¡Hola! Antes que nada quiero contarles un poco sobre mí: Bueno, vivo en México, para ser precisos en el Distrito Federal, y había presentado examen en la UNAM para poder entrar, pero después de dos intentos... ¡Finalmente lo conseguí! xD Estoy muy feliz por mis resultados positivos, y sólo quiero decirles que cualquier persona es capaz de hacer grandes cosas, sólo y sólo si te lo propones. ¿A qué quiero llegar con esto? Bueno, si por alguna razón han pensado en escribir un fic pero tiene la certeza de que éste no va a ser exitoso, están totalmente equivocados. Con mucho esfuerzo, dedicación y ganas se puede lograr lo que sea.

Bueno, basta de asuntos personales. He visto que algunos se han sorprendido por la aparición de Gary, aunque no entiendo por qué. Supongo que algunos pensaban que Shigeru y Gary eran distintas personas, pero son la misma xD. O tal vez se sorprendieron porque Ash finalmente lo vio, no estoy muy seguro de sus reacciones. Como sea, este capítulo es corto comparado a los demás, pero bah... todo a su tiempo. Por cierto, en el capítulo anterior hubo un error en aquel párrafo que decía que había OCHO profesores que crearon la Virtual Console. Ya lo corregí y quiero agradecer a Kuroi por su gran vista y percepción xD Amigos, soy humano y me equivoco u.u Gracias de todas maneras... En realidad son SIETE profesores (Giovanni, Ciprés, Oak, Elm, Birch, Rowan y Encina). Gracias de nuevo.

prietar: Gracias por el review :) Espero que en un futuro no te haga sufrir.

Cutesaralisa: A mi me cae bien, sólo que lo he puesto en un papel medio extraño aquí en PBO. Tal vez ocurra tu deseo o tal vez no; no sabría decirte con exactitud porque soy cruel :)

Oshe cy q cy: Gracias lector. Aunque Gary ya había aprecido con el alias de Shigeru :P Saludos.

baraka108: Son muchas preguntas, pero sólo responderé que habra Advance.

Kuroi: El Apocalipsis está cerca xD Gracias por hacerme notar el error, Kuroi. A veces uno escribiendo se le van los detalles a pesar de releer varias veces. Y gracias por el cumplido xDD aunque yo no me veo de esa manera. Alguna de tus dudas se responderán aquí C:

Poker: Hola, tanto tiempo, tienes razón xD Gracias por comentar, y sí habrá Advance. ¿La relación entre Gary y Ash? Ya lo verás.

Larekin: A mí también me cae bien Drew xD No lo pondré de enemigo... ¿O sí?

Ryder: Palletshipping confirmed LOL Gracias viejo por comentar, y no eran ocho científicos, eran siete, sólo que me equivoqué, pero ya lo corregí :P Disfruta del capítulo.

Bueno, sin más espero que pasen un entretenido rato leyendo. Y gracias por sus oraciones porque pasé mi examen a la uni... aunque eso significa que tendré menos tiempo para el fic ): pero aun ando de vaciones, por lo que los mantendré informados. De recompensa por ser buenos lectores con buena plegarias, nos leemos el VIERNES yeaaaaah.

VIDEO: Game of Thrones OST - Dracarys


Capítulo 55

El Nuevo Rey


Ash

Y los abucheos no dejaban de cesar. La gente estaba furiosa y lanzaban maldiciones, gritos y quejas de todo tipo. Sin embargo, yo no podía oírlas. Yo lo único que hacía era ver a aquel sujeto. ¿Cómo era posible? Nunca pensé que el nieto de uno de los creadores del juego estaba en PBO. Era lógico, pero nunca me detuve a pensarlo. Recuerdo la última vez que lo vi: El chico compraba algo en la tienda del supermercado cerca de mi casa. Me había dirigido una mirada fría, como solía ser peculiar en él. Recuerdo que salió, desapareció por la calle y no lo volví a ver nunca más. Al día siguiente, tuve que escapar de Pueblo Paleta. No éramos muy amigos; de hecho, sólo le había dirigido la palabra en un par de ocasiones. Sin embargo, justo ahora me sorprendía su presencia en PBO debido a que él podía saber algo acerca de Oak, o de Delia. No lo sé. Tal vez no sepa nada, o tal vez sepa algo. Tenía esperanzas.

— Ash… —Dawn me jaló del brazo, en señal de nerviosismo—. Masato. ¿Dónde está Masato?

Y entonces, un problema surgió. Había estado tan atónito por la verdadera identidad de aquel chico, Shigeru, que nunca me di cuenta en realidad que Masato no estaba entre ellos. Entonces, comencé a buscar con la mirada al Espadachín Esmeralda, para ver si podía estar escondido entre la multitud o entre sus mismos miembros. Ya había sabido la identidad de cuatro de sus miembros. May, la Maga Esmeralda; Gary, o Shigeru, el chico de mi pueblo natal. Uno de ellos también me sorprendió; al principio no pude reconocerlo con detalle, pero entonces supe que era también de mi instituto, aunque no pude recordar su nombre real, pero sí el virtual: Ruby; llevaba un gorro blanquecino en sus cabellos azabaches y ropas ligeras esmeraldas. Otro de los sujetos me hizo sentir furioso; se trataba de Drew, también de nuestro instituto. ¿Es que acaso todos ahora era de nuestro instituto? ¿Qué hacía él ahí? Y las otras tres figuras eran completamente desconocidas para mí. Parecían ser nuevos miembros. Una de ellas era un sujeto de edad mediana, alto y escuálido, con cabellos quebradizos de un verde azulado. Las otras dos eran un par de muchachas; una de ellas parecía ser de nuestra edad, con unos ojos carmesí que irradiaban un brillo resplandeciente, mientras hacía juego con su alocada cabellera pelirroja recogida en dos coletas quebradizas; la otra chica era de estatura mediana, parecía una niña un poco más grande que Eureka; era de tez pálida, de huesos delgados y de unos cabellos tan negros como la oscuridad, mientras un gran moño rosado separaba dos mechones que le caían por la espalda.

— H-Hola… —Haruka comenzó a hablar, pero apenas su voz se escuchaba entre el mar de gritos—. ¡G-gracias por asistir! —parecía más nerviosa que todos los demás miembros—. ¡Quisiéramos que…!

— ¡Apestan!

— ¡¿DÓNDE ESTÁ MASATO?!

— ¡Sí! ¡Lo queremos a él! ¡Que dé la cara!

Y no pudo hablar más la Maga Esmeralda. Los abucheos eran tantos, que May se ruborizó y apretó los puños en señal de desesperación. Yo quise hacer algo, ya que también sentía lástima y rabia. ¿Cómo era posible que no tuviesen respeto?

— ¡Fuera los beta! —se escuchó una voz entre la multitud, y ésta llegó a los oídos de los esmeralda.

— ¡Sólo saben causar problemas! ¡Qué injusto!

— ¡Masato es un jugador injusto! ¡Prometió que el Gremio Esmeralda iba a aceptar a más gente!

— ¡Egoísta!

— ¡Sólo piensa en él y en sus compañeros beta! ¡No sabe apreciar a los novatos!

— ¡Él no es un rey! ¡No es más que escoria!

Entonces, llegó un punto en que la multitud trató de acercarse a la mansión, para poder invadirla y desquitarse con los miembros del gremio esmeralda, que se encontraban ahí arriba, en la terraza principal del gran inmueble verde y hecho de mármol verde brilloso.

— ¡CALLAOS!

El grito de Drew se escuchó cual rugido de Tyrantrum. La multitud calló por un instante, viendo que aquel sujeto había tenido el valor para responderle a la muchedumbre. El sujeto, con una gran armadura imponente parecida a la del Espadachín Esmeralda, se colocó en los límites de la terraza para que todos lo observaran.

— ¡ESCUCHEN TODOS! —Su voz era tan fuerte, que llegaba hasta las rejas de la mansión— ¡Sé que odian a los beta, y también a Masato! ¡Sé que él les prometió que este gremio sería fuerte, incluso dijo que sería el mejor de todos, pero no fue así! ¡Sé que él dijo que poco después del torneo, muchos de ustedes podrían unirse sin problema alguno! ¡Sé que el Torneo Esmeralda fue un fracaso! ¡Sin embargo, les anunciaré que el Espadachín Esmeralda ya no es parte del Gremio Esmeralda!

Y cuando se mencionó aquello, la gente comenzó a mirarse entre sí. Algunos estaban confundidos, otros aun enojados porque querían ver a Masato, y otros se alegraban.

— ¿Qué? —susurré atónito. ¿Y ahora quién iba a ser el espía? Aun ni formaba parte del gremio, y la misión que Ciprés me había encargado ya tenía serios problemas.

— ¡ASÍ ES! Pero les diré cómo fue que dejó ser parte del gremio. Él… su rey… su máxima adoración… el jugador más poderoso ¡…abandonó a sus miembros cuando más lo necesitaban!

La gente empezó a cabrearse y a lanzar gritos indeseados a un Masato que no se encontraba ahí.

— ¡Él nunca se preocupó por sus miembros, por el bienestar del gremio, ni por ustedes! ¡Él no fue más que una simple escoria!

— Drew… —la voz de May quiso intervenir, pero Ruby la sujeto para que el chico siguiera hablando.

— ¡Y ahora ¿dónde está él?! ¡Pokemon Battle Online necesita de él! ¡El juego necesita ser completado, y el jugador que dice ser el más fuerte no está para apoyarnos! ¡QUE VAYA A TOMAR POR EL CULO!

Y entonces, poco a poco la gente empezó a convalidar con Drew. Algunos asintieron debido a que el chico de mata esmeralda tenía razón.

— Desafortunadamente, Masato ha manchado la reputación de los betas, y ahora tenemos mala fama entre ustedes, mis queridos compañeros. También se ha expandido el rumor de que hay betas que matan a los novatos sin razón alguna, aunque en realidad no los maten. Y gracias a ello, los betas que en verdad están ayudando, reciben esa mala reputación gratuitamente. ¡PUES ESTÁN BASTANTE EQUIVOCADOS! Deberían abrir sus ojos, camaradas. ¿Por qué no agradecen a los aliados que han vencido las mazmorras? ¿Por qué no agradecen a los líderes que comandan las "raid"? ¿Por qué no agradecen a los betas que comparten vuestra experiencia a los novatos, y a los que defienden a los más débiles? ¿Por qué no le agradecen a los que merecen ser aplaudidos? ¿Por qué generalizan y piensan que todo el que es beta, debe ser mal e injusto jugador?

La gente ésta vez no abucheó, mas se quedó callada sabiendo que Drew tenía algo de razón.

— No quiero ser desconsiderado, pero estoy siendo realista. Y así como soy realista, también les quiero decir que el Gremio Esmeralda ha estado a punto de desaparecer. Sin embargo, poco a poco yo y mis compañeros hemos tratado de salir adelante. Y les prometo que pronto… muy pronto ¡Cualquier novato podrá unirse a nuestro gremio!

Aquel anuncio inquietó un poco a la multitud, que no sabía si aplaudir, reclamar o sorprenderse.

— ¡No habrá necesidad de torneos estúpidos! ¡No habrá necesidad de que rindan clemencia a un estúpido espadachín! ¡No habrá necesidad de que se arrodillen, o supliquen para poder entrar! ¡No habrá necesidad de peleas injustas en donde los más poderosos sólo podrán unirse! ¡EL GREMIO ESMERALDA ANUNCIA SU RESURRECCIÓN, Y ÉSTA VEZ LO HARÁ PREOCUPÁNDOSE POR LA GENTE QUE SIEMPRE HA ESTADO CON NOSOTROS!

Y entonces, la gente explotó. Los que aun no estaban seguros si seguir siendo admiradores del gremio, finalmente gritaron de alegría, mientras otros dejaban de fruncir el ceño pensando en Masato. Al parecer, Drew ya tenía bajo su dominio a los novatos que odiaban al gremio, o mejor dicho, a Masato.

— ¿Qué tan pronto podrán unirse? Les juro que cuando haya una gran base, un gran castillo esmeralda en donde todos puedan alojarse, comenzará la susodicha resurrección. Por ahora, sólo les encargo que expandan el rumor de que el Gremio Esmeralda resurgirá entre las cenizas, con nuevos propósitos y nuevas promesas que se cumplirán. ¡NO MÁS MASATO! ¡NO MÁS MENTIRAS! ¡NO MÁS BETAS EGOÍSTAS! ¡Nosotros hemos luchado en las últimas mazmorras, y les decimos que ahora necesitamos de su ayuda! ¡Por favor, únanse a nuestro gran gremio, que desde un principio prometía ser grande, poderoso e inmortal! ¡Y si se unen, prometo que su nivel y experiencia incrementará rápidamente! ¡Los necesitamos a nuestro lado! ¡Los necesitamos a ustedes, novatos! ¡Inclusive pueden ser más poderosos que cualquier beta, si es que se lo proponen! ¡Miren a Haruka, la Maga Esmeralda, que ha llegado a estas instancias! ¡O también a la Novata Índigo, que a pesar de que hace poco no ha dado señales, también ha luchado por ser la más fuerte! ¡TODOS EMPEZAMOS COMO UN NOVATO, PERO SÓLO DEPENDE DE UNO MISMO EL VOLVERSE EL MÁS FUERTE, Y EL GREMIO ESMERALDA PODRÁ AYUDARLES SI SE UNEN Y EXPANDEN EL RUMOR!

Y ahora todos los novatos estaban emocionados. Algunos gritaron de alegría y levantaron el puño, mientras los demás ya se veían en el gremio esmeralda, que siempre fue uno de sus sueños.

— ¡Sí! ¡Yo participé en el torneo y quedé eliminado en la primera ronda! ¡Pero ahora podré unirme!

— ¡Yo igual!

Un centenar de gente reunida ahí estaba más que feliz, y a pesar de que era muy poca la gente comparada con el resto de PBO, sin duda el rumor se expandirá y cuando menos se lo esperen tendrán a medio PBO de nuevo en manos del Gremio Esmeralda, sólo que ahora sin Masato. Drew parecía haber tomado las riendas del gremio, aunque no sabía decir con claridad si él era el nuevo jefe, o si Gary podría haber tomado el liderazgo, ya que él era el más fuerte, quiero creer.

— Mira… —un sujeto a mi lado señaló a Dawn— La Novata índigo.

— Tienes razón. ¡Hey! —el chico al que le habían avisado llamó a otro— Es ella… está aquí.

— ¡Cierto!

Y como si de un virus mortal se tratara, todos comenzaron a enterarse de que Dawn se encontraba ahí. La chica quiso agachar el rostro para evitar ser descubierta, pero era demasiado tarde. A pesar de que ella también tenía una capa y una capucha que le cubría el rostro, los novatos se habían fijado en el nombre y estadísticas que aparecían sobre ella. Entonces, también se dieron cuenta de mi presencia.

— ¡También está el Destello Eléctrico! —mencionó uno, al ver el nombre "Satoshi" encima de mí.

Y súbitamente, todos comenzaron a vernos y un silencio abismal se hizo presente. Drew se dio cuenta de ello, y cuando siguió la mirada de la muchedumbre, dio con nosotros.

— ¡PASEN, PASEN! —Drew nos indicó que nos acercáramos a la mansión.

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Entonces, los novatos nos abrieron el paso, pero las miradas de rabia iban dirigidas hacia mí, mientras algunos se quedaban perplejos al ver un gran ejemplo de determinación como lo era la Novata Índigo. Al parecer, yo era igual o peor de odiado que Masato. Sentí un calambre en el estómago; por un instante pensé en que era la herida que podría haberme dolido en el mundo real, pero simplemente era el nerviosismo al tener todas las miradas puestas en mí y en Dawn.

Cuando llegamos con pasos inseguros al inicio de la muchedumbre, el paso a la mansión nos la impedía un gran muro que se alzaba alrededor de la casa. No lo había visto, debido a que el exceso de gente nos impedía ver el muro, pero cuando lo vimos, medía cinco varas de altura y en el centro de ella había otras rejas que esperé a que se abrieran para darnos paso a la mansión, aunque eso no sucedió. Si se abrían las rejas, tenía por seguro que los novatos también entrarían desesperados por formar parte del gremio.

— ¡Qué sorpresa! —Drew me dedicó una mirada. Al parecer estaba sorprendido no sólo por nuestra presencia, sino porque se dio cuenta de mi verdadera identidad. Entonces, supe que en su mente recordaba aquella vergonzosa escena en la cafetería y las veces que me molestaba en el instituto. Sin embargo, de un instante a otro cambió su semblante a uno alegre— ¿Quién lo diría? ¡El Destello Eléctrico y la Novata Índigo aparecen en nuestra resurrección! ¡Qué día más memorable!

Y entonces, algunos se alegraron por la aparición de Dawn, ya que llevaba un par de semanas encerrada en su castillo. Las preguntas comenzaron a ser lanzadas al aire, cuestionando su desaparición. A mí sólo me dedicaban miradas amenazantes e insultos por lo bajo, aunque nadie se atrevió a insultarme en voz alta debido a que a pesar de todo, me respetaban por el poder y fuerza que tenía.

— ¿Qué los trae por aquí? —mencionó desde la terraza. El muro era alto, pero aun podíamos verlos ahí, y entonces pude ver con más detalle a Gary. El chico me miraba con una mirada fría, y no noté que se sorprendiera por mi presencia. ¿Acaso me recordará?

Dawn y yo nos quedamos en silencio. ¿Qué le decíamos? ¿Qué veníamos porque tenía la misión de la UEO? ¿Por qué quería unirme para convencer a Masato de ser el espía? Ahora ya no tenía sentido la misión. Masato no estaba, y el buscarlo tardaría mucho tiempo. ¿Qué debería hacer?

— ¿También quieren unirse al Gremio Esmeralda? —Drew lanzó la pregunta al aire, y entonces la muchedumbre se mostró algo molesta. Antes de yo negar su pregunta, el peli-verde siguió hablando—. ¡Pues que así sea! ¡Si a lo que vinieron es a unirse al futuro gran gremio, sean bienvenidos! —entonces, la gente empezó a susurrar por incomodidad de mi presencia. Aun recordaban lo que sucedió en el Torneo Esmeralda y lo seguirán recordando— ¡Por favor, les pido respeto ante el Destello Eléctrico! Tal vez haya estado desaparecido por un tiempo, pero al parecer quiere enmendar sus errores uniéndose a nuestro gremio y ayudando en lo que más pueda. ¿No es así?

El chico me dedicó una mirada desde la terraza. Sabía que estaba defendiéndome, y sabía que debía aceptar el unirme a su gremio, ya que si me negaba ¿qué pensaría la multitud? Dawn también presintió aquello, y me dio un pequeño empujón hacia la reja. No quedaba otra opción.

— Hazlo… —me susurró en el oído—. Tal vez se aparezca tarde o temprano.

Tenía razón. Puede que Masato no esté en la mansión y no sea más parte del gremio. Sin embargo, aun cabía la posibilidad de que reapareciera. También podía investigar qué había sucedido realmente con él y dónde podría estar. Gary podría saber sobre él, o May, o Ruby. Inclusive el mismo Drew podría decirme sobre Masato. También quería hablar con Gary sobre Oak. Era necesario el unirme, y además, necesitaba mejorar mi reputación en PBO, y Drew me estaba ayudando en esos precisos instantes.

— Me uniré —grité a los aires, con voz segura, pero aun con miedo en mi interior—. Sé que he cometido errores en el pasado, pero quiero empezar de nuevo. Quiero formar parte de este gremio, y quiero ayudar a derrotar las mazmorras a su lado. Así como todos ustedes, yo también quiero ser parte de este gremio.

— ¡Que así sea! —gritó Drew, pero la gente aun no sabía si alabar la decisión—. ¿Y qué hay de ti, Novata Índigo?

La chica lo miró decisivo, y negó con la cabeza.

— Yo tengo un gremio y soy su líder; necesitan de mí. No puedo hacerlo. Gracias de todas formas.

— ¿Entonces por qué te has presentado?

— Por curiosidad. Quería ver qué le había pasado a Masato —mentía y decía la verdad al mismo tiempo.

— Bien, pues ya lo sabes —Drew entonces me dirigió una mirada, y luego al público— ¡Sólo por esta ocasión aceptaré al Destello Eléctrico hoy a que se una! No es que tenga preferencia entre los jugadores, pero su experiencia y poder nos ayudará a pasar las mazmorras lo más rápido posible, y así, podré obtener una base en futuros niveles para que puedan alojarse todos ustedes. Espero comprendan, y les prometo que haremos todo lo posible para pasar los niveles rápidamente.

La gente estuvo de acuerdo, ya que se quedó callada, aunque algunos asintieron y siguieron mirándome con confusión, rabia y más emociones misteriosas que no pude comprender. La reja se abrió lentamente, haciendo un chirrido que se oía por todo el lugar. El silencio me abrumó y no estuve seguro si dar un paso hacia delante. ¿Qué pasaría con Citron? ¿Con Ciprés? ¿La UEO? ¿Qué pasaría con la misión?

— Yo me encargo de decirles… —susurró Hikari, como si estuviese leyendo mis pensamientos.

Pero antes de dar un paso al frente, Drew comenzó nuevamente a hablar.

— ¡ASÍ QUE YA HA SIDO ESTABLECIDO! ¡EL GREMIO ESMERALDA RESURGIRÁ, Y LO HARÁ CON UNA NUEVA BASE EN UN FUTURO NO MUY LEJANO! ¡LO HARÁ CON NUEVOS MIEMBROS Y NOVATOS FUERTES QUE NOS AYUDARÁN A PASAR EL JUEGO! ¡EXPANDAN EL RUMOR, HABLEN DE ÉL COMO SI SU VIDA DEPENDIERA DE ELLO! ¡EL ESPADACHÍN ESMERALDA YA NO ES UN PROBLEMA PARA USTEDES! ¡Ahora…! ¡Ahora el que toma el liderazgo del Gremio Esmeralda…!

Los gritos comenzaron. Drew levantó los brazos disfrutando de las ovaciones que se le brindaban, y de un momento a otro cerró los ojos a causa del placer. Una sonrisa se dibujó en su semblante y comenzó a reír de una manera extraña, sacudiendo el fleco que le cubría la frente. Entonces dijo lo que tenía que decir:

— ¡Será su servidor, Drew: "El Nuevo Rey"!

La gente explotó de emoción. Su apodo pronto se alzó por los aires, dejando a Masato, el sujeto que se creía algún tipo de "rey", olvidado en lo más profundo de PBO. Ahora, Drew era el reemplazo, y aunque parecía que prometía más que el antiguo regidor del gremio, parecía que aun seguía controlando a los novatos tal como Masato había hecho durante y antes del Torneo Esmeralda.

Pude notar un sobresalto por parte de todos los miembros que acompañaban al Nuevo Rey. May quiso abalanzarse contra él, pero Ruby nuevamente se lo impidió. Gary tenía el ceño fruncido, pero no decía nada. Los otros tres miembros se dedicaron a mirarlo sorprendidos. Entonces, Drew desapareció por las puertas de la terraza, siendo despedido por aplausos y ovaciones. May le siguió molesta, seguido de los demás miembros, mientras las puertas de la terraza de cerraban y el brillo esmeralda de ellas se confundía con el sol del amanecer que comenzaba a asomarse por el horizonte.

Los gritos nos rodeaban a mí y a Dawn. Quería mantenerme a su lado y quería despedirme apropiadamente de ella, pero había mucha gente entre nosotros y unas rejas frente a mí que me indicaban que debía separarme de ella. Nadie se movió, y solo nuestras miradas hablaron por sí mismo. Leí los labios de la peli-azul: "Ve". Entonces, di media vuelta y entré a las instancias de la mansión, donde un jardín decorado de varios arbustos me daba la bienvenida. Caminé hacia las puertas de la mansión, y éstas se abrieron al notar mi presencia. Entré, y cuando di media vuelta para notar a la Novata Índigo, ella ya no estaba entre la multitud.

Pero no hubo ni un momento de apacibilidad dentro del inmueble esmeralda. Unos gritos se presenciaron a lo lejos, y conforme pasaron los segundos, éstos se acercaron hasta que vi que Drew bajaba por las grandes escaleras verdes de mármol. Bajaba peldaño a peldaño con un aire tan modesto y tan prepotente, que me entraron anhelos de golpear su rostro. El chico bajó con una sonrisa aun puesta en su rostro, y cuando me vio, levantó las manos para recibirme.

— No sabes la felicidad que me brinda el poder tenerte con nosotros.

Los gritos aparecieron detrás de él. May iba a paso acelerado, y bajó los escalones a pasos furiosos. Cuando llegó al nivel de Drew, la chica le sacudió la capa esmeralda de una manera tan brusca, que el mago por poco cae de los escalones.

— ¡¿Cómo te atreves?! —la moza le espetó. A sus espaldas, los demás miembros venían también algo alterados.

— Por favor, May. ¿Ésta es la manera de recibir al Destello Eléctrico?

— ¡Nadie te eligió como el nuevo líder!

— Nadie quiso postularse —le objetó sutilmente. El joven siguió bajando por las escaleras, hasta que llegó a mi posición. No obstante, no pudimos dirigirnos la palabra porque May le pisó los talones y se interpuso entre nosotros dos.

— ¡Masato aun es el líder! —parecía que la chica estaba a punto de lanzarle un hechizo, aunque era obvio que si había un pugna entre ambos, el ganador iba a ser el beta.

— ¿Qué? Que yo sepa, él los abandonó. ¿O acaso le mentí a todos allá afuera?

— No, pero…

— Pero no hay nada más que recriminar. Ahora, si me disculpas, necesitamos darle la bienvenida a…

— Yo también estoy en desacuerdo —Ruby, el chico que estaba en nuestro instituto, apareció y se colocó frente a Drew, tratando de defender y proteger a la moza de ojos esmeralda.

—Oh, ¿ahora tú también?

— Nadie te eligió como nuestro líder.

— Ninguno de ustedes quiso postularse después de que Masato desapareció —el tono de voz de Drew comenzó a ser elevado, hasta el punto en que comenzó a hablar como me hablaba el día en que nos conocimos en el instituto—. Así que no hay quejas que realizar. Tuvieron mucho tiempo para poder tener un reemplazo, incluso hubo tiempo de sobra cuando me uní a su gremio, pero nadie quiso asumir ese rango. ¿Tenían miedo? ¿No podían soportar con la carga y presión que los novatos le imponían a Masato? ¿No querían asumir las consecuencias que tu estúpido hermano les había dejado? —miró a May con rabia.

¿Hermano? ¿Acaso May era el hermano de Masato? Aquello me sorprendió bastante, así como toda la conversación que estaban teniendo. No podía comprender nada.

— Pues déjenme mencionarles que yo lo he resuelto justo hace unos minutos. Cualquiera de ustedes también podía haberlo hecho, pero no se sentían capaces.

— No me digas que no me siento capaz, porque puedo ser capaz de muchas cosas —Ruby se acercó a Drew y ambos estuvieron cara a cara.

— ¿Ah sí? —el peli-verde bufó— Yo también soy capaz de muchas cosas.

Ambos tuvieron una larga mirada asesina y amenazante. Entonces, una voz los irrumpió detrás. Gary finalmente había hablado.

— Lo siento, pero se supone que un gremio debe de elegir a su líder, mas no autoproclamarse uno. Si esto es un gremio, deberíamos actuar conforme a lo que se indica.

— Ya lo oíste —Ruby sonreía con sed de pelea.

— Si no les gusta mi decisión ¿por qué simplemente no abandonan el gremio? Sería mucho más fácil para ustedes y para mí. A final de cuentas, allá afuera hay miles de gremios que suplican por gente fuerte —Drew sentía la respiración de Ruby, y ninguno se retiró de su sitio. El guantelete esmeralda del mago comenzó a manar un brillo verde, y del suelo unas diminutas plantas crecían del mármol, hasta que éste comenzó a agrietarse. Ruby, por su parte, movió los dedos de su manos derecha, en señal de que estaba listo para tomar su arco y comenzar una riña entre ambos.

— Por mí me iría —mencionó Ruby, pero entonces observó de reojo a May, que lo miraba muy preocupado y su intención no había sido causar una pelea—. Pero ella aun tiene esperanzas de que Masato regrese aquí. Aun tenemos esperanzas todos de que nuestro líder regrese y nos dé una buena explicación sobre todo esto. ¿No es así, Shigeru?

El chico mantenía la mirada serena, y analizó la situación. Miró a ambos, a Drew y a Ruby, y entonces me miró a mí. El chico estaba a punto de moverse hacia la salida, pero entonces me dedicó una mirada rápida y fría.

— Tienes suerte de que estés aquí, Destello —Gary subió las escaleras, y desapareció por los enormes pasillos de la mansión. No supe lo que quiso decirme, pero creo que si yo no estuviese aquí y si no nos hubiésemos conocido anteriormente en la vida real, Gary se habría marchado del gremio sin pensarlo dos veces.

El hombre de cabellos azules verdosos, la chica pelirroja y la muchacha de cabellos azabaches miraron un ambiente incómodo, y no recriminaron nada.

Ruby los miró, y ellos tres no supieron qué decir.

— Y tú tienes suerte de que May esté aquí, sino mis puños estarían rompiendo tu cara de niño bonito justo ahora—el chico de gorro albino miró a May y luego me dedicó otra ojeada a mí, para después desaparecer por un pasillo a un costado de las escaleras.

Drew se sacudió la capa, y dio un gran respiro de alivio discreto. Supe que el sujeto estaba algo alterado, pero no quería demostrarlo. Entonces May quiso decirme algo, pero se ahogó en sus palabras y también desapareció de ahí. El Nuevo Rey miró a sus tres camaradas restantes, y éstos desaparecieron sin dar opinión alguna. Al parecer estaban tan confundidos como yo, por lo que supuse que tampoco llevaban mucho tiempo en el gremio.

Entonces, finalmente Drew y yo estuvimos a solas. El sujeto ahora estaba más serio.

— Espero que nos llevemos bien —confesó— y espero que no seas el chico inútil y mierdoso de la realidad.

Aquello me molestó, pero me tragué los insultos. Debía ganar su confianza. Debía saber qué es lo que había sucedido con Masato, pero al parecer aquel no era el momento para plantearle la pregunta.

— Tranquilo, no soy quien crees.

— También digo lo mismo de mí —sonrió y dio la vuelta para subir las escaleras.

— Por cierto… gracias —dije y él se detuvo en las escaleras, sin darse la vuelta para mirarme.

— ¿Por qué?

— Por defender mi reputación allá afuera.

— Gracias a ti.

— ¿Por?

— Por seguir la corriente y hacer que mi reputación se fuera hasta los cielos —sonrió— Todo lo que dije de ti es verdad, pero lo hice para mi bien. Muy pronto sabrán todos que aquí gobernará el Nuevo Rey.


Ciprés

El atardecer poco a poco se colocaba por los campos arados. Tonos púrpuras, azules y anaranjados pintaban el cielo de una manera apacible, y las esponjosas nubes tornaban su color blanquecino a uno rojizo. La luz estaba escaseando allí dentro, donde me costaba trabajo ordeñar la ubre de las vacas.

Uno de los perros pulgosos se acercó a mí y apoyó sus patas delanteras en mi pierna derecha. Cuando volteé, el perro jadeaba de sed y entonces me encaminé a darle un poco de agua. Después coloqué la gran cubeta de leche encima de las demás que había conseguido, y salí del establo. Caminé hacia la salida con el par de cubetas pesadas de leche, y abrí la puerta del establo. Sin embargo, me sorprendí al ver que alguien había tratado de entrar, y ambos nos asustamos. Tiré ambas cubetas y la leche se derramo cual nieve derretida sobre el pastizal seco de la granja.

— ¡Diablos, Clemont! —mencioné—. ¡No me asustes de esa manera ¿quieres?! Ahora ya no tendré leche para el desayuno de mañana.

— Lo siento Ciprés, pero era urgente.

— ¿Qué pasa? —me limpié el sudor de la frente con la manga de la camisa de cuadros que portaba.

— Es Masato.

— ¿Qué hay con él?

— No está.

— ¿Qué?

— Hikari regresó al castillo, y me mencionó que cuando fueron a la Resurrección del Gremio Esmeralda, él ya no formaba parte del gremio. En su lugar, Drew, uno de los beta con los que estuve al principio del juego, tomó su lugar. Masato está desaparecido… Se dice que abandonó a sus miembros y dejó el gremio a la deriva.

Eran malas noticias. Me llevé una mano a la cabeza, y me recargué en la pared externa del establo, mientras mi mirada se perdía en el amanecer.

— ¿Y ahora? —dijo el rubio esperando a mis órdenes.

— Tendremos que idear un nuevo plan. Dile a Ash que lo necesito aquí.

— No… no puede. Él se unió al Gremio Esmeralda.

Peores noticias aún.

— Mierda —maldije y pateé la cubeta que aun tenía unos cuantos restos de leche en su interior—. Bueno, no pasa nada. No, no pasa nada —estaba comenzando a desesperarme—, no pasa nada.

— ¿Qué quieres que haga?

— ¿Tú? Nada. Sigue al lado de Dawn. Ahora, lo único que podemos hacer es esperar a que Masato se reaparezca por ahí.

— ¿Bromeas?

— ¿Y tú qué sugieres?

— Bueno, podría también buscarlo yo por todo PBO.

— No, ni de coña te voy a permitir eso. Sabes que el Gremio Rocket anda deambulando por ahí, y si te ve podrían pasar cosas malas.

— ¿Entonces?

— Sólo queda esperar a nuevas noticias. Ya pensaré en algo, dame tiempo.

— De acuerdo.

Estuve un momento en silencio, pero mi mirada estaba totalmente perdida en el ocaso, que de un momento a otro desapareció y dejó solo a un cielo púrpura y oscuro.

— ¿En qué piensas? —me cuestionó Citron.

— En lo peor —él estuvo en silencio, esperando una respuesta más específica, pero finalmente comprendió.

— No pensemos esas cosas. Masato deberá estar bien. Tiene que estarlo.

Espero que tenga razón. Esperemos a que ambos tengamos razón. No quería ni imaginarme si Giovanni había asesinado a Masato, o si el sujeto salió por su propia cuenta de PBO, o si deambulaba vagamente por ahí. Si alguna de esas cosas había sucedido, entonces debía de recurrir a otro plan sin duda alguna.

No obstante, por ahora sólo quedaba esperar…


Próximo capítulo: Cena de bienvenida