Hola a todos. No quiero hacerles perder tiempo, ya que este capítulo resolverá dudas que ni siquiera tenían en mente xD, por lo que será algo largo. Lamento eso T.T Así que si tienen tiempo, leanselo completo. Si están en la escuela en clases, tienen cosas pendientes o tienen sueño, les sugieron que hagan primero lo que deban de hacer, y ya se relajen después con el capítulo :) Responderé a los reviews mientras tanto :)
ashtrasher666: Jaja, he visto la imagen xD ¿Ash vs Kaml? Pero si él está muerto .-. jajajá. Aunque se puede ser... ¿Por qué no? xD
Asurax1: Jaja, no mataré a Bonnie, sólo la torturaré... okno.
Poker Knight: No, es maga xD La acción vendrá pronto. Y mi fic pasado, bueno, está hasta el cap 32 o algo así, espero lo disfrutes mientras puedas xD
Cata-chan1: Jaja, lo siento. Suelo hacer eso muy a menudo. Tal vez duermas tranquila cuando termine el fic, así ya no habrán dudas, jaja.
emmanuel lopez: Jaja, si me di cuenta de que te equivocaste. No hay problema. Me alegra que te haya gustado el cap.
Kuroi: El internet a veces es traicionero xD Bueno, no responderé tus preguntas, porque podré spoilear.
Larekin1: ¿Quién? ¿Tobias? xD ¿Y quieres que Kenny gane o por qué el comentario? xD
Ryd3r: Muy buen análisis. Al fin alguien hizo preguntas que no se habían hecho C: Aunque claro... no las responderé.
Bien, disfruten con su café o chococalte caliente. C:
Capítulo 43
Entrenamiento Avanzado
El agua, que formaba una capa espumosa y a al vez cristalina sobre la arena, rodeaban mis botas de cuero que poco a poco se iban hundiendo conforme las olas tranquilas invadían la bahía. El canturreo de los Wingulls se hacía presente entre la mañana, donde el ocaso no se asomaba por el horizonte, sino por el gran barranco que nos ocultaba entre su sombra. La briza helada me producía escalofríos, y pronto deseé que los rayos se asomaran más deprisa, pero el tiempo pasaba lento. Grandes metros de arena se extendían por delante, por lo que tenía la certeza de que este era el lugar perfecto para entrenar. Citron estaba parado ahí, respirando profundamente, con una concentración que jamás había visto en él. El chico se quitó la capucha que traía encima, y aventó la capa en la arena, donde las olas comenzaron a llevarse su prenda. Yo estaba en el otro extremo, respirando de igual manera, y sujetando por detrás mi arco. Los otros miembros sólo se dedicaban a observar. Trip mantenía el semblante serio, Gold quería unirse al enfrentamiento muy ansioso, pero sabía que era un duelo de dos jugadores solamente. Eureka se limitaba a taparse los ojos y mirar de vez en cuando. La sombra de la gran meseta que ocultaba la bahía aun nos protegía, pero una vez que el sol me iluminó el rostro, supe que era el momento de comenzar con la batalla.
Sabía que Citron era un sanador, por lo que yo tenía la ventaja al atacar de lejos. Sinceramente, no tenía ni idea de cómo iba a atacarme. Se supone que los sanadores sólo se dedican a sanar a los demás, no a atacar. ¿Entonces cómo explicaba que Shigeru era poderoso? ¿Y cómo explicaba que Citron también lo era? Bueno, lo veré justo ahora.
En unos segundos, tan rápido como pude, saqué una flecha de mi arco y apunté hacia el rubio. La flecha fue directa hacia su sien, pero éste movió su cabeza unos centímetros, justo a tiempo para esquivarla. Sin embargo, lo había hecho de una manera tan natural y despreocupada, que me sorprendió.
Lancé otra flecha, de nuevo a la sien, pero instantáneamente repetí el proceso justo unos segundos después, sólo que la siguiente flecha iba hacia el lado que creía que la iba a esquivar. Citron saltó unos metros, esquivando ambas. Aterrizó lentamente en la arena, y esbozó una sonrisa.
Ciertamente me estaba subestimando.
Comencé a correr hacia él. Lancé una flecha para distraerlo, lo que resultó, aunque no tuve los segundos suficientes que quería para que estuviese distraído. Lancé una flecha hacia su estómago, pero éste la detuvo con sumo cuidado y la hizo trizas entre sus manos. Y entonces, esa técnica me recordó a Ruby y nuestra batalla. Y por instinto, recordé la técnica que el albino había hecho conmigo, y quise imitarla en Citron.
Comencé a correr alrededor del chico de lentes, pero apenas y la arena pesada y húmeda se levantaba por mi posición. No obstante, tenía el presentimiento de que el sujeto no podía verme debido a la velocidad. Con sumo trabajo un remolino comenzó a formarse sobre el rubio. Poco a poco, mi velocidad fue aumentando, y pronto un remolino de agua se alzó sobre el miembro de la UEO y lo cubrió. Y ahí, fue que comencé a lanzar flechas a diestra y siniestra, que iban a una velocidad impresionante. Éstas traspasaron el agua y la arena que cubrían al rubio, y noté que no salían del otro extremo del remolino, por lo que supuse que habían dado en el blanco. Súbitamente, mis flechas se acabaron por completo, y mi MP era escaso, pero lo bueno es que no tenía baja mi vida. Di un gran salto y me situé lejos de donde aun el remolino seguía con vida. Sin embargo, cuando éste paró y el agua salpicó bruscamente de nuevo entre la arena de la bahía, el muchacho tenía entre ambas manos un puñado de flechas. Citron tiró las flechas al suelo, haciendo que unas cuantas gotas salpicaran entre el aire y se vieran como destellos luminosos que el sol comenzaba a iluminar con sus primeros rayos.
¿Cómo…? ¿Cómo era posible? Mi puntería era más que buena. Cada una de mis flechas iba hacia él, a pesar de yo no poder ver a través del remolino. Pero… pero yo había practicado mi puntería varias veces. No… no comprendía por qué Citron agarró cada una de mis flechas y había predicho todos mis movimientos.
El joven estaba serio, lo que me extrañó en él, ya que usualmente estaba acostumbrado a sonreír. De un momento a otro, aquel joven bromista de lentes, pareció un sujeto intimidante, poderoso y aterrador. Sus cabellos rubios se movieron al compás de la brisa helada, al igual que el movimiento que hizo: En un pestañear, el sujeto se colocó detrás de mí, y un simple toqueteo de su dedo en mi espalda baja me tiró hacia la arena. Parte de mi rostro de mojó con una ola que avisaba su llegada. Mi vista pronto se cubrió de arena, por lo que no pude reincorporarme tan fácilmente. Aparte varios mechones celestes de mi rostro, y cuando me paré de nuevo, con los puños en el aire para defenderme, el sujeto estaba sentado en el otro extremo, mirando hacia el horizonte y disfrutando de la briza helada que para él parecía ser agradable, pero no para mí.
Iba a reclamarle que se parara de nuevo y luchara, pero noté mi vida. El simple toqueteo del muchacho me había bajado un 10%. No quería imaginarme ni siquiera un golpe del chico, así que me tragué mis palabras, y bajé los puños más decepcionada que desconcertada.
— Batallas muy bien, debo reconocerlo —Citron sonrió, y exhaló aire fresco— Pero no lo suficiente.
Seguía sin saber qué decir. Si en un principio pensaba que era más débil que los demás, ahora me sentía una completa idiota. Por un momento pensé que con este nivel, jamás podría derrotar a ningún arquero como Ruby, y mucho menos a Misty, May o a quien sea.
— Nada como la brisa mañanera ¿No es así? —el joven rió, y súbitamente un Magikarp apareció acompañado de una ola brusca inesperada. El Pokemon acuático comenzó a tragar la mano del sujeto, y éste se vio sorprendido— ¡Ah, quítenme esta cosa! ¡Maldito pez! ¡Soy muy joven para morir! ¡No quiero encontrarme a mi abuelo ni a mi tatarabuelo ni a mis ancestros! ¡Ni siquiera sé quién son!
— Vaya… ¿quién diría que ese tipo es uno de los sanadores más fuertes, eh? Ni siquiera puede con un Magikarp — Gold le dio un codazo a Trip para que riera de su broma, pero éste se quedó en su seriedad absoluta.
— Yo… —en ese momento, me atreví a hablar.
— Oh, tranquila Hikari —me animó Eureka— Si quieres puedes luchar conmigo la siguiente vez.
— Dudo que seas una competencia decente para la Novata Índigo, Eureka —mencionó Gold. A lo lejos, aún se oían los gritos desesperados y la lucha incesante de un Citron que quería deshacerse del Magikarp.
— No… no entiendo —me decía a mí misma—. No entiendo qué es lo que salió mal. Había… había planeado todo en unos segundos. Pero…
— Hikari, voy a darte un consejo… —Gold se sujeto la gorra y sonrió como si en ese momento él fuese el líder. A decir verdad, Gold se creía el líder de vez en cuando, ahora que lo noto—. ¿Tú crees que un espadachín debe mejorar solamente su técnica con la espada, o un arquero sólo debe mejorar la puntería de sus disparos, o un sanador su curación? Hay otros factores, como la velocidad, fuerza, agilidad, destreza, etcétera.
— Ya veo —dije.
Citron finalmente se había escapado del Magikarp, y aun con asco observando su mano y agitándola lo más que podía, vino hacia nuestra dirección.
— ¡Rayos! ¡Qué asco! Y pensar que hay gente en este juego que se come a los Pokemon para poder sobrevivir. Qué caníbales y asquerosos.
— Ayer comiste un Magikarp, hermano —le recordó Eureka.
— Oh, es que hace mucho que no probaba el pescado. No sabe igual que en la realidad, ¡Pero eso no viene al caso, Bonnie! El Magikarp casi me mata.
— Si… sobretodo estuviste a punto de morir cuando casi te traga por completo —el tono sarcástico de Gold me hizo sonreír, pero borré ésta cuando traté de explicarle a Citron cómo lo había hecho.
— Citron… yo…
— Te falta rapidez, fuerza y agilidad.
— Pero…
— Quiero que le des una vuelta a la isla completa; después, harás más de mil sentadillas y por último esquivarás las bolas de arena que Eureka te lance. Yo mientras tanto iré a desayunar a la Isla Canela. Además, extraño el ambiente pueblerino.
— ¿Desayunarás Magikarps? —dijo Gold y le dio un codazo de nuevo a Trip para que riera, pero éste se negó.
— ¡Qué chistoso, Gold! Venga, yo invito. Hermana, te quedarás con la novata a entrenar.
— Citron… espera…
— Sin reclamar, Hikari.
El chico abrió el menú de su juego y se teletransportó a la Isla Canela de donde yo había venido. Los otros dos también lo hicieron, y Eureka, no muy satisfecha por la decisión de su hermano, se quedó conmigo, aunque después sonrió y mencionó que iba a estar preparando los proyectiles de arena.
Gold y Citron tenían razón. Si quería hacerme fuerte, primero debía de mejorar las cosas básicas, como la velocidad, resistencia, fuerza, etc. No iba a rendirme. Iba a dar todo lo mejor de mí… Todo.
Súbitamente, comencé a trotar por la bahía, aunque me daba escalofríos el pensar que debía pasar de nuevo el puente por donde había venido…
Aparecí sobre la bahía, y mis pies azotaron la arena, que cubrió mis pies debido a su peso. El ocaso se estaba formando ahora por el horizonte, y el barranco ya no podía cubrirnos con su gran sombra. Las olas eran más calmadas que antes, pero más espumosas. Como usualmente solía ser, el lugar era bastante solitario, pero ahí, cerca del faro que seguía descompuesto, estaban dos siluetas que se oscurecían debido al sol. Una de ellas se dedicaba a gritarle a la otra; la restante, estaba levantando un par de rocas, sin descansar en el intento.
Le había mencionado a Hikari que Gold, Trip y yo íbamos por el desayuno, aunque siendo sinceros, en realidad habíamos ido a realizar nuestras misiones respectivas. Y ahora, justo cuando estaba terminando el día y el cielo se pintaba de tonos púrpuras y cerúleos oscuros, la novata seguía ahí, esforzándose a pesar de que su cuerpo llegaba a sus límites. Yo le había encargado que hiciera un par de ejercicios, pero a pesar de que ella ya había terminado con ellos, se inventaba otros que le ayudaran a mejorar aún más. Sinceramente, estaba impresionado; o tal vez en el fondo, sabía que cuando regresara, seguiría entrenando.
— Vaya que es una novata perseverante ¿No, Citron? —dijo Gold y se encaminó hacia el faro.
Trip bufó en su interior y lo siguió, mientras yo me quedaba pasmado ahí, sorprendido por las ganas de mejorar de la novata. Cuando estuve frente a las dos chicas, mi hermana me saludó, pero Hikari siguió haciendo levantando una roca más o menos del tamaño de ella misma. La joven la levantaba apenas, pero se mantenía ahí, con el peso entre sus manos. Cuando me vio noté que su mirada era energética, pero su cuerpo no podía decir lo mismo.
— Descansa. Mañana entrenaremos más.
La muchacha depositó la roca en el suelo, y ésta produjo un temblor sobre la tierra.
— Así que ibas por un desayuno…
— Oh, cierto. Lamento eso. No pudimos encontrar una buena comida.
— Como digas —dijo en tono burlón, y comenzó a cargar de nuevo la roca.
— En serio, descansa.
— No —dijo enseguida— Debo volverme más fuerte.
— Hikari…
— Cállate —dijo y comenzó a hacer pesas con la gran roca, pero ni siquiera eso podía ya de tanto haber forzado a su cuerpo.
Sin reclamar, me fui directo hacia el faro, donde pasamos la noche. Dentro de la habitación del faro, Trip se acurrucó en una bolsa de dormir, lo mismo que Eureka y yo. Gold estuvo tratando de arreglar el faro sin éxito alguno, pero después de un tiempo, cayó rendido.
Cuando me desperté un instante para notar más el horizonte que para vigilar si alguien no nos perseguía por si las dudas, escuché ruidos. Me asomé por entre el cristal del faro, y ahí noté a Hikari, que corría por medio de la bahía, y súbitamente comenzaba a escalar el barranco sin el uso de sus manos. Su agilidad había incrementado, y la velocidad con la que lo hizo fue impresionante. No obstante, justo al final de escalar todo el barranco, cayó y se azotó entre la arena. La chica se quejó y su eco llegó hasta mis oídos. Poco después, comenzó a escalar de nuevo sin el uso de sus manos, cayó, se levantó, volvió a intentar y así sucesivamente.
Esbocé una sonrisa, y volví a dormir. Sabía que Hikari se volvería fuerte algún día si seguía entrenando de esa manera. Inclusive… puede que llegue a ser mejor que algún beta del juego, sin lugar a dudas.
Desperté cuando una ola chocó contra mi rostro. El agua logró colarse entre mi boca, por lo que tosí sorprendida, y tomé un poco de aire después. Los mechones húmedos de mi cabello me cubrían el rostro, y súbitamente un gran dolor en todo mi cuerpo me hizo paralizar ahí mismo. Ahora notaba las consecuencias de entrenar tanto, aunque no entiendo cómo es que los músculos podían dolerme, si esto era un juego virtual. A lo mejor nunca lo sabré.
— Buenos días —mencionó una voz. Al voltear, Citron se encontraba ahí, sentado como de costumbre a orilla de las olas, disfrutando del horizonte—. Espero que hoy me ataque una sirena en vez de un Pokemon. Eso estaría mejor. ¿Te duele el cuerpo, no es así? Bueno, yo te mencioné que descansaras, pero tu necedad en entrenar sin parar fue más fuerte. Qué se le va a hacer, ahora perderás un día entero en recuperarte.
— ¿Cómo? —me exasperé.
— Es broma —rió el chico, y se ajustó los lentes—. Bueno, en realidad no. Según mis cálculos, has dormido poco más de una hora. La ola fue la que te despertó; si no, hubieses dormido todo el día. Deberías agradecerle a la naturaleza y la marea —el chico se paró, y se sacudió la arena de la ropa medieval que llevaba puesta. Su overol azul común no estaba entre sus prendas habituales el día de hoy—. Y si te preguntas por qué los músculos te duelen… bueno, supongo que el creador del juego se las arregló para que el dolor virtual se sintiera como el real. Tus músculos en realidad no están agotados, pero tu mente cree que sí. Es por eso la sensación de dolor de todos.
— ¿Quieres decir que el dolor está en nuestra mente?
— Exacto. Al igual que tu velocidad, resistencia, fuerza y demás. Si entrenas diario esas cualidades, tu mente se acostumbrara a ello, y serás mejor jugadora. Aquí no hay leyes físicas, por así decirlo. Es un juego. Si Eureka entrenara diario su fuerza, podría ganarle a un Machoke en un concurso de fuerzas, o bien, a un Ursaring. No necesariamente tienes que verte como fortachón para ser el más fuerte.
— Entiendo —susurré— ¿Así que me dices que entrene todos los días esto?
— Sí todos los días, pero no como lo hiciste. Todo en exceso es malo, Hikari. Inclusive obsesionarse con este juego. Por eso me gusta relajarme y ver hacia el horizonte, o tomar cerveza hasta caer derrotado.
— ¿A qué quieres llegar con todo esto?
— Bueno, tienes razón. Iré directo al grano... —el joven comenzó a caminar con dirección al barranco, que una vez más, nos hundía entre su gran sombra. El sol no era visible, pero ya había salido del otro lado de la isla—. Ayer entrenaste las cualidades básicas. Hoy… hoy entrenarás lo más avanzado de PBO. Sin embargo, debes de tener un equilibrio entre lo básico y lo avanzado. Toma de ejemplo nuestra batalla de ayer.
— ¿Qué hay con eso?
— ¿Notaste que te bajé un 10% con tan sólo el tocarte?
— Sí. ¿Cómo hiciste eso? Ni siquiera pusiste fuerza en tu mano.
— Bueno, es la razón por la que quiero explicarte esto. Yo tengo un gran equilibrio entre lo básico y lo avanzado. Si entreno diario las cualidades básicas, como son la velocidad, resistencia, fuerza, etc, y la combino con mis técnicas avanzadas, puedo bajarle fácilmente la vida a un novato.
— Sigo sin entender.
— Verás. Entre las técnicas avanzadas de un sanador, está el control del aura. Cuando agarré tus flechas, mi agilidad era tal que no costó trabajo el agarrarlas, y aun así me hubiesen dado, no me iban a bajar nada de daño. Después, la velocidad con la que fui hacia ti, fue tanta que no pudiste predecirla ¿cierto? Y la fuerza con la que te toqué la espalda fue tal, que se bajó un 10% de tu vida.
— ¿Pero qué tiene que ver el control del aura con todo esto?
— En la agilidad y velocidad nada, pero cuando la combiné con la fuerza, el aura salió de la palma de mi mano como un ser invisible, y se interpretó con toda la fuerza que he estado entrenando, que pareció como si apenas y te hubiese tocado. En pocas palabras, mi aura fue la que te golpeó, no mi mano en sí.
— M… Masato también lo ha hecho, ahora que lo recuerdo —me acordé del momento que el Espadachín Esmeralda y Misty tuvieron su batalla, y cuando la punta de su espada tocó la espalda de la pelirroja y bajó hasta 1% su vida. Ahora comprendía eso.
— Bueno, Masato también tiene un buen control de su aura, sólo que él la interpreta a través de su espada. Es distinto.
— ¿Distinto?
— Cada tipo de jugador es distinto, Hikari. Te lo explicaré —el muchacho se carraspeó la garganta, y comenzó a hablar—. Muchos novatos creen que la forma de entrenar para volverse más fuertes es el practicar las cualidades básicas. Cierto, es un aspecto que no se debe menospreciar, pero si no sabes las técnicas avanzadas de cada tipo de jugador, no mejorarás en nada. Empezaré con los espadachines.
Los espadachines poseen tres características primordiales: Agilidad, letalidad y defensa. Nadie, ni siquiera el Espadachín verde, ha podido obtener las tres juntas. Una siempre será tu fortaleza y una siempre tu debilidad. Cuando inicias como espadachín, siempre te inclinarás más por una característica que por la otra. La agilidad hará que carezcas de una armadura sólida y una pobre defensa, pero será bastante fácil el sorprender a tu adversario. Si posees letalidad, podrás tener una gran espada, incluso hasta dos espadas, pero carecerás de velocidad en tus movimientos. Y si tienes una gran defensa, tu armadura parecerá invencible, pero tendrás que lidiar la letalidad a la hora de atacar. Por ejemplo, el Destello Eléctrico posee dos de las tres cualidades.
— Agilidad y letalidad —respondí.
— Exacto —sonrió—. Si ves bien, el chico jamás ha usado una armadura que lo proteja, por lo que su debilidad es la defensa. Otro ejemplo es Masato. Si lo analizas bien, él carece de letalidad. Es veloz y su armadura esmeralda puede decirse que es resistente, pero a la hora de atacar falla mucho. Ahora, bien, hay tres tipos de espadas: Las de primera, segunda y tercera generación. Las primeras no es necesario que las explique. Cada novato comienza con una, ya sea de hierro, madera, acero, bronce y las más poderosas llegarían a ser las espadas hechas de diamante y/o oro. Pero la mejor que se ha visto de primera generación, es la de Masato, hecha de un esmeralda único. Las de segunda generación son las espadas que tienen algún elemento de la naturaleza y las combinan con el metal. Muy pocas personas suelen obtener estas espadas, como por ejemplo, la espada de Satoshi. Ella está combinada de un acero con electricidad. Y no cualquier herrero llega a realizar estas espadas. Por último, las de tercera generación, son muy raras de ver. Ningún herrero es capaz de hacer estas espadas, ya que simplemente están hechas de elemento puro. Éstas sólo se obtienen realizando alguna misión bastante difícil, derrotando a algún jefe de nivel, robándola a algún jugador o bien, obsequiándola. Nadie ha visto a algún jugador con una espada de tercera generación, por lo que no sabría decir mucho del tema. Además el aura en un espadachín, si sabe controlarla, podrá incrementar el tajo de su espada o el elemento de ella.
Pronto, noté que Eureka, Gold y Trip estaba a mi lado, escuchando atentamente. No me había dado cuenta de que los tres ya estaban ahí.
— Ahora bien, los luchadores son especiales. Primero que nada, para que un luchador pueda ser mejor, debe de concentrar siempre su aura en todas las partes de su cuerpo. Usualmente, un luchador novato siempre trata de pegar con todas sus fuerzas concentradas en sólo el puño. Sin embargo, si concentra la fuerza repartiéndola a todos los puntos de tu cuerpo, el daño será mayor. ¿Me entiendes?
— No mucho.
— Trip —nombró el rubio, y el chico de cabellos miel se acercó misteriosamente hacia el sujeto.
Lentamente, levantó su puño derecho y comenzó a desprender lentamente de la mano sus vendas ensangrentadas. Cuando su mano estuvo desnuda, sus nudillos tenían costras que llevaban mucho tiempo ahí y que seguían sangrando. Quise preguntar de nuevo qué es lo que le había pasado, pero cuando el chico se colocó en posición de ataque, me tragué ese pensamiento. Entonces, flexionó sus rodillas, puso fuerza en las piernas, y se mantuvo erguido. De un momento a otro, lanzó con su puño derecho un golpe hacia la nada. Sin embargo, la fuerza con la que lo había hecho fue tan impresionante, que un aura rosada salió de su mano y fue directo hacia el barranco. Una gran parte del muro de roca colisionó y estuvo a punto de aplastarnos si no fuese porque me quité a tiempo. Cuando la nube de polvo se hubo disipado, Trip volvió a su posición normal, y Citron siguió con esa sonrisa en el rostro.
— Eso como si lanzara una roca filosa al océano. La parte filosa golpeará un punto del mar con mucha potencia. Sin embargo, si lanzo una roca más grande, ésta tal vez no golpeé aquel punto con la fuerza que la piedra filosa lo hizo, pero los daños serán más.
— Ahora entiendo —dije.
— Pero ahí no acaba. Los luchadores, al igual que los espadachines tienen tres cualidades, que son Fuerza, Resistencia y Alcance. ¿Y has notado que cada luchador tiene un color distinto de aura? Bien, usualmente los novatos empiezan con tres colores de aura, en donde se le asignan a cada jugador uno al azar. Esos tres colores son los primarios: El rojo, que su característica primordial es la fuerza, pero carece de resistencia y alcance. El amarillo, que posee alcance, y carece de las otras dos. Y el azul, que únicamente tiene resistencia. Es decir, si posees la roja, podrás dar golpes que rompan rocas de un solo golpe; la amarilla podrá romper esas rocas desde una posición más lejos, pero con mayor cantidad de golpes; y la azul podrá romper esa roca y varias más sin cansarse, aunque le cueste más trabajo y tenga que estar frente a la roca. Sin embargo, si llegas a practicar mucho y con dedicación, tu aura podrá convertirse en otros tres colores diferentes: El púrpura, que tendrá mayor resistencia y fuerza, pero carecerá de alcance; el verde, que carecerá de fuerza, pero tendrá resistencia y alcance; y el naranja, que sólo le hará falta la resistencia. Se dice que algunos novatos empiezan con algún color secundario de aura. La verdadera razón es desconocida, pero yo opino que el juego eligió a los novatos especiales —el chico rió entre dientes—. Y después, están tres colores más, que esos sólo los obtienen los controladores absolutos del aura y luchadores de élite. En esta tercer fase, los tres colores poseerán las tres cualidades, pero cada una tendrá una cualidad extra: El marrón, que causará terremotos, y Mirto la posee; el rosado, que posee artes marciales capaces de paralizar a los jugadores golpeándolos en sus puntos de presión del cuerpo, y te habrás dado cuenta que Trip tiene este tipo de aura; y el celeste, que tiene la mayor velocidad que cualquier jugador experimente, y Paul es uno de ellos…
— Vaya. Eso explica por qué Paul es un beta poderoso.
— Ahora, hay dos tipos de sanador: los que curan a los demás, llamados Sanadores Curables, y los que hacen invencible a alguien durante una batalla, llamados Sanadores Invencibles. Estos últimos son muy raros, pero sólo hay uno que se ha visto por estos rumbos…
— Shigeru…
— Exactamente. Es por eso la razón de su apodo. Aunque hay una debilidad en esos sanadores, y es que su invencibilidad llega a ausentarse durante un tiempo determinado, por lo que es el momento en el que se tiene que atacar. Sin embargo, se dice que si se llega a ser un sanador curable y uno invencible al mismo tiempo, ese jugador sería el más poderoso de PBO, puesto que podría curarse a sí mismo y al mismo tiempo ser invencible. Mucha gente ha estado buscando a ese tipo de jugador, pero al parecer nunca llegará, porque en verdad es muy difícil. Ahora, como con los luchadores, hay varios colores de aura: el azul, que regenera el MP; el rojo, regenera el HP; el amarillo rellenará tu energía, como si no hubieses hecho ejercicio el día anterior, Hikari. En este momento necesitarías un sanador de aura amarilla ¿o no? —el muchacho rió, pero para mí fue algo molesto— Bien, bien. Dejaré de molestarte. Sin embargo, hay dos tipos de aura más, que son el blanco y el negro. Estos dos últimos sólo pertenecen a los Sanadores Invencibles. El blanco podrá mantenerte invencible durante un tiempo a ti y a varios, pero también podrá revivir a tus Pokemon, y Shigeru… como te habrás dado cuenta, puede revivir a sus mismos Pokemon.
— Revivió a su Eevee en el torneo esmeralda —dije impresionada.
— Así es. Es por eso que es muy poderoso.
— ¿Y por qué no es algún líder de algún gremio?
— Tendrá sus razones —comentó el chico y prosiguió— Y el aura negra es la más escalofriante de todas… se dice, bueno, es sólo un rumor, ya que nadie ha visto a alguien con ese aura —el chico se mantuvo callado por algunos instantes, pero le incité a que revelara el secreto—… se dice que podrá revivir a los jugadores muertos. No sé mucho los detalles del aura, y no puedo decir más. Sólo sé que puede hacer eso.
— Vaya. Seguramente muchos estarán buscando a alguien que posea esa aura negra.
— Así es. Muchos han estado buscando a Shigeru en un intento desesperado de revivir a sus amigos —mencionó—. Pero al parecer seguirán buscando… Ahora, te contaré acerca de los magos. Ellos tienen más MP que cualquier otro jugador, eso está claro. Muchos magos novatos piensan que podrás aprender hechizos si mejorar, pero ciertamente no es así. Hay varios tipos de magos: los magos novatos, que son los que usan hechizos cualquiera, como chorros de agua, ascuas, rayos, etc. Sin embargo, cuando se llegue al nivel 50, un jugador podrá elegir entre una magia en específico. Es ahí cuando te convertirás en un mago avanzado. Estos tipos de magia son: los Herreros, que además de hacer espadas, pueden invocar cualquier tipo de arma que se les plazca; los Exploradores, que se transforman en un Pokemon; los Naturales, que sólo pueden usar un elemento en específico, y sólo se consideran el fuego, agua, tierra y aire, aunque se controlen los cuatro al mismo tiempo, aunque Drew, el mago que nos ayuda en las mazmorras, es un mago Natural capaz de controlar dos elementos, que son la tierra y el aire. Después están los magos Elementales, que a diferencia de los naturales, sólo se especifican en magia de luz u oscuridad; por último está el Ilusionista, que como su nombre lo dice, crea ilusiones.
Inclusive, cuando se llega a ser un mago élite, su magia puede mejorar aun mucho más. Un herrero puede llegar a convertirse en un alquimista; un mago explorador puede llegar a transformarse en un Pokemon legendario; un mago natural puede controlar dos o más elementos; el elemental puede llegar a controlar tanto la luz como la oscuridad, aunque necesita de un equilibrio muy difícil entre su ying y yang; el ilusionista puede llegar a controlar la mente de los jugadores, hasta convertirlos en títeres, o bien crear un escenario diferente en la realidad. Como verás, un mago puede llegar a ser bastante poderoso si sabe elegir la magia y comprenderse con ella, puesto que ésta no es un juego. Ahora, para mejorar su aura, deben entenderse con su magia.
— ¿Entenderse con su magia?
— Los magos son muy especiales. Se supone que los magos más avanzados deben de encontrar dentro de PBO a un Pokemon mágico que aumentará tanto su aura como su MP, pero no sé bien qué Pokemon sea. Supongo que lo sabremos pronto.
— Entiendo —mencioné— Ahora sólo falta…
— Los arqueros —completó Citron—, tu tipo de pelea. Los arqueros se clasifican en tres: el Ligero, el Pesado y el Francotirador. La característica primordial del arquero ligero es su velocidad. Son los más veloces del juego, ya que nadie puede igualar su velocidad, a excepción del Luchador del Aura Celeste, como Paul. Sin embargo, son muy veloces, aunque su vulnerabilidad es el combate a corta distancia. Los Pesados son los que llevan una armadura, y a pesar de tener un gran arco, una de sus especialidades es el luchar a distancias cortas. Los arqueros francotiradores se especializan en la puntería, y también son exageradamente sigilosos; tienen más facilidad para detener flechas y pueden disparar desde una distancia de mil metros.
No obstante, es muy difícil que se llegue a ser los tres tipos de arquero. El Arquero Estratega, Ruby, ha llegado solo a tener dos de las tres, y son el ser un Arquero Ligero y Francotirador.
— Cierto. Su velocidad en el torneo y su capacidad para detener las flechas fue impresionante.
— Así es. Pero la pregunta… ¿qué tipo de Arquero eres tú?
Después de pensarlo un momento, y de analizar mi técnica en batalla, supe la respuesta.
— Francotirador.
— De acuerdo contigo —sonrió Citron—. Sin embargo, hay una cuarta característica.
— ¿Qué?
— Sí. Ese cuarto tipo de arquero no muchos se dan cuenta de que realmente la posean… De hecho, es muy raro ver que un arquero sea de este tipo de característica.
— ¿Cuál es?
— El Arquero Estratega; tal como el apodo de Ruby. Pero tú… Hikari. Tú posees esa cuarta característica.
— ¿Qué? ¿Quieres decir que a pesar de ser novata, soy dos tipos de arquero?
— Así es. Deberías considerarte afortunada. O mejor dicho, deberías ver el potencial que realmente tienes. Puedes llegar a ser muy fuerte… puedes llegar muy lejos si entrenas duro.
— Pero mis flechas… ni siquiera te hacen daño. He estado practicando mi puntería, pero…
— ¿Acaso te has olvidado de lo que dije al principio? No dejes de entrenar las características básicas, pero tampoco dejes de entrenar las avanzadas. El arquero tiene algo especial con el aura. Es una parte muy importante; es tu arma principal para herir al enemigo.
— No comprendo.
— Gold… es tu turno.
El chico se acercó a mí, y me miró con aires de superioridad, aunque después rió por lo bajo. Sacó una flecha del arco que llevaba ahí; una flecha dorada, que brilló a la luz del sol que se colaba por los huecos que el barranco destruido había dejado.
—Hacia el otro lado, novata —mencionó Gold, y miré que apuntaba hacia el océano. Al principio, y de una manera súbita, lanzó la flecha normalmente con alguien más la hubiese lanzado. Ésta brilló cual destello y desapareció por el horizonte, dejando nada más que los deseos de que pasara algo más.
— No entiendo.
— Ahora, lanza la siguiente flecha —Citron me ignoró, y Gold hizo caso.
— Esta vez, la flecha de oro brillaba aun más cuando se tensó sobre el arco, y al momento de que la lanzó, en su trayectoria el mar se abrió provocando unas olas impresionantes de más de cien pies de altura. Y al final del horizonte, un haz de luz dorado iluminó el ambiente tan drásticamente, que la luz me cegó y el sol parecía una pequeña estrella entre el haz de luz que explotó y se expandió.
— ¡Impresionante! —mencioné.
— Si pones una parte tanto de tu MP como de tu aura… o energía, podrás atravesar lo que sea con tu arco, Hikari. Además, hay distintos tipos de flecha, que pueden ser de oro o diamante, de fuego y hielo, aunque son bastante raras de conseguir, ya que necesitas un frasco especial para guardar el fuego o hielo dentro y que un alquimista te realice las flechas; y también están las de luz y oscuridad que únicamente se consiguen obteniendo el Arco de Luz, o bien, el Arco Oscuro. Aunque ciertamente, no sé dónde se podrían conseguir. Además, si quieres llegar a ser una arquera sobresaliente, también debes de tener algún arma de corta distancia y practicar tus artes marciales.
—Excelente. ¡¿Sería todo?! Quiero entrenar ahora —mencioné emocionada, pero los músculos no me dejaron.
— Tranquila. Sólo me falta explicar lo más importante: Los Pokemon. Antes que nada quiero mencionarte acerca de las evoluciones. Para poder volver más fuerte a tu Pokemon, o bien hacerlo evolucionar, necesitas no sólo de práctica y fuerza, sino de amistad para llevarte bien con él. Algo que me sorprendió fue que después de una semana, se rumoreó que en el Torneo Esmeralda ya había hasta Nidokings, Blastoise, Blazikens y varios Pokemon de tercera evolución.
— ¡Es cierto! El Eevee de Shigeru luchó contra un Nidoking y un Kangaskhan muy intimidantes.
— Y el Eevee los derrotó, ¿no es así? Ahí es cuando te das cuenta de que los Pokemon de los novatos, a pesar de que la adicción les incitó a entrenar muy duro y a evolucionar muy rápido sus Pokemon en una semana, no eran muy poderosos después de todo. Lo que pasa es que el Eevee de Shigeru, que estuvo en la versión beta, tiene más amistad con el sanador y está más experimentado. Recuerda que la experiencia siempre cuenta. Ahora, nosotros los beta se nos dio la oportunidad de elegir al principio de esa versión la segunda evolución de cualquier Pokemon. Es por eso que Satoshi trae a un Pikachu, o yo a un Diggersby. Sin embargo, te preguntarás ¿por qué Paul tiene a un Aggron, o Shigeru a su Eevee, o bien, Drew a un Budew? Bueno, también estaba la opción de elegir a la primer evolución de un Pokemon, por lo que ellos entre otros pocos beta más, fueron de los únicos en elegirlos.
— ¿Por qué?
— No lo sé. Tal vez porque querían tener más experiencia con sus Pokemon. Tal vez porque quería empezar con un nivel justo, o tal vez porque… no querían llamar la atención.
— ¿Llamar la atención?
— A diferencia de mí, ellos eligieron sabiamente, Hikari. Ahora que lo comprendo, el elegir a un Pokemon de primera evolución hubiese sido mucho mejor. A veces, entrenar sin llamar la atención era lo mejor. Inclusive antes de que se anunciara que PBO fuese mortal, había personas que odiaban a los beta poderosos, como Masato o Satoshi, ¿cierto? Y aunque no lo creas, en la versión beta también había personas que odiaban a los que comenzaban a hacerse fuertes… ¿Por qué? Bueno, así siempre hemos sido los humanos. Envidiar de los que son mejores que nosotros. Y ciertamente, a nadie le gustaría obtener una mala reputación. Como mi abuelo me decía: mejor a que nadie sepa de ti, a ser odiado por todos.
— Cierto.
— Y hay algo más de los Pokemon. Están los Shiny, que son Pokemon de colores extraños y muy raros que deambulen por los lugares, pero son extremadamente difíciles de atrapar y son más poderosos que cualquier Pokemon normal. Sin embargo, a pesar de que puedes atrapar a uno con una Master Ball o una Ultra Ball, es más conveniente matarlas, ya que subiría tu experiencia 5 niveles más.
— ¡¿Cinco niveles?!
— ¿Sorprendente, no? Yo prefiero matar a uno, que atraparlo. Después de todo, no tienen una diferencia de poder tan abismal con un Pokemon normal —el joven se sentó de nuevo en la arena e hizo una pausa— Y por último… se trata de las Megaevoluciones.
— ¿Qué?
— Es una evolución después de la evolución final de un Pokemon. Sin embargo, sólo cierto tipos de Pokemon pueden llegar a megaevolucionar. Su apariencia no cambia mucho, pero sin duda son más poderosos que nunca. Sin embargo, necesitar una megapiedra para poder hacerlas evolucionar, y su respectiva piedra activadora para que tú, el entrenador, la actives. UN ejemplo sería la Lucarita, que megaevoluciona a un Lucario.
— ¿Y dónde la consigo?
— Eso aun no lo sé. No he visto a ningún Pokemon megaevolucionado… más que al jefe del primer nivel, y al Venasaur del segundo nivel.
— Y fueron muy poderosos.
— Lo sé.
La explicación terminó, y a pesar de que mis músculos comenzaron a arder, Citron me curó con su sanación curativa amarilla, que restauraba mi energía. Al principio él rió, ya que volvió a bromear que necesitaba a un sanador con ese tipo de aura, pero después le agradecí. Antes de volver a entrenar tanto mi aura como mi físico, le comenté a Citron que por qué él no era tan poderoso como Shigeru, pero quiso evitar el tema. AL parecer el hablar de su poder lo incomodaba, y puede que lo entienda. Él aun no confiaba en mí del todo, y ciertamente no quería llamar la atención de nadie. Sin embargo, aun así con ese aura amarillenta y esas características básicas tan practicadas, me costaba trabajo el luchar con él. Sin duda… sin duda durante esta semana entrenaré todo lo que pueda.
La noche llegó antes de lo planeado, o mejor dicho, antes de que yo me diera cuenta. EL día se me había pasado tan rápido, aunque después de todo estaba exhausta. Había practicado con Eureka mi agilidad para esquivar sus bolas de arena, y me senté un momento para meditar y tener alguna conexión con mi aura. Lancé varias flechas a una roca, que sólo se estrellaban y provocaban chispas, pero al final una provocó una grieta, y supe que estaba progresando.
Cuando la pequeña y yo regresamos al faro, oímos un grito de alegría. Subimos todo lo rápido que pudimos hacia la habitación, y el faro prendió nuevamente. Éste comenzó a girar, y a iluminar tanto la bahía como el horizonte invisible. Gold estaba feliz de poder arreglar de nuevo el faro, y Eureka le agradeció y siguió de cerca la luz, como si fuese una nueva novedad. Yo miré a Citron y le agradecí por el entrenamiento de hoy.
— Tranquila, Hikari. Sólo faltan 5 días. Después de eso, tendrás una misión que atender.
— Lo sé. Pero… pero también quisiera el formar un gremio.
— Bueno, no estaría mal el hacerlo.
— Citron… —comenté mientras la luz nos tragaba entre su haz— ¿Crees que podré encontrar a las personas correctas?
El chico se quedó pensando un momento, y miró hacia el horizonte como de costumbre.
— Sé que lo harás. Confío en ti.
Bien. Finalmente terminó :D Ahora creo que di una perspectiva diferente de PBO. Espero haberla dado. Lamento si me extendí mucho, pero era necesario el explicar con detalle esto, para que las peleas siguientes que vendrán se puedan entender, puesto que el poder que verán próximamente será tan poderoso que se iban a preguntar: ¿Y cómo rayos tiene ese poder ese tal personaje? Bien, espero no haberlos molestado en el capítulo largo, y no saben cuánto me tarde en idear todo esto de los jugadores de PBO. Mi cerebro se quemó jaja. Bueno, que tengan una buena semana. Hasta el viernes. c:
Próximo capítulo: Reclutamiento
