De manera inesperada

Antes de comenzar…

Si quieren pueden saltarse esta parte (excepto donde dice que lean); la verdad es que decidí hacer una introducción para explicar ciertos puntos dentro de la historia, así como para dar algunas opiniones y comentarios de la serie y otros fic que he leído, de hecho, por esos fics me animé a escribir el mío, que igual que los demás, esta hecho para fantasear un poco dentro de una de las relaciones más polémicas que nos ha dado, tanto el manga como el anime: Bulma y Vegueta.

Para mi, es interesante ver como casi todos los fic que he leído pintan una Bulma que sufre horrores y un Vegueta que se ablanda hasta tal punto que se puede decir que verdaderamente se enamora de ella (bueno yo también lo creo, pero el amor de Vegueta viene después); en fin, por el carácter de Bulma, creo que primero lo manda a volar antes de permitirle que la haga sufrir como condenada (esto último no quiere decir que Bulma no va a sufrir en esta historia, aunque por su carácter no será tanto). Bueno basta de lo que yo piense y vayamos a lo importante de esta introducción.

Esto sí léanlo:

En la versión anterior de este fic (que era a manera de guión y por eso lo tuve que modificar) existían diálogos de una entrometida por ahí (autora) interrumpiendo, tanto al narrador como a algunos personajes. Esto era para dar puntos de vista un poco salidos del tema y que se me iban ocurriendo mientras escribía la trama principal. En esta versión también los incluyo, pero tal vez sean un poco confusos (ya que no puedo poner "Autora:" ni explicar abiertamente "hey, es mi otro yo"), por eso los voy a poner en cursiva y centrados.

Y, aclarando, estas intervenciones no son como interrelación con el receptor (o sea todos ustedes que están leyendo), el personaje que interrumpe, es, como decirlo, mi manera de pensar que no puedo poner en la narración normal; por eso es como si discutiera con mi misma y con los personajes del fanfic, no con los que leen.

Otra cosa que puede que vean medio rara es que a veces parte del diálogo de los personajes venga en paréntesis, esto quiere decir que están pensando, ya que no quiero estar poniendo "pensaba", "pensó" y todos los demás; aunque bueno, de vez en cuando sí lo haré para recordarles esta nota (¿de acuerdo?).

Y como esto ya está muy largo y no me vayan a meter una queja por eso pues, yo también me "largo" de una vez y los dejó para que disfruten la función (cualquier duda, comentario, queja o sugerencia porfa me lo anotan por ahí o me mandan un mail :)

Capítulo 1: Adiós Yamcha.

Muchas cosas suceden de maneras que no esperamos, tantas otras creemos que seguirán como hasta ahora y muchas más las esperamos, pero no las notamos cuando suceden. En el planeta Tierra, en la Capsule Corp, están sucediendo todas ellas, situación tras situación, palabras tras palbra, mirada tras mira…

�¿Qué es esto, un poema!

No, es una introducción a los hechos que nos atañen para así poder empezar con la historia que…

Sí, sí, bla, bla bla¡Ya al grano!

De acuerdo, al otro lado de una puerta puede escucharse una exaltada discusión:

– ¡Ya estoy harta, como puedes hacerme eso, se supone que me amas ¿no¡

– Si a esas vamos Bulma ¡tú tampoco me respetas mucho como novio¿o sí?

– ¡Cómo te atreves a decirme algo así Yamcha, cuando fuiste tú el que se andaba ligado a esa chica a mis espaldas!

Las discusiones entre Bulma y Yamcha cada vez eran más frecuentes. Ninguno de los dos aceptaba que aquello se había terminado desde hacia ya mucho tiempo, tal vez tanto, que por eso lo habían olvidado…

–Bulma, no te pongas así, sólo fue un simple flirteo, eso es todo.

– �¿Y te parece poco Yamcha¡

– (Esto ya se puso feo) – pensaba Yamcha

Pues claro que esperabas, yo no te perdonaría.

– ( Esa vocecita… ) ¿Será mi conciencia?

– Asíla has de tener Yamcha, mírate, ya hasta hablas solo – le reprochaba Bulma al verlo como papeando moscas.

– Eso no importa… Conciencia o no, tal vez todo el problema es que ya estás cansada de mí – El chico reprochaba con la mirada clavada en la de Bulma.

– Ja¿Y no será al revés?

– Yo no… Yo no estoy cansado de ti, te quiero, te lo he dicho muchas veces, es sólo que, tal vez, aún no estamos preparados para llevar nuestra relación más allá.

– Yamcha, sí después de trece años, no estamos listos para llevar nuestra relación "más allá", entonces nunca lo estaremos.

El chico comenzaba a dar de vueltas, zigzagueando a su alrededor y evitando lo más posible enfrentarse (ahora sí) con la mirada de su chica. Había metido la pata, tan profundo, tan profundo…

Y vamos de nuevo al impacto profundo…

Eh, no. Yamcha decía…

Que todo está perdido.

– ¡Ya Basta! No es eso lo que quise decir, bueno sí, bueno no sé, lo que quiero decir es que… perdón.

Yamcha baja su cabeza mientras medita todo, buscando la manera de hablarle a Bulma. Todos esos años, siempre con disputas tontas y al mismo tiempo, parecía que sólo estaban jugando el uno con el otro.

Al ver el triste semblante de aquel chico, Bulma no pudo más que ponerse un poco sentimental y perdonarle (como siempre) todo lo que pasó; después de todo también era su culpa por no prestarle suficiente atención. La chica de los cabellos azules se acercó a él y luego se volteó y cruzó los brazos para hablarle:

¿Le va a hablar de espaldas o qué?

– Esta bien – volteando de nuevo para verle cara a cara- pero si te pillo en otro "flirteo" como le dices, te mando a volar y ahora sí por siempre y para siempre.

Yamcha entonces alza la cabeza (tiene la típica cara de ojos grandes llenos de brillitos, como de puppy súper feliz) y le responde sin chistar:

– No te defraudaré, verás que no tendrás queja de mí, seré el novio que siempre deseast…

Los pasos despreocupados de cierta personita habían llegado hasta aquel lugar. La puerta se abrió, quedándose los dos chicos en silencio por un momento. Ambos sabían muy bien qué esperar de esa persona:

– Bulma, querida, les traje pastelillos, pruébenlos, son de una nueva pastelería que encontré – La madre de Bulma les preguntaba alegremente mientras sostenía una pícara charolita con pequeños pastelitos.

¡Genial! Yo sí quiero uno.

Después de una típica escena donde los otros dos se van de espaldas, Bulma le responde con una gota en su frente (imaginación, imaginación):

– Gracias, pero en estos momentos estamos en algo importante, mejor déjanos solos madre.

– Muy bien hija, iré a ver si el joven Vegueta quiere uno.

A esto último, Yamcha da un "saltito" y pregunta algo molesto mientras la madre de Bulma sale por la puerta que da al jardín:

–¿Vegueta sigue aquí?

– Así es – responde Bulma sin la menor preocupación.

– No sé cómo lo soportas, además él fue el que me mató – le reprocha Yamcha.

– Si no mal recuerdo quien te mató fue el otro, como se llamaba… Nappa ¿no? Así que deja eso ya.

– Sí, pero si no hubiera sido él, de todas formas me hubiese matado, además él se lo ordenó, así que es lo mismo.

– No me importa, ahora vive aquí y no me ha dado motivos para sacarlo de mi casa.

– Yo creo que tienes miedo, miedo de que si lo corres, te mate a ti también Bulma.

La chica de los cabellos azules mira indignada a aquel chico que se dice su novioy no puede más que sentirse furiosa otra vez:

– Mira Yamcha, si era todo lo que tenías que decirme, ya te puedes ir que aunque ya te perdoné aún sigo molesta y no quiero escucharte más por el día de hoy.

– Qué carácter... bien me iré, pero pasó por ti el viernes para ir al cine. ¿Qué dices?

Bulma no sabía que decir; era el colmo que le pidiera salir juntos cuando acababan de tener esa discusión, sin embargo terminó por aceptar y quedaron en que Yamcha pasaría por ella el viernes como a las seis.

La chica acompaña a Yamcha hasta la puerta y sale con él para despedirlo, mientras se aleja voltea hacia la cápsula de gravedad que su padre había construido para Vegueta. Llevaba viviendo ahí bastante tiempo, un año mientras llegaba Goku y casi otro año desde que se apareció aquel joven extraño, y aún no podía entender del todo a aquel hombre de raza sayajin.

– Joven y apuesto Vegueta quiere probar los nuevos pastelillos que traje, están deliciosos.

– La madre de Bulma se encontraba parada a un costado de la puerta de la cápsula mientras Vegueta salía pesadamente de aquel lugar. Bulma se acerca a ellos.

– Ahora sí probaré el pastel mamá.

– Oh Bulma¿ya se fue Yamcha? Que mal que no los probó.

Vegueta había detenido el pasó y miró indiferente aquel cuadro, sin embargo se tomó la molestia de dirigirle unas palabras a Bulma al escuchar que nombraban a Yamcha:

–Ese insecto vino otra vez, cuántas han sido este mes -decía con tono sarcástico –¿cómo veinte?

– Basta Vegueta, no te metas, y no lo llames insecto, no seas despectivo.

– Vamos mujer, pero si es un insecto no lo podrás negar ¿oh sí?

– Mi nombre es Bulma, deja de llamarme mujer, y no, no es un insecto.

– Para lo único que sirve es para arrastrarse, lo hace cada vez que viene¿qué excusa te dio esta vez?

– Insoportable, eres insoportable; mam�, voy a entrar para ayudarle a pap�, no soporto a este sujeto.

Bulma entra de nuevo en la casa y se dirige al laboratorio.

– Qué sabe él, no entiende nada de nada, me pregunto si alguna vez tuvo una novia… con ese carácter, no lo creo.

Mientras Bulma seguía su camino Vegueta entraba en la casa y se dirigía a su cuarto cuándo un pensamiento lo asaltó:

– Que mujer más insoportable, y ese novio suyo, cada vez me fastidia más, tan sólo verlo me pone de malas, es una sabandija, un miserable terrícola que nunca debió volver a la vida, pero… (por qué me molesto por pequeñeces).

– Bulma, que bueno que llegas – el doctor Brief le dirigía una cálida mirada a su hija - necesito que me ayudes a reparar el panel de control de la cápsula de entrenamiento, parece que hay algún componente dañado y la gravedad podría volverse loca… ¿Bulma me escuchas?

Bulma estaba un poco absorta en sus pensamientos.

– ¿Qué? Ah si… nunca dejará de descomponerlo.

– Bueno hija, es que es muy poderoso, y aún no tengo nada que resista tanto, pero estoy en eso.

Bulma y su papá siguieron trabajando, necesitaban terminar ciertos proyectos, entre ellos una cámara especial capaz de resistir el poder del saya sin que se viera tan afectada por él.

Ja! Tanta lata que da ese hombre y todavía le tienen consideraciones. Esto es inenarrable.

Llegado el día de la cita, como a las seis y media de la tarde, Bulma empezaba a dar vueltas en la estancia.

– Más le vale a Yamcha no retrasarse más, primero me invita al cine y luego me deja plantada, sólo eso me faltaría, claro seguro está muy entretenido por ahí, con que no me diga otra vez que recuerde como perseguía yo a otros hombres cuando empezábamos a andar juntos, eso ya quedó atrás, desde que somos novios en serio no he vuelto a mirar a otros hombres (bueno, mirarlos sí, pero no me arrastro tras ellos como él; y qué hay de su alergia a las mujeres, de eso no le quedo nada).

– Deja de dar de vueltas, me marea.

Vegueta estaba en el marco de la puerta recargado y con los brazos cruzados.

Un poco sobresaltada Bulma le respondió:

– Me asustaste¿desde cuando estas ahí?

– No mucho. Tengo hambre.

– ¿Acaso es en lo único que piensan¿Entrenar y comer? Ustedes los sayajin no tienen llenadera.

– Que mujer tan escandalosa, mejor dame algo de comer.

– Por enésima vez dime Bulma, y ahorita no tengo tiempo para darte de comer, estoy esperando a Yamcha.

– Grrrr –en voz un poco baja –otra vez ese insecto.

– ¿Qué dijiste?

– No hay nada en tu caja esa, y quiero comida.

– ¿Te refieres al refrigerador? Bueno si no hay comida es porque te la acabaste y tendrás que esperar a que regrese de mi cita.

– No esperaré, tengo que seguir con mi entrenamiento si no ese maldito de Kakarotto seguirá delante mío y eso no lo permitiré.

– Pues si no quieres esperar, ve a buscar comida a otra parte.

– Grrrr –en voz baja –Maldita mujer.

– Si no hablas más fuerte no te escucharé-e.

Después de esto Vegueta se retira malhumorado y diciendo algo para sí, mientras tanto Bulma siguió esperando.

– Creo que no vendr�, estoy tan cansada, pero… no imagino mi vida sin Yamcha, después de todo desde que lo conozco no he intentado salir con nadie más… (creo que estoy con Yamcha más por costumbre que por amor).

Ya habían pasado dos horas; no llegó, y Bulma se empezaba a imaginar el por qué, pero esta vez no cedería, no estaba dispuesta a intentarlo una vez más.

Ay, cómo si no hubiera escuchado eso antes, o más bien, leído; sí, esto es un fic, no una radionovela.

Una semanapasó desde que Yamcha la había dejado plantada y Bulma seguía esperando que se apareciera, por lo menos para darle una estúpida excusa o, de perdido, para disculparse.

– Otro día. Antes se la pasaba aquí… igualito que Vegueta – Bulma mira por la ventana a la cápsula de entrenamiento– (me pregunto si Vegueta no se cansará de estar ahí, encerrado todo el día; tal vez estoy preocupada, desde aquella vez que la cápsula explotó en mil pedazos, pensé que estaba mal herido, pero creo que su orgullo lo estaba más… ) – La chica suspira profundamente y luego, se sumerge de nuevo en sus pensamientos – Ah, en que cosas pienso… (maldito Yamcha, ya me las pagarás, ni aunque digas que entrenabas, jugabas con el equipo o te entretenías en casa del maestro Roshi, no te voy a perdonar).

Los pensamientos de Bulma regresan al escuchar la voz de su madre:

– En qué tanto piensas hija, llevas buen rato en esa ventana, qué sucede.

– Nada mam�, no te preocupes.

– Por cierto Bulma, allá abajo está Yamcha, te llamé, pero como no me escuchabas subí a ver qué pasaba.

Bulma no terminó de escuchar a su madre, en cuanto escuchó el nombre Yamcha bajó como relámpago a enfrentarlo:

– �¿DÓNDE RAYOS TE HABÍAS METIDO INSENSATO!

– Cálmate Bulma, así no podremos hablar.

– �¿Hablar, estas loco!

– He venido a decirte que me voy, voy a entrenar lejos de aquí, Puar irá conmigo y como la temporada de baseball terminó, puedo irme sin problema.

Bulma se quedó atónita, no terminaba de asimilar lo que acaban de decirle cuando Yamcha prosiguió:

– Ya tenía planeado hacerlo desde hacia tiempo; desde que vi como entrenaba Vegueta decidí que también yo entrenaría duro, tal vez nunca alcance el nivel de los demás, pero no puedo quedarme tan tranquilo.

– Ahora sí que estas loco. �¿POR QUÉ NO ME HABÍAS DICHO NADA!

– Ya te dije que la temporada requería que yo estuviera aquí, y como ya terminó pues… además he estado pensando que tal vez tengas razón, no debiste perdonarme, yo prometí ser el mejor novio, pero es imposible.

– Tal vez es que no me quieres lo suficiente, o tal vez no me quieres nada – las lágrimas querían asomarse por sus ojos, tal vez por coraje, tal vez por tristeza, tal vez sólo por el significado detrás de sus excusas.

– No digas eso, claro que te quiero, pero nuestra relación no ha sido buena desde hace tiempo, y bueno… Creo que es hora de que me vaya.

– ¿Así nada más?

¿Sí¿Así nada más¿Qué pex?

– Nos veremos pronto, vendré a visitarte, no te pido que esperes por mí, sería egoísta de mi parte, pero sí que pienses en lo nuestro, piénsalo bien.

Yancha dio media vuelta y empezó a andar fuera de aquel lugar, pero antes de que cruzara el umbral Bulma le detuvo un momento:

– Antes de que te marches. ¿Por qué me dejaste plantada esta vez?

– Creo que eso… ya lo sabes.

Tras decir esto Yamcha se va, y deja una Bulma llena de consternación, pensó que sería como otras veces, Yamcha se disculparía de manera absurda y ella lo perdonaría y regresaría con él aunque antes hubiera dicho que sería la ultima vez que lo hacia, siempre era así, siempre… era lo mismo.

Increíble, cómo se va así, sin más ni más, no si ya decía yo.

Bulma miraba, a través de la puerta de cristal, como se alejaba aquel hombre con el que había compartido tanto, con el que pensó que terminaría uniendo su vida. No sabía por qué, pero tenía el presentimiento que aquello era el adiós definitivo. No por el hecho de no volverlo a ver, lo vería, pero tal vez ya como hasta entonces, y si así debía de ser, sólo podía pensar en dedicarle un último pensamiento, una última frase…

– Adiós, Yamcha.