Capítulo 47: "El octavo campeón, Red - parte 2"
Ash se presentó frente a los Campeones con una sonrisa casual.
Pudo ver a los 7 reunidos.
Conocía a todos, y se alegró que salvo Lance, todos parecían no haber cambiado mucho.
Especialmente Cynthia y Diantha, cuyas bellezas seguían tan radiantes como siempre. Pero también había una joven belleza, entre ellas.
Una chica de largo cabello morado, usando un colorido y femenino vestido de princesa.
Iris.
El azabache quedó pasmado durante un segundo, antes de colocar su mano en su barbilla.
"No se ve mal… ¿Quién diría que Iris se vería tan bien con un vestido así?, Como pensaba, la ropa hace al hombre, ¿no?"
Tan pronto el joven pensó aquello, Iris se crispó como nunca antes.
Pero ella misma ni siquiera sabía con quién enojarse, por lo que, en su mente, se prometió en darle una lección a Cilan, más tarde, siendo la única persona que haría algún mal comentario a ella, en la actualidad.
El pobre peliverde, en cierto lugar, se estremeció, pero no tenía ninguna idea de qué diablos pasaba.
Regresando con Iris.
La chica frunció el ceño, viendo fijamente al joven y su Pikachu.
También se fijó en el Charizard a espaldas de ellos.
Parecidos.
Demasiado parecidos.
¡Red y Ash eran casi la misma persona!.
Pero…
"Ash no tenía un aura tan intimidante y opresiva… además, era enano y aunque era algo guapo, no hay manera que se convirtiera en este sexy bombón de ojos rojos… ¡Espera!, ¡¿En qué diablos piensas Iris?!"
Los ojos de la morena vagaron por todas partes, mientras la chica se ponía nerviosa, intentando que su mirada no vaya al joven frente a ella.
"A-Ash es más genial… ¡L-La apariencia no lo es todo, Iris!… A-Aunque esos ojos fríos y arrogantes son… ¡No!, ¡No son nada!"
Amonestándose a sí misma, la chica se retorció en su asiento, ajena a todo lo que pasaba a su alrededor.
Naturalmente, no notó como el azabache frunció el ceño, sintiendo una extraña sensación de ira, hacia la pelimorado.
Pero dejando al par de jóvenes, que tenían sus respectivos sentimientos.
El resto de campeones fruncieron el ceño, y se levantaron, enfrentado de frente la presión ejercida por Red, los 6 experimentados campeones ejercieron su propia presión.
Ellos eran Campeones.
Son la máxima autoridad de sus regiones, los bastiones que mantienen el orden y protegen su región.
Ellos no serían temerosos, ni se esconderían de la presión de Red.
Porque para ellos, él es solo otro entrenador.
Poco saben, que la presión actual de Ash, no es más que un pequeño fragmento, de la verdadera extensión de lo que Ash mismo es.
La presión, de los verdaderamente fuertes.
Pero en su ignorancia, tomaron seriamente el desafío de Ash.
El desafió de Red.
Lance se adelantó y miró a Ash con una sonrisa decidida.
- Veo que finalmente te presentas… eres el octavo vip, aunque no es necesario que aparezcas en todas las actividades que tendremos, recuerda que necesitas al menos, registrar tu equipo – (comentó el pelirrojo, al mismo tiempo que el azabache bufaba)
- Recuerda que vine a jugar aquí por petición tuya… no inviertas los roles, Lance – (comentó el azabache, mirando a todo el mundo con una mirada desinteresada) – Lo mismo va para el resto, vine aquí aceptando el desafío que Lance prometió, pero jamás acepté ser monitoreado, ni controlado por ustedes… dejaré pasar su soberbia esta vez, pero no habrá otra, "comando central" o lo que sea, no vuelvan a intentar hacer eso, jamás –
Naturalmente, todos fruncieron el ceño ante las palabras del joven.
- Entonces, ¿Dices que nosotros no seremos capaces siquiera, de mantenerte a raya, y dejaremos corras libre en Edén? – (preguntó Wallace, frunciendo el ceño)
- No dañaré, ni interferiré en su torneo… acepté participar, así que seguiré las reglas, pero, eso no quiere decir que tenga alguna necesidad de seguir sus "ordenes", Wallace – (comentó el joven, mirando fijamente al peliceleste, que frunció el ceño molesto)
- ¡Tú…! –
Wallace gruñó y sacó una pokeball, pero fue detenido por Cynthia que se acercó al joven imponiéndose.
- Suenas cómo si el desafío de nosotros no fuera digno… ¿Pero tienes siquiera derecho a decir eso?, ¿Puede que seas fuerte, pero realmente crees ser más fuerte que nosotros?, Desde mi punto de vista, todo lo que haces es actuar engreídamente, mientras te ocultas de todos, como si tuvieras miedo de algo – (comentó Cynthia, haciendo que el joven bufara divertido)
- He visto y luchado contra los verdaderamente fuertes, Cynthia, es por eso que puedo decir esto con calma… soy fuerte… en cuanto a su propio nivel, eso algo que solo entenderán, una vez que el combate empiece – (respondió Ash, mirando tranquilamente a la mujer rubia que frunció el ceño)
En los ojos de Ash/Red, podían ver el desprecio.
Desprecio propio de los más fuertes, a los más débiles.
Cynthia no respondió nada en lo absoluto, pero sus ojos estaban ardiendo en deseos de batalla. Era una mirada fría y poderosa, que fue igualmente respondida, por la mirada ardiente y opresiva del azabache.
La expresión del resto de Campeones se distorsionó.
Desde Mirto y Wallace, hasta Diantha y Steven, todos en la sala estaban molestas.
Incluso Iris, se despertó de su ensueño, para mirar al joven con desprecio.
- Hablas mucho, mocoso, ¿Qué tal si peleamos ahora, antes que el torneo empiece? – (gruñó Mirto, mirando fijamente al joven)
- Alto Mirto, yo me encargaré del mocoso engreído – (gruñó Wallace)
- Un momento, ustedes, deben esperar hasta el torneo – (murmuró Diantha, siendo la voz de la razón)
Toda la habitación se llenó de un aire tenso, tensión que se mantuvo, hasta que el mismo Lance la eliminó.
- Sin embargo, todavía aceptaste el desafió… actúas con arrogancia, pero un hombre arrogante no habría eliminado el Team Rocket por un capricho, Red… ¿Qué te hiso aceptar, en ese caso? – (preguntó Lance, sorprendiendo a todo el mundo, mientras mantenía una tranquila expresión)
Lo cierto, es que salvo el propio Ash, solo Lance estaba en calma ante las palabras del joven.
Porque él lo sabía.
Porque él lo experimentó de primera mano.
El poder de Red.
La verdadera fuerza de Red.
Pero también entendió que el joven, no buscaba realmente ganarse un nombre, viniendo a retar a los campeones, hoy presentes, ni se hubiese presentado al torneo, por una razón tan infantil.
De hecho, él mismo estaba intrigado.
¿Qué hizo que Red aceptara su reto?.
La mirada y pregunta del pelirrojo, realmente sorprendieron al joven, qué no esperó mucho del grupo de campeones, para empezar. Los otros campeones, también miraron al pelirrojo con interés, antes de girarse al joven.
Ash miró fijamente a Lance, sonriendo irónicamente, cuando recordó que el campeón mismo, en su juventud, estuvo jugando a los espías secretos, infiltrándose en cuanta organización clandestina estuviera activa en Kanto, o cerca de la región.
Entonces, su mirada se volvió seria, al mismo tiempo que su presión aumentó inconscientemente.
- ¿Se los dirás? – (preguntó Pikachu mirando curioso a su entrenador)
El joven acarició a su pokemon.
Y cerró los ojos.
"¿Serán capaces de continuar el Torneo, si son conscientes de los que les espera?, ¿Sabiendo que pondrán a decenas de personas en peligro?"
No hay manera.
Porque son campeones.
Serán frívolos, no serán todos serios y duros como Lance, pero todos, sin ninguna excepción, son personas responsables de su deber.
Su título no está para solo ser mostrado.
"Pero si eso ocurre, nada podrá controlar lo que pasará más adelante"
Greed todavía existe, Shadow Gear todavía está rondando por ahí.
Es probable que incluyo ya estén en Edén, ahora que ha abierto sus puertas.
La situación actual, no le permitía ni hablar, ni responder adecuadamente, incluso a aquellos que eran cercanos a él, incluso si ellos eran posibles objetivos de sus enemigos…
Además…
El azabache miró fijamente a Iris, que saltó ligeramente con nerviosismo y un ligero sonrojo.
"¿Puede Iris soportar ese peso?"
El joven suspiró, y miró fijamente los campeones.
Entonces, sonrió.
Una sonrisa arrogante, una sonrisa de un retador.
Y su presión explotó.
- Pensé que era una buena oportunidad, una oportunidad perfecta de hecho… hasta la fecha, todos ustedes han hecho un espectáculo con lo que pasó con el Team Rocket… llamándome héroe o farsante, dependiendo de lo que diablos quisieran de mí, Lance me buscó por lo que hice, Unión tomó lo que hice y se lo adjudicó… el mundo hizo de mí una leyenda, creando exageradas historias respecto a mí… pero, realmente… ¿Qué diablos tiene que ver eso conmigo? –
Ash sonrió burlonamente, mirando desinteresando a las 7 personas reunidas, quienes colocaban una mirada confundida.
El joven negó con la cabeza y volvió a hablar.
- Honestamente, no tenía nada contra el Team Rocket… nuestros caminos se toparon por coincidencia, pero en medio de eso, mientras buscaba lo que realmente quería, ellos no dejaron de meterse en mi camino… apuntando sus ojos y oscuras intenciones hacia los mios… fue por eso que los aplasté… solo eso, nada más –
El joven tenía una mirada llena de ridículo, no hacia los campeones, ni a nadie, salvo a sí mismo.
Pero luego miró a los campeones con seriedad.
- Desde el momento que el Team Rocket decidió ir contra mí, ya habían perdido… no estoy siendo arrogante, sino que soy serio al respecto… eso se debe a que soy fuerte… porque conozco el campo de batalla en el que solo los "más fuertes", son dignos de entrar, que no había oportunidad, no había posibilidad… la caída del Team Rocket, no fue un logro, fue solo un resultado natural… nada más –
Las miradas de los campeones se estrecharon, fruncieron el ceño, molestos, ante la arrogancia del joven, que miraba a todos ellos, como si no fuesen nada.
Ante eso el joven bufó y se acercó a los campeones, con un paso firme y decidido.
Decenas de fragmentos de su vida pasaron en la mente del joven.
Su vida como guardián, su conversión en Red, su viaje, sus encuentros, las batallas y los rostros de quienes él considera su actual familia. Todas esas escenas aparecieron en su cabeza, aumentando su presión a medida que los pasos seguían.
Inconscientemente, los emblemas en su espada brillaron tenuemente.
Y sus ojos brillaron.
El joven se plantó frente a las 7 figuras más importantes de distintas regiones, los miró fijamente y exclamó con confianza.
- ¡Soy Red!, ¡El hombre que cambiará este podrido mundo! –
Esa es su promesa.
Su promesa, ante aquellos que ama y aquellos que lo esperan.
Una presión absoluta, suprimió a los 7 campeones, que tragaron en seco, a medida que el joven se acercó a ellos.
Era una presión que ninguno de ellos había sentido.
Era sofocante.
Era la voluntad de un hombre entre los hombres, aquel capaz de dar su vida, y más allá, por el bien de aquellos a su espalda.
Ese era Red.
- Todavía existen idiotas por el mundo, que no entienden su lugar… entonces, usaré el torneo, para dar un mensaje… yo soy real, y yo, no dejaré pasar por alto sus estupideces –
El murmulló del azabache, dejó sin palabras a los campeones.
Lance apretó los dientes, y se enfrentó a la presión, mientras sudor frío bajaba por su frente.
- ¿Qué esperas hacer en el torneo? – (preguntó el pelirrojo, frunciendo el ceño)
- ¿Qué crees que haré, Lance?… Voy a ganar –
Las palabras del joven, hicieron que todos los presentes apretaran los dientes con frustración.
El joven miró a los campeones, y con un bufido, liberó su presión.
Fue como si un títere perdiera sus cuerdas.
Eso fue lo que sintieron los 7 campeones, al dejar de sentir la presión que el joven extendió a ellos. Cayendo pesadamente sobre sus asientos, mientras respiraban agitadamente, y las gotas de sudor caían por sus frentes.
Iris era la que peor estaba entre los 7, respirando entrecortadamente, mientras se aferraba a la mesa.
Su mirada estaba teñida de temor, ante el joven, que miró fijamente a la pelimorado.
El joven se dio media vuelta, dándole la espalda a los jóvenes.
Y suspiró pesadamente, sin hacer ruido alguno.
Frunció el ceño, y luego volvió a hablar.
- El torneo no será tan simple como creen, sombras están acechando en este torneo… si quieren un consejo, si creen estar en peligro, por cualquier razón que sea… defiéndanse y vayan con todo, no les den a nadie la espalda –
Las misteriosas y auspiciosas palabras del joven, alertaron a todos los campeones, que se levantaron apresuradamente, mientras el joven se acercaba a la ventana, al lado de su Charizard.
- ¡Espera! – (gritaron todos los campeones al unísono)
El azabache se detuvo, con un pie sobre la ventana, y miró a los campeones.
Lance se adelantó y miró con ira al joven.
- ¡Explícate!, ¡¿Qué diablos significa eso?! – (gritó Lance, mirando furiosamente al joven)
- Creo que he sido muy claro… una amenaza se acerca a Edén, y ustedes y el resto del mundo está involucrado en este problema… haré lo que pueda para resolver la situación, pero quiero que ustedes estén atentos, no confíen en nadie – (comentó el azabache, dando un salto y llegando sobre su pokemon)
El joven se elevó en su pokemon, mientras los campeones corrieron para verlo elevarse desde la ventana.
Ahí, el joven miró a cada uno, con una mirada solemne.
- Nos veremos cuando el Torneo inicie oficialmente, campeones –
Y con esas palabras, el torbellino de fuego envolvió al joven y el pokemon.
Desapareciendo del lugar, mientras solo los rastros de llamas caían frente a los 7 únicos testigos, que fruncieron el ceño y maldijeron, al joven que desapareció tan pronto como llegó.
Aurora volvió a entrar en pánico y volvió a buscar al joven, sin mucho resultado.
Varios minutos pasaron, pero la IA no encontró rastro del joven, por mucho que tratase de buscarlo.
Alejados de ahí.
Recostado sobre una banca, el azabache miraba el cielo nocturno, acompañado por todos sus pokemon, quienes salieron de su pokeball, al llamado de Pikachu.
Todos miraban al joven con preocupación.
Charizard miraba de soslayo a su entrenador, aspirando un gran bocado de aire, que al instante soltaba.
Pikachu se paró a un lado del joven, palmeando la cabeza del cabizbajo joven.
- No era necesario usar esa presión con ellos, lo sabes, ¿no? – (comentó el pokemon amarillo)
- …Solo así, se tomarán en serio la advertencia – (murmuró el joven, mirando el cielo, distraídamente)
- Pudiste solo contarles sobre Shadow Gear y Greed – (comentó Charizard, gruñendo mientras miraba al joven)
- Imposible, ellos son campeones, pueden llamarse a sí mismos "anfitriones" de Edén y el torneo… pero su deber sigue siendo con la gente, no dudo que cancelarán el torneo, tan pronto sepan lo que se acerca… si hay un momento para explicarlo todo… todavía, no es el momento – (murmuró el joven)
Los pokemon cayeron en silencio, mientras el joven miró a la brillante luna en el cielo, fijamente.
- ¿Soy siquiera distinto de los bastardos de Shadow Gear?, Expongo a gente inocente a un peligro inminente, y espero ingenuamente resolverlo todo – (Se preguntó el joven, frunciendo el ceño)
- Greed es una bomba de tiempo, ahora es el mejor momento para darle fin… y ni siquiera debemos empezar a hablar de Shadow Gear, has hecho todo lo has podido hacer, incluso llamaste a todos tus aliados, para inclinar, aunque sea un poco, tus posibilidades en este caótico campo de batalla – (respondió Lucario, mirando seriamente al azabache)
- Claro… solo tuve que traer a quienes quiero a la batalla… soy un ejemplo de héroe, ¿no? – (gruñó el joven, frunciendo el ceño)
Todos los pokemon del joven miraron preocupados al azabache.
Pikachu dio un salto y llego al hombro del joven, mirándolo fijamente.
- Pensé que ya sabías, y habías aceptado todo… ¿Qué es lo que te atormenta, Ash? – (preguntó el pokemon, haciendo fruncir el ceño al azabache)
Luego el azabache suspiró frustrado.
- …Iris tenía miedo de mí… tenía miedo de lo que soy – (gruñó el joven, mirando sus manos, las cuales apretó fuertemente) – Siquiera… ¿Llegará el día, en que pueda volver a ser alguien normal y corriente… otra vez? –
- ¿Es malo ser distinto de antes? – (preguntó Pikachu)
- …Lo es, si solo trae miedo a la gente que me importa – (susurró el azabache)
Todos los presentes quedaron en silencio, cayendo en silencio.
Los pokemon miraron preocupados al azabache, que cerró los ojos y comenzó a pensar en el pasado.
Su pasado como Ash Ketchum, antes de todo.
Estaba tan inmerso en estos, que ni siquiera noto a la figura que se le acercó, cargando caja de cerveza en su mano.
Pikachu y el resto miraron a la figura sorprendidos, mientras rápidamente se alejaron, dándole espacio a la figura, para llegar a un lado del azabache.
Viendo el semblante del joven, la figura abrió una lata de cerveza.
Y se la vertió en la cabeza.
Naturalmente, el joven volvió a la realidad y gritó molesto.
- ¡¿Pero qué diablos?! –
Molesto, el joven se giró a ver a la persona responsable.
Pero quedó pasmado al verlo.
- Hey, mocoso… ¿Quién diablos te enseñó a tener una cara tan lamentable?, ¿Qué?, ¿Fuiste rechazado o perdiste una liga más a la larga lista que tienes?, ¿O es que Emy finalmente se olvidó de ti? –
La figura sonrió salvajemente, mirando al joven con una sonrisa descarada.
La figura, un hombre peliplateado, con una barba descuidada, en un musculoso y fornido cuerpo, que era alto, incluso entre los hombres más fuertes.
Un imperioso, imponente y jodido hombre.
Steel.
- Hey, mocoso, si tienes tiempo para lamentarte, por estupideces al azar, ¿Qué tal compartir una cerveza con tu maestro?, ¿No eres ya un adulto? – (comentó el peliplateado sonriendo descaradamente)
.
..
…
Blue caminaba malhumorada por las calles de Edén.
La castaña gruñía mientras recordaba molesta, como cada una de sus "amigas", descaradamente planearon en su cara, arrebatarle su novio, cuyo paradero era desconocido, pese a que, ¡Debería haber llegado hace varias horas!.
Pero no, el joven, en su lugar decidió hacer otras cosas.
- A mí no me engañas, Ash… he visto demasiadas veces tu "vuelo", como para no notar cuando tú y Charizard juegan por ahí… - (susurró la castaña, pisando fuertemente)
Ella sabía que Ryota sabía algo, después de todo, por alguna razón, el peliblanco salió corriendo, tan pronto, como el espectáculo de los haces de luz comenzó.
Pero poco después, regresó con una mala cara, ignorando a todo el mundo, incluso a White.
No importa cuántas veces interrogó al peliblanco, él nunca habló.
Eso, sumado a las decenas de señales que viene viendo desde hace una hora, hiso que la chica finalmente no soportara más, y saliera en búsqueda del azabache.
- Sí esta con una mujer, será mejor que se prepare… - (gruñó Blue, apretando fuertemente los dientes)
La chica se abrió paso hábilmente, entre los diferentes grupos de personas, mientras observaba la cara de cada persona en su camino. No, para ser exacto, solo le preocupaban los grupos, conformados por algún chico de cabello oscuro y alguna chica.
Sus dotes como ex caza recompensas, eran usadas de una forma estúpida.
- Ese no, ese tampoco, ni ese… y ese, espera, ese ni siquiera es hombre… -
¡La paranoia de la chica, la hizo incluso confundir al azabache con chicas!.
Naturalmente, Blue caminando sola, atrajo la atención de cada chico, que se sintió atraído por la atractiva chica, pero la furia en los ojos de la chica, era capaz de ahuyentar a cada chico que, ingenuamente intentaron hablar con la joven.
- Tsk, una pareja por ahí, otra por allá, hay parejas en todos lado… al diablo, todas las parejas deberían irse al infierno juntos… - (murmuró Blue, gruñó la joven con una sed de sangre cada vez más fuerte)
Era sorprendente hipócrita.
La chica continuó caminando inconsciente de su entorno.
Estaba tan concentrada en sus propios problemas, que no notó como el ambiente a su alrededor cambió.
Los peatones estaban paralizados, independientes del género o la edad, hipnotizados por la escena frente a ellos. No fue un poder sobrenatural o el aura lo que causo esto… al menos, no exactamente.
La fuente de este extraño fenómeno, fue la aparición de otra chica, que se caminaba contrario a Blue, abriendo a la multitud, como si fuese la descendiente directa de Moises.
Con una belleza sin igual, casi fantasiosa, una hermosa chica peliplateada caminaba, al igual que Blue, enfrascada en sus propios problemas y pensamientos, ignorante de lo que le rodeaba, especialmente, las apasionadas miradas de los hombres… y algunas mujeres.
Blue y la chica caminaron una contra la otra.
- Maldita sea, ¿En dónde se encuentra ese idiota?, ocultando su presencia y no dejando mostrar su aura… incluso papá desapareció, y no contesta las llamadas… ¿Qué rayos les pasa a ambos?, Sin contar, que no sé dónde se encuentra el local de ellos – (murmuró la chica, la cual vestía un curioso traje azul celeste, el cual estaba pegado a su figura, ocultándola ligeramente tras una capa) – Además, Ash tampoco me respondió por esa chica… mmm… qué debería hacer… -
- Sí, eso debería hacer… primero atraparé a Red con las manos en la masa, usando la culpa, lo hago bajar la guardia, luego lo drogo hasta que no sea más que un lobo hambriento con afrodisiaco, y al final… aseguro el trato… y lo obligo a asumir la responsabilidad - (murmuraba Blue, mostrando una siniestra sonrisa)
- Haah… ¿Tendré que usar la técnicas que me enseñó papá?, Pero la chica es inocente… bueno, fue tras un hombre casado, no es inocente – (susurró la peliplateada, hinchando sus mejillas inflando sus mejillas)
- P-Pero… ¿Y si todavía dice que no quiere estar conmigo?, ¿Qué debería hacer? – (murmuró Blue, con un aura depresiva en ella)
Ambas chicas comenzaron a murmurar incoherencias, respecto a un idiota de pelo azabache, ignorantes del próximo choque.
- ¡¿Dónde está ese idiota?! – (gritaron ambas chicas, antes de chocar la una con la otra)
- ¡Kyaahh!/¡Aww, duele! –
El choque hizo que ambas perdieran el equilibrio, cayendo de trasero, mientras un ligero dolor de cabeza las aquejaba.
También, hubo una ligera diferencia de feminidad en el grito.
Pero nadie con dos dedos de listo, diría quién hizo esos gritos.
Ambas chicas, una ex caza recompensas y una guardián activa, se miraron bruscamente la una a la otra, mientras reaccionaban de distinta manera.
- Eso dolió… ¡Oye, ve por dónde caminas!, ¡Tú…! – (gritó una molesta Blue, mientras miraba con furia a la chica, pero quedado perpleja al mirarla)
- Lo siento, estaba pensando en otras cosas – (respondió la chica, apenándose ligeramente por su descuido)
La chica frente a Blue, dejó ver un hermoso rostro femenino, con una piel increíblemente tersa y brillante, con unos ojos tan azules como el mar mismo, no solo eran las proporciones de su rostro, sino que incluso su expresión preocupada era bastante atrayente y cautivador.
Pero lo más sorprendente, era aquel hermoso y largo cabello plateado, que parecía brillar por sí solo.
Blue se estremeció ante la apariencia, casi noble o divina de la chica.
Además, no ayudaba que, a pesar de que la capa que cubría en parte su cuerpo, Blue estaba segura, que la chica podría fácilmente competir contra Sabrina o ella misma, hasta el punto que, compararla con cualquier chica del grupo, sería hasta una burla.
Era una belleza absoluta.
Blue, al verla, aunque jamás lo admitiría, se sintió ligeramente inferior y un creciente sentimiento de amenaza la invadió.
- ¿E-Eh?... y-ya veo, no hay problema – (comentó la castaña, mientras trataba de evitar la intensa mirada de la chica, quién seguía preocupada por la castaña)
En su interior, la chica maldijo a los cielos.
"Oye, Arceus, sé que soy una belleza capaz de opacar incluso a una idol, y entiendo que tengas a tus favoritas, pero oye, ¿Es en serio?, digo... ¡Por favor!, ¡¿Quién es esta chica?!, ¡Incluso sus pechos son tan, o más grandes que los míos, lo sé, acabo de chocar con ella!, ¡Maldita sea, no voy a dejar que Red la conozca, me entiendes!"
El deseo de Blue, es probable que sea demasiado tarde para cumplirse.
Sin embargo, mientras eso pasaba, la peliplateada la llamó preocupada.
- ¿Estás bien? – (preguntó la chica, incómoda, a la castaña quién desde que tropezó con la chica, esta estaba lanzándole unas miradas bastante aterradoras)
- Oh, sí, no te preocupes… fue mi culpa también – (murmuró Blue, levantándose y luego ayudando a la chica a levantarse) – Bien, con el problema resuelto, me despido –
Blue se dio media vuelta, esperando alejarse de la bella chica, y eliminar de raíz cualquier engañoso sinsentido del destino, que junte a la singular chica con su hombre.
Sin embargo, la chica peliplateada tomó la mano de la aturdida Blue, en un apuro.
- ¡A-Alto!, Lo siento por pedirte esto… pero, ¿Puedes indicarme una dirección? – (preguntó la chica, haciendo que Blue entrecerrara los ojos)
- ¿Qué información, en particular? – (murmuró Blue, viendo a la chica sonreír brillantemente)
- Verás, estoy buscando una tienda de pasteles, que mi… ejem, que mi novio recomendó – (respondió la chica, con un ligero sonrojo)
- ¿Novio?, ¿Tienes novio? – (preguntó una sorprendida Blue, mirando a la chica que se volvió más roja)
- S-Sí… es prácticamente mi prometido ya… - (murmuró la chica, roja hasta las orejas)
- Eso es… ¡Eso es perfecto!, Debes ser muy feliz así, comprometida y asegurada – (respondió Blue, sonriendo de oreja a oreja)
- Sí… él me hace muy feliz – (respondió la peliplateada, con una encantadora sonrisa)
Blue miró a la chica, y sonrió satisfecha.
Con esto, ella creía imposible que su hombre y la chica frente a ella, tuvieran alguna oportunidad.
- ¿Entonces?, ¿Qué tienda estás buscando? – (preguntó la castaña, de buen humor)
- ¿Eh?, B-Bueno… solo sé que son una tienda de pasteles, que vende cafés con forma de pokemon… - (murmuró la peliplateada, nerviosa)
- …¿No son eso casi el 90% de la totalidad, de tiendas de pasteles en Edén? – (preguntó Blue, levantando una ceja)
- …No me dio un nombre exacto, además mi otro amigo, que nos esperaba allí, ocultó su au… ¡Ejem!, ¡Quiero decir, que él no contesta mis llamadas! – (respondió alteradamente la peliplateada)
Blue miró a la chica, hablar rápidamente y torpemente.
Aunque, había un par de palabras extrañas en su frase, ella decidió no darle importancia y siguió tranquilamente con la charla.
- Bien, bien, tranquila… verás, yo también estoy buscando a mi novio, salió antes que yo, y se supone que vendría, pero seguramente debe estar jugando por ahí… es un friki de los pokemon, así que no dudo que se haya quedado viendo a algún entrenador… o entrenadora al azar – (comentó una tranquila Blue, aunque sus ojos se volvieron peligrosos al final de la frase)
- ¿Friki de los pokemon?, ¿De verdad?, A mi n-novio también le gustan mucho los pokemon, je, je… casi parece un niño, cuando le preguntas sobre pokemon, batallas y esas cosas – (comentó la peliplateada, sonriendo emocionada)
- ¿Eh?, ¿Es en serio?… Fu, fu, parece que tú y yo tenemos muchas cosas en común, ¿No me digas que es un aficionado a las gorras, también? – (preguntó Blue, sonriendo divertida)
- ¡Lo es!, ¡Siempre se quejaba porque le decían que las gorras no son ropa!, ¡Se ponía malhumorado como un niño! – (respondió la chica, con una sonrisa emocionada)
- ¡El mío igual!, ¡Fu, fu!, ¡Creo que tú y yo, estábamos destinadas a reunirnos!, Por cierto, mi nombre es Blue – (contestó la castaña, extendiendo su mano amigablemente)
- El mio es… Emy, ¡Sí, soy Emy, un gusto Blue! – (respondió la chica "Emy", tomando la mano extendida)
Ambas chicas se miraron la una a la otra sonriendo.
Entonces, comenzaron a caminar la una a la otra.
- ¿Entonces Blue, buscamos a tu novio? – (preguntó la peliplateada, sonriendo)
- Nah, podemos buscarlo en el camino, por el momento, busquemos esa tienda que te habló tu novio, estoy segura que encontraré a mi novio, en el camino – (respondió la castaña, sonriente)
Ambas chicas charlaron animadamente la una, con la otra, mientras emprendían rumbo a su búsqueda de la tienda misteriosa.
Poco sabían, que, en cierto lugar, Steel miraba extrañado a su joven aprendiz sudar frío, mientras estornudaba frecuentemente.
.
..
…
- ¡Pff!, ¡Ja, ja, ja!, ¡Cómo siempre, ese chico no me decepciona en lo absoluto! –
En cierta habitación de lujo, un guapo hombre pelinegro se reía por todo lo alto, mientras era visto sospechosamente, por un joven rubio, de cabello extraño.
El joven entrecerró los ojos, y suspiró cansado.
- …Señor, ¿Puedo preguntar de qué se ríe? –
- Oh, lo siento Emerald, todavía no eres lo suficientemente hábil, tal vez, en uno años puedas hacerlo como yo –
- …Dice eso, pero ni siquiera entiendo qué quiere que vea, señor –
El joven suspiró pesadamente, mientras miraba al hombre sonreír misteriosamente.
Pero entonces, el hombre suspiró y volvió su mirada al frente, hacia el gran ventanal que daba vista, a la gran ciudad floreciente.
El hombre dio una gran sonrisa satisfecha.
- Múltiples destinos se entrelazan, vidas y personas que no deberían conocerse, se reúnen en torno a un solo punto… Emerald, ¿Sabes qué son los héroes? – (preguntó el hombre, sonriendo)
- …Un hombre que lucha por una justicia, ya sea la propia o la de otras personas – (respondió el joven, frunciendo el ceño)
- Haa… una respuesta muy aburrida… tienes razón, pero, eso no es todo… de otra forma, cualquier hombre podría ser un héroe… no, la verdadera esencia de un héroe… es su capacidad innata de unir destinos con el suyo propio, él mueve a las masas, capaces de luchar juntos, por un ideal compartido… atraen a la gente, hacen que los admiren y los apoyen… ese, es el poder más grande de los héroes –
- …¿Es eso así? –
- Sí… lo sé por experiencia propia, después de todo… he visto a un héroe alzarse y volar, voló tan alto como el sol… sí, al igual que Ikaro… pero no pudo convertirse en el sol… -
Los ojos del hombre brillaron.
Las partículas de aura se tensaron y vibraron, anticipando el estado de ánimo del hombre.
El joven también se tensó y tembló.
Y la sonrisa del hombre se ensanchó, burlona y perversamente.
- ¿Me pregunto qué eres Ash?, ¿Serás Ikaro… o te convertirás en el verdadero sol?, No puedo esperarlo, muéstrame la nueva historia, que el último descendiente de los Eidant contará –
.
..
…
_Salón de Reuniones de los Campeones_
Ya habían pasado media hora, desde que el joven azabache había salido del salón de reuniones.
Todos los campeones estaban reunidos en el mismo lugar.
Ninguno fue capaz de moverse, desde la revelación del joven azabache.
¿Qué significado había en esas palabras?.
Ninguno lo sabía, y la persona que lo sabía, no les dio tiempo, ni pruebas, para poder formar alguna conexión.
Lance se mantuvo en silencio, sumido en sus pensamientos.
Steven hizo lo mismo, mientras miraba fijamente su megapiedra.
Wallace gruñía ocasionalmente, mientras se servía otro vaso de vino tinto.
Cynthia tenía una mirada preocupada, y su mano en su barbilla.
Mirto caminaba de un lado a otro, dando círculos, mientras mascullaba maldiciones en silencio.
Iris estaba inquieta en su asiento, mientras miraba fijamente al suelo.
Diantha suspiró, colocando una mirada preocupada viendo a su joven compañera.
Los 7 campeones seguían perplejos.
Como si el azabache hubiese puesto una maldición en ellos.
Lance le dio una mirada a Aurora, que hasta ese momento había estado en silencio.
- Aurora, ¿Sabes algo al respecto? – (preguntó el pelirrojo)
Ante la pregunta del campeón, la IA estuvo unos segundos en silencio, mientras uno de sus mechones se teñía de azul, antes de finalmente asentir en silencio y mirar fijamente a los campeones.
Todas las personas reunidas fruncieron el ceño.
- ¿Por qué no nos avisaste? – (preguntó Steven, mirando fijamente a la IA, que negó con la cabeza)
- Porque ustedes no pueden detener los eventos que están por ocurrir… - (murmuró Aurora, al mismo tiempo que todos quedaban en silencio)
- ¿Qué quieres decir? – (preguntó Cynthia)
- Fuerzas más allá del entendimiento común están por enfrentarse… el campo de batalla, esta ciudad, fue decidido desde hace mucho tiempo, mucho antes que cualquiera de ustedes, pudiera saber siquiera lo que sucede… llegados a este punto, el núcleo principal ha decidido adoptar una medida de defensa, para proteger a los visitantes de esta ciudad, cuando la batalla comience – (respondió Aurora)
Al instante, todos los presentes se levantaron.
- ¡Explica eso ahora mismo! – (exigió Lance, mirando molesto a la chica trasparente)
No era solo Lance, todos tenían una mirada de urgencia en sus rostros, mientras resistían la urgencia de estallar contra la IA.
Aurora solo negó con la cabeza, con un ligero sentimiento de arrepentimiento.
- Lamento decir que no puedo compartir la información clave con ninguno de los presentes, la información que poseo está encriptada de tal manera, que cualquier filtro de información de parte de mi terminal, conducirá a una destrucción total del núcleo… siguiendo la directriz del programa principal, no puedo permitir aquello, si se quiere proteger a los visitantes de la ciudad – (respondió Aurora, haciendo que todos queden en silencio)
Información cada vez más impactante, sorprendió a los presentes.
Mirto se adelantó con una mirada furiosa.
- ¿Entonces debemos quedarnos de manos cruzadas, mientras la ciudad está por ser destruida, sin siquiera saber qué hacer? – (gruñó el hombre)
- He sido previamente actualizada, para reconocer y detectar la energía utilizada por el enemigo… Edén entrará en un estado de emergencia cuando el momento llegue, y todos, incluyendo a ustedes, serán conscientes del peligro, antes que llegue a nosotros – (respondió Aurora)
Wallace se acercó y apartó a Mirto, mientras fruncía el ceño.
- ¡¿Quién te actualizó?!, ¡¿Y cómo diablos Red sabe de esto?, ¿Es ese tipo uno de los responsables de esto?! – (preguntó un furioso Wallace, que vio a la chica negar inmediatamente con su cabeza)
- Red es solo un tercero, un entrometido que se ha involucrado en este problema por su cuenta… sin embargo, la actualización del núcleo es cosa suya, él ha proporcionado los datos necesarios para preparar una defensa de la ciudad –
- ¿Por su cuenta? – (preguntó Cynthia, llevando su mano a su barbilla, curiosa) - ¿Qué razón pudo tener para involucrarse en algo así, por su propia cuenta? –
- ¿Quizás los rumores que hablan de él como un héroe sean reales? – (propuso Diantha, recibiendo severas miradas por parte del resto) – Solo bromeaba… -
La broma de la campeona de Kalos, relajó un poco, a sus severamente tensos compañeros.
Tosiendo un poco, Steven miró fijamente a Aurora.
- Ejem, Aurora… hablaste antes de la confrontación de dos fuerzas ocultas… puedo preguntar, ¿Qué tan fuertes son el enemigo que se acerca a Edén?, No pido información relevante, solo una comparación – (preguntó el campeón de Hoenn)
- Es difícil comparar los datos, con los datos recogidos de los campeones y el resto de participantes, especialmente, con las mayores fuerzas de combate que tienen las dos fuerzas que chocarán… pero si debo hacer una estimación base, de la fuerza más básica de uno de los lados, se estima que sean tan fuertes, como la media de los participantes en el Torneo Seven Heavens – (respondió Aurora)
- ¡¿La media?! – (preguntó Steven, consternado)
Todos los presentes respiraron hondo, mientras fruncieron el ceño.
Poco a poco, comenzaron a comprender el tipo de peligro a la que estaban enfrentándose, mientras las palabras de Red, comenzaron a tomar, poco a poco más sentido.
- …¿Podemos detener el torneo? – (preguntó Cynthia, mirando fijamente a Aurora)
- Imposible… dejando de lado, la posibilidad de evacuar a todo el mundo a tiempo, es poco probable que las fuerzas tras el problema permitan eso… en el peor de los casos, pueden lanzar un ataque relámpago, que cause daños incalculables a los visitantes y la ciudad – (contestó la IA, mirando fijamente a la rubia)
- ¿Entonces qué hay de dar un aviso a la Policía Internacional o a la Liga Pokemon?, ellos no pueden quedarse sentados, con una amenaza de este nivel – (preguntó Wallace, frunciendo el ceño)
- No es recomendable, los datos indican, que ambas instituciones ya han sido intervenidas por el enemigo… dar aviso a ellos, sería lo mismo que dar aviso a nuestros enemigos, sin contar que las represarías pueden ser, incluso peores – (respondió Aurora, dejando pasmado a todo el mundo)
- Kugh… ¡Debes…!… ¡Debes estar bromeando! – (rugió Wallace)
La situación, fue como una ducha fría para los presentes.
Igual a una balsa en una tormenta, en medio del océano.
Todo el mundo quedó aturdido, mientras apretaban los dientes con frustación.
En medio de la consternación, Iris levantó ligeramente la mano, llamando la atención de Aurora.
- ¿Es Red… un aliado nuestro? –
Todo el mundo se tensó por la pregunta de la morena.
Varios pares de ojos se fijaron en la IA, que meditó un momento, antes de responder.
- No es del todo claro, actualmente… pero estimo que, al menos, él desea proteger a Edén y sus visitantes, por lo que el núcleo lo considera su aliado, por el momento – (respondió Aurora)
Todos los campeones dejaron salir un suspiro.
Aunque varios estaban en contra de la idea, era bueno que al menos, no tendrían que cuidar sus espaldas de Red. O al menos, no tendrían un enemigo más en la complicada situación que se encontraban.
¿Un compañero?, No. No por el momento, al menos.
Pero, era un importante Aliado, que tenía importante información, y gracias al pelirrojo, sabían que poseía un poder aceptable.
Sin lugar a dudas, todos necesitaban hablar con él, una vez más.
Poco a poco, los 7 comenzaron a anticipar su próximo encuentro.
Pero entonces, Diantha reveló un nuevo problema.
- Ahora que lo pienso… mañana será el inicio del torneo, ¿No debemos realizar una presentación como miembros organizadores del torneo? –
Las palabras de la campeona, regresaron a la realidad a los campeones.
- ¿Qué diablos importa eso ahora? – (preguntó Wallace, molesto)
- No, yo solo digo… todos los participantes vips, tenemos la obligación de presentar un discurso y una presentación, en la apertura del torneo – (respondió Diantha, llevando su mano a su barbilla)
- Y repito… ¿Qué importa eso? – (preguntó Wallace, gruñendo)
- Red es un participante vip – (respondió Diantha)
Al instante, todos los presentes fruncieron el ceño.
Al mismo tiempo, la idea descabellada, en la que Red daría un buen discurso lleno de pasión y buenas vibras llegó a la cabeza de todo el mundo.
- Imposible –
Todo el mundo reunido ahí, sorprendentemente incluyendo a Aurora, movió su cabeza y negó la idea.
Era imposible que aquél hombre, que llegó a su encuentro con aquella aterradora presión sobre él, pudiera dar un discurso a la altura del momento.
No porque no fuera capaz.
Sino porque ninguno dudaba, que media competencia daría un paso atrás, con solo la presencia que el joven desató contra ellos, en el momento clave de su corto encuentro.
Qué diablos, es posible que sean incluso más.
- Si ese tipo hace un discurso… el torneo será arruinado, no por estos enemigos que tenemos, sino por él mismo – (gruñó Lance, frunciendo el ceño)
- Sí… yo también puedo verlo – (murmuró Steven)
- Es increíblemente factible – (murmuró Cynthia)
- O, mejor dicho, ¿No es un hecho ya? – (remató Mirto, asintiendo)
El pensamiento general de los campeones se unió, como uno solo.
Si cierto azabache hubiese estado ahí, oyendo eso, no hubiese dudado en desafiar a todo el mundo en ese mismo lugar. No había duda de eso.
- Pero es un vip, ¿No sería malo que luego apareciese sin ningún aviso? – (preguntó Diantha, que luego miró a Aurora) – Aurora, ¿Qué tal es el cronograma para la presentación de mañana? –
- La presentación del torneo será llevada por mí, en primer lugar, pero luego ustedes, los 7 campeones y Red, deben terminar el discurso, junto con una presentación que los represente a cada uno… se espera también que puedan dar una pequeña presentación con sus pokemon –
Las palabras de Aurora, solo causaron un severo dolor de cabeza, para todos los presentes.
Red deberá dar un discurso.
El mismo Red, que casi los hizo desmayarse con la presión ejercida por su propia voluntad.
A ellos, los campeones.
Todo el mundo gruñó, viendo la miserable futura escena.
Pero entonces, una ingenua pregunta vino de la más joven ahí.
- ¿Entonces… Red será presentado como un campeón? –
Las palabras casuales y sorprendentes de Iris, despertaron por enésima vez a los campeones, ese día.
En cuanto a Aurora.
- Esa es la idea, de hecho… el maestro Lance, destacó a Red como un increíblemente poderoso entrenador, en ese caso, tiene las facultades para ponerse en esa posición – (respondió Aurora, sonriente)
Todo el mundo quedó perplejo.
¿Red?, ¿Ese Red?, ¿Un campeón como ellos?.
Está bromeando, ¿no?.
Lo hace, ¿no?
- ¿Pero… campeón de qué, sería Red? – (preguntó Diantha, sonriendo dudosa)
- Tsk, es el campeón de los bastardos… dejémoslo así – (respondió Wallace, chasqueando la lengua)
- No… bueno, creo que irá a por ti, si lo dejamos así – (comentó Cynthia, mirando preocupada al hombre)
- Pues que venga… lo espero pacientemente – (respondió el hombre, gruñendo profusamente)
- Haah, basta, queremos aliados en este problema, no más enemigos… yo cederé uno de las regiones que me corresponden, es lo mínimo que merece, tras vencerme en el pasado – (comentó Lance, sorprendiendo a todo el mundo)
Todos los presentes miraron consternados al pelirrojo.
- ¿Estás de acuerdo con eso?, Dejando de lado los problemas legales que tendrás por ello… la gente de tu región no lo aceptará fácilmente – (comentó Mirto, frunciendo el ceño)
- Es el salvador de mi región… destruyó al Team Rocket, que durante años, no hizo más que sembrar el caos en mi región… además, me venció limpiamente, no dudaré en darle lo que se merece por derecho – (respondió Lance, respondiendo con tranquilidad) – Dado que el Mt. Silver es considerado un separador natural de Kanto y Johto, tomaré en cuenta el camino que tomé esa vez, para escalar el monte… supongo, que será Kanto, después de todo –
- ¿Le darás Kanto?, ¿No es el centro de tu dominio? – (preguntó confundido Wallace)
- Fu, no le daré el Alto Mando… pero si es solo el título, puede quedárselo, no tengo problemas con eso… después de todo, mi meta es arrebatárselo de vuelta – (respondió Lance, asintiendo para sí mismo)
- Entonces… ¿Red será presentado como el campeón de Kanto? – (preguntó una sorprendida Iris)
- Al menos, será un campeón de nombre – (respondió Lance)
Todo el mundo quedó perplejo, por la decisión del pelirrojo.
Pero luego, todos se centraron en el discurso futuro del joven. Todo el mundo estaba desesperadamente pensando en cómo detener, un posible desastre que arruinaría el torneo desde su comienzo.
Mientras tanto, Aurora felizmente cambió el título de presentación de Ash, como si fuera natural.
Claro, si cierto azabache estuviera ahí, habría rechazado todo aquello desesperadamente.
Pero el destino tiene sus propios caminos.
.
..
…
Múltiples ojos se abrieron al unísono.
Todos sintieron la presencia del intruso, que se coló en su territorio sin su permiso.
Se abrió paso por distintos territorios, con una velocidad anormal, mientras era seguido por esas 6 abominaciones.
Siete amenazas artificiales, se abrieron paso, frente a sus narices.
Sin embargo, todos decidieron abrirle el paso a esa cosa.
Porque no era responsabilidad de ellos, arreglar el problema que los humanos había creado. Era problema de su propia raza, y como tal, deben asumir su responsabilidad, aunque deban pagar el precio necesario por eso.
Todos, solo lo vieron nadar en medio de la oscuridad.
Rumbo a una tierra falsa, creada por los mismos creadores de esa cosa, una tierra que pronto sería teñida por la sangre y la destrucción.
Pero ese es su destino.
Es por eso mismo, que ellos no hicieron nada, aunque uno de los grandes traidores, se alzó una vez más sobre este mundo.
Porque es su responsabilidad.
Porque es su destino.
Y porque es su promesa, la que los obligará a detener ese problema.
Las decenas de miradas, cerraron los ojos y giraron la mirada del monstruo, concentrando en su mirada en Edén. La escena de batalla en la que convergirían el bien, el mal, lo correcto e incorrecto.
El lugar donde ese chico, está.
El hijo de un hombre singular, el nieto de un héroe caído en desgracia, y el joven elegido que ha atraído la atención de varios de ellos al mismo tiempo.
Siete de ellos lo marcaron con anticipación.
No había una razón en particular, fue mera curiosidad, en primer lugar.
Pero cuando su sangre despertó su aura, todos ellos lo sintieron al mismo tiempo.
"Eidant"
Cuan infame es ese nombre entre ellos.
Aliado de algunos, enemigos acérrimos de otros.
Aquél que representa el sol del este, hizo un pacto con aquellos con esa línea de sangre, mientras que el dragón del zero absoluto, juró destruirlos a todos.
Pero no cabía duda.
Ellos son unos de los portadores originales de la promesa.
Los favoritos de Arceus.
Tanto para bien, como para mal, eran sus favoritos.
Pero él, este Eidant… es distinto.
Una gran mayoría de ellos lograron conocerlo, mucho antes de que su sangre entrara en juego. Haciéndose amigo de algunos y ayudándolos, luchando con otros y deteniéndolos.
Era un humano interesante.
Es por eso, que las miradas que normalmente hubieran vuelto a dormir en silencio, decidieron mirar esa escena, ese destino.
A aquel chico.
CONTINUARA…
