Capítulo 5: Ya me había resignado

Las palabras de Bulma se las llevaba el viento mientras Vegueta surcaba los cielos volando de regreso a la Capsule Corp; quisiera o no, le preocupaba que ella se sintiera mal.

En la corporación, la madre de Bulma veía por ella mientras su padre buscaba el teléfono del doctor. Es extraño, pensaban sus padres, una mujer como su hija rara vez se sentía mal, de hecho era extraño que se enfermara; realmente insólito.

Vegueta se había quedado afuera, sólo entró para recostar a Bulma en un sofá, necesitaba pensar, y no precisamente en por qué se sentía mal aquella mujer, necesitaba pensar en lo que le dijo, si era cierto que ella sentía aprecio por él entonces no tenía porque sentirse desplazado, ahora estaba más sereno; claro que en el fondo sí estaba inquieto por el malestar de Bulma, nunca la había visto desfallecer de esa manera; aunque, al mismo tiempo, se resistía a mostrar preocupación.

– Hmm. Estos terrícolas, si que se sienten mal... hasta porque la mosca voló.

¬ ¬ Uy si tú muy fuerte

– Sht. ¡Ya callate!

(Pero que genio)

El saiya, siempre orgulloso, definitivamente no podía permitirse sentir compasión o angustia. No podía dejar que esos sentimientos interfirieran con lo que para él era importante. Sin embargo…

Al día siguiente, Vegueta daba de vueltas por toda Capsule Corp. Estaba que no lo calentaba ni el sol.

Pues no que no.

Bulma había recibido la visita del doctor la noche anterior y después de eso ya no quiso ver a nadie, y muy temprano había partido hacia el hospital diciendo que se encontraba bien y solamente se realizaría algunos análisis, así que no era necesario que se preocuparan por ella, ni que la acompañaran. Esto desde luego molestó a Vegueta. El príncipe esperaba por lo menos una explicación y en lugar de eso era ignorado. Estas actitudes contradictorias lo hacían patear y golpear todo lo que se le pusiera enfrente.

– (casa aboyada, repito: casa aboyada).

Eh, bueno, por otro lado, la pobre chica estaba ensimismada.

– ¿Qué pobre chica?

Bulma estaba ensimismada.

– Ah sí si … ¿qué era ensimismada… mmm…?

Absorta, distraída, concentrada, atónita, etc. etc. ¿Algo más?

– Nada gracias.

Volviendo, BULMA estaba ensimismada y renuente a hablar sobre lo que le había dicho el doctor; a nadie le podía contar hasta no estar completamente segura de lo que pasaba con ella, pero si resultaba positivo lo que le habían dicho, entonces, seguramente, muchas cosas tendrían que cambiar. Además, estaba lo de Vegueta. Aunque había regresado, ella no tenía cabeza para ponerle atención al pobre, ya que ahora sus preocupaciones eran otras.

– Los resultados los tendrá esta misma tarde – puntualizaba una enfermera.

– Gracias – agradecía Bulma

La chica de los cabellos azules se encontraba sumamente ansiosa y de camino a casa se preguntaba por qué en el hospital se tardarían tanto con ese tipo de estudios, debería ser más rápido, la verdad es que ya le urgía la confirmación, ya que sin ella, no podía soltar la bomba.

– ¿Acaso se cree terrorista? Si yo fuera ella, me andaría con cuidado

En la Capsule Corp la señora Biref esperaba con ansia el regreso de su hija, bueno no solo ella, Vegueta también esperaban pero a su manera…

– Ya sé. Entrenando como un loco

Err… sí.

– ¡Lotería!

– ¿Y bien, qué te dijeron? – Preguntaba curiosa la madre de Bulma.

– Hasta la tarde sabré los resultados mamá.

– ¿Resultados de qué?

– De lo que me pasa.

– ¿Y qué te pasa?

– ¿Qué me pasa de qué?

– ¿Cómo que qué te pasa de que?

– Ay ya por favor déjense de tonteríaaaaaaaaaasssssssssssssss!

– Ejem. Mamá, no te preocupes, no me pasa nada malo.

– Que alivio hija; por un momento pensé que habías pescado una rara enfermedad como esa que nos platicaste que le va a dar a Goku, ay que horror… ¿Y entonces, para qué los análisis?

– Fue por algo que me dijo el doctor ayer, pero no te puedo contar hasta que me den los resultados porque si solo es una falsa alarma, bueno… no quiero ilusionarme demasiado.

– ¿Ilusionarte? No me digas que…

– Lo siento mamá, pero aún no puedo decirte.

– Ay linda¿me vas a dejar con la duda? y que le voy a decir a Vegueta. Ese joven, ya van como cuatrocientas mil veces que me pregunta que pasó contigo.

– ¿En serio¿Pregunta por mi¿Te pregunto cómo estoy?

– En realidad… no.

– Ahh –suspiro-

– Ahhhhhh

– Quiere saber que pasó en efecto, pero más bien me da la impresión de que quiere que le aclares alguna cosa, dice algo de "hablar de lo de ayer".

De repente y, como tratando de desviar la atención, Bulma emite un ruido como si le fuera a dar hipo, a lo que su mamá se ofrece para traerle un poco de agua.

¬ ¬ Hipo mis polainas, seguramente es la culpa

Bulma no había pensado en que decirle a Vegueta en lo absoluto. No sabía como enfrentarlo, así que había estado evitándolo, tratando de no encontrarse con él. En realidad no era algo que quisiera hacer, de hecho le gustaría mucho abrazarlo y decirle lo contenta que estaba de que hubiera regresado y en lugar de eso se la pasaba escondiéndose de él desde la mañana. Claro estaba que a Vegueta no le convenció para nada esa actitud escurridiza que había tomado Bulma así que en su cabecita empezaban a maquinarse pensamiento extremos.

La chica de los ojos azules, regresó esa tarde al hospital para recoger los análisis. El doctor la recibió para entregarle los resultados y de paso felicitarla:

– Felicidades señora, en efecto, usted va a ser madre.

– (No se si se habrá quedado pensando en lo de ser madre o en lo de ser señora porque, que yo sepa, nunca hubo bodorrio)

– ¿Se siente bien? –Le pregunta el doctor a la chica.

– Un bebé – Bulma responde, pero no es lo que esperaba escuchar el doctor.

– Sí – confirma el doctor.

– Un bebé de ese atolondrado – Bulma sigue acá en su onda.

– ¿Perdón? – El doctor cree que no ha escuchado bien.

– Ah, no nada, nada, discúlpeme y muchas gracias¡gracias por la noticia!

Era increíble, la verdad no se esperaba algo como esto, un hijo, no se veía como madre todavía, aunque desde el comentario de Goku de que tuviera un bebé sano, lo pensó un par de veces, hasta que ella y Yamcha empezaron de nuevo con sus tonterías. Pero este bebé resultó ser de quien menos se hubiera imaginado.

¿Cómo tomaría Vegueta la noticia? Ni siquiera habían hablado de lo sucedido, de su relación, como para tratar algo como esto.

– No lo han hecho porque Bulma no ha querido, sólo espero que Vegueta no le de un zape y ni tiempo de recibir la noticia.

– Ay linda cuéntame ya, que me muero de la curiosidad, qué está pasando contigo – la madre de Bulma la cuestionaba sin ocultar su curiosidad.

– … lo que pasa es que… – con un poco de emoción – ¡estoy embarazada! – Bulma por fin le responde.

– Como puede soltarlo así nada más¿que no piensa en la manera en que esta noticia afectará la integridad moral de su familia?

– ¡Que maravilla! Ya me lo suponía. Espero que el padre sea el apuesto de Vegueta.

– ... señora¿acaso no le importa la honra de su hija?

– Sí mamá, el padre es Vegueta.

– Parece que me ignoran, en fin que les sea leve

– Sabía que ustedes dos traían algo entre manos. Voy a contárselo a tu padre, se pondrá feliz, un nieto, imagínate. ¿Ya se lo dijiste al joven Vegueta?

– En realidad no, tengo que pensar muy bien como se lo digo, la verdad no estoy segura como lo tomará.

– Bueno, bueno, no te preocupes, seguramente también se pondrá feliz. Un nieto… tu padre si que se va a sorprender, se lo voy a decir de inmediato¿puedo verdad hija?

– Por supuesto, y así mientras hablas con papá, yo trataré de hablar con Vegueta.

Pero ¿Dónde estaría Vegueta? Bulma se encamina por un corredor muy pensativa.

– (Es verdad, no voy a decírselo a los demás, jm que sea sorpresa y cuando conozcan a mi hijo no podrán creer quien es su papá, será divertido verles la caras de sorpresa)

Siguió por su camino, ya no estaba tan preocupada por como reaccionaría Vegueta, esos pensamientos de sorprender a los demás llenaron de pronto cualquier hueco de preocupación que pudiera tener.

De repente topó con alguien por el pasillo y sus pensamientos regresaron a la realidad. Vegeta la miraba con cara de pocos amigos como diciendo "Y tú qué".

– Espero que esta vez no se te ocurra salir corriendo porque no pienso quedarme aquí como un completo imbécil viendo como huyes fuera de mi alcance.

– Y quién va a huir –ya le volvía la preocupación– Yo no tengo porqué huir de ti.

– ¿Ah no? Entonces por qué no me enfrentas como lo hiciste ayer.

– A-ayer era diferente.

– Hrr. ¡Ilógico, en qué sentido es diferente!

– En el sentido en que ahora sé algo que ayer no sabía.

– ¡Y qué es eso que ayer no sabías!

– Bájale a tu tono, te escuchó muy bien, así que cálmate un poco.

– ¡Pero cómo quieres que me calme. Primero lo de ese insecto y luego tus declaraciones y para rematar no me dices qué te pasa!

En el rostro de Vegueta podía intuirse una expresión poco usual, era preocupación. ¿Acaso todo el problema era por qué estaba preocupado por Bulma y no sabía cómo expresarlo?

– ¿Estas… preocupado por mi? –Bulma indaga curiosa.

– C-claro que no, nada de eso, solo quiero saber qué está pasando, eso es todo – A Vegueta le corre una gota de sudor.

– Hm. Era de suponerse. Bien Todo lo que dije ayer es cierto así que no tienes por qué ponerte como un loco y salir corriendo, además eso no es muy de ti.

– Mira quien habla, además nunca negaste nada de lo que ese insecto te decía. ¿Qué querías, que entrara y saludara como si nada?

– En realidad, viniendo de ti, creo que primero haces volar toda mi casa, así que, por un lado, me alegro de que no lo hicieras. Solo entiende una cosa, te guste o no ya eres parte de ésta familia y debes aprender a confiar en nosotros. A confiar en mi.

– Cómo puedes hablarme de confianza si tú andas por ahí escondiéndote de mi.

– No me ando escondiendo de ti, bueno sí, pero no es porque no te tenga confianza o no te quiera decir lo que pasa, es que no podía contarle nada a nadie hasta no estar segura.

– Ash, segura de qué. ¡Habla claro, dime lo que te pasa de una buena vez!

La conversación es interrumpida por un gran alboroto provocado por los padres de Bulma que venían llegando.

– ¡Hija! Tú madre ya me lo contó todo y acabamos de ir de compras para celebrarlo, vamos, vamos.

Mientras el Dr. Brief baila y salta por el pasillo empujando a los otros dos, la madre de Bulma también pasa cargada de cosas. Al pasar junto a la pareja les guiña un ojo y les repite que los esperan para celebrar.

– ¿Qué fue eso, qué rayos vamos a celebrar? –Vegueta esta que no entendía nada, y no entender nada lo ponía aún más furioso.

– Bien – respirando profundamente – la razón por la que mis padres celebran es… porque van a ser abuelos.

– Espero que eso lo entienda

– ¿Abuelos…¿Vas a tener un bebé…!

– Sí, VAMOS a tener un bebé –Le remarca Bulma a ver si así lo entiende mejor.

Vegueta se quedó sin reacción alguna y el ambiente se empezó a tensar.

– Si yo fuera hombre y me dieran una noticia como esa también pondría cara de what? Sobre todo en los tiempos en que vivimos en que hay mil maneras de cuidarse, y hablando de eso ¿qué nunca se les ocurrió!

Como Vegueta no decía nada, la chica prosiguió.

– Eso es lo que me pasa. Seremos padres, por eso me sentí mal y hasta no estar segura, no quería decir nada y por ello decidí ir sola al hospital, en ningún momento quise esconderme de ti, mucho menos ahora… ¿Y bien, qué piensas?

– Bien, creo que… me tengo que ir. Seguiré entrenando.

Y, así, se fue, se metió en su cámara de entrenamiento y no salió de ahí en un buen tiempo.

Bulma no podía esperar más, por lo menos no se había enojado, y eso ya era mucho decir. Desde luego que le hubiera gustado que le dijera alguna otra cosa y que no la dejara ahí sin siquiera saber él que pensaba de todo el asunto.

– Que quería que dijera "¿Estoy feliz como una lombriz?", claro que no, sino se le veían intenciones por ningún lado, aunque... eso tampoco fué muy de él, creo que toda esta convivencia familiar le esta trastornando el cerebro

Por otra parte Vegueta trataba de pensar fríamente en esas cosas: Bulma, el bebé… hasta que se dio cuenta que se estaba desviando de su objetivo principal: acabar con los androides demostrando que era superior a cualquiera. En realidad, desde que se involucró con Bulma no hacía bien las cosas, es decir, no las hacía como él pensaba que debían hacerse ya que su "nuevo yo" le estaba ganando la partida. Por lo tanto decidió no pensar más en eso y volver a su antigua actitud de "no importa nada más que alcanzar el poder máximo".

– Claro, hombres como él sólo piensan en eso, si ya se me hacía raro que anduviera con cursilerías

De ese modo transcurrió el tiempo en la Capsule Corp. La Sra. Brief buscando pastelerías nuevas, el Dr. Brief construyendo juguetes para su nieto. Vegueta entrenando como un loco, y Bulma… parecía que eso de ser madre le había pegado duro, ya no estaba preocupada por Vegueta, sabía que era así y que no lo cambiaría de la noche a la mañana, además, ahora todo su tiempo era para el bebé, y después de todo aquel gruñón insoportable seguía a su lado (aunque de lejitos claro).

– Ni que decir, la verdad es que esta mujer se está viendo buena onda; Vegueta no tiene que preocuparse ni siquiera por los gastos de parto

Hm, dejando atrás todo comentario, prosigamos.

– (Que pensarás de todo lo que pasa a tu alrededor, me gustaría verte, me gustaría… ja, ya no si te hablo a ti o sólo estoy evocando a tu padre.) En fin, creo que es hora de que tú y yo cenemos.

Bulma platicaba muchas veces con su bebé, tal vez platicaba en realidad con ella misma, sobre todo ahora que Vegeta ya no estaba.

– ¿Qué no esta¿Pues a dónde se fue el desgraciado! Hey y yo pensando que de vez en cuando le echaba una checadita a su mujercita.

Sí, sí… Desde hacia algunos días que había partido en una nave para entrenar en el espacio, decía que si Kakaroto lo había hecho él también debía de hacerlo, sólo que según él obtendría mejores resultados que ese "imbécil" como solía referirse a Goku; la verdad era que tenía más razones para haber "escapado al espacio" como decía Bulma, y en efecto huía, ya que no sabía como enfrentar algo así.

Si fuera un enemigo lucharía, si fuera hambre comería, si fuera agotamiento descansaría, si fuera deseo buscaría satisfacerlo, pero ahora se enfrentaba a algo en lo que nunca había pensado, a algo por lo que jamás se imaginó pasar, iba a ser padre, estaba seguro de que ese bebé era suyo, por lo tanto sería el hijo del príncipe sayajin, su heredero, sin embargo no sabía si eso le alegraba; no entendía muy bien lo que sentía al respecto.

– Definitivamente es un hombre muy confundido o debería decir ¿trastornado, auch, de acuerdo dejaré de echarle tierra (sólo lo necesario), así que no me peguen más.

Mientras tanto en la Tierra, pasaba el tiempo y Vegueta no volvía. Bulma empezaba a resignarse a no verlo hasta el día en que se encontraran para enfrentar a los androides; para entonces, su hijo ya habría nacido y la verdad era que le hubiera gustado que estuviera presente el día en que naciera, pero no podía esperar demasiado aunque en el fondo supusiera que sí.

– Sabes

– ¿Mm? (Creo que no es a mi, le está hablando a su panza)

– A estas alturas creo que en el fondo no le importa lo que le dije

– Si te refieres a Vegueta, tal vez… pero creo que sí le importa, aunque no lo diga y te haya abandonado a tu suerte

– (Gracias) – suspiro – En fin, he decidido no entristecer por ello, y mucho menos ahora que te tengo a ti.

Notas de autor

Leí de nuevo el capítulo anterior y... sí tal vez tengan razón, ese que pinto no es Vegueta, pero bueno por eso digo que ya estaba a punto del colapso, ya era estrictamente necesario (y bueno tengo que admitir que es una de las partes que más me ha costado trabajo ya que lo que pinto es muy fantasioso, pero me gusta) que se saliera (aún más) de sus casillas, hablando desde luego de los deseos escondidos de la parejita en cuestión. Y en este de repente tampoco son actitudes muy de él, pero se me hizo buena onda pintarlo así de vez en vez. Bueno basta de tanto rollo mareador, lo importante aquí es que espero que les haya gustado y ¡hasta el próximo capítulo!

P.D. Oh si lo olvidaba... ¡He llegado al capítulo donde me quedé la vez anterior que subí este fic! Por un lado me alegra, pero por el otro les pido tremenda disculpa de ante mano xq aún no termino con los capítulos siguientes así que tal vez me tarde en subirlos (para los que no sepan todo lo que han estado leyendo ya lo había subido antes, pero tuve que modificar la forma en que estaba escrito y de paso le agregue algunas cosas así que por eso no me he tardado tanto que si lo estuviera escribiendo ahorita ¬ ¬ bueno, errr sí me he tardado –creo que toda una vidasorry ). Porfa ténganme paciencia y gracias.