedaban metros y metros de arena lisa donde las olas no existían, por lo que caminé hasta llegar a un diminuto barranco rocoso en donde el gran faro blanco se alzaba entre la bahía.
Quise encaminarme más hasta estar frente al faro, pero de repente alguien me interrumpió. Citron estaba sentado a orillas del barranco, con los pies sobre el aire y las olas salpicándolo de vez en cuando. El viento revoloteaba su cabello rubio, y miraba hacia el sol que aún seguía jugando con las nubes de un cielo celeste.
— Pareces estar muy calmado con todo lo que está pasando —le saludé y el chico volteó sorprendido.
— Oh, hasta que llegas —mencionó y se paró—. Me gusta disfrutar de la vista. Me recuerda al mundo real.
— A mi también —le dije pero cambié de tema rápidamente—. ¿Y bien? ¿Responderás mis dudas ahora?
— Además de persuasiva, también eres impaciente, ¿cierto? —El rubio rió, y se acomodó los lentes— Bueno qué va. Soy todo oídos.
— De acuerdo. Primero, ¿Cómo es que supiste de este faro? Ni siquiera sabíamos qué nos aguardaba el nivel tres.
— Soy un beta. Sé cómo son los niveles en los primeros niveles de PBO —dijo sin siquiera pensarlo.
— Oh, bueno… eso es algo razonable —dije avergonzada. ¿Cómo es que no se me pudo haber ocurrido? — Segundo, ¿Por qué nadie viene a esta isla?
— Bueno, digamos que no hay ni un alma aquí. Sólo Wingulls que se cagan entre las rocas y un faro fundido que sólo está de adorno —antes de preguntarle cómo estaba seguro de que nadie vendría, él respondió— Créeme. El primer día casi todos los jugadores estaban aquí, inspeccionando si la mazmorra no se encontraba por aquí. Es por eso que tuve que esperar tres días, hasta que nadie tuviera esperanzas de que esta isla fuera servible.
— ¿Y lo es?
— Para mí sí. Me sirve de escondite.
— ¿Escondite? ¿De quién te ocultas?
— Mejor dicho… ¿De quién nos "ocultamos"?
— Oh, la UEO.
— Es por eso a lo que viniste. ¿No? ¿O por qué otra razón te he citado?
— Lo siento, pero es que no los veo por ninguna parte.
— Están dentro del faro. Tratan de arreglar el foco fundido.
— ¿Por qué? ¿Quieren que en la noche los descubran? Está mejor así.
— Nos servirá también para ver quién se acerca por el lado del océano.
— Y si alguien lo hace… Podrían estar en peligro.
El chico rió.
— Hikari, no creo que estemos en peligro a menos de que venga todo el gremio Rocket.
— ¿Gremio Rocket?
— Ven, te explicaré allá dentro. Te presentaré a los demás.
— Espera —paré en el camino, mientras el chico abrió la puerta del faro blanco—. Una última pregunta… ¿Por qué yo? ¿Por qué quieres que conozca a una organización que supuestamente es secreta?
El joven me dio la espalda y subió por las escaleras de caracol, sin hacer caso omiso a mi pregunta. Yo me quedé ahí pasmada, pero unos segundos después el bajó y me miró. El joven seguía sonriendo, con el sol reflejando en sus lentes.
— Porque sé que podrás ayudarme en algo. Te diré arriba.
Ambos subimos por las escaleras, y cuando estuvimos al final, detrás de una puerta se escuchaba la voz de una niña bastante emocionada, y a un joven gritar. Cuando Citron abrió la puerta, había dos sujetos ahí. Uno estaba de espaldas, viendo a través del cristal al océano. A decir verdad estaba más sumido en sus pensamientos que viendo el panorama. El otro sujeto, estaba debajo del gran foco, con unas herramientas y con mugre en sus atuendos de cuero, y trataba de hacer que volviera a funcionar el faro. Y la otra era una niña pequeña, que sinceramente me impresionó la edad que tenía. Era muy pequeña como para poder pasar por todo lo que está sucediendo.
— ¡Vamos…! ¡Debe de funcionar!
— Eureka, estoy haciendo todo lo que puedo. ¡¿Podrías tranquilizarte?!
— Es que quiero ver el faro al atardecer. ¡Quiero ver cómo se ve! —Cuando se dio cuenta que Citron había entrado, la chica se alegró— ¡Oh, hermano! ¿Qué haces aquí arriba? ¿No que necesitabas un momento a solas?
— Bueno, mi momento terminó —dijo acompañado de una risotada— Además, quería ver cómo iban con el faro. ¿Han podido arreglarlo ya?
— ¿Tú crees que ya he terminado? No me presiones, ¿de acuerdo, Citron?
El rostro del chico era cubierto por el interior de la máquina que hacía girar el foco, pero cuando descansó por un momento y salió de ahí, vio que el rubio no había estado solo.
— Oh, qué modales tan horrendos los míos. Hermana, ella es Hikari. Hikari, ella es Eureka.
— En realidad soy Bonnie, pero me gusta que me llamen por mi nombre virtual. Es un gusto, Hikari.
— Soy Dawn, puedes llamarme como gustes —le sonreí.
— Y él es Gold.
— Qué cuentas —mencionó el chico, mientras se colocaba una gorra en donde su fleco celeste se escapaba. Pude notar unos ojos dorados que brillaban con el día. El chico sonrió, aunque noté que lo hacía forzadamente.
— Y él es Trip.
Volteé mi mirada hacia el joven que aún seguía mirando hacia el horizonte. Ni siquiera me volteó a ver, ya que aun estaba sumido en sus pensamientos. El chico llevaba una cota de malla dorada que hacía juego con su cabellera del mismo color. Sin embargo, lo que más me impresionó fue las vendas manchadas de sangre que llevaba en los nudillos. Quise preguntar qué es lo que le sucedía, pero no me atrevía a decirlo debido a la primera impresión intimidante que me llevé de él.
— Trip… ella es Hikari.
El joven me volteó a ver, y se limitó dirigir su mirada de nuevo hacia el océano.
— Sí… digamos que no es un chico de muchas palabras ¿cierto, Trip? —Citron rió nerviosamente y se rascó la nuca.
— ¿Y bien, Hikari? ¿Serás parte de la UEO? ¿Lo será, hermano? ¡¿Finalmente habrá otro miembro?! ¡HURRA!
— Oh, no… yo... —quise intervenir, pero fue demasiado tarde para la pequeña.
— ¡Sí! Al fin una chica. Bueno, Iris también es parte, pero no se presenta mucho por aquí.
— ¿Qué? —me impresioné.
— Oh, cierto —Citron lo recordó—. Iris también forma parte de la UEO. Sólo que como es miembro del gremio Escama de Dragón, no puede vernos mucho. Ya sabes… esta organización es secreta, y si la descubren, podría tener problemas.
— Oh —aún no entendía nada— Pero…
— ¿Qué es la UEO? —finalizó mi pregunta Citron, leyendo mi mente— Es Unidad Especial Online.
— ¡Sí! ¡Somos la unidad especial que salvará al juego! ¡¿No es genial?! —la pequeña se veía muy animada.
— Ehh… no sé qué decir.
— Bueno, tal vez no estés impresionada. Sé que has escuchado de mucha gente que trata de salvar a todos, pero nosotros somos diferentes. Nosotros, a pesar de estar unidos, no somos un gremio como tal. No podemos darnos el lujo de formar un gremio en estas condiciones. Podrían descubrirnos y asesinarnos. Oh, y antes de que preguntes el por qué quieren hacerlo… bueno, digamos que la gente mala de la que te hablé, podría hacerlo sin dudarlo si se enterara de la existencia de la organización.
— Ya veo. ¿Y qué han estado investigando?
— Sabes que te dije sobre los cascos capaces de controlar a la gente. ¿Cierto? Bueno, en cierto modo esos cascos sólo los consiguen los miembros del Gremio Rocket. Si te unes a ellos, conseguirás el casco. La única desventaja es que no podrás zafarte de ellos tan fácilmente una vez que te unas, y está de sobra el mencionar que no cualquiera puede unirse. Sólo… sólo lo hacen los más fuertes.
— Y Mirto es uno de ellos —finalmente, la voz de Trip había invadido la habitación.
— Sí —intervino Gold— Sin tan sólo me hubiese unido el día en que te enfrentaste a él, Trip… juro que pudimos haberlo vencido.
El joven se quedó callado, y yo quería preguntar el cuándo se habían enfrentado a él, pero Citron me ganó.
— Trip se enfrentó a él en la versión beta… —comentó el rubio—. Y es por eso que sabemos que el Gremio Rocket es bastante fuerte.
— ¿Pero cómo saben del Gremio Rocket? ¿Cómo lograron investigarlo?
— Bueno, de hecho nosotros no obtuvimos esa información. Nos la dijo nuestro jefe.
— ¿Jefe? ¿Acaso tienen jefe? —me sorprendí.
— Sí.
— ¿Y dónde está?
— Oh… ese tipo… él está muy cómodo tirado en el sofá de su sala ¿cierto, Trip? —Gold rió y volvió a las andadas en arreglar el faro— Vaya tipo...
— ¿Qué? ¿Él los está dirigiendo desde la realidad?
— Bueno… a Gold le molesta que nuestro jefe no tengo el valor suficiente para adentrarse a PBO, que ciertamente lo puede hacer. Además, en cierto modo tienes razón. Él nos controla desde la realidad, pero no es así. De hecho, nosotros podemos desconectarnos cuando sea, y podemos verlo cuando queramos. Excepto mi hermana… ella es una usuaria normal.
— ¡No tienes que recordármelo, tonto!
— Un momento… ¡¿Me están diciendo que los beta pueden desconectarse cuando sea?!
— Así es —sonrió Citron incómodamente.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Bueno, eso lo explicaremos luego. Ahora lo más importante es explicarte a lo que en realidad viniste, Hikari.
— ¿Quéee? ¡¿No será un miembro real de la UEO?! —Eureka se veía molesta.
— No, Bonnie. Sólo elegimos a los más fuertes —Citron me volteó a ver algo incómodo— Sin ofender, pero aún te falta experiencia.
— Lo sé —dije algo molesta.
— Bueno, vayamos al grano. Te traje aquí porque quiero que cumplas una misión en nuestro lugar.
— ¿Y ustedes no pueden realizarla, o por qué yo?
— Digamos que nosotros tenemos otras prioridades que atender. El jefe nos ha puesto distintas misiones a los cuatro. Iris está infiltrada en el Gremio Escama de Dragón para saber de la situación en las reuniones que planean atacar las mazmorras, y para que nada extraño o misterioso ocurra ahí. Trip y Gold se les encargó investigar quién más es miembro del Gremio Rocket, pero al parecer sólo sabemos que Mirto es uno. Y yo…
— ¡Y yo qué!
— Oh, hermana. Tú… tú te harás cargo… emmm… del faro. Serás la guardiana del faro.
— ¡Genial!
— Vaya misión difícil —dijo Gold desde adentro de la máquina en un tono sarcástico y soltó un bufido.
— Bueno, yo tengo otra misión que no viene al caso…
— ¿Qué? Dime, Citron —insistí.
— Oh, no es nada. Lo único malo en lo que mi misión podría afectar a los demás es que ya no podré asistir a las reuniones y a las luchas de las mazmorras. Hay prioridades de mayor importancia ¡Já!
— Yo creo que no nos quieres decir porque no tienes nada pendiente —mencionó Gold en un tono pesado.
— ¡Sí, estoy de acuerdo con Gold! ¡¿Acaso eres un flojo, o qué?!
— No, qué va. ¡No, Bonnie! ¡Basta de hablar de mi misión! La misión de Hikari es también de mayor importancia.
— ¿Y cuál es? —dije impaciente.
El chico se quedó por unos momentos en silencio. Caminó hasta la posición de Trip, que permanecía exactamente igual que cuando entré a la habitación. El rubio miró hacia el horizonte, y notó cómo un par de Qwilfish saltaban a lo lejos. Volteó a verme y mencionó:
— Quiero que encuentres al Destello Eléctrico.
— ¿Qué?
— Lo necesitamos… Lo necesitamos urgentemente. Sólo que… lo hemos estado buscando entre todos. Incluso pensamos que se presentaría a las reuniones y mazmorras, aunque después de lo ocurrido en el torneo Esmeralda, creo que es lógico que haya desaparecido. Temo… temo que se haya desconectado, o que… que alguien… bueno, eso no se supone que deba decirlo. Olvídalo. No importa. El punto es que lo necesitamos.
— ¿Qué? Yo tampoco sé dónde está.
— ¿Eh? —Gold salió de la máquina, e intercambió una mirada con Trip, Citron y Eureka— ¿Cómo que no sabes?
— Lo siento, pero…
— El jefe nos dijo que tú lo conocías. Pensamos que por medio de ti sería más fácil el localizarlo.
— ¿Y Takeshi o Kasumi? Ellos podrían saber —Citron insistió.
— No lo creo. Nadie sabe nada de él. Ni siquiera Kasu… Un momento —algo raro estaba ocurriendo— Cómo… ¿Cómo es que su "jefe" sabe que yo lo conozco? Además, no sé quién es. No he visto su rostro realmente.
— Es Ash Ketchum. Lo conoces. ¿O no? No me digas que no —Gold estaba preocupado.
— Ash… —aquello me impactó. En ese momento, se me vino a la mente la imagen de aquel chico tímido con el cual me agradaba hablar, a pesar de que era algo callado. Jamás imaginé que él fuese alguien muy poderoso dentro de PBO. Estaba impresionada— No… yo… sí lo conozco. Conozco a Ash.
— Menos mal —suspiró Eureka.
— Pero… ¿pero cómo es que su jefe sabe que lo conozco?
— Ese no es el punto —evitó el tema el chico de lentes.
— No, quiero que me lo digan.
— Hikari…
— ¡Hazlo!
— Él sabe quién eres —Citron cerró los ojos de los nervios.
— ¿Qué? —me sorprendí. ¿Cómo era posible que alguien pudiera conocer mi identidad? Alguien como su jefe—. Eso quiere decir… ¿Qué he visto a su jefe en la vida real?
— No exactamente. Creo que ni siquiera lo has visto en persona.
— Entonces ¿cómo…?
— Eso no importa ahora. Lo importante es encontrar a Ash.
No sabía qué hacer. Quería hacerle el favor a Citron, pero en realidad no tenía ni idea de dónde se encontraba. Quería hacerle el favor, puesto que el chico me ha ayudado mucho durante este tiempo; sin embargo, aún tenía mis dudas sobre quién podría ser su jefe, por qué buscaban a Ash y cuál era la misión de Citron.
— De acuerdo —mencioné en un suspiro.
— ¡Sí! ¿Lo ves, hermano? Ella aceptó. Ahora, ¿podría formar parte de la UEO? Yo no soy un beta, y estoy en la UEO. ¡Por favor! Ella también es novata, y puede formar parte. ¡POR FAVOR!
— Tú estás aquí porque convencí a nuestro líder de que te unieras, Bonnie. Eres mi hermana y no te abandonaré. Es por eso que te uniste.
— ¡No es cierto! ¡Yo soy fuerte! ¡Soy una novata fuerte!
— Yo creo que lo eres —le dije a la pequeña, y ésta fue hacia mis brazos y me envolvió en un abrazo cálido.
— Por favor, hermano. Deja que se una.
El muchacho se me quedó mirando. Sabía en lo que pensaba. Sabía que su cabeza estaba batallando en si dejarme entrar o no. A mí, sinceramente no me importaba si entraba a una organización que trataba de salvar el juego e investigar sus más oscuros secretos. De hecho, ésta era la primera vez que veía seriedad en alguien a quien realmente estaba haciendo algo por saber cómo diablos salvar a los jugadores de PBO. El chico volteó de nuevo hacia el paisaje acuático que tenía en frente, y antes de decir algo, Trip intervino.
— Lo siento, niña. No podemos hacerlo.
— Pero… —se quejó Eureka.
— No podemos aceptar a una novata.
— Hermano… por favor.
— Yo… —Citron estaba dudando.
— Citron, sé que eres el segundo al mando de la UEO, pero sabes que no es una decisión acertada. Un descuido de nuestra parte y nuestras cabezas serán buscadas por el gremio Rocket. Sé el poder que tiene Mirto y no es cualquier jugador que podamos vencer fácilmente. Sabes que nosotros podríamos lidiar con él, pero ella no está preparada para esto. Ella no tiene la fuerza suficiente… —la frialdad de Trip me recordó a Paul. Por un momento comencé a odiarlo, no sé por qué.
El chico suspiró, y cuando me dirigió una mirada de decepción, supe que Trip tenía la razón.
— Lo siento, Hikari.
— Descuida —mencioné algo decepcionada. Sin embargo, aún tenía una as bajo la manga…
— ¿Cuánto tiempo tardarás en buscar a Satoshi? —dijo Gold, que se rindió al tratar de arreglar la máquina.
— Bueno, no sabría decirles. Aunque puede que tenga una idea de dónde esté —mentí— Tal vez me tarde semanas, o meses. No lo sé —Esto último fue verdad.
— Eso es mejor a no tener ni idea de donde esté. ¿O no? —Gold quiso ser positivo.
— Algo es algo —dijo Citron.
— Pero les traeré a Ash con una condición —ahí estaba mi carta. Mi as bajo la manga.
— ¿En serio? ¿Cuál?
— Necesito que me entrenes…
— ¿Yo? —el rubio rió—. ¿Por qué yo?
— Porque sé que eres fuerte y sé que sabes más de PBO que yo.
— Bueno, eso es verdad, pero ¿cómo sé que no nos engañarás? ¿Si te entreno, y no traes a Satoshi? Además no podemos darnos el lujo de perder el tiempo, no sé si…
— Confías en mí… ¿cierto? —Le interrumpí— Tú lo dijiste. Soy alguien en quien confiar. Ten por seguro que tendrás a Ash tarde o temprano. ¿O es que no confías en mí? ¿Es que el presentarme a tus miembros ha sido en vano?
— De acuerdo —finalizó Citron con algo de molestia— Empezaremos mañana. Sólo tendrás una semana de entrenamiento. Después de eso, entrenarás sin nosotros…
Bien, muchas dudas se resolvieron, pero al parecer surgieron más, si no me equivoco xDDD Lamento si los hago sentir de esa manera. Bueno, por fina apreció Trip, Eureka, y Gold. El próximo capítulo verán que todo lo que saben de los espadachines, luchadores, sanadores, arqueros y magos no es nada. Que tengan buen día ! :D
Próximo capítulo: Entrenamiento avanzado
