Hola, lamento la tardanza, pero tuve un día ocupado. Bueno, antes que nada quiero agradecer a Fatimasand por hacerme notar un error y lamento los errores mínimos que hay en el fic: como por ejemplo el que Roxanne le haya dicho a Satoshi; "Ash", sin en realidad conocerlo. Sí, ya lo corregí, puesto que ella no lo conoce en la vida real y por lo tanto no debería llamarle Ash. Como sea, si se presentan diminutos errores en el fic como ese o demás errores parecidos, no lo duden y háganmelo saber. En realidad es bastante complicado el manejar a varios personajes al mismo tiempo sin cometer mínimos errores. Los escritores tienen a sus editores que les corrigen, pero yo no tengo a nadie mas que a mí mismo D: Sin embargo, ustedes pueden ser mis editores para que me corrigen en ese tipo de asuntos. ¿Qué les parece? :) Bueno, contestaré reviews.
Oshe cy q cy: No huele a advance, apesta a advance. Y recupérate de tu gripe maligna. Saludos.
Cutesaralisa: Ohhh, si Giovanni es el game master de todo PBO... habría problemas. Aquí la pregunta no es eso, sino... ¿cómo le harán para derrotarlo? Gracias por comentar y saludos :)
marth de andromeda: XD Gracias por el review.
Ryder: Se resuelven más dudas en este capítulo C: No llores xD. Y el Paletshipping ocurrirá pronto, o no. No lo creo. Ash es muy susceptible a arruinar todo, así que no te hagas ilusiones. Y Masato no es basura... nunca lo ha sido para mí :) Aunque para muchos es considerado una basofia humana xD y no los culpo... yo he puesto en esa situación a Max.
baraka108: Ash tendrá un nuevo Pokemon pronto :) Saludos.
jorgelatina148: Red y Serena juntos. Eso es lo que pasará xD
MatchMon: Gracias por el extenso review, me alegra el día :D Bueno, respondiendo tu pregunta sobre la MasterBall de Masato, te confesaré que no me he olvidado de ello y sabrás esa interrogante muy pronto. Y sí, los escenarios dramáticos son mi fuerte, así que habrá más dramas y/o tragedias. Y bueno, Serena no me cae mal... su destino ha sido no muy afortunado y ha tenido una personalidad deteriorada, pero es necesario para que se vuelva fuerte. Ella no aparecerá durante un buen rato ): Gracias por el review, y qué impresión que te hayas puesto al corriente en tres días. ¡Saludos!
Kuroi: Gracias viejo, espero que el tiempo en la uni no me quite el tiempo aquí en el fic. Y tienes razón, la UEO necesita a gente fuerte, pero la cuestión es: ¿Se unirán? No lo sé. Eso lo tendrás que ver por ti mismo.
Guest: He oído del autor, aunque no he leído su fic. De todas maneras gracias por el review :) Y ojalá supiera dibujar en DevianArt, pero no soy muy bueno dibujando xD Y un doble capítulo no estaría mal... me lo pensaré.
CataPlox: Creo que el gremio esmeralda necesita más variedad de colores xD Gracias por el review Cata.
Poker Knight: No sabía XD Voy a estudiar Ingeniería Civil o_o Va a estar de locos las tareas y proyectos T.T Pensé también en ser escritor, pero era muy arriesgado jaja xD Con respecto a la teoría de Gary, es buena, pero veremos si tienes razón o no. Saludos.
Fatimasand: Quiero agradecerte por hacerme ver el error. Ya me has corregido dos veces xD ¿Serías mi editora? Ok no. Gracias por el review y saludos.
¿Hace mucho no narro una batalla de jefe de nivel, cierto? Bueno, no diré nada más. Que lo disfruten.
VIDEO: Pokémon Epic! Battle Theme - by Jonas B. Ingebretsen -¡ ESCUCHEN LA CANCIÓN, SE LOS SUPLICO! ESTÁ DEMASIADO ÉPICA
Capítulo 57
Atacar por la espalda
Citron
— ¡Ricas y deliciosas frutas y vegetales! ¡Pasen y compren ricas y deliciosas frutas y vegetales!
El sonido del mercado me sofocaba. Iba caminando en sentido del flujo de la gran cantidad de NPC´s y jugadores que iban por el pasillo llenos de puestos mercantiles. Allá a lo lejos, se podía observar el muelle invadido de botes de madera, galeras pequeñas y pescadores que tenían su red llena de Magikarps. Las islas diminutas invadían el océano cual parásitos, y hacían más difícil el transitar de los botes por el agua. El sol daba de lleno en un cielo despejado, con una gran manada de parvadas decorándolo, pero no podía dar de lleno con mi rostro; las carpas de los puestos eran tantas, que cubrían totalmente el gran mercado para que los pescados, la fruta, los vegetales y la gran variedad de comida no se echara a perder con los rayos solares virtuales. Entonces, a lo lejos pude ver un puesto de manzanas frescas y rojas. Me encaminé hacia ahí, y abrí el menú de mi juego para ver cuánto dinero tenía. Observé y analicé las manzanas que el NPC estaba vendiendo; al mismo tiempo en que me detenía a apreciar cada una de las manzanas, noté de reojo que un sujeto se detenía a un costado de mí, observando un puesto de cítricos que se encontraba justo a mi lado. La capucha negra le cubría el rostro, pero podía ver el nombre de su avatar. Él vio el mío con un rápido vistazo, y nuevamente se dedicó a observar un montón de limones que estaban frente a él.
— No tengo mucho tiempo —le mencioné en un susurro— Debo de regresar al Castillo Índigo.
A pesar de que nos encontrábamos en la Isla Canela del nivel 3, y el Castillo índigo no estaba muy lejos de ahí, no tenía que tardar mucho aquí.
— Yo tampoco tengo mucho tiempo, Citron —dijo— El nuevo líder del Gremio Esmeralda me vigila.
— ¿El Nuevo Rey, eh? —solté una risa irónica— He oído los rumores de que él reemplazó el lugar que dejó Masato. Vaya que nunca me imaginé aquello de Drew.
— Ni sus miembros —confesó Satoshi.
— ¿Y Masato? —pregunté, a pesar de que sabía que estaba desaparecido.
— Sé lo que pasó con él, pero no sé dónde podría estar ahora. Giovanni lo presionó a que su gremio se aliara con el Rocket, pero no pudo hacerlo debido a que su hermana, May, se encontraba ahí.
— ¿Así que Haruka, la maga esmeralda, es su hermana? Era algo obvio. En los archivos de Ciprés, Masato y Haruka tenían el mismo apellido en sus nombres reales, por lo que teníamos sospechas.
— Como sea, Masato huyó de ahí después de que luchó contra Paul para convencerlo de unirse al gremio, no sin antes confesarles a sus miembros sobre el Gremio Rocket. Después de eso, entró en pánico y huyó. Un par de semanas después Drew y unos cuantos miembros más se unieron, sólo que el primero supo cómo lidiar con el liderazgo del gremio.
— Entiendo —dije, analizando la situación—. ¿Qué harás entonces?
— No lo sé. Esperaba a que tú me dijeras.
— Hikari me contó sobre ello, y yo le mencioné todo a Ciprés.
— ¿Y?
— Está tan sorprendido como yo. Nunca esperábamos a que Masato fuese a desaparecer, con toda la popularidad que había adquirido.
— ¿Qué sugieres que haga?
— ¿Tú que tienes planeado?
— Pensaba en seguir en el gremio, hasta adquirir la confianza de Haruka, Shigeru y Ruby. Y a esperar a que Masato se reaparezca por el gremio.
— No lo hará —admití— Y si lo hace, tardará mucho tiempo en siquiera pensarlo. Ash, necesitamos otro plan. No vamos a esperar a que Masato se reaparezca por ahí.
— De acuerdo, pero yo me quedó en el gremio —parecía que algo lo había ligado a ese gremio para que permaneciera ahí.
— ¿Por qué? Sal de ahí… ya no hay nada que hacer.
— Drew me tiene vigilado.
— ¿Y qué? Nosotros podemos defenderte de él.
— Yo… —el chico miró un par de naranjas que estaban en el puesto— Hay alguien que conocí. Es Shigeru… Ya lo conocía desde antes —me quedé en silencio, esperando una explicación más detallada— … Él era de mi pueblo natal. Él es Gary Oak, el nieto del Profesor Oak.
Aquello me sobresaltó. Traté de mantener la compostura, pero el hecho de saber que Shigeru era la persona que Ciprés intentaba encontrar desde hace tiempo me hizo tirar instintivamente una manzana al suelo.
— Lo sabemos —admití— Lo vimos en los archivos de Ciprés. Hemos querido contactarlo; incluso Ciprés me dijo que es necesario que se una a la UEO.
— ¿Y por qué no lo ha hecho? ¿Ya le dijeron sobre la UEO?
— No. No podíamos hacerlo porque pensamos que Masato tenía bien vigilado a su gremio, pero con las noticias que me dices ahora, podríamos convencerlo.
— Sé que oculta algo. No se ha salido del gremio por cuestiones que no sabría decir.
— Bueno, averígualo. Dile todo sobre la UEO, y dile tu actual misión. Necesitamos a más gente en nuestra unidad secreta. Y qué mejor persona que el nieto de uno de los colaboradores del gremio. Ciprés pensará en un nuevo plan… en ver a un nuevo espía. No sabemos aun quién, pero me dijo que le diera más tiempo. Por ahora, quédate en el gremio y convence a Shigeru de unirse a la UEO, adquiere la confianza de todos e investiga las verdaderas intenciones de Drew. Debo de regresar al castillo; Hikari ya podrá salir a luchar en las mazmorras, por lo que podrás verla más seguido. Sin embargo, aun tengo que estar en su base por si las dudas; además necesito un descanso y un buen jugo de manzana, o de cerveza, no estoy seguro. Creo que elegiré la segunda opción. Nos vemos, Ash —agarré un puñado de manzanas, le pagué al NPC y mordisqué una mientras un líquido color miel me escurría por la barbilla. Me alejé de ahí y me perdí entre la multitud, con la capucha de la túnica cobalto sobre mi cabeza.
Ash
Sobre nosotros se alzaba una puerta ennegrecida de piedra. Un par de antorchas débiles cual brillo tenue de un Lanturn alumbraban la mazmorra en la que nos encontrábamos. El lugar era un abismo en donde habíamos luchado con ayuda de magos que nos proporcionaban su magia de luz, lámparas de aceite que varios de nosotros habíamos tenido en mano y perdíamos en el abismo al luchar con Pokemon, y también las chispas temporales y potentes que se ocasionaban al chocar las espadas contra la piel endurecida de los Pokemon tipo metal contra los que habíamos combatido. Afortunadamente sólo habían resultado heridos unos cuantos y curados por los sanadores, pero nada más. Sin embargo, la prueba de fuego estaba realmente frente a nosotros. Ahí, una gran puerta de piedra con trazos ondulados y extraños, que formaban a varios Pokemon: Steelix, Aron, Bronzor, Beldum, Honedge y Mawile. Todos del mismo tipo: Metal.
Mi Pikachu y mi Charmeleon se encontraban a mi lado. Al otro costado, Hikari me tomaba la mano con un aire de preocupación. Ambos mirábamos la puerta en donde se encontraba el jefe del piso 26. Todos estaban en un tono tenso, nervioso y temeroso, pero sabíamos que debíamos de dar todo nuestro potencial. Sabíamos que debíamos enfrentar lo que se nos pusiera en frente.
Volteé a ver a Haruka; ella también miraba la puerta como si el enemigo ya se encontrara respirando agitadamente sobre ella. En tanto, los demás miembros de mi gremio estaban aun con un pulso normal, pero con la mente dispersa cuestionándose la identidad del Pokemon misterioso que podría estar delante.
Me hubiese gustado que Brock y Misty estuviesen ahí, pero Dawn me había mencionado que ellos no se habían presentado desde hace tiempo en las mazmorras, ni siquiera en la junta de los aliados. Ellos, y tampoco Iris. Al preguntarle a Citron sobre su desaparición, dijo que Ciprés le había encargado una misión desde el momento en que se unió.
— Ella no se presenta mucho por la UEO —confesé.
— Ciprés le ha ordenado desde el principio que se concentre en su misión; no se ha reunido mucho en nuestra presencia —pero cuando quise saber sobre su misión, él había cambiado de tema.
Y vaya que era cierto. El nombre de Iris era muy popular por todo PBO, pero no tanto como el líder de su gremio, que estaba en el frente de ataque, dirigiendo a todos los jugadores que habían venido. Aquel sujeto portaba una gran armadura de colores carmesíes, con incrustaciones de oro tanto en las hombreras como en las rodilleras. Sus guanteletes también llevaban un brillo dorado que deslumbraba a todos, y su túnica que caía cual viento libre sobre el suelo, había sido tejida asemejando una cola de un Dragonite. Su yelmo era aun más increíble: El casco era de un color vino, igual que toda su armadura, pero la visera asemejaba a una boca abierta con colmillos, y la cabeza era puntiaguda justo como la de un dragón. No por nada, a aquel sujeto le decían el "Dragon Indomable". Su nombre era Lance, y justamente era el líder del gremio que ha comandado todas las raid de la mayoría de las mazmorras. Justamente su gremio ha sido hoy en día el mejor y más fuerte gremio que se ha conocido por PBO, y sin lugar a dudas aquel sujeto era uno de los betas más fuertes que, según se dice, se ha visto por PBO. Cuando le pregunté a Hikari sobre su poder, ésta respondió inmediatamente que era uno de los sujetos más sorprendentes a la hora de batallar, y además poseía una espada que muchos guerreros desearían tener. Lance estaba frente a la puerta, agarrando el mango de la espada la cual mucha gente temía: "La Escama de Dragón". Se cuenta un rumor de que él solo pudo vencer a un Pokemon Legendario y de ahí pudo obtener el material para poder forjar la espada que ha matado a muchos Pokemon. Se dice, que es una espada tan dura y tan resistente, que incluso el diamante se rompe a la hora de chocar con el arma. El sujeto ya ha obtenido mucha popularidad desde hace ya varios meses, y su gremio, Escama de Dragón, en honor al nombre de su espada, también había escalado varios peldaños hasta llegar a la cima de PBO. Sin embargo, aunque pareciese extraño para mí, nunca lo he podido ver sin yelmo. De hecho, ésta era la primera vez que lo veía en carne y hueso virtual; era más alto y más fornido de lo que había creído. Lance también llevaba un gran escudo que ocultaba la mayoría de su cuerpo esbelto bañado en armadura carmesí. El escudo era delgado, alto y en forma de cruz, pero lo que lo diferenciaba del resto era que estaba hecho de los huesos del Pokemon que había matado Lance, o según eso había escuchado. Sin duda, su escudo "Hueso de Dragón" y su espada "Escama de Dragón" lo hacían prácticamente difícil de matar, y es por eso que había obtenido una gran reputación y comandaba a todos los aliados que formaban parte de la "raid" que trataba de pasar los niveles.
— Muy bien… —su voz era grave y fuerte, y su mirada a través de la visera del yelmo irradiaba unos ojos temerosos, entre dorados y carmesíes, casi como los de un dragón— Henos aquí. Lo que nos espera allá dentro ya lo hemos vencido anteriores veces. Es cierto, cada vez es más difícil. Cada nivel es más complicado que el anterior, y cada Pokemon que nos espera detrás de sus puertas oscuras es más agresivo. Pero nosotros también cada vez vamos mejorando; nuestro poder, experiencia y armas también lo van haciendo. Lo que nos espera ahí dentro no es más que otro Pokemon que sólo sabe intimidar, pero a final de cuentas es otro del montón que será derrotado por gente poderosa y valiente como nosotros —aquello hizo encender a la gente más que las mismas antorchas que alumbraban la oscura mazmorra— Ya saben qué hacer. Acaben con ese Pokemon. Y sé que nadie morirá.
Entonces, un grito enardecido de furia se vio envuelto en la oscuridad. Lance abrió la enorme puerta de diez varas de altura y ésta rechinó y raspó contra el suelo. Sin duda sabíamos que ahí dentro, un Pokemon de metal iba a ser nuestro enemigo, debido a los tallados de la puerta de piedra.
Un viento gélido y oscuro comenzó a soplar frente a nosotros, y allá dentro no había nada más que oscuridad y el eco del rechinar de la puerta. Pese a todo, Lance dio un gran respiro y dio unos cuantos pasos de osadía para entrar a la habitación. Todo el centenar de personas lo seguimos. Noté que el gremio Diamante y Perla se encontraba a nuestro lado, excepto Citron y Eureka, y también mi nuevo gremio, con Drew dirigiéndolos a pesar de que lo odiábamos. Una docena de gremios inclusive más poderosos de los que creía y más grandes que el del Gremio de Dawn hacían su aparición en la habitación del jefe, pero no pude reconocer a sus líderes debido a que nunca había estado en una mazmorra. Sólo tenía fama de derrotar al jefe del primer nivel, y era una vil mentira. Pero esto… esto ya era otra cosa, y no tenía que confiarme o acabaría "muerto".
Entonces, una vez entrado hasta la última persona, la puerta voluminosa se cerró lentamente. Un aire gélido recorrió mi espina dorsal, y entonces un silencio abismal inundó la habitación. Todos estaban atentos a lo que pudiese suceder, pero no había nada más que silencio y oscuridad. Agarré con más fuerza la mano de Dawn, y ésta se pegó a mi lado en señal de nerviosismo. Y cuando la oscuridad reinó durante un par de segundos, varias antorchas se encendieron. La habitación era sumamente grande. Enorme, amplia. Ni siquiera el centenar de jugadores que nos encontrábamos ahí alcanzaba a llenar un cuarto de la habitación. Lo más extraño fue cuando me di cuenta de que había varios agujeros de un tamaño considerable no sólo en las paredes circulares de la amplia habitación, sino que también en el suelo. Uno de nosotros estuvo a punto de caer en uno de los grandes agujeros, pero su compañero lo alcanzó a sujetar. Entonces, las antorchas de un fuego cobalto iluminaron la silueta de Lance. Éste se asomó por el gran agujero. Un sonido vacío fue la única respuesta, pero sabía que él estaba pensando en otra cosa.
— El tamaño… —susurré y Dawn me escuchó. Sus pupilas se dilataron, y supo inmediatamente que el tamaño del Pokemon al que íbamos a enfrentar iba a ser colosal, debido al tamaño de los agujeros excavados en la tierra.
Sin embargo, antes de que otra cosa ocurriera, un pequeño temblor ocurrió por la zona. Unas cuantas piedrecillas que había en el suelo castañearon en la tierra, y algunas cayeron en la docena de hoyos que había por el suelo, mientras que varios agujeros en las paredes se derrumbaban a causa del súbito temblor. Lance entonces desenvainó su Escama de Dragón. Un gran brillo irradió de la espada; un brillo blanquecino que desprendía más luz que las mismas antorchas del lugar. Los demás imitaron al líder y todos nos alistamos para lo que tuviésemos en frente.
Yo por mi parte saqué una espada que amablemente Flannery me había obsequiado hace un par de días. Cuando le confesé que mi espada eléctrica había sido dañada y rota en su totalidad, la chica me había regalado amablemente una de sus espadas que había usado anteriormente en el juego; ella tenía por su parte una gran espada poderosa y que desprendía un brillo rosado. En las orillas de su espada, un pequeño calor amenazaba a cualquiera que estuviese frente a su arma: la llamaba "El Fuego Susurrante". En cambio, la espada que a mí me había regalado era menos poderosa, pero podía serme útil mientras conseguía una nueva espada con la cual luchar. Ésta estaba hecha de acero inoxidable y el metal ardía a una temperatura bastante alta como para causar quemaduras; sin duda una espada de primera generación no me vendría tan mal. Ella la había llamado: "Fire Metal".
Mi Pikachu y mi Charmeleon estuvieron atentos. Miré a mi roedor amarillo, y ambos asentimos para estar listos.
Súbitamente, el temblor paró, y hubo unos momentos de paz y tranquilidad. No obstante, el sonido de un rugido comenzó a ir de un tono leve a uno más grande, hasta que el sonido llegó por un agujero y se expandió en toda la habitación. Sin dar tiempo para sorprenderse, una silueta apareció por uno de los hoyos, rugiendo y con unos ojos brillantes cobalto que amenazaban con matar a cualquiera. La criatura medía más de diez varas de alto y veinte de largo. Sin duda era un voluminoso Pokemon, con una armadura de metal en todo su cuerpo, y unos enormes y afilados cuernos sobre su cráneo de metal inoxidable, que comenzaron a crujir contra la tierra. El rugido sonó una vez más, y voló a alguno de los novatos que se encontraban con nosotros. El viento de su grito nos hizo forzar el quedarnos sobre nuestros lugares, y de pronto paró.
AGGRON
EL REY DE HIERRO
Sin dar un respiro, pronto el Pokemon desapareció cavando velozmente un gran agujero de tal magnitud como los que había por todas partes. Lance indicó que se atacara con todo lo que teníamos, pero nada se pudo hacer, puesto que el Pokemon desapareció por debajo de la tierra. Segundos después, el jefe nos sorprendió saliendo por un nuevo agujero en una de las paredes, y aterrizó sobre un grupo de jugadores; el Pokemon estrelló la tierra con el suelo, y las personas junto con sus Pokemon salieron disparadas de ahí, dejándolos en estado crítico.
Sin dudarlo ni un momento, Gary llegó hasta ellos, con la túnica esmeralda pisándole los talones. El sujeto se envolvió en un aura blanquecina, inclusive más brillante que la espada de Lance. Entonces, cerró los ojos para mayor concentración, y de pronto todos y cada uno de los jugadores que estaba en la habitación se vio envuelto en su aura. Pronto sentí un gran poder circular por mis venas, y por alguna razón inexplicable, sentía que mi espada estaba en su mayor potencial. Mi Pikachu y mi Charmeleon siguieron mis pasos, y entonces sin dudarlo di un gran salto y le clavé la espada al Pokemon, que estaba aterrizando en el suelo. No fue el único que lo atacó; varios jugadores más llegaron con todo lo que tenían. El Aggron dio una sacudida fuerte que nos mandó hacia las paredes y hacia los agujeros; su armadura de hierro era tan fuerte y potente, que las espadas no le hacían daño.
— ¡Arqueros! —gritó Lance.
Entonces, fue el turno de Hikari. La chica tensó una de sus flechas, concentró un gran aura sobre el arma y fue directo hacia la sien del Pokemon cual proyectil imparable. Pero Aggron ni siquiera se tomó la molestia de ver que la flecha iba hacia él, ya que del suelo salieron unos Pokemon inesperados: varios Aron y Lairon, sus pre evoluciones, salieron a defender al Rey de Hierro, que desapareció de la escena yéndose por uno de los agujeros. Un centenar… no, un millar de Aron y Lairon salían cual hormigas enfurecidas por los agujeros, entreteniendo a todos los jugadores.
Ruby lanzaba varias flechas al mismo tiempo, atinando justo en las sienes en movimiento de los Pokemon que iban hacia él, mientras una criatura parecida a un mosquito esmeralda, un Vibrava, le cubría sus espaldas; Haruka lanzaba hechizos a diestra y siniestra, con un Silcoon a su lado lanzando varios Disparo Démoras que enredaban a los pequeños soldados de hierro; Wallace no tenía problema alguno, ya que era un arquero beta experimentado, lanzando hasta con los ojos cerrados las flechas que tenía en su carcaj; Roxanne lanzaba puños directo en los diminutos vientres de los Aron, enviándolos hacia un abismo que no pude ver, mientras que Flannery con su "Fuego Susurrante", lanzaba varios lengüetazos tenues de fuego a sus oponentes. Noté que también los miembros del gremio Diamante y Perla estaban luchando con el ejército de Pokemon de hierro; Candice y su Frosslas congelaban a cualquier cuerpo que se les acercara, Kenny y su Alakazam ayudaban a sanar a sus miembros, pero también propinaban unos buenos golpes a sus enemigos, Lectro y Barry se ayudaban mutuamente con golpes aurales a defenderse, y Zoey con su Mismagius luchaban de una manera sincronizada.
El Aggron aparecía y desaparecía, aparecía y volvía a desaparecer por los agujeros. Lance de un momento a otro sacó a su Pokemon: un Dragonite de piel oscura, de un tamaño grande y con unos ojos llenos de sed de pelea, midiendo más de lo que pensé. El sujeto del yelmo carmesí dragón se montó en su Pokemon oscuro y surcó los aires. La velocidad con la que voló fue tal, que no pude seguirle la vista. Esquivó hechizos, golpes aurales y flechas que se cruzaban en su camino, y entonces llegó a un agujero en el que adivinó que el jefe del nivel 26 iba a aparecer. Una gran tacleada por parte del Dragonite aturdió al Pokemon, y éste cayó por los aires, hasta azotar fuertemente en el suelo, destrozando todos los agujeros que había hecho, y ocasionando un terremoto en el cual se hundieron todos. El suelo se derrumbó, y la oscuridad tragó a todos, e inclusive al Pokemon de metal. La gente, los Pokemon y Lance duraron varios segundos suspendidos en el aire, hasta que finalmente caímos bruscamente en un nivel más frío y húmedo, pero más amplio de lo normal. Ésta ya no era una habitación, sino una cueva alumbrada de diminutas lucecillas que alumbraban desde pilares, suelo, las paredes, desde todos lados.
— ¿Qué es eso? —preguntó May cuando se reincorporó y la ayudé a levantarse.
— No creo que sean antorchas o luces —dije con algo de temor, y entonces me di cuenta. Aquellas miles de luces que alumbraban la confusa y profunda cueva que se dividía en varios caminos, eran nada más que huevos. Embriones en los que los Aron y los Larion salían a defender a su "rey".
— Oh, no… —Hikari tensó una de sus flechas, pero ya era demasiado tarde.
El súbito rugido del Aggron reventó todas las larvas, y entonces una enorme piedra brillante apareció sobre el Rey de Hierro. Un gran brillo inundó la cueva, y de pronto su apariencia cambió de un Aggron, a un Mega Aggron. Su armadura de hierro se volvió más fuerte, más ancha y más grande. El Pokemon ahora tenía tonos más plateados y tenía unos cuernos más grandes, y el rugido que lanzó fue más devastador de lo que ya había sido.
Ni siquiera le habíamos quitado la mitad de la vida, y el Pokemon ya había estado en su forma final. Esto sí que era inesperado.
El ejército de Aron y Larion que reventaban de los huevos pronto azotó contra todos. Miles de aquellos Pokemon molestos nos trataron de asesinar, mientras el Mega-Agron iba con sus cuernos a azotar tanto a sus aliados como a los enemigos, sin importarle nada.
Pero de la nada, desde el cielo oscuro apareció una silueta. Lance iba con un brillo blanco sujetado a sus manos. La Escama de Dragón iba a una velocidad a la que Dragonite sólo podía ir, y un viento susurrante y amenazante se escuchó por el agujero en el que habíamos caído. De un momento a otro, sólo se vio un destello carmesí pasar por encima del Mega-Agron, y éste rugió de dolor cuando la espada cortó parte de su armadura. De pronto, todos se vieron contagiados por el poder del Dragón Indomable, y comenzaron a matar a cuantos Aron y Larion había en su camino. Pero los huevos seguían apareciendo y reventando en la enorme cueva; parecía que aquello era interminable.
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— Shigeru… —mencionó Brendan, mientras lanzaba una flecha que atravesaba la sien de cinco Larion al mismo tiempo.
— Lo sé, lo sé —dijo con terquedad el sujeto, y éste incrementó el brillo aural tanto en sí mismo como en todos los jugadores que se encontraban en la mazmorra. Entonces, noté un poder más fuerte de lo normal, y una energía interminable. ¿Qué clase de sanador era aquel sujeto? No lo sé, pero súbitamente comencé a matar a cuantos Aron y Larion venían en mi camino.
— Es hora de bajarle la vida a ese maldito Pokemon —mencionó Ruby con una sonrisa. Su gorro albino se cayó en el suelo, debido a que saltó a una altura bastante alta.
Brendan tensó una flecha en medio del aire, y concentró su aura en el proyectil que estaba a punto de lanzar. Sin embargo, cuando pensé que él iba a lanzar la flecha al Mega-Aggron, éste la lanzó hacia la nada. Sí… Brendan había lanzado la flecha hacia arriba y ésta se perdió en la oscuridad.
Pero no pasaron ni dos segundos cuando el sujeto de cabellos azabaches y ojos esmeralda aterrizó bruscamente en el brazo de Gary. El Sanador Invencible sostuvo los pies de Brendan en sus antebrazos, y entonces lo lanzó con una fuerza inmedible; el Arquero Estratega fue casi a la velocidad del sonido hacia donde él mismo había lanzado la flecha. El sujeto se perdió en la oscuridad, pero entonces pude ver a lo lejos que él mismo con una enorme patada había devuelto la flecha que había lanzado, yendo el doble de potente ésta vez hacia abajo. Un silbido incluso más fuerte que la que había provocado el Dragonite de Lance se oyó con más potencia. La flecha bajaba a una velocidad ahora esta vez a la velocidad del sonido.
— ¡Haruka! —avisó Shigeru. Ésta asintió, y dejó de lado a los Pokemon que había estado asesinando.
La Maga Esmeralda pronto vio a la flecha que bajaba más metros y más metros hacia el suelo, y cuando estuvo a una velocidad considerable, la chica cerró un ojo para poder medir el hechizo de luz que lanzó con toda su fuerza.
El proyectil de luz de May dio de lleno con la flecha, y ésta se desvió en un eje vertical, yendo ésta vez con el poder de la inercia del hechizo más la velocidad con la que iba anteriormente. La flecha fue directo hacia el Mega-Aggron, y una explosión envolvió al voluminoso Pokemon; las ondas de la explosión envolvieron también a todos y cada uno de los jugadores. Varios Aron y Larion desaparecieron de la escena, siendo carcomidos por las ondas mortales que la explosión había causado. Cuando el humo se hubo disipado, Gary había estado protegiendo a cada Pokemon aliado y a cada jugador con el máximo poder de su aura, resultando ilesos en aquella explosión.
Cuando el ataque terminó, el Mega-Aggron ahora estaba con la vida en un 35%. Aquel ataque le había quitado cuando mucho un 20%, más los ataques incesantes de todos los demás. Lo sorprendente fue que sólo tres personas habían logrado quitarle un 20% a uno de los jefes de la mazmorra.
— ¡¿Viste eso?! —dijo uno de los novatos, y se impactó al ver que Brendan aterrizaba al lado de Haruka y Shigeru.
— ¡Sí! ¡Es el Gremio Esmeralda! ¡Son el trío esmeralda!
Los novatos se vieron aun más contagiados por su estrategia y el poder que poseían aquellos tres sujetos. Y entonces, la lucha contra el Mega-Aggrion comenzó nuevamente para todos. Los Aron y Larion en su mayoría ya estaban casi derrotados, debido a que no eran más que un estorbo. Lance, junto con los miembros de su equipo, el Gremio Esmeralda, mas el Gremio Diamante y Perla y un par de gremios más comenzaron a atacar al Rey de Hierro, que intentaba zafarse a jugadores con sus enormes cuernos. Y de pronto, una docena de jugadores se vio envuelto en los cuernos del Aggron, pero gracias al aura blanquecina de Gary, éstos no sufrieron daño alguno. Vaya que aquel sanador era de vital importancia.
Y repentinamente, me di cuenta de que a unos cuantos metros sobre mí, se encontraba Drew. El chico parecía observar la batalla desde un lugar más lejano, pero entonces dirigió la mirada a Gary, que estaba distraído sanando a todos los jugadores. En un momento inesperado, el sujeto levantó sus manos, y un par de hiedras se levantaron del suelo infértil. Las hiedras se alzaron cual plantas carnívoras y comenzaron a concentrar un hechizo esmeralda sobre sus hojas. Cuando éstas estuvieron lo suficientemente listas para lanzar el hechizo que habían acumulado, Drew envolvió a Gary en su ataque que le hizo perderla concentración; el aura blanquecina que nos rodeaba a todos de pronto desapareció, y entonces me sentí más débil de lo normal.
— ¿Q-qué…? —Vi que mis manos estaban pálidas, y noté que con un pequeño golpe mi vida podría bajar considerablemente.
— ¡Cuidado! —gritó Dawn.
La Novata Índigo se había dado cuenta de que el Mega-Aggron había estado corriendo ferozmente hacia un grupo de jugadores que se habían confiado en que el aura blanquecina de Gary seguiría protegiéndolos.
— ¡No! —Gritó Ruby. Entonces, me di cuenta que entre aquel grupo de jugadores, May estaba entre ellos.
Ruby estaba demasiado lejos de la escena como para poder salvarlos a todos, o por lo menos a May. Sin pensarlo demasiado, le ordené a mi Pikachu su ataque Cola de Hierro. Su rabo comenzó a brillar y me paré sobre éste; entonces, fui lanzado a una velocidad feroz. Lo único que pude alcanzar a notar fue que empujé a May y a unos cuantos jugadores más. El cuerno me atravesó el brazo y éste desapareció, al igual que mi pierna izquierda y parte de mis costillas. Un dolor insoportable se presentó en mí, y a pesar de que yo podía "revivir" dentro el juego, estaba sintiendo un dolor agonizante. Mi vida bajó hasta un 2% a pesar de ser beta, y el Mega-Aggron lanzó otro rugido de rabia.
— ¡Ash! —oí el grito de Dawn
Pero todo pasó muy rápido: Unas enormes plantas aparecieron cual cazadoras alrededor del mega-Aggron. Éstas envolvieron al Pokemon y lo suspendieron en el aire, agarrando cada una de sus extremidades. Entonces, miles de hiedras y plantas venenosas apretujaron más al Mega-Aggron. El ambiente se tornó esmeralda, y el veneno comenzó a suspenderse cual nube en el aire. El Pokemon de Hierro agonizó y poco a poco el 7% restante de su vida fue bajando, hasta que las plantas vivas lo apretujaron por completo, y éste desapareció con una explosión seguida de pixeles.
¡FELICIDADES, EL NIVEL 27 DEL JUEGO HA SIDO DESBLOQUEADO!
Drew había dado el golpe de gracia, pero yo estaba muy débil como para reclamarle; estaba consciente de lo que había hecho, pero no tenía fuerzas. Quería decirle a la gente lo que había hecho.
— ¡El Nuevo Rey ha dado el golpe de gracia! —mencionó uno de los novatos, y de pronto todos comenzaron a alabar al mago como aquella vez en la resurrección del gremio.
— Felicidades —la voz grave e imponente de Lance se dirigió al mago—. Fue hábil de tu parte el amarrarlo con tu magia, Drew.
— ¡Ese es el poder del Nuevo Rey!
— ¡Impresionante!
— ¡Sin duda el gremio Esmeralda resurgirá!
Las voces a lo lejos sólo me hacían cabrear más.
— ¡TÚ! —Entonces, Shigeru se hizo presente en la escena, donde ya todo estaba en un silencio abismal y una luz brillante apareció en el centro de la cueva, sabiendo que era el portal para ir al próximo nivel— ¿Qué es lo que hiciste?
— ¡Ash! —Dawn llegó hasta mi posición, al igual que May, Wallace, Roxanne y Flannery. También el gremio Diamante y Perla había llegado a socorrerme. Ruby fue directo hacia Drew, al igual que Gary.
Varios jugadores entonces notaron que hubo una docena de muertes, si no es que más si yo no hubiese intervenido. Algunos se derrumbaron en sollozos al ver que habían muerto sus compañeros, mientras otros sólo se dedicaban a ver cómo los amigos de los caídos sufrían en silencio.
— ¡¿Qué es lo que hiciste?! —Brendan llegó hasta Drew—. ¿Es que no te diste cuenta de que provocaste esas muertes?
— ¿Qué? ¿De qué hablas? —la voz de Drew tenía un tono sarcástico.
— ¡¿Por qué me atacaste?! —esta vez, la voz de Gary se oía furiosa. Era la primera vez que lo escuchaba de esa manera.
— Lo siento, Shigeru. No te vi.
— Ash… Ash… ¿Estás bien? Tranquilo, Ash —Dawn agarró mi rostro.
— Satoshi, gracias —Haruka llegó también— Ten, esto servirá —la chica me dio una poción que me hizo disminuir un poco el dolor y recuperar mi vida al 100%. Sin embargo, aun carecía de un brazo y una pierna; sabía que iban a tardar un poco en regenerarse.
— ¿Qué no lo viste? Lance… deberías hacer algo al respecto con éste imbécil —le espetó Ruby— Ocasionó una docena de muertes, y hubiesen sido más si Satoshi no intervenía. Ve cómo lo dejó a él.
— Drew me atacó por la espalda —confesó Gary.
— ¿Es cierto? —preguntó Lance, y miró a través de su yelmo de dragón al mago esmeralda, que mantenía la mirada fría y serena.
— Sí, pero ya lo dije: Me he confundido. Entre todos esos molestos Pokemon metal y al gran Aggron, mi hechizo te dio sin intención. Lo lamento, Shigeru.
— Bueno, basta de peleas —Lance entonces se dirigió a todos — Mis queridos compañeros. ¡Hoy… hoy ha sido un día para recordar! ¡Hoy recordaremos a los caídos en la batalla y su valentía! ¡Hoy, gracias a ellos, podremos estar un paso más adelante para pasar PBO! ¡Nunca los olvidaremos!
La gente levantó un puño, al igual que el Dragón Indomable lo hacía, seguido de su desaparición por la luz que lo transportaba al próximo nivel. Poco a poco, la gente fue desapareciendo por ahí, no sin antes recibir sus premios por haber vencido al jefe.
— Tal vez seas el jefe, pero no voy a permitir que lastimes a mis compañeros —mencionó Ruby, y estuvo a punto de agarrar una flecha. May llegó hasta él, y lo detuvo agarrándolo de su hombrera esmeralda.
— No, Brendan —dijo mientras le lanzaba una mirada gélida al peli-verde— No vale la pena.
— Sí… así es como se debe respetar a su líder —sonrió Drew— Ya lo saben; si no les gusta, pueden largarse del gremio.
No recuerdo cuando perdí la consciencia. Al despertar, mi respiración se agitó un tanto. Pero ya no me encontraba en aquella cueva oscura y fría, sino que estaba en las estancias de mi habitación. Una corriente de aire fresco me llegaba desde las puertas abiertas de la terraza, donde Gary, Brendan y May se encontraban conversando. La luz de la noche inundó la habitación, y entonces noté que mi pierna izquierda se había regenerado, mas no mi brazo izquierdo. Estaba envuelto en una túnica esmeralda, y noté que al lado de la barra sana de mi vida, una señal de alerta aparecía en señal de que aun estaba débil y con una extremidad faltante.
Quise que Dawn estuviera a mi lado, pero entonces recordé que ella tenía un gremio, tenía miembros a los cuales cuidar, y tenía una responsabilidad que asumir. Me paré de la cama y fui hacia ellos, que no se dieron cuenta de que me había despertado.
—…no creo que sea la mejor opción, May —respondía Brendan, mientras miraba hacia el pueblo esmeralda que le brindaba el paisaje.
— Pero… —replicaba la castaña.
— Haruka, aceptémoslo. Los tres nos hemos querido ir desde hace mucho tiempo. Nadie más soporta el estar en este gremio.
— ¡Pues hagan lo que quieran! —el súbito grito de May me impresionó— ¡Yo seguiré esperándolo hasta que regrese! No abandonaré el gremio… No lo haré, por mi hermano.
Y cuando se volteó, se llevó un leve susto al ver que yo estaba escuchándolos. La chica me miró con lágrimas en los ojos, y poco después me dedicó una sonrisa acompañada de tristeza; sé que quiso agradecerme nuevamente por salvarle la vida, pero estaba tan confundida que se ahogó en sus palabras y abandonó la habitación con un azote por parte de la puerta.
— ¿Cómo te sientes, Destello? —preguntó inesperadamente Brendan, sin voltear a verme. Gary también estaba contemplando el paisaje. Ambos no voltearon a mirarme.
— Hay algo que me inquieta de ustedes dos —dije, ignorando la pregunta de Ruby—… ¿Por qué? ¿Por qué siguen en este gremio? Masato no es su hermano; sé que ustedes no esperarían a su regreso. Mejor dicho… ¿por qué se unieron a este gremio en primer lugar?
— Satoshi —noté una sonrisa oculta en el rostro de Brendan, a pesar de que éste estaba de espaldas— Sé que alguien finalmente nos preguntaría eso. Y ese debiste de ser tú, Satoshi. El chico que arruinó el Torneo Esmeralda.
— ¿Por qué se unieron a este gremio? ¿Por qué siguen aquí? ¿Cuál es su propósito? —repetí desesperadamente.
— Te lo contaremos si nos cuentas tus verdaderas intenciones —respondió Gary con un tono misterioso.
— ¿Qué?
— Sabes bien de lo que hablamos —Brendan finalmente volteó a verme con esos ojos esmeraldas.
— ¿Crees que somos estúpidos como para pensar que te uniste así sin más? —Cuestionó el castaño— Mejor dicho… ¿por qué desapareciste todo este tiempo? ¿Por qué atacaste al torneo?
Aquellas preguntas dieron justo al clavo. Ellos dos no eran estúpidos, y si yo quería obtener respuestas, debía dar respuestas. Entonces, recordé que Citron quería a Gary en la UEO. Tal vez Brendan podría escuchar acerca de esto, pero más valdría a dos miembros poderosos que sólo a uno.
— De acuerdo —suspiré— Ustedes primero, y al final les contaré todo.
— ¿Todo? —repitió Brendan.
Asentí.
— De acuerdo —dijo el del gorra albina, y pronto comenzó con su propósito— Yo, como sabrás, soy un beta. Desde aquella versión he querido volverme fuerte, y lo he estado haciendo. Sin embargo, un día escuché un rumor: Se cuenta que para ser el mejor arquero de todo PBO, se tiene que poseer el Arco de Luz.
— ¿Arco de Luz?
— Sí, es el arco más poderoso de todos. Se dice que cuando se lanza una flecha de luz, ésta puede ser dirigida por ti, además de que pueda viajar a la velocidad de la luz, dividirse en cuantas flechas se quieran, y atravesar todo tipo de material. Una sola flecha de luz bastaría para asesinar a un jefe de nivel primerizo. Como sea, cuando escuché aquel rumor, me propuse la meta de obtenerlo. ¿Y cómo lo haría? Simple. Cuando escuché del Torneo Esmeralda, pensé que el gremio de Masato iba a servir como un escudo. Mientras el gremio incrementaba de fuerza, reputación y pasaba los niveles de PBO, yo también lo haría. Me volvería más poderoso, y al final, estaría a la altura para poder vencer al Pokemon que posee el arco de luz. Sí… debes luchar contra un Pokemon para poder conseguirlo, pero para ello debes de ser un jugador de un nivel sumamente alto y de bastante experiencia. Aun no estoy a las expectativas, a pesar de que me considero fuerte. Cuando me di cuenta de que me equivoqué sobre lo que pensaba del gremio, y éste comenzó a irse a la ruina y al olvido, quise irme inmediatamente.
— ¿Y por qué no lo hiciste?
— Por May —confesó— Ella… ella y yo nos conocíamos en el instituto. Éramos amigos desde antes, y ahora no puedo permitirme el abandonarla dentro de un juego tan peligroso como éste, con jugadores tan mierderos como Drew. Si ella no abandona el gremio porque tiene las esperanzas de que Masato regrese, yo tampoco lo haré.
— ¿Y entonces qué harás con el Arco de Luz? ¿Ya no te interesa?
— Sí, pero me tardará más tiempo el conseguirlo.
— Bueno… —dije finalmente. Tenía sentido lo que decía. Ahora era turno de él… del chico que conocía desde mi pueblo natal— ¿Y tú?
— Ash… sé que nos conocemos desde hace mucho. Recuerdo cuando tu madre y mi abuelo se juntaban y platicaban, pero a decir verdad nunca nos dirigimos nosotros la palabra ¿cierto? Bueno, creo saber entonces que sabes un poco de mi abuelo. Él fue uno de los creadores del juego, y antes de que fuese asesinado… dijo que nos volveríamos a ver en el juego. Sé que él está aquí, en algún lugar. Así como May, yo tengo esperanzas de que Oak esté dentro del juego, por muy mínimas que estas esperanzas sean. Las noticias dicen que Ciprés, uno de sus colegas, lo mató… pero no creo eso. Ni siquiera creo que esté muerto. Él… él me dijo que estaría aquí. Tiene que estar aquí. Quiero explicaciones.
— ¿Y entonces por qué te uniste a este gremio?
— El Torneo Esmeralda era una oportunidad para llamar la atención de todos. Quería que mi abuelo me viera desde algún lado, para que supiera que estaba dentro del juego. Quería que él me viera. Al principio sólo quería encontrarlo, ya que quería ver si en verdad estaba vivo; pero después del anuncio mortal, ahora lo quiero encontrar para decirle que saque a todos de aquí. Sé que él no fue el del anuncio, y espero no equivocarme. Al no obtener respuesta de mi abuelo, quise abandonar el gremio, pero comencé a sospechar de Masato. Empecé a notar que el sujeto desaparecía, hablaba a solas en su habitación e incluso se veía asustado. No me costó trabajo concluir que él era uno de los sujetos que mataban a los jugadores novatos. Era obvio. Me quedé en el gremio para poder averiguar más sobre él, y en un par de ocasiones pude seguirlo hasta descubrir que trabajaba para un gremio… el Gremio Rocket.
— Un momento… —dije confundido— ¿Ósea que tú ya lo sabías? ¿Ya sabías del gremio antes de que Masato se los confesara?
— Ya —dijo con frialdad—. Ambos lo sabíamos, pero no queríamos asustar a May. Después de la confesión y desaparición de Masato, y del supuesto liderazgo de Drew, quise abandonar el gremio.
— ¿Y por qué no lo hiciste?
— Porque llegaste tú. Sé que ocultas algo y quiero saber qué es. Sé que tú también formabas parte del Gremio Rocket; lo oí de Masato cuando hablaba con un sujeto extraño. Y supongo que al huir del Gremio Rocket, era obvio que desapareciste, para que no te encontraran. Pero lo que no entiendo, es por qué te uniste a este gremio. ¿Qué es lo que pretendes, Ash? Sé que hay algo que traes entre manos, y queremos saber qué es.
— ¿Estás seguro?
— Sí… ambos los estamos —Gary se volteó, y miró a Brendan con un asentimiento de cabeza.
— De acuerdo… —dije mientras comenzaba a contarles desde la desaparición de mi madre, hasta la misión actual que Ciprés me había enmendado.
¿?
La moneda brillaba suspendida en el aire, y su brillo atisbaba una sonrisa leve en mí. Ojalá aquel brillo fuese la respuesta a todos mis problemas; ojalá aquella moneda no cayera a la fuente que estaba frente a mí, con sus chorros de agua espontáneos y apacibles.
La moneda cayó, y se hundió junto con las demás monedas que habían estado ahí desde hace ya vario tiempo. Se supone que debía de pedir un deseo, pero no lo hice. No pensé en nada; sólo pensé en May. ¿Cómo estará? ¿Estará viva? ¿Qué estará haciendo? ¿Qué…?
— Vaya, vaya, vaya… —una voz me sorprendió. El sujeto ya estaba mi lado, sentado en la orilla de la fuente, con una pokemoneda también en la mano—. ¿Y ese cambio de apariencia repentino?
— No digas nada —le espeté. El sujeto era más alto ahora; o mejor dicho, yo era más bajo y con una cara más inocente.
— Bueno, como usted ordene —bufó sarcásticamente— Como sea, ¿qué es lo que quieres saber? No tengo mucho tiempo.
— ¿Cómo está May?
— Oh, ella —miró hacia las personas que iban y venían por la pequeña plaza nocturna. La plaza no estaba muy poblada, y los únicos sonidos eran conversaciones lejanas y los chapoteos de la fuente.
— Ella está bien. A salvo, aunque furiosa porque no me quiere.
— Bueno, tendrás que mantenerla a tu lado. Eso es lo que prometimos.
— Tranquilo; yo siempre cumplo mis promesas —el sujeto sonrió. Su túnica dejó al descubierto parte de su rostro—. Inclusive para mayor protección el Destello Eléctrico es parte de nuestro gremio.
— ¿Qué?
— Lo que oyes, si no te gusta…
— No, está bien —interrumpí— Ahora lo único importante es que mi hermana esté a salvo. Es lo único que pido.
— Ella lo estará; pero ¿qué hay de ti?
— No lo sé —dije mientras una pequeña capucha de lana negra cubría mi pálido rostro, mientras acariciaba el mango de mi espada esmeralda, que pesaba— Vagar hasta el fin de los días de PBO, escuchando rumores de cómo la Maga Esmeralda sigue viva y triunfa en las mazmorras.
— Y serán uno de los tantos rumores verdaderos del Gremio Esmeralda —confesó— Pronto mi gremio se volverá fuerte y poderoso. Pronto habrá alguien que gobierne a todo un entero gremio.
— Espero que sea así, siempre y cuando May esté bien. Pero te advierto, no será fácil el gobernar el gre…
— Sí, ya te lo dije. Bueno, Espadachín Esmeralda, no tengo mucho tiempo. Si se dan cuente de que el Nuevo Rey está con un mocoso misterioso llamado Masato, estaré en problemas. Hasta siempre, y no vuelvas a buscarme —el sujeto lanzó su moneda a la fuente, y quise saber lo que deseaba, pero su sonrisa me indicó que era obvio lo que quería— Oh, y gracias por todo.
En un abrir y cerrar de ojos desapareció. Ahora sólo quedaba yo y la última moneda en el bolsillo de mi túnica. La palpé con la yema de mis dedos y entonces la comencé a contemplar entre la palma de mi mano. Pasaron varios minutos en los que perdí mi mirada en el brillo misterioso de la moneda. Suspiré.
La lancé al aire y ésta cayó en la fuente salpicando levemente mis ropajes de lana desgastados y humildes.
— Ojalá todos los deseos se hicieran realidad —me confesé a mí mismo.
— Y vaya que el mío se ha cumplido —una voz apareció súbitamente a mi costado.
Volteé y vi a una chica de tez aceitunada de cabellos púrpuras. Pero había otra persona: otra que había mencionado lo ya anterior, y su voz se me hizo tan conocida, que me sorprendí no solo por ello, sino porque era una chica que tenía sin duda mucho odio hacia mí.
No hubo tiempo para reaccionar. Uno de sus puños aurales anaranjados me hicieron perder la consciencia. Lo último que recordé fue que no debía de haberle quitado a su Togepi el día del torneo, y tal vez me hubiese pegado con menos rabia en sus puños.
Y como mi nivel de crueldad ha bajado en su totalidad, el próximo capítulo narraré qué rayos ha pasado con Misty y Brock. ¿Por qué hizo eso Misty? ¿Qué pasó con Iris? ¿Dónde rayos está Brock y qué está haciendo? ¿Drew y Max habían arreglado eso antes? ¿Gary y Brendan se unirán a la UEO? ¿Oak está en realidad vivo o sólo le dijo eso a su nieto para que no se preocupara? ¿Y qué rayos pasa con Red y Yellow? Bueno, todas esas preguntas serán respondidas!... a su tiempo xD Nos leemos hasta la próxima semana, ya que el viernes no podrá actualizar. Adiós futuros editores de fics C:
Próximo capítulo: La secuestradora y el aprendiz
