Hola, ¿cómo están? Lamento el haberles hecho esperar. Bueno, primero que nada quiero resolver una duda que muchos han estado dando por hecho: Serena no murió xD Tal vez mi narrativa les hizo pensar que ella se desconectó y se suicidó, pero en realidad sólo huyó de Ass. Peor no los culpo; cuando volví a releer el capítulo, si se pudo malinterpretar como si se hubiese muerto. Les pido una disculpa. Agregué un diálogo más en al escena donde Serena se va, para que no se malinterprenten las cosas C: Si quieren checarlo, adelante. El diálogo dice que que Ash le pregunta a dónde va, y ella contesta que a algun nivel de PBO, lejos de él. Supongo que con eso ya no se pensará que Serena murió ¿O sí? xD Bueno, gracias por leer, y responderé los reviews.
ash trasher666: No creo que Ash sufra de depresión extrema xD No soy tan diabólico. Sólo está un poco desesperado y triste, pero no deprimido en exceso.
Poker Knight: No entendí tu reto. ¿Quieres que escriba un capítulo con más de 5 mil palabras? xD De hecho, los últimos diez capítulos han sido de más de 6 mil palabras LOL Si ese es tu reto, entonces quieor decirte que el último capítulo de la temporada (50) es muuuy largo, para que lo disfrutes. Sólo que con la condición de que dejes doble review :D Sería fantástico.
Cata-chan1: 1.- Hay niños leyendo el fic LOL Tenías que censurarlo. 2.- Un peso menos a la lista interminable de sufrimiento de Ash. 3.- Ella morirá .-. ¿O no? 4.- No murió xD 5.- Citron maldito, salvalossss 6.- Jaja sí se escribe así 7.- Paul es dios 8.- Alecran ): Nos engañaste a todos ¿O no? 9.- Yo igual xD 10.- Jajajajaj sí que la odias.
Fatimasand: Lamento decepcionarte, pero no murió. xD Pero bueno, me alegra ver reviews más seguidos de ti. Pondré más música épica para ti, lo prometo :D
baraka108: Hasta los muertos siguen jodiendo xD Tal vez Kalm resucite como zombie y jode más a Ash y Serena en su relación LOL
Kuroi: Buena pregunta :D Pues mi nombre es obvio, sería JOVAT jajaja. Me gustaría ser un mago, y especializarme en la magia natural (Fuego, en específico) y mi Pokemon sería Cyndaquil, o Gardevoir.
Larekin1: Si estaba en el libreto xD Llevo muchos capítulos adelantados, inclusive ya llevo unos cuantos de la tercera temporada, así que no cambio nada. Y Alecrán pues tal ves los traicione o tal vez sólo quiero un momento a solas con Dawn ): Pobrecito.
Asurax1: Pues a mí me dio cáncer en el cáncer en el cáncer D: Ya pasó lo más trágico del fic, así que no te preocupes xD
Joymax: Gracias por el rewview viejo, ojalá ueda ver tu opinión y más capítulos :D Bueno, en cierta parte las dos cosas que dijo Serena fueorn verdad. (Ya sabes que las mujeres son complicadas y su mente es el misterio más grande del mundo) Y cierto, Ash debería dejar de actuar como un imbécil, y que comience a madurar.
Royka-Shiku: Gracias por leer! :) Me alegra saber que más lecotres se están uniendo a PBO. Bueno, con respecto a tus dudas: 1.- Yo también me sentí mal por él. Me arrepentí de haber escrito esa escena jaja... O no .-. 2.- No tengo nada contra Max, pero mis ideas al final decidieron hacerlo un antagonista... pero atenta, que Max será un personaje importante. 3.- Porque hay una razón :P Busca en Google "Cynthia Pokemon" y "Mirto/Alder Pokemon" y ve las imágenes que haya de ellos. Y bueno, también está Max. Son los únicos que se han revelado del Gremio Rocket. ¿O te refieres al Gremio Sinnoh? xD Si es así, pongo los links, sólo confirmame, por favor :D 5.- ¿En serio? Yo pensé que había dejado toda el alma al haber escrito la muerte de Ritchie :O 6.- T.T Extraño al Gremio Novato 7.- Cierto .-. soy alguien diabólico 8.- Sí... habrá más personajes del manga, y tal vez ellos. 9.- Está por ahí, paseando (?) Se sabrá pronto de él... en la tercera temporada. 10.- No murió xD
asdfgh: Tu review me ayudó :) Gracias a ti por comentar. Bueno, y con respecto a la personalidad de Dawn, puede que no sea tan parecida a Platina, pero en cierta forma tendrá alguna de sus actitudes y comportamientos. Tal vez no se muestre mucho a fondo la personalidad de Dawn en los capítulos siguientes, pero la 3 temporada lo hará. Y sí, aparecerá Red. xD
Ryd3r: Gracias viejo. Por alguna razón siempre comentas justo en el día en que publicaré el capítulo LOL Bueno, espero que sigas disfrutando.
Uff, al fin terminé de responder reviews. Aunque es algo que me quita tiempo, la verdad estoy muy agradecido y sorprendido por todos los reviews que han estado dejando ultimamente. EL fic ha subido tanto en visitas como reviews, ye os nunca lo esperé desde el principio cuando subí la historia acá a Fanfiction. Quieor agradecerle a todos, y ojalá me siga tardando mucho más en contestar reviews :) Gracias a todos.
Bueno antes de dejarlos con el capítulo, les dejaré la música épica... aunque no sé si ésta sea épica. Más bien es algo relajante y romántica :3 Mark Isham - The Lucky One Main Theme. Bueno, les indico cuándo la reproduzcan.
Capítulo 47
Interrogatorio
— Si te unes… cumpliré lo que quieras. El deseo que quieras.
— Por favor… —repliqué irónicamente— No soy tan iluso.
— Vamos… dime lo que deseas. Podría cumplir lo que sea.
— ¿Lo que sea? —Por primera vez, comencé a tomar seriedad ante la situación— ¿Cualquier deseo?
— Cualquiera —sonrió.
— Y si… —entonces, comencé a pensar en mi vida real. ¿Qué es lo que deseaba cuando estaba en aquel mundo? ¿Qué es lo que me mantenía con vida? ¿Qué es lo que pensaba cada día, antes de ir a la cama? Lo tenía bien claro— Inclusive… ¿vengarse de alguien en el mundo real?
— Si es lo que quieres… estaré dispuesto a cumplirlo —susurró— Sin embargo, debes unirte. Debes de estar bajo mis órdenes.
Por un momento, aquellas palabras me cegaron. Quería vengarme de alguien en el mundo real, pero ¿cómo iba a ser posible que aquel sujeto me ayudara? Tal vez podría ayudarme. No… sólo mi mente me estaba ilusionando. Nada haría que aquel sujeto se comprometiera a ayudarme. Sólo me estaba usando… y lo sabía muy bien. Lo sabía más que nadie.
— Lo siento —en ese momento, me reincorporé mientras el tipo de capucha me veía con ganas de golpearme— Pero no me uniré a tu gremio.
Y súbitamente, pensé en luchar. Luchar hasta morir… a pesar de estar en desventaja.
Hace unos segundos había sentido el agua colarse por todas las partes de mi cuerpo, hasta perforar mis pulmones. No comprendía qué había pasado. Si había vivido, o de lo contrario, finalmente había vuelto al mundo real. Pero cuando desperté repentinamente los segundos posteriores a mi desmayo sobre la tempestad del océano, noté que ya no estaba ahí. Aquel despiadado sitio fue reemplazado por una cama tibia, en donde sentí que había descansado la mayor parte de las horas siguientes… o de hecho, días siguientes. Otra vez. Sinceramente, no tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado dentro de aquella cabaña.
Me paré de la cama, y noté que la cabaña no era un lugar más que un sitio vacío, con una chimenea que había estado prendida hace poco, pero que había muerto debido a la falta de madera y carbón; también había un par de camas más. Una silla para mecer se encontraba ahí, y había estado tan quieta y solitaria que supuse que el sujeto que me había estado cuidando mientras dormía se había ido. Miré hacia la ventana por donde pasaba la mayoría de la luz del sol, y pude ver a lo lejos un gran lago.
Abrí la puerta, y la luz me cegó por unos instantes. Entonces, pude notar que estaba en un sitio completamente diferente. Delante de mí había una pequeña planicie verdosa que se extendía varios metros. A las orillas de la pequeña llanura, un suelo pedregoso se extendía hasta que desaparecía sobre una laguna cristalina y de aguas tranquilas, que reflejaban el firmamento despejado. Ésta se dividía al final en varios riachuelos que se escabullían sobre los espacios diminutos de las paredes de una gran meseta que se extendía sobre nosotros. De hecho, la gran meseta que formaba un enorme acantilado más grande del que me pude haber imaginado, nos rodeaba por completo. Era como sí el lugar donde me encontraba fuese algún tipo de escondite, ya que aquel lago se ocultaba muy bien entre la gran meseta desértica que supondría se extendía varios kilómetros a la distancia. Algunos árboles flacos y escasos de hojas se alzaban sobre las orillas del lago, pero lo que me sorprendió fue que en el suelo pedregoso que poco a poco se hundía sobre el lago, se alzaba una saliente plana y rocosa, como si se tratara de un pequeño acantilado muy bien formado. Ahí, yacían dos siluetas que estaban sentadas en la orilla de la saliente, con los pies colgando y disfrutando del gran paisaje que se presentaba ante mí.
Cuando llegué hasta su posición, uno de ellos volteó con cautela, y notó que había despertado. La otra persona, que se trataba de Dawn, se alegró al verme, pero noté que en el fondo, estaba preocupada.
— ¡Así que finalmente despiertas! —mencionó un chico rubio, que al parecer si mal no recordaba, se trataba de Citron.
— ¿Qué pasó con…? —sinceramente, planeaba invadirlos de preguntas a ambos, pero el rubio me interrumpió.
— Ellos están bien. Digo… me refiero al Gremio Diamante y Perla. Mis compañeros se los han llevado a otros lugares, separándolos por grupos. No es que quiera ser precavido en exceso, pero más vale serlo. Ahora tanto Cintia como Mirto están en tu búsqueda y en búsqueda del gremio de Hikari. Por eso cada miembro de la UEO está escondido en alguna parte de PBO junto con los demás. Oh, y con respecto a Cintia, tuvimos que escapar. No era el mejor momento para luchar, ¿O sí? No quería que los novatos muriesen ahí, y además no estábamos preparados para luchar. No aun. Tengo que completar mi misión y tú debes de entrenar… No sé si…
— ¡Un momento! —Dije finalmente— ¿No te han dicho que hablas mucho?
— Sí. Me lo dicen muy a menudo. Sobre todo mi hermana, pero ella ya me conoce, así que estoy muy acostumbrado a sus insultos y quejas, y…
— Alto —mencioné— Tengo muchas dudas.
— ¿Y por qué no las dices? Pensé que ibas a invadirnos de tus dudas después de que durmieras cual Snorlax en temporada invernal. No veo que lo hagas.
— ¿Cuánto tiempo dormí?
— Como dos días y medio. No es mucho pero…
— Maldita sea… —mencioné— No tengo tiempo para esto, Citron. Necesito encontrar a Serena.
— Ash… —intervino Dawn— Es lo que nos hemos estado preguntando. ¿Qué pasó con ella? ¿Acaso… acaso Cintia…?
— No —dije inmediatamente— Serena… —me dolía el recordar cómo había escapado de mí— No… ella simplemente se fue. No quería tener problemas.
— Pero… ¿Qué pasará con ella? ¿Y si Mirto la encuentra? —me dijo preocupada.
— Es lo que temo —susurré y mantuve mi cabeza por lo bajo— Por eso debo de ir a buscarla.
— Oh, no lo harás —Citron se paró inmediatamente— Te quedarás aquí a entrenar. Digamos que te has vuelto débil.
— Eso lo sé, pero ella es más importante…
— No, Ash, o Satoshi, o Destello Eléctrico, o Beater, o Niño terco, ¡O como sea que quieran llamarte! No te irás.
— Pero…
— Escucha, la UEO te necesita. Te hemos estado buscando desde que se anunció que nadie podía salir de aquí. No te escaparás tan fácilmente ésta vez.
— Es cierto, Hikari me contó que tú me necesitabas. ¿Pero por qué? ¿Por qué me han estado buscando?
— La UEO es la Unidad Especial Online. Somos una unidad secreta que ha estado tratando de salvar el juego de una manera diferente. ¿A qué me refiero con eso? Bueno… Como sabrás, hay jugadores que han estado actuando extraño, y ese es el Gremio Rocket. Pienso que su líder sabe más acerca de esto. O de hecho… tú sabes sobre ello.
— Yo… —me impresionó lo que dijo.
— Sé que te uniste al Gremio Rocket, Ash.
— ¿Cómo lo sabes?
— Bueno, de hecho, nuestro líder nos lo dijo. Él se encuentra dirigiéndonos desde afuera. Y él mismo nos dijo que necesitaba verte urgentemente, incluso aun más cuando supo que te habías separado del Gremio Rocket. Pero eso lo hablaremos con más detalle después… por ahora necesito que entrenes, y cuando estés listo, irás a conocer a nuestro jefe. ¿De acuerdo?
— Espera, espera —lo detuve antes de que caminara más lejos de mí— ¿Quieres decir que su líder me conoce?
— Según esto, a mí también me conoce —intervino Hikari.
— Eso lo sabrás con más detalle cuando sepas de quién se trata.
— ¿Y por qué no me dices ahora quién es?
— No puedo. No es seguro —dijo y comenzó a irse hacia la cabaña, pero en ese momento, abrió el menú de su juego, y supe que iba a teletransportarse hacia otro nivel.
— ¡Espera! —le dije y corrí hasta su posición.
— Hikari te entrenará. Ella sabe todo lo que le enseñé —confesó.
— ¿Pero a dónde vas?
— A seguir con la misión que me encargaron.
— ¿Misión? ¿Cuál misión?
— Volveré en un par de días… o semanas. No lo sé. Trip vendrá en un rato a ver que no trates de escapar —El chico desapareció, y nos dejó a ambos con las ganas de preguntarle más cosas, o mejor dicho, me dejó a mí con muchas dudas.
Volteé a ver a Dawn, que estaba con un semblante preocupado. Se reincorporó y caminó hacia mi posición, donde aun estaba algo anonadado por todo lo que sucedió.
— Supongo que comenzaremos con el entrenamiento —mencionó algo molesta.
— De acuerdo. ¿Pasa algo? —cuestioné, aunque supuse que era algo estúpida la pregunta.
— Lo siento. Es que… —cerró los ojos debido a la furia— Ya no sé en quién confiar. Ese chico… Alecrán.
— ¿Qué pasa con él?
— Él era el espía. Él le dijo a Cintia que era el momento para atacar. Es por eso que ella llegó al castillo cuando más estábamos débiles. Quería asesinarnos, y llevarte a ti.
— ¿Y dónde está él ahora? —pregunté. Jamás pensé que aquel chico estuviese de parte de Cintia. ¿Acaso era del Gremio Rocket? ¿O sólo era un simple espía? No entendía.
— Es lo que no sé. Pero la UEO lo tiene. Ellos lo llevaron consigo, porque pensaron que era un miembro nuestro. Ahora supongo que ha de estar en algún lugar con otro de mis compañeros… Sé que justo ahora está recibiendo su merecido. Y cuando lo encuentre… también recibirá algo de mi parte.
Súbitamente aparecí bruscamente lleno de gente que venía de un lado a otro. Algunos se sorprendieron por mi presencia, pero poco después siguieron con sus labores. El mercado estaba sumamente atascado, por lo que una capucha no serviría de nada rodeado de una multitud, pero más vale el ser precavido… como mi abuelo decía.
Me coloqué la capucha y comencé a caminar cuesta arriba sobre las casas que estaban en la gran montaña poblada. Era el nivel 20 del juego, el último nivel que habíamos sido capaces todos los jugadores de pasar, y sin embargo, aun seguía siendo un misterio el descubrir la mazmorra. Después de unos minutos de subir por el gran camino lleno de personas, noté que había un callejón sumamente estrecho por donde la subida todavía seguía. Suspirando, me encaminé por el callejón donde nadie se atrevía a transitar. Al final del callejón, con una maniobra ágil, escalé la pared y me sujeté del alfeizar de una ventana. Después, llegué al otro lado del callejón sin problema alguno y seguí caminando cuesta arriba. Cuando estuve casi en la cima de la montaña, noté que el callejón terminaría con la apertura de otra calle abarrotada de menos gente. Cuando llegué ahí, la vista era más preciada que antes. Un gran paisaje lleno de neblina, bosque verde y un cielo nublado me hacían reflexionar sobre qué tan alto era aquella ciudad y qué tan habitado había estado a pesar de estar muy alto sobre el nivel del mar. Caminé unos pasos más y nuevamente me desvié por un callejón más oscuro. Sin embargo, éste finalizaba con unas escaleras que bajaban a una puerta muy escondida y siniestra. Cuando abrí la puerta con una llave, una taberna sumamente vacía y solitaria me daba la bienvenida. Un sujeto robusto y con un parche en el ojo me miró seriamente, pero al saber que se trataba de mí, extendió la mano y le di una bolsa llena de Pokemonedas de bronce. Una pequeña sonrisa se esbozó en la cara siniestra del sujeto del parche en el ojo y asintió. Me condujo hasta el final de la oscura taberna donde sólo se encontraban algunos NPC´s bebiendo siniestramente un tarro de cerveza. Pensé en acompañarlos, a pesar de la mirada amenazante que me lanzaron cuando pasé a su lado, pero había cosas más importantes que atender. Cuando el sujeto llego a la esquina de la taberna, se encontraban unas escaleras que bajaban aun más. La oscuridad pronto comenzó a reinar conforme bajábamos, y entonces llegamos al final de una puerta donde había mucho ruido detrás de ella. Más que ruido, parecían ser gritos y sollozos. Suspiré. Sabía que alguno de ellos lo estaba golpeando y torturando, pero no había nada que hacer.
El sujeto del parche abrió la puerta con una llave y me permitió el paso; le agradecí y entré con un suspiro de que finalmente había llegado.
Era un cuarto más pequeño de lo que parecía, en el que apenas si podían caber mínimo tres personas. Una antorcha alumbraba el centro de la sala, donde se encontraba un sujeto con la cabeza por lo bajo, atado a una silla, y son sangre chorreando de su rostro. Otro de los tipos estaba con los puños ensangrentados, suponiendo que él mismo había golpeado al chico de la silla. El último de los jugadores simplemente se dedicaba a mirar entre uno de los rincones oscuros de la estrecha aula. Me sentí algo sofocado cuando noté que éramos cuatro personas en una habitación muy pequeña.
— ¡Vamos! ¡Dilo! —gritó Paul, y golpeó nuevamente a Alecrán, que parecía haber perdido el campo de visión al notar que sus cejas y párpados se habían inflamado después de los golpes que recibió. Cuando Paul se percató de mi presencia, paró en el acto— No nos quiere decir la verdad, Citron.
— Deja que él mismo me cuente lo que pasó —mencioné, agarré una de las sillas en donde Paul no había querido sentarse, y me senté con comodidad, colocándome cerca del muchacho herido. Alecrán intentó verme, y fruncí el ceño de lástima al ver que el sujeto apenas y podía hablar.
— T…tú.
— Hola, chico —sonreí por un momento, y en ese momento me dieron ganas de un gran y frío tarro de cerveza. En la mesa que había al lado, había un tarro a medio tomar— ¿Te importa si tomo este vaso? —Paul frunció el ceño, y Trip no dijo nada, que parecía seguir con su mismo semblante de siempre. En esos momentos no me habría gustado ser Alecrán. Nadie soportaría el estar con dos sujetos sumamente fríos y misteriosos— Entonces, chico, dime… —tomé el tarro y le di un gran sorbo; suspiré de placer, y me limpié la barbilla— Nada mejor que un tarro tibio de cerveza. Lo prefiero frío, pero no me puedo quejar cuando estoy en una habitación mugrienta dentro de una taberna mugrienta. Es lo mejor que hay ¿no? —sabía que me estaba desviando del tema, como solía suceder con todas las conversaciones que tenía— Bueno ¿Alecrán, no es así? Entonces… dime qué pasó.
— Yo… yo ya… ya lo he dicho —le costaba trabajo el mover sus labios—… Escapé de Cintia… y… y me encontré contigo… y…
— Sí, eso lo recuerdo —dije— Recuerdo que Cintia estuvo a punto de matarte, y llegué yo. Te dije que necesitaba que le dieras un recado a Hikari ¿No es así? Es por eso que fuiste con ella.
— Sí… sí… es lo que p-pasó.
— ¿Qué? —Paul no podía creerlo— ¿Entonces todo lo que nos contó al gremio… es real?
— Sí —dije sin mayor sorpresa— Pero sé que sigue ocultando algo… Ciertamente fue mi error el haberle dicho que buscara a Hikari. Lo reconozco, fue mi error. ¿Qué estaba pensando al decirle algo como ello a un espía de Cintia?
— Un momento… —Paul intervino— Pero si Alecrán nos dijo la verdad ¿Cómo puede ser un espía? Además, Cintia lo quería muerto ¿No? No tiene sentido lo que dices, Citron. Sé que él miente.
— N-no… —Alecrán suplicaba.
— Él no miente —tomé otro trago de la cerveza— Pero sé que oculta algo —y entonces lo miré fijamente— Alecrán, no hay que hacer esto más difícil. Tuviste la mala suerte de que te hayamos capturado en el castillo de Dawn. Aunque recuerdo que cuando uno de mis miembros, Gold, entró para salvarte y oyó algo. Aquellos chicos, que invadieron el castillo, Úrsula y Nando, te habían felicitado por haberlos contactado finalmente. ¿O me equivoco?
— Yo… yo…
— ¡Lo sabía! ¡Eres el maldito espía! —Paul estuvo a punto de golpearlo de nuevo, pero le señalé que se detuviera.
— Así que sabemos que nos estás ocultando algo… Por favor, cuéntanos qué pasó realmente. Si no cooperas, no podremos derrotar a Cintia. Sé que la odias, y sé que la quieres ver muerta. ¿Es cierto? Tal vez no sirva de nada que te matemos, puesto que eres un beta. Sin embargo, si nos dices qué pasó realmente, te aseguro de que podremos saber más acerca del Gremio Rocket, y por ende podríamos detener a Cintia, Mirto y a todos los demás miembros de tu tal gremio Sinnoh. ¿Es lo que quieres? ¿Quieres ser libre? ¿Quieres salir del juego?
El chico asintió muy confundido. Finalmente estaba comprendiendo la situación.
— Pero… pero… C-Cintia.
— Yo me encargaré de ella. Sé que es fuerte y pude comprobarlo en nuestra batalla. Pero si cooperas con nosotros, habrá alguien que estará vigilándote fuera, allá en el mundo real, de que no te suceda nada.
— ¿De… de verdad?
— No miento. ¿Qué mejor oportunidad para capturar a Cintia en el mundo real que siendo tú el anzuelo? Sería una oportunidad de oro ¿No lo crees? Así que por favor, te suplico, que nos digas realmente qué pasa contigo. ¿Qué es lo que nos has estado ocultando tanto a mí como al Gremio Diamante y Perla?
El silencio reinó durante unos segundos. Alecrán quería zafarse, pero el Disparo Démora que estaba envuelto tanto en sus pies como en sus manos le impedían tener la mínima posibilidad. Un momento después, finalmente habló.
— Todo… todo lo que conté…f-fue cierto —era difícil el entenderle, debido a los moretones de su rostro— Pero… pero después de que escapé de Cintia, y de que me diste aquel recado, fui… fui a buscar a Hikari; no lo niego…
— ¿Y qué pasó después?
— Pasaron algunos días… y alguien… alguien trató de convencerme de que me uniera al Gremio Rocket. N-no… no pude ver quién era… pero… me dijo que… que podía cumplir todos mis deseos… hasta los imposibles —el chico paró debido al dolor, y luego continuó— Ciertamente no le creí… pero… pero me amenazó… me amenazó con que me iba a matar en la vida real… Me amenazó con que Cintia me iba a matar… Además, n-no pude hacer nada. Él me venció… Me venció y me obligó a unirme.
— ¿Y entonces te uniste?
— C-ciertamente no. Aquel sujeto… no quería q-que las cosas fuesen tan o-obvias. No me uní, porque mi real propósito e-era el unirme al g-gremio… de Dawn.
— Maldito bast… —maldijo Paul, pero el chico le interrumpió.
— Aquel sujeto me dijo q-que debía ser el espía entre el gremio de Dawn, y mi antiguo gremio, el Sinnoh. Y me dijo… que debía de mencionarle a Cintia… el momento perfecto para poder asesinar… a… a la Novata Índigo.
— ¿Así que ese era tu real propósito? ¿Qué asesinaran a la Novata Índigo? —pregunté.
— ¿Y qué hay de Ash? ¿Por qué también querían llevárselo? —intervino Paul.
— No lo sé… tal vez… tal vez fue suerte que lo encontraran.
— ¿Lo ves, Citron? ¡Él estuvo mintiendo todo este tiempo!
— Pero… pero… créanme. A pesar de las amenazas… —Alecrán sonrió— Yo… yo… nunca le avisé a nadie. Nunca le dije a Cintia nada… Nunca tuve intenciones de ser el espía… Llegué al gremio Diamante y Perla… con la intención de… de esconderme de esa loca maniática… y del sujeto que me amenazó.
— ¿Y quién te amenazó? —pregunté.
— No… no lo sé… No pude ver su rostro.
— ¿Pero… cómo explicas lo de Úrsula y Nando?
— Ellos… ellos… al principio… fueron a buscarme… porque el gremio Sinnoh… se dio cuenta de que… de que no me contactaba con ellos… Pero después… cuando Cintia atacó el castillo… y ellos me dijeron que había hecho un buen trabajo… no sé a lo que se referían porque yo… yo nunca dije nada a nadie…
— ¿Y cómo sé que cuando ellos fueron a buscarte, fue una simple amenaza para que cumplieras con tu deber? ¿Cómo sé que la visita de Úrsula y Nando al castillo no sirvió de nada más que una simple intimidación para que te dieras cuenta de que te tenían vigilado?
— C-créeme… por favor…
— ¿Y por qué Úrsula y Nando te dijeron que habías hecho un buen trabajo después de que se invadió el castillo? ¿Cómo explicas eso? —sus mentiras estaban siendo descubiertas.
— No… no tengo idea…—el chico, a pesar de tener el rostro cubierto de moretones, podía notarse el nerviosismo encima. Sabía que él estaba mintiendo. En cierta forma, todo lo que había dicho era verdad, pero sabía que él era el culpable de avisarle a Cintia sobre cuándo atacar.
— Gracias por cooperar, Alecrán —me tomé el último trago que había en el tarro, me paré de la silla y eructé placenteramente.
— Espera, Citron. ¿Qué haremos con él? ¿Si es culpable?
— No sé qué creer, Paul —confesé— Tal vez dice la verdad. Tal vez no avisó a nadie, o tal vez no tuvo otra opción más que el hacerlo. Sin embargo, estoy muy seguro de que él fue el mensajero. Si yo estuviera en su lugar, siendo un miedoso y débil chico, no dudaría en salvar mi pellejo al delatar a los demás. A final de cuentas, eso es lo que hacen los cobardes —sonreí y miré al peli-verde decepcionado— Por ahora no hagan nada con él. Paul, te quedarás a cuidar de él mientras yo hago mis deberes. Trip, ve con Satoshi y Hikari ahora. Necesito que les eches un vistazo hasta que regrese. Nos vemos —dije y me dirigí a la puerta— Oh, y más vale que no lo mates, Paul. No descargues toda tu ira en el chico espía. Al fin y al cabo, ambos estarán juntos durante bastantes semanas aquí hasta que se tranquilice todo y hasta que regrese. No pienso volver a este lugar siniestro durante un buen rato… Después de todo, la cerveza no es la mejor que he probado.
Pasaron los días, y Dawn me había enseñado mucho. A pesar de que ya sabía las técnicas avanzadas de PBO sobre el aura, los tipos de espadachines, luchadores, magos, sanadores y arqueros, aun así aprendí mucho de ella. La muchacha no sólo me mostró que tenía aun rapidez y agilidad que no había visto en ningún novato, sino que también me enseñó a cómo poder tener ataques más poderosos con mi espada eléctrica, meditando a medio día y relajándome. Con los días comencé a notar que lanzaba auras eléctricas más poderosas, podía esquivar más rápido, adquiría más fuerza, pero sobretodo, sentía que volvía a mí el poder. No había entrenado así desde el Torneo Esmeralda, y noté que mi condición se había reducido, así como mi poder. Mi Pikachu y mi Charmander también comenzaron a practicar sus poderes, y a luchar con los Pokemon de la muchacha.
Trip había llegado desde el primer día, justo pocos minutos después de que Citron nos hubiese dejado solos. No obstante, desde ese momento he notado que no ha dicho ni una palabra. Simplemente se dedicaba a ver.
Lo increíble era que Dawn era alguien especial. Y cuando digo ello, me refiero a que tiene una iniciativa y perseverancia que no había visto en nadie. Cada mañana, cuando despertaba, notaba que ella ya se había levantado y comenzaba a trotar por la llanura, al lado de sus Pokemon. Por si fuera poco, también hacía un par de ejercicios, se metía a nadar exhaustivamente al lago que en esos momentos era un infierno helado, y escalaba la meseta con sus propias manos con arduo trabajo. Y todo ello, lo hacía antes del mediodía. Y yo, durante estos más de seis meses, me he dedicado a hacer nada. Me sentía un inútil avergonzado frente a una chica que ha podido sobrellevar esta situación con madurez, perseverancia y sobretodo, valentía. Tal vez yo tenga el poder y fuerza de un beta, pero no sé si pueda llegar a alcanzar la actitud de Dawn. A lo mejor, eso era lo que me faltaba.
Han pasado casi dos semanas desde que la UEO trata de esconderme, y aun no puedo ser capaz de levantarme por las mañanas para hacer los ejercicios que Dawn hace. Puede que sea flojo, o puede que aun siga triste. O ambas. La noche estaba comenzando y la práctica había terminado. Estaba realmente exhausto, puesto que Dawn me había ordenado hacer varios ejercicios que no estaba seguro volver a poder hacerlos el día siguiente.
El frío comenzó a helar mis huesos adoloridos, pero me quedé ahí, a orillas de la saliente rocosa. El vapor que se expulsaba por mi boca era lo único que podía calentarme, puesto que había estado sólo con una camiseta y unos pantalones, sin nada que pudiera cubrirme. En ese momento, pensé en colocarme mi capa blanca, pero no podía hacerlo. Serena la había usado durante varios días, y el colocármela de nuevo me recordaba ella. Inclusive el Charmander me recordaba a ella, pero ya no había nada que hacer. Ella no quería verme nunca más.
— ¿Por qué tan sólo?
La voz de Dawn me sacó de mis pensamientos repentinamente. La chica se sentó a mi lado, igualmente con los pies colgando por encima del lago que nos reflejaba tanto a ambos como al cielo nocturno.
— Hola —dije y sonreí forzadamente.
— ¿Qué pasa? —enseguida, ella notó que me encontraba algo decaído.
— Nada. No es nada… He estado muy cansado por el entrenamiento. Es todo —pronto comencé a tener otro escalofrío, debido al frío de la noche.
— ¿Quieres que vaya por alguna cobija? Trip puede conseguirme una. Él está en la cabaña —me sonrió.
— Estoy bien, gracias. Tengo mi capa.
— ¿Y por qué no la usas?
— No… no lo sé.
— Oh —fue lo único que pudo decir, y pronto un silencio incómodo comenzó a invadir el ambiente. La miré por uno segundos y le sonreí sin saber qué decir. Sinceramente, no era bueno para iniciar alguna conversación; viéndolo bien, no era muy bueno para mantener alguna conversación, de hecho. Sin embargo, siento que poco a poco he podido salir adelante en esto.
— Escucha, sé que estás triste —dijo de repente, y aquello me sorprendió— Quiero decir… después de la desaparición de… —la chica titubeó— No sé si eran novios, aunque está claro que me sorprende el cómo se trataban. Digo, jamás imaginé que una chica tan popular y un chico tan… ¿tímido?
— Entiendo —forcé nuevamente una sonrisa— No, ella y yo no somos novios —aquella oración me dolió— Ella… no quiere saber nada de mí.
— ¿Por eso se fue?
— Sí. Es complicado —dije, sin querer recordar por lo que realmente me había abandonado.
— ¿Por lo del… chico que mataste? —cuestionó avergonzada. Al parecer no quería hacer la pregunta, pero al fin y al cabo sólo quería ayudarme.
Asentí con algo de furia.
— Tranquilo, Ash. Citron me dijo que tú… que tú eras parte del Gremio Rocket. Debo suponer que lo abandonaste por lo que le hiciste a ese chico ¿No? No fue tu culpa, Ash.
— Por supuesto que fue mi culpa. Yo maté al chico dos veces. Dos.
— Sé que no lo hiciste a propósito —en ese momento, la joven me miró a los ojos— Ash, mírame —cuando volteé a verla, la joven me sonrió— Sé que no eres un asesino. Fue un accidente, y tal vez cueste trabajo el perdonarte a ti mismo, pero lo harás. Que no recaiga en ti toda la culpa. No estás solo.
— Pero… le mentí al gremio de Serena. Por su culpa Mirto los mato, y…
— No sé que haya pasado, pero entiendo que hubo consecuencias —confesó— ¿Pero sabes algo? Toda la gente ha cometido muchos errores en su vida. Nadie es perfecto. No dejes que tus errores afecten tu presente. No dejes que el pasado te detenga. Mejor, aprende de ellos y evita el cometerlos de nuevo. No todo lo que has hecho es malo. El salir del Gremio Rocket, el proteger a Serena, el ayudar a Citron y la UEO… También ve por las cosas buenas que haces y harás, Ash.
Ella tenía razón. Jamás pensé en todo lo que ella había dicho por una vez en mi vida. Jamás me detuve a pensar como ella lo hacía. ¿Es que Dawn no dejaba de sorprenderme? ¿Es que su actitud era tan perfecta?
— Gracias —le sonreí y miré nuevamente hacia el frente— Eres increíble ¿sabes?
— No, sólo soy una novata. No soy nada —rió entre dientes.
— Eres la gran Novata Índigo. ¿Qué no es más que suficiente?
— Bueno, no soy tan perfecta como crees. Yo también he estado con mis problemas —la chica suspiró— No sé si volver a confiar tan bien en mi gremio. No sé si vuelva a tomar una decisión correcta.
— ¿A qué te refieres?
—Alecrán. Yo confié en él. Creí en la historia que me había contado sobre que renunció al gremio de Cintia… la chica del Gremio Rocket. Pero… pero veo que no fue así. Él a final de cuentas era un espía, y… y… por su culpa… no. Por mi culpa, por poco y nos matan a todos y te capturan a ti. Lo lamento.
[REPRODUCIR]
— Vamos, ¿qué es lo que acabas de decirme hace poco? No dejes que toda la culpa recaiga en ti —ella rió algo nerviosa, y yo le imité— Desafortunadamente, cuando eres líder de un gremio, esas cosas suceden, Dawn. A veces, la gente que menos piensas es la que te apuñala por la espalda —dije y tomé su mano; no sé por qué lo hice, pero lo hice— Pero por una persona que te apuñala la espalda, hay diez que estarían dispuestos a dar la vida por ti. Eso es lo maravilloso de ser un líder. Tal vez la próxima vez te cueste trabajo confiar mucho en alguien en particular, pero valdrá la pena su recompensa.
La muchacha sonrió, pero yo borré mi sonrisa del rostro, ya que seguía pensando en varios problemas.
— Aunque yo todavía tengo muchas confusiones dentro de mí, Dawn. Sé que esto no te interesa mucho, pero necesito saber qué le pasó a mi madre. Ella es la razón principal por la que sigo en PBO. Por ella, he decidió salvar a todos los jugadores. Sólo que… sólo que no sé dónde está ella ahora. No sé… no sé si el Gremio Rocket… ellos me amenazaron con…
Pronto, ella me calló con un dedo colocándolo en mis labios. Me exalté por la acción y me dijo:
— Sí me incumbe, Ash, y también te prometo que la encontrarás… que la encontraremos. Ella está a salvo en algún lugar. Sé que lo está.
— Ojalá tengas razón —le dije y nuevamente sentí un escalofrío.
Antes de que ella dijera algo de nuevo sobre el frío de la noche, abrí el menú de mi juego, y saqué la capa blanquecina que no me había puesto durante algún tiempo. Me la coloqué y me sentí mucho mejor, aunque seguía recordándome un poco a Serena.
Súbitamente, la chica entrelazó su mano con la mía, y recostó su cabeza sobre mi hombro. Yo no supe que hacer, y me sentí el ser más nervioso del mundo. ¿Debía de abrazarla? ¿Alejarme? ¿Tranquilizarme? Maldita sea. Odio ser un imbécil.
— Ella está bien —susurró y bostezó— Tu madre está bien. Pronto sabremos dónde está. Pronto… el Gremio Rocket nos dirá dónde está, y pronto, pasaremos todo este juego. Es por eso que me estoy volviendo fuerte.
El silencio duró unos momentos más. No supe qué decir ante las palabras de la peli-azul, pero entre todo el nerviosismo del mundo, me di cuenta de que ella en verdad era fuerte. No sólo a la hora de batallar, sino también psicológicamente. Ahora me doy cuenta de que ella, la Novata Índigo, se ha vuelto más madura de lo que pensé. No por nada ha conseguido un gremio de tal magnitud entre los novatos y ha vencido a varios jefes de nivel.
— Yo también me volveré fuerte —finalicé, mientras mirábamos las mesetas a nuestro alrededor alzarse entre una noche estrellada.
Ok, la historia del principio comienza a ser más lógica. ¿No lo creen? Además, Alecrán ocultaba algo. Mientras tanto, Dawn y Ash comenzarán a entrenar, y el próximo capítulo se viene el Pearlshipping. Sin embargo, la mala noticia es que no sé si podré actualizar el viernes y el martes, pero si lo desean, puedo pedirle a algún lector que entre a mi cuenta y los publique por mí, (puesto que ya los tengo escritos) para que no esperen tanto tiempo D: Díganme si quieren que haga eso, o si pueden soportar el esperar una semana y media. :) Bueno, ¡Nos leemos!
Próximo capítulo: Ash&Dawn
